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Asor Rosa - Cap 3 (Dante)
Asor Rosa - Cap 3 (Dante)
1. La vida
La familia
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Alberto A sor R osa Capítulo 3 - Dante A lighieri
amistad con aquel grupo de jóvenes que se reunía en torno a promulgados por Giano della Bella el 15 de enero de 1293. Mas
Brunetto Latini, que constituyó en estos años su punto de refe esta constitución ultrapopular se modifica años más tarde, en
rencia. Trabó una sólida amistad con Guido Cavalcanti, descen 1295, con nuevas medidas [los así llamados Temperamenti], que
diente de unas de las familias más antiguas y más potentes de introducen una norma según la cual los nobles pueden acceder
Florencia. También en estos años vivió las experiencias amoro a los cargos públicos, con la condición de que estén inscriptos
sas y espirituales que inspiraron la mayor parte de las rimas, en una de las Artes, las potentes corporaciones en las cuales se
que más tarde serán incluidas en la Vida Nueva [Vita Nova]59. organizaban los varios sectores productivos de la ciudad.
Dante eligió inscribirse, en cuanto estudioso de filosofía o in
telectual -tal como será considerado por nosotros- en la corpora
Acciones privadas y acciones públicas ción de los Médicos y Farmacéuticos. A partir de este momento,
comienza una carrera política, cuyas etapas indican ciertamente
Los años entre 1280 y 1290 fueron para Dante aquellos en la muy buena consideración que tenían de él sus conciudadanos.
que se devanaron los hilos menos complejos de su vida privada. Como la mayor parte de los descendientes de la pequeña nobleza,
Alrededor de 1281-83, con la muerte de su padre, Dante se halló Dante era güelfo, esto es, parte de aquellos que, en la querella
gravado de mayores responsabilidades familiares. En 1277, co que había contrapuesto al Papado contra el Imperio, habían apo
mo era tradición entonces, había sido firmado por sus padres un yado al Papado, por el modo en que éste había favorecido la au
contrato de matrimonio entre Dante y Gemma di Manetto Dona- tonomía y el crecimiento de las instituciones comunales. Sin em
ti, matrimonio que, contraído en 1285, le daría tres hijos, Pietro, bargo, los resultados de esta disputa habían quedado muy atrás
Iacopo y Antonia (y quizás un cuarto, Giovanni, del que no se en el tiempo. Dante tenía un año cuando Carlos I de Anjou había
sabe casi nada). derrotado a Manfredi en la batalla de Benevento, cancelando el
Como todos los jóvenes de su condición, en esta fase, Dante dominio suabo en Italia. La derrota de la parte gibelina, por más
participó de empresas militares de la comuna florentina: segu que en esa época fuese difícil considerarla definitiva, había pro
ramente estuvo en Campaldino (11 de junio de 1289), teatro de vocado en el interior de las comunas güelfas nuevos choques, uno
un choque cruento entre florentinos y aretinos, en que combatió de cuyos elementos desencadenantes era la intrusión de la Iglesia
en primera línea en las filas de a caballo60; probablemente for romana. Si bien no existe una documentación muy rica acerca de
mó parte del episodio militar de la toma de Cap roña (16 de las orientaciones políticas de Dante en este período, parece razo
agosto de 1289), que llevó a la conquista del castillo pisano por nable suponer, por lo que más tarde habría de suceder, que, en el
parte de los florentinos aliados con los luqueses. enfrentamiento feroz que en Florencia contraponía la facción de
Hasta 1290, no tenemos testimonios de la vocación política la familia Cerchi, los Blancos, contra la facción de la familia Do-
de Dante, obstaculizada por su temprana edad y por la Consti nati, los Negros, Dante intentó permanecer por sobre las partes,
tución entonces vigente en Florencia, que prohibía a los des apoyando sin embargo a los primeros.
cendientes de familias nobles el acceso a los cargos estatales,
los así llamados Decretos judiciales [Ordinamenti di Giustizia],
Dante prior
59Ver cap. 2, pp. 88-94.
60 Dante formó parte de los /editori a cavallo, que eran, en el período Hacia fines de 1299, Corso Donati es exiliado de Florencia. El
de las comunas, los jinetes encargados de iniciar el combate. (N. del T.) pontífice Bonifacio VIII, sin demora, lo toma bajo su protección y
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lo nombra potestà61 de Orvieto. En este mismo período, Dante
asume el mayor cargo del Estado florentino, al ser elegido uno de
los priores de Florencia para el bimestre del 15 de junio al 15 de
agosto de 1300. Al cubrir este cargo, Dante debió tomar decisio
nes muy graves, como, tras un tumulto entre los Grandes y los
Notables del gobierno popular, la condena al exilio en Sarzana de
un grupo de jefes de parte negra y de parte blanca, entre los cua
les se encontraba su carísimo amigo Guido Cavalcanti.
En el otoño del año siguiente una delegación de la comuna
florentina, de la que probablemente formaba parte Dante, se
. dirige a Roma para discutir con Bonifacio VIII la difícil situa
ción por la que atravesaba la ciudad. Mientras tanto, el conflicto
se precipita: el príncipe Carlos de Valois entra en Florencia,
acompañado por Matteo d’Acquasparta y Corso Donati; los jefes
de los Blancos son obligados a huir.
Comienza la venganza implacable: se desarrollan, unos tras
otros, diversos procesos políticos, y los sostenedores del viejo
orden son sometidos a condenas durísimas. Para completar la
cita de Cacciaguida: «Al ofendido seguirá la culpa / a gritos,
como suele; mas justicia / a la verdad dará su testimonio. // Tú
dejarás toda cosa dilecta / tan claramente, que es el prim er dar
do / que el arco del exilio saetea.»62 Dante y muchos otros son
condenados a exclusión perpetua de los cargos públicos y a una
multa de cinco mil florines; quien no se hubiere presentado a
pagarla, habría de sufrir la confiscación y destrucción total de
sus bienes. Puesto que los condenados no se presentaron ni en
tonces ni después ante dicho tribunal, el 10 de marzo de 1302,
para Dante y para otros catorce imputados, el tribunal pronun
ció la condena a la hoguera.
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Igualmente importante, desde el punto de vista de una histo 3. Las obras precedentes al exilio
ria de los intelectuales italianos, resulta el hecho de que, obli
gado como estaba a ir de corte en corte para ganarse el susten Las Rimas
to, Dante conoció y vivió en sí mismo una repentina transform a
ción de intelectual comunal en intelectual cortesano. Las obli Por más inapropiada que pueda aparecer la expresión, podría
gaciones, a las cuales él mismo fue sometido, si bien fueron mos afirmar que la producción literaria de Dante que precede al
fuente de humillación y de dolor, contribuyeron mucho para exilio puede distinguirse por un grandioso diletantismo. Es decir, en
ensanchar y enriquecer sus horizontes y experiencias intelec el fondo, partícipe de las tradiciones y de los gustos de ese joven
tuales, poniéndolo en relación con una serie de personalidades grupo, del que, como dijimos, había formado parte, Dante no es ava
políticas relevantes, como, por ejemplo, el famoso Cangrande ro de manifestaciones de afecto y de amistad para con sus compañe
della Scala, señor de Verona, personalidades que probablemen ros (como en el caso del soneto «Guido, yo quisiera que tú, Lapo y
te fueron el público más concreto y determinado al que Dante yo», dedicado a Guido Cavalcanti, o en «Saber y cortesía, ingenio y
pensaba para dirigir su poesía, tan sedienta de transformación y arte», dirigido a Dante da Maiano)65 ni de tributos burlescos típicos
de renovación. de las variaciones estilísticas de la poesía del siglo XIII (como en el
caso de la famosa tensón con el amigo Forese Donati, hermano de
Corso, en los sonetos «Ladran perros, azuzan cazadores»66, que más
Cultura clásica y cultura cristiana bien parecen seguir la manera de Folgore da San Gimignano).
De tono más elevado y muy intenso, son las Rimas a Pietra [Ri
Las dos Églogas [Egloghe] de Dante, compuestas en Ravenna me petrose], en las cuales, bajo un velo transparente de símbolos,
bajo forma de correspondencia con el docto Giovanni di Virgilio Dante expresa, con accesos de vivísima sensualidad, su pasión cuasi
-y que constituyen una novedad fundamental, en cuanto prim e violenta por una mujer que lo hace sufrir al no corresponderle su
ros modelos en absoluto que retoman el género bucólico en el amor. Entre sus canciones, recordemos su bellísima composición:
Medioevo- tuvieron una enorme importancia durante el período
del exilio, en que Dante amplió sus intereses culturales. Lo Quiero ser tan áspero en mis palabras
mismo puede afirmarse del Tratado del agua y de la tierra como lo es en sus actos esta hermosa piedra,
[Quaestio de aqua et térra], ardua disputa sobre la naturaleza que encierra, en cuanto tal,
de la Tierra y sobre su colocación en el centro del universo. mayor dureza y mayor crueldad
En este mismo período, la cultura de Dante crece y se pro y su cuerpo viste de un tal jaspe
fundiza: junto al amadísimo Virgilio, a los principales poetas de que por su causa o porque ella retrocede,
la Antigüedad, a Lucano, Terencio y Tito Livio y a aquel funda no sale de la aljaba
dor de la síntesis clásico-cristiana que había sido Boecio, el poe flecha que la encuentre desnuda:
ta florentino abarca en sus estudios los textos fundamentales de ella no mata, en cambio, y de nada vale que uno se oculte
la escolástica, desde Santo Tomás hasta Alberto Magno, los co
mentadores árabes de Aristóteles, San Agustín y la Biblia.
65 D. Alighieri, Rime. («Guido, i’ vorrei che tu e Lapo ed io» y «Savere
e cortesia, ingegno ed arte»)
66 Ibidem. («Sonar bracchetti, e cacciatori aizzare»).
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Vida Nueva
67 Ibidem. (Così nel mio parlar voglio esser aspro / com’è nell’atti
questa bella petra, / la quale ognora impetra / maggior durezza e più
natura cruda, / e veste sua persona d’un diaspro / tal, che per lui, o
perch’ella s’arretra, / non esce di afretra / saetta che già mai la colga
ignuda: / ed ella ancide, e non vai ch’om si chiuda / né si dilunghi da’
colpi mortali, / che, com’avesser ali, / giungono altrui e spezzano Alegoría de la Gramática en trono, alabada por los escolares.
ciascun’arme; / sì ch’io non so da lei né posso atarme.») Dibujo anónimo del siglo XI, puesto como ilustración introductoria
68 Cfr. cap. 2, pp. 88-94. a un texto de Prisciano da Cesárea.
Biblioteca Laurenciana.
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demos el Trésor de Brunetto Latini), explica que la obra se diri De la lengua vulgar
gía a cuantos no podían por sus condiciones civiles formarse
una cultura latina y, no obstante ello, estaban animados por una El De la lengua vulgar [De Vulgari Eloquentia] -o sea, el tra
gran pasión por el aprendizaje de la verdad. tado acerca de la lengua romance, no latina- fue escrito en latín,
El título obedece a una razón: satisfacer el hambre de cultu precisamente porque, aun cuando Dante sostenía la legitimidad
ra es como participar a un banquete espiritual o, como escribe de la utilización del romance en algunos casos, debía dirigirse a
el mismo Dante, «queriendo ahora mismo poner la mesa, me un público docto, para el que la lengua de comunicación cientí
propongo organizar un convite general con aquello que ya les he fica habría de ser por mucho tiempo todavía el latín. La obra
mostrado a los invitados [es decir, el comentario y la interpre debía contener cuatro libros, pero quedó interrumpida en el
tación iniciales del tratado], y con aquel pan, que es la materia capítulo XIV del segundo libro.
sin la cual no podrían comer estos manjares»69. La obra sostiene la legitimidad del uso del romance en litera
La obra debía com prender un tratado introductorio, en el tura y en poesía a partir de una reconstrucción minuciosa de la
que se especificaran los fines y el sentido del trabajo, y otros historia del lenguaje desde la creación del hombre hasta los días
catorce tratados que, bajo forma de comentario y de interpre en que Dante escribe la obra, reconstrucción que, teniendo en
tación a catorce canciones doctrinales respectivas, debían ex cuenta los conocimientos de la época, resulta sorprendente y
poner una m ateria compleja y difícil. Contamos sólo con el tan aguda en la definición de varios fenómenos literarios con
prim er tratado y otros tres sucesivos, que contienen las si temporáneos al autor, que aun hoy son útiles para la clasifica
guientes canciones: «Vosotros que, comprendiendo, movéis el ción de los mismos.
tercer cielo», «Amor, que en mi mente comunica», «Las dulces La distinción fundamental, que constituye la base de la teoría
rimas de amor que yo solía»70. Las cuestiones abordadas más lingüística dantesca, y que es necesario recordar para una me
acabadamente son la configuración de los cielos y de sus moto jor comprensión de su desarrollo intelectual, también desde
res, es decir, las inteligencias angélicas y, en consecuencia, las este punto de vista, es aquella que existe entre el romance [vul-
siete ciencias del trivio y del quadrivio; las almas, el amor, la gare] y la gramática o latín [grammatica]. El romance es la
nobleza y el imperio. lengua que «se aprende sin reglas e imitando a la nodriza»71. La
La materia es árida y doctrinaria. El desarrollo del razona gramática es la lengua reducida al dominio de reglas fijas y, por
miento, a causa de la estructura de la obra, resulta particular tanto, sólida y duradera72. En este punto, Dante hace observa
mente asistemático. Mas una vena de férvida pasión anima toda ciones agudísimas: advierte que la lengua hablada es muy va
la obra: el amor por la verdad y la cultura constituye el verda riable según el contexto temporal y espacial, a tal punto que
dero motivo conductor. sería improbable que pudieran comprenderse los habitantes de
un mismo lugar que hubiesen vivido en distintos momentos his
tóricos. La gramática, en cambio, «no es otra cosa que una cier
69 D. A lighieri, Convivio, I, 1. («volendo ora apparecchiare, intendo ta identidad de la lengua inalterable en varios tiempos y luga-
fare un generale convivio di ciò ch’i loro mostrato, e di quello pane,
ch’è mestiere a così fatta vivanda, senza lo quale da loro non potrebbe
essere mangiata»), 71 Id., De vulgari eloquentia, Libro I, I, 1-2. («sine omni regula
70 Ivi, II, III y IV. («Voi che intendendo il terzo ciel movete»; «Amor nutricem imitantes accipinus »).
che ne la mente mi ragiona» y «Le dolci rime d’amor ch’io solia») 72Ivi, Libro I, cap. IX.
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73 Ivi, Libro I, IX, 11. («nichil aliud est quam quedam inalterabilis
locutionis ydemptias diversis temporibus»).
74 Ibidem, («propter variationem sermonis arbitrio singularium
fluitantis, vel nullo modo vel saltim imperfecte antiquorum *• *■
actingeremus autoritates et gesta, sive illorum quos a nobis locorum
diversitas facit esse diversos»).
75 Ivi, Libro I, XVI, 6. («illustre, cardinale, aulicum et curiale vulgare in
Latio, quod omnis Latie civitatis est et nullius esse videtur, et quo Dante y Virgilio. Inf. Vili.
municipalia vulgaria omnia Latinorum mensurantur et ponderantur et Miniatura de Guglielmo Giraldi.
comparantur»). Còdice manuscrito Urb. Lat. 365, f. 20r., año 1480.
76N. Sapegno, Il Trecento, Milano, 1960. Biblioteca Vaticana, Roma.
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ésta con el fin de que los distintos niveles expresivos sean al 5. La Divina Comedia
mismo tiempo potenciados y homogeneizados.
La Divina Comedia [Comedia y luego Divina Commedia],
iniciada probablemente en torno a los años 1306-1308, represen
De la Monarquía ta un nuevo momento decisivo en la historia de las ambiciones
dantescas. Para esos años, ya había cambiado la profunda dis
Con el De la Monarquía [Monarchia], obra de datación in posición espiritual de Dante. A medida que el suceso mundano
cierta -estamos probablemente entre 1312 y 1313, en tiempos se le escapa de las manos, suceso al que él mismo ligaba su po
de la llegada de Enrique VII a Italia-, entramos en el clima sible regreso a Florencia, a medida que su condición de exiliado
ideológico y espiritual de la Divina Comedia. La obra, acabada, se consolida y se vuelve permanente, Dante se siente simpre
contiene tres libros, está escrita en latín, puesto que la m ateria más estimulado a proyectar en un plano ya no contingente, sino
doctrinal de que trata no es de importancia sólo relativa a Italia. duradero y universal, su rica experiencia humana, cultural y
En ella, Dante afirma decididamente la superioridad, incluso filosófica. Observemos con atención la enorme, extrema impor
religiosa, del principio imperial por sobre todas las otras potesta tancia que reviste la elección de la poesía, elección que hasta
des políticas terrenales, a partir de la argumentación de que sólo unos pocos años antes, no hubiera parecido tan ineluctable. El
un soberano que posea todo y que no deba desear nada más, pue pasaje de las grandes obras de cultura -no es casual que el ini
de estar en condiciones de administrar rectamente la justicia y cio de la Comedia se sitúe en el punto de crisis e interrupción
asegurar la paz. Dios asignó a dicho principio una sede natural, del Convite y del De la lengua Vulgar- hacia la gran obra de
Roma, razón por la cual el emperador, para acentuar al máximo poesía quiere significar que Dante optó por una forma de co
su distanciamiento de sus propios intereses personales, debe re municación que lograra comprender en sí misma la ciencia, la
sidir en dicha ciudad. Dante confuta con decisión y coraje la legi doctrina, la cultura, sin negar el mundo imaginario y fantástico.
timidad de la donación de una parte de los dominios del imperio La forma de dicha obra es la manifestación ejemplar de este
que Constantino había efectuado a favor del Papa, para que éste entrecruzamiento de intenciones.
estableciera en Roma el Estado de la Iglesia. Aun no pudiendo
demostrar la falsedad material del acto con el cual la pretendida
donación había sido legitimada -hecho que demostrará Lorenzo Poema cómico y didascàlico
Valla un siglo y medio más tarde-, Dante argumenta que Cons
tantino no hubiera podido donar un bien que resulta inalienable Desde el punto de vista de los géneros, la Comedia es una
por voluntad divina, es decir, el territorio del imperio. composición poética77 que asume el metro (el terceto)78 y las
En dichos términos, Dante vuelve a plantear el problema formas de la poesía didascàlica, provenientes de la tradición
espinoso de la relación entre Papado e Imperio, sosteniendo que poética medieval. En fin, una gran poesía de amaestramiento. Y,
se trata de dos autoridades destinadas a moverse en esferas al mismo tiempo, poesía cómica, puesto que, aun tocando altí-
diferentes, ambas directamente emanadas por Dios y, por lo
tanto, independientes entre sí, aun si dirigidas a un mismo fin, 77Ver cap. 2, nota 37.
que es el de asegurar, en el dominio temporal como en el domi 78 La terzina dantesca es la estrofa compuesta por tres versos endecasí
nio religioso, las mejores condiciones para la salvación del alma labos cuyas rimas se hallan encadenadas a la sucesión de las nuevas
humana. estrofas: ABA BCB CDC etc. (N. del T.)
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El vi^je de ultratumba
los cánones del estilo elevado y sublime. Las teclas que Dante »■mi U
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toca de vez en vez son múltiples, precisam ente porque el reco
rrido interno de su fantasía lo ha llevado, en función de las memmmtmmm «pr*
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experiencias sutiles y refinadas de la juventud, a concebir la
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Alberto A sor R osa Capítulo 3 - Dante Alighieri
razón y fe, aristotelismo y revelación cristiana, ciencia dialécti recer también presa de una violencia irracional y autodestructi-
ca y natural y teología»80. Y no caben dudas de que ésta es la va, verdadera sentina de vicios y de culpas, que iban con rarí
forma de su pensamiento y de su proyecto intelectual. sima excepción de lo privado a lo público y que afectaban tam
bién en este caso modos de vida, ideales, hábitos éticos sancio
nados por la tradición y por el espíritu religioso de los antepa
La forma de la profecía sados. El sentido profundo de dicha caída, entendida en su
acepción bíblico-cristiana como expulsión del paraíso terrestre
Para comprender en profundidad cuál es la raíz de la fasci y pérdida de los privilegios concedidos al hombre por Dios, es la
nación perdurante de una poesía impregnada del espíritu me raíz de la Comedia. Es decir, dicha caída está relacionada con la
dieval y de todo aquello que, junto a éste, también resulta muer situación política y social de los tiempos de Dante. Sin embargo,
to, es necesario distinguir el ángulo visual exacto que se insinúa será necesario no ir demasiado lejos con dicha relación, para no
entre los diversos componentes de la cultura dantesca, los hace convertir a Dante en el poeta de la lucha de clases entre floren
fermentar recíprocamente y, en fin, los unifica en una visión tinos magnates y populares y para no leer figuras y episodios de
cuya validez poética trasciende los horizontes ideológicos en su gran obra con modernos criterios sociológicos.
que fue originalmente formulada.
Este ángulo visual es la forma de la profecía que asume el
discurso de Dante, profecía que, a su vez, no se presenta como Esquemas conceptuales y religiosos
algo abstracto o intelectualizado, sino como el producto férvido
y totalmente humano de una entera carrera espiritual dedicada Desde sus inicios como escritor, las visiones de los conflictos
al conocimiento y a la afirmación intelectual del bien. sociales y políticos contemporáneos se ordenan en la mente de
Dante según esquemas conceptuales que son los de la tradición
cristiana desde San Agustín a Santo Tomás: un criterio moral y
La decadencia de los tiempos religioso está por sobre los juicios acerca de los hechos, a tal
punto que, como se ha dicho, el desequilibrio en acto entre las
Dante vive en pleno de una decadencia profunda, que afecta diversas instituciones y poderes tradicionalmente dominantes
a la sociedad medieval en todos sus aspectos: el Imperio y la se le presenta bajo la forma de una eterna repetición de una
Iglesia se presentan en profunda declinación, y con ellos todos historia humana que comporta, junto a la elevación, la caída,
los valores, políticos y religiosos, que los hombres de las gene según una determinada e inexorable escansión de los diferentes
raciones precedentes podían considerar referenciales, en tanto estados espirituales, cuyos símbolos pueden leerse ya en los
seguras señales de una vida dirigida al bien común y a la exal libros sacros.
tación de Dios. Pero la posición de Dante aparece aun más extremadamente
La comuna, lejos de presentarse a la luz de un contemporá indirecta y mediata respecto de los conflictos sociales existentes
neo como en desarrollo o en positiva transformación, debía pa en su tiempo, si se observa la respuesta sobre el sentido de
aquella crisis que él mismo da desde su profunda y verdadera
mente admirable fe religiosa. La caída, de hecho, no es nunca
80 N. Sapegno, Note e commento en D. Alighieri, Divina Commedia, cristianamente irremediable. La fe está estrechamente ligada a
Milano-Napoli, 1957. la esperanza; y la esperanza es la verdadera fuerza del cristia-
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V ie o p tite lo m eto fi fì&rama A ’l vte c l
no. Baste recordar las espléndidas definiciones que Dante da en
su texto acerca de esas dos virtudes teologales, interrelacionán
dolas en una síntesis indisoluble:
Nostalgia y poesía
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pleten; un mundo en que una comuna arcaica, fundada en la rato que, no casualmente, también los humanistas amaron y
frugalidad y la fraternidad, restituya a los hombres la célula apreciaron, al menos hasta la mitad del siglo XV. La nostalgia
elemental de la convivencia terrena, también incluida en el uni ciclópea del mundo perdido, la airada polémica contra el pre
verso armónico, sobre el que reinan el principio religioso y polí sente corrupto, la tensión hacia lo trascendente, la identifica
tico; un mundo en que las características esenciales de la nueva ción del sueño utópico con el recuerdo de una mítica edad pri
realidad política y social (acumulación de riquezas, luchas fac mitiva, ingenua y pura -en suma, todo lo que envuelve a Dante
ciosas, desconocimiento de los grandes principios religiosos y en una perspectiva medieval cristiana- producen simultánea
éticos de la obediencia, el respeto y la cortesía) sean borrados mente modernidad y conocimiento del mundo en la elocuencia
para siempre y se regrese a practicar la ley pura y simple del del poeta, en su estilo, en su mensaje humanitario elevadísimo.
Evangelio, como criterio fundamental de guía no sólo de las La poesía de Dante va más allá de su pensamiento: es su pen
cuestiones privadas sino también de aquellas públicas. samiento expresado en un lenguaje que lo libera de los condi
Así, en los albores de nuestra literatura, que por tantos moti cionamientos de su tiempo y de su historia.
vos ya podríamos llamar moderna, se coloca este gigantesco
sueño medieval cristiano, cuya fuerza de pensamiento y poética
deriva de la capacidad sobrehumana de Dante de contraponer a
la declinación de una civilización la síntesis pura y armónica de
los valores sobre los cuales ésta hubiera debido fundarse y
hubiera debido continuar perennemente.
No nos caben dudas, entonces, de que Dante debe ser leído
como uno de los grandes poetas cuya característica esencial
consiste no en abrir sino en cerrar una entera edad. Mas esto no
nos impide ver que, al realizar esta síntesis extrema y total de
un mundo a través de la poesía, Dante haya obtenido un resul
tado más complejo y contradictorio de cuanto sus mismas pre
misas le permitieran imaginar inicialmente. El hecho es que su
gigantesca visión religiosa produjo una gigantesca obra, fruto
de un esfuerzo grandioso de elaboración retórica, estilística e
imaginativa. Con la Comedia, Dante ofreció un modelo extraor
dinario de aquello que se podía lograr en el campo de las letras,
usando el romance y sometiendo la tradición a la busca de los
pensamientos nuevos que expresar.