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Revista TEMAS Nro. 5
Revista TEMAS Nro. 5
Nro. 05
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Revista Digital de Criminología y Seguridad
Enero de 2013
REVISTA DIGITAL DE
DESTACADOS
Código Penal
Comentado.
Documento: CANÍBALES.
Localización de Cadáveres
Enterrados.
Delito de Trata de Personas.
Psicopatía: Otros Trastornos de
Personalidad, Abuso de Sustancias y
Violencia.
Influencia del Peso en la Distancia
de Frenado en Motocicletas.
Documento: Las Criminologías Específicas.
CANÍBALES
SEGUNDA PARTE DEL
“CODIGO PENAL ARGENTINO
COMENTADO”
Dr. Carlos A. Parma
Criminologías
Específicas Asesoría Forense y en Seguridad
http://revista-temas.blogspot.com.ar
Distribución Gratuita
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NO ES CAPRICHO…
LAS REVISTAS DIGITALES
AYUDAN A PRESERVAR
LOS BOSQUES.
En TEMA’S somos
conscientes de la necesidad
de preservar nuestra
naturaleza.
Pág. 2
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
EDITORIAL
C onfiamos en que TEMA’S alcance una fase estable, aunque no estática, de
consolidación a mediados de 2013, en que planeamos ingresar a los Index
mundiales de publicaciones científicas y especializadas.
En adelante, continuaremos con nuestros planes de publicaciones destinadas a la
amplia comunidad de especialistas en las Ciencias Forenses, prosiguiendo con
nuestra política de incorporar nuevas características (hoy ausentes en la mayoría
de las revistas científicas) de modo tal de expandir la lectura amena, ilustrada y
entendible a todo el público, tal como nuestro formato se presenta hoy en día, sin
que ello implique carecer de contenidos acreditados.
Continuaremos el proceso exhaustivo de evaluación continua de nuestras
ediciones; perfeccionaremos nuestra gestión de contenidos editoriales y
ampliaremos nuestro flujo de información científica.
En esta fase piloto, nos beneficiaremos enormemente de sus comentarios,
mientras nos esforzamos para que nuestra Revista Digital sea lo más útil y
enriquecedora posible.
Continuaremos con el formato digital porque entendemos que es importante
cuidar nuestro planeta y por supuesto seguirá siendo gratis.
Estos son nuestros compromisos académicos y editoriales más ambiciosos. Su
opinión nos importa.
Colaboradores Permanentes
Mariela A. Rada
Oscar D. Hómola R.
Revista Temas:
Río Atuel 855 Godoy Cruz
TEMA’S
Revista Digital de Criminología y Seguridad
Mendoza – Argentina (C.P. 5501)
ISSN 2314-1166
http://revista-temas.blogspot.com.ar/ Pág. 3
REVISTA DIGITAL DE
CRIMINOLOGÍA
DOCUMENTO CANÍBALES: ¿Qué se esconde
detrás de este tipo de criminales? 6
sumario
CRIMINALÍSTICA
LOCALIZACIÓN DE CADÁVERES ENTERRADOS:
Técnicas para búsqueda de cadáveres. 22
sumario
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
REVISTA DIGITAL DE
DERECHO
DELITO DE TRATA DE PERSONAS: Marco
Normativo y Cuadro de Situación en la Argentina 46
SEGUNDA ENTREGA
“CÓDIGO PENAL DE LA NACIÓN
ARGENTINA COMENTADO”
El reconocido penalista argentino Magíster y Dr. Honoris
Causa CARLOS ALBERTO PARMA nos acerca su obra
completa en cuatro entregas mensuales.
Pág. 5
REVISTA DIGITAL DE
TEMA’S
Revista Digital de Criminología y Seguridad
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La araña viuda negra, engulle a su paraje luego de copular en un acto de natural canibalismo.
Entre los seres humanos en épocas prehistóricas, en todos los continentes, en algunas primitivas
sociedades el canibalismo existió como una práctica común pero con diversas motivaciones.
Aún hoy, en algunas regiones remotas de Nueva Guinea, en algunas áreas de África Oriental y
Central, en la Polinesia y en Sumatra todavía se practican rituales de canibalismo; existió entre los
aborígenes de Australia y los maoríes de Nueva Zelanda también, se han registrado casos entre
algunas tribus de Norte América y en primitivas regiones de América del Sur.
Para explicar el canibalismo entre seres humanos (antropofagia) existen numerosas y variadas
exposiciones; muchas veces se ha practicado simplemente para sobrevivir, mientras que otros grupos
humanos lo practicaban por placer: Por la sola predilección por el consumo de otros seres humanos.
Pero, sugestivamente como afirmaba Sigmund Freud, el motivo principal para comer carne humana
era para castigar al enemigo, extraer venganza, por motivos ceremoniales, o por motivos mágicos.
Algunos criminales, consuman sus aberrantes crímenes para luego deglutir bocados de sus víctimas a
quienes consumen en rituales de canibalismo criminal.
La existencia de canibalismo ha sido un tema ceptada y generalizada como acto de pura
muy discutido. Sin embargo, la evidencia supervivencia y de cotidiana ocurrencia. Sin
arqueológica nos muestra que ha sido una embargo las pruebas, testimonios y relatos de
práctica repetida a través de los siglos. En la canibalismo ritual son abundantes y
mayoría de las culturas, comerse a los debidamente documentados. De hecho está
semejantes era un acto atroz y sacrílego, más probada la existencia de canibalismo como
mientras que en otras, una costumbre sagrada y ofrenda a los dioses o por lo general como
reverenciada. El canibalismo a pesar de resultar venganza de enemigos. Muchas tribus
un hecho repugnante, ha sido motivo de primitivas también se comían a sus semejantes
diversos hechos criminales aún en nuestros para obtener las virtudes (fuerza, valentía,
días. sabiduría, etc.) de la víctima.
A pesar de los diversos relatos (generalmente La desesperación en algunos casos ha
realizados sobre enemigos o sociedades a las determinado como último recurso el
que se deseaba someter) no hay pruebas canibalismo, que a pesar de no contar con la
irrefutables del canibalismo social practicado aceptación (ni aún en quienes lo han
por grandes grupos humanos, de una manera a- practicado) es una variante más aceptada entre
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REVISTA DIGITAL DE
Watson Consultores
TEMA’S
Revista Digital de Criminología y Seguridad
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Más estrictamente, caníbal proviene de la lar a los enemigos muertos, de forma que les
palabra caribe la que (supuestamente) por error durase más tiempo su carne y pudieran volver
derivó en caniba o cariba del idioma taíno, con ella a sus poblados y repartirla entre sus
parcialidad de la etnia arawak, también familiares.
conocida con el nombre de Arahuaco, araguaco
Poco a poco, con el impulso de las costum-
o arawak con el que se denominaba a varios
bres occidentales y los conceptos morales y
pueblos indígenas que se encontraban
religiosos impuestos por los conquistadores, las
asentados en las Antillas y la región
prácticas del canibalismo fueron desapa-
circuncaribe a la llegada de los españoles en el
reciendo paulatinamente en América del Sur.
siglo XV y aquellas tribus que habitaban una
extensa zona comprendida entre la actual En las tribus de Nueva Guinea, el abandono
Florida y las Antillas, la zona costera de de estas prácticas fueron desapareciendo al
Sudamérica, el oeste de Perú, el sur de Brasil e descubrirse que aquellos que tenían la
incluso Bolivia y Paraguay. costumbre de comer los cerebros de sus
familiares muertos transmitían una enfermedad,
En éstas regiones caribes, significaba
similar a la enfermedad de las vacas locas a su
“audaz”; para los arawak “enemigo” y para los
prole. Esto provocó que en la actualidad en
europeos, “comedores de hombres”.
todas ellas la práctica del canibalismo haya
Según los relatos del primer viaje, Colón se desaparecido.
encontró en la isla de “La Española” a los
Sin embargo el canibalismo ha existido en casi
caribes quienes atacaban a los arawark para
todas las épocas y en todos los continentes.
conseguir botines, los cuales también
Según Rachael Bell la evidencia arqueológica
secuestraban a los niños a los cuales castraban
sugiere que el canibalismo fue practicado desde
y criaban para comerlos.
el Neolítico y la Edad de Bronce en lo que hoy
Los indios de las costas brasileñas también es Europa y las Américas. La riqueza de la
hacían del canibalismo una práctica ritual evidencia arqueológica y antropológica sugieren
común. En estas regiones se practicaba contra que existió canibalismo en África, Australia,
los enemigos, y representaba un alto honor Nueva Zelanda, Oriente Lejano y Medio Oriente
poder devorar al adversario que se negaba a Sin embargo, afirma Bell hay varias formas de
ser devorado, mostrando miedo a la muerte. canibalismo que parecen ser más frecuentes en
ciertas áreas del mundo y en ciertas situa-
Según los relatos de Hernán Cortés la
ciones.
práctica del canibalismo era habitual en actos
religiosos y tras las escaramuzas; para lo cual, “El canibalismo es la práctica de comer
incluso se solía llevar sal a las batallas para sa- individuos de la propia especie. Generalmente
se usa el término para designar el acto en el
que seres humanos devoran a otros seres
humanos, aunque lo correcto sería llamar
antropofagia, pues tal conducta ha sido
observada también en el mundo animal…”
(MOROS PEÑA 2008)
Se llama antropofagia (del griego
"anthropos," hombre y "phagein" comer) o cani-
balismo la práctica en la que un ser humano
come la carne de otro ser humano. Actualmente
considerado un tema tabú en casi todas las
sociedades del mundo, el canibalismo fue practi
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REVISTA DIGITAL DE
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
ducidos por herramientas de piedra indicaban cuerpo, cuyo deceso se producía de muerte
que el canibalismo era una práctica habitual. natural.
No está probado que los neandertales Esto sin dudas representaba también la
desarrollaran una conducta simbólica ritual o proliferación de enfermedades que podía portar
que tuvieran atisbo alguno de religión La el cadáver, como el caso relatado por la
hipótesis más aceptada es que estos homínidos antropóloga Margaret Mackenzie y un equipo de
cazaban y daban muerte a otros grupos para científicos dirigido por Carleton Gajdusek y
comérselos como si fueran una presa más. Se Baruch Blumberg quienes descubrieron que las
han realizado hallazgos similares en Vindija y mujeres transmitían enfermedades a sus hijos
Krapina (Croacia), Combe Grenal (Francia) y en (El equivalente de las vacas locas de la década
la cueva de Gattari (Italia). del ’70). Esta enfermedad fue conocida como
Kuru, altamente infecciosa y transmitida a
CANIBALISMO RITUAL través de los fluidos corporales.
Según Peggy Sanday en su libro El hambre Muchas de las formas modernas de
Divino, el canibalismo era un acto sagrado, lo canibalismo espiritual y ritual son muy similares
que permitió a los hombres a obtener poderes a la observada en los grupos tribales. Sin
divinos a través de la comunicación con sus embargo, la versión moderna criminal de este
dioses.
Muchas tribus caníbales creían que al
consumir el cuerpo de sus enemigos podían
absorber el espíritu y sus habilidades.
Dentro de las costumbres caníbales podemos
distinguir dos formas.
El exocanibalismo: comer gente de otras
tribus
El endocanibalismo: comerse a los miembros
de la propia tribu.
Los Aztecas creían que el sacrificio de seres
humanos, fueran de su propia cultura o de una
cultura exterior, servía para apaciguar a los
dioses, y si no lo hacían los dioses destruirían a
de toda la humanidad.
Otras culturas participaron en endo y exoca-
nibalismo por razones similares, como los indios
de América del Norte, conocidos como los
iroqués. El espíritu absorbido se creía que
facultaban al caníbal con los atributos de la
persona muerta.
Incluso practicaban lo que se conoce como
“Canibalismo Mortuorio o Afectivo” que era el
consumo de cadáveres de familiares,
excluyendo un acto criminal para obtener el
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REVISTA DIGITAL DE
DOCUMENTO:
CANIBALES
tipo de canibalismo está más asociado con los
rituales del culto satánico o de grupo, en lugar
de tribus en lugares remotos del mundo, amén
que implican, siempre, padecimientos psico-
lógicos de sus ejecutores.
Caníbales como Dahmer y Kemper afirmaron
que cuando consumieron sus víctimas creían
Armin Meiwes. El caníbal inocente
que espiritualmente se convertían en una parte
de ellos.
“Soy Armin Meiwes. Nací en 1961. Soy ingeniero
Parece probada la existencia del canibalismo informático de Rotenburgo. Maté a un hombre, lo
ritual como ofrenda a los dioses o como manera descuarticé y me lo comí. Desde es momento
de obtener la fuerza y el valor del guerrero siempre está conmigo”
enemigo.
Es atribuido a muchas tribus y etnias: los indios
amazónicos, los aztecas, los pigmeos y otros
nativos de la cuenca del río Congo, las tribus
Korowai y Fore de Nueva Guinea.
CANIBALISMO SEXUAL
La otra forma de canibalismo señalada por
Bell, es el canibalismo sexual. Esta práctica de
antropofagia, se la considera como un trastorno
psicosexual asociado por lo general con el
sadismo, que implica a una persona sexualizar el
consumo de carne de otra persona.
El canibalismo sexual no necesariamente
significa que el agresor alcanza el clímax o la
satisfacción sexual por el acto de deglutir a su
víctima, sino que generalmente representa un
episodio de liberación de ira reprimida o es la
expresión de su frustración sexual.
En la mayoría de los casos criminales
conocidos se encuentra asociado con la violación
o la necrofilia (sexo con cadáveres), y en la
historia reciente se pueden citar los casos de
Issei Sagawa, Gein Edward, Albert Fish, Andrei
Chikatilo, Armin Mewes y Jeffrey Dahmer entre
otros.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
EL CANIBALISMO EPICÚREO
Se refiere al consumo de carne humana, que
está motivada principalmente por el sabor de la
carne o por el valor nutricional. Esta forma de
canibalismo se cree que es más raro y suele ser
considerado como una sub-motivación de otras
formas de canibalismo, como el canibalismo
sexual.
Sin embargo es raro, hay varios casos que
caen dentro de esta categoría que han tenido la
atención de los medios, pero siempre vincu-
lados a otros motivos más inclinados a desa-
justes psicológicos que el placer por la carne
humana.
Al respecto, Sigmund Freud afirmaba:
“Extrañará, quizá, ver reunidos estos deseos
instintivos, en cuya condenación aparecen de
acuerdo todos los hombres, con aquellos otros
sobre cuya permisión o interdicción se lucha tan
ardientemente en nuestra cultura, pero psico-
lógicamente está justificado. La actitud cultural
ante estos más antiguos deseos instintivos no
es tampoco uniforme; tan sólo el canibalismo es
unánimemente condenado y, salvo para la ob-
servación psicoanalítica, parece haber sido de supervivencia, y seguramente al lector se le
dominado por completo. La intensidad de los haya venido en mente la conocida “Tragedia de
deseos incestuosos se hace aún sentir detrás los Andes” de 1972.
de la prohibición, y el homicidio es todavía
practicado e incluso ordenado en nuestra Pero también hay otros casos destacados
cultura bajo determinadas condiciones. Pro- como el de la expedición Donner Party.
bablemente habrán de sobrevenir nuevas Carlos Jáuregui, en su libro “Canibalia” relata
evoluciones de la cultura, en las cuales deter- que “Un grupo de familias colonizadoras de
minadas satisfacciones de deseos, perfec- Illinois, lideradas por George Donner que
tamente posibles hoy, parecerán tan inad- atrapados por el invierno, sin comida por el
misibles como hoy la del canibalismo…” invierno de California, acudieron al canibalismo
EL CANIBALISMO DE (1846-1847)…”
SUPERVIVENCIA El caso ocurrió en 1846, cuando un grupo de
colonizadores de los Estados Unidos, al mando
Tal vez la única forma generalmente aceptada
de George Donner, y compuestos por ochenta y
de canibalismo, aunque poco frecuente, es
nueve hombres, mujeres y niños dirigido por
cuando los seres humanos en un intento por
George Donner emprendió viaje a través de la
mantenerse con vida en situaciones adversas y
Sierra Nevada con destino a California. Durante
como última alternativa desesperada, comen la
el viaje, el tiempo tomó un rumbo inesperado y
carne de sus semejantes.
se vieron obligados a tomar una ruta alternativa,
Existen varios antecedentes de canibalismo perdiéndose en medio del desierto y la nieve.
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REVISTA DIGITAL DE
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
parte de John A. Randolph (un dibujante del rritorio. Juzgado nuevamente por un tribunal
Harper’s Weekly Magazzine) de cinco federal fue condenado a 40 años de prisión en
cadáveres a orillas del Río Gunninson a unos 1886.
tres kilómetros del actual Lake City (USA).
“…Estaban amontonados y con evidentes
signos de mutilación. Uno estaba decapitado, a
dos le habían arrancado trozos de carne, a otro
el pecho y a otro el muslo. Todos tenían heridas
de hacha en la cabeza, menos uno que parecía
haber sido golpeado por detrás. Un miembro del
grupo que salió de Utha reconoció los
cadáveres…”
En este episodio, los investigadores
relacionaron a un ex-prisionero como el autor de
las muertes. Alfred Packer “El Canibal de
Colorado” fue hallado culpable de las muertes y
sentenciado a muerte.
Según el relato se habían quedado
bloqueados por la nieve y sin alimentos. Packer
argumentó que uno de los expedicionarios
Swan le dijo que se adelantara a explorar el
Arriba, Alfred Packer, “El Caníbal de Colorado” en 1883.
terreno y a su regreso encontró a otro de ellos Abajo en 1907 antes de su muerte.
de nombre Bell asando un gran pedazo de
carne que había cortado del cuerpo de Miller,
quien tenía un hacha clavada en la cabeza. Los
otros tres estaban muertos. Cuando Packer se
acercó Bell quiso atacarle con el hacha y le
disparó en el estómago, para asegurarse lo
golpeó en la cabeza varias veces con el hacha.
Luego, según el relato, quiso alejarse del
lugar, pero como los caminos estaban
bloqueados debió permanecer allí varias
semanas, durante las cuales “…tuvo que
alimentarse de la carne de los muertos…”
En abril de 1883 comenzó al juicio contra
Packer, durante el cual el jurado no le creyó ya
que estaban convencidos que mató a sus
compañeros mientras dormían para robarles.
Finalmente, no fue juzgado por canibalismo,
sino por homicidio.
Packer fue condenado a la horca, pero logró
ganar una apelación puesto que fue condenado
en 1883 cuando Colorado ya era un estado por
un crimen cometido en 1873 cuando era un te-
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REVISTA DIGITAL DE
DOCUMENTO:
CANIBALES
El misterio sigue envolviendo el caso Packer.
Antes de morir en 1907 dijo sus últimas palabras
“Soy Inocente…”
En 1989 el profesor de derecho James E
Starrs de la George Washington University a
cargo de un equipo de antropólogos, forenses y
arqueólogos, exhumaron los cadáveres de las
víctimas del Caníbal de Colorado. Hallaron
signos de lesiones en los cráneos de los mismos,
producidos por un instrumento similar a un
hacha. Los huesos presentaban signos de haber
sido descarnados y uno de ellos tenía una
perforación que podría haber sido producida por
una bala o algún animal.
No hallaron ninguna evidencia que contradijera
ni probara la versión de Packer. ¿Fue el Caníbal
de Colorado un criminal o víctima de las das que hubo un concreto episodio de decisión
circunstancias? entre la supervivencia o la muerte.
Pero más allá de lo emblemático o enigmático Tal vez el caso más recordado de canibalismo
de estos hechos, se conocen verdaderos casos de supervivencia en los últimos cien años sea el
de dramatismo humano en donde no caben du- episodio conocido como “La Tragedia de los
Andes”, ocurrida el 13 de Octubre de 1972.
Un grupo de jugadores rugby, sus amigos y
familiares viajaban desde Uruguay en un avión
con destino a Chile. El avión se estrelló en las
montañas cubiertas de nieve en la Cordillera de
los Andes, donde mueren trece de los cuarenta y
cinco pasajeros a bordo de la aeronave.
Las acciones de rescate fueron suspendidas a
los diez días de ocurridos los hechos y todos
fueron dados por muertos. Sin embargo los
sobrevivientes conservaban la esperanza de un
pronto rescate, algunos de los cuales murieron
en las siguientes semanas a consecuencia de las
lesiones sufridas durante la tragedia.
Sin ningún tipo de alimento, los que quedaron
con vida sólo pudieron sobrevivir comiendo algu-
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
nas partes de los muertos. Los que se negaron estudiante de agronomía, de 21 años, llega a
a comer la carne humana murieron de hambre e temer que lo maten para comérselo también.
inanición. No obstante las críticas recibidas hacia el
grupo a nivel mundial no se hicieron esperar. El
canibalismo aún en éstas condiciones extremas
sigue siendo repugnante para la civilización. Un
telegrama de Bendición del Papa Pablo VI
enviado a los jóvenes sobrevivientes vino a
calmar la reacción de muchos.
EL CANIBALISMO CRIMINAL
Sin ninguna duda que el aspecto más
indeseable del canibalismo se encuentra en el
tipo criminal. Mientras que el canibalismo ritual
se apoya en las creencias de los pueblos
primitivos y el de supervivencia tienen su justi-
ficativo en la extrema necesidad y la falta de
cualquier otro recurso, el canibalismo criminal
constituye una verdadera aberración, pero
Después de setenta días en la Cordillera, dos
¿Qué se esconde detrás de este tipo de
de ellos deciden emprender una penosa
crímenes? ¿Cómo es la mente del caníbal?
caminata de diez días hasta que logran
encontrarse con unos puesteros y poner en “…Lo más inmediato será establecer una
marcha el dificultoso rescate. De los cuarenta y distinción entre aquellas privaciones que
cinco sobrevivientes originales del accidente afectan a todos los hombres y aquellas otras
solo dieciséis personas fueron rescatadas con que sólo recaen sobre grupos, clases o
vida. individuos determinados. Las primeras son las
A casi 40 años de la tragedia uno de los más antiguas; con las prohibiciones en las que
sobrevivientes, José Algorta, confesaba a tienen su origen inició la cultura hace muchos
Noticias 24 de Venezuela: “…Así pasan los milenios; el desligamiento del estado animal
días, se agota la comida y crece la angustia. El primitivo. Para nuestra sorpresa hemos hallado
domingo 22 de octubre entonces llega un día que se mantienen aún en vigor, constituyendo
clave. En una reunión en el interior del fuselaje todavía el nódulo de la hostilidad contra la
se decide utilizar los cadáveres como alimento. cultura. Los deseos instintivos sobre los que
Roberto Canessa, estudiante de medicina toma gravitan nacen de nuevo con cada criatura
la iniciativa, otros se rehúsan…” humana. Existe una clase de hombres, los
neuróticos, en los que ya estas interdicciones
“…Algunos se impresionaron mucho al comer provocan una reacción asocial. Tales deseos
carne humana por primera vez, pero al cruzar instintivos son el incesto, el canibalismo y el
ese umbral, nos dimos cuenta que era lo mejor homicidio. Extrañará, quizá, ver reunidos estos
que podíamos hacer…”, comentó Algorta. deseos instintivos, en cuya condenación
“…Del primer bocado recuerdo que pensaba aparecen de acuerdo todos los hombres, con
que satisfacía mis necesidades de alimentación. aquellos otros sobre cuya permisión o
A medida que comía se fortalecían mis ganas interdicción se lucha tan ardientemente en
de seguir viviendo…” agregó. nuestra cultura, pero psicológicamente está
En una oportunidad, Parrado sueña que sus justificado,..” Nos dice Freud en su obra ya
compañeros se lo comen. Ramón Sabella, estu- citada.
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REVISTA DIGITAL DE
CANIBALES
por venerar a los dioses si no que también lo
hacían por conseguir un status y una recom-
pensa final; el caníbal espera una recompensa
(generalmente asociada a la sexualidad) y
poseer a la víctima, tanto física como espiri-
Las teorías que analizan la interpretación de
tualmente, imaginando que en el acto de
estos rituales sostienen que la tortura, el
devorarla absorberá parte de ella. Y así lo han
sacrificio y el canibalismo se tornan inteligibles
declarado en reiteradas oportunidades aquellos
como expresiones de instintos de amor y
que han cometido canibalismo.
agresividad. El canibalismo es la forma funda-
mental de la agresividad humana porque supone Un acto antisocial originado por el deseo de
un compromiso entre amar a la víctima hasta el dominación, el canibalismo se describe como el
deseo de comerla y matarla porque frustra. Tal resultado de impulsos “agresivos orales” no
proceder explicaría por qué algunas víctimas son controlados, en donde la tortura es un
tratadas con gran amabilidad antes de iniciar su espectáculo, visiones y sonidos excepcionales
tortuoso fin, como sucedió en los caso del como la sangre que mana de las heridas, los
“Caníbal de Rotenburgo” y de Issei Sagawa. gritos agudos y los aullidos, sumado a la
posibilidad de la presencia de conflictos edípicos
de ambivalencia entre amor y odio a los
progenitores.
Incluso algunos científicos, criminólogos y
psiquiatras forenses que estudian el fenómeno
no coinciden en cual podría ser el origen de esta
inadaptación social, que migra entre la mente del
psicópata y la esquizofrenia. E incluso algunos lo
atribuyen a una combinación de factores
genéticos, formativos y circunstanciales.
Quienes defienden la primera de ellas afirman
que el origen del canibalismo criminal debe
buscarse en los rincones de la mente del
sociópata, es decir en las condiciones de
Issei Sagawa. estaba obsesionado con tener a su desafecto, maltrato e incluso el abuso infantil que
lado "la mujer perfecta". El libro "Asesinos hacen posible la mente del psicópata.
Caníbales" de Moira Martingale, describe a Issei En tanto quienes afirman que las causas
Sagawa como un estudiante japonés inteligente, pueden ser genéticas se apoyan en los análisis
obsesionado con las mujeres altas de rasgos que demuestran el componente XYY genético
occidentales. Su fantasía se hizo realidad hallado en algunos asesinos seriales de este
mientras estudiaba Literatura Inglesa en la tipo, al cual se lo suele denominar “El
Universidad de Wako en Tokio, allí se relacionó cromosoma de la criminalidad” por su doble
con una mujer alemana que daba clases de componente “Y” que distingue a hombres de
idiomas. "Cuando me encontré a esta mujer en la mujeres.
calle, me pregunté si podría comerla". Esta teoría sugiere que puede haber un meca-
nismo genético subyacente y de algunos neuro-
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
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REVISTA DIGITAL DE
CANIBALES
caníbales penales encajen en este contexto,
afirma la Dra. Bell.
Por el contrario, el Dr. Park Dietz, experto
criminólogo y testigo clave en el juicio contra
ño, después del destete del pecho, experimenta Dahmer, cree que una persona puede recurrir al
ansiedad de separación y fantasea con devorar a canibalismo cuando se enfrentan con el estrés
la madre. Una persona que ha vivido esto puede traumático súbito, como en el caso de Dahmer
regresar a esta etapa en la edad adulta debido al que asesinó a su primera víctima a raíz de una
estrés o la ocurrencia de un trauma y llevar al ruptura familiar. De hecho, el estrés puede ser un
individuo a buscar la satisfacción que le ha sido factor importante que puede impulsar el deseo de
negada y recurrir al canibalismo. satisfacer su apetito de su propia especie.
La Dra. Bell, afirma que esta teoría se ve Sin embargo, no es la única explicación. Esta
apoyada por un estudio transcultural sobre cani- teoría puede ser correcta en algún grado, sin
balismo dirigida por Eli Sagan, donde según embargo, sólo proporciona una explicación
Peggy R. Sanday en su libro “Hambre Divina”, el parcial en la motivación del canibalismo y puede
canibalismo es una respuesta psicológica a la ira que no sea aplicable a todos los caníbales.
y la frustración expresada a través de la agresión
verbal y ganas de absorber lite-ralmente a una
persona a través del consumo. Sagan afirma que
este impulso puede ser dirigido a un enemigo
que puede amenazar la fuerza del individuo.
Sagan cree que los niños que son
excesivamente dependientes de sus madres,
debido a la crianza materna más estrecha, son
más propensos a experimentar la agresión verbal
y frustración debido a la separación. Además,
afirma que el adulto que lleva inconscientemente
esta agresión oral es probable quien se expresa
de una manera abiertamente dominante en
contra de las mujeres, girando al canibalismo, lo
cual con-cuerda con el caso del “Caníbal de Edmund Emil Kemper nació el 18 de diciembre de
Rotenburgo” probablemente. 1948 en California
Las pruebas tomadas durante las entrevistas Por otra parte, no explica por qué, en el caso
psicológicas con caníbales apoya en gran de Dahmer, entretuvo a las fantasías caníbales
medida el argumento de que la agresión hacia la en su juventud. Esencialmente, es importante
madre puede ser un posible factor de tener en cuenta la totalidad del marco psico-
canibalismo, tal como en el caso de Ed Kemper. analítico que rodea el comportamiento, en lugar
de sólo una pequeña parte. Por lo tanto, tal vez
Sin embargo, no está claro si esta agresión
sea necesario buscar en la infancia o la juventud
conduce directamente al canibalismo. Además,
de estos seres, así como su edad adulta en
hay poca evidencia disponible que pueda con-
busca de respuestas a la pregunta de por qué
firmar esta teoría en su totalidad y en tal supues-
estos sujetos desean comer gente.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
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REVISTA DIGITAL DE
LOCALIZACIÓ
LOCALIZACIÓN
DE CADÁ
CADÁVERES
Egresado de la Universidad del
Aconcagua como Perito en Identificación
Humana, Balística Forense,
ENTERRADOS
Accidentología Vial y Licenciado en
Criminalística.
Estudiante de Periodismo Universidad
Juan Agustín Maza Watson Consultores
22
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Dentro de las dificultades con las que puede este último caso, el lugar del hallazgo debe ser
encontrarse el investigador existe el caso de los preservado de igual forma que cualquier
cuerpos enterrados, ya sea que se trate de una escena, teniendo en cuenta que el área a
escena primaria o secundaria, el mayor desafío investigar a veces es mayor de lo que se
es encontrar el lugar del entierro y la observa a simple vista, ya que elementos de
exhumación del cuerpo preservando las evi- valor en la investigación, como prendas u
dencias. objetos, ya sea de la víctima o victimario,
pueden estar esparcidos en un área mucho
El conocimiento de un hecho de estas
mayor por la acción de animales.
características puede darse a debido a un
llamado anónimo, informando de la presencia de En el caso de una denuncia anónima, infor-
un cuerpo en un área, o bien que el mismo fue mando que una persona fue enterrada en una
descubierto por algún trabajador o una persona superficie, puede existir la posibilidad que dicho
que circunstancialmente pasaba por el lugar. En lugar sea muy extenso y el perito deberá recurrir
TEMA’S
Revista Digital de Criminología y Seguridad
Una observación a simple vista permitirá
distinguir el área donde se encuentre ve-
getación perturbada, lo cual indicara la posi-
bilidad de que se trate del lugar que se busca,
siempre que el tiempo transcurrido desde el mo-
23
REVISTA DIGITAL DE
LOCALIZACIÓ
LOCALIZACIÓN
momento del entierro no haya sido muy
prolongado, ya que la vegetación volverá a
crecer y este signo desaparecerá.
DE CADÁ
CADÁVERES
El uso de cámaras infrarrojas es de ayuda en
estos casos, teniendo en cuenta que un cadáver,
cuando se encuentra en proceso de putrefacción,
emite calor. Pero el uso de cámaras térmicas no
arrojara resultados positivos si el cuerpo ha sido
enterrado recientemente o por el contrario, si
lleva en ese lugar largo tiempo y ya no quedan
ENTERRADOS
tejidos blandos.
Cuando se realiza una inspección a pie, unos
de los elementos necesarios para realizar dicha
tarea consta de una vara metálica, de 1
centímetro de diámetro y 1.5 metros de largo, la
misma posee en uno de sus extremos una
terminación en forma de “T” para asirla y en el
extremo opuesto una terminación en punta para
darle filo.
Cuando se localiza un sector blando, lo cual da
indicios de tierra removida y por consiguiente, de
la posible presencia del lugar donde se localiza Para evitar realizar una excavación, se puede
un cuerpo, se debe detener el sondeo, para utilizar un detector de vapor, mediante el cual
evitar dañar el cuerpo u otros elementos de se detecta sulfuro de hidrogeno, fosfuro de
prueba. hidrogeno, dióxido de carbono, amoniaco. Los
cuales son indicativos de la presencia de un
cadáver, debido a que son gases que se forman
con la descomposición de un cuerpo.
Para la utilización del detector, se introduce la
sonda en el área dubitada y se calibra la
temperatura, debido a que a bajas
temperaturas, la producción de gases es
mínima.
Los gases ascienden del cuerpo en forma de
“V” presentando la mayor concentración hacia el
cuerpo, por lo tanto, si la sonda se inserta muy
cerca del cuerpo o a mucha profundidad, no se
detectaran vapores, debido a esto, es necesario
realizar varias pruebas a distintas profundidades
MANUAL DE CRIMINALÍSTICA. Guzmán, Carlos A. Ed. La
Roca 2003
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
TEMA’S
1.80 metros de ancho, la profundidad estará
dada por las características del terreno y por el
tiempo que el/los autor/es hayan tenido.
La excavación se deberá hacer con extremo
cuidado, teniendo en cuenta que puede Revista Digital de Criminología y Seguridad
permanecer las marcas del elemento con el cual
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REVISTA DIGITAL DE
Un perito debe conocer en profundidad la ciencia que aplica. El artesano realiza su trabajo por pura
necesidad práctica, el artista para lograr un fin estético, el científico en cambio conoce las causas y
esto lo coloca en un plano superior del conocimiento.
Todo experimento científico debe poder replicarse con idénticos resultados, pero allí no acaba la
tarea del investigador: Todo hecho científico debe tener una explicación que sea contrastable con
una realidad.
La Física como ciencia auxiliar de la Criminalística determina a través de sus leyes y principios las
herramientas prácticas para comprobar un hecho real, verificar sus resultados y dar explicaciones
de cómo se produce un fenómeno determinado.
Resultará útil a la disciplina accidentológica poder indagar “cuáles son las causas” con respecto a
vehículos de dos ruedas que varían en la distancia de frenado cuando incrementan su peso.
Poder determinar las causas, aportará soluciones prácticas y de éste modo se evitarán el error en
la estimación de la velocidad y en consecuencia abrirá las puertas para alcanzar el fundamento de
la Criminalística: “La Verdad Real”.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
RESUMEN ABSTRACT
Uno de los elementos más importantes para la One of the most important elements for the
reconstrucción de accidentes de tránsito es el reconstruction of traffic accidents is the study
estudio de la velocidad de circulación de los of the speed of vehicles, because through it is
vehículos, pues a través de ella es posible possible to apply the physics formulas to
aplicar las fórmulas físicas para establecer otros establish other events, such as impact velocity
sucesos, como por ejemplo la velocidad de or displacement later.
impacto o desplazamientos posteriores.
The braking footprint is a key element in
La huella de frenada es un elemento many cases to determine the speed. However,
fundamental en muchos casos para determinar the fundamental equation does not consider
la velocidad. Sin embargo, la ecuación the mass or weight of the vehicle.
fundamental no considera la masa o peso del
It is estimated that more weight on a
vehículo.
motorcycle produces variations in the
Se estima que mayor peso en una motocicleta coefficient of friction and this can be misleading
produce variaciones en el coeficiente de when considering the application of the
rozamiento y esto puede llevar a error al fundamental formula for determining the
considerarse la aplicación de la fórmula velocity of circulation.
fundamental para determina la velocidad de
To establish the veracity of this hypothesis,
circulación.
the author conducted studies to determine
Para establecer la veracidad de esta whether a motorcycle or two occupants effects
hipótesis, el autor llevó a cabo estudios con una in the stopping distance by variations in the
motocicleta para determinar si uno o dos friction coefficient.
ocupantes producen efectos en la distancia de
Recibido: 05 de Diciembre de 2012.
frenado por variaciones en el coeficiente de
fricción. Publicado: 01 de Enero de 2013.
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HIPÓTESIS
“A velocidad constante, si a una
motocicleta BMW F-650 GS se le
aumenta el peso con un
acompañante de 90kg, variará la
distancia de la huella de frenado”
DISTANCIA DE FRENADO,
FÓRMULA APLICABLE.
En el año 2003, en el Congreso Iberoame-
ricano de Accidentología Vial, el Licenciado
Marcelo Ance, hacía público un trabajo
denominado “Cálculo de Velocidad en Base a
Huellas de Derrape”, en el cual exponía la Lic. José Luis Funes
necesidad de ponderar en el estudio de la
huella de frenada su origen, determinando si utiliza a partir de la huella de frenada de un
era de frenada o de derrape y para el cálculo vehículo teniendo en cuenta su longitud final.
del primero, era útil la utilización de la formula: (IRURETA, V. 1996)
(ANCE, M. 2003) También en su estudio sobre Accidentes de
Tránsito, la Mag. María Graciela Berardo
V = 2.u.g .d
pondera la utilización de la ecuación
fundamental para el estudio y determinación de
la velocidad de circulación en base a la huella
de frenada. En su libro además predica
Donde:
variables aplicables para casos particulares
V = Velocidad de circulación. (drag factor, diferencia de superficie, etc.).
(BERARDO, M. 2004)
u = Es el Coeficiente de rozamiento.
g = Es la Fuerza de gravedad y
d = Es la longitud de la huella de frenada.
Esta fórmula denominada la “ecuación
fundamental”, es también utilizada y difundida
por otros autores como Víctor Irureta en su
manual “Accidentología Vial y Pericia”, que lo u-
TEMA’S
Revista Digital de Criminología y Seguridad
30
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Para estos cálculos se estimó un coeficiente de meno descripto, marcándose así la huella de
fricción de 0.65 basado en tablas establecidas frenado...” (IRITURETA, V. Op.cit.)
para el tipo de asfalto. Es esta huella, la que toma el perito como
“indicio” para determinar la velocidad del
Si bien es cierto en esta investigación se utilizó
rodado.
un automóvil, resulta útil como antecedente a la
luz de la metodología de investigación utilizada, Midiendo la distancia de dicha “huella de frena-
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Trabajo.
Así también sabemos que dicho Trabajo es
la relación entre “F” la fuerza que se opone al
movimiento y “d” la distancia en la que actúa:
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
a/g = u ½ V2 = u.g.d
En función de los expuesto, si se considera la A fin de determinar el valor de la velocidad,
desaceleración como fracción de la aceleración que es lo que nos interesa establecer, conforme
de la gravedad, tendremos que ella puede la distancia de frenado despejamos y tenemos
reemplazarse mediante el coeficiente de fricción que:
en una acción de frenado, con lo que nos
quedaría expresado del siguiente modo: V2 = 2.u.g.d
a = u.g Despejando el cuadrado de la velocidad nos
queda enunciada la “ecuación fundamental”
B.- La Ecuación Fundamental. para establecer la velocidad en base a la huella
de frenada:
Ahora bien, una vez establecido que la
desaceleración o drag factor de un vehículo que
se detiene por acción del frenado es igual al
coeficiente de fricción por la aceleración de la
gravedad, analizaremos la denominada
V = 2.u.g .d
“ecuación fundamental”, en base al “Principio
General de conservación de la Energía”: Siendo “V” la velocidad de circulación, “u” el
coeficiente de fricción que debemos aplicar
Dijimos que la Energía Cinética de un según la superficie de frenado, “g” la
vehículo en movimiento al accionarse los frenos aceleración de la gravedad que es igual a
se transforma en Trabajo, es decir: 9,81m/s2 y “d” la distancia de frenada que
Ec = W hayamos constatado.
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metro la cual se transformó para este estudio en En el cuadro anterior se puede observar que
metros por segundo (m/s). la mayor distancia de frenado obtenida fue de
15,10 mts., y el valor mínimo (la frenada más
ENSAYOS DE FRENADA corta) de 12,85 mts., obteniéndose un promedio
Una vez realizados los ensayos, se procedió de 13,45 mts. de distancia de frenado, con una
al análisis de los resultados obtenidos, diferencia máxima de 2,25 m.
En primer lugar se analizarán los resultados Por lo tanto podría afirmarse lo siguiente:
de las pruebas de frenadas válidas llevadas a (Primer constructo de la investigación)
cabo sin acompañante (motorista solo), a fin de “A una velocidad promedio de 51,63 Km/h
verificar si hay coincidencia entre velocidad y (14,33 m/s) la distancia de frenado en los
distancia de frenado. ensayos de una motocicleta sin
Se realizan los cálculos estadísticos acompañante es de 13,45 mts.”
correspondientes para establecer la media y la
mediana de los ensayos, a fin de obtener un
resultado promedio. Relación de Peso con Acompañante
PESO
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V = 2.u.g .d
Pero como de suponer al incrementar el peso
con un acompañante, la rueda trasera aunque
en menor escala aumenta su potencia de
frenado.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
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REVISTA DIGITAL DE
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
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DELITO DE TRATA DE
PERSONAS
Dra. Patricia A. Taus
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La trata de personas constituye un delito ONU). Esta definición ha sido superada por
internacional de lesa humanidad que atenta concepciones y definiciones que se compa-
contra los derechos humanos fundamentales tibilizan mejor con el avance de las sociedades
(1). En palabras de la Asamblea General de la modernas y el desarrollo de nuevos métodos
OEA "...viola los derechos humanos de las contemporáneos para el ejercicio del derecho
víctimas y afecta a la sociedad en general, de propiedad sobre el prójimo, a saber: el
puede dar lugar a la ruptura de familias y trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la
comunidades y facilita el crecimiento de la amenaza de una pena cualquiera (definición
delincuencia organizada y otras actividades sobre trabajo forzado, Convenio sobre Trabajo
ilícitas; priva a los países de capital humano e Forzado de 1930, OIT) o la prestación de
impide de ese modo el desarrollo; incrementa servicios sexuales por dinero o remuneración
los costos de salud pública y socava el (prostitución) cuando ella se realiza mediante la
cumplimiento de la ley"(2). A nivel económico, explotación de una tercera persona (artículo
se estima que genera ganancias que oscilan los 1ro. del Convenio para la Represión de la Trata
32.000 millones de dólares por año en el mundo de Personas y de la Explotación de la
(3), lo que la convierte en una de las actividades Prostitución Ajena del año 1949 (Art. 1, a, b; Art.
criminales globales más lucrativas, después del 2, a, b). Este último tratado internacional unificó
tráfico de drogas y de armas. Asimismo, el los instrumentos anteriores relativos a la «trata
“Manual para la lucha contra la Trata de de blancas» y al tráfico de mujeres y niños,
Personas” de la Oficina contra la Droga y el definiendo como delito el hecho de que una
Delito de las Naciones Unidas (ONUDD, 2009), persona concierte la prostitución de otra, aún
ha puesto en evidencia que la trata de personas con el consentimiento de ésta última. Así, el TIY
debe entenderse como un proceso y no como en el precedente Prosecutor v Kunarac, Kovac y
un delito aislado ya que, muchas veces, Vukovik establece: “El crimen de esclavitud está
aparece vinculada al tráfico de armas, de íntimamente ligado a la esclavitud en términos
drogas, al blanqueo de dinero y a la evasión de su definición básica pero abarca otras
fiscal. No es un fenómeno nuevo (4). Sin formas contemporáneas de esclavitud no
embargo, en 2000, la Convención de Naciones contempladas en la Convención contra la
Unidas contra la Delincuencia Organizada Esclavitud de 1926 y en otras similares o
Trasnacional (“Convención de Palermo”) y dos siguientes” (5). Actualmente, se entiende por
de los protocolos adicionales que la esclavitud, el ejercicio de los atributos del
complementan: El Protocolo para Prevenir, derecho de propiedad sobre una persona, o de
Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, alguno de ellos, incluido el ejercicio de esos
especialmente Mujeres y Niños (“Protocolo de atributos en la trata de personas, en particular
Palermo”) y el Protocolo contra el Trafico Ilícito de mujeres y niños” (6).
de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, le han
Los antecedentes normativos argentinos en
otorgado un tratamiento jurídico penal
materia de trata de personas se remontan al 23
internacional, reciente, mas especifico que sirve
de septiembre de 1913, fecha en que se
para abarcar todo acto ilícito de comercio ilegal
sanciona la Ley Nº 9.143 contra la rufianería, la
de seres humanos, con el propósito de su
corrupción de menores y la explotación sexual.
sometimiento a cualquier forma de esclavitud
Esta norma es conocida como Ley Palacios –en
moderna sin distinción de edad, raza o genero.
alusión al Dr. Alfredo Palacios, primer diputado
Históricamente, la esclavitud fue precisada co- nacional socialista de América Latina- y ubico,
mo aquella situación mediante la cual se ejercía a la Argentina, en la vanguardia de la época da-
sobre un individuo atributos del derecho de do que constituyo el primer intento legislativo en
propiedad o alguno de ellos (artículo 1ro. de la el continente para erradicar la prostitución, pro-
Convención sobre la Esclavitud de 1926, ONU teger a las víctimas de explotación sexual (muje
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DELITO DE TRATA
DE PERSONAS:
MARCO NORMATIVO Y
CUADRO DE SITUACION
EN LA ARGENTINA.
Dra. Patricia A. Taus
res, niñas y niños) y penalizar a los del país. Su intencionalidad era perseguir al
responsables. Resulta relevante poner de proxeneta y al tratante de blancas.
resalto que durante la Conferencia Mundial de la
Por su parte, la Constitución Nacional, en su
Coalición contra el Tráfico, en coordinación con
Artículo 15, prohíbe la esclavitud y, Argentina ha
la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en
ratificado la Convención Suplementaria sobre la
Dhaka – Bangladesh en enero de l999, se
Abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos
determino el 23 de septiembre como “Día
y las Instituciones y Prácticas Análogas a la
Internacional contra la Explotación Sexual y el
Esclavitud de 1956.
Tráfico de Mujeres y Niñas/Niños” en claro
reconocimiento al día de promulgación esta Asimismo, dentro del Código Penal Argentino
primera norma legal. Esta celebración tiene co- se contemplaba la tipificación de otros delitos
mo fin concientizar a los gobiernos y a la vinculados - promoción y facilitación de la pros-
sociedad civil sobre las causas y consecuencias titución, la reducción a servidumbre y corrup-
de este crimen endémico que afecta a todas las ción de menores- que resultaban de utilidad
regiones del mundo y llevar a cabo acciones para la persecución y sanción del delito trata.
que permitan detenerlo.
De forma complementaria al plexo normativo
Posteriormente, en 1936 fue sancionada la local, se contaba y cuenta para la lucha contra
Ley 12.331 -aún vigente- de “Profilaxis de este flagelo con las herramientas suprana-
Enfermedades venéreas”, que prohíbe el cionales vigentes. En Argentina, las conven-
establecimiento de locales donde se ejerza la ciones o tratados, una vez ratificados, asumen
prostitución, o se incite a ella, castiga a aquellos carácter vinculante y pasan a integrar el marco
que regenteen o administren “casas de normativo nacional, en un orden jerárquico
tolerancia” y también prevé para el caso de superior a las leyes. Asimismo, la última reforma
extranjeros la pérdida de ciudadanía y expulsión de la Carta Magna, de 1994, le otorgo jerarquía
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
constitucional (art. 74 inc.22) a los principales contra la Mujer, de 2006, que instituye la norma
instrumentos del Sistema Universal de Derecho de la debida diligencia como instrumento para la
Internacional de los Derechos Humanos, entre eliminación de la violencia contra la mujer.
los que se encuentran aquellos que
expresamente prohíben la servidumbre,
esclavitud y la trata de personas, tales como:
Declaración Universal de los Derechos
Humanos, art. 4; Convención Americana sobre
Derechos Humanos, art. 6.1 y art. 19; Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
art. 8; Convención sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer,
art. 6 y Convención sobre los Derechos del
Niño, art. 19.1, art. 34 a,b,c, art. 35 y art.36 –
con sus dos Protocolos Facultativos relevantes
respecto a la trata infantil:“Venta de niños, la Del mismo modo, el Sistema Interamericano
prostitución infantil y la utilización de niños en la de Derechos Humanos ofrece importantes ins-
pornografía” y “La participación de niños en con- trumentos aplicables en la prevención y sanción
flictos armados”-.Sumado a lo anterior, sendas de este delito. Además de la citada Convención
Recomendaciones Generales, Documentos, Americana sobre Derechos Humanos que pro-
Convenciones y jurisprudencia del Comité de híbe la trata de mujeres en todas sus formas y
Derechos Humanos resultan de aplicación obli- la equipara a la servidumbre, se debe tener
gatoria y pertinente al tema de acuerdo a los presente lo resuelto por los órganos de control y
compromisos internacionales asumidos por la vigilancia para la observancia y cumplimiento de
Argentina, a saber: la Recomendación General los derechos humanos reconocidos en este
Nº 19 del Comité de la CEDAW sobre “La tratado, es decir, la Comisión Interamericana de
Violencia contra la Mujer” de 1992, que Derechos Humanos y la Corte Interamericana
establece que la pobreza y el desempleo au- de Derechos Humanos(8). En este orden de
mentan las oportunidades para la trata de muje- ideas, resultan eficaces dos Convenciones:
res (7). En esta línea, el documento de la a) “Convención Interamericana para Prevenir,
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer de Naciones Unidas del año 2005, sobre Mujer”, Convención de Belém do Pará (apro-
“Eliminación de la Demanda de Mujeres y Niñas bada en el ámbito de la OEA en 1994 y
que son objeto de trata con fines de explo- ratificada por Argentina, por Ley N° 24.632, en
tación” estipulo en la lucha contra la trata la 1996) que fue adoptada por todos los países de
necesidad un enfoque que aborde todos los la región, constituyendo un valioso marco nor-
factores y causas que fomentan la demanda. mativo para combatir la violencia de género (Art.
También reconoció que la mayoría de las XX, b, c), complementándose con la “Con-
personas objeto de la trata son mujeres y niñas, vención para la Eliminación de Todas las
en particular de países en desarrollo y con Formas de Discriminación contra la Mujer”
economías en transición. En este orden de (CEDAW). Define la violencia contra la mujer
ideas, resulta oportuno hacer referencia, tanto a como “cualquier acción o conducta basada en
la Recomendación General No 25 (30º periodo su género que cause muerte, daño o sufrimiento
de sesiones, 2004) sobre las medidas físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en
especiales de carácter temporal que deben el ámbito público como en el privado”. Establece
implementar los Estados Partes, como al un nexo inseparable entre violencia y
Informe de la Relatora Especial sobre Violencia discriminación, manifestando que el derecho de
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las mujeres a vivir libres de violencia conlleva su individuo bajo la amenaza de una pena
derecho a no ser discriminadas y a ser cualquiera y para el cual dicho individuo no se
educadas sin estereotipos de género ni patro- ofrece voluntariamente”. También, el
nes de inferioridad. Al respecto, la CIDH ha “Convenio Nª 105 sobre la Abolición del
reconocido su competencia contenciosa res- Trabajo Forzoso” (1957), incorporado por
pecto al art.7 de esta Convención.(9) Argentina en 1960, en el que los miembros
firmantes se obligan a suprimir y a no hacer
b) “Convención Interamericana sobre Tráfico
uso de ninguna forma de trabajo forzoso u
Internacional de Menores”, aprobada por Ley N°
obligatorio. Respecto de las personas menores
25.179 de 1999, que aporta herramientas para
de edad, es de destacar el “Convenio Nº 138
la prevención y sanción del tráfico de personas
sobre la edad mínima” (1973); en el cual se
y para efectivizar la restitución de las personas
dispone que todo país ratificante deberá com-
menores de edad a sus países de origen.
Por otra parte, resultan pertinentes sendos prometerse a seguir una política nacional
Convenios de la Organización Internacional del tendiente a la abolición efectiva del trabajo de
Trabajo (OIT), tales como: “Convenio Nº 29 los niños y a elevar progresivamente la edad
sobre el Trabajo Forzoso” (1930), ratificado por mínima de admisión al empleo. Al respecto, la
Argentina en 1950, que define a este delito Argentina sancionó la Ley 26.390 “Prohibición
como “todo trabajo o servicio exigido a un indivi- del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo A-
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ley de referencia agrava la pena –que presenta refiere a la trata de personas en el ámbito
una escala de 5 a 15 años- para el supuesto de transnacional y en el marco de una situación de
tráfico de migrantes (Ley 25.871) cuando se grupo de criminalidad organizada; la ley
hubiere puesto en peligro la vida, la salud o la argentina, como la de otros países de la región,
integridad de los migrantes. De esta forma, incorporan en sus Códigos Penales, tanto la
cuenta con una legislación específica que trata internacional como la interna llevada a
abarcara la totalidad de los elementos que cabo por grupos criminales.
(según los estándares establecidos en el Intrínsecamente al catálogo de medios
“Protocolo de Palermo”) configuran el delito de comisivos que enumera la norma se encuentran
trata de personas. los vicios del consentimiento de la víctima -
engaño, violencia, amenaza- y otros supuestos
Teniendo presente que el instrumento inter-
de voluntad doblegada de antemano dentro del
nacional, al establecer un vínculo entre la trata
marco de una restricción de su ámbito de
de personas con la delincuencia organizada
determinación, como son el abuso de autoridad
internacional, le otorga al delito una naturaleza
o de una situación de vulnerabilidad y la
de tramitación compleja; la Argentina le ha
concesión o recepción de pagos o beneficios
otorgado competencia federal (12). Pese a ello,
para obtener el consentimiento de una persona
los delitos vinculados o “conexos a la trata”
que tenga autoridad sobre la víctima. Aquí cabe
(reducción a la servidumbre, corrupción de me-
recordar que en los delitos que conllevan a la
nores, promoción y facilitación de la prosti-
esclavitud, existe ausencia de consentimiento o
tución, y explotación de la prostitución ajena)
libre voluntad de la persona sometida (13). Por
siguen siendo competencia ordinaria de las
consiguiente, el consentimiento no se puede
provincias y, por ende, cuando un caso ingresa
vincular con la mera manifestación de la víctima
al sistema judicial las actuaciones quedan
sino con una valoración jurídica que la incluya
radicadas ante la justicia en lo criminal de la
otros factores vinculantes. "El concepto de
provincia donde ocurrieron los hechos o ante la
dignidad no se refiere al estado de ánimo
justicia en lo criminal nacional, si se produjeron
subjetivo del autor o de la víctima sino que tiene
en el territorio de la Ciudad Autónoma de
un carácter objetivo que bien puede medir el
Buenos Aires. Asimismo, las investigaciones en
juez a partir de la apreciación de la presencia de
los casos de Trata pueden requerir cooperación
medios comisivos" (14). Como ha manifestado
(pedidos de informes o realización de diligencias
el TPIY, existen determinados hechos que
probatorias) de operadores judiciales o fuerzas
denotan la inexistencia de consentimiento y la
policiales de jurisdicciones distintas a aquella
presencia de esclavitud, a saber: hacinamiento
ante la cual tramita la causa. De esta forma, se
severo; condiciones de salubridad deplorables;
pone en evidencia la presencia de una
comida insuficiente; carencia de libertad de
legislación deficiente en materia de cooperación
movimiento; maltrato físico; abuso psicológico y
que impone un sistema de reglas que se
condiciones de vida inhumanas. (15)
caracteriza por sus altos niveles de buro-
Teniendo en miras realizar un somero
cratización, teniendo como principal conse-
análisis de la trata de personas en Argentina no
cuencia un retardo excesivo en las respuestas
se puede perder de vista el contenido de la
de una jurisdicción a otra. A modo de ejemplo,
vulnerabilidad como elemento normativo del tipo
una notificación o citación a una víctima o
penal y sus implicancias. En este sentido,
testigo que tienen domicilio en otra provincia
existen causas y factores de riesgo de carácter
puede tomar meses, lo que evidentemente no
estructural, así como otros de tipo circunstancial
constituye un plazo razonable a los efectos de
que propenden a que una persona pueda
la investigación.
convertirse en víctima del delito de trata. La
Aun cuando el Protocolo de Palermo solo se Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
provincias con mayor desigualdad social, como en la primera. “Una política criminal concentrada
lo son Misiones, Corrientes, Chaco, Santa Fe, sólo en una dimensión del fenómeno (la trata)
Entre Ríos, Tucumán, Salta, Formosa. Los provoca importantes distorsiones para la política
lugares de destino para su explotación son las en sí y también en torno al fenómeno criminal
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advierte que distintos reportes sostienen que human trafficking conviction in November 2009,
podrían existir características de explotación en the conviction of 19 traffickers in 2011, and the
la venta callejera y en la mendicidad. También draft bill to amend the anti-trafficking law
puntualiza que “Argentina es un punto de approved by the Senate in 2011. Last year, Mr.
tránsito para mujeres y niñas extranjeras Colombo took a public stand against official
traficadas para su explotación sexual en Chile, complicity in human trafficking, charging 75
Brasil, México y Europa Occidental”, precisando federal police officers with the crime and filing
que también se cuentan casos con víctimas similar actions against policemen in other
argentinas llevadas al exterior. districts. While the courts have not yet rendered
60
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
judgment on the cases, his action was one of También es necesario elaborar y poner en
many examples of his courage in combating funcionamiento Programas de mediano y largo
human trafficking” (34). plazo de asistencia, protección y reparación a
las víctimas, mediante un trabajo
En conclusión, estimo que las carencias
interdisciplinario que cuente con los recursos
generadoras de crítica internacional podrían ser
necesarios.
solucionadas, con voluntad política, en el
mediano o corto plazo. Por último, en cuanto a las reformas
legislativas, se presenta como necesaria la
Desde el punto de vista de la política de
incorporación de la figura del “testigo
seguridad se puede identificar la proble-
protegido” para esclarecer casos de trata.
matización de la trata sexual en un contexto de
Asimismo, la tipificación en el Código Penal
invisiblización y ausencia de lineamientos
Argentino del delito de turismo sexual infantil,
político criminales sobre la explotación sexual.
con la consecuente punición al consumidor de
Teniendo presente que el verdadero problema
estos “servicios”. Las mismas se podrían incluir
criminal es la explotación sexual en sus di-
en el proceso de reforma y codificación que se
ferentes manifestaciones, se hace necesario
está llevando a cabo, actualmente, en la
generar nuevas capacidades a fin de diseñar,
Argentina. Por otra parte, estimo que a fin de
implementar y evaluar una política criminal para
terminar con la demanda del “cliente”- actor
la explotación sexual, y en ese marco darle
vital en el circuito de trata- se debería
lugar y entidad a una política criminal subsidiaria
sancionar su conducta con una multa de gran
en materia de trata. De esta forma se podría
valor pecuniario que lo persuada de desistir de
ganar en eficacia en la prevención y per-
su accionar. En este sentido, se podría recurrir
secución del delito de trata –y conexos- re-
al derecho comparado para imitar los modelos
planteado las estrategias de intervención y
exitosos en la materia.
evitando reproducir viejas lógicas de delegación
de la política de seguridad en las agencias La Argentina debe honrar que en el Día
policiales. “De lo contrario, la política pública Internacional contra la Trata de Personas se
contra la trata y la explotación sexual seguirá en celebra una fecha argentina: la evocación de la
un híbrido por el que se visibilizan los “excesos” sanción el 23 de septiembre de 1913 de la ley
(o formas más abusivas), pero no se erradica la 9.143, creada y propulsada por el Dr. Alfredo
explotación ni los negocios (directos e indi- Palacios, quien a comienzos de siglo XX buscó
rectos) que de esta se desprenden. Vale, acabar con la trata de mujeres en prostíbulos
entonces, reconocer que la ineficacia de las locales. Hoy, 100 años después, se cuenta con
políticas de seguridad no es un problema la Ley 26.364 que, retomando el espíritu
estrictamente policial sino (y fundamentalmente) protector de su predecesora y en consonancia
de gobierno” (35). con el Protocolo de Palermo, intenta adecuar
las medidas destinadas a prevenir y sancionar
Por otra parte, se debería bregar por
la trata de personas, asistir y proteger a sus
incrementar la calidad y cantidad de trabajo de
víctimas, teniendo en cuenta el contexto actual
todas las áreas estatales involucradas. La
en donde, lamentablemente, la trata de
distinción a Marcelo Colombo demuestra que a
personas lejos de desaparecer constituye un
diario se puede mejorar el servicio de justicia
delito de preocupación mundial por haberse
que se brinda a la población y que se presenta
transformado en la esclavitud del siglo XXI.
internacionalmente. Sería deseable que se
Notas:
tienda a la eficacia y eficiencia judicial para 1.- Tráfico y trata de personas, bases de datos legales,
resolver en un plazo razonable las solicitudes y ACNUR. Ignacio Ramonet, "Esclavos en Europa", Le
causas cuando existe superposición de Monde Diplomatique, N 189, Julio 2011.
competencias.
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REVISTA DIGITAL DE
DELITO DE TRATA
DE PERSONAS:
MARCO NORMATIVO Y
CUADRO DE SITUACION
EN LA ARGENTINA.
Dra. Patricia A. Taus
62
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Final de Trata de Mujeres con fines de Explotación Sexual 936/11, Fuente original: La Gaceta. Tucumán (22 agosto
Comercial. Proyecto Fortalecimiento de la 2012).
Institucionalidad y la Perspectiva de Género en el 27.- Giberti, Eva - “El cliente de trata”. En Suplemento Las
MERCOSUR Lic. Liliana Russo Dra. Laura Sarda, Ano 12 - Diario Página 12, 14 de enero 2011. Bs.As., Arg.
2011, Republica Argentina, pág. 164 a 166. Ministerio de 28.- ULLOA ZIÁURRIZ, Teresa; “La explotación sexual y
Asuntos Exteriores y Cooperación/ Caecid. la trata de mujeres y niñas en Latinoamérica y El Caribe”,
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21.- María Sidonie Porterie "La política de seguridad ante España, 11 de julio del 2005.
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explotación sexual" en la revista Voces en el Fénix. Chubut, Causa Nro 1710 caratulada “Ministerio Público
http://www.vocesenelfenix.com/sites/default/files/pdf/12_5. Fiscal s/ investigación”.Circunscripción III, provincia de
pdf Córdoba, Causa caratulada “G., J. L. y otros p.ss.aa.
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para profesionales de la Justicia penal”. Publicación de la y reducción a la servidumbre, facilitación y promoción de
Oficina contra la droga y el delito de las Naciones Unidas la prostitución”.
(ONUDD), Nueva York, 2009. 30.- Fiscalía de Comodoro Rivadavia, provincia de
23.- Información actualizada en el sitio web OIM a Chubut, Causa Nro 1710 caratulada “Ministerio Público
noviembre 2011, disponible en: Fiscal s/ investigación”. En el caso actualmente se
http://www.oimconosur.org/varios/index.php?url=pyp_avot encuentran procesados un comisario retirado y un
24.- Conclusiones y Recomendaciones de la “Segunda comisario en actividad de la policía provincial.
Reunión de Autoridades Nacionales en Materia de Trata
de Personas” del Consejo Permanente de la OEA, 31.- Departamento Judicial de San Martín, provincia de
Comisión de Seguridad Hemisférica, 25 al 27 de marzo Buenos Aires, Unidad Fiscal de Instrucción Nro. 5, Causa
2009. Buenos Aires, Argentina. Disponible en Nro. 449.672 caratulada “J., I. R. y otros s/ Infracción arts.
http://www.oas.org/CSH/spanish/tratapersonas.asp 125 bis y 127 bis del Código Penal.”
25.- Documento disponible en 32.- ww.state.gov/documents/organization/195803.pdf
https://www.unodc.org/unodc/en/commissions/CCPCJ/ses 33.- NIVEL 2 Países cuyos gobiernos no cumplen
sion/19.html plenamente con las normas mínimas de la TVPA pero que
26.- Boletín Oficial de la Republica Argentina, 6/11/2005, hacen esfuerzos considerables para cumplirlas.
Ano CXIX, Numero 32.185. Al respecto, " La Cámara en 34.- www.state.gov/j/tip/rls/tiprpt/2012/ - 76k - HTML
lo Contencioso Administrativo Federal avaló la prohibición Format 2012 TIP Report Heroes.
de la oferta de servicios sexuales en diarios mediante el 35.- María Sidonie Porterie, Op. Cit.
denominado "rubro 59", pese al reclamo formulado por
prostitutas "cuentapropistas" que consideraron coartada
su libertad de trabajo. La Sala Tercera de la Cámara
confirmó un fallo de primera instancia que avaló el decreto
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REVISTA DIGITAL DE
La Víctima como
Garante de la
Paz Social
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La Ví
Víctima como Garante de la Paz Social
Desde Barcelona, España, el Licenciado Guillermo González Porta, nos acerca su opinión sobre
el papel del Estado en la protección de los derechos de la víctima en el proceso penal.
El autor es Licenciado en Criminología y Graduado en Criminología y Política Criminal en la
Universitat de Barcelona. Graduado en Investigación Privada. Criminólogo, investigador
criminal y Experto en política criminal. También es Coordinador del proyecto “Hoja de ruta”
para la inclusión del criminólogo en el ámbito privado.
65
REVISTA DIGITAL DE
“Victim Impact Statements” (VIS) es una Declaración de Impacto que la Víctima puede preparar para
explicar al tribunal cómo un crimen le ha afectado física, emocional, social y económicamente. Esto es
utilizado por el tribunal antes de que el acusado sea condenado y ayuda al juez a comprender el
impacto de un delito sobre la víctima.
El principio rector es que el magistrado, siempre debe tener en cuenta el impacto de la delincuencia
en sus víctimas al sentenciar a alguien.
Todo perjudicado por un crimen (aunque no sea la víctima principal, como familiares o amigos) si
resultó herido, sufrió problemas emocionales, pérdidas o daños a causa de un delito puede hacer una
VIS, lo cual incluye cualquier dolor, angustia o trauma que provoca un crimen.
En Victoria Canadá, La Agencia de Apoyo a las Víctimas ha desarrollado una Guía de Declaraciones
de Impacto a la Víctima, que contiene distintos puntos sobre las consecuencias emocionales, físicas y
financieras, donde la víctima relata con sus propias palabras el impacto que el delito le generó y se
refiere también a la forma de actuar del acusado y cómo esto la ha afectado para que el juez aplique
sentencia teniendo en cuenta estos datos.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La Ví
Víctima como
Garante de la Paz
Social
Por el Lic. Guillermo González Porta
Objetivos a conseguir
El objetivo último de la victimología es, además
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REVISTA DIGITAL DE
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
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REVISTA DIGITAL DE
PSICOPATÍA, OTROS
TRASTORNOS DE
PERSONALIDAD, ABUSO DE
SUSTANCIAS Y VIOLENCIA.
Dr. Vicente Garrido Genovés
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Las tres dimensiones que mejor definen la (PCL-R), de la cual se ha derivado la versión
psicopatía son (Cooke, Michie, Hart y Clark, para jóvenes (PCL-YV) entre los 14 y los 18
2004) en primer lugar, un estilo interpersonal años.
arrogante y manipulador que caracteriza a un Podemos, pues, hacernos una idea de la
sujeto con encanto superficial y con un auto- importancia de evaluar la psicopatía en los
concepto desmesurado que sabe engañar y jóvenes que toman un primer contacto con el
manipular a los demás. En segundo lugar su sistema de justicia y de su relevancia en
capacidad para experimentar una vida afectiva decisiones del ámbito legal y en las políticas
plena es deficiente, no tiene remordimientos o públicas. La esperanza reside en poder
sentimiento de culpa, no consigue experimentar identificar a un subgrupo de individuos con los
empatía, es insensible emocionalmente y, si que es fundamental intervenir precoz e in-
demuestra afecto, éste es siempre superficial. tensivamente (Andershed, Kerr, Stattin y
Finalmente, la tercera dimensión comprende un Levander, 2002; Forth y Mailloux, 2000; Frick,
comportamiento que es irresponsable e im- 2002; Lynam, 2002).
pulsivo; el sujeto busca constantemente sensa- La importancia de detectar la psicopatía en el
ciones novedosas que le hacen “vivir al límite”. joven delincuente es reafirmada por los
Estos tres factores desarrollan el modelo de los resultados empíricos que detectan formas parti-
dos factores establecido por Hare en la prueba cularmente persistentes de delincuencia que
más válida y célebre en la medición de este ocasionan un daño grave a las víctimas, a cargo
trastorno: El Psychopathic Checklist Revised de sujetos adultos con rasgos psicopáticos
(Forth y Mailloux, 2000; Gretton, Hare y Cat-
chpole, 2004; Hare, 1998; Lalumiére, Harris, y
Rice, 2001), confirmándose que estos indivi-
duos suelen tener un historial de compor-
tamiento antisocial grave ya en la infancia
(Frick, Barry y Bodin, 2000).
Cuando los estudios se realizan en jóvenes la
evidencia nos dice que la psicopatía se asocia
con la edad de la primera detención, con delitos
violentos previos, comportamiento violento den-
tro de la institución y reincidencia violenta
(Edens, Poythress y Lilienfeld, 1999; Forth, Hart
y Hare, 1990; Kosson Suchy, Mayer y Libby,
2002; Murdoch, Hicks, Rogers y Cashel, 2000),
así como con la edad de primer delito violento,
con el número total de delitos cometidos (Forth,
1996; Kosson, et al., 2002; Myers, Burket y
Harris, 1995; Stafford y Cornell, 2003) y con la
utilización de armas (Kosson et al., 2002). La
PCL:YV ha demostrado su gran utilidad en
predecir la tipología delictiva, la utilización de
armas durante la comisión del delito y el número
de víctimas implicadas (Gretton, McBride, Hare,
O´Shaughnessy y Kumba. 2001; Ridenour,
Marchant y Dean, 2001) así como la agresión a
figuras de autoridad y altercados dentro de la
institución en que se cumple la medida judicial
(Brandt, Wallace, Patrick y Curtin, 1997).
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REVISTA DIGITAL DE
PSICOPATÍA, OTROS
TRASTORNOS DE
PERSONALIDAD, ABUSO
DE SUSTANCIAS Y
VIOLENCIA.
En particular, en cuanto a la reincidencia, las
Dr. Vicente Garrido Genovés
investigaciones reiteran una y otra vez la
conclusión de que la psicopatía se relaciona
con el fracaso del cumplimiento de la libertad
condicional, con la reincidencia violenta y con LA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN DE
la ineficacia de la aplicación de tratamientos LA PSICOPATÍA EN LOS JÓVENES
(Brandt et al., 1997; Gretton et al., 2001; DELINCUENTES
Hemphill, Hare y Wong, 1998; Rice y Harris,
1992; Serin, 1996). Parece obvio la necesidad de poder
detectar a aquellos jóvenes que presentan
mayor riesgo de violencia, lo que incluye, por
encima incluso de los que tienen un trastorno
de conducta disocial, a los que presentan
rasgos que son claros marcadores de la
psicopatía cuando se llega a la edad adulta.
Una investigación realizada por Garrido et
al. (2006) pone de relieve ese hecho. Dentro
del contexto de un estudio que incluía a más
de 250 delincuentes juveniles de la comunidad
de Murcia, se realizó un estudio piloto donde
se evaluaba el riesgo de psicopatía mediante
la Escala de Cribado de la Personalidad
Antisocial (APSD, Frick y Hare, 2001), y se
determinó en qué medida las puntuaciones
totales y de los tres factores de dicha escala
(Narcisismo, Insensibilidad emocional e
Impulsividad) se relacionaban con otros
indicadores de riesgo y el comportamiento
delictivo.
En un análisis que ha de considerarse
como rigurosamente provisional porque en
esos momentos contábamos con una muestra
pequeña, de sólo 43 casos, y por ello no
podemos hablar de distribución normal
estadística, obtuvimos algunos resultados
interesantes que paso a comentar.
74
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Las medias obtenidas por las tres dimensiones del APSD fueron las siguientes:
Desviación
Media típica Mínimo Máximo
Insensibilidad
emocional 4,42 2,44 0 9
Narcisismo 4,67 3,22 0 12
Impulsividad 4,86 2,62 0 11
Puntuación total 14,77 7,22 2 31
Tabla 1. Media en las tres dimensiones del APSD
Si comparamos las medias entre los delincuentes juveniles reincidentes y no reincidentes, tenemos
los siguientes datos:
Insensibilidad
emocional 4,3 1,7 2 7 4,5 2,6 0 9
Narcisismo 5,5 3,9 1 12 4,4 3 0 12
Impulsividad 4,7 2,8 0 9 4,9 2,6 0 11
14,
Puntuación total 15,3 8,1 4 30 6 7,1 2 31
Al comparar las medias, obtenemos que ninguno de los valores de la t es significativo, es decir,
no hay diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los 2 grupos, en ninguna de
las dimensiones. Esto era esperable pues trabajábamos con una muestra pequeña y con sólo 10
sujetos en el grupo de reincidentes. Idéntico resultado obtuvimos cuando comparamos las medias
entre delincuentes juveniles violentos y no violentos.
Sin embargo, es posible pormenorizar los resultados, evaluando si los precursores de la
psicopatía medidos por el APSD (Narcisimo, Insensibilidad emocional e Impulsividad) se
relacionaban con una puntuación total de riesgo, tal y como se obtiene a través de una escala
actuarial de predicción del riesgo como el IGI-J (Garrido et al., 2006). Por consiguiente, pasamos
ahora al análisis de matriz de correlaciones. En primer lugar nos fijamos en la correlación de cada
uno de los tres factores de la escala APSD.
La correlación con el factor Insensibilidad Emocional del APSD no resultó significativa. Sin
embargo, veamos ahora qué resultó del análisis correlacional con el factor Narcisismo:
75
REVISTA DIGITAL DE
N 43 43
narcisismo
Correlación de Pearson ,500 1
N 43 43
La correlación con Narcisismo sí es significativa (p< 0.01), con un valor de nivel medio: r= 0.50.
Finalmente, con relación al factor Impulsividad tenemos:
Tabla 4. Correlaciones con el factor Impulsividad
N 43 43
Impulsividad
Correlación de Pearson ,573 1
N 43 43
76
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
El siguiente paso fue comprobar qué sucedía si correlacionábamos el nivel de riesgo global del IGI-
J (una medida combinada de ocho factores de riesgo) con la puntuación total obtenida en el APSD.
Tabla 5. Correlaciones con la puntuación total del APSD
N 43 43
Puntuación total
Correlación de Pearson ,576 1
N 43 43
Como sería de esperar (dado que las dos anteriores son significativas), hay una correlación
muy significativa (r = 0.57; p < 0.000) entre el nivel de riesgo total global del IGI-J y la
puntuación total de la APSD.
Los datos anteriores se ven con mayor claridad en esta tabla resumen
IGI-J
APSD Nivel de riesgo total global
Insensibilidad
emocional 0,27 (n.s.)
Narcisismo 0,5 ** (p<0,001)
Impulsividad 0,573 *** (p<0,0001)
Puntuación total 0,576 *** (p<0,0001)
TEMA’S
Revista Digital de Criminología y Seguridad
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REVISTA DIGITAL DE
PSICOPATÍA, OTROS
TRASTORNOS DE
PERSONALIDAD, ABUSO
DE SUSTANCIAS Y
VIOLENCIA.
Dr. Vicente Garrido Genovés
Por consiguiente, no cabe duda que el APSD
(en dos de sus factores y en la puntuación total)
Brandt, J.R., Wallace, A.K., Patrick, C.J., y Curtin, J.J. (1997).
es capaz de relacionarse con fuerza con la Assessment of psychopathy in a population of incarcereted
puntuación global de riesgo de reincidencia que adolescent offenders. Psychological Assessment, 9, 429-435.
presentan los delincuentes juveniles Cooke, D.J., Michie, C., Hart, S.D., y Clark, D.A. (2004).
Reconstructing psychopathy: Clarifying the significance of
examinados en este estudio piloto. antisocial and socially deviant behavior in the diagnosis of
psychopathic personality disorder. Journal of Personality
CONCLUSIÓN Disorder, 18, 337-356.
Edens, J.F., Poythress, N.G., y Lilienfeld, S.O. (1999).
Una de las ocho variables que conforman el Identifying inmates at risk for disciplinary infractions: A
nivel de riesgo medido por la escala IGI-J es el comparision of two measures of psychopathy. Behavioral
Sciences and the Law, 17, 435-443.
consumo de sustancias. La psicopatía, aún
Edens, J.F., Skeem, J.L., Cruise, K.R., y Cauffman, E. (2001).
siendo evaluada en una pequeña muestra de Assessment of “juvenile psychopathy” and its association with
delincuentes juveniles como en este pequeño violence. Behavioral Sciences and the Law, 19, 53-80
Forth, A.E. (1996). Psychopathy in adolescent offenders:
estudio piloto, correlaciona fuertemente con el
Assessment, family background and violence. En D.J. Cooke,
riesgo de reincidencia. Este resultado se suma A.E. Forth, J.P. Neuwman y R.D. Hare (Eds.), Issues in
a los anteriores revisados en esta ponencia, en criminological and legal psychology: International perspectives
on psychopathy (pp. 42-44). Leicester: British Psychological
el sentido de que el trastorno antisocial de la Society.
personalidad, la psicopatía y el abuso de Forth, A.E., y Burke, H.C. (1998). Psychopathy in adolescence:
sustancias se suman (o interaccionan) en su Assessment, violence, and developmental precursors. En D.
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capacidad de determinar un comportamiento research, and implications for society (pp. 205-230). Dordrecht:
delictivo más persistente, así como una mayor Kluwer
presencia de actos violentos, tanto en la edad Forth, A.E., Hart, S.D., y Hare, R.D. (1990). Assessment of
psychopathy in male young offenders. Psychological
juvenil como en la adulta. Todo ello apunta a la Assessment: A Journal of Consulting and Clinical Psychology, 2,
necesidad de desarrollar programas preventivos 342-344.
en los niños y jóvenes que presentan estos Forth, A.E., Kosson, D.S., y Hare, R.D. (2003). The psychopathy
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REVISTA DIGITAL DE
CUIDEMOS EL PLANETA.
80
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
A NUESTROS LECTORES
La idea de esta publicación es contribuir “en forma gratuita” para difundir
información, llegar con consejos, ideas útiles y un medio de comunicación que nos
permita conocer aspectos de la Criminología, la Criminalística, Medicina Legal,
Derecho, Seguridad y las Ciencias Forenses en general, que a todos nos interesa.
Otro de nuestros
propósitos también, al idear
esta publicación es difundir
información,
investigaciones, artículos y
trabajos de nuestros
lectores, dado -muchas
veces- la ausencia de un
medio idóneo para hacerlo.
Por eso es que lo invitamos
a participar para divulgar y
transmitir esa importante
cuota de conocimiento que
todos necesitamos y por
supuesto, ofrecer un
espacio para que puedan
compartir temas de interés
relacionados.
Puede hacernos llegar su trabajo, artículo, monografía, investigación, etc. en
formato Word a nuestro mail: watsonconsultores@ymail.com
Ingresa a http://revista-temas.blogspot.com.ar/
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REVISTA DIGITAL DE
TEORÍ
TEORÍA DE LA
CRIMINOLOGÍ
CRIMINOLOGÍAS
ESPECÍ
ESPECÍFICAS
Por el Lic. Wael Hikal
WAEL HIKAL, ROGELIO ROMERO MUÑOZ, CARLA MONROY OJEDA, JORGE ALBERTO
PÉREZ TOLENTINO, ALEJANDRO ARÉVALO PONCE exponen lo que se considera el futuro
urgente de la Criminología: la especialización de ésta a nivel científico, académico, político y de
intervención. En otros países esta disciplina ha tenido notable desarrollo, mientras que en México,
solo se conoce a la Criminología General, En consecuencia sus operadores no están
especializados y sus formas de intervención son inadecuadas e insuficientes ante la problemática.
LA ESPECIALIZACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA:
DE LO GENERAL A LO ESPECÍFICO
¿HACÍA UNA NEOCRIMINOLOGÍA?
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y
la energía atómica: la voluntad.
Einstein.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
pecializadas (1). En su libro Criminología, (2) plieguen, modifiquen y mejoren a través del a
trata de la síntesis criminológica, haciendo través del ejercicio filosófico, académico y
referencia a la Criminología Antropológica, científico.
Criminología Psicológica, Criminología
Las Criminologías Especializadas están
Sociológica, entre otras, y destaca que en ciertos
compuestas por el cuerpo de conocimientos
países la tendencia es variada, en algunos
especializados en algún área “específica” de la
biológica como en Italia y en otros sociológica
criminalidad, pretende trascender de la
como en Estados Unidos de América, de ello, se
generalidad y amontonamiento de objetos-
hace notar que en México (como se señaló
sujetos de estudio de una sola Criminología
anteriormente), la tendencia es sintética-estática
General (y sus operadores) y busca la creación
(no ha habido novedad editorial ni
de monografías sobre temas de interés, pero
especialización).
también incluyendo el qué hacer del criminólogo
No se podía delegar a un solo autor como el en esa área especializada, a fin de crecer
caso del antes mencionado a que desarrollara académicamente y superar la teoría del caos
dicha especialización científica, sin embargo, los criminológico. No se trata de creaciones im-
primeros estudiantes de la licenciatura en pulsivas y sin orden, sino bajo un régimen ana-
Criminología-Criminalística depositaron en éste lítico y progresista. A todo esto se le ha de
todo el trabajo (y en homólogos (respectiva- nombrar como la “Escuela de la NeoCrimi-
mente en su área): María De La Luz Lima nología” o “Escuela de la Criminología Contem-
Malvido, Ruth Villanueva Castilleja, Montiel Sosa, poránea”.
Sergio García Ramírez, Rafael Moreno
Logrado lo anterior, podrá tratarse de una
González, Antonio Sánchez Galindo y algunos ya
Criminología Sistemática y no la común
fallecidos como Roberto García Tocavén, Héctor
Criminología General, que en realidad, es el
Solís Quiroga, Raúl Carrancá Y Trujillo, Quiroz
producto derivado y sintetizado de muchas otras
Cuarón, entre otros). Así al paso de los años no
ciencias más. Si bien, es claro, que muchas
ha habido gran evolución de la ciencia, sí la
profesiones y ciencias o disciplinas nacen de la
proliferación de escuelas, pero sin más
síntesis de otras, hay algunas que tienen la
investigadores académicos, solo quedando a la
capacidad de independizarse y comenzar a crear
expectativa de lo que otros ajenos o clásicos
conocimientos propios y cimientos que dan lugar
aportaran.
a algo innovador, así ha ocurrido con otras y tal
La criminalidad que actualmente tiene el vez ese sería el triunfo de la Filosofía: crear más
mundo entero, exige nuevos conocimientos -la conocimiento, aplicable y comprobable, además
ciencia ha demostrado ser la mejor solución para de creciente.
las necesidades y problemas de la humanidad; Todo ello, corresponde a una nueva serie de
la ciencia criminológica deberá ser la mejor criminólogos, neocriminólogos que den naci-
solución para resolver el problema de la miento a la especialización y las áreas por aplicar
antisocialidad- que den forma a las leyes y el ejercicio profesional.
políticas públicas para tratar y prevenir el delito,
además de reformar los sistemas académicos en Criminólogos especializados:
las escuelas -y que se favorezca la aplicación de
los conocimientos de las Criminologías Un futuro por desarrollar
propuestas por ser una necesidad de carácter A la Criminología General se le atribuyen los
urgente ante las complejas condiciones siguientes objetivos: personalidad antisocial,
criminológicas imperantes-. De lo anterior, es la control social, prevención, desarrollo científico,
necesidad del análisis y desarrollo del presente y criminogénesis, criminodinámica, etiología biopsi-
las Criminologías propuestas, para que se des- cosocial, prevención del delito y tratamiento del
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TEMA’S
endógenos y exógenos; es decir, cuáles son las
influencias sociales e individuales que llevan a la
antisocialidad, la dificultad reside cuando se
concibe a un organismo que se desarrolla en el
contexto de un ambiente, y que dicho ambiente
Revista Digital de Criminología y Seguridad tendrá exigencias sociales que cambian al
individuo. Los elementos que influyen en la anti-
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moda y que genera mucho dinero; y no sólo esto son trasnacionales. Una definición más general
sino también muertes, ejecuciones por venganza, es el estudio de la Criminología en dos o más
crímenes, años de cárcel, accidentes de culturas con el propósito de desarrollar
tránsito, pérdidas económicas, inválidos, generalizaciones universales acerca del crimen y
desórdenes mentales, entre otros. Con esto se de la justicia criminal. (9)
puede ver que la drogadicción ha sido un tipo de La Criminología Comparada es instrumento de
cultura y que en el tiempo actual ha venido a ser cambio y mejora pues permite la adopción e
una transmisión de costumbres fuerte y implementación de políticas criminológicas
duradera. exitosas, tomadas de otras latitudes u otras
La Criminología de las Conductas Adictivas culturas. Sin embargo, esta implementación será
tendrá por estudio el uso repetido y abusivo de realizada considerando las variaciones
sustancias, así como los comportamientos que culturales, geográficas y sociales necesarias
se derivan de este consumo, refiriéndose a la para no aplicarse como una simple copia de
relación de droga-delito, además estudiará las otras políticas como comúnmente ocurre.
causas que llevaron al sujeto al consumo de
dicha sustancia. También estudiará el CRIMINOLOGÍA ETIOLÓGICA-
reforzamiento que el sujeto tiene en la realización MULTIFACTORIAL
de determinada conducta debida al consumo de Estudia los factores endógenos y exógenos
alguna droga. (6) que producen el delito; es decir, una ciencia que
CRIMINOLOGÍA INFANTO-JUVENIL nos explica las causas o factores que originan
la criminalidad.
Algunas cuestiones críticas son: determinar
La Criminopatología estudia las conductas
cómo las variables ambientales (el
desadaptadas, antisociales y delictuosas en sus
comportamiento de los padres, por ejemplo) y las
características biológicas (como las
predisposiciones genéticas) interactúan e
influyen en el comportamiento; y entender cómo
los distintos cambios en el comportamiento se
interrelacionan. Por lo anterior es necesario ver
los factores endógenos y exógenos, que se
mostraron en capítulos anteriores para facilitar la
comprensión del tema central.(7)
La Criminología infanto-juvenil es el estudio
del comportamiento de los menores desde el
nacimiento hasta la adolescencia. Pero sobre
todo se interesa en el momento y orden de
aparición de problemas que dan lugar a las
conductas antisociales. De esta manera, los
Criminólogos intentarán explicar las semejanzas
y las diferencias entre los niños, así como su
comportamiento y desarrollo, tanto normal como
anormal.(8)
CRIMINOLOGÍA COMPARADA
Se refiere al estudio de la Criminología en dos
o más naciones con el propósito de desarrollar
teorías del crimen y de la justicia criminal que
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CRIMINOLOGÍ
CRIMINOLOGÍAS CRIMINOLOGÍA DE LA REACCIÓN
SOCIAL
ESPECIFICAS Es el conjunto de teorías que hacen énfasis en
Por el Lic. Wael Hikal el estudio de actuación de la audiencia social,
mediante tres procesos diversos de la
criminalización: 1) Cómo se manifiesta la reacción
causas, consiste en proporcionar una social criminalizando conductas anteriormente
descripción ordenada de todas las consideradas lícitas, a través de la creación de
irregularidades de la conducta, cualquiera que normas penales (criminalización de conductas
pueda ser su grado de severidad, lícitas). 2) Cómo esta reacción, operándose en el
clasificándolas y tratando explicar cómo terreno represivo institucional concreto, es una
aparecieron. También se le podrá encontrar con variable interviniente en la criminalización de
el nombre de Criminología Etiológica- individuos. 3) Cómo esta reacción contribuye a la
Multifactorial.(10) criminalización de la conducta desviada y a la
La Criminología como ciencia causal es la perpetuación del rol delictivo, mediante la colo-
tendencia que considera la criminología como a- cación de etiquetas y la amplificación de la desvia-
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CRIMINOLOGÍA TRANSCULTURAL
La Criminología Transcultural estudia las di-
ferentes formas de manifestación antisocial de
un grupo a otro, así como su estructura y fun-
cionamiento. Se refiere al estudio de la antisocia
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CRIMINOLOGÍAS
ESPECIFICAS
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más o menos acentuada, que inducen al individuo por ejemplo, cuando se ofrece educación
a delinquir, como son el alcoholismo, la gratuita, servicios de salud, empleo, vivienda
drogadicción, la prostitución, la vagancia, etc. (45) digna, igualdad de trato sin importar las
En este caso, esta Criminología tiene por condiciones de sexo, raza, religión, enfermedad,
objeto el estudio (y lo relacionado con el proceso), entre tantas condiciones más que definitivamente
exclusivamente referente a los delitos tipificados están a la luz pública su deterioro.
en la legislación, ya sea internacional, federal, Por lo tanto, se define como el estudio de los
estatal, así como las regionales o de las Derechos Humanos cuando estos son violados,
localidades especiales. Puede estar relacionada se extiende de las constituciones a los Derechos
con la Criminología Comparada y el Derecho sobre áreas específicas, y las circunstancias que
Comparado que analice las diversas legislaciones, dieron lugar a su quebrantamiento.
la historia y evolución que han tenido los delitos a
través del tiempo, su derogación, así como las CRIMINOLOGÍA FEMENIL
diversas conductas y actos que se convierten en El lado femenino ha sido olvidado o poco
delitos o aquellos que dejen de serlo (motivos, tratado en los textos, contando con escasos
justificación, perspectiva social). artículos o análisis de casos, cuando es un área
de especial importancia derivada de la
CRIMINOLOGÍA DE LOS DERECHOS participación más activa de la mujer en los
HUMANOS delitos, de cualquier edad y para diversas
Es importante analizar las constituciones e modalidades de conductas antisociales y delitos,
instrumentos específicos relacionados con los puede ir desde el ya conocido aborto y
Derechos Humanos, desde el punto de partida prostitución, al robo, homicidio, secuestro,
que la violación a estos constituyen una conducta narcotráfico, tráfico de humanos, de órganos,
antisocial y delito, tal vez aun más importante que entre otros.
esperar a que un servidor público haga el acto de Es una realidad que la criminalidad femenina
violación (comúnmente manifestada en golpes, ve en aumento, pero no solo eso, además se
lesiones, homicidio, abuso de autoridad, entre vuelve más compleja y con modalidades no
otros de éstos a los ciudadanos), podría vistas anteriormente, de ahí la importancia de la
analizarse también cuando los gobiernos ofrecen intervención de esta criminología, analizando de
determinados Derechos, los cuales, en lugar de manera transversal cómo el género es
favorecer su puesta en práctica u ofrecimiento, los determinante en las conductas delictivas, así
dificultan tanto, que criminalizan a los ciudadanos; como los factores y las dinámicas que les
rodean.
CRIMINOLOGÍA PSIQUIÁTRICA
Tiene como estudio las conductas antisociales
relacionadas con la peligrosidad que un paciente
psiquiátrico pudiera manifestar, es sabido que
estos son inimputables por la condición que la
misma enfermedad les provoca, y también es
conocido que llegan a cometer conductas muy
violentas cuando tienen el extra de los síntomas
positivos y negativos en el caso de la
esquizofrenia. No ha de limitarse a la psicosis en
adultos y niños, sino también otras conductas
relacionadas que saquen de la realidad a los suje
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NOTAS Y BIBLIOGRAFIA:
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TEMA’S
Ibid, p. 126. 26.-Beccaria, César, Tratado de los
delitos y de las penas, 16ª ed., Porrúa, México, 2006,
p. 129. 27.-V. Hikal, Wael, Op. cit. (Introducción al
estudio de la Criminología), p. 175. 28.-V. Ibid., p.
126. 29.-V. Gorjón Gómez, Francisco Javier y Sáenz
López, Karla Annett Cynthia, Métodos alternos de Revista Digital de Criminología y Seguridad
solución de controversias, Compañía Editorial
Continental, México, 2007. 29.-V. Neuman, Elías, La
mediación penal y la justicia restaurativa, Porrúa, DESCARGA TODOS LOS NÚMEROS
México, 2005. 31.-V. Hikal, Wael, Op. cit.
(Introducción al estudio de la Criminología), p. 176.
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LA PENA DE MUERTE
PARA EL PSICÓ
PSICÓPATA
COMO PREVENCIÓ
PREVENCIÓN
ABSOLUTA DEL DELITO
Por el Lic. Agustín Salgado García
tiva contra las mismas. “Su relación con el “yo”
no se limita a la advertencia: Así (como el se angustia pero puede llegar a generarla a las
padre) debes ser, sino que comprende también personas que le rodean, es muy hábil para
la prohibición: Así (como el padre) no debes ser: sumirle en la experiencia de la angustia.
no debes hacer todo lo que él hace, pues hay Por otro lado el “superyo”, anatómicamente
algo que le está exclusivamente reservado.” pudiera situarse en la corteza prefrontal, misma
(Freud, 2003, p. 36). Éste es el sistema de que al tener una disfunción que imposibilite una
refreno que permite al sujeto su adaptación a adecuada conexión neuronal con el sistema
las reglas de convivencia. El “superyo” es límbico, hace imposible que alguna psicoterapia
comparable a un juez o censor con respecto al sea efectiva, los psicópatas no buscan ayuda
yo, es considerado como la conciencia moral. por su cuenta, generalmente son obligados por
Desde la teoría psicodinámica, los daños en el una orden judicial o se les impone como
funcionamiento “superyo” son defectos del condición para obtener un beneficio de libertad
psicópata en la conciencia y en el sistema moral anticipada (en el caso que se encuentren en
del sujeto. prisión), el psicópata una vez en terapia se
También puede existir daño yoico (dificultades limita a cumplir con las formalidades de la
para planificar, para aprender de los errores, psicoterapia, las relaciones interpersonales que
juicio y prueba de realidad pobres, impulsividad, se requieren para el éxito terapéutico, carece de
incapacidad para manejar situaciones valor intrínseco para él. “Los psicópatas no
complejas). Esto es lo que genera la variedad sienten que tienen problemas emocionales o
de personalidades psicopáticas existentes, pero psicológicos y no ven razón para cambiar su
que generalmente cuentan con las conducta para adaptarse a unos estándares
características aquí descritas. Hay una sociales con los que no están de acuerdo.”
dimensión de daños yoicos a lo largo de los (Hare, 2003, p. 252). Además el psicópata se
cuales los psicópatas varían, y a mayor daño caracteriza por tener la habilidad de esperar el
del “yo” y del “superyo”, se esta ante una tiempo necesario para lograr sus objetivos.
probabilidad mayor de mostrar desadaptación Un psicópata recluido en prisión por ser
social y la consecuente aceptación de las reglas asesino serial o violador serial, aunque sea
de convivencia, pudiendo cometer actos sometido a alguno de los tratamientos psico-
criminales. terapéuticos actuales, no logrará la “sanación”
Los psicópatas que no son individuos que se busca en él. Por lo tanto en sentido
“frágiles”. “Lo que piensan y hacen es metafórico, cuando un órgano deja de contribuir
consecuencia lógica de la estructura de una a la autoconservación y a la recuperación del
personalidad sólida como una roca, organismo, hace que éste degenere. En este
extremadamente resistente a la influencia sentido, “el fisiólogo exige que se extirpe la
exterior.” (Hare, 2003, p. 253). El psicópata, no parte degenerada, aísla del resto lo degenerado
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
A la izquierda arriba (página anterior) Luis Alfredo Garavito Cubillos en la actualidad purgando una
condena por el homicidio de más de 170 niños. Es considerado actualmente el segundo mayor
asesino en serie de la historia. Arriba, Garabito al momento de su captura.
y no siente la más mínima compasión por ello.” be aplicarse la pena individualizada, consi-
(Nietzsche, 2005, p. 79). derando todos los aspectos de su personalidad,
los factores criminógenos internos y externos, el
En Colombia actualmente se encuentra
contexto en que se surgió el delito y en general
recluido Alfredo Garavito, considerado como el
contemplar todos los datos científicos nece-
psicópata que más niños ha asesinado, éste
sarios que permitan considerar la psicopatía del
interno esta ante la posibilidad de alcanzar un
sujeto activo del delito.
beneficio de libertad anticipada, por que a la luz
de aquella legislación ha cumplido a cabalidad
con los requisitos propios para lograr la libertad,
lo que permite conocer de manera práctica,
como los psicópatas son capaces de lograr sus
objetivos con la paciencia necesaria para ello.
Por lo tanto como lo señala el jurista Ramírez
Delgado la aplicación de la pena de muerte es
viable para algunos delincuentes, a los que de-
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Penología. Estudio de las diversas penas y
medidas de seguridad. México: Porrúa.
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CURSOS DE CAPACITACIÓN
A DISTANCIA CICLO 2013
INFORMES: watsonconsultores@ymail.com
SEGUNDA ENTREGA
“CÓDIGO PENAL DE LA NACIÓN
ARGENTINA COMENTADO”
Dr. CARLOS ALBERTO PARMA
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CÓDIGO PENAL DE LA
NACIÓN ARGENTINA
Comentado
SEGUNDA PARTE
LIBRO SEGUNDO
DE LOS DELITOS
(artículos 79 al 305)
TITULO I
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS (artículos 79 al 108)
Capítulo I
Delitos contra la vida (artículos 79 al 88)
ARTICULO 79. - Se aplicará reclusión o prisión de ocho a veinticinco años, al que matare a
otro, siempre que en este código no se estableciere otra pena.
110
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
DOCTRINA
El homicidio es un concepto jurídico que puede describirse como la muerte injusta de una
persona física a otra, con vida independiente.
Carrara decía: “la muerte de un hombre injustamente cometida por otro”.
Entre las características sustanciales decimos que es instantáneo, doloso y admite tentativa.
Es necesario que concurra entre la conducta homicida y la muerte del sujeto pasivo una
relación de causalidad material. Pero al decir de la teoría de la imputación objetiva será necesario
siempre separar el hecho propio del caso fortuito. Con esto debemos siempre tener en claro en
primer lugar la relación de causalidad entre el hecho productor de la muerte y el resultado.
Esta temática ya era abordada en el proyecto “Peco” del año 1941, cuando refería que la ley
penal no castiga el “accidente” fortuito y bien lo separaba tanto del homicidio simple como del
culposo. En definitiva, como una primer aproximación al tema podemos decir que el homicidio es
la muerte de un hombre provocada por otro hombre. Esta muerte debe ser “injusta” y dirigida a una
persona física con vida independiente.
Nuñez arguye en torno al concepto : “consiste en causar la muerte -poner término a la vida- de otro
hombre”. “Según Gómez la objetividad jurídica de este delito es la vida humana. Su materialidad
consiste en matar a un semejante”. Maggiore lo determina como la destrucción de la vida humana.
Caracterizamos al homicidio simple como una figura residual, ya que se va aplicar siempre
que no concurra una circunstancia atenuante o agravante, y siempre que en este código no se
estableciera otra pena. Desde el punto de vista subjetivo, el homicidio simple puede imputarse a
título de dolo directo, indirecto o eventual. Existe homicidio premeditado cuando el designio de
matar se ha formado fríamente de antemano y ha sido fríamente ejecutado. La premeditación es la
plena y perfecta intención de delinquir. Dicho de otra manera: “la fría deliberación del ánimo”.
En el homicidio es necesario saber que a los efectos de tratar la relación causal, ciertas
conductas tienen una capacidad letal general, una eficiencia causal general. Digamos, según lo que
comúnmente ocurre, conducen generalmente a la muerte. Por ejemplo: un disparo en el corazón, o
una lesión en una parte vital, un proceso infeccioso grave, el envenenamiento, etc. Si bien estos
casos no ofrecen dudas, en la práctica resulta ser de análisis complicado. Veamos: puede pasar que
el curso causal sea interrumpido por otro proceso denominado concausa, otra fuente causal
independiente.
En esta inteligencia, con eficacia letal general, se presentan las conductas con eficacia letal
eventual. Es decir, se trata de aquellas conductas que en la generalidad de los casos no tienen
capacidad letal pero que la han adquirido en el caso concreto. Por ejemplo, la pequeña lesión o el
pequeño rasguño, incluso los medios más inofensivos o como un vaso de vino pueden en el caso
concreto adquirir capacidad letal. Entonces se dirá. que el individuo que ha observado esa conducta
será autor de la muerte del sujeto pasivo. La cuestión produce un drenaje hacia la parte general del
derecho penal, específicamente hacia “la relación causal” y allí entonces se estará a la luz de la
teoría que al respecto se acepte. Así, para citar el ejemplo más común el hemofílico que sufre una
pequeña lesión a raíz de la cual no se puede detener un proceso hemorrágico. Derivan entonces
problemáticas de dogmática jurídica tales como “interrupción de los cursos causales”, “concausa”,
“causa evitable”, etc.
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La concausa y el homicidio: se trata de un tema complejo, opinable y delicado. Alimena decía
que la concausa es la condición sin la cual la lesión no habría podido producir la muerte.
Impallomeni la definía como todo aquello que independientemente de la obra del culpable, concurre
con ella a ocasionar la muerte. Molinario entendía que las concausas son circunstancias
preexistentes, simultáneas o sobrevinientes, que independientemente de la voluntad del autor
precipitan el evento letal. Rojas pensaba que la concausa es la reunión de causas, el concurso de
factores determinantes de un daño en el cuerpo o la salud o de la muerte. Es cierto que nuestro
Código Penal no hace referencia expresa a la concausa, por eso Gómez sostenía que no es problema
porque “si bien la concausa tiene influencia, la tiene porque a su vez está el hecho delictuoso que
ha sido necesario para producir el homicidio, ya que si no hubiese hecho delictuoso, la concausa no
actuaría. Por otra parte el autor ha obrado con intención y ha hecho todo lo posible para cometer el
delito. De modo que no importa que haya o no concausa, aquél es siempre responsable. No habría
entonces eximente de responsabilidad.. Esa es la posición aceptada generalmente por la doctrina y
la jurisprudencia. Se acostumbra considerar que el autor del hecho responde por todas sus
consecuencias”1.
Creus marca con énfasis que la teoría de las equivalencias de condiciones no está ausente de
ninguna de las teorías sobre la causalidad, al menos como base naturalística de la consideración
causal, dado que toda conducta no inserta en un proceso causal como condición, no puede ser
examinada jurídicamente como causa.
Welzel formula la siguiente descripción sobre esta teoría y otras. Así decía el Maestro “la teoría de
las condiciones (teoría de la equivalencia) parte acertadamente del concepto causal ontológico, y
establece una fórmula “heurística” sobre la base de preguntas, para determinar nexos causales y
eliminar la causalidad ausente. Ella aplica la idea de que todo efecto tiene una pluralidad de
condiciones causales, y que, en el nexo causal, cada una de estas condiciones es igualmente
necesaria para el resultado, y, en este sentido, todas las condiciones son causalmente
“equivalentes”. La fórmula heurística dice: causa es toda condición que, suprimida mentalmente,
tiene por efecto que el resultado (en forma concreta) no se produzca. Para la omisión se formula la
teoría de la manera siguiente: una omisión es causal, si agregada mentalmente la acción omitida, el
resultado se suprime.... la “teoría de la adecuación” sostiene: Adecuada es aquella condición que
generalmente es apropiada para producir un determinado resultado. Por lo tanto quedan excluídos
todos los acontecimientos causales completamente extraordinarios. Extraordinarios son aquellos
acontecimientos causales con los cuales no podía contar el observador razonable en el momento de
la acción... La teoría cae en dificultades cuando el autor, en virtud de su conocimiento especial,
puede prever acontecimientos causales extraordinarios... La teoría de la adecuación es irrealizable
como teoría causal jurídica general. ... La teoría de la individualización estabelce, dentro de la
teoría de la equivalencia, la “condición decisiva” para el caso particular. Padece esta teoría de falta
de precisión... Estas teorías mezclan el problema causal con puntos de vista que sólo pueden ser
empleados al margen del problema causal” 2 . Bacigalupo explica que “la teoría de la equivalencia
de las condiciones y la de la causalidad adecuada, han sido superadas por la teoría de la imputación
objetiva que es consecuencia de la teoría de la relevancia típica. Pues bien, según esta teoría la
verificación de la causalidad natural es insuficiente para la atribución del resultad. Es decir que,
comprobada la causalidad natural, se requiere además verificar: a) si la acción ha creado un peligro
1
Levene (h), Ricardo; “El delito de homicidio”, Buenos Aires, Depalma, 1977, ps. 48/49.
2
Welzel, Hans; “Derecho Penal. Parte General”; Bs. As., Depalma, 1956, ps. 49/56.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
jurídicamente desaprobado para la producción del resultado”; b) si el resultado producido es la
realización del mismo peligro (jurídicamente desaprobado) creado por la acción”3.
Las concausas provocan planteos de difícil solución donde la hermenéutica jurídica tiene
considerable espacio. Por eso Fontán Balestra entendía que el problema de la causalidad debía
resolverse en base a la realidad de las cosas más que sobre el fundamento de cuestiones
doctrinarias. Núñez apuntaba que el tipo penal tiene el carácter de indicarle al intérprete cuál de las
condiciones se adecúa. Por eso la tarea del tipo penal no va más allá de esa función selectiva. El
exámen de la eficiencia mecánica del coeficiente causal seleccionado por el tipo, corresponde a las
ciencias naturales. Así concluye Núñez en que no es el derecho, sino la ciencia médica la que
decide si tiene eficiencia mortal la lesión que, en el caso concreto, constituye el comportamiento al
que alude la relación causal típica.
La casuística ha determinado un espacio común las cuestiones de septicemia y el homicidio.
Se trata de los casos donde una persona es herida y en el hospital contrae una infección y se muerte.
Núñez adoctrinaba diciendo que la “septicemia”, la infección tetánica, la gangrena, etc. son
infecciones y agravaciones mortales propias de ciertas lesiones, que no constituyen resultados
atribuibles a condiciones concomitantes independientes. Dicho de otro modo, no es una condición
concomitante que desenvuelve su propio curso causal con exclusión del efecto causal de la
conducta del agente, porque se trata de complicaciones propias del curso causal desenvuelto por la
conducta de aquel.
Para explicar la relación causal se ha apelado en los últimos tiempos a la teoría de la
imputación objetiva (ver el punto de autoría, art. 45 del C.P.).
Hay circunstancias que deben darse para que se aplique esta figura; precisamente “no todos
los elementos constitutivos de la figura del homicido pueden ser obtenidos de la letra de la ley,
veamos:
- Una vida humana: Se aplican las disposiciones del Código Civil, art. 30, 51, 70, 71, 73, 74 y
75[Moreno (h)].
- Destrucción de esta vida humana: la terminación de la vida que opera en la víctima del homicidio
no requiere estados determinados de vitalidad, por lo que el delito puede ser cometido aun contra un
moribundo; de lo que se colige, inclusive, la prohibición de la eutanasia.
-Intencionalidad del hecho: puede imputarse a título de dolo directo, indirecto y eventual (Nuñez).
-Relación causal entre la acción y la consecuencia: entre la acción del sujeto activo y la muerte del
sujeto pasivo.
-Exclusión de otro homicidio atenuado o agravado: Soler explica claramente el significado residual
del homicidio simple.
Cuándo se produce la muerte: es loable destacar que hay dos conceptos distintos de muerte:
-La muerte natural: se produce cuando no hay funcionamiento de los órganos vitales, como la
respiración y el latir del corazón, en forma irreversible.
3
Bacigalupo, Enrique; “Derecho penal. Parte general”; Bs. As., Hammurabi, 1987, ps. 184/189. Esta cuestión motivó
un extenso fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, en los autos 51327, cartulados: “F. c/ De Diego Ferreyra
por Homicidio Calificado”, 19/4/93, donde se lo condenó al autor por Homicidio Calificado.
113
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-Muerte clínica: con la promulgación de la ley 24.193, para los efectos de los transplantes de
órganos y materiales anatómicos, se considera que ha fallecido una persona cuando se verifican de
modo acumulativo los siguientes signos, que deberán persistir ininterrumpidamente seis horas
después de su constatación conjunta:
*Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de conciencia;
*Ausencia de respiración espontánea;
*Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas;
*Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados a las
diversas situaciones clínicas.
Acción típica: la acción del sujeto activo consiste en matar a un ser humano con vida independiente.
La figura tipificada implica un resultado material -la muerte-, siendo indiferente la modalidad de la
acción en este aspecto ( F. Balestra).
No se requiere ningún elemento subjetivo específico, la figura se solventa con el dolo (directo,
indirecto y eventual).
Este delito se puede consumar por comisión (conducta positiva), o comisión por omisión (cuando
existe una obligación jurídica de actuar), la mayoría de la doctrina rechaza la omisión simple, ya
que de esta no deriva ningún resultado.
Los medios: pueden ser materiales o psíquicos. Son materiales los hechos activos, como por
ejemplo tirar un disparo. Son psíquicos los que actúan sobre la moralidad del sujeto en forma
compulsiva afectando su salud; estos últimos llamados también medios morales, han recibido
cuestionamientos en conexión a su capacidad para causar la muerte por parte de Chauveau, Hale o
Bertrand; pero la doctrina mayoritaria como Carrara, Soler y Nuñez la aceptan.
En realidad entendemos que lo relevante es analizar la idoneidad del medio en relación al caso en
concreto. La cuestión está en ver si el medio es apto para causar la muerte a un sujeto determinado;
porque un golpe de puño no produce las mismas consecuencias sobre un niño que en un adulto.
Sujeto Pasivo: puede ser cualquier persona de existencia visible, entendiéndose todo ente que
presente signos característicos de humanidad sin distinción de cualidades o accidentes. Lo
importante es la condición humana y viva del sujeto . No se requiere la viabilidad (contrario sensu
C. Civil art. 71º), “por lo que el recién nacido de formas monstruosas, el agonizante o moribundo, el
condenado a muerte puede ser víctima de este delito (Estrella, Soler, Creus y otros)”.
Siempre debe tratarse de otra persona. No puede ser la del autor porque en ese caso habría
suicidio. Más debemos aclarar que no es suicidio sino homicidio, cuando se dan uno de estos dos
supuestos: 1) Cuando el autor material de la propia muerte es un instrumento inconsciente o no,
libre de un tercero, autoría mediata.. 2) Cuando sin que el autor de su propia muerte sea un
instrumento inconsciente o no libre de un tercero, la muerte que se da tiene su causa en la agresión
de terceros. En este segundo caso la víctima es libre, pero se provoca un daño a raíz de la agresión
del tercero. Por ejemplo, cuando el agredido se aferra al arma del agresor y se da la lesión mortal, o
cuando el agredido se lanza por la ventana y se mata.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Nuestro código no ha hecho diferencias, como sí lo hacía la vieja doctrina romana,
cuando se referían a la monstruosidad, personas que nacían con deformaciones físicas o mentales,
que concebía la posibilidad de seres mezcla de personas y de bestias. La muerte de uno estos
monstruos no era punible. El art. 51º del C. Civil expresamente dice: “Todos los entes que presenten
signos característicos de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes, son personas de
existencia visible”. Actualmente se protege a la persona teniendo en cuenta que siempre se trata de
un ser humano, desde la fecundación sea natural o artificial (fecundación in vitro), hasta la muerte.
El código no distingue, pues el objeto de protección es el ser humano.
Modos: hay dos formas de conducta que se pueden utilizar para matar: acción y omisión. La
acción indica una conducta de comisión, lo cual implica una actividad (disparar, dar una puñalada,
veneno, etc.. Puede también ser una conducta de comisión por omisión mediante la cual se causa la
muerte, omitiendo hacer algo que está en el deber del autor de hacer. Por ejemplo la madre que no
amamanta a su hijo pudiendo hacerlo; la persona que está obligada a velar por la salud del enfermo
y no lo hace. En éste “omitir”, en términos de Jakobs, estaría ínsita la idea del delito que es “no
cumplir con el rol asignado” o bien dado por una “configuración social”.
El delito de omisión simple se trata de un simple no hacer. Se caracteriza por un no hacer
sin resultados, como es la simple desobediencia al deber. Es por ello, que no se puede cometer el
delito de homicidio simple mediante una conducta de simple omisión, ya que de esta no deriva
ningún resultado.
Roxin entiende que la acción es una exteriorización de la personalidad. El comportamiento
entonces es la “relación del yo conciente y físicamente libre con el mundo exterior manejando
procesos causales”. Por eso enseña que: “ un hombre habrá actuado si determinados efectos
procedentes o no del mismo, se le pueden atribuir a él como persona, o sea, como centro espiritual
de acción, por lo que se puede hablar de una manifestación de la personalidad”.
Para Jakobs la acción sería “la causación de un resultado evitable”, digamos que se trata de
una expresión de sentido que se plasma en “una realización individual y evitable del resultado”. La
omisión para Jakobs será “la no evitación de un resultado evitable”.
La omisión puede ser: a) pura o propia: donde el autor omite realizar una conducta mandada en la
norma en forma expresa (por ejemplo el art. 108 del C.P.). Debe aquí existir una situación típica,
una ausencia de acción esperada y capacidad para realizar esa acción; b) Impropia o de comisión
por omisión: aquí la “conducta” no está expresamente tipificada. Hay un deber positivo de actuar y
el autor no lo hace, teniendo el DEBER de evitar el resultado. Aquí la situación típica se integra con
la posición de garante. A la ausencia de acción le sigue la producción de un resultado. A la
capacidad de acción se le suma la capacidad de evitar el resultado.
Cuando alguien está en posición de garante tiene la obligación de “evitar el resultado”. Esta
posición de garante surge por: 1.- la ley: la ley misma obliga a evitar el resultado entre personas con
vínculos de dependencia (por ejemplo de los padres con los hijos); 2.- de una relación contractual:
el sujeto se obliga a través de un pacto privado, es decir un contrato (por ejemplo el médico que
opera a un paciente) y 3.- Por una actuación precedente: aquí el obligado ha creado el riesgo y por
ende debe responder por las consecuencias de éste.
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Eutanasia: enseña Reinaldi: “el que aplica la eutanasia, mata por acción u omisión impropia. Y
ningún ataque a la vida puede ser legitimado por el consentimiento del titular. Eso no significa que
el hombre libre digno no pueda oponerse a ser sometido a intervenciones quirúrgicas a costa de la
propia integridad física –como ocurre cuando se estima necesario realizar amputaciones u otros
tratamientos invalidantes- o de la integridad psico – física a la que puedan afectar tratamientos
extenuantes, dolorosos, mutilantes y con efectos colaterales desagradables que resulten lesivos para
su dignidad personal. Pero no hay que confundir eutanasia, la acción del que deja morir mediante el
retiro de remedios artificiales extraordinarios o desproporcionados a los resultados no curativos, a la
que mal se suele llamar eutanasia pasiva, ni la acción realizada con el sólo propósito de paliar el
dolor, a falta de posibilidades curativas, con los medios a su alcance aunque abrevie la vida, a la que
se suele dar, impropiamente, el nombre de eutanasia indirecta. Para estas conductas reservamos el
nombre de ortotanasia o adistanasia. La partícula “a” indica que es lo opuesto a la distanasia o
encarnizamiento terapéutico, equivalente a la acción de prolongar una agonía más que una vida”4
El dolo: el homicidio simple es imputable a título de dolo, el cual puede ser directo, indirecto o
eventual. Inclusive admite, la premeditación, que es1a decisión fría de la preparación y ejecución
del homicidio. En términos de Soler: “la fría deliberación del ánimo.”. En dogmática el dolo ha sido
definido como el “conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo”.
En esta orientación Núñez decía que el homicidio (aparte de la clasificación clásica que
colocamos a continuación) admite el dolo de premeditación: “existe homicidio premeditado cuando
el designio de matar se ha formado fríamente de antemano y ha sido fríamente ejecutado. La
premeditación es la plena y perfecta intención de delinquir y encuentra su consistencia subjetiva
especial en la razón psicológica de una decisión, reflexión y ejecución frías del homicidio. Carecen,
por lo tanto, de importancia frente a ella las circunstancias que no afectan ese estado anímico, como
son el momento y el modo precisos de la ejecución y el error en la persona del sujeto”5
Dolo Directo: cuando el sujeto activo ha deseado el homicidio, cuando ha conseguido el resultado
que quería, como objetivo de su acción.
Dolo Indirecto: cuando sin haberlo deseado, se representa el resultado como consecuencia necesaria
de su acción. Como ejemplo podemos citar el supuesto del individuo que lanza una bomba para
matar al gobernante que viaja con sus ministros en el mismo avión. Aquí la muerte de los ministros,
aunque no deseada, es una consecuencia necesaria de su accionar.
Dolo Eventual: el hecho se le representa al sujeto como probable o posible, lo ha asentido o
consentido, y no obstante ello lo ejecuta. Es decir, él no ha querido la muerte como objeto de su
acción -dolo directo-; ni se la ha representado como consecuencia necesaria de su acción - dolo
indirecto-; sino que reconociendo la probabilidad o posibilidad que el resultado muerte se produzca,
toma una conducta indiferente, digamos de desprecio hacia los bienes jurídicos. Esto último es lo
que distingue al dolo eventual de la culpa consciente, aquí el sujeto cree que el hecho no se
producirá. Es más en marcadas situaciones confía en su capacidad profesional o en su habilidad
personal para evitar el resultado.
4
Reinaldi, Víctor; “Manual de Derecho Penal”, de Ricardo Núñez, Córdoba, Lerner, 1999, ps. 28/29.
5
Núñez, Ricardo; “Derecho Penal Argentino”, tomo III, parte especial; Bs. As., Bibliográfica Omeba, 1961; ps. 26.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Caracteres: el homicidio es un delito material, por lo tanto es necesario que ocurra una muerte, es
decir un resultado. Admite también la tentativa porque es punible tener como fin la intención de
matar, comenzando su ejecución pero no consumarla por circunstancias ajenas a su voluntad. Debe
aclararse que ha de tenerse aquí la inequívoca intención de quitar la vida.
“Aberratio ictus” y el “Error in persona”: el resultado realmente ocurrido constituye una aberración
con respecto al hecho representado en la mente del autor. En el error in persona , el autor de éste
sólo sufre una equivocación acerca de la identidad de la víctima (quiere matar a A y mata a B).
Confunde los objetos de ataque .
En la aberratio ictus el error ya no recae sobre la identidad del sujeto pasivo, sino que el daño
que recae sobre otra persona distinta se debe a un error en el golpe. Aquí no confunde el objeto sino
que yerra tan sólo en la acción ejecutiva del delito6
JURISPRUDENCIA
Aplicación: incurre En homicidio simple aquel que mata a otro sin que concurran circunstancias que
atenúen o agraven el delito, o modalidades que conduzcan el hecho a otra calificación legal: En
consecuencia, este delito se define en forma negativa, esto es, caundo de la modalidad del hecho no
surge otra calificación distinta y especial. TOCr. Fed. de Neuquen, 31/01/96, “C., I. R. Y otros”,
LL, 1996-A-398 (CD LL, Ed. Nº15)
Calificación: debe calificarse de homicidio simple- y no de lesiones- la conducta del imputado si las
lesiones abdominales que le provocó a la víctima actuaron como causa directa de su fallecimiento,
pues resuklta arbitrario dar origen a una segunda cadena causal, independiente y autónoma de la
original, tomando ahora por causa la omisión de tratamiento de las lesiones, resultando indiferente
que el deceso no se hubiera producido de inmediato(del voto en disidencia parcial del doctor
Cataldi). TOCr. Nº 14, 1/3/2001, “F., M. M.”, LL 2001-C-53, con nota de Julián Ercolini (CD LL,
Ed. Nº 15)
6
Varela, Bernardo; “Homicidio Simple”; Córdoba, Lerner, 1969, ps. 54/55.
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4. Por placer, codicia, odio racial o religioso;
5. Por un medio idóneo para crear un peligro común;
6. Con el concurso premeditado de dos o más personas;
7. Para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o
procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al
intentar otro delito.
Cuando en el caso del inciso primero de este artículo, mediaren circunstancias
extraordinarias de atenuación, el juez podrá aplicar prisión o reclusión de ocho a veinticinco
años.
8. A un miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o penitenciarias, por su
función, cargo o condición.
9. Abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de
seguridad, policiales o del servicio penitenciario. Modificado por: LEY 25.601 Art.1 ((B.O. 11-
06-2002). Inciso 8) incorporado.) Inciso 9- modificado por ley 25.816 (B.O. 09/12/2003.)
DOCTRINA
La ley castiga aquí al que matare a su ascendiente, descendiente o cónyuge sabiendo que lo
son. Este agravante se ha denominado tradicionalmente parricidio.De modo que se agregan dos
circunstancias al homicidio simple, por un lado el parentesco entre el autor y la víctima; por otro el
conocimiento del vínculo.
Almeyra explica que “todos los Código penales agravan la figura del homicidio cuando es
cometido entre próximos parientes y... cuando se trató de explicar el fundamento de la agravante,
la doctrina penal no vaciló en señalar que ésta debía hallarse en el desprecio al vínculo de sangre y
particularmente, en palabras de Núñez, con relación al matrimonio, en el menosprecio al respeto
que mutuamente se deben los esposos. Ya Carrara en su célebre “Programa...” explicaba la mayor
entidad política del uxoricidio pues al daño inmediato debía sumársele el efecto moral del delito.
En pocas palabras: es la protección a la institución matrimonial la que justifica la mayor severidad
penal. De ahí que desaparezca la figura agravada y la solución deba remitirse a los tipos básicos,
cuando desaparece el vínculo por causa de divorcio que por supuesto no es el caso de la mera
separación de hecho ni de la actual separación personal”7.
Evolución del parricidio: las vinculaciones determinantes del parricidio en la historia jurídico-penal
han variado infinitamente. En la Ley de las XII Tablas se tenía una visión estrechísima del
parricidio, era la muerte del padre por el hijo o por los hijos . Posteriormente, con la evolución
jurídica-romana, este concepto se amplía desmesuradamente ya que comprende no sólo la relación
parental, sino también la matrimonial y relaciones de obediencia o respeto, por ejemplo la del
7
Almeyra, Miguel; “Fraude conyugal”; La Ley, nro. 135, 16/7/02.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
esclavo al amo. Esto causó la división del concepto en parricidio propio y parricidio impropio. El
parricidio propio incluye los casos de parentesco entre ascendientes o descendientes y vinculación
matrimonial. El parricidio impropio, son aquellos casos en que el legislador considera una cuestión
apreciable para agravar el homicidio.
El Proyecto Tejedor hace la distinción no denominativamente pero si conceptualmentel
castigando con la pena de muerte el homicidio de ascendientes o descendientes, (incluso si el autor
no conocía esa circunstancia de parentesco); castigando con pena corporal los casos de otras
vinculaciones, que no caían en el parricidio propio, pero debiendo el autor saber que mataba a un
pariente o a una de las personas que entraban en el concepto de parricidio impropio. Ya a partir del
Proyecto de 1886 desaparecen estos dos tipos de parricidio y se habla de un solo parricidio. El
Código de 1886 pone como condición: vínculo y saber efectivo; matar sabiendo. Luego el parricidio
sigue tomando diferentes tipos en los distintos proyectos hasta que se restringe en el Proyecto de
1917 a la fórmula actual del Código: ascendiente, descendiente o cónyuge sabiendo que lo son.
Actualmente existe un acuerdo entre la mayoría de la doctrina en entender que el parricidio
comprende: el parricidio propiamente dicho, esto es la muerte de los padres y otros ascendientes, el
filicidio; como la muerte de los hijos y demás descendientes y el uxoricidio; la muerte del cónyuge.
En cuanto al análisis normativo, debe haber un parentesco por consanguinidad
ascendiente o descendente sin limitación respecto al grado. -Antes que el art. 10 de la ley 14.367
derogara los artículos 341 y 342 del C. Civil se presentaban algunos problemas, ya que estos
artículos decían que los hijos adulterinos, incestuosos y sacrílegos, no tenían por las leyes padre ni
madre. Respecto a esto se alzaron dos posiciones:
a) La primera decía que solamente era el parentesco de sangre admitido por el legislador civil. Vale
decir parentesco legítimo o natural, por lo que no era agravatorio el parentesco, no admitido por la
ley civil, como el adulterino, el incestuoso y el sacrílego, Al no haber parentesco de acuerdo a la ley
civil, no podía haber agravamiento, salvo que los padres hubieran reconocido a esos hijos
adulterinos, sacrílegos o incestuoso. En este último caso si procedía el agravante.
b) Frente a esta posición legalista, otra postura sostenía que la razón del agravamiento era la
vinculación natural -la sangre-, por lo que no había ninguna razón de fondo para que no fuera tan
criminal el, que mata al padre natural o legítimo como el que mataba al padre incestuoso o
sacrílego. Esta teoría no podía tener razón frente al derecho positivo, en tanto que la ley prohibía
que existiera como parentesco uno de esos tipos de relaciones naturales. Sin lugar a dudas estuvo
fundamentada por principios morales.
Posteriormente se suprimió la anterior discriminación, por lo que quedan comprendidos en el
agravante todo vínculo por consanguinidad (ascendiente o descendiente), sin limitación de grado, y
sea el parentesco legítimo o natural; abarcando el parentesco adulterino o incestuoso.
Parentesco por adopción: la cuestión surge cuando por ley 19.134, y el art. 240 modificado luego
por ley 23.264, se confiere al adoptado por adopción plena los mismos derechos y obligaciones que
al hijo legítimo; la pregunta es, ¿ entra en el art. 80 inc. 1° la muerte de los padres e hijos adoptivos
causados entre si?. Estando vigente la ley 19.134, en la cual se crea solamente un vínculo legal de
familia, la doctrina (Laje Anaya, Terán Lomas y Estrella entre otros), distingue la adopción plena,
de la simple. Por más que halla adopción plena, en la cual se rompe el parentesco con la familia de
sangre, no entra en el art. 80 inc1° la muerte del padre adoptante hacia el hijo adoptado, o a la
inversa, quedando atrapado por el homicidio simple. Pero también se excluye la posibilidad de
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aplicar el agravante cuando se produce la muerte del padre de sangre, con el adoptado plenamente;
por considerarse extinguido el vínculo jurídico.
Cuando media adopción simple, al no romperse el vínculo de sangre, si hay vía libre para
aplicar el agravante a la muerte provocada entre el ascendente y el hijo, o viceversa. La adopción no
implica agravante en la figura del homicidio, ya que no hay parentesco de sangre.
Agravante por matrimonio: en un principio estando vigente la ley 2393, anterior a que se admitiera
que el divorcio que rompe el vínculo jurídico en el matrimonio (ley 23.515), una parte de la
doctrina encabezada por Soler pensaba que el agravante procedía ya que el divorcio en el país no
destruye el vínculo matrimonial. Así afirmaban: si subsiste el vínculo matrimonial, subsiste la
condición del art. 80 inc. 1°. –Contrariamente, Nuñez afirma que el agravante no procede, ya que
debemos recordar que su fundamento es el menosprecio del respeto que se deben mutuamente los
cónyuges. Pero resulta que una vez otorgado el divorcio desaparece esa sustancia; ya no existe entre
los cónyuges ese deber de respeto. En la actualidad estando vigente la ley 23.515, distinta es la
situación cuando media sentencia de divorcio vincular, al romperse el vínculo y al adquirirse
nuevamente capacidad nupcial, no se aplica el art. 80 inc 1°.
Si hay solamente separación personal, sin divorcio, se aplica el agravante ya que sigue
latente la relación conyugal. La muerte de la concubina es un homicidio simple, por ser solo una
relación de hecho, lo cual impide hablar de cónyuge.
Nulidad del matrimonio: -Nulidad relativa: mientras el matrimonio válidamente contraído subsista,
aunque esté afectado de nulidad relativa, la muerte de un cónyuge por el otro, es parricidio; porque
subsiste el deber de respeto matrimonial, hasta la sentencia de nulidad. Nulidad absoluta: mientras
los cónyuges mantienen su buena fe, esta obligación objetiva, tiene el sustento subjetivo que exige
el artículo 80 inc. 1°, para que la muerte de un esposo por el otro sea un parricidio, vale decir, que el
matador sepa que mata a su cónyuge. Ahora, si ambos cónyuges son de mala fe es claro que no
procede el agravante.
La discrepancia doctrinaria se hace tajante cuando en el matrimonio nulo, uno es de buena fe
y el otro es de mala fe. Son tres la posturas que se han manifestado, una de ellas entiende que una
vez desaparecida la buena fe por el conocimiento del impedimento, ( ver C. Civil ), el esposo que en
esas condiciones mata al otro, sabe que realmente no mata a su cónyuge, aunque pueda estar
informado de que mientras no se declare su nulidad, el acto produce los efectos civiles del
matrimonio válido. Por el defecto inicial de este elemento subjetivo no puede ser parricida el
cónyuge que de mala fe contrae un matrimonio de nulidad absoluta. Pues el sujeto activo, con mala
fe, sabe que la víctima no es su cónyuge (Nuñez, Soler).
Otro sector de la doctrina analiza el caso llegando a una solución opuesta a la anterior;
entendiendo que solo el cónyuge que ha contraído matrimonio válido para las leyes argentinas
puede considerarse casado, quedando comprendido dentro del matrimonio valido, el matrimonio
putativo del cónyuge de buena fe. De suerte que cuando la víctima sea el cónyuge de buena fe, el
hecho será parricidio. Cuando lo sea el de mala fe, no se aplica el agravante (F. Balestra).
La tercer postura entiende que se aplica la figura básica del art. 79, sea de buena o mala fe,
ya que los actos nulos no son válidos para nadie (art. 1038 y 1046 del C. Civil), y no convierte a los
contrayentes en cónyuges (Creus).
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Elemento Subjetivo: en cuanto al elemento subjetivo consiste en la certeza de que la víctima
estaba unida en matrimonio o que era un ascendiente o descendiente del autor del hecho, por lo
contrario no se da el delito de parricidio. Este actuar “a sabiendas”, a provocado una división en la
doctrina; algunos autores (Soler, Nuñez) sostienen que el elemento subjetivo excluye el dolo
eventual; por lo que el parricidio solo puede cometerse con dolo directo o indirecto, porque aquí
hay certidumbre sobre el hecho que se quiere cometer; el sabiendo que lo son de la fórmula legal,
impide que el parricidio se impute a título de dolo eventual.
Mientras que otra postura, entre ellos Fontán Balestra, afirman que por dolo eventual puede
causarse un parricidio, el hecho de que un sujeto tome como probable o posible la muerte de un
ascendiente, descendiente o cónyuge; y ante esas circunstancias, mantenerse indiferente, agrava el
homicidio en parricidio. Tampoco presupone la ley el deber saber, en este caso, sino un contenido
de conocimiento real y positivo. De manera que aquel sujeto que creyendo matar al padre mata a
otro, que no es su padre, no cae bajo el agravante.
El tipo penal exige que el autor “conozca”efectivamente la relación parental, lo que constituye
obviamente un dolo especial, es decir un elemento subjetivo distintivo. Esto no debe llamar a
confusión con respecto a la figura simple (art. 79 del C.P.) que sí admite cualquier tipo de dolo.
Entonces allí puede existir dolo eventual toda que que éste recaiga sobre el resultado muerte y no
sobre la existencia del vínculo. El ejemplo de este caso se destinaría a aquel que va a cazar con su
padre y en un momento se le representa posible o probable ocasionarle la muerte e igual (según la
teoría en que nos enrolemos) despreciando el resultado acciona el arma. Dada esta hipótesis se dará
la agravante del inciso primero.
Munchausen: Asesinato por maltrato infantil
El síndrome de Munchausen es una enfermedad que produce un desorden mental donde los
pacientes fingen tener enfermedades. El Munchausen Síndrome de Proxy ( MSP) previsto en el
DSM IV es un desorden parenting (parientes) donde los padres, casi siempre la madre, fabrica
síntomas de enfermedades en sus hijos, sometiéndolo a distintas pruebas médicas, incluso
tratamientos quirúrgicos. Este síndrome “proxy” se resume en un patrón de comportamiento donde
los vigilantes (insisto generalmente la madre) exageran o fabrican síntomas e inducen
deliberadamente problemas de salud, físico o psíquicos. Constituye una clase de mal trato infantil
que concluye cmo expresión extrema en la muerte del infante. El enfermo de Munchausen siente
satisfacción por atención. Es decir que la gente está pendiente de esa actitud para con el hijo que
se muestra a los ojos de un hombre medio como solidaria. Se dice que en general el enfermo no
busca un reconocimiento económico o un bienestar físico de su parte, de allí que la motivación de
ver “sufrir” al hijo y brindarle atención se centra en el fin oculto de ganar reconocimiento como
“una ejemplar y abnegada madre”. De allí que se busque atención médica innecesaria, se
deambule por distintos médicos y hospitales. Obviamente ante la consulta médica la madre se
muestrá solícita, preocupada. Lo curioso es que éstos niños que manifiestan multiplicidad de
síntomas (vómitos, etc.) o bien alérgias múltiples sin tener el médico en claro cuál es el problema,
generalmente evolucionan cuando están hospitalizados, precisamente porque están lejos de su
madre, es decir “el vigilante está ausente”.
Se trata de una enfermedad con múltiples síntomas, prolongada e inusual. Existen innumerables
casos, donde es difícil encontrar la motivación exacta del “agresor” de allí que puede inducirse
que ésta esté en “asumir el rol de enfermo por poder” o bien hacérselo asumir a quien somete.
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Hay importantes trabajos en Asher (año 1955) pero recién es aceptado en forma categórica este
síndrome en el año 1995 en el DSM – intravenoso que incluye una definición para el desorden
factitious por el poder.
Este inciso fue modificado en su redacción anterior por la ley 17.567. Es importante tener
en cuenta que la reforma ha suprimido las sevicias graves y el impulso de perversidad brutal. En su
momento la Exposición de Motivos manifestó: «Suprimimos las sevicias graves por su dudoso
contenido, superpuesto al del ensañamiento. El impulso de perversidad brutal, también de dudoso
contenido, es sustituido por el homicidio por placer, más comprensivo. Con verdad se ha dicho que
la razón fundamental de este agravante radica en el modo de matar, es decir, matar con ocultación,
con veneno; esto refleja una actitud anímica, una traición en el caso de la alevosía o el
envenenamiento; refleja crueldad en el caso del ensañamiento.
8
Soler, Sebastián, “derecho Penal Argentino”, T. III, p. 27.
9
Bustos Ramírez, “Derecho Penal, Parte General”, ppu Editores, Barcelona, 1994, p. 577.
10
Parma, Carlos; “Culpabilidad –lineamientos para su estudio-“; Mendoza, Ediciones Jurídicas Cuyo, 1997; ps. 116. Se
trata de la posición de Galas: “la doble función del dolo”.
122
http://revista-temas.blogspot.com.ar/
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inmisericorde y sin sentimientos”11. Por eso si se sigue esta posición - dice este autor- “la causación
de dolores o torturas es un requisisto del tipo, ya que afecta al modo de provocar la muerte y lo
convierte de alguna manera en un homicidio potenciado, en cambio la actitud inmisericorde y sin
sentimientos, que no está necesariamente unida a ello, sino que debe añadirse como elemento
autónomo, es un componente de la culpabilidad”12 .
Lo que no es imprescindible, es requerir que el autor pretenda satisfacer una tendencia sádica,
y que goce con el alargamiento de la agonía o la intensificación del dolor, el agente puede actuar
con otros motivos, por ejemplo de carácter religioso, y hasta repugnarle el modo en que mata, pero
si lo hace aumentando el sufrimiento de la víctima, igual queda comprendido en el agravante.
Queda comprendido que los actos realizados después de la muerte, no son un medio de
cometer el homicidio, puesto que es exigencia objetiva de la figura la existencia previa de un ser
humano con vida, por ello no pueden considerarse constitutivos de ensañamiento los actos de
vilipendio ejercido contra el cadáver, por ejemplo el descuartizamiento.
Soler explica que la reiterada lesión al cadáver y en particular los actos de cercenamiento del
mismo, no pueden computarse como calificantes; el propósito de estos últimos sería encubrir el
delito.
Matar a un infante ¿es siempre alevosía?: se trata de dirimir si alguien que naturalmente se
encuentra indefenso puede ser sujeto pasivo de este delito. La muerte de un niño de manos de un
mayor, es una filosa daga que penetra en el firmamento de la Alevosía y pone al descubierto una ya
11
Roxin, Claus; “Derecho Penal”, Parte General; Madrid, civitas, 1997, ps. 315).
12
Parma – Luque; “Caso Pochat: una sentencia posmoderna”; en La Ley, suplemento de Jurisprudencia Penal, 19/2/99,
ps. 18/19.
13
“Derecho Penal. Parte Especial”; Tomo 1; Buompadre, Jorge; pág. 127; Editorial MAVE, año 2000.
14
Cfr.: “Delitos contra las personas”; Terragni, Marco Antonio; pág. 220, Ediciones jurídicas Cuyo, año 2000.
123
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bizantina polémica: ¿es posible aplicar la alevosía por la sola condición (incapaz, menor, etc.) de la
víctima ?.
Se ha visto que este singular asesino suele llevar al niño a morir a un “lugar seguro” para su
macabro fin, alejando toda ayuda externa posible, libre de interferencias, en deyecta y aviesa
actitud15.
Para procurar el estado de indefensión o aumentarlo, este traidor ejecutor suele “dormir al
niño”, ya sea naturalmente (meciéndolo) o con elementos artificiales (somníferos), lográndo así la
“primera parte de su plan” para luego ejecutar sin riesgo y sobre seguro. Es decir que coloca un plus
en su estado natural de indefensión.
Y esta pérfida conducta conlleva toda una representación, elaboración y admisión del
hecho, que se encuentra generalmente unida al único medio de defensa del querube: el llanto.
Cumple su designio el criminal: hacerlo callar para siempre. Más no se trata de una cuestión
impetuosa o automática... “no hay rayo en tiempo sereno”, enseñaba Roxin. Este autor, pegador y
cobarde a la vez, que alguna vez bien definió Hobbes cuando habló de la capacidad de maldad
humana como “el lobo débil”, o Spengler como “la bestia desdentada”, trae ínsita la idea
mortuoria desde que suele asumir el “rol” de “padre o madre golpeadora”, produciéndo así una
comunicación defectuosa ... un verdadero quebrantamiento del rol esperado, o en términos
“Jakobianos” un “quebrantamiento de la norma”. Este agresor del cual Jakobs -con base en
Aristóteles- enseñaba: “ellos mismos tienen la culpa de que se haya llegado hasta ese punto, por su
vida desaforada...”16, puede actuar aún sin premeditación.
Bien lo afirma Levene al decir: “puede haber premeditación sin alevosía y alevosía sin
premeditación”17. En esta inteligencia focalizamos la necesidad que no sólo se quiera la muerte
sino también que se tenga en cuenta las circunstancias de la indefensión (aprovecharse) o bien
generar ese estado (procurar).
Teorías objetivas y subjetivas: quizás por ser tan dolorosa e indigna la muerte de un infante
o un disválido, no es pacífica la cualidad de proditorio o aleve que guarda la doctrina al respecto de
este instituto de prosapia española..
Los objetivistas pregonan el criterio que cualquiera que se encuentre por cuestiones físicas,
psíquicas o fisiológicas en estado de indefensión, coloca al victimario de cara a la agravante.
Y es en esta palmaria indefensión de la víctima, donde se encuentra la seguridad en el hecho y la
exención de riesgo para el agresor. Antón Oneca llamaba a esta situación “abuso de superioridad”,
ándole así un cauce propio a la figura.
Avalando esta tesis, Quintano Ripollés decía que la “víctima inerme, el ciego, el dormido, o el
completamente desválido, hacen caer automáticamente sobre el agresor la agravante de alevosía18
El propio Peco alentaba la idea que cuando se mataba a una persona dormida todo análisis era
innecesario, existiendo -por el mismo estado- la alevosía. Oportunamente esta cuestión fue bien
rebatida por Zaffaroni.
15
Ver: “Código Penal”; Laje Anaya - Laje Ros; Ps. 92/93; Ed. Lerner; año 1998; y jurisprudencia del T.S.J. de Córdoba
en Semanario Jurídico nro. 590 del 24/IV/1986, ps. 11.
16
Cfr. “Fundamentos del derecho penal”; Jakobs, Gunther, ps. 63, Ed. Ad hoc, año 1996.
17
Cfr.: “El delito de Homicidio”; Levene (h), ricardo; pág. 230; Editorial Depalma, 3ra. Edición; año 1977.
18
Citado por Laje Anaya en “Homicidios Calificados”; pág. 45; Editorial Depalma, año 1970.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Pocas voces aliadas han encontrado los objetivistas, pues si el fin del legislador hubiese sido atender
los factores personales de la víctima, de buen cuño sería referir normativamente así: “ el que matare
a un menor, incapaz...”
El respaldo moderno que tiene esta tesis, esta dado en la controvertida jurisprudencia del
T.S.Español, que da por sentado que en casos de niños, inválidos y ancianos sin excepción, siempre
concurre la alevosía19.
Doctrinariamente casi ni se discute que la alevosía hoy tiene “naturaleza mixta, integrada por un
aspecto objetivo, relacionado con los medios, modos o formas que se utilizan en la ejecución del
hecho -y que se consideran predominante-, y otro subjetivo, alusivo al ánimo de procurarse, con
tales procedimientos, la indefensión del sujeto o de aprovecharse de ella20. En definitiva, es el
actuar sobre seguro, sin riesgo, que aporta un plus de culpabilidad a la causación de la muerte del
otro21.
Es cierto que existió una tendencia a sostener el criterio subjetivo exclusivamente por lo que el
delincuente piense en ese momento. Y esa posición alguna vez en forma injusta se le atribuyó a
Quintano Ripollés y Cuello Calón entre otros. Pero, como anticipamos, hoy no hay voces favorables
a una tesis subjetivista pura.
Zaffaroni -junto con Donna- ha transitado este horizonte de combinar la tesis subjetiva -
objetiva en el universo de la jurisprudencia. Con agudeza dijo el eminente profesor : “ Parece ser
que para un sector de la doctrina la alevosía consiste en la objetiva indefensión del sujeto o en esa
indefensión conocida por el autor en el momento de la realización de la acción, es decir que el tipo
se configuraría objetivamente o bien con el mero dolo de homicidio con conocimiento de la
circunstancia de la indefensión, sea que este dolo se ubique en el tipo o en la culpabilidad... Si se
adopta una teoría del tipo complejo el homicidio alevoso sería un tipo simétrico que requeriría
objetividad y subjetividad típica.. Tanto etimológica como jurídicamente, no basta con la situación
objetiva ni con el conocimiento de la misma previo a la voluntad homicida o concomitante con la
misma, sino que se exige un elemento de ánimo, es decir la particular orientación de aprovecharse
de esa indefensión22.
También sobre la temática jurisprudencialmente se afirmó: “... en el resguardo e intimidad
de las paredes del cuarto del hotel, contando con la falta de peligro para su persona por ausencia de
la madre o de terceros, impedidos de acceder al lugar, con plena conciencia, lúcidamente, llevó a
cabo su designio criminal... sin riesgo para sí y en situación de ventaja... porque en otra situación,
en presencia de la madre o de personal del hotel, no habría intentado el homicidio”23. A este caso
hay que sumarle el hecho que el protervo imputado en un momento expresó que se encargaría de
hacer callar al niño, y de esta manera alejó a la mucama del lugar rechazando la colaboración, bien
se puede colegir que lo llevó a morir a un lugar seguro o sea que procuró su indefensión.
19
Cfr. “ Delitos contra bienes jurídicos fundamentales”; Diéz Ripollés y Gracia Martín; ps. 109, Ed. Tirant lo blanch,
año 1993.
20
Se recomienda ver el enjundioso fallo del Tribunal Oral Criminal Federal de Mar del Plata en la causa “Andreo,
Armando” del 3/9/98, publicada in extenso en el Suplemento de Jurisprudencia Penal de La Ley el 21 de Diciembre de
1998, página 21.
21
Cfr. “ Curso de Derecho Penal Español - parte especial-, tomo I, dirigido por Cobo del Rosal; ps. 66, Ed. Marcial
Pons, año 1996.
22
Cámara de Apel. en lo Crim. Y Corr. De la Capital, sala 6ta.; Expte. 11566, carat. “Perez, Margarita” del 3/4/85.
23
Causa nro. 98.779, Tribunal Oral Criminal nro. 14, del 14 de Marzo de 1996, voto de la Dra. Bistué de Soler.
Publicado en La Ley, suplemento de Jurisprudencia Penal del 31 de mayo de 1999. Con comentario a fallo “Alevosía”
por Carlos Parma y Alejandro Gullé.
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Dable es apuntalar, a modo de síntesis, el criterio de Sproviero cuando indica: “ para definir
la situación de responsabilidad del autor y determinar su actividad aleve, no puede escindirse un
criterio de otro , se deben complementar y acudir uno en auxilio de otro para calificar la conducta;
el criterio subjetivo servirá para indagar si el autor ha lucubrado todos los pasos tendientes a la
consecuencia habida, si ha elaborado la trama destinada a impedir la reacción de la víctima que en
condiciones normales pudo haber opuesto defensa y enfrentar al autor o ponerse a resguardo de sus
propósitos o motivaciones24.
La discusión entonces parece centrarse en el obrar sobre seguro o a traición25, cuya mayor
reprochabilidad radica en un dolo intenso motivo de la peligrosidad, perversidad o cobardía
(Jiménez de Asúa), en tanto otro grupo de penalistas afirma la tesis en el modo de comisión del
delito, que se traduce en la menor posibilidad de defensa de la víctima (Moreno). Ambas posiciones
exigen el conocimiento de la situación objetiva de indefensión del agredido, aunque los llamados
subjetivistas requieren además que concurra por parte del agente el ánimo expreso de procurar o
aprovecharse de esa indefensión para su seguridad26.
24
Cfr. “ Delitos de Homicidio”; Sproviero; Ps. 196/197; Ed. La Rocca, año 1996.
25
Donna insiste en decir: “la alevosía es traición, lo que se hace sobre seguro, sin correr riesgos...”. Se recomienda el
solvente trabajo de Breglia Arias: “Los Homicidios Calificados, art. 80 del C.P.A.”, en L.L. del ½/99, ps. 3.
26
Garrido Montt, Mario; “El homicidio y sus figuras penales”; ps. 161; Chile, Ed. Jurídica Conosur, año 1994.
27
Laje Anaya, Justo; “Homicidios Agravados”; Bs. As., Depalma, 1970, ps. 95/96.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
INCISO 3º. POR PRECIO O PROMESA REMUNERATORIA
La diferencia entre precio y promesa esta en que, una cosa es el pago en efectivo para
matar, y otra la promesa aceptada de que si se mata se cobra. El fin del autor es lucrar con la vida
ajena, condición repugnante que agrava el homicidio, más todavía, con razón se afirma; aquel
fundamento del agravante está en un acuerdo infame, es decir uno paga, para que otro mate y el
autor acepta o recibe la promesa para matar. Estamos frente a un caso de codelincuencia por cuanto
ambos son responsable tanto el mandante como el mandatario. A este respecto se discute como es
posible que ambos estén equiparados en cuanto a la pena. La razón es que tanto uno como otro
ponen de manifiesto un espíritu perverso. Además el desistimiento del mandatario no lo exime de
responsabilidad al mandante. El pacto requiere de un entendimiento; te doy o te prometo para que
mates y tu recibes o aceptas para matar.
Por precio debemos entender dinero u otros objetos susceptibles de valoración (dádiva). La
promesa remuneratoria se refiere al simple ofrecimiento aceptado, sin necesidad de entrega como
significa el precio. Más sencillamente, el precio supone el pago efectivizado antes del hecho y la
promesa remuneratoria, un ofrecimiento de pago posterior al hecho (Nuñez). El objeto del precio o
la promesa puede ser dinero o cualquier otra cosa valorable pecuniariamente. En el caso de la
promesa, no es necesario que esta se cumpla para la aplicación del agravante, si aquella fue el
estímulo de la acción. Lo mismo que la recompensa no pactada con anterioridad, que por iniciativa
del sujeto se le entrega al homicida, no configura el agravante, por que aquélla no fue la causa del
homicidio.
En cuanto a la consumación, no hay que mirar el pacto realizado; el pacto sólo puede ser un
acto preparatorio (es no punible). Se consuma cuando se mata. De manera que, el pacto solo y sin
comienzo de ejecución de la muerte, es un acto preparatorio del delito.
Esta figura es tomada del Proyecto de Soler de 1960, quien lo había receptado del
Derecho Alemán. El placer implica algo que es grato, ameno o agradable; que experimenta una
actitud psíquica del sujeto, provocando satisfacción y goce, a causa de la muerte que este le causa a
la víctima.
Fontán Balestra, que estudia el significado gramatical de la palabra placer, entiende que
el agravante se está refiriendo al caso de quien al matar experimenta una sensación agradable o
contento de ánimo; quien encuentra en ello una satisfacción. Nuñez, refiriéndose al homicidio por
placer (cuando analiza en su tratado el Proyecto de 1960 de donde fue tomado) dice: “El matar por
gusto constituye un impulso de perversidad brutal comprendido en el art. 80 inc. 2 ( antes de la
reforma). La agravante concurre tanto si el placer surge del solo hecho de matar, como si, según
sucede en el ejemplo clásico del homicidio consumado para probar la pó1vora, otro objetivo
placentero para el criminal involucra la muerte de una persona. Pero la experimentación de un
placer por el homicida a raiz del acto, no determina el agravamiento de la muerte consumada por
otra causa terminante. El placer inhumano debe constituir el hilo conductor de la obra nefaria”.
Con esto, podemos decir que para Nuñez el impulso de perversidad brutal sería el género
y el placer una especie. Pero hay que tener en cuenta que el sujeto puede no gozar en manera alguna
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con la muerte causada y sin embargo entrará, si, dentro de lo que se llama impulso de perversidad
brutal, más no dentro del homicidio por placer.
En realidad la figura de placer es mucho más amplia que la de impulso de perversidad
brutal. Mata con placer, el que en el momento de la muerte siente satisfacción, goza matando.
Queda comprendido el homicidio que tiene fines sexuales, y en éste sentido, Soler entiende que
resulta indiferente que el sujeto goce matando como que mate para profanar el cadáver.
Lo que hay que tener en cuenta es que el fin del sujeto es sentir placer, y el homicidio es
el medio o la causa que le provoca esa sensación. El agravante radica esencialmente en esa
condición subjetiva de buscar placer, siendo indiferente que el sujeto lo sienta o no. Con esto
queremos decir que si alguien mata, cuando su fin no era sentir placer, pero igualmente lo
experimenta, no se aplica el agravante, porque el placer no fue lo que lo motivó al individuo a
consumar el homicidio. En sentido inverso si alguien mata para buscar placer y no lo encuentra, si
se le aplica el agravante, ya que sentir el placer es
lo que lo motivó al sujeto a cometer el homicidio. Por esto mismo se afirma que en ésta figura,
como en la de odio racial o religioso, hay una preponderancia de la condición subjetiva sobre la
objetiva.
Seguramente la doctrina buscará el punto de contacto de esta agravante con el inciso primero
en los casos del Síndrome de Munchausen (Munchausen Síndrome Proxy). Para ello nos remitimos
a lo expuesto en el inciso primero in fine.
CODICIA: alguna doctrina a entendido que la razón de todos los agravantes del inc. 4, está en una
determinación perversa del autor. Así, es perverso el que mata por gusto, como el que mata por
placer; también lo es el que mata para satisfacer su deseo desmedido de riquezas, es decir, por
codicia.
Antecedentes históricos: este agravante, al igual que el anterior, ya ha tenido vigencia en
nuestro país, por cuanto también estaba incluido en el citado Decreto-Ley 4778/63, siendo derogado
por la ley 16.648 del año 1964. Asimismo, su antecedente proviene del Proyecto de Código Penal
Alemán del año 1959 y fue insertado por Soler en su Proyecto de donde lo tomó la Comisión
Redactora de la ley 17.567.
La codicia se refiere a un apetito desordenado de riquezas, va mucho más allá que el
simple ánimo de lucro. Estamos haciendo mención a una aptitud anímica (Subjetiva) en el autor,
que lo lleva a tratar de obtener un lucro considerado a cualquier precio, aún a costa de pasar por
encima de los derechos, los intereses o la vida de los terceros.
Precisamente porque la codicia se refiere a una inclinación o actitud personal del autor a
una exagerada inclinación hacia el lucro, no debemos confundirla con la simple finalidad lucrativa.
Ahora bien; a pesar de que codicia y ánimo de lucro no significan lo mismo, lo segundo está
contenido en lo primero. El lucro que despierta la codicia del delincuente debe ser una ganancia o
provecho apreciable en dinero u otra dádiva, siempre que, por un lado, no importe un precio o
promesa remuneratoria, vale decir, que no sea objeto de un mandato homicida, y por el otro que el
hecho no constituya un latrocinio. Cuando se presentan alguno de estos dos supuestos, salimos de
este agravante -la codicia-, para ir, al agravante por precio o promesa remuneratoria y al «criminis
causa»y respectivamente. Por esto resaltamos que la diferencia con el homicidio por precio está en
que aquí, no hay ningún pacto, como sucede en el inciso tercero.
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También debemos tener en cuenta que a la codicia no sólo la vamos a determinar por el
monto del beneficio, valorado objetivamente, sino que también de elementos económicos y
personales, ya que lo que para una persona puede ser un beneficio de escasa importancia, para otra
puede consistir en un lucro muy codiciable. Así la mayoría de la doctrina destaca que para que se
dé el agravante es necesario que se trate de una ganancia de tipo económico. No obstante, otro
sector de la misma, lo extiende a otros beneficios. Soler entiende que también importa la liberación
de una carga.
En síntesis, lo que hay que resaltar es que, ese ánimo exagerado, desordenado o
desmedido de lucro, es lo que condiciona o decide al sujeto a cometer un homicidio, sea que el
beneficio resulte grande o pequeño en el caso particular. Lo importante es determinar si el individuo
procedió o no con codicia en el caso particular, para lo cual el provecho obtenido es sólo un indicio.
Recordemos lo que dijimos al analizar el odio: “en estos delitos, (odio, placer, codicia), y en menor
medida (ensañamiento y alevosía; la cuestión preponderante es el aspecto subjetivo, o condición
psíquica del victimario”.
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De lo expuesto se desprende que si bien ambos son dos delitos diferentes, el genocidio está
contenido dentro del agravante que analizamos. Pero debe quedar bien claro qué el agravante del
homicidio por odio racial o religioso no constituye el delito de genocidio, porque el genocidio es el
exterminio en masa de un grupo nacional, racial, religioso o político. Sin lugar a dudas podemos
observar dos diferencias: 1- cambia el sujeto pasivo, de uno en particular, a uno indeterminado, y 2-
cambia el elemento subjetivo ya que en el genocidio se tiene como fin el exterminio de un
determinado grupo, condición que no se exige en el inc. 4, bastando que se mate por odio racial o
religioso; que no es lo mismo que exterminio.
Antecedentes: este agravante ya estaba en el código, lo que ha variado es la redacción, ya que antes
estaba en forma desarrollada, enumerando medios idóneos para crear un peligro común, como lo
son el incendio u otros estragos (la inundación y el descarrilamiento). En una palabra, estamos
hablando de homicidios cometidos por algunos de los hechos contenidos en los Capítulos primero y
segundo del Título de los Delitos contra la Seguridad Común.
Se debe hablar de un medio capaz de producir un peligro común y no de causar
grandes estragos, como decía e1 Código en su redacción anterior. En efecto, así decía el art. 80: Se
aplicará...Inc.-2°-. Al que matare a otro con alevosía o ensañamiento, por precio, promesa
remuneratoria, sevicias graves, impulso de perversidad brutal o por veneno, incendio, inundación,
descarrilamiento, explosión o cualquier otro medio capaz de causar grandes estragos. Lo subrayado
señala los medios que se podían utilizar para cometer este delito, medios que a su vez son figuras de
los capítulos primero y segundo del título de los Delitos contra la Seguridad Común.
La consecuencia de la reforma, es que con la fórmula genérica que se ha adoptado se
amplía el contenido de la figura, ya que antes los medios debían ser capaces de producir grandes
estragos. Y estrago , solo puede producirse por medios materiales. Como consecuencia de ello, la
muerte causada por gases venenosos, por ejemplo, si bien crea un peligro común no llega a ser
estrago. De manera que antes de la reforma este homicidio no entraba en el agravante. Ahora sí, ya
que el inciso sólo exige que se trate de un medio idóneo para crear un peligro común, de modo que
la muerte causada por gases venenosos o equivalentes, quedan comprendidos en la figura.
Idoneidad del medio empleado: debe tratarse de un medio idóneo para producir un peligro común
para los bienes en general de personas indeterminadas y para personas indeterminadas. Eso significa
la expresión peligro común. No es necesario que el medio utilizado haya producido efectivamente
los estragos o el peligro común; basta que sea potencialmente capaz de producirlos (Nuñez). Es un
delito de peligro y no de resultado. Ahora si el medio empleado no debía razonablemente crear una
situación de peligro común, y sin embargo se crea, no se aplica el agravante; por ejemplo, si para
matar a una persona le disparo, y unos de los tiros se desvía y penetra en una fábrica de pólvora
produciendo una gran explosión. En cambio, sí se aplicaría el agravante si utilizo esa fábrica de
pólvora para matar a la persona, sabiendo que esta se encuentra dentro de ella.
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INCISO 6º. CON EL CONCURSO PREMEDITADO DE DOS O MAS PERSONAS
Este agravamiento tampoco estaba en el Código. Fue introducido por la ley 17.567. El
fundamento del agravante reside en la menor posibilidad en que se encuentra la víctima de
defenderse, dado el mayor temor que provoca la presencia material de los autores. De manera que la
razón de ser del agravamiento por la pluralidad de autores, es el mayor debilitamiento de la defensa
privada.
En este agravamiento hay dos aspectos que deben considerarse:
1) un aspecto material: que el autor principal actúe con el concurso de dos o más personas. Lo cual
exige un mínimo de tres. Es imprescindible porque así lo exige el Código, que esos tres sujetos
intervengan en la ejecución del hecho. Es necesario que tengan categoría de autores. De manera que
la participación no agrava, porque precisamente se excluyen los principios generales de
participación, ya se manifieste en complicidad primaria, ya sea esta secundaria. Deben ser autores y
tomar parte en la ejecución de la muerte; de modo que en esa categoría no solo están los que actúan
materialmente, sino también 1os que
estando presentes dirigen a los que actúan en el momento del hecho. Intervenir en la ejecución del
hecho no quiere decir que todos realicen la acción punible, sino que obren como coautores.
Respecto de si todos los sujetos deben ser punibles en el caso concreto o no, Soler entiende que sí,
en cambio, para Nuñez no es exigible la punibilidad de cada uno de los sujetos intervinientes.
Argumenta diciendo que hay que tener en cuenta que el fundamento del agravante es la mayor
peligrosidad del hecho que determina el debilitamiento de la defensa privada, y tanto en el caso de
que los sujetos sean punibles, como cuando no lo sean, el hecho alarma lo mismo, puesto que el
temor que la víctima va a sentir no va a ser menor porque sepa que uno más de los sujetos que tiene
en frente no son punibles por las circunstancias que fueren.
2) aspecto subjetivo: el agravante requiere que ese concurso sea premeditado. Siguiendo a Fontán
Balestra, esto significa que los autores se deben haber puesto de acuerdo previamente para matar.
Este agravante fue tomado tal como figuraba en el Proyecto Soler de 1960. Y el informe de
la Comisión Revisora del Proyecto dice al respecto: «El concurso es premeditado si responde a una
convergencia previa de voluntades, donde la acción de cada uno aparezca, objetiva y
subjetivamente vinculada con la de los otros participes y no, por simple reunión ocasional».
Entonces es necesario que el concurso sea premeditado; el acuerdo para matar; eso si debe ser
premeditado. La premeditación no se exige en el sentido de la necesidad de una reflexión fría, aquí
basta el dolo en el ánimo de cada uno de los sujetos a los efectos de determinar su culpabilidad.
Esto no quiere decir que no puede haber premeditación, y quizás en la mayoría de los casos suceda,
pero ciertamente, el agravante no lo exige.
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intentar otro delito28 Como bien enseña Buompadre en este tipo de delito la conexidad ideológica o
subjetiva puede manifestarse de dos maneras: final o como conexión impulsiva29 Estrella y Godoy
Lemos, parten de la premisa que el homicidio criminis causa es una figura ampliada del latrocinio.
Dicen estos autores, que "la doctrina y la jurisprudencia han reconocido, en forma unánime, la
naturaleza eminentemente subjetiva de la agravante, consistente en la conexión, de medio a fin, que
en el ánimo del agente debe existir entre el homicidio y el otro delito"30 En esta misma dirección
opina la moderna doctrina española al referir que el "tipo de injusto" necesita de un elemento
"finalista"... al decir: "entre las circunstancias de la acción de matar y el resultado muerte, tiene que
existir siempre y necesariamente una relación típica de medio a fin..." 31
En el sub examen son los factores externos y objetivos los que, en coincidencia con el
plan del autor, dan muestra de que el imputado pretende matar a la víctima para consumar el robo
con total impunidad, sin perjuicio que coexista el impulso morboso del despecho.
La figura del homicidio criminis causae es compleja y presenta el tipo distintas
posibilidades. Además del dolo propio de cualquier homicidio, la ley impone un elemento subjetivo
especial que lo sustenta sobre dos expresiones lingüísticas: matar "para" preparar, facilitar, etc. o
matar "por" no haber logrado el fin propuesto.
La hipótesis "ocultar otro delito" , apunta a la idea de que con el homicidio se
procura que el otro delito no llegue a ser conocido, no se encuentre al autor, o bien "se procura la
impunidad de un delito ya cometido".
Resulta por demás innovador el enfoque que le da Soler a la cuestión psíquica, al decir "
que la razón de la agravante finca en ese desdoblamiento psíquico ... la particular odiosidad del
hecho deriva de que el supremo bien de la vida es rebajado por el criminal hasta el punto de servirse
de ella para otra finalidad. Su psiquismo tiende directamente a otra cosa distinta para cuyo logro la
muerte - a la cual también la acción se dirige - aparece para él como un medio necesario
conveniente o favorable". Soler va más lejos aún afirmando: " El acentuado carácter subjetivo de tal
circunstancia impone como consecuencia que la agravante subsiste aun cuando el sujeto esté
equivocado acerca de la relación real que guarda su homicidio con el otro delito o con la
impunidad" 32
Tal vez el concepto más aproximado que se haya intentado en la materia lo dio el
posfinalismo al decir que el dolo es el conocimiento y voluntad de realizar el tipo objetivo. Más hoy
la corriente funcionalista admite que tal extremo se limita al conocimiento de realizar el tipo
objetivo, es decir, prescinden estos autores modernos de cuestiones volitivas y se limitan a aceptar
sólo los elementos cognitivos, por aquello que el error excusable sólo lo es en el conocimiento, no
hay error en la volición.
Aclarada la concepción del dolo directo de matar, retomamos la idea soleriana, a los efectos de
ahondar en ese "plus" doloso que tipifica la figura y "crea el objeto de enjuiciamiento y con ello la
28
Núñez, Ricardo, “Manual de Derecho Penal"; parte especial, actualizada, Ed. Lerner, 1999, p. 42
29
." Buompadre, Jorge; Derecho Penal. Parte Especial"; tomo I; Ed. Mave; año 2000, p. 150
30
Estrella - Godoy Lemos; “Código Penal Comentado”; Ed. Hammurabi, p.89.
31
Díez Ripolles-Gracia Martín; "Delitos Contra Bienes Jurídicos Fundamentales";Ed. Tirant lo Blanch, ps. 130, año
1993.
32
Soler, Sebastián; “Derecho Penal Argentino”, tomo III, Ed. Tea, 1970, p. 42
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
base de la responsabilidad penal"33 La cuestión es simple: " se exige por parte del sujeto activo
dolo directo más la conexidad subjetiva..." ("Temas de Derecho Penal"; Figari, Rubén; ps. 73, Ed.
Lerner, año 1997). Es Sproviero el autor que se presenta ante el tema con ideas compatibles, dice: "
se desplaza la atención, y no es el homicidio la motivación central sino, contrariamente, el delito
conexo, ya que este perfeccionamiento sería la solución propuesta para llegar al otro hecho...
consuma su propósito homicida para ocultar o buscar impunidad por ocasión de otro delito
cometido y que le obliga a decidir la muerte de la víctima... no existen frenos inhibitorios que
pueden oponerse a su propósito deliberado y elaborado... 34
En esta dirección se expresa la doctrina del Superior Tribunal de Córdoba: "... la ley exige que en
el ánimo del autor, en el momento del hecho, el fin delictuoso ... funcione como motivo
específicamente determinante del homicidio. Esto no requiere indefectiblemente premeditación o
reflexión, sino sólo decisión, la que puede producirse incluso de improvisto en la ejecución del
hecho mismo (Cfr. "Doctrina del Superior Tribunal de Córdoba"; Barberá de Riso, tomo I y fallos
de la 5ta. cámara del Crimen de Córdoba del 23/6/95 en L.L. Cba. Junio de 1996, nº 6)".
También ha dicho la Cámara Nacional Criminal y Correccional, sala 1; que " encuadra
en el homicidio criminis causa la conducta de quien, queriendo robar, al encontrar resistencia en la
víctima, la mata para lograr su fin - apoderamiento ilícito-, ya que el agravamiento del homicidio en
este supuesto reside en una conexión ideológica y subjetiva, sin que sea necesario que exista una
preordenación anticipada, deliberada o resuelta de antemano" (citado por Cód. Penal, Rombola y
Reboiras, pág. 203, Ed. Ruy Díaz, año 2000). En similar sentido se expresó el Tribunal Superior de
Córdoba (Cfr."Doctrina Penal del Tribunal superior de Córdoba", citado por Barberá de Riso; pág.
276/278; Editorial Depalma, Volumen I; año 1983) y nuestra Suprema Corte. Suprema Corte de
Mendoza, sala II, del 15/11/65; L.S. 122-935, 13582-S.
Antecedentes: este tema fue introducido por la ley 17.567, cuando el último párrafo del artículo 80
dice: “cuando en el caso del inc.1° de este artículo mediaren circunstancias extraordinarias de
atenuación, el juez podrá aplicar prisión o reclusión de 8 a 25 años”.
Hasta la sanción de la Ley 17.567, el juez disponía para el caso de la muerte de los
parientes o del cónyuge, de penas muy elevadas; la prisión o reclusión perpetua en el caso de que se
dieren sabiendo el vínculo, penas de 10 a 25 cuando el caso entraba en la circunstancia contemplada
de atenuación, por el artículo 81 inciso 1° letra a), denominado emoción violenta.
Evidentemente, en los casos de parricidio, era una pena excesiva que superaba los
límites, al menos en su mínimo, con respecto al homicidio simple. Esto y las circunstancias de las
razones por las cuales se llegaba al homicidio sin poder llegarse a dará el caso contemplado en el
artículo 81 inciso 1° letra a), ha llevado a los juristas y a las legislaciones a atenuar en alguna
medida la pena adecuándola. Por eso la última parte del artículo 80 dice: «Cuando en el caso del
inciso de este artículo mediaren circunstancias extraordinarias de atenuación el juez podrá aplicar
prisión o reclusión de 8 a 25 años”. Es decir, que le da al juez la facultad o potestad, cuando medien
circunstancias extraordinarias de atenuación para atenuar la pena.
33
Parma, Carlos, "Imputación Objetiva"; Rev. del Foro de Cuyo Nº 30, año 1998, ps. 60.
34
Sproviero, "Delitos de Homicidio", Ed. La Rocca, 1996, ps. 223.
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La ley 17567 no se refiere particularmente a cuáles son esas circunstancias
extraordinarias de atenuación; pone el carácter facultativo porque expresa que podrá aplicar prisión
o reclusión en escala de 8 a 25 años.
La ley vigente 23.077 a ocasionado un retroceso al derogar las penas que había
establecido la ley 17.567. Esta ley establecía una congruente escala penal: parricidio, reclusión o
prisión perpetua; mediando circunstancias extraordinarias de atenuación de ocho a veinticinco años;
en estado de emoción violenta de dos a ocho años. Con la normativa vigente es penado mas
severamente el parricida emocional (art. 82), de diez a veinticinco, que si mediaren circunstancias
extraordinarias de atenuación. Ahora bien, en cuanto a los requisitos, la ley no se expresa al
respecto. No obstante la dotrina señala que se deben dar requisitos positivos y requisitos negativos.
Los requisitos positivos son:
1-Necesidad de un acontecimiento.
2-Que ese hecho sea de carácter extraordinario, que esa trascendencia llegue también al victimario,
y que tenga poder disminuyente de culpabilidad.
3-Que actúe subjetivamente y sea la causa determinante de la muerte.
4-Que la entidad de la causa, por su naturaleza, disminuya la culpabilidad del autor.
Los requisitos negativos exigen que no exista. emoción violenta excusable por la
circunstancias. En cuanto al primer requisito, esto es, la objetividad de un hecho ésta puede
provenir:
a) de la conducta de la propia víctima.
b) del victimario.
e) de ambos a la vez.
En general, como objetividad de una conducta proveniente de la víctima, debe mediar un
hecho de significación material que exprese una voluntad injuriosa u ofensiva, realizado sin derecho
por la futura víctima; debe tratarse de una ofensa ilegítima, un hecho provocador ilegítimo. De
modo que podemos decir que la provocación debe ser sin derecho. El hecho provocador debe tener
suficiente entidad y debe ser un ataque a la honra.
Dicho ataque puede ser, dirigido intencionalmente por la víctima, o no, pero debe ser eficaz;
es decir, con entidad suficiente que afecte al ofendido. Y es suficiente como provocador, cuando por
la circunstancia, ese hecho podría ser clasificado entre las causas que pueden generar una emoción
violenta, pero que en el caso concreto falta el estado psíquico para que el sujeto se emocione.
Además, debe ser afrentoso, y puede ser hecho de la más variada forma. Basta que objetivamente se
materialice en una voluntad afrentosa, aunque no constituya propiamente un delito contra la honra o
el honor.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Rubén Figari nos aproxima meticulosamente al tema diciendo: Según Fontán Balestra,
citando a Levene, la calificante parece estar referida al mayor riesgo que corren ciertas personas en
razón del cargo que ocupan y la mayor alarma social que despierta y en su faz objetiva consiste en
matar a otro por cualquier medio siendo indiferente el hecho de que se emplee alguno de los que
agravan el homicidio en el art. 80, desde que el art. 80 bis tiene fijada, alternativamente las mayores
penas del ordenamiento represivo argentino (35). Acota, al comentar la norma, que es necesario ser
integrante de las fuerzas armadas o de seguridad, policiales o penitenciarias o, en su defecto, en el
momento del hecho encontrarse desempeñando un acto propio de servicio de dichas fuerzas. “De
esta manera se amplía la punición cuando el ataque va dirigido contra quienes, de acuerdo con las
leyes orgánicas y reglamentos de cada institución, se están desempeñando como auxiliares de
aquellas instituciones”. Agrega, que la figura requiere que el ataque haya tenido lugar con motivo o
en ocasión del ejercicio de las funciones inherentes al cargo o por desempeñar un acto del servicio
de las fuerzas antes citadas, también se configura el delito si la agresión se llevó a cabo por la
condición de integrante de alguno de aquellos poderes (inc. 1°) o fuerzas (inc. 2°) quedando fuera
de la punición agravada los homicidios perpetrados contra personas que están prestando algún
auxilio a las fuerzas armadas o de seguridad, policiales o penitenciarias cuando la cooperación no
constituye un acto propio de sus funciones. Añade que el hecho es doloso el cual debe abarcar el
conocimiento de que se mata a una persona de las mencionadas en la norma y de que lo hace con
motivo o en ocasión del cumplimiento de sus funciones o porque desempeña un acto de servicio
propio de las instituciones armadas que se citan o por la condición de integrante de los citados
poderes (inc. 1°) o fuerzas (inc. 2°), como también la voluntad de realizar el hecho. De modo tal
que el error o la ignorancia sobre alguna de esas condiciones desplaza el hecho a la figura base.
Entiende que basta el dolo condicionado y se dan tanto la tentativa como la participación (36). En
otra edición de la obra aclara que con respecto a las fuerzas armadas comprende a las del Ejército,
Marina y Aeronáutica, en cuanto a las fuerzas de seguridad abarca a la Gendarmería Nacional y
Prefectura Naval Argentina e incorpora como perteneciente a las fuerzas policiales a los bomberos
que dependan, por ejemplo de la Policía Federal.-
Levene describe la norma del art. 80 bis incorporada por la ley 21.338 y acotaba que para
el caso del art. 244 (desacato) – hoy derogado – el mismo preveía, de acuerdo a dicha reforma, que
se cometiera “a causa o en ejercicio de sus funciones”, de modo que matar a un integrante de la
fuerza (armada o de seguridad), conlleva la pena máxima, por el sólo hecho de pertenecer, mientras
que para atacarlo, ofenderlo o agredirlo debe ser ejercicio de la función. De allí que se establece una
protección por el sólo hecho de formar parte de una fuerza armada o de seguridad, sin que se
requiera una actuación del integrante, en obvia referencia a lo exigido por el art. 80 bis de la ley
18.953. Cita además antecedentes extranjeros y nacionales que se fundan en la mayor alarma social
que provocaba la muerte de esos sujetos calificados (37).-
Por su parte Manigot, comentando la norma siempre referida al art. 80 bis de la ley
21.338, observa que el objetivo es preservar mediante el refuerzo de la pena, la vida de funcionarios
que encarnan los poderes estaduales y salvaguardar los poderes públicos y el orden constitucional y
aún la seguridad común y la tranquilidad pública, objetivos primarios de la subversión armada.
Agrega el mencionado comentarista que el precepto está referido a cualquier integrante de las
fuerzas en actividad en un acto de servicio propio de las mismas (art. 878 del Código de Justicia
35[1]
Fontán Balestra Carlos “Tratado de Derecho Penal” t. IV, p. 127, Ed. Abeledo - Perrot, Buenos Aires, 1992.
36
Idem (ob. cit. p. 128/29)
37
Levene Ricardo (h) “Manual de Derecho Penal”, segunda edición actualizada, p. 82/83, Ed. Víctor P. de Zavalía,
Buenos Aires, 1978
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Militar) y el sujeto activo no requiere una motivación específica sino que simplemente importa la
condición del sujeto pasivo. Tampoco interesa para esos fines que éste se encuentre cumpliendo
algún acto de servicio sino que podría estar efectuando cualquier acto ajeno a la calidad que reviste,
incluso en caso de descanso, licencia, enfermedad o tiempo libre. Descarta la agravante para el que
está jubilado (38).- Terán Lomas hace también un aporte sobre el particular comparándolo con el
texto de la ley 18.953 (39).-
López Bolado realiza una crítica acerba de la ley 18.953 por cuanto la misma no se adecua
a la buena técnica legislativa pues amplia enormemente el marco de punibilidad resultando
exagerado la adopción de la pena de muerte y hace también una crítica a la ley 21.338 pues desecha
la justificación contenida en la anterior ley respecto al grado de abuso, vejaciones y apremios, lo
cual también da lugar a ciertas suspicacias (40). También hacen su aporte sobre este particular
Nuñez (41), Laje Anaya (42), Tozzini (43) y Baigún (44) (45).-
Bien jurídico protegido: de acuerdo a los antecedentes parlamentarios, es decir, a lo que los
legisladores tuvieron en mente, lo que se está protegiendo con este tipo de norma es la
funcionalidad o el Estado mismo en acción como monopolizador de la fuerza pública, que al ser
agraviado afecta a la sociedad en su conjunto. Pero más precisamente como todo sujeto pasivo que
contempla el homicidio, en realidad el bien jurídico es la vida de un integrante de la fuerza de
seguridad pública, policial o penitenciaria que es puesta en riesgo en virtud de los actos funcionales
o de su cargo o condición.-
En la búsqueda de la interpretación de lo que el legislador ha tenido en cuenta para tutelar
el bien jurídico protegido es menester acotar que frecuentemente las palabras utilizadas por aquél
son insuficientes, sin embargo como una primera aproximación se debe tener en cuenta la
interpretación gramatical pues “el abandono de la primera aproximación a la norma que propicia la
interpretación literal del precepto puede conducir a que los enunciados y las normas pierdan su
sentido – y, aún, a que lleguen a ser “non sense”, absurdos, en ciertos contextos del uso. Tampoco
puede negarse que esta última clase de interpretación aporta una pauta de singular importancia al
brindar un límite insoslayable para todo otro canon interpretativo – incluso el teleológico -,
impidiendo que el producto de la interpretación vaya más allá del sentido literal posible de los
términos que integran la norma”. De esta manera se puede coincidir con las conclusiones a la que
arriba Arocena en el sentido que básicamente el legislador procura determinar la realización de
conducta valorada como socialmente relevantes; que la norma jurídico penal se expresa a través de
una concreta expresión lingüística; que ella debe interpretarse según la intelección que la los
38
Manigot Marcelo “Código Penal, anotado y comentado”, cuarta edición, corregida, aumentada, t. I, p. 242 y sgtes.,
Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1978
39
Terán Lomas Roberto “Derecho Penal. Parte especial”, t. III, p. 117 y sgtes, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1983
40
López Bolado Jorge “Los homicidios calificados”, p. 277 y sgtes., Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1975
41
Nuñez Ricardo “Análisis de la ley 21.338. Parte especial”, p. 14, Ed. Lerner, Córdoba - Buenos Aires, 1976
42
Laje Anaya Justo “Comentarios al Código Penal. Parte especial”, vol. I, p. 29/32, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1978
quien incluye como sujeto pasivo a las fuerzas policiales de prevención y represión, policía judicial, bomberos, pero no
los que regulan el tránsito vehicular o peatonal
43
Tozzini Carlos “Nuevos tipos en la reforma penal” en “Nuevo pensamiento penal”, año 5, p. 424, Ed. Depalma,
Buenos Aires, 1976
44
Baigún David “El ordenamiento penal en el Nuevo Gobierno” en “Nuevo pensamiento penal”, año 5, p. 363, Ed.
Depalma, Buenos Aires, 1976
45
Recopilación de antecedentes efectuada por Castro Julio César y Guardia Diego L. “El nuevo inciso 8° del artículo
80 del Código Penal. Las mismas ineficacias a los viejos problemas” LL 2003 – A- 498
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
términos del lengua natural que emplea la misma le asignan los destinatarios de aquélla (los
ciudadanos) y que el sentido literal posible de los términos de la ley determina el límite máximo de
toda interpretación de un precepto jurídico determinado (46).-
El elemento objetivo: consiste en dar muerte por acción o por omisión a un miembro de las
referidas fuerzas sin tener en cuenta alguna el medio utilizado, salvo la superposición con alguno de
los otros agravantes.-
Sujeto activo y sujeto pasivo: en cuanto al sujeto activo cualquiera puede serlo. En tanto que el
sujeto pasivo es calificado pues se trata de un miembro de las fuerzas de seguridad pública,
policiales (47) o penitenciarias (Fuerzas Policiales, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía
Aeronáutica Nacional, Servicios Penitenciarios y Bomberos de la Policía Federal, no así los
voluntarios) sin que haya distinción de rangos o funciones.-
Es interesante la reflexión que realizan Castro y Guardia en su meduloso trabajo, en
cuanto a que algunos sostienen que no son alcanzados por la agravante los jubilados o retirados
salvo que vuelvan al servicio activo por disposición de la superioridad. Dichos publicistas refieren,
con razón, que la condición policial no cesa con el retiro pues justamente pueden volver al servicio
activo ante una convocatoria, de modo que en tales casos la agravante concurre quedando sí
exceptuados de la misma los funcionarios exonerados o dados de baja de las respectivas fuerzas,
debido a que pierden el estado policial. En idéntico sentido opina Laje Anaya (48). Asimismo
descartan el personal civil que cumple tareas administrativas en la respectiva fuerza y aquellos que
se encuentran colaborando, pero que no resulten integrantes de ellas. Sí alcanza la normativa en
análisis a los cadetes de las Escuelas de Oficiales y Suboficiales pues también revisten estado
policial en razón de que mientras se cursa tales estudios, dichos años se contabilizan como
antigüedad en la respectiva institución (49).-
Elemento subjetivo: este elemento está compuesto por el conocimiento por parte del sujeto activo
de la relación delictual, de la condición, función o cargo del sujeto pasivo requiriéndose en
consecuencia el dolo directo. En contra Laje Anaya, quien se expide también por el dolo eventual
(50). Pero respecto al resultado mortal, el mismo no sólo se admite el dolo directo sino también el
eventual pues no sólo se mata a otra persona en razón de la particular función, cargo o condición
que ésta ostenta, quien conociendo esta circunstancia, persigue la realización del delito, es decir,
quien tiene la intención de alcanzar el resultado previsto en el tipo, sino también lo hace el sujeto
que, sabiendo de la particular calidad de la víctima, la mata por considerar seriamente como posible
la realización de la muerte y se conforma con ella.-
El error sobre el elemento objetivo que caracteriza a este tipo penal calificado, es
decir, respecto del carácter de miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o
penitenciarias de la víctima, constituye un error de tipo que excluye el dolo de la figura agravada.
46
Arocena Gustavo “Interpretación gramatical de la ley penal”, p. 101/03, Ed. Advocatus, Córdoba, 2003
47
Figari Rubén E. “Delitos de índole sexual”, p. 230, Ed. Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 2003
48
Laje Anaya Justo “La condición de la víctima y el homicidio calificado”, p. 3 en “Semanario jurídico”, N° 1373 del
8/2/02
49
Castro Julio César y Guardia Diego L. (ob. cit. p. 508)
50
Laje Anaya (ob. cit. “La condición de la víctima ...” p. 33)
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Este error de tipo puede consistir tanto en una representación falsa como en una falta de una
representación. En el primer caso se trata del que quiere matar a una persona de las mencionadas en
la norma y, por error, mata a otro sujeto que no reviste tal calidad; en cambio en el segundo, se
trataría del que mata sin realizar una reflexión de ninguna naturaleza sobre la calidad del sujeto
pasivo. De todo ello se desprende que al estar ausente el conocimiento de un elemento del delito
calificado se debe aplicar el tipo básico, esto es, el art. 79 del C.P.. Sobre este particular se ha
señalado que: “en los supuestos de falsa suposición de agravantes, la tipicidad objetiva del tipo
básico impide que la imputación subjetiva exceda esa medida de modo que no puede imputarse más
que por el tipo básico ... y en los de ignorancia de las circunstancias calificantes de la tipicidad
objetiva, como de todos modos está dado el dolo del tipo básico, también debe concluirse que la
imputación subjetiva debe reducir la objetiva y, por consiguiente, imputar por el tipo básico” (51).-
Se admite la posibilidad de una causal de justificación, recuérdese como antecedente lo
previsto en la ley 18.953.-
Tentativa y consumación.
Se admite en esta forma agravada, al igual que en las demás receptadas por el art. 80, la
tentativa, por tratarse de un delito de resultado, así cabe tanto la acabada – cuando el autor durante
la ejecución, al menos con dolo eventual, puede juzgar que la consecución ya puede producirse sin
necesidad de otra actividad de su parte – como la inacabada – cuando el autor no ha ejecutado todo
lo que, según su plan, es necesario para la producción del resultado y desde un punto de vista
objetivo no existe peligro de que ésta tenga lugar.
Se puede operar un concurso con otras agravantes, imperando el principio de
especialidad pues se puede dar la muerte del sujeto pasivo con diferentes modalidades (veneno,
procedimiento insidioso, alevosía, etc.)52.
La calidad del autor agrava el delito, pero debe serlo: “abusando de su función o cargo”. El
meollo de la problemática se muestra en la actitud de tener una función o cargo determinado (por
ejemplo ser policía) y abusar de él para matar.
Necesidades de política criminal llevaron al legislador a imponer esta norma con estrepitosa
represión. No se trata de penalizar con esta agravante al miembro de seguridad que en su domicilio,
ante una escena doméstica o de celos da muerte a un tercero, pero sí al que aprovechando la
logística que le brinda el cargo y abusando de ella da muerte a un interno en un pabellón
penitenciario.
Si bien la hermenéutica será la piedra angular de cuanto gire alrededor de esta norma, no sería
feliz que ésta calificación se extienda a los casos donde el miembro integrante de la fuerza de
seguridad está en persecusión de un delincuente, lo que nos ubicaría con mayor presición en la
figura base del homicidio o en el exceso en la legítima defensa si cupiere. Claro está que siempre se
estará a la situación fáctica porque la agravante también podría estar presente.
51
Zaffaroni Eugenio R. – Alagia Alejandro – Slokar Alejandro “Derecho Penal. Parte general”, p. 516, Ed. Ediart,
Buenos Aires, 2000 citado por Arocena Gustavo (ob. cit. p. 825)
52
Figari, Rubén; “Art. 80 inciso del C.P.”; en www.carlosparma.com.ar, sección doctrina.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
El abusar del cargo es dar un mal uso del mismo.
JURISPRUDENCIA
INCISO 1º
Agravante por el vínculo: configura el delito de homicidio calificado por el vínculo, la acción del
procesado que para acallar el llanto de su hijo, le tapó la cabeza con una frazada, dando comienzo a
un proceso de asfixia que se interrumpió por efecto de una acción vagal que, a su vez, causó el paro
cardiorrespiratorio que produjo el deceso. Exclúyese la figura de homicidio preterintencional, pues
valorando en el caso el medio empleado, dificultar la respiración de un infante de 3 meses de vida,
totalmente imposibilitado de defensa, tapando su cabeza, aparece como suficientemente idóneo para
causar la muerte. CNCCorr., salaa VII, 31/7/89, “M., L.”, c. 10.901.
Adopción: constituye homicidio simple la causación de la muerte a la madre adoptiva del imputado
– en el caso, la justicia civil confirió la adopción plena según las disposiciones de la ley 19.134,
pues estamos ante un vinculum iuris y no sanguinis (matricidio), lo que significa que los lazos
adoptivos no agravan el homicidio, ya que de lo contrario se violaría el principio de legalidad.
TOCr. Nº25, 13-9-2000, “A., J.”
INCISO 2º
Ensañamiento: para que medie ensañamiento el autor debe haber sido guiado por el propósito de
ocasionar sufrimientos innecesarios en la ejecución del homicidio. A los fines del art. 80 inc. 2º del
CC.P., el modo de comisión del homicidio no puede por sí solo perfeccionar la calificante en
cuestión; debe confluir para ello el elemento subjetivo. SCJBA, 26-7-94, P 46104 (Juba).
Exigencias del tipo: el homicidio agravante por ensañamiento exige por una parte el dolo del autor
que debe contener la voluntad de aumentar el doloe del ofendido y por la otra el problema del
ánimo que lleva a una una mayor reprochabilidad; verificándose estas circunstancias dado que el
medio elegido produjo un mayor e innecesario sufrimiento de las víctimas (del voto del Dr. Donna).
CNCCorr., sala I, 9/2/90, “A., J. A.”, c. 35.871.
INCISO 3º
Precio o promesa remunetoria: trasgrede el artículo 259 inc. 1º, del Código de Procedimiento Penal
el fallo de la Cámara que declaró acreditadas tanto la objetiva existencia del “precio o promesa
remuneratoria”, que como condicionante de este homicidio calificafdo integra, según el régimen
procesal positivo, el “cuerpo del delito”, como la autoría del pacto, mediante la misma prueba
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presuncional (del voto de la mayoría). Las presuciones que no pudieron invocarse con vistos a la
calificante de “por precio o promesa remuneratoria”, son en cambio hábiles para acreditar que las
entregas de dinero efectuadas por la procesada ‘cuya existencia como hechos probados no fue
cuestionada- constituyeron una cooperación “necesaria” (art. 45), que acrediten su carácter de
partícipe primaria o necesaria en el homicidio simple (art. 49). SCJBA, 10/3/92, “B., M. I. y otros”,
DJBA 142-2811 (CD ll, Ed. Nº15)
INCISO 4º
Placer: a los efectos de la aplicación del art. 80, inc. 4º, no cabe considerar que matar sin motivo
implica placer. Para demostrar que esto no es así necesariamente –aunque pueda serlo- basta con
atender a la naturaleza de lo traducido por ambos conceptos. Porque el placer y la nada son
ontológica y jurídicamente distintos. De manera que si la ley requiere que se mate “por placer” no
cabe interpretar que con ello se refiere a quien mate sin motivo. Matar por placer es matar con
motivo. SCJBA, 23/4/96, P. 42896 (JUBA)
INCISO 5º
Peligro Común: la doctrina es conteste en la posición de que o se califica al hecho como incendio
seguido de muerte ( art. 186 inc. 5º), porque el agente actuó preterintencionalmente o con dolo
eventual, o como homicidio calificado por medio catastrófico (art. 80 inc. 5º), cuando actuó con
dolo directo; no se admite un estado intermedio. TSJ de Neuquen, 1/2/95, TS 32, RSD-27-95
(JUBA).
INCISO 6º
INCISO 7º
Criminis causa: “La esencia de las figuras “criminis causa” es subjetiva. Reside en la
preordenación de la muerte a la finalidad delictiva o post-delictiva, o a la satisfacción del despecho
140
http://revista-temas.blogspot.com.ar/
141
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
que mueve al homicida. No basta la simple precedencia, concomitancia o posterioridad del
homicidio con el otro delito, que llevaría al caso, a otro supuesto legal. Es incompleta en la
sentencia, la determinación del hecho cuya existencia se demostró en el debate, si ésta no precisa
cuál fue el contenido subjetivo de la acción de los imputados; con qué alcances lo acordaron, y si
ello fue antes de comenzar a delinquiro en el curso de esta delincuencia. Ello en razón de
imputárseles coautoría de homicidio “criminis causa” (Tribunal Superior de Justicia de Córdoba,
sentencia nro. 9, sala penal; 19 de Agosto de 1982).
INCISO 8º
Calificación: corresponde decretar la prisión preventiva por el delito de robo doblemente agravado
por el uso de armas y por haber sido cometido en lugar poblado y en banda, en concurso real con
homicidio triplemente agravado, criminis causa, por haber sido cometido con alevosía y por ser la
víctima un miembro de la fuerza de seguridad, respecto de quien en compañía de otras personas,
luego de robar un rodado mediante la intimidación con armas de fuego y al advertir que la víctima
era un efectivo policial procedieron a darle muerte. Jgar. Nº3 de Lomas de Zamora, 12/8/2000, “L.,
L.”, LL Suplemento de Jurisprudencia Penal del 19/12/2002, p. 28.
ARTICULO 81. - 1. Se impondrá reclusión de tres a seis años, o prisión de uno a tres
años: a) Al que matare a otro, encontrándose en un estado de emoción violenta y que las
circunstancias hicieren excusable; b) Al que, con el propósito de causar un daño en el
cuerpo o en la salud, produjere la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado
no debía razonablemente ocasionar la muerte. 2. (Nota de redacción) (Derogado por art.
1 Ley 24.410). Modificado por: Ley 24.410 Art.1 ((B.O. 02-01-95). Inciso 2) derogado. )
DOCTRINA
La emoción es una crisis, circunscripta y visible del sentimiento, motivada por sensaciones
que la percepción (o la imaginación) introduce al campo de la conciencia, o por representaciones, es
decir, imágenes, recuerdos e ideas que surgen de ella. En la fórmula legal del Art. 81, Inc. 1º;
pueden distinguirse dentro de la unidad estructural, dos componentes:el Biosicológico y el
Valorativo, cuyas relaciones son interesantes de aclarar. Veamos, cuando un sujeto reacciona contra
una situación que objetivamente excusaría, si lo hace en circunstancias demostrativas de que no
estaba emocionado, el homicidio no se excusa, por grave que haya sido, la situación objetiva.
Ya se puede adelantar que no todo acto de provocación externamente apreciable, dará
nacimiento al atenuante, lo serán entonces solamente aquellos que hayan determinado un acto
emotivo. Lo mismo queda trunco el atenuante si la valoración jurídica de las circunstancias externas
no excusan la emoción.
La primera exigencia de la ley es clara y precisa, restringe su contenido nada más que a la
emoción violenta, ni la emoción simple, ni la pasión, ni otros sentimientos parecidos caben dentro
del término, si la violencia de la emoción no se da, la instancia valorativa carece de sentido, queda
suspendida.
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No se trata entonces de “cualquier emoción” que pueda producir una perturbación espiritual,
sino de una emoción intensa que produzca en el individuo una conmoción psicológica de tal
magnitud que debilita su capacidad de frenación frente al hecho externo que la estimula53.
Observemos algunos aspectos a tener en cuenta: 1-que el estado emocional resulte
explicado no ya por la misma conmoción anímica, sino por las circunstancias que envuelven a esa
conmoción; 2-que la afrenta provocadora represente tenga una entidad de no escaso relieve (por
ejemplo una injusticia), idónea para producir sin más una reacción de magnitud; 3-que sobre este
agravio injusto sea ajeno al “emocionado”, es decir que él no lo haya provocado;. 4-que la fuerza
impulsora del suceso sea extraña al autor, que su génesis sea ajena al emocionado mismo.
Desde lo psicológico: “calificamos de Violenta a una Emoción, cuando el movimiento afectivo
provisto de una fuerte carga tensional, altera el equilibrio Psicodinámico y por ende la conducta”.
La emoción violenta debe considerarse como una variedad adaptativa de que se vale el
organismo para prever, evitar y suprimir las causas deletéreas que afectan su integridad corporal y
espiritual, pero que adquieren cierto carácter de apremio o de urgencia. Es un llamado a las fuerzas
defensivas, sin rehuir desde luego el ataque o la huida.
La movilización de las defensas promovidas por la conmoción emocional tiene la misión
de concentrar toda la energía disponible en los órganos destinados a la acción mediante la puesta en
marcha de recursos logísticos. Preparación para la acción, le llamó Cannon; respuestas
alarmógenas, las denominó Selye.
La irrupción de un factor exógeno imprevisto origina una contienda entre los potenciales
instintivos y su represión consciente, conflicto del cual no surgirá casi unca una respuesta adecuada:
“Se pierde el tino, la seguridad, la reflexión y el sentido de las proporciones, bajo el dominio de la
impulsividad”. “Por eso algunos autores hablan de emoción como un fracaso del instinto”...
Momentos en la psiquis: los componentes psicológicos de la emoción se conciben dispuestos no
sólo en un diseño estático-espacial sino en un trayecto dinámico-temperamental: desplazamiento
de las vivencias a través de las organizaciones cerebrales constituyendo dos tipos psíquicos de
reacción, acordes con la conducta humana, que es a la vez sustancia y movimiento.
Psicológicamente se ha convenido en que la elaboración de las vivencias se integran en
cuatro instancias fundamentales:
1-Impresionabilidad
2-Capacidad de retención
3-Actividad intrapsíquica
4- Capacidad ejecutiva
53
Buompadre, Jorge; “Derecho Penal, Parte Especial”, tomo 1, Corrientes, Mave, 2000, ps. 158.
142
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La atenuante por emoción violenta requiere: el estado psíquico de emoción violenta. El cual es una
conmoción violenta del ánimo del autor, causada por la ofensa inferida por la víctima a sus
sentimientos, que relajando el pleno gobierno de sus frenos inhibitorios, lo conduce a la acción
homicida.
La alteración anímica puede traducirse en un estado de ira, furor, temblores, palidez
del rostro, dolor, irritación, miedo, etcétera. Ese estado es compatible, como fondo, con un estado
pasional que haya ido minando la resistencia del agente y que facilite el impulso emocional frente a
causas aparentemente carentes, de capacidad para generarlo.
No basta el estado de emoción, sino que es imprescindible que tenga un grado tal que,
por su violencia, arrastre al autor al atentado. Ese estado no debe, empero, privar al autor de la
conciencia de la criminalidad de su conducta o de la dirección de ella, pues no se trata de un caso de
inimputabilidad, sino de una situación de menor responsabilidad criminal.
La valoración del estado emocional: el universo “cualitativo” debe ser causa eficiente para que se
“active el disparador final”54. Es preciso aclarar que no es necesario que el autor haya sido
impulsado al delito por un motivo ético. Sí es imprescindible que las circunstancias justifiquen,
que el autor se haya emocionado en el grado en que lo estuvo.
Se ha hablado en doctrina y jurisprudencia de “la gota que rebasó el vaso”. Pero si así
fuera alegóricamente, el acto debe ser sorpresivo, violento y con capacidad de carga emotiva, por
aquello que la causa que genera el estado de emoción violenta debe estar objetivamente justificada,
esto es, debe ser jurídicamente admisible.
A veces es suficiente una seria y grave ofensa a cuestiones religiosas, familiares, de raza
o de sexo, lo que implica una actitud de discriminación (insisto seria y grave) por parte del ofensor.
HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL
“Preter” viene del latín y significa “ir más allá”, es decir que el sujeto ha ido más allá
de su intención. Se trata de un homicidio subjetivamente intermedio entre el homicidio simple y el
culposo. Aquí si hay como base de la imputación, una criminalidad subjetiva; directamente hay una
imputación delictiva, pero esa intencionalidad delictiva no alcanza a tener el grado de
intencionalidad homicida, sino que permanece en el grado de intencionalidad lesionadora. Es decir,
que el individuo solamente quiere causar un daño en el cuerpo o en la salud, pero resulta la muerte.
Ahora, según nuestra ley, no basta tener el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, y
que resulte la muerte fuera de la intención del sujeto, si no que establece un contralor objetivo de
esta falta de propósito, de matar. En efecto; establece que será admitido el tipo especial de
homicidio preterintencional, que es mucho más leve, más benigno, que el homicidio doloso, sólo
cuando el «medio empleado no debía ocasionar la muerte».Es decir, el homicidio preterintencional
requiere como base cierta el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, pero ese
propósito de causar daño en el cuerpo o la salud solamente es admisible si no está desmentido por el
medio empleado. Esto ocurre cuando el juez, en su juicio de experiencia llega a la conclusión de
que el medio empleado podía matar; no es admisible la causa. Entonces, desde el punto de vista
subjetivo, existen dos posibilidades de excluir la preterintencionalidad:
54
Marianetti, J.; “Emoción violenta”; Mendoza, EJC, 1997, ps. 263.
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a) Cuando usándose un medio que razonablemente no debía producir la muerte se prueba la
intención de matar sea directa, indirecta o eventual; y
b) Cuando no pudiéndose probar la intención de matar, es decir, que sólo habría tenido la
intención de causar un daño al cuerpo o en la salud, el medio demuestra que el individuo debió
tener la previsibilidad de que podía matar.
Es una figura autónoma porque no hay circunstancias que excluídas dejen en el fondo
ningún otro tipo fundamental de homicidio. Si se excluye la preterintencionalidad no queda la
figura de homicidio simple.
El proyecto de 1960 sustituye esta figura por el de «Lesiones calificadas por el
resultado». Hay que tener claro este concepto: cuando se desee tener la noción del medio empleado
no deben atenerse solamente a la estructura material del instrumento. Así, un instrumento no apto
en sí por regla para matar, puede ser un medio que en el caso concreto y razonablemente podría
producir la muerte; o un instrumento en sí apto para matar en la generalidad de los casos, como el
arma de fuego puede en un caso concreto haber sido usado como medio que razonablemente no
llevaba a la muerte. Ejemplo del primer caso: el golpe de puño, por lo general no lleva
razonablemente al resultado de muerte, en determinadas circunstancias, pero puede en virtud de la
constitución débil de la víctima volverse un medio mortal .Lo mismo puede decirse de un puntapié
violentamente dado. Como ejemplo del segundo caso: tenemos un instrumento objetivamente apto
para matar. El hábil tirador que maneja su revólver para no matar, tirando a la punta de las
extremidades, pero una circunstancia fortuita hace que la víctima se ponga en el centro del blanco
del tirador y lo mata. Evidentemente ese hecho demuestra que no quería matar, y esa es la función
controladora del medio, el medio, como instrumento por la forma de uso, debe demostrar la
intención de no matar, o solamente herir, o de solamente matar. En este último caso será un
homicidio doloso.
JURISPRUDENCIA
Concepto: mediante la expresión “estado de emoción violenta”, la ley requiere un fuerte estallido de
origen afectivo. El o los factores desencadenantes pueden o no ser conocidos con anterioridad por el
sujeto. La conducta del agente durante el estado emocional violento guarda relación con la
naturaleza de la crisis de los sentimientos que la condiciona. SCJBA, 12/12/89, “A., M.C.”; 13/9/94,
“S., A.A” 15/11/94, “S., L.J.”, JA Informática Jurídica Documentada Nº 14.27659.
Requisitos: ninguno de los tres elementos tipificantes de la emoción violenta –esto es: intensa
conmoción de ánimo, motivo moralmente relevante y reacción inmediata ante la permanencia de
circunstancias lesivas-, tuvo materialización en el caso, pues aún admitiendo la existencia de
amenazas cuyo destinatario fue el imputado, tales elementos condicionantes de una posible
reacción emocional se habían dado tiempo atrás y no el día del hecho. Tampoco resulta que se haya
creado un estado de temor cuya intendidad llevara al descontrol emotivo, elemento éste que el
legislador ha considerado indispensable para atenuar el obrar lesionante del bien jurídicamente
protegido. Incluso l actitud inmediatamente posterior del encartado, en el caso, retirarse a descansar,
revela la actitud distendida de quien de ha quitado un peso de encima o ha podido vengar afrentas;
pero nunca la de una persona emotivamente afectada. A más, el motivo moralmente relevante
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
exigido por la doctrina de esta Casación para legitimar el encuadramiento que se persigue, no
aparece delineado siquiera con mediana certeza, resultando extraña a la figura del art. 81. inc. 1º,
apartado a, toda reacción originada en el resentimiento o la venganza (ver sent. De esta Casación
del 13/9/99 en causa 329, “Vargas”). Trib. Cas. Penal de Bs. As., sala I, agosto de 2001, “I., L.”, c.
387.
Apartado b. Preterintencionalidad: es de aplicación el tipo penal que prevé el art. 81 inc. 1.b,
cuando no existió dolo de homicidio por parte del acusado, sino el propósito de causar un daño en el
cuerpo o en la salud de su oponente. Para aplicarse la figura de preterintencionalidad no se requiere
que se produzca una lesión y luego el resultado muerte, no es un delito de doble resultado, requiere
únicamente que el autor tenga el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud e otra
persona y que obrando así origine de manera inmediata o mediata su muerte, siendo laa relación
causal la ordinaria del homicidio. Cpen de Mercedes, sala I, 17/10/96, P 57467. RSD- 256-96
(JUBA).
ARTICULO 82. - Cuando en el caso del inciso 1 del artículo 80 concurriese alguna de las
circunstancias del inciso 1 del artículo anterior, la pena será de reclusión o prisión de diez a
veinticinco años.
DOCTRINA
El atenuante también rige para el parricidio, es decir, para el homicidio agravado por el
vínculo que une al autor con la víctima. Consta que en un mismo caso concurren una circunstancia
agravante y una atenuante. Estamos frente a uno de los pocos casos que contempla el código de una
concurrencia de este tipo, ( en las lesiones, como se puede advertir, no esta regulado). En un
principio, como podemos deducir, este concurso de agravante (vínculo) y atenuante (emoción
violenta) era resuelto por el código deficientemente, ya que se daba primacía al agravante; al ser la
pena de diez a veinticinco años era superior a la del homicidio simple, lo que indica que primaba la
fuerza del agravante.
Pero la ley 17.567, con buen criterio, redujo la pena de dos a ocho años de prisión. Por lo
que la amenaza penal era sensiblemente inferior, corrigiéndose de esta manera uno de los errores
más notorios del Código Penal. La pena establecida era mucho menor que la del homicidio
calificado y un poco mas grave que la del homicidio en estado de emoción violenta.
En definitiva, en su momento, la reforma había solucionado correctamente el problema,
haciendo primar el atenuante sobre el agravante, como por otra parte lo habla sentado
unánimemente la doctrina.
JURISPRUDENCIA
Pena: la actual redacción del art. 82 por la desmesura de la pena que conmina en abstracto, no
constituye precisamente una norma justa. Y la circunstancia que reprima con mayor severidad al
145
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tipo contenido en el art. 82 –reclusión o prisión de 10 a 25 años-, cuya transcendencia resulta de
mayor grado que la contenida en el art. 80 último párrafo, pone de manifiesto una desproporción
que afecta la justicia y la equidad. Sup. Trib. Justicia de Viedma, 30/5/91, “A., M s/homicidio
agravado por el vínculo reit. En grado de tentativa, en estado dde emoción violenta”, sent.
00PE000050.
ARTICULO 83. - Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el que instigare a otro
al suicidio o le ayudare a cometerlo, si el suicidio se hubiese tentado o consumado.
DOCTRINA
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
no correcto o de lecturas deprimentes, o falta de correspondencia amorosa, tampoco las amenazas o
malos tratos que obviamente posean su encuadre penal y pristinamente no tengan el fin de la
muerte, ni se lo representen.
La instigación debe ser causa eficiente del suicidio; dirigida desde el instigador ha de
causar la muerte. Sus consejos, promesas, órdenes, sugestiones, estimulaciones, etc..., deben poseer
idineidad suficiente para lograr el suceso letal. En definitiva, lo que se quiere es que el otro se
resuelva a hacer, es decir se autoelimine.55
La ley hace también referencia a ayuda, la cual puede ser moral, o material; y puede ser
antes del suicidio o en el momento de ejecutarse. Ayudar al suicida quiere decir, realiazar actos,
anteriores o concomitantes al hecho, tendientes a facilitar el suicidio. Estos actos no pueden ser
sobre el cuerpo del otro, porque se estaría frente a un homicidio. Pero tiene que ser caso de auxilio
que no rebase los límites de la complicidad, porque en cuanto rebase estos límites se cae en el
homicidio. Tampoco debe darse que el autor vaya a la muerte como resultado de la acción del
tercero , porque en tal caso el tercero puede ser autor mediato.
Para la punibilidad se exige que la muerte se haya por lo menos tentado o consumado,
mientras no se de el hecho del suicidio como tentativa o consumado punibilidad. En el caso de la
tentativa, no se tiene que tener en cuenta el hecho del suicida, porque éste no se castiga, sino que lo
que se castiga es la incitación y el auxilio. Así, pues, resulta indiferente que en la ejecución de los
hechos por parte del suicida se haya frustrado el plan por desistimiento del propio suicida, o por
causas ajenas a su voluntad. Siempre estamos dentro del plano de la tentativa respecto al que incitó
o ayudó. Entendemos que puede darse la ayuda por actos de omisión.
JURISPRUDENCIA
Medios para el suicidio: el que proporciona a otro los medios para suicidarse, aun cuando intente
también quitarse la propia vida, incurre en el delito de instigación al suicidio. CNCCorr., 8/9/22,
DJLL VI-863(Estrella y Godoy Lemos Código Penal, p. 139.)
*ARTICULO 84.- Será reprimido con prisión de seis meses a cinco años e inhabilitación
especial, en su caso, por cinco a diez años el que por imprudencia, negligencia, impericia en
su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo, causare
a otro la muerte.
El mínimo de la pena se elevará a dos años si fueren más de una las
víctimas fatales, o si el hecho hubiese sido ocasionado por la conducción imprudente,
55
Parma, Carlos; Jurisprudencia Argentina, Nº 5948, BS. As., 1995, p. 16.
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negligente, inexperta, o antirreglamentaria de un vehículo automotor. Modificado por: LEY
25189 Art.1 ( (B.O. 28/10/99) articulo sustituido )
DOCTRINA
El “homicidio culposo”se caracteriza por la acción u omisión del sujeto activo que causa la
muerte de una persona por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión, o
inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo.
56
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 728.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Una depuración mayor del elemento culpabilidad, se produce en la concepción finalista de la
acción, pues para los autores que comparten esta corriente, encabezada por Welzel, la culpabilidad
es solamente reprochabilidad.57
Las nuevas corrientes de carácter normativo explican a la culpabilidad como la
reprochabilidad del injusto al autor, porque le era exigible motivarse con la norma y pudiendo hacer
algo distinto no lo hizo optando por ser “infiel” (Jakobs) a la norma. El injusto resulta ser una
conducta típica y antijurídica. Roxin lo explicaba diciendo: “se enjuicia la acción típica concreta...
conforme los criterios de la permisión o prohibición... el injusto contiene acción y tipo: sólo las
acciones típicas pueden ser injusto penal58.
Voluntariedad de las acciones: se puede tener de la voluntad un concepto huérfano de valores,
puramente psicológico. Se traduciría como la facultad de querer algo, la apetencia derivada de los
instintos, deseos sublimados, reacciones temperamentales, que determinan impulsos nerviosos,
emanados de los centros supeiores del cerebro, los que a su vez dan lugar al movimiento muscular o
la inactividad. Esta idea de la voluntad supone que, siendo la voluntad el componente subjetivo de
la acción, siempre contiene el querer y tiene una finalidad, aunque sea la más elemental, en el
sentido de que no requiera una elaboración mental previa.
Dentro de las ideas naturalistas se sostiene, a la manera del positivismo criminológico, que la
voluntad, y por ende el componente subjetivo de la acción, es una manifestación de la personalidad
que determina la conducta, el comportamiento.
Una postura opuesta, es la que ve en la voluntad un concepto valorado, que puede ser
entendido de dos maneras: a-como lo puramente intencional, que deliberadamente y como producto
de un razonamiento normal se dirige a la consecución de un resultado, sin calificar a éste; b-la otra
forma es entender lo voluntario como intencionalmente malicioso, produciéndose una asimilación
con el dolo, tal cual se lo consideró en la concepción causalista.59
Formas de la culpa: son la imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia de los reglamentos o
deberes a cargo.
La regla indica que la imprudencia es un exceso en la acción en tanto la negligencia es un
defecto en la acción. Exceso y defecto, anverso y reverso de la misma moneda.
Imprudencia: es aquella conducta arriesgada o peligrosa para las personas o bienes ajenos. Es un
exceso en la acción.
Negligencia: es la conducta caracterizada por un comportamiento descuidado, es decir, la falta de
adopción de las precauciones debidas. Es un defecto en la acción.
Impericia: es el desconocimiento técnico o el no contar con la habilidad necesaria para la tarea que
se emprende.
Inobservancia de los deberes a cargo: quien incumple las obligaciones que genera la actividad
desarrollada.
Inobservancia de los reglamentos: es no atenerse a los que presentan un modo de obrar
determinado, emanados de una autoridad competente.
57
Terragni, Marcos Antonio, “culpabilidad penal y responsabilidad civil”, Ed. Hammurabi, 1981, ps.160-161.
58
Roxin, Claus; “Derecho Penal. Parte General”; Tomo I, Madrid, Civitas, 1997, ps. 219.
59
Terragni, Marcos Antonio, “Delitos contra las personas”, Ed. Jurídicas Cuyo, 2000ps. 395/6.
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No obstante, autores como Soler, entiende que la extensa enumeración que contiene la
norma de comportamientos culposos, es reductible a la imprudencia y la negligencia, puesto que la
impericia en arte o profesión no es punible por sí misma, sino cuando la muerte es provocada por
impericia imprudente, cuando el sujeto emprendió una acción para la cual se sabía incapaz, o por
impericia negligente, cuando el agente realizó la acción teniendo el deber de saberse incapaz.
Respecto a la inobservancia de los deberes y reglamentos, continúa diciendo que resulta inadmisible
imputar objetivamente la muerte producida al mero incumplimiento de los mismos, sino que tales
violaciones hacen imputable el hecho porque ordinariamente implican negligencia o imprudencia, al
menospreciar las previsiones, evidenciando falta de interés y despreocupación para evitar el daño
que podría producirse con su accionar.
Con relación al agravante que establece el artículo in fine, surgió como una respuesta de
nuestros legisladores a las necesidades del momento y a un reclamo de la sociedad toda. Así,
mediante ley 25.189 de 1999, se elevó el máximo de la pena a cinco años (antes eran tres), y el
mínimo de la pena, que sigue siendo de seis meses, se eleva en virtud del segundo párrafo
incorporado, a un mínimo de dos años si fueran más de una las víctimas fatales, o si el hecho
hubiese sido ocasionado por la conducción imprudente, negligente, inexperta o antirreglamentaria
de un vehículo automotor. Este agravante, tiene como fundamento, que el riesgo y el peligro que la
conducción de un vehículo implica, obliga al agente a observar un mayor deber de cuidado.
A los efectos de establecer la responsabilidad resultante de la culpa, es necesario determinar
un nexo de causalidad, es decir, si entre la conducta del agente y el hecho existe una relación causal,
de modo que se justifique atribuir el resultado, si este fue causado por una de las conductas que
formas los delitos culposos. De modo, que es indispensable establecer cuál fue la conducta que
originó el peligro que tuvo como resultado el típicamente previsto, y además, determinar si el
agente, al adoptar esa conducta, desconoció el deber de cuidado que le incumbía.
La tentativa: la falta de producción del resultado hace imposible la punición de la tentativa en los
delitos culposos, sino que además la tentativa es incompatible con la existencia de una voluntad que
no está dirigida a cometer un delito60.
La cuestión es por demás lógica: la norma exige que “el que con el fin de cometer un delito
determinado” (art. 42 del C.P.) . Muchos autores han pensado, hasta si se quiere con razón, que el
mismo Código Penal mostraba a través de esta norma su impronta finalista. Lo cierto es que la
tentativa no admite ni siquiera el dolo eventual, mal podría admitir entonces la culpa.
JURISPRUDENCIA
Imputación: “la causación del resultado no es condición suficiente, ya que es necesario colocar la
impronta del principio de culpabilidad para poder responsabilizar al encartado, eliminando
cualquier vestigio de responsabilidad objetiva, de casualidad, infortunio de la víctima o bien de la
mentada “versari in re ilícita... la prudencia... es la virtud cardinal que le muestra al hombre sus
límites.... la imprudencia es el defecto contrario a la prudencia, es decir aquello que enseña al
hombre a discernir lo bueno de lo malo, lo oportuno, lo que corresponde de lo que no, y actuar en
concordancia” (5ta. Cámara del Crimen de Mendoza; expte. 2836, carat.: “F. c/ Rojas”, fallo 791
del 15/02/2000).
60
Terragni, Marcos Antonio, “homicidio y lesiones culposos”, ED. Hammurabi, 1979, p. 48.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Con “dolo eventual”, no admisión del homicidio culposo: “es autor no sólo quien cumple actos
típicamente consumativos sino también quien, con su presencia activa cumple los actos adecuados
que integran la objetividad y la subjetividad del suceso (conf. crit. Trib.Sup. cordoba. "Cristeche"
1969. v/jpba tº 23. f. 3693. cit.por Manigot, Marcelo en cód.penal anotado.p.136.ed. 1970: íd.crit.
c.c.c.San Martin. sala ii.12/8/94. c. 21142 .Roque y Centeno.v/ jpba tº 90 p.55 -f.124). C.Roxin ("en
el limite entre comisión y omision" en problemas basicos del derecho penal, madrid, ed.reus 1976
pág.226)...dada la alta velocidad implementada de 137, 65 kms.por hora, como mínimo, el “honda civic”
obró como arma letal en el resultado obtenido, al superar holgadamente los límites legales de
velocidad precaucional que indica el art.50 de la ley 24449... 1º) el delincuente rutero debe ser
tratado como un delincuente común, porque interviene la intencionalidad, así como el factor
psíquico.2º) la seguridad psicológica de la impunidad de los conductores, se traduce en una
peligrosidad cada vez mayor y en un aumento dramático de los accidentes del tránsito.estas
opiniones, ejemplificativamente, se reflejan en el dec.779/95 que reglamenta la ley 24.449 de
tránsito y seguridad vial (conf. “delitos de tránsito” por Ricardo Levene (h) y Clara Basili en
Rev.La Ley del 22 de mayo de 1996).... decidió asumir -indiferente, centrado en sí- su
comportamiento peligroso frente a los bienes jurídicos afectables y ante las exigencias del derecho
vigente, creando un riesgo intolerable (conf.crit.frisch, Wolfgang. “dolo y riesgo”, ps.23, 73 y sigs.colonia,
alemania, 1983), no importándole, dado que allí fueron dirigidas sus acciones de “disparo”... ese
asentimiento selectivo inicial -causalidad dirigida- supo convivir “ex ante” en la óptica de su autor
con una inusual indiferencia irrespetuosa previa hacia semejantes (seres humanos) dado que el
resultado letal es no querido. (conf.crit. Muñoz Conde, Francisco, "Teoría General del Delito", p.
61, 2da edición, Valencia, España. 1988)..."sin desear ni tener por necesario el resultado..." el
autor"...está, no obstante, decidido a obtener el objetivo extratípico por él perseguido, para lo cual
tiene conscientemente en cuenta determinada probabilidad de concreción del resultado típico o, en
todo caso, consiente en su realización o se conforma con ella; o bien, por último, consiente en la no
deseada o, al menos, indiferente concreción del resultado, por la inserción del riesgo en la "conditio
sine qua non" de su actuar, al que no quiere renunciar" (conf. Reinhart Maurach, D.Penal, pte Gral,
p.386, actualizada por Heinz ZIPF.Edit.Astrea, Bs.As.íd. T.O.C.10, 11/5/98, "Lahera, Guillermo
Raúl s/Homicidio y encubrimiento" -firme)...El objetivo extratípico es buscado conscientemente en
forma transgresora, y sus conocimientos vehiculares -que los posee- no valen como freno apto y
suficiente para que el imputado evite su acción renunciando a la vertiginosa velocidad decidida,
sino que prefirió asumir con su conducta -nacida anormativa- el riesgo ínsito conocido de la misma
(peligroso para otros y aun para él). (v/Herzberg, Rolf Dietrich. “La intención de delinquir con dolo
y sus diferencias de comportarse y conducirse con la imprudencia consciente” JZ.1988, Berlin,
ps.573 y sig).... lúcida voluntad anormativa, no desistida o renunciada -por indiferencia o egoísmo-
no pudiendo argüirse la propia torpeza (pues no la hubo), siendo el resultado (obvia consecuencia
directa de la propia volición extratípica) causalidad adecuada apta y suficiente de esa previa
voluntad anormativa inicial, todo lo cual se adecúa -al momento calcinante del auto con sus
víctimas- a un tipo penal concreto..."En el dolo eventual se dirigen las acciones; lo condicionado, probable o
posible, es el acontecer, como consecuencia de un menor conocimiento o dominio de los hechos; pero el contenido de la
voluntad, propio del dolo, no desaparece". (conf. Fontan Balestra, Carlos, Trat.de D.Penal tº II, p.256 y
sigs.Bs.As.1995;v/S. Soler, D. Penal Argentino. Tº. II, § 42, VIII y notas 27 a 30, Ed.TEA,
Bs.As.1963)... ese querer extratípico, nos garantiza interpretativamente ante la mera probabilidad
del suceso la capacidad de evitación del resultado, evitando sus actos iniciales propios, de lo que
se deduce -dada su ausencia- un evidente conformismo del incuso a todo su accionar (conf.
Herzberg, Rolf Dietrich, “La intención de delinquir con dolo y sus diferencias de comportarse y
conducirse con la imprudencia consciente” Ed.1990, JZ 1988, p.573/7 y sigs.) pues se acepta el
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riesgo... integra el dolo "el elemento ético o de negación del derecho, consistente en actuar con el
conocimiento de que la acción es contraria al orden jurídico", (conf Fontan Balestra, Carlos,
"Trat.de D.Penal, tº II, Pte Gral, # 38. p.252 Edic.Abeledo-Perrot, abril 1995).... ese "conocimiento de
todas las circunstancias de hecho correspondientes a la definición legal que acompaña a la actuación
voluntaria" (conf.Von Liszt. Trat.D.Penal, citado por Dr. S. Soler en "D.Penal Argentino", tº II, p.90.Edit.Tea,
Bs.As) asintiendo la "producción eventual" del hecho ilícito "por no desistir de su acción", pues "resulta
jurídicamente querido aquello representado como posible, siempre que esa representación no sea causa de
abstenerse de obrar" (conf.S.Soler, obra citada, tº II, p.94;íd.crit. T.O.C.10, 11/5/98, "Lahera, Guillermo Raúl
s/Homicidio y encubrimiento" -firme)... se ha determinado jurisprudencialmente que, para que exista
dolo eventual, aun la mera "suposición del resultado lesivo, o al menos su posibilidad, ya al poner
en marcha el vehículo" (conf.crit.C.C.C.sala 3ª, 2/3/1991, Venezia, Oscar S. y otro, v/JA 1992-II-
627) y también, que el ánimo reprobable que constituye el punto de apoyo del dolo ante la
eventualidad del resultado puede ser el simple estado subjetivo de indiferencia ante la
representación de la probabilidad de que ocurra el delito (CCC, sala IV c.2491, "Olivera, Leonardo
R. s/homicidio culposo" rta. 16-2-95 con citas de Núñez, Ricardo, "Trat.de D.Penal", pte gral. II, ps.58,
60/1; conf. Wilhelm Sauer, D.Penal, p.268, trad.Juan Del Rosal y José Cerezo Mir, Barcelona, España,
1956;conf. Wilhelm Gallas, “La Teoría del delito en su momento actual”, trad. Juan Cordoba Roda)... El
imputado optó -actos voluntarios categóricos- al aprobar su velocidad por él elegida, contra el bien
jurídico protegido, pues “quien cuenta con la posibilidad de un resultado típico, y, a pesar de todo, ello no
le hace desistir de su proyecto, se ha decidido así -mediante actos concluyentes- en contra del bien jurídico
protegido” (conf.Claus Roxín, D.Penal, Pte.Gral, Fundamentos de la Estructura de la Teoría del
Delito, tº 1, nº 30, pág. 429, Ed.Civitas, Madrid, España. 1997;íd.Kaufmann, Armin. "El dolo
eventual en la estructura del delito", p.185 y sigs. Traducc. Suarez montes, ADPCP, 1969, Madrid,
España).Al respecto el Proyecto de Cód.Penal del año 1960 del Dr. S. Soler), determinaba que obra con dolo el que
quiso de modo directo el hecho ilícito y también aquel que asintió a su producción eventual por no desistir de su acción (art.
19)... ha optado, y su aceptación previa implicó aquiescencia al resultado eventual y no obstante, se
demuestra ello, habida cuenta no abandonó ni se desvió mínimamente en ningún momento ante la
ejecución de su temeraria velocidad elegida. (v/Jimenez de Asúa, Luis “Tratado de Derecho Penal”,
tº.V, nº 1590, pág. 578)..."El sujeto que actúa con dolo eventual, no actúa descuidadamente. Antes bien, "sabe" lo
que hace y siendo consciente del grado de peligro que su comportamiento lleva implícito para un bien jurídico, bien
por indiferencia, bien por desprecio hacia ese bien jurídico, o bien sin albergar ningún tipo de sentimiento negativo
respecto a ese bien jurídico, sigue actuando, decide seguir adelante con su comportamiento, anteponiendo sus
intereses a la integridad del bien jurídico que con su hacer amenaza. Este tipo de acciones no se pueden calificar,
desde luego, como simplemente descuidadas." (conf.Diaz Pita, María del Mar. "El dolo eventual" pág.45, Ed
Tirant Lo Blanch, Valencia, España, 1994)... ha dicho el Dr.Jorge Frías Caballero (“¿Homicidio simple
con dolo eventual en el tránsito automotor?, v/La LEY tº 1995-B, p. 1432) “No existe el menor
fundamento para afirmar que los delitos de homicidio o lesiones en el tránsito vehicular únicamente pueden
cometerse en forma culposa…. Quien conduce un automotor con exceso de velocidad o violando un semáforo rojo,
por ejemplo, no es un mero "pecador venial"o un "caballero del tránsito" marcado por la mala suerte sino un
auténtico criminal que perpetra un "pecado mortal" de homicidio o de lesiones, con culpabilidad que puede
llegar hasta el dolo ¿Porqué razón pues, se habría de asegurar que siempre actuará con
responsabilidad culposa? El cambio radical consistente en abandonar la inveterada calificación de homicidio
o lesiones culposas y su sustitución por la de homicidio simple con dolo eventual, implica una ruptura
encomiable con una tesis tradicional evidentemente apriorística y equivocada”.... teoría "del
asentimiento" según la cual hay dolo cuando el agente obró con fría indiferencia frente a la
representación de lo posible o probable, o cuando ante esa representación adoptó una actitud
interior de notorio menosprecio por la norma que prohíbe o manda y que ese criterio pareciera
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inspirar al Dr.Sebastián Soler cuando sostiene que el sujeto "afirma un disvalor en el acto de
menosprecio..." En el dolo eventual, dice, existe una actitud de "indiferencia ante la posibilidad de
producir o no producir el resultado...". (conf.S.Soler, “D. Penal Argentino, tº II, & 42, p.117,
Ed.TEA, Bs.As.1958)...De un sujeto imprudente se esperaría por el derecho que tenga más cuidado
en sus acciones futuras, no así de un individuo “anormativo”, con el debido conocimiento “ex-ante”
del riesgo y peligro existente para un bien jurídico penalmente relevante, indiferente a ello, cuyo disvalor de
conducta nos indica la gravedad del encuadre y del reproche...Así siguiendo a Nuñez, el ánimo
reprochable que caracteriza al dolo eventual puede ser ya el simple estado anímico de la sola
indiferencia ante la representación de la probabilidad de que ocurra el delito (confr. Nuñez, Ricardo
"Trat. de D.Penal" t. II, Ed. Lerner, 1987)...Desde el ángulo del conocimiento, Enrique Bacigalupo dice que
obra con dolo, quien sabe lo que hace y la capacidad peligrosa de su actuar (Bacigalupo, D.Penal, Pte. Gral, p. 320,
nº 606, Edit. Hammurabi, Bs.As.Julio1999).... "quien inobserva los reglamentos de tránsito, creando un
peligro para los transeúntes o pasajeros, actúa con dolo eventual, porque acepta la producción del resultado
aunque no lo haya perseguido directamente con su conducta. (conf. Dr.Hugo Rocha Degreef, v/LA LEY
2000-A-1180. "Homicidio por imprudencia u homicidio simple")...El "animus" reprochable no lo es
en razón de "querer" el resultado delictivo, sino el estado de desaprensión ante la representación de la
probabilidad;es decir "laissez faire", "laissez passer" ante la probabilidad del hecho. Incluso la
vehemencia que oponga el autor y los esfuerzos que haga por evitar su producción no quita la calificación
de eventual (conf.C.C.C. sala IV.27//9/99, c.11.847 “Cañete, Sergio s/homicidio culposo”;íd. Sproviero, Juan Horacio,
"Dolo, la voluntad como presupuesto de la sanción", Ed.Ghersi-Carozzo, Bs.As.1986, págs.78/80)...amerita
imponer como condena, la pena de doce (12) años de prisión de efectivo cumplimiento, e inhabilitación
absoluta por igual tiempo de la condena e inhabilitación especial para conducir automotores por el tiempo máximo
previsto en la la ley de fondo y costas procesales por considerarlo autor penalmente responsable del delito de doble
homicidio simple cometido con dolo eventual(arts.5, 12, 20 bis, inc. 3º, 29 inc.3°, 45, y 79 del Código Penal y arts.
530, 531 y 533 del Código Procesal Penal de la Nación) (Tribunal Oral Criminal nro. 30, Buenos Aires;
causa: “Cabello”, 21/11/03).
DOCTRINA
La ley no define en qué consiste la acción y refiere a ella solamente por sus consecuencias:
causar un aborto. Qué se entiende por aborto a los fines de la aplicación de la norma es un
interrogante que ha traído dificultades, pues puede haber diversas formas de afectar el bien
jurícamente tutelado.
Para clarificar el tema es decisivo fijar qué es lo que protege la ley con estos preceptos:
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Están agrupados bajo el Título l "Delitos contra las personas", en el Capítulo 1 "Delitos contra
la vida". No puede quedar duda de que el bien jurídico en juego es la vida de una persona: de una
persona por nacer. Este es el producto de la concepción de una mujer, que se materializa cuando un
óvulo fecundado por un espermatozoide se implanta o fija en el seno materno. Se puede producir el
aborto desde entonces hasta el nacimiento.
El nacimiento es un proceso, que comienza con las contracciones uterinas regulares e ininte-
rrumpidas: cuando se borra el cuello uterino y se dilata, mientras comienza a recorrer el feto el
trayecto útero-vaginal.
Si el nacimiento ha comenzado, la agresión antijurídica que se perpetre contra el ser que
emprende de esa manera la vida independiente, constituirá delito de homicidio, de parricidio o de
infanticidio, según sea el caso.
Carrara denomina al delito que estamos estudiando feticidio, para recalcar que se trata de la
muerte del feto; lo define como la muerte dolosa del feto dentro del útero, o como su violenta
expulsión del vientre materno, de la que se sigue la muerte del feto.
Esta definición, que incluye dos acciones alternativas, recuerda que el concepto médico legal
es el de la expulsión provocada prematuramente, y reflejo de esas dos maneras de concebir el delito
es la citada previsión del Proyecto Soler de 1960.
Bien jurídico protegido: es digno de recordar que la filosofía pagana no veía en el feto, mientras
estuviera encerrado en el seno materno, sino una parte de la mujer, lo que llevó a estimar que ella
podía disponer de esa porción de su cuerpo61.
Resulta notorio que ese pensamiento aún mantiene su arraigo en las sociedades contemporá-
neas, en algunas de las cuales se pone más el acento en la libertad de la mujer, que en la vida del ser
en gestación. Puede considerarse una manifestación de esa forma de pensar el histórico fallo dictado
en 1973 por la Corte Suprema de los Estados Unidos de América en el caso "Roe vs. Wade" en el
que se decidió que es un derecho de la mujer (como derivación de principios constitucionales) el de
interrumpir su embarazo. Aunque corresponde aclarar que en “Webster vs. Reproductive Health
Services” de 1989 el tribunal admitió importantes restricciones a la práctica del aborto establecidas
en la legislación del Estado de Missouri, cuya Constitución declara que la vida humana comienza en
el momento de la concepción.
Ya que otros intereses juegan en el tema, no es raro que en algunas legislaciones se considere
menoscabado el interés del Estado en el incremento de su población o el derecho del marido sobre
la prole esperada, como sostenían los romanos. El Código italiano de 1930 incluye el aborto entre
los delitos contra la integridad y la salud de la estirpe y el belga entre los que afectan el orden de las
familias y la moralidad pública.
Que la ley argentina protege al ser en gestación no queda ninguna duda: lo demuestra la
ubicación del delito en el Código, a la que antes hemos hecho referencia, y además el hecho de que
el feto no puede ser atacado por nadie: sea por la madre, por el padre, o por terceros en general.
La razón de ese resguardo no requiere de mayores consideraciones. Se trata de un hombre: ha
comenzado su ciclo vital y no podrá nacer si no se lo ampara. El Derecho, que así lo hace,
castigando los atentados que se lleven en su contra, refuerza las previsiones del amor, cuando lo
hay, o lo reemplaza cuando, quien más debería desear el nacimiento, no lo tiene.
61
Carrara, Programa de derecho criminal, cit., # 1249.
154
http://revista-temas.blogspot.com.ar/
155
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La comunidad jurídica de las naciones, acepta estos principios. La Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 establece en su art. 6o.: "Todo ser humano tiene derecho, en todas
partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica", mientras que la Convención Americana
sobre Derechos Humanos de 1969 firmada en San José de Costa Rica dispone que "para los efectos
de esta Convención, persona es todo ser humano" (art. 1 inc. 2) y que "Toda persona tiene derecho a
que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento
de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente" (art. 4 inc. 1).
Nuestro codificador Vélez Sarsfield, casi un siglo antes de que surgiesen esos pactos
internacionales, incorporados en 1994 a nuestra Constitución nacional, tenía clara noción de que el
ser humano debe ser protegido desde la concepción, pues desde entonces es persona. Por eso su
nota al art. 63 del Código Civil expresa que "las personas por nacer no son personas futuras, pues ya
existen en el vientre de la madre".
Sostener que el bien jurídico protegido es la vida del feto no significa desconocer que en el
aborto no consientido por la mujer, está afectado su derecho a llevar adelante la maternidad, lo que
la legislación argentina contempla adecuadamente al disponer escalas penales distintas: más severas
para ese caso que para aquél en que el autor obra con el acuerdo de la futura mdre (art. 85).
Vida del fruto de la concepción: si el bien jurídico protegido es la vida del feto, obviamente se
requiere que esa vida exista. No habrá, pues, delito de aborto si el producto de la concepción ha
interrumpido, por cualquier causa que fuere, su desarrollo, ntonces el delito desaparece por falta de
objeto, según dice Carrara. Tampoco podrán constituir delito imposible las maniobras que se
realicen en esas circunstancias, ya que no se trataría de un caso de tentativa inidónea sino de
ausencia de uno de los requisitos típicos, como lo es en el caso el sujeto pasivo del atentado, para
usar la terminología de ese autor.
Tampoco habría el delito imposible de que habla el art. 44 del Código Penal si la mujer no
estuviese embarazada, caso que ha preocupado desde antiguo, por la frecuencia de equívocos de esa
naturaleza. Los estatutos ingleses -decía Tejedor en una de las notas que ilustran su Proyecto-
prevén el caso en que no sea cierto que la mujer estaba embarazada: "queda entonces una intención
criminal con un hecho material equívoco; y la pena se reduce a una prisión que el juez mide casi
arbitrariamente". Esta solución no sería aplicable con nuestra legislación, que no pena la voluntad
criminal por sí, salvo que se materialice en el comienzo de ejecución de un hecho previsto como
delito por la legislación positiva, lo que constituye la derivación de lo dispuesto por el art. 42 Cód.
Penal. La represión del delito imposible no puede hacerse a expensas del principio de legalidad,
consagrado por el art. 18 de la Constitución Nacional, de manera que la imposibilidad solamente
puede provenir -para una eventual sea factible- de los medios utilizados por el autor realizar el
hecho típico. Si la mujer no estuviese embarazada falta algo mucho más importante que los medios
idóneos: no existe el objeto de la protección legal, que es feto. De manera que el suceso únicamente
será punible por las eventuales lesiones que produzcan terceros, pues si la propia mujer se las
provoca no será responsable ya que la autolesión es impune, salvo supuestos de excepción ajenos a
este tema.
La cuestión de cuándo se considera que existe feto (entendida la palabra en sentido amplio,
como producto de la concepción que abarca las etapas huevo, embrión y feto) ha dividido desde
antiguo a la doctrina. Nosotros coincidimos que es desde el momento en que un óvulo fecundado
por un espermatozoide queda implantado o fijado en el seno materno. Si el embrión fuera
concebido in vitro gran cantidad de células ya habrían comenzado el proceso de reproducción y no
obstante que en esas experiencias se interrumpe la de división de la mayor parte de ellas (que
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podrían haber llegado a constituir una vida humana independiente si hubiesen sido implantadas con
éxito en un útero) esas cédulas indiferenciadas carecen de protección legal. Es muy probable que
cuando se generalice el uso de tales prácticas y la sociedad advierta problemas que afecten la
relación intersubjetiva, nuestro país comience a procurarse pautas normativas que contengan
asimismo sanciones penales, como las que propicia Gabriela Urciouolo en su trabajo doctrinario
inédito "Ingeniería Genética y Derecho Penal".
Una parte de esa monografía, citando la Declaración ética sobre fecundación in vitro de la
Sociedad Americana de Fertilidad dice:"Si bien la existencia biológica del ser humano coincide con
la fecundación del óvulo y desde ahí queda constituído en un ser único, este embrión durante los
primeros días es un conjunto de cédulas indiferenciadas (tan es así que hasta se puede dividir en dos
partes y obtener dos embriones); recién comienza la distinción histológica a partir del décimo cuarto
día de gestación, cuando surge la cresta neuronal e incluso se puede hablar de principio de
sensibilidad y coincide con la anidación en el seno materno. A partir de esa fecha la ciencia médica
lo considera un individuo en sentido real".
Durante un congreso sobre Bioética celebrado en Milán a comienzos de 1991 el teólogo
salesiano Norman Ford, presidente del Catholic Theologic College de Melbourne reactivó la
cuestión sobre el comienzo de la existencia de las personas, e insistió en que el cigoto no es un
individuo sino un grupo de cédulas diversas unidas por una membrana que no formará parte del
organismo. Corresponde entonces, dijo, que los juristas, médicos y teólogos analicen los
significados que, para sus respectivas áreas, tiene ese período de catorce días en que solamente hay
un preembrión.
Muerte del sujeto pasivo: el delito consiste en dar muerte al feto, lo que no es necesario que
ocurra en el seno materno, sino que puede ser expulsado con vida y morir como consecuencia de
esa expulsión prematura. Si luego de la expulsión la criatura viviese, las acciones abortivas habrían
quedado en grado de tentativa punible, salvo para la madre en la situación prevista por el art. 88. En
caso de que la muerte se provocase durante el nacimiento, por acción independiente a la abortiva, el
hecho sería propio de homicidio, parricidio o infanticidio, según el caso.
El aborto causado por un tercero: la ley prevé dos casos en los respectivos incisos del art. 85,
que se diferencian, porque el agente actúa sin o con el consentimiento de la mujer: en el primero, la
reclusión o la prisión serán de tres a diez años y podrán elevarse hasta quince años si el hecho fuere
seguido de la muerte de la mujer. En el segundo, la reclusión o la prisión serán de uno a cuatro años
y el máximo de la pena llegará a seis años, si se produjera la muerte de la mujer.
a) Dolo: se trata de tipos dolosos que, como tales, requieren que el autor conozca el embarazo y
dirija su acción a la muerte del feto. Parte de la doctrina sostiene que solamente puede ser cometido
con dolo directo, argumentando que si se diera el caso de causar un aborto con violencia, pero sin
haber tenido el propósito de provocarlo, la figura aplicable sería la del art. 87.
Esta opinión deja de lado que el autor de este último delito no quiere directamente el aborto ni
ratifica su producción eventual; por lo mismo, su actitud respecto del aborto no es dolosa, en lo que
todos los comentaristas están de acuerdo. Pero si alguien no quiere directamente el aborto, pero le
es indiferente que se produzcaa o no, obra con dolo eventual. Y ello es posible, por lo menos con
referencia a la acción prevista por el inc. 1º del art. 85.
b) Consentimiento de la mujer: las razones por las cuales se pune más severamente la
actuación que no cuenta con el consentimiento de la mujer ya las hemos expuesto al tratar acerca
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
del bien jurídico tutelado. Es fácil comprender la diferencia porque el delincuente frustra -en ese
caso- la más natural de las aspiraciones de una mujer, que es la de ser madre.
Si la misma mujer da su consentimiento la pena para ella tendrá la misma duración que la
prevista por el art. 85, con la diferencia que éste también prevé reclusión, y la mujer solamente
puede ser amenazada con prisión, conforme al art. 8862.
El consentimiento puede darse de cualquiera de las formas aptas para exteriorizar la voluntad,
y no requiere de la mujer otra condicion que la de poder entender que está aceptando que se le
practique un aborto. La doctrina excluye, con razón, los requisitos que pone la ley civil para la
validez de los actos jurídicos que requieren la concurrencia de acuerdos; pero los mismos
comentaristas que así opinan exigen que la embarazada tenga capacidad penal, de la que están
excluídos los menores, los inimputables y los que actúan bajo error o amenaza, según las citas que
hace Fontán Balestra, quien agrega: No es eficaz el consentimiento presunto, ni el prestado por los
padres, tutores o curadores, esto último por limitación expresa de la ley.
En esta argumentación, empero, hay una incongruencia, pues no es posible acudir a
parámetros legales de ese tipo cuando se trata del consentimiento para que se ejecute un delito (otra
es la situación que contempla la segunda parte del art. 86). De manera que especular sobre, por
ejemplo, las facultades que tienen tutores o curadores, no es atinente al caso, ya que nadie podría
actuar como representante legal del menor o del insano y dar como tal un consentimiento válido
para que se cometa un delito. En cuanto a que la ley penal considera incapaces a los menores, y por
lo mismo el consentimiento de ellos no sería tendría eficacia, tampoco constituye un razonamiento
aceptable, pues de ninguna manera podrían las menores, que no entendiesen la naturaleza del acto,
consentir en que se les practique el aborto.
Como obviamente el autor del delito previsto por el art. 85 inciso 2o. no podría exigir un
consentimiento prestado "en legal forma" para actuar y ampararse en la escala penal más favorable,
la conclusión es la que obtuvimos precedentemente: el consentimiento puede darlo toda mujer que
esté en situación de comprender que está acordando que se le practique un aborto.
Cosa distinta es la punibilidad de la mujer que consiente, para ser castigada por violación a las
normas de los arts. 85, inc. 2o., y 88, pues rigen el caso las reglas generales sobre responsabilidad
penal de los menores.
c) Muerte de la mujer: la pena se agrava si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.
Se trata de un delito calificado por el resultado.
La ley argentina tiene antiguos precedentes, que en su momento anotó Tejedor: Según el Fuero
Juzgo tenía pena de muerte el que suministraba yerbas o propinaba azotes a la mujer pero en caso
de provocarse el aborto de otra manera, sólo sufría pena capital si moría la mujer. Por el Código de
Baviera la pena para el caso de aborto no consentido era de dieciséis a veinte años de prisión, y la
capital si resultaba la muerte de la madre.
El resultado de muerte de la mujer no debe ser abarcado por el dolo del autor, directo ni
eventual, pues en ese caso conjugaría el verbo matar, núcleo del tipo de homicidio, concurriendo
realmente este delito con el de aborto. Si el propósito hubiese consistido en eliminar el fruto de la
concepción de la mujer, matando a ésta, se trataría del homicidio agravado del art. 80 inc. 7º.
62
Según el criterio de Fontán Balestra la mujer, en virtud de prestar su consentimiento, se constituye en coautora
(Tratado de derecho penal, cit., t. IV, p. 216).
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Fontán Balestra sostiene que el hecho seguido de la muerte de la mujer está
previsto en el art. 85 como delito preterintencional, porque actuando con dolo directo de un delito
menos grave se causa uno más grave. Además reafirma su opinión cotejando las escalas penales63.
Recordamos sobre este tema que la diferencia entre delitos preterintencionales y calificados por el
resultado origina discusiones doctrinarias, y existe una corriente de opinión que niega la posibilidad
de encontrar notas que separen una y otra categoría. No obstante sostenemos que la previsión del
art. 85 se inscribe entre el elenco de los delitos calificados por el resultado, porque en éstos no
existe la previsión que contiene el art. 81 inc. 2º sobre el medio empleado que en el homicidio
preterintencional "no debía razonablemente ocasionar la muerte". Esto hace expresa la
caracterización de la culpa respecto del resultado letal, mientras que en el aborto seguido de la
muerte de la mujer, no interesa el medio sino el resultado. De manera tal que si el medio empleado
debía razonablemente ocasionar la muerte, el que hubiese tenido el propósito de causar un daño en
el cuerpo o en la salud será castigado con la pena del homicidio básico (o la del calificado, según el
caso) porque habría obrado con dolo eventual respecto del óbito; mientras que en el aborto seguido
de la muerte de la mujer, sea que el medio empleado debía razonablemente ocasionarla o que no
haya habido razón para esperarla, debería, en principio, aplicarse la pena agravada. La reserva se
formula para contemplar las situaciones en que el efecto más grave fuese directamente imprevisible
(supuesto difícil de imaginar tratándose de un aborto) porque en esa hipótesis no podrá aplicarse
sino la pena del tipo básico. De lo contrario se violaría el principio de culpabilidad, consagrándose
en su lugar una responsabilidad objetiva.
Si la muerte de una mujer no embarazada se produce como consecuencias de maniobras
supuestamente abortivas que se le practicaron, desconociendo aquella circunstancia, los preceptos
que estamos considerando son inaplicables porque todos giran en torno al tipo rector del aborto; se
tratará, en su caso, de un homicidio culposo.
La acción supuestamente abortiva no podrá ser castigada ni a título de delito imposible
(hay en este sentido jurisprudencia contraria, que consideramos errónea) porque éste constituye una
de las formas de la tentativa, caracterizada por la inidoneidad de los medios, que requiere -y es
exigencia del principio de legalidad- que esté dirigida a la realización de un hecho tipificado. Y no
puede haber aborto si la mujer no ha concebido.
Puede ocurrir que el sujeto activo decida matar a la madre embarazada, sabiendo que ésta lo
está. Carrera dice que para nuestro derecho si promedian dos hechos delictivo independientes
configura el delito de homicidio y aborto en concurso real64
JURISPRUDENCIA
Comienzo de la vida humana: el comienzo de la vida humana tiene lugar con la unón de los dos
gametos, es decir, con la fecundación; en ese momento, existe un ser humano en estado
embrionario: en este sentido, la disciplina que estudia la realidad biológica humana sostiene que tan
pronto como los 23 cromosomas paternos se encuentran con los 23 cromosomas maternos está
reunida toda la información genética necesaria y suficiente para determinar cada una de las
cualidades innatas del individuo. Que el niño deba después desarrollarse durante nueve meses en el
63
Fontán Balestra, Tratado de derecho penal, cit., t. IV, p. 218.
64
Carrera, Daniel; “¿Concurso ideal: homicidio y aborto?”; en Pensamiento Penal y criminológico, nro. 5, Córdoba,
Editorial Mediterránea, año 2002; ps. 255.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
vientre de la madre no cambiaa estos hechos, la fecundación extracorpórea demuestra que el ser
humano comienza con la fecundación. Según surge del fármaco, tiene los siguientes modos de
acción modificando el tejido endometrial produciéndose una aincronía en la maduración del
endometrio que lleva a inhibir la implantación. Este efecto señalado ante el carácter plausible de la
opinión científica según la cual la vida comienza con la fecundación constituye una amenaza
efectiva e inminente al bien jurídico primordial de la vida queno es susceptible de reparación
ulterior. En efecto, todo método que impida el anidamiento debería ser considerado como abortivo.
Se configura así una situación que revela la imprescindible necesidad de ejercer la vía excepcional
del amparo para la salvaguarda del derecho fundamental en juego. CSJN, P. 709. XXXVI, 5/3/2002,
“P. D B. C/MSyASN s/ Amparo”.
Vida del feto: acreditado el estado de embarazo y no existiendo elemento alguno que permita
afirmar que el feto no estuviera con vida al momento de realizarse ls maniobras abortivas,
corresponde el juicio de reproche por el delito de aborto, en concurso ideal con lesiones gravísimas.
El requisito de vida del feto es un presupuesto indispensable para la consumación de este delito, lo
que no significa que la vitalidad fetal deba probarse por una ecografía previa. El embarazo en
términos normales se desarrolla hasta culminar en el parto y nacimiento y nada indica que este
desarrollo se interrumpiera previamente a la intervención practicada. CNCCorr., sala VI, 8/2/93, “R.
B. Del V.”, c. 24.364.
DOCTRINA
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adelanto de la nota de antijuridicidad entre las indicaciones de la figura. En este caso, como el
artículo abarca tanto la acción del profesional que causa por sí mismo un aborto, como aquella que
coopera a causarlo, es preciso subrayar que solamente comete delito aquel que abusa de su ciencia o
arte, porque quien extralimitándose causa un aborto (por una prescripción incorrecta, por ejemplo)
no es punible, ya que el código vigente no contiene una previsión que castigue la conducta
imprudente genérica, que provoque ese resultado. Tampoco sería aplicable el art. 87 en un caso así,
porque éste requiere el empleo de violencia.
Dos aspectos del art. 86 deben ser destacados: el primero es el agregado de la pena de
inhabilitación, lo que constituye una consecuencia lógica, tratándose de profesionales que faltan a
su juramento de preservar la vida y la salud, matando -o cooperando con el dar muerte- a ser
humano en gestación; el otro es la equiparación que el artículo realiza -en cuanto a las penas que del
hecho derivan- entre el autor y el partícipe que está comprendido en esa enumeración de
profesionales de la salud. Quedan derogadas para el caso las distinciones que hacen los arts. 45 y 46
del Código entre participación necesaria y secundaria.
Demás está recordar que si el hecho previsto por el art. 86 hubiese sido cometido con
ánimo de lucro (caso frecuente, como también lo es el penado por el art. 85) corresponderá aplicar
la pena de multa complementaria indicada por el art. 22 bis.
Los abortos impunes: la segunda parte del art. 86 establece que no punible el aborto practicado
por un médico diplomado, con el consentimiento de la mujer encinta en las hipótesis que vamos a
examinar separadamente:
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Aparte, hay que tener en cuenta que no necesariamente se sacrificará al hijo, lo que
dependerá de su grado de desarrollo. Por supuesto que en este último caso ni siquiera nos
encontraríamos en presencia de un delito, que consiste en un atentado contra la vida del feto; no está
punida la maniobra abortiva en sí, comprendiendo a la que solamente tiende a un adelanto del parto.
El concepto puramente ginecológico de aborto, como expulsión del producto de la concepción,
provocada prematuramente, no coincide con la tipificación del aborto como delito.
JURISPRUDENCIA
65
Soler, Derecho penal argentino, cit., t.III, p. 108.
66
Terán Lomas, Derecho penal. Parte general, cit., t. III, p. 222.
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circunstancias comprobadas ser equiparado al riesgo para la salud física a los fines de decidir sobre
la procedencia de un aborto terapéutico mientras que el sufrimiento no, ya que ninguna persona está
exenta de él mientras viva; está en la raíz de la condición humana y a veces los jueces pueden
atemperarlo y hasta eliminarlo, pero al hacerlo deben sopesar otros derechos y otros intereses
(disidencia del Dr. Nazareno). CSJN, c. 421. XXXVI, 11/1/2001, “T., S. C/ GCBA”.
ARTICULO 87. - Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que con violencia
causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo, si el estado de embarazo
de la paciente fuere notorio o le constare.
DOCTRINA
La norma permite castigar a quien "con violencia causare un aborto sin haber tenido el
propósito de causarlo, si el estado de la paciente fuere notorio o le constare".
La doctrina especula acerca de si se trata de un delito preterintencional o de un tipo
culposo. Queda descartada la posibilidad de que sea un hecho doloso porque, en relación al aborto
en sí la ley es clara en el sentido de que el agente no tiene el propósito de causarlo.
En favor de la tesis de la preterintencionalidad juega la propia redacción del precepto,
que exige la actuación violenta que culmina con un resultado no querido, pero previsible. Ello haría
patente la mixtura entre dolo y culpa, como tradicionalmente se ha entendido a la preterintención.
En contra de este criterio opera la diferencia con el delito preterintencional por antonomasia: el
homicidio previsto en el art. 81, inc. 2o., desigualdad que radica en que, en este último el tramo
intencional de la conducta constituye una acción tipificada (lesiones), mientras que en el hecho que
estamos considerando la "violencia" que se menciona no constituye un delito per se.
Estimar que el art. 87 es un tipo culposo tiene el obstáculo, precisamente, de la mención
contenida en la primera parte, porque una lectura ligera da idea de que el agente quiso aplicar
violencia. Si esto es así contradice la esencia de la culpa, que constituye un actuar puramente
descuidado. Al revés: En favor de la tesis que sostiene la naturaleza culposa obran dos de las
características del actuar puestas por el legislador: a) la ausencia del propósito de causar el aborto;
b. lo previsible del resultado, pues el estado de embarazo de la paciente es notorio para el autor del
delito o a él le consta.
Rodolfo Moreno (h) ha entendido este precepto como doloso "desde que el objeto del
autor ha sido producir un mal, habiendo causado otro. Tal cosa ocurriría si un individuo hubiese
golpeado a una mujer y ésta hubiese abortado como consecuencia del hecho, sin que ese resultado
hubiese sido tenido en cuenta por el autor del maltrato"67.
No hay duda de que la ley tiene en cuenta especialmente esa hipótesis, pero de allí a que se
trate de un hecho doloso hay distancia, precisamente porque la consecuencia del aborto no ha sido
querida en forma directa ni tampoco eventual, y si sucede es por falta de cuidado.
Si en lugar de entender la expresión "con violencia" como una agresión a la mujer;
como una fuerza concientemente dirigida a causarle daño, se estimase que comprende una rudeza
huérfana de dicha intención, no habría obstáculo para considerar que el descuido es castigado por
aplicación del referido artículo. Quien en un medio de transporte público de pasajeros, atestado de
67
Moreno, El Código Penal y sus antecedentes, cit., t. III, p. 424.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
gente, comprime con su cuerpo el de una mujer, cuyo estado de embarazo es notorio, incurre en la
conducta prevista por el art. 87. Porque la ley ha querido amparar al ser en gestación, también
respecto de las acciones imprudentes, caracterizadas por el empleo de violencia. Queda claro
entonces que no está previsto en nuestro código cualquier aborto que se cause por imprudencia o
negligencia, sino aquél en que el origen haya sido una acción violenta que padece una mujer cuyo
estado de embarazo fuese notorio o le constase al autor del empleo de la fuerza. Por supuesto que
también estará incurso en la conducta punible quien con intención violente a la mujer.
Soler, Fontán Balestra, Núñez, Terán Lomas y otros autores se inclinan por considerar
el hecho como preterintencional. El primero argumenta en torno de las escalas penales, diciendo
que si fuese culposo debería habérsele asignado una pena menor a la del homicidio culposo, porque
no es posible que la muerte culposa de un feto sea reprimida con la misma pena que la muerte
culposa de un hombre. A raíz de las reformas introducidas esa equiparación ya no existe, pero ese
cambio no quita la importancia a la observación del recordado maestro, pues efectivamente los tipos
preterintencionales hicieron su aparición en la historia penal con el homicidio de esa denominación,
para no castigarlo con la muerte, aunque sí más severamente de lo que merece un hecho
simplemente culposo. De manera que la pena de los hechos preterintencionales es intermedia entre
la que corresponde al hecho básico doloso y la que se le asigna a la causación culposa de idéntico
resultado.
ARTICULO 88. - Será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su
propio aborto o consintiere en que otro se lo causare. La tentativa de la mujer no es punible.
DOCTRINA
68
Soler, Derecho penal argentino, cit., t. III,p. 101.
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REVISTA DIGITAL DE
Ya nos hemos referido a los antecedentes de la norma y ahora agregamos que se trata de
una excusa absolutoria que, como todas, obedece a razones de política criminal: El conocimiento
público y la propia represión producirían más perjuicio social que mantener la impunidad, en
relación a un hecho que queda en la intimidad de la mujer y que no ocasiona un daño efectivo69.
Asimismo es preferible no agregar al drama, del que seguramente derivó la decisión de abortar, la
pena consiguiente al delito intentado. Si las maniobras no han tenido éxito, por las circunstancias
que fuese, es preferible no enviar a prisión a la que va a ser madre. Hacerlo significaría, casi segura-
mente, una invitación a repetir el intento, tanto si los medios han sido idóneos y fracasaron por
razones ajenas a la voluntad de la mujer, como si fueron inidóneos y la falta de resultado le dio
oportunidad para reflexionar sobre la causa del fracaso. Se debe aclarar que la previsión legal
abarca tanto la tentativa propiamente dicha como el delito imposible, pues éste es una de las formas
previstas por el Título "Tentativa" de la Parte General. Los terceros que participan de la tentativa de
la mujer no son punibles, porque no lo es el hecho principal. La ley no dice que la mujer no sea
punible, sino que la tentativa de la mujer no es punible y castigar a los terceros sería violatorio del
principio de legalidad.
Antes de concluir con el análisis del art. 88, conviene recordar que se trata de un delito
comisivo, como que la norma prohibe a la madre causar dolosamente su propio aborto o consentir
en que otro lo causare. Esto no impide que el aborto lo provoque la mujer por medios omisivos:
aquella que sepa que no respetando determinadas reglas de cuidado sufrirá el aborto, y las desa-
tiende precisamente para lograr la muerte del feto, será autora del delito si logra ese resultado. Por
el contrario: si el descuido es producto de negligencia y el aborto no se quiere ni ratifica, no habrá
delito porque la ley no prevé (ni podría hacerlo en este caso porque sería ir contra la propia
naturaleza) pena para el aborto que ella causa por culpa.
JURISPRUDENCIA
Configuración del tipo: la conducta de la imputada es pasible de reproche penal, encuadrable en los
arts. 45 y 88 , atento a que de conformidad con la prueba producida se encuentra acreditado que
realizó tratamiento con la colaboración de terceros para abortar el feto que llevaba en su vientre,
con pleno conicimiento de tales maniobras, que culminaron con la expulsión del feto en la forma
relatada. Cpen de Concepción del Uruguay, 6/7/95, c. 5171, sum. 4000493, El Dial – AT3D5.
Capítulo II
Lesiones (artículos 89 al 94)
DOCTRINA
69
Conf. Núñez, Derecho penal argentino, cit., t. III, p. 181 y autores citados.
164
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Según dice Molinario: “las lesiones leves tienen una posición muy particular en nuestro
derecho penal. Por un lado, cuando cualquier otro delito reclama ejercer violencia, debe
sobreentenderse que las lesiones leves se implican, es decir que no concurren con él. Esto es así
porque está en la naturaleza de las cosas que si ya está tomado en cuenta que haya violencia, no
parece sensato exigir que la vilencia se practique con precauciones tales como para que se produzca
una lesión leve. Y es por esta razón que, en varios lugares del Código, se agrava el hecho si la
lesión es más grave, pero no se menciona el caso de la lesión leve.” El tipo señala
requisitos que ineludiblemente deben darse, ellas son:
Daño en el cuerpo: es cualquier cambio en la estructura interna o externa del sujeto.70La exigencia
de daño en el cuerpo significa que el agente debe haber alterado, en desmedro, la estructura
anatómica, cualquiera sea el lugar del cuerpo en que ese daño se manifieste y afecte la piel, los
músculos, los huesos o los tejidos en general.71
Daño en la salud: es el daño funcional(Creus), equivale a desequilibrio en el funcionamiento del
organismo, ya sea en lo físico como en lo psíquico La previsión legal que extiende el daño a la
salud hace que independientemente del daño al cuerpo, o en conjunto con él, constituya la acción
prevista en el tipo aquélla que altere el equilibrio orgánico que el sujeto pasivo presentaba con
anterioridad a la agreasión; cualquiera ea la forma que adopte ese perjuicio y aunque no se refiera
a la salud considerada comi esado general. De manera que un daño, aunque fuese de poca duración
y entidad, constituye lesiones, siempre que exija adoptar medidas para la curación o, por lo menos,
precauciones especiales(Terragni).
Es un delito instantáneo que admite tentativa, se lo puede cometer por actividad pero también
por omisión, es delito de resultado. En nustro derecho, tradicionalmente se ha considerado que el
resultado material es un elemnto identificador para calificar a un hecho como culposo.
Modernamente, y sobre todo por influencia de la obra de Welzel, tiende a ponerse el acento en el
disvalor de la acción más que en el del resultado. Es que el derecho no prohíbe causar resultados; lo
que prohíbe es realizar conductas que impliquen una violación del mandato legal. Estas
consideraciones no ponen en duda la importancia del papel del resultado para la captación del
fenómeno ulposo, ya que es muy distinta la actitud del agente a su respecto en los hechos dolosos y
en los simplemente descuidados. En los primeros quiere el resultado o asiente a su producción
eventual; en los últimos el efecto no es querido en absoluto.Esta diferencia entre ambas actitudes
será siempre insalvable, pues constituye la médula de la separación entre hechos dolosos y
culposos.72 Es también considerado como una figura de exclusión puesto que toda lesión que no
pertenezca a los otros tipos, es lesión leve.73
JURISPRUDENCIA
70
Creus, carlos, “Derecho Penal, parte especial”, T. I, p. 77.
71
Terragni, Marcos Antonio, “Delitos contra las personas”, Ed. Jurídicas Cuyo, 2000, p.491.
72
Terragni, Marcos Antonio, “Delitos contra las personas”, Ed. Jurídicas Cuyo, 2000, p. 405.
73
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, ED Astra, 2001, p. 89
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necesario que el hecho deje secuela de cierta duración en el organismo de la víctima, por lo que se
colige que el hecho de pegar una bofetada no constituye lesión. CNCCor., sala VI, 30/8/2002, “P.,
P. A.”, c. 19.184, PJN Intranet.
Concepto: según el art. 89, lo que el Código llama lesión es un daño en el cuerpo o en la salud.
Descartado un daño objetivo en los tejidos corporales, pues el hematoma no ha sido siquiera
mencionado por la víctima ni ninguna otra persona, sólo queda el enrojecimiento. Pero el
enrojecimiento, m{as all{a del fenómeno de coloración, o el malestar temporal que pueda causar el
dolor del golpe no es por sí mismo daño en el cuerpo o en la salud. Señala la doctrina que bien
puede darse que exista golpe y no lesión (Soler, Sebastián, Derecho Penal argentino, 3° ed., 1970,
T. III, p. 110), mientras que el daño en la salud toma en cuenta la fisiología y el equilibrio funcional
del organismo, alteración que debe tener una cierta duración, porque sólo entonces podrá decirse
que se ha causado un daño en la “salud”, una modificación fugaz del equilibrio no es daño en la
salud, pues ésta se define, entre otros parámetros, por el normal funcionamiento fisiológico para
mantener un grado de equilibrio que por naturaleza es inestable. No está en equilibrio el muerto,
sino el vivo, cuyas funciones son lo suficientemente idóneas para restablecer desequilibrios
fugaces. Por ende el mero enrojecimiento comprobado en las circunstancias del caso no es lesión.
TOCr. N°9, 26/4/2001, “T., L. G. E.”, c. 951.
ARTICULO 90. - Se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere
una debilitación permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una
dificultad permanente de la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le
hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una
deformación permanente del rostro.
DOCTRINA
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
pérdida total del miembro), significa la pérdida de un órgano y hace caer el hecho en la prescripción
del art. 91º.
Dificultad permanente de la palabra: se alude a la posibilidad de expresarse con sonidos de manera
que la idea contenida en ellos sea intelegible para los demás. Según Breglia Arias y Gauna, no sólo
se refiere a la dificultad que surge del aparato fonador, ya que puede tratarse de disturbios
neurológicos o mentales, en los cuales la palabra es clara y con suficiente volumen, pero no
responde a las ideas, por eso considera que no es acertado limitarse a trastornos de los labios,
dientes, lengua, laringe o faringe.74
Peligro de vida: es cuando la lesión misma o los debilitamientos que la lesión provoca, colocan a la
víctima en una situación de peligro inminente y concreto de muerte. No basta con que el daño sea
en abstracto peligroso, porque lo que se exige es un peligro real en el caso concreto.
JURISPRUDENCIA
Gravedad de la lesión: la caracterización de una lesión como grave se deriva en los términos del
art. 90, de la producción de al menos alguna de las consecuencias que esa norma prevé. Media
transgresión del art. 90 en tanto no se probó en autos la concurrencia de alguna de las consecuencias
lesivas previstas en esa norma. SCJBA, 28/3/2001, P. 65916 (JUBA).
74
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 90.
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Responsabilidad: debe responder por el delito de lesiones graves, el imputado que hallándose
detenido en una unidad carcelaria, provisto de un arma blanca, atacó la víctima causándole heridas,
primero, en el muslo izquierdo , acto seguido, en el hemitórax de ese mismo lado. Ello así desde
que conforme resultó del informe médico forense de fs. 44/5, la herida causada en el hemitórax
izquierdo provocó en la víctima un hemoneumotórax que puso en peligro su vida y lo inutilizó para
el trabajo por más de un mes. TOCr. N°3, 16/2/2000, “C., M. A.”, c. 773.
ARTICULO 91. - Se impondrá reclusión o prisión de tres a diez años, si la lesión produjere
una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad
permanente para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del uso
de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o concebir.
DOCTRINA
JURISPRUDENCIA
Lesiones gravísimas: corresponde condenar al imputado por el delito de lesiones gravísimas -por
resultar causa eficiente e inmediata de la ablación del bazo- y no de homicidio, si se encuentra
acreditado en la causa que aquél no presentaba animus de buscar la muerte de la víctima y, además,
el fallecimiento se produjo 48 hs. Después por la inadvertencia de una lesión en el bazo y en el
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
estómago pues el efecto que no quiso el culpable no le debe ser reprochado. TOCr. N°14, 1/3/2000,
“F. M., M. O.”, LL 2001-C-53, con nota de Julián Ercolini (CD LL, Ed. N° 15).
Modos de comisión: debe calificarse como constitutiva del delito de lesiones gravísimas la acción
del imputado que mediante un disparo de arma de fuego provocó la pérdida permanente del uso de
los miembros inferiores en la víctima, hallándose acreditada mediante la historia clínica y los
diversos informes la vinculación causal correspondiente. Corresponde descartar la existencia de un
dolo homicida en el tirador. Teniendo por cierta la existencia de un tiroteo, desplegado en plena
calle por ambos jóvenes, al responder el acusado a las diversas actitudes agresivas de la víctima, la
breve, fugaz corrida final del primigenio atacante y el sucesivo disparo del protagonista del
contraataque, son elementos que permiten tener por acreditada la intención de alcanzar al fugitivo y
dañarlo, pero no posibilitan avanzar hacia la indebida presunción de un querer letal por parte del
imputado. El acusado tiró a dar, como lo había hecho durante las tumultuosas corridas -automóvil
de por medio- instantes antes, pero nada autoriza a estimar que fuera su intención eliminar al
ocasional rival. De haber concurrido tal voluntad, hubiera insistido con los disparos o se hubiera
allegado a rematar al caído. Lejos de ello, según todos los circunstantes, en cuanto vio desplomarse
a su contendor, bajó el arma y se volvió, preguntando a su madre qué hacía allí; luego, visiblemente
sereno, regresó a su casa, junto a su progenitora. TOCr. N°20, 9/4/2001, “F., J. J.”, c. 1023.
DOCTRINA
La norma aumenta la penalidad para las lesiones cometidas mediando las agravantes del
artículo 80 del Código Penal. Para Terragni, el método que se ha seguido, no deja de formular
reparos, porque varios de los incisos del art. 80º, están elaborados teniendo presente el dolo de
matar; de modo que trasladadas esas normas al delito de lesiones resulta difícil la separación entre
la tentativa de homicidio calificado y el delito consumado de lesiones calificadas., de modo que la
adecuación típica del hecho deberá hacerse en esas hipótesis atendiendo más al plan del autor que al
medio o forma de concretarse el tipo objetivo.75
JURISPRUDENCIA
Alevosía: comete lesiones leves calificada por alevosía quien, junto con varias personas, amedrentó
mediante golpes de puño a la víctima con el fin de apoderarse de un reloj que éste llevaba puesto.
TOCr. N° 29, 12/9/95, “F., M. C.”, c. 57, JPBA 92, p. 27.
75
Terragni, Marcos Antonio, “Delitos contra las personas”, Ed. Jurídicas Cuyo, 2000, p. 509.
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Premeditación: la premeditación requerida por la figura del art. 80 inc. 6°, como también por la
correlacionada del art. 92, supone un previo acuerdo para que el ilícito sea cometido de manera
coligada por los sujetos confabulados, debiendo versar tal consenso sobre el accionar conjunto de
los complotados, o sea que no alcanza que entre los mismos exista sólo un acuerdo previo para
cometer el ilícito sino que es necesario que sea también confabulada la realización del hecho a
través del concurso de los intervinientes, aun cuando no es preciso que entre la determinación y la
acción medie un lapso significativo, pues el acuerdo puede ser efectuado inmediatamente antes de
la comisión del ilícito. Tcrim. N°2 de La Plata, 31/8/2000, 1176 (JUBA).
DOCTRINA
El artículo prevé nuevas escalas penales según sean lesiones leves, graves o gravísimas, para
atenuar las penas cuando las lesiones fuesen cometidas en estado de emoción violenta.
La derogación de párrafo segundeo de este artículo trajo aparejado una confusión en la
doctrina, para el caso de lesiones cometidas en estado de emoción violenta cuando la víctima fuese
un ascendiente, descendiente o cónyuge, puesto que ya no existe una norma conciliadora de tal
situación. Así, para Núñez, se trata de un concurso ideal de leyes, que se resuelve por la aplicación
de la fuigura más gravosa, solución técnicamente irreprochable pero injusta. Contrariamente, para
Terragni, el tema debe resolverse aplicando la pena menor, como si no se hubiese dado la
circunstancia agravante, por un sentido de justicia, que impide perjudicar al reo por un vacío
legislativo.
JURISPRUDENCIA
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http://revista-temas.blogspot.com.ar/
171
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
*ARTICULO 94.- Se impondrá prisión de un mes a tres años o multa de mil a quince mil
pesos e inhabilitación especial por uno a cuatro años, el que por imprudencia o negligencia,
por impericia en su arte o profesión, o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su
cargo, causare a otro un daño en el cuerpo o en la salud. Si las lesiones fueran de las
descritas en los artículos 90 o 91 y concurriera alguna de las circunstancias previstas en el
segundo párrafo del artículo 84,el mínimo de la pena prevista en el primer párrafo, será de
seis meses o multa de tres mil pesos e inhabilitación especial por dieciocho meses. Modificado
por: LEY 25189 Art.2 ( (B.O. 28/10/99) Articulo sustituido) Antecedentes: Ley 23.479 Art.1 ((B.O.
26-01-87). Montos modificados. )Ley 23.974 Art.1 ((B.O. 17-09-91). Montos modificados. )Ley
24.286 Art.1 ((B.O. 29-12-93). Montos elevados. )
DOCTRINA
El artículo contiene a las denominadas lesiones culposas, sin tener en cuenta si ellas son
leves, graves o gravísimas a los fines de fijar escalas penales especiales respecto de su forma
culposa.
No obstante, la ley 25.189 agregó una agravante para el caso de las lesiones graves y
gravísimas, cuando se den las circunstancias del segundo párrafo del art. 84º, es decir cuando hay
más de un lesionado, o cuando las lesiones fueron por la conducción negligente, imprudente,
inexperta o antirreglamentaria de un vehículo automotor.
JURISPRUDENCIA
Concepto de cuidado: la característica esencial del tipo injusto del delito imprudente no es la simple
causación de un resultado, sino la forma en que se realiza la acción. De esta manera, la observancia
del deber objetivo de cuidado constituye el punto de referencia obligado del tipo de injusto del
delito culposo. El concepto de cuidado es objetivo, por cuanto no interesa para establecerlo cuál fue
el cuidado del autor en el caso concreto sino cuál es el requerido en la vida de relación social
respecto a la realización. CNCCorr., sala V, 3/7/2001, “E., J. L.”, c. 16.411, BCNCyC, N° 3/01, p.
200.
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Capítulo III
Homicidio o lesiones en riña (artículos 95 al 96)
ARTICULO 95. - Cuando en riña o agresión en que tomaren parte más de dos personas,
resultare muerte o lesiones de las determinadas en los artículos 90 y 91, sin que constare
quiénes las causaron, se tendrá por autores a todos los que ejercieron violencia sobre la
persona del ofendido y se aplicará reclusión o prisión de dos a seis años en caso de muerte
y de uno a cuatro en caso de lesión.
DOCTRINA
Antecedentes: el proyecto de 1960 disponía en su art. 138: Se impondrá prisión hasta seis meses al
que tomare parte en un acontecimiento recíproco y tumultuario en el que intervienen tres o más
personas. Si en la riña resultare la muerte de alguno sin que se determine quién o quiénes fueron los
autores, se impondrá prisión de uno a seis años a los que ejercieron violencia física sobre la persona
del ofendido o intervinieron con armas. Si resultaren lesiones de los arts. 123 y 124, la pena será de
prisión hasta cuatro años. Si resultaren lesiones del art. 122, la pena será hasta un año de prisión.
Este proyecto suprimía la figura de agresión, y punía a la riña en si misma sin que sea necesario un
resultado mortal o de lesiones.
Presupuesto fáctico: la ley parte del hecho en que se produce una riña o agresión, en la cual, como
requisitos indispensables, debe resultar: 1- que tomen parte, dos personas como mínimo en la riña, o
si es agresión más de dos personas, por lo que se exige un mínimo de tres, 2- que como resultado de
la riña o agresión, se provoque la muerte o lesiones de las determinadas en los artículos 90 y 91, 3-
no se debe saber en forma determinada quien y quienes la causaron, 4- se pena a quienes ejercieron
violencia sobre la persona del ofendido.
Diferencia entre Riña y Agresión.: la riña es una lucha entre dos o más personas sucedida de
improviso a causa de cuestiones privadas. Se diferencia de la participación, en que no es
preordenada para herir o matar, por lo cual se carece de una convergencia intencional para
consumar el hecho. Con respecto al número de intervinientes la doctrina no es unánime ya que
algunos entienden que en la riña la ley exige un mínimo de tres (Iruzubieta).
La agresión exige objetivamente, un acontecimiento tumultuario de tres o más personas
contra otra u otras que no resisten activamente. Como bien señala Núñez, no es suficiente decir que
una de las partes se limita a defenderse, porque la defensa pueden ser activa, y en este caso ya hay
riña. Subjetivamente no debe haber una premeditación del hecho, sino que debe ser resultado de una
exaltación particular de cada uno de los partícipes.
En la riña hay una interacción, o súbito acontecimiento recíproco. En la agresión la
víctima no reacciona, manteniendo una conducta pasiva.
Resultado y condiciones: como resultado de la riña o agresión debe producirse alguna muerte o
lesiones de las estipuladas en los artículos 90 y 91, y como condiciones no debe conocerse el autor
de las mismas, ya que si se pudiera determinar, por más que haya tumulto, la figura encuadraría en
el art. 79, 90 o 91, y se debe tener certidumbre sobre quienes fueron los que ejercieron violencia
172
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
sobre la persona del ofendido. Núñez entiende que ejercer violencia sobre la persona quiere decir
violencia física, ejercida encima de la persona del ofendido, por ejemplo golpear, empujar, etc., o la
violencia dirigida contra el ofendido, verbigracia, acometimiento, aunque no sea a mano armada.
Bien jurídico protegido: sin lugar a dudas se protege a la persona, en la vida; como en su
integridad corporal. Pero en esta figura está condicionada a que se produzca la muerte o lesiones del
art. 90 y 91, no penándose la mera intervención en riña (a contrario sensu el Proyecto de 1960).
JURISPRUDENCIA
Autoría: en la hipótesis delictiva contemplada por el art. 95, no se pena la intervensión en una
agresión, sino que resulta necesario realizar una presunción de autoría que alcance al imputado,
debiendo acreditarse tres elementos básicos: a- participación en la agresión; b- ejercicio de
violencia; c- que la violencia desplegada pueda presumirse racionalmente como causal del resultado
producido, y por último, obviamente, que se carezca de certeza respecto de la autoría de los
partícipes en el evento. El simple partícipe, el que no ha ejercido sobre el ofendido una directa
violencia, no resulta punible, porque la figura del art. 95, no consiste en participar de una riña
calificada por el resultado (muerte o lesiones), sino en haber ejercido violencia sobre un sujeto que
resulta muerto o herido, sin que conste quién causó el resultado final, mas no es indispensable
probar que dicha violencia llegó al cuerpo de la víctima, pero sí que físicamente el agente actuó
sobre ella dirigiéndose en algún momento la violencia que desplegó en la riña o agresión. No puede
catalogarse como autor a quien sólo ha tenido una intervención “moral”. CNCCorr., sala IV,
2/12/94, “G., J. C.”, c. 44.164.
ARTICULO 96. - Si las lesiones fueren las previstas en el artículo 89, la pena aplicable será
de cuatro a ciento veinte días de prisión.
DOCTRINA
Aquí la ley penal regula un atenuante, cuando el resultado de la riña o agresión es una
lesión leve. Para este artículo rigen las mismas condiciones que en el anterior.
JURISPRUDENCIA
Partícipes del delito: el Código Penal ha previsto en los tipos legislados en los arts. 95 y 96, que
cuando la muerte o lesiones resultaron de una agresión en la que participan dos o más personas y se
ignore quiénes la causaron, serán tenidos como autores todos los que hubieran puesto manos sobre
la víctima. CNCCorr., sala VII, 15/7/96, “P., V. H.”, c. 21.065, JPBA 99, p. 10.
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Capítulo IV
Duelo (artículos 97 al 103)
ARTICULO 97. - Los que se batieren en duelo, con intervención de dos o más padrinos,
mayores de edad, que elijan las armas y arreglen las demás condiciones del desafío,
serán reprimidos: 1. Con prisión de uno a seis meses, al que no infiriere lesión a su
adversario o sólo le causare una lesión de las determinadas en el artículo 89; 2. Con prisión
de uno a cuatro años, al que causare la muerte de su adversario o le infiriere lesión de las
determinadas en los artículos 90 y 91.
DOCTRINA
Siguiendo a Soler, podemos conceptuar al duelo como “un combate con armas entre dos
personas, por motivos de honor, en condiciones de igualdad preestablecidas y supervisadas por
terceros”, así el duelo tiene como finalidad defender el honor de las personas involucradas ante un
desafío, provocación u ofensa..
La figura tuvo su razón de ser, en la época de la codificación, porque el desafiado en el
honor que no respondía al agravio con una invitación al duelo, resultaba ser tenido como cobarde,
siendo objeto de descrédito social, por ello el legislador incluyó al duelo como figura especial,
distinta a la de lesiones y homicidio, contemplando para la figura una pena máas benigna. No
obstante ello, la mayoría de la doctrina coincide en el anacronismo de la figura. Para Terragni, no se
justifica el mantenimiento de una rglamentación tan precisa sobre algo que ha caído en desuso, y
que la comunidad no estima ya digno de consideración benevolente, de modo que la muerte o las
lesiones deben estar sometidas a las reglas generales de las respectivas figuras delictivas.
Hay que tener en cuenta que la mayor benevolenci que tuvo el legislador en relación a
ésta figura, se limita al duelo “regular”, es decir, aquél llevado a cabo con armas elegidas y
condiciones predeterminadas por dos o más padrinos mayores de edad que asisten al duelo como
testigos.
Armas: las acciones combativas deben ser ejecutadas con armas, es decir, con instrumentos
tendientes a aumentar la capacidad ofensiva del sujeto,sin embargo, según Soler, para que el duelo
sea considerado regular, las armas deben ser iguales o al menos equivalentes, puesto que las
condiciones de paridad entre ambos contendientes hacen a la regularidad.
Las armas deben ser elegidas por los padrinos, y la mayoría de la doctrina coincide
en que deben ser “armas propias”, es decir, instrumentos destinado para atacar o defenderse
activamente. No es necesario que sean armas tradicionales (sable, pistola), y tampoco que sean
mortíferas.
Los padrinos: es imprescindible la intervención de terceros, que acuerden condiciones de paridad
entre los duelistas que garanticen la regularidad de la ejecución del duelo, y fundamentalmente que
elijan las armas. Cada duelista debe designar por lo menos un padrino que lo represente. Si
intervienen más de dos padrinos no es menester que cada parte cuente con un número de padrinos
174
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
equivalente al de la otra. Respecto de los padrinos que intervienen en el duelo regular, no rigen los
principios generales de la participación, es decir los partícipes no resultan punibles.
Consumación: el delito se consuma con la iniciación del combate como momento de creación del
peligro para las personas, pero tratándose de un delito permanente, dicha consumación se prolonga
temporalmente mientras dure el combate.
Pena: respecto de la pena, según la escala establecida, corresponde ser sancionado el sujeto por el
sólo hecho de haberse batido, asimilando por un lado a aquél que no ha inferido lesión a su
adversario con el que le causare una lesión leve, y por otro lado al que le causare la muerte a su
adversario con el que le infiriese lesión de la de los arts. 90 y 91.
Causa de honor: es un requisito no contemplado en la norma, pero como lo menciona Buompadre,
la doctrina es pacífica en exigirlo, por una doble razón: como una exigencia histórica propia de la
tradición caballeresca, y como una resultante de la interpretación, a contrario sensu, del art. 100,
que penaliza expresamente el reto o desafío, o dar causa para ello, persiguiendo un interés
pecuniario o inmoral.76
DOCTRINA
76
Buompadre, Jorge, “Derecho Penal, parte especial”, T. I, Ed. MAVE, 2000, p. 243.
77
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 806.
78
Buompadre, Jorge, “Derecho Penal, parte especial”, T. I, ED. MAVE, 2000, p. 244.
175
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REVISTA DIGITAL DE
JURISPRUDENCIA
Duelo irregular: la figura básica del duelo es un combate singular y con armas, en condiciones de
igualdad preestablecida por terceros, y determinado por motivos de honor. Se transforma en
irregular por diversas circunstancias que se refieren a las condiciones en que se dispone o realiza el
duelo, a la conducta de los combatientes o a la de los padrinos. El caso típicamente irregular de
suelo está sin la intervención de padrinos mayores de edad, que elijan las armas y arreglen las
demás condiciones del desafío. El hecho, queda así transformado en una pelea común, en la cual
cada combatiente responde por los resultados que cause, y cada uno de los partícipes queda
sometido a las reglas comunes. Así, el que matare a su adversario es punible con la pena señalada
para el homicidio. Cpen. 3° de La Plata, sala IV, 22/12/92, P 75945, RSD-138-92 (JUBA).
DOCTRINA
176
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Las penas contempladas se agravan, si como resultado del duelo se causa la muerte o
lesiones graves o gravísimas a alguno de los contendientes o a ambos, pero se requiere un nexo
causal entre la actitud provocadora y la realización del duelo.79
JURISPRUDENCIA
Sujetos comprendidos: la figura delictiva prevista en el art. 99- instigación al duelo o difamación
por una causa caballeresca- comprende solamente las acciones de terceros extraños a los posibles
duelistas y no a quienes revisten el carácter de protagonistas de la cuestión que da origen a la
incitación -directa o indirecta. Al duelo. CNCCorr., 5/9/61, LL 104-311; JA 1961-V-447.
DOCTRINA
79
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, ED. Astrea, 2001, p. 808.
80
Buompadre, Jorge, “Derecho Penal, parte especial”, T. I, Ed. MAVE, 2000, p. 246.
81
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 810.
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DOCTRINA
ARTICULO 102. - Los padrinos de un duelo que usaren cualquier género de alevosía en
la ejecución del mismo, serán reprimidos con las penas señaladas en el artículo anterior,
según fueren las consecuencias que resultaren.
DOCTRINA
Según la norma, serán reprimidos los padrinos de duelo que en la ejecución del mismo,
usaren cualquier tipo de alevosía que derive en lesión omuerte del duelista.
La alevosía debe ser usada por los padrinos en la ejecución del duelo, y en perjuicio de
uno o de ambos contendientes, quienes enfrentan el combate en codiciones distintas y más
desventajosas o riegosas que las esperadas e informadas por aquéllos. También puede hablarse de
alevosía cuando el duelo se lleva a cabo en condiciones que colocan en notable inferioridad a uno
de los contendientes, aunque esto sea conocido y asentido por los duelistas.82
De este modo, se irregulariza el duelo respecto de aquel padrino o padrinos que obrasen
con alevosía en los términos expuestos, como así también para los combatientes que tenían
conocimiento de la alteración de las condiciones.
En relación a la adecuación típica, para que concurra el tipo legal es necesario que la
alevosía sea la causa de la lesión o de la muerte, de manera que el duelo ejecutado con alevosía
permanece en etapa de tentativa hasta que se producen las lesiones o la muerte en su caso.
82
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 812.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
DOCTRINA
La norma preve el castigo para los padrinos que ajusten las condiciones del duelo a la
muerte de uno de los contrincantes, o de manera tal que debiera resultar la muerte de uno de ellos.
En este caso la punibilidad de la norma es independiente de la producción de resultado
alguno, sino que basta para configurar el tipo legal, la realización del acuerdo mortal en sí mismo,
aunque el duelo no se lleve a cabo, de modo que artículo pune a los padrinos por el hecho de haber
creado una situación de peligro de muerte para los adversarios.
La acción consiste en concertar, fijar o arreglar un duelo a muerte o en condicions tales
que lleven a ese resultado. Si resulta la muerte de algún combatiente se agrava la pena, pero la
muerte de ambos no multiplica el delito, porque lo que se castiga con este precepto no es el
homicidio, sino la creación de una situación de peligro concreto de que alguien muera. (Soler).
Capítulo V
Abuso de armas (artículos 104 al 105)
ARTICULO 104. - Será reprimido con uno a tres años de prisión, el que disparare un arma
de fuego contra una persona sin herirla.
Esta pena se aplicará aunque se causare herida a que corresponda
pena menor, siempre que el hecho no importe un delito más grave.
Será reprimida con prisión de quince días a seis meses, la agresión con
toda arma, aunque no se causare herida.
DOCTRINA
De la lectura del artículo 104, surge claramente que hay dos hechos reprimidos y
previstos por la ley:
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REVISTA DIGITAL DE
una pena de uno a tres años tratando de evitar la inseguridad de las personas atendiendo a que es
difícil poder castigar al autor de un delito frustrado o tentativa de homicidio.
Según nuestro Código Penal cuando el designio del autor fue causar lesiones graves u
homicidio, excluye la aplicación del artículo.
La acción típica: es disparar un arma de fuego contra una persona, las armas pueden ser de
disparo o de fuego. Adviértase que aquí la ley exige que sea arma de fuego la cual se diferencia del
arma de disparo por el mecanismo que la pone en funcionamiento.
Pero no basta que el arma sea de fuego, debe usarse como tal. Es decir; disparando proyectiles.
Además, debe dispararse contra una persona, lo cual supone una dirección determinada y una
intención de disparar contra la persona. Esto nos muestra claramente que se refiere a un dolo,
conciencia de que se dispara contra una persona y que lleva el peligro por el disparo. Esta figura
requiere que sea a persona determinada el disparo de un arma de modo que no incluye el disparo al
aire, entendiendo que la tentativa es posible. A la ley le resulta indiferente que e1 sujeto obre
objetivamente para causar un daño y que subjetivamente quiera causarlo en una persona
determinada.
La ley contempla la pena de uno a tres años cuando se dispare un arma de fuego contra una
persona sin herirla. Se aplica la misma pena si el resultado dañoso es lesivo de carácter leve. Pero la
pena del disparo tiene una subsidiariedad desde tres puntos de vista: por el lado personal causado,
más grave, y una subsidiariedad subjetiva, y además si el hecho no importare un delito más
severamente penado. Quiere decir que hay tres casos de subsidiariedad:
1) por lo daños personales más graves.
2) por que resulte un delito más severamente penado.
3) por el elemento subjetivo que guía al autor a realizar el disparo.
En cuanto a la lesión grave o gravísima o cuando el resultado es la muerte; elimina la
aplicación de esta figura, y el autor responde por los resultados causados. En cuanto a la segunda, se
refiere a que el contexto del hecho, el empleo del arma, consume, un
delito más severamente penado. En este caso el delito más severamente penado no es absorbido por
la figura del artículo 104. En cuanto a la tercera hipótesis, es cuando el autor obró con elemento
subjetivo de provocar un grave daño en la salud, es decir, provocar una lesión grave, gravísima, o
en su caso un homicidio. Porque ya objetivamente, el dolo atiende a esa circunstancia de querer
causar el daño, incluyendo el dolo eventual. Pero hay que probar que estamos en presencia de una
tentativa de homicidio y no en un abuso de armas; por lo que el juez debe ser cauto. El Tribunal
Superior de Córdoba, en la época en que actuó e1 doctor Núñez ha tenido oportunidad de esclarecer
que la multiplicidad de los disparos de armas no es elemento diferenciador, porque el disparo de
arma también supone pluralidad de disparo. Además, este es un delito que admite tentativa. Todo
proceso que implique dirección de lograr el disparo y todo disparo desviado por causas ajenas a la
voluntad constituye tentativa de delito. Claro que puede darse tentativa de delito imposible, cuando
el autor utiliza el arma sin saber que no está cargada o porque la inutilidad del arma era
desconocida. En este caso estamos frente a una tentativa imposible.
En cuando a la agresión con toda arma, se refiere a cualquier arma, propia o impropia, en
el sentido de que aumenten el poder ofensivo del hombre. Tal es el sentido de la expresión «con
toda arma». También es un delito de peligro y debe haber un acometimiento a la persona con el
arma, no es la simple exhibición del arma. Pero, a diferencia del disparo de arma, aquí el resultado
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
lesivo leve excluye la agresión pon toda arma porque la lesión es más severamente penada. Así,
pues debe ser un acometimiento con el arma dirigiéndosela contra la persona, aunque a la víctima
no se la toque, o habiéndola tocado no causo la lesión. El estar sometido a un acometimiento, ya
implica un peligro, ya que pueden resultar consecuencias dañosas para el cuerpo y la salud del
agredido. Esta figura también queda desplazada por el elemento subjetivo; probándose que hay
intención de causar lesión graves, gravísima o muerte.
JURISPRUDENCIA
Sujeto Activo: la circunstancia de haber aguardado junto a sus consortes de causa, en actitud
expentante en el exterior del comercio, a bordo de la motocicleta secuestrada, para luego darse a la
fuga junto con éstos, y en poder de los bienes sustraídos, da cuenta del rol protagónico del
imputado. Igual conclusión se extrae en lo atinente a los disparos de arma de fuego proferidos
contra el cabo, en cuanto los damnificados es sus respectivas testificales dan cuenta de la utilización
por parte de los reos de las armas cuestionados, extremo a su vez corroborados por la incautación
del arma calibre 22 y por el informe pericial, según el cual los disparos en cuestión fueron
efectuados por la pistola peritada. La acción desplegada por los incusos puso en peligro la
integridad corporal del policía, circunstancia que configura el tipo previsto en el art. 104 del CP. La
participación del incuso en los disparos proferidos se acredita si conocía la situación de peligro y la
quiso o aceptó, y si orientó su voluntad a crearla, junto al resto de sus consortes de causa; de ese
modo, se comprueba el dolo exigido por la figura en cuestión. CNCCorr., sala VI, 12/9/2002, “F.,
D. Y otros”, c. 19811, PJN Intranet.
Configuración: no es posible calificar como abuso de armas, la conducta de quien para protegerse
disparó hacia el pavimento con el arma que portaba y dirigió los disparos hacia el suelo. Disparar un
arma, sin otro aditamento, no es acción delictuosa. TOCr. N° 17, 30/8/2000, “T. R. A”, c. 678,
JPBA t. 116, p. 29, fo. 75.
DOCTRINA
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JURISPRUDENCIA
Agravante: la acción del procesado, consistente en disparar un arma de fuego lesionando en forma
leve a su progenitor, está prescripta en los arts. 104 y 105 en cuanto allí se contempla el delito de
disparo de arma de fuego que, causando herida por la que corresponde pena menor y no importando
delito más grave, se califica y agrava al concurrir algunas de las circunstancias previstas en el art.
80 del CP. CNCCorr., sala III, 12/9/90, “C. C”, c. 27.580.
Concurso de delitos: en la calificación legal de los hechos -en el caso de desacatar orden de
detención impartida los agentes sometieron a la comisión policial a un nutrido tiroteo- no es posible
la convivencia de las figuras de abuso de armas con la resistencia a la autoridad, sea en la forma de
un concurso aparente o de un ideal, pues por razones de especialización corresponde la subsunción
en el tipo de abuso de armas, aunque agravado por el designio que los autores tenían de procurar la
impunidad para sí, según la fórmula del art. 80 inc, 7 por reenvío del art. 105 del CP. Cpen. De
Pergamino, 26/8/96, “M., D. A. s/robo calificado de automotor, resistencia y atentado a la
autoridad”, c. 1552, JUBA sum. N° B2825528.
Capítulo VI
*ARTICULO 106.- El que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en
situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la
que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado, será
reprimido con prisión de 2 a 6 años. La pena será de reclusión o prisión de 3 a 10 años, si a
consecuencia del abandono resultare grave daño en el cuerpo o en la salud de la víctima. Si
ocurriere la muerte, la pena será de 5 a 15 años de reclusión o prisión. Modificado por:Ley
24.410 Art.2 ((B.O. 02-01-95). Sustituído. )
DOCTRINA
Jescheck enseña que el contenido del dolo en los delitos de comisión es el conocer y querer
los elementos objetivos pertenecientes al tipo legal. El querer radica entonces en la conducción del
hacer activo, conformándose el autor, al menos, con la realización del tipo legal, y el conocer
consiste en que el autor tiene, al menos, seriamente como posible la realización del tipo legal. “La
cuestión es si en la omisión hay una relación comparable del autor con el tipo objetivo”. Cabe que
el autor por omisión, a la vista de la situación típica y consciente de la propia capacidad de acción,
tome directamente la decisión de permanecer inactivo83.
Pues bien, en “esta equivalencia” entiendo que radica el fundamento de la punibilidad de los
delitos de omisión.
83
Jescheck, Hans; “Tratado de Derecho Penal”, Parte General; Granada, Comares, 1993; ps. 574.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Bustos Ramírez nos dice que “la omisión presupone siempre la existencia de un determinado
sistema de relaciones sociales, en que justamente se pueda exigir de alguien una acción. Por eso,
detrás de la esctructura típica de omisión hay siempre una norma de mandato de una determinada
acción. Ahora bien, como la omisión es un concepto de referencia a una acción determinada y de
carácter normativo, necesariamente tal referencia y exigencia han de presuponer la capacidad
psicofísica del sujeto para esa acción determinada. No se pueden mandar procesos causales ni
resultados y tampoco se puede mandar una acción a alguien que no tiene capacidad de llevarla a
cabo”84.
La norma penal: la figura en estudio contiene teres figuras diferentes: en primer lugar: colocar a
otra persona en situación de desamparo, en este caso la participación del autor es claramente
activa, pusto que crea la situación de peligro por el desamparo en que queda la víctima. En segundo
lugar la acción de abandonar a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que el autor deba
mantener o cuidar, en este caso el delito se configura sacando a la víctima del lugar en que se halla
y dejándola en otro o alejándola del lugar en que originariamente se encuentra. Para Buompadre, en
este caso el sujeto activo sólo puede ser quien tiene la obligación de mantener o cuidar al incapaz de
valerse. Para él citado autor, esta obligación puede provenir de la ley, del negocio jurídio o del
actuar precedente del autor. Sujeto pasivo lo es el menor de diez años y todo incapaz de valerse por
sí mismo, sea su enfermedad declarada por la ley o comprobable de hecho en el caso concreto.85
La tercera situación es la del abandono de la persona que el mismo autor ha incapacitado
Así Buompadre dice que se trata de unos de los denominados delitos especiales, puesto que por sus
características se restringe el campo de los posibles autores solo a quienes reúnen una específica
cualificación personal, en consecuencia, sujeto activo solo quien ha incapacitado a la víctima.86
No satisface el tipo legal cuando el abandono se produce en un sitio donde es seguro que
la víctima será inmediatamente asistida sin riesgo para su vida o salud. Señala Terragni que la cción
típica se agota con la creación de la situación de peligro producto del desamparo o el abandono,
pero para que aquélla resulte el riesgo debe ser efcectivo, por lo que el simple hecho de apartarse
del sujeto pasivo no constituye delito, si existen terceros que asumen el cuidado, haciendo así que la
vidao la salud no hayan estado comprometidas.87
Sin embargo para que la consumación del delito se configure no es necesario que se
produzca daño alguno, puesto que es un delito de peligro concreto lo que no requiere que se
verifique el resultado de daño efectivo. Para Núñez el tipo admite la tentativa siendo suficiente para
configurarla que los actos demuestren que el sujeto activo ha comenzado a ejecutar su propósito de
dejar en desemparo a su víctima. Para Soler, contrariamente, la tentativa es impune, ya que al
considerar a éste como un delito de peligro para las personas, la sola tentativa constituiría un
peligro remoto y por ello no punible
Finalmente, la misma norma contiene un agravante para el caso de daño grave en el cuerpo
o salud de la víctima, o su muerte. Estos son resultados preterintencionales, y deben ser
consecuencia directa del abandono.
84
Bustos Ramírez; Juan; “Manual de Derecho Penal”, Parte General; era. Edición, Barcelona, Ariel, 1989; 243.
85
Buompadre, Joge, “Derecho Penal Parte Especial”, Ed. MAVE, 2000, p. 255.
86
Buompadre, Jorge, “Derecho Penal, Pare Especial”, Ed. MAVE, 2000, p. 256.
87
Terragni, Marcos Antonio, “Delitos contra las personas”, Ed. Jurídicas Cuyo., 2000, p. 587.
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JURISPRUDENCIA
Omisión: “encuadra en el art. 106, la conducta de quien incurrió en la omisión de los deberes de
asistencia y de cuidado que tenía frente al niño, con consciencia y voluntad que lo colocaba en
situación de desamparo”. SCJBA, 4/2/89, “Z., S. M. s/homicidio calificado”, P 36795, Ay S 1989-
I-124, JPBA sum. N° B13801.
Lesión: “cuando la lesión es causada por un arma, o sea un medio con específica idoneidad para
causar la muerte, es claro que el deber de no abandonar a quien se hubiere incapacitado, no significa
simplemente acompañarlo expresando su solidaridad ante el dolor o su pena ante los estertores
agónicos, sino colocarlo en una situación en que la sociedad, a través de las personas idóneas,
pueda proporcionarle un auxilio acorde con el peligro corrido. Llevarlo al domicilio nada agregaba,
puesto que la herida sufrida no mejoraba con la aplicación de apósitos o fomentos. El motivo
egoísta de salvaguardar la propia libertad no exonera al causante que violó un primer deber, de no
respetar un segundo que fincaba en restañar, siempre por cierto parcialmente, el mal cometido”.
Trib. Cas. Pen. de Bs. As., sala I, 7/5/2002, “I., A. A. P., s/recurso de casación”, c. 2993.
DOCTRINA
La siguiente norma contiene un agravante respecto de los delitos del artículo antrerior en
razón del vínculo de los sujetos. Asi se agrava la pena si son cometidos por los padres respecto de
sus hijos, o por los hijos contra los padres o entre cónyuges.
JURISPRUDENCIA
Aplicación: si de los hechos que el tribunal tuvo por probados surge que los procesados han puesto
“en peligro la vida” de su hijo “incapaz de valerse” y al que debían “mantener” y “cuidar”,
abandonándolo “a su suerte”, “a consecuencia” de cuyo “abandono” resultó su “muerte” a ellos son
aplicables los arts. 106 y 107 del CP., en relación al art. 264 inc 2° y 4° del CC. La madre de la
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
víctima (de nueve meses) en conocimiento del riesgo de muerte del incapaz ante las agresiones de
las que lo hacía objeto su concubino (con quien ambos vivían) dejó que tal riesgo se mantuviera(no
obstante su obligación legal de proteger al menor y la posibilidad de hacerlo); la muerte del niño a
manos de su compañero encuadra en los arts. 106 y 107 del CP.
DOCTRINA
El presente delito también es de peligro concreto y se configura cuando por la omisión del
sujeto activo, se pone en peligro la vida o salud del sujeto pasivo. Es de pura omisión y se consuma
con la misma con la omisión misma, sin que sea necesario la causación de un daño o resultado
alguno.
Se entiende por auxilio necesario la acción requerida para colocar fuera del peligro, real o
presunto, a la víctima cuando se encuentra perdido o desamparado a un menor de diez años o a una
persona herida o inválida o amenazada con un peligro cualquiera.
No obstante la misma norma indica que sujeto sólo está obligado a auxiliar a la víctima
siempre que tal accionar no le traiga aparejado un riesgo personal. Según Buompadre, el riesgo
personal se convierte en el límite del cumplimiento de una u otra obligación, el sujeto debe prestar
el auxilio necesario, sólo si existe algún riesgo para su persona debe dar aviso a la autoridad
inmediatamente.88
JURISPRUDENCIA
Condiciones: el tipo del art. 108 requiere que el sujeto no solamente se encuentre frente a la
situación que genera el deber de actuar, sino también que posea poder final del hecho para el
cumplimiento del mandato, circunstancia esta última que torna necesario el conocimiento de esa
situación y del poder para la ejecución de la acción omitida, así como la posibilidad real física de
llevar a efecto la acción mandada. CNCCorr., sala I, 5/8/80, “G., F.”
88
Buompadre, Jorge, “Derecho Penal, Parte Especial”, Ed. MAVE, 2000, p. 259.
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TITULO II
DELITOS CONTRA EL HONOR (artículos 109 al 117)
DOCTRINA
El “honor”, es el conjunto de cualidades sociales, éticas, morales que una persona tiene y que
le son reconocidas por la sociedad.
Carrara decía que el honor tenía tres elementos: 1- la valoración que un individuo se realiza
así mismo (autovaloración).
2- el conjunto de valores que posee el
individuo y que son reconocidos por el medio social.
3- el mayor o menor perjuicio que sufría la
víctima por el ataque a su personalidad.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Bien jurídico protegido: es la personalidad del individuo. La ofensa al honor no lesiona
físicamente a las personas, sino en la personalidad (Nuñez), o en su integridad moral
(Ramos).Desde ya el honor es uno de los derechos personalísimos mas importante reconocidos por
la legislación nacional.
El honor así entendido es protegido por la ley penal como una necesidad jurídica impuesta por
la exigencia social de garantizar al individuo su personalidad (Fontán Balestra).
Sujeto pasivo: individuos sin honor: no puede decirse que hay individuos sin honor, porque
el honor es parte inalienable de la personalidad humana (Fontán Balestra).
En principio puede ser cualquier persona sujeto pasivo , el problema se plantea
respecto a las personas jurídicas, los menores, el incapaz y el fallecido.
Persona jurídica: una doctrina apoyándose en el art. 117, manifiesta que el ente
ideal puede ser sujeto pasivo de injuria o calumnia.
La doctrina mayoritaria entiende que la persona jurídica no puede ser víctima de una
calumnia, ya que a esta no se le puede atribuir ningún delito, si a quienes la representan, lo mismo
ocurre con la deshonra (la persona jurídica carece de autovaloración). En cambio si pude ser sujeto
pasivo de descrédito ya que esta afecta el honor objetivo.
Los menores: parte de la doctrina les niega totalmente el derecho a querella ya que considera
que son inimputables y como tales, no pueden actuar en juicio. Otros, con mejor criterio, entienden
que hay que analizar en el caso concreto si el menor puede captar e interpretar la gravedad de la
ofensa; por lo tanto pueden ser víctimas de este delito aquellos menores que se sientan agredidos en
su honra. Pero no podrán ejercer el derecho de accionar por sí mismos a raíz de lo que establece el
art. 75. La única vía disponible es que el menor adquiera la edad requerida por la ley pudiendo
accionar por una querella anterior y que la causa no este prescripta. De suerte que los delitos contra
el honor cometidos contra menores que no han alcanzado la edad para estar en juicio quedan
impunes, lo que de suyo contraviene principios constitucionales amparados por la Convención
Internacional de los derechos del niño, en cuanto siempre debe estarse al “interés superior del
menor” por cuanto éste es “sujeto” de derecho y de protección integral..
La mayoría de la doctrina entiende que los menores puede ser sujetos pasivos de injurias
(Nuñez, Creus, y otros). Creus lo limita al honor objetivo, mientras que Fontán Balestra opta por
analizar el caso en concreto. La doctrina extranjera suele considerar la posible lesión al honor de los
menores, si han alcanzado cierto grado de honorabilidad o capacidad. En lo personal entiendo que
debe resguardarse la protección integral del menor y en este sentido puede ser sujeto pasivo de los
delitos contra el honor.
El incapaz: se dice que el incapaz no está en condiciones de apreciar la ofensa. Pero la
mayoría de la doctrina le concede protección legal (Fontán Balestra, Soler, Nuñez).
Se reconoce el obstáculo establecido por el artículo 75.
El fallecido: en Alemania se los considera sujetos pasivos de injuria o calumnia. Según
Welzel los muertos también tienen honor. El proyecto de Soler de 1960 otorgaba una acción al
cónyuge, hijos, padres y hermanos del muerto. En lo que hace a nuestra legislación hay que
considerar distintas hipótesis:
1- El ofendido por calumnia o injuria, que luego fallece, pueden ejercer la acción
las personas legitimadas por el art. 75.
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2- La ofensa al ya fallecido, no tiene vía judicial expedita, salvo que afecte el
honor de personas que viven.
Medios y modos de comisión: la ley no limita los medios por los que puede resultar lesionado el
honor. Lo común es que esto se haga por medio de la palabra oral o escrita, los gestos (como
señalar o hacer movimientos con la cabeza), gráfica (dibujos, caricaturas, etc.), señales, sonidos o
cualquier otra actividad con la que pueda ser lograda la lesión dolosa del honor(conforme a Fontán
Balestra).
Son aptas la comisión como la omisión, aunque con respecto a esta última se encuentra
dividida la doctrina nacional y extranjera. La doctrina dominante entiende que la injuria se puede
lograr por comisión y por omisión , como seria el caso de no estrechar la mano, volver la espalda a
quien nos habla o no dar a las personas el trato que le corresponde. En cambio se juzga difícil que
por medios de omisión pueda cometerse calumnia, habida cuenta de que esta requiere la imputación
de un delito.
CALUMNIAS: en términos coloquiales la calumnia es una figura agravada de la injuria. Son
sus elementos: - la atribución de un delito, quiere decir imputar, se atribuye algo cuando se le
asigna un hecho o conducta (Fontán Balestra). El delito que se atribuye debe ser doloso, tentado o
consumado; la falsa imputación: Esta es la característica mas importante de la calumnia. La
falsedad puede consistir en dar como cierto un hecho inexistente, de modo que el delito no lo ha
cometido ni la persona a quien se le imputa, o que ocurrido el hecho este no participo.La
imputación falsa debe completarse con un elemento subjetivo: “querer hacer la imputación falsa. Lo
que directamente debe ser querido es el acto de hacer la manifestación calumniosa” (Godoy Lemos
citando a Soler); -que de lugar a la acción pública: unos dicen que tiene que haber actuado la
justicia penal, proceso. Otros dicen que se refiere a las acciones públicas y no a las privadas, Creus
incluye a las dependientes de instancia privada, (porque luego se hacen públicas).
Cierto es que en nuestro país desde siempre, la calumnia ha constituido otro de los tantos
delitos simbólicos que el Código Penal posee. Esto se debe sin duda a la falta de respeto por el
prójimo y a la falta de aplicación de la ley por parte de los magistrados. En este sentido –y más
crudamente- se expresaba Sebastián Soler al decir: “¿Ha visto alguien en la República Argentina a
un calumniador en la cárcel?. Hace años que miro, y no he visto a ninguno. Pero ¿es que no hay
calumnias en la República Argentina?. Al contrario: se calumnia hasta con cierto empeño y bastante
tranquilidad, tranquilidad que proviene de la casi segura impunidad”89.
JURISPRUDENCIA
Injurias: decir de otra persona, falsamente, que cometió “amenazas” no es calumnia, sino que puede
ser injuria. En cambio, podría constituir el delito del art. 109 decir que lo cometió en determinadas
circunstancias de tiempo, modo y lugar. CNCas. Pen., sala I, 3/7/2001, c. 3526.
En cuanto al elemento subjetivo del delito de calumnias, es posible afirmar que cuando la norma
reclama la falsa imputación de un hecho ilícito para configurarlo, lo que reclama como acto
voluntario es el de hacer la imputación calumniosa, pues el delito no se integra con el propósito
concreto de perjudicar, de dañar y por lo tanto es suficiente querer hacer la manifestación que se
89
Soler, Sebastián; “La reforma de la legislación penal”; en Revista del Centro de Estudios Criminológicos de
Mendoza, nro. 2, Diciembre de 1967; Editada por el Gobierno de Mendoza, ps. 30.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
sabe puede resultar falsa, basta, pues, el dolo eventual. CNCas. Pen., sala I, 4/9/96, “R., R. V.
S/recurso de casación”, c. 750
*ARTICULO 110. - El que deshonrare o desacreditare a otro, será reprimido con multa
de MIL QUINIENTOS PESOS a NOVENTA MIL PESOS o prisión de un mes a un año.
Modificado por:Ley 24.286 Art.1 ((B.O. 29-12-93). Montos elevados. )Antecedentes:Ley 23.479
Art.1 ((B.O. 26-01-87). Monto modificado. )Ley 23.974 Art.1 ((B.O. 17-09-91). Montos
modificados. )
DOCTRINA
Bien jurídico protegido: “los delitos contra el honor ofenden a las personas de manera directa e
inmediata en su personalidad, vale decir, en el conjunto de las cualidades morales, jurídicas,
sociales y profesionales, apreciadas como valiosas por la comunidad, atribuibles a las personas... el
delito de injurias puede cometerse por omisión, pero siempre en relación a conductas sociales (por
ejemplo: negarle el saludo a alguien). Tribunal Superir de Justicia de Córdoba; fallo nro. 132,
“Clara Bomheker c/ Isaac Plotnik, por Injurias”; 16/11/99.
A Sacerdote: Cámara Tercera en lo Criminal Y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial.
La Rioja; 10 de Agosto 2004; causa "O.J. A. Y OTRA - QUERELLA POR CALUMNIAS" (Expte.
Nº 12.756 - "O" - Año 2002 y sus acumulados): “El delito del Art. 110 del Código Penal es
meramente formal, se consuma con el comportamiento deshonrante o desacreditante; sin derecho,
se ataca el bien jurídico del honor de las personas (hecho típico antijurídico).- Ello es lo que ha
ocurrido en el presente caso.La culpabilidad, está gobernada por los principios generales de la
misma, es decir en el caso debe haber intención y libertad ofensiva.- Dolo en cualquiera de sus
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formas: directo, indirecto y eventual.- La prueba documental incorporada, consiste en las entrevistas
y notas periodísticas analizadas al tratar la primera cuestión, revelan que los imputados han obrado
con intención directa de ofender el honor y libertad de hacerlo.- En definitiva, actuaron con dolo
directo”.
A funcionario público: “Es ponderable que la sociedad reclame a los funcionarios públicos más
intensos estándares de conducta en la vida pública con un “plus” de honestidad, idoneidad y
eficiencia, realizando las denuncias o críticas pertinentes. Sin embargo, cuando se efectúan nada
menos que imputaciones delictivas comprometiendo el honor y responsabilidad penal de los
funcionarios, la conducta de quien denuncia debe ser seria, fundada y responsable. De lo contrario,
deberá asumir las consecuencias jurídicas de su obrar ilegal. Las infundadas e inciertas
imputaciones delictivas en contra de funcionarios públicos, no sólo conspiran contra la
honorabilidad y dignidad de los afectados, sino que comprometen seriamente la credibilidad de las
instituciones, esto es, la esencia del sistema democrático, razón por la cual el peso de la ley debe
recaer en contra de los responsables” (Tribunal Superior de Córdoba; expte. 8/2001, sentencia nro.
3, del 10/3/04; causa: “Riutort c/ Martínez”).
DOCTRINA
Exceptio veritatis: es una causa de justificación. En forma taxativa se establece en que casos
se puede probar la verdad de la imputación, que resultando verdadera justifica la injuria.-
a-Para defender o garantizar un interés publico y actual: interés público: porque incumbe a
más de una persona. Fontán Balestra dice que es el interés de una comunidad (Nacional-Provincial-
Municipal); y actual: presente (inminente), pero no pasado o futuro.
b-Si se diera lugar a un proceso penal: Para Nuñez es indiferente que el proceso penal fuera
de acción pública, instancia privada o acción privada, que el proceso se encuentre terminado o en
trámite.
c-Si el querellante pidiera la prueba de la imputación dirigida contra el: Algunos como
Ramos y Gómez la critican, porque entiende que el ejercicio de esa facultad otorgada al querellante
lo convierte a este en acusado. Godoy Lemos por su parte entiende que la alternativa del querellado
es sumamente positiva, no solo se limitará a defenderse sino, por el contrario, a exigir la
demostración de las imputaciones lesivas de su honor.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
JURISPRUDENCIA
Exceptio veritatis: no corresponde afirmar que la difusión objetiva y veraz de las imputaciones no
engendra responsabilidad, toda vez que la última parte del art. 1089 del CC., debe integrarse en su
sentido con el alcance restrictivo que el Código Penal reconoce -conforme al art. 111- a la exceptio
veritatis en el delito de injurias. CSJN, 8/2/98, “L., N. c/M., D. A. y otros”, DJ 1998-3-736.
Interés público: el interés público al que alude el inc. 1° del art. 111, debe entenderse como aquello
que es de utilidad para toda la población o está referido al interés general de todos los integrantes de
una agrupación político-social, ya sea que ésta constituya un país entero, una provincia, un
municipio o una zona, pero no puede interpretarse como tal a un interés más o menos generalizado
de personas o asociaciones, por más nutridas que éstas sean. CNCCorr., sala II, 6/6/91, “P., A. M.”,
c. 38.080.
ARTICULO 112. - El reo de calumnia o injuria equívoca o encubierta que rehusare dar en
juicio explicaciones satisfactorias sobre ella, sufrirá del mínimum a la mitad de la pena
correspondiente a la calumnia o injuria manifiesta.
DOCTRINA
Son Calumnias e injurias equívocas o encubiertas aquéllas que no son directas, son
confusas, dudosas .
Las calumnias e injurias encubiertas son aquellas que no se expresan en forma categórica,con
rodeos o disfraces, que pueden ser interpretas como voluntad de dañar el honor de una persona
(Godoy Lemos citando a Gómez).
La acción consiste en no dar una explicación satisfactoria sobre ellas. Esto permite que quede
confirmado el carácter ofensivo de la calumnia o injuria. Las explicaciones satisfactorias deben ser
dadas en juicio.
Es indiscutible que la norma abarca tanto a las calumnias como a las injurias, pero sin
embargo, Ramos niega tal circunstancia para las calumnias (Creus).
JURISPRUDENCIA
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REVISTA DIGITAL DE
Ofensa manifiesta: el tipo penal previsto por el art. 112 reprime las injurias o calumnias que no se
advierten manifiestas por ser dudosas en su dirección -tal el caso bajo estudio- en el que la ofensa
puede revertir tanto sobre la persona del queellante como sobre otra distinta, pero no comprender a
ambas a la vez. Cfed. Ccorr., sala I, 21/11/96, “D’A., H. s/querella”, c. 27.451, El Dial - AJ57E.
DOCTRINA
Aquí se castiga al que reproduce o publica la calumnia o injuria proferida por otro.
Fontán Balestra analizando el alcance de esta disposición dice: “quien repite una injuria que ha
oído, es autor de otra injuria, porque la originalidad no cuenta en las figuras de los delitos contra el
honor.” Tanto por medio de la reproducción como por la publicación, el hecho imputado llega a
personas distintas que la versión original.
Según un importante sector doctrinario la razón de esta figura radica en evitar que quien
reproduce la calumnia o injuria se ampare afirmando que el delito fue cometido por otro (Nuñez,
Creus).
Acciones: publicar: es dar a conocer a un número indeterminado de personas. La publicación
consiste en la reproducción del delito en una forma que lo hace patente y manifiesto al público
(Nuñez); reproducir: copiar o manifestar lo original. Es repetir la especie, aunque sea a una sola
persona ( Fontán Balestra).
Medios: cualquiera, oral, escrito, etc.Se trata de un delito doloso.
Requisitos: que las injurias o calumnias hayan sido inferidas por otro. Quedando claro que se
reprime al autor, de la calumnia o injuria, de acuerdo con el art. 109 o 110; y al que publica o
reproduce con este artículo (113).
JURISPRUDENCIA
Responsabilidad del editor: el artículo calumnioso o injurioso escrito por un tercero, que se publica
por otro, por el cual el autor se retractó públicamente -lo equivale a reconocer el carácter injurioso
de sus manifestaciones- no exime de responsabilidad al director o editor que publica la nota
incriminada, puesto que si reproduce, debe cerciorarse previamente de la autenticidad de la
imputación e informarse sobre las circunstancias que hacían que la conducta fuera ofensiva para el
honor ajeno. CNCCorr., sala II, 21/12/89, “E., A”, c. 36.710.
Competencia: considera el tribunal que los delitos como los que aquí se imputan deben
considerarse cometidos en el lugar en el que se exteriorizan los términos presuntamente agraviantes,
192
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
y cuando ellos son reproducidos por la prensa, corresponde atribuir la competencia al magistrado
del lugar donde se realizó la impresión de las expresiones cuestionadas. También ha dicho V. E.
Que no obsta al criterio expuesto la circunstancia de que la publicación estuviera destinada a
producir sus efectos en jurisdicción de otra provincia, donde se radicaba el querellante y en la cual
fueron repartidos ejemplares por el querellado (del dictamen del procurador fiscal). CSJN,
24/8/2000, “L., D. L. s/inhibitoria”, El Dial AA667.
DOCTRINA
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REVISTA DIGITAL DE
JURISPRUDENCIA
ARTICULO 115. - Las injurias proferidas por los litigantes, apoderados o defensores,
en los escritos, discursos o informes producidos ante los tribunales y no dados a
publicidad, quedarán sujetas únicamente a las correcciones disciplinarias correspondientes.
DOCTRINA
JURISPRUDENCIA
Excusa absolutoria: en la excusa absolutoria del art. 115, “la base de la impunidad tiene el carácter
del Derecho Público (Pessina, Manzini, Maggiore, Fontán Balestra), esto es, que no puede ser
objeto de renuncia por parte del beneficiario, y además, actúa objetivamente, o sea, al margen de la
intención del autor. Incluso -subraya Magggiore- debe prohibirse toda indagación acerca del dolo”
(Buompadre, Jorge, Curso de Derecho Penal, Parte Especial, p. 238, Plus Ultra, Bs. As. 1997). La
excusa del art.115 actúa objetivamente o al margen de la intención del autor, por lo que para su
procedencia no debe indagarse sobre el dolo. CNCas. Pen., sala I, 3/7/2001, c. 3526.
194
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Injurias proferidas por abogado: las injurias proferidas por el abogado defensor de una procesada
en un memorial presentado ante la segunda instancia quedan abarcadas en la norma del art. 115, sin
que corresponda imponer penas, quedando sujetas a las sanciones disciplinarias que el juez entienda
corresponder; siendo en consecuencia parcialmente nula la sentencia que ha decidido sobre ofensas
que no podían dar lugar a pena. CNCCorr., sala VII, 28/8/89, “B. G., J.”, c. 11.603
ARTICULO 116. - Cuando las injurias fueren recíprocas, el tribunal podrá, según las
circunstancias, declarar exentas de pena a las dos partes o a alguna de ellas.
DOCTRINA
La mayoría de la doctrina entiende que la naturaleza jurídica de esta figura es una excusa
absolutoria, siendo una conducta típica, antijurídica y culpable. Se da cuando una injuria es la causa
inmediata de otra injuria.
Requisitos: - La reciprocidad: que no significa proporción o equivalencia entre ellas (Fontán
Balestra).
- La compensación: es indispensable que ambas ofensas sean ilegítimas; no se
compensa la injuria justificada.
-Relación causal: que la segunda injuria tenga su causa en la primera.
-Autores: los autores de las injurias deben ser las mismas personas.
El Juez en este caso puede eximir de pena a las dos partes o a una de ellas. No es obligatorio
para el Juez.
JURISPRUDENCIA
Aplicación: es supuesto del art. 116 el equilibrio entre el tenor, oportunidad y atingencia de lo dicho
por uno y por otro. Aquél deberá ser valorado por el juez para declarar eventualmente exentas de
pena a una o ambas partes remitiendo, por ese motivo, la norma de fondo a las circunstancias del
caso para decidir según ellas. CNCCorr., sala III, “B., R. A.”, c. 26.943.
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DOCTRINA
JURISPRUDENCIA
Requitos de configuración: el art. 117 del C.P. no exige que quien se retracte admita que ha
mentido, sino que se conforma con la propia retractación; para ello no resulta necesario que se
utilicen términos solemnes, ni fórmulas sacramentales, basta con que el encausado retire los dichos.
Por haberse efectuado así la retractación, corresponde el sobreseimiento del delito de calumnias e
injurias. Debe reconocerse como retractación la pretensión del ofensor de satisfacer al perjudicado
con una explicación con la intención de reparar el daño causado, bastando la consideración de
respeto que formula hacia la reputación del ofendido. Si bien la Cámara Nacional de Casación Penal
considera suficiente que la retractación se efectúe sólo dentro del marco del proceso habida cuenta
del carácter público que éste tiene para las partes (artículo 204 del Código de rito); este Tribunal
considera justa la pretensión de que la retractación sea formulada en los medios de comunicación,
pero deberá ser el Señor Juez de primera instancia quien la instrumente, dado que el art. 114 del CP
se refiere únicamente a los supuestos de injuria o calumnias formuladas por medios de prensa
gráfica, conforme surge de la interpretación literal de sus términos.” C.C.C.F.; sala I, 4/9/03.
Retractación: la retractación efectuada en sede penal importa -con arreglo a lo dispuesto por el art.
117- una actitud que exime de pena al autor por los delitos de calumnias e injurias, sin necesidad de
tener que reconocer el imputado que ha falseado los hechos. Retractarse significa revocar
expresamente lo que se ha dicho, desdecirse de ello, razón por lo cual la retractación en sede penal
importa una actitud que exime de pena al autor por los delitos de calumnias e injurias, sin necesidad
de tener que reconocer el imputado que ha falseado los hechos. Al mediar retractación en sede penal
y haber quedado reconocido implícitamente la autoría del hecho, el carácter ofensivo de la
publicación y la culpabilidad de los demandados, no cabe otro examen de su responsabilidad civil,
en tanto ya se han configurado los presupuestos que hacen a la admisión del reclamo
indemnizatorio. CSJN, L. 208. XXXIII, 20/8/98, Recurso de hecho, “I., N. C/M., D. A. y otros”, El
Dial - AADD4, DJ 1998-3-736.
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http://revista-temas.blogspot.com.ar/
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
*ARTICULO 117 Bis.- 1. Será reprimido con la pena de prisión de un mes a dos años el que
insertara o hiciera insertar a sabiendas datos falsos en un archivo de datos personales. 2. La
pena será de seis meses a tres años, al que proporcionara a un tercero a sabiendas
información falsa contenida en un archivo de datos personales. 3. La escala penal se
aumentará en la mitad del mínimo y del máximo, cuando del hecho se derive perjuicio a
alguna persona. 4. Cuando el autor o responsable del ilícito sea funcionario público en
ejercicio de sus funciones, se le aplicará la accesoria de inhabilitación para el desempeño de
cargos públicos por el doble del tiempo que el de la condena. Modificado por: LEY 25326
Art.32 (Artículo incorporado (B.O. 2-11-00))
DOCTRINA
El artículo 32º de la ley 25.236 de protección de datos personales, ha incluido este artículo
117 bis al Código Penal. La sanción de la ley es del 4 de octubre del 2000, su promulgación del 30
de octubre del mismo año, vetada parcialmente por decreto 995/00 e insistida por el Senado. Fue
publicada el 2 de noviembre del 2000.
El delito consiste en introducir personalmente, o en hacer introducir por un tercero, datos
falsos en un archivo de datos personales, y en proveer a un tercero información falsa contenida en
ese archivo. Hay que destacar que guarda íntima relación con el delito previsto en el art. 157 bis del
Código Penal.
Se trata de un delito doloso, en el que se puede incurrir por acción u omisión, y la tentativa es
posible. Si bien la acción descripta puede atacar el honor y prestigio de una persona, e delito se
comete aun cuando los datos falsos se refieran a una persona ideal, inexistente o fallecida, o aunque
se relacionen con la propia persona de quien inserta o hace insertar los daros, y también cuando los
datos falsos introducidos no son deshonrosos o difamantes, basta con que sean falsos, y que el autor
los introduzca a sabiendas de su falsedad. No comprende a supresión dolosa de datos verdaderos, ni
el mantenimiento en el archivo de datos desactualizados, ni la omisión o negativa de insertar datos
actualizados, ni tampoco, en principio, la inserción de información verdadera pero incompleta, o el
suministro de datos desactualizados.90
En relación al inc. 3º, la mayor pena se aplica sólo cuando el hecho deriva a un perjuicio
material, o uno moral distinto al ocasionado al honor y la reputación. Cuando del hecho tipificado
en la figura básica deriva un perjuicio, se agrava la pena, elevándose su mínimo y su máximo en
una mitad aunque ese daño haya sido abarcado por el dolo del autor.91
El doble tiempo de la condena se aplicará como accesoria de inhabilitación al funcionario en
ejercicio de sus funciones, cuando éste haya sido autor o responsable del ilícito. La inhabilitación es
para el desempeño de cargos públicos.
90
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 886.
91
Idem.
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TITULO III
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
(artículos 118 al 133)
ARTICULO 119.- Será reprimido con reclusión o prisión de seis meses a cuatro añosel que
abusare sexualmente de persona de uno u otro sexo cuando, ésta fuera menor de trece años o
cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de
dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier
causa no haya podido consentir libremente la acción. La pena será de cuatro a diez años de
reclusión o prisión cuando el abuso por su duración o circunstancias de su realización,
hubiere configurado un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima. La pena
será de seis a quince años de reclusión o prisión cuando mediando las circunstancias del
primer párrafo hubiere acceso carnal por cualquier vía. En los supuestos de los dos párrafos
anteriores, la pena será de ocho a veinte años de reclusión o prisión si: a) Resultare un grave
daño en la salud física o mental de la víctima; b) El hecho fuere cometido por ascendiente,
descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro de algún culto reconocido
o no, encargado de la educación o de la guarda; c) El autor tuviere conocimiento de ser
portador de una enfermedad de transmisión sexual grave, y hubiere existido peligro de
contagio; d) El hecho fuere cometido por dos o más personas, o con armas; e) El hecho fuere
cometido por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus
funciones; f) El hecho fuere cometido contra un menor de dieciocho años, aprovechando la
situación de convivencia preexistente con el mismo. En el supuesto del primer párrafo, la
pena será de tres a diez años de reclusión o prisión si concurren las circunstancias de los
incisos a), b), d), e) o f). Modificado por: LEY 25087 Art.2 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
DOCTRINA
Antiguamente el Código Penal Argentino refería a los delitos sexuales como “Delitos contra la
honestidad” de allí que el epígrafe del cambio ya resulta sugerente: "Delitos contra la integridad
sexual". Al decir “contra la honestidad” no sólo representaba un desacuerdo con el bien jurídico
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
protegido, sino que transmitía un viejo anhelo de la doctrina y jurisprudencia, cual era el de
desterrar todo atisbo se moralidad en lo que se pretendía resguardar.
La visión de dogmática jurídico penal, aunque es más compleja, ya había construido un firmamento
de objeciones hacia el bien jurídico "honestidad", expresando que no era eso lo que se quería
proteger en este tipo de delitos.
Dable es recordar un antiguo y no por ello menos importante trabajo de Vera Barros en alusión al
derogado Art. 119 del C.P.. Allí decía este gran maestro: “Los tres casos contemplados por la figura
del art. 119 se refieren a situaciones en que está en juego la libertad de determinarse sexualmente”92
La cuestión semántica quedó zanjada, pues más allá de gustos y objeciones opinables, el término
"integridad sexual" es comprensivo de esta problemática, en tanto "honestidad sexual" era
francamente anacrónico.
Desde tiempos remotos se hablaba en doctrina de amparar la "reserva sexual" (Núñez);
"voluntad sexual" (Fontán Balestra); "libertad sexual" (Moras Mom), etc.. En esta inteligencia, el
bien jurídico "integridad sexual", bien se podría interpretar como que resguarda la libertad en su
proyecto hacia la sexualidad y la integridad física, psíquica y espiritual de la persona.
Entonces si la norma impone que el bien jurídico protegido es la “integridad sexual”, parecería que
está todo dicho; sin embargo el eje temático se desplaza hacia la libertad sexual.
Un sintético repaso arrojará seguramente más luz al problema. La novel doctrina ha tenido dispares
criterios en torno al bien jurídico protegido. Villada indica que lo tutelado en general no sólo se
encuentra conceptuado desde la perspectiva del ataque a la libertad o autodeterminación sexual,
sino además desde la prevención de los terribles efectos dañosos comprobados en la víctima de este
tipo de criminalidad y su repercusión mediata o inmediata en la sociedad toda. Buompadre dice que
hay un cambio de “ideología” acerca de la intervención del Estado en el ámbito de la sexualidad de
los individuos, a la voluntad de dotar de mayor contenido al bien jurídico y hacerlo más compatible
con las exigencias de un derecho penal propio de un estado de derecho cuyas bases se asientan en
el marco de las líneas directrices impuestas por la reforma constitucional de 1994, que están
orientadas hacia un Estado protector de las libertades individuales entre las que se inserta,
precisamente, la libertad sexual. El mismo maestro correntino formula un interesante panorama
comparativo: Delitos contra la integridad sexual (Argentina, 2000 y Suiza, 1937); Delitos contra la
libertad sexual (Alemania, 1998); Delitos contra la libertad sexual y la honestidad (Honduras,
1997); Delitos contra la libertad (Perú, 1991); Delitos contra la libertad e indemnidad sexual
(España, 1995); Delitos contra las buenas costumbres (Bolivia, 1973; Uruguay, 1934; Venezuela,
1964; Italia, 1931 y Brasil, 1940); Delitos sexuales (México, 1931 y Portugal, 1982); Delitos contra
el pudor y la libertad sexual (Panamá, 1982 y El Salvador, 1973); Delitos contra el normal
desarrollo de las relaciones sexuales y contra la familia, la infancia y la juventud (Cuba, 1987);
Delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales (Colombia, 2001); Crímenes y simples
delitos contra el orden de las familias y contra la moralidad pública (Chile, 1958); Hechos punibles
contra la autonomía sexual y contra menores (Paraguay, 1997); De los atentados a la integridad
física y psíquica de la persona (Francia, 1994 y República Dominicana, 1998) y Delitos contra las
personas y su integridad física, psíquica, moral y social (Nicaragua, 1974).
92
Vera Barros, Oscar; “Sistema legal de clasificación de los delitos”; Boletín de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba; Enero – Junio, año 1957, nro. 1-2; ps. 165.
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El criterio de Reinaldi, que oportunamente siguiera en lo personal, descarta la idea de
integridad simplemente física de lo sexual en tanto el enfoque ahora debe girar hacia los conceptos
de “autodeterminación sexual” (Alemania) o bien hacia la “libertad e indemnidad sexual” (España).
El citado autor dice, que debe verse como el derecho de las personas que tienen capacidad para
expresar validamente su voluntad a tener un libre y consciente trato sexual o a no tenerlo contra su
voluntad; y a la intangibilidad sexual de quienes, por ser menores de ciertas edades o incapaces, no
pueden manifestar validamente su consentimiento. Creus reconoce que hay imprecisión en los
términos integridad, por lo que debe protegerse el normal ejercicio de la sexualidad, básicamente
asentado sobre la libertad del individuo.
José I. Cafferata Nores, quien fue el miembro informante de la Cámara de Diputados al
momento del tratamiento de esta ley dijo: “Se ha redefinido el bien jurídicamente protegido, que
pasa a ser la integridad sexual de la persona y no un concepto de bien público de honestidad o la
honra de los varones allegados a la víctima, como ocurre ahora. Una percepción de las agresiones
sexuales acorde con el estado actual de nuestra cultura debe considerar el crimen sexual
estrictamente como una injuria a la integridad física y psíquica y a la libre decisión de la víctima, no
una injuria a la pureza o castidad de ella, ni al honor de algún varón. La vieja idea del honor,
asociada a ciertos tipos penales, refleja no sólo una dimensión ideológica, ligada al temor por el
escándalo, sino que facilitan la imposición de valores culturales dominantes, propios del mundo
masculino. En definitiva, las agresiones de referencia afectan, no el honor o la honestidad de las
víctimas de esas acciones, sino su integridad y dignidad como personas. Y aunque también afectan
a la vez su libertad y a menudo equivalen a una privación de esa libertad, las personas afectadas
viven estas situaciones sobre todo como atentado a su propia integridad, privacidad e identidad, más
allá que esos delitos afecten también a sus familiares, tutores, al Estado, etc., correspondiendo, por
lo tanto, concebir a estos delitos como delitos contra las personas al igual que otros delitos
concebidos como tales” (ver los antecedentes parlamentarios 1999:1614).
Un interesante aporte hace Elhart invocando que estos “delitos contra la sexualidad” puedan abarcar
no sólo aspectos anatómicos y fisiológicos, sino también los referidos a la salud mental y física del
individuo93. Riquert opina que en el caso que nos ocupa, el legislador ha perdido una buena
oportunidad para adecuar el bien jurídico protegido en los delitos sexuales y de “lege ferenda”
propone que sea la “libertad sexual” o “la autodeterminación sexual”94. Fabián Balcarce, en un
excelente trabajo, cuestiona las distintas teorías y se inclina finalmente por posiciones pluralistas al
decir: “ con la leyenda integridad sexual se hace referencia a la posibilidad de todo ciudadano con
suficiente capacidad psico-física, según los standars de la sociedad en determinado tiempo y lugar,
de elaborar su propio plan de vida sexual; ora de manera individual; ora en forma coordinada con
personas de distinto o igual sexo, compatibilizando el grado de renuncia que se alcanza en el ámbito
de disponibilidad de los distintos bienes jurídicos que concurren a la plenitud en la actividad sexual.
En forma sintética: el derecho al desarrollo progresivo en el ámbito sexual y a la autonomía sexual.
De esta manera, la ley penal protege el derecho constitucionalmente garantizado (CN, art. 75, inc.
22 en conc. con el art. 11 de la CADDHH) al reconocimiento de la dignidad personal, en su flanco
de dignidad sexual, impidiendo injerencias arbitrarias o abusivas en la vida privada. Asimismo,
asegura al niño su protección contra todo tipo de abuso o explotación sexual (CN, art. 75, inc. 22;
CDDN, arts. 19, inc. 1°, y 34) (Figari, 2003)95.
93
Elhart, Raúl; “El bien jurídico en los delitos contra la integridad sexual....”; en L.L. del 28/09/00, p.3.
94
Riquert, Fabián; “El bien jurídico en los delitos sexuales”, Doctrina Judicial, nro. 15, 14 de Abril de 2004, p.918.
95
Balcarce, Fabián; “el bien jurídico protegido en los delitos contra la integridad sexual”, publicado en www.eldial.com
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
A guisa de corolario considero que el término “autodeterminación sexual” es el más adecuado. Mas
esta autodeterminación del individuo cuida su dignidad, en cuanto persona dotada de cualidades
sexuales pero también espirituales. Esta es la cosmovisión de la filosofía antropológica que no
abandona al hombre como ser que piensa, siente, experimenta y actúa en distintos planos.
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no exige como elemento subjetivo el fin de desahogar la sensualidad del autor, ni por consiguiente,
un dolo específico ( Cámara en lo Criminal y Correccional de San Francisco)”.
Oponiéndose a la interpretación ut-supra, Gustavo A. Arocena, expresa: “la aproximación a
la tipicidad objetiva de una figura delictiva exige poner atención en lo que comunica a la sociedad
el acto del autor, la significación objetiva de su conducta y no la sola subjetividad de éste al
desenvolverse… en otros términos, sólo resulta relevante para la dotación de contenido a la
tipicidad objetiva del abuso sexual la consideración de las conductas objetivamente impúdicas o
sexuales para nuestra sociedad.”
Otro punto que mantiene dividida a la doctrina versa sobre, si para el acaecimiento del ilícito
es menester un contacto corporal directo entre el agresor y la víctima, o no.
Estimo que aceptar las “aproximaciones”, como modo de realizar el tipo objetivo, nos hará
penetrar en un mundo incierto ajeno a nuestra tradición doctrinaria y jurisprudencial. Nada más
cierto, preciso y garantista que el “tocamiento”, el que –de suyo- puede ser del agresor con su físico
o con un objeto hacia la víctima u obligarla a ésta a que lo toque. Es decir que la idea de “contacto”
está ínsita en el espíritu del legislador ya que así se va a entender con más claridad “el abuso”, que
siempre indica “ir más allá”. En este caso sin derecho.
Breglia Arias y Gauna, hablan del contacto sexual y la aproximación (caso del que hace
desnudar), como medios idóneos para consumar el delito.
No obstante, las opiniones arriba señaladas, sigo sosteniendo con fuerza que el contacto es un
requisito del tipo penal objetivo, de otra manera, como señalo supra, no se explicaría el “abuso”.
Es dable focalizar y aceptar que puede tratarse también del contacto de objetos, como los
llamados consoladores o cualquier otro a partes del cuerpo ajeno que tengan connotación sexual,
v.gr., la vagina o el ano, (Reinaldi, Víctor). En este sentido –como expresé- también habría abuso
sexual.
Como se ha indicado, es indudable que el abuso sexual se configura a través de tocamientos sobre el
cuerpo de la víctima o bien haciéndose tocar el autor, con interés sexual y en zona pudenda.
Coexisten entonces un elemento material externo (que es el contacto físico) y un elemento subjetivo
interno (que es el conocimiento que se está abusando sexualmente de otra persona).
96
Parma, Carlos; “Delitos contra la integridad sexual”; Mendoza, Ediciones Jurídicas Cuyo, 1999, ps. 28 y siguientes.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La coacción sería el efecto de la intimidación. Señala la amenaza que funda el temor en la víctima.
La violencia –por su parte- indica fuerza de carácter físico. Ambos conceptos (vis compulsiva o
absoluta) tienen como resultado vencer la seria resistencia de la víctima. El no poder consentir
libremente la acción pone de relieve que la víctima está privada de sentido o de razón. Esto genera
de por sí la polémica si los incapaces mentales pueden tener derecho o no a relacionarse afectiva o
sexualmente97 .
Como dije el término “abuso sexual” sugiere tocamientos o contactos corporales del autor o de un
tercero con la víctima (Cfr. “Manual de Der. Penal; Parte Esp.; Núñez, R.; ps. 104, Ed. Lerner, Año
1999). Esto debe quedar bien en claro por lo que el abuso no puede cometerse a distancia o de
palabra. Lo dicho tiene su relevancia a la luz de la interpretación del Acoso Sexual, que en forma
amplia en otros fueros y legislaciones, es reconocido como “una forma indebida de pedir favores
sexuales ...”.
Creus define al “abuso sexual” como todo acercamiento o contacto con el cuerpo del sujeto
pasivo, con sentido sexual, aun en los casos en que no media acercamiento con órganos del autor
sino la mediación de instrumentos...” (ver : “ Delitos sexuales según la ley 25.087, en
Jurisprudencia Argentina, nro. 6151 del 21/7/99, ps. 2/7). No coincidimos con la posición del
Maestro santafecino, a no ser que quite la palabra acercamiento. El texto legal no alude en absoluto
al mentado acercamiento, el cual además tiene la cualidad de ampliar en demasía la criminalidad de
la acción. Si la cuestión pasa por la tentativa, deberá vérselo como un aspecto objetivo (uno entre
otros), unido sea al carácter subjetivo (plan del autor) podrá entonces sí considerárselo comienzo de
ejecución.
Inermes podríamos pensar en el antiguo artículo 127 y la fecundidad de la doctrina que enseñaba :
“ el que usa el cuerpo de otra persona para actos que objetivamente son impúdicos” (Núñez) o tal
vez la trillada fórmula de “los tocamientos inverecundos”, y de esta manera asociar ideas en torno al
abuso sexual.
La reforma indica en primer lugar, el abuso sexual a menores. Pide el texto que el menor lo sea de
trece años y de cualquier sexo. Este es un elemento objetivo, descriptivo o lingüístico del tipo, y la
presunción es “jure et de jure”. Esta edad deberá ser acreditada en la forma que expresamente
prevé el Código Civil, y también esta ley velará por la forma de contar el tiempo (art. 24 y conc.),
por el cual el día hábil comienza a transcurrir desde la medianoche del día en que el menor cumple
13 años... (ver “Delitos contra la honestidad” ; Viani, María ; ps.1 y 2 ; en La Ley ; 31/7/97). Por
ello sólo será mayor de 13 años luego de la medianoche del día de su cumpleaños.
Más allá de la probanza fehaciente que significa la partida d nacimiento, en cuanto a la forma de
determinar la filiación del menor también serán pruebas legítimas el certificado de nacido vivo
(arts. 242 y 257 del C.C.); el reconocimiento de la paternidad si hubiere (arts. 247 y 248 del C.C.);
la posesión de estado; el estudio de ADN.
Figari piensa (con cita a Donna) que en el abuso sexual, en caso de existir un error sobre la
edad de la víctima, el accionar del sujeto activo sería atípico, pues excluiría la conducta dolosa y no
97
Zaffaroni, Raúl Eugenio; “Sistemas penales y derecho humanos en América Latina”; Buenos Aires, Editorial
Depalma, 1986, ps. 33 y 34. El tema se encuentra tratado en: Parma, Carlos, Ob. cit. Ps. 53/65.
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está contemplada la subsistencia, para este caso, de un tipo culposo. Además –indica- que tampoco
existe una figura atenuada, como se daba en la alternativa entre la –antigua- violación y el
estupro98.
5..El abuso con intimidación o violencia física: la norma penal dice: “violencia, amenaza, abuso
coactivo o intimidatorio....”. Surgen estos temas: coacción (delito contra la libertad psíquica), vis
compulsiva y absoluta... intimidación (conceptos que la ley parece superponer), “distracción” de la
víctima (no haya podido consentir...), los elementos subjetivos del autor, etc..
Creus dice “ En sus significados más corrientes, la coacción (o coerción) sería un resultado o efecto
de la intimidación (vis moral) y, en la doctrina penal al menos, aquella terminología se emplea
también para comprender a la “vis” física (fuerza o violencia), aunque con distinto efecto en cuanto
a su ubicación. La forma de empleo de los vocablos de la ley 25.087 no será tan conflictiva para la
interpretación cuando sea referida a una particular relación (como ocurre en el mismo art. 119,
párr. 1) pero el debate será casi probable en los casos forenses cuando ambas entidades se enuncien
con autonomía, “cualquier otro medio de intimidación o coerción” (arts. 125, pàrr. 3, 126, 127, 127
bis y 127 ter). La duda radicará en discriminar si el legislador al utilizar ambos términos entendió
referirse a lo mismo o verdaderamente a procedimientos distintos... si se entiende que empleó
intimidación como “vis moral” y coerción como “vis” física, chocaremos con la oscuridad.... si
pensamos por el contrario, que el legislador sencillamente intentó decir lo mismo ratificándolo
expresivamente, con la repetición dejaríamos de observar uno de los principios fundamentales de la
interpretación de la ley penal....” (Creus, obra citada).
Lo relevante y que se muestra como requisito típico subyacente, es que el hecho (abusivo) sea
contrario a la voluntad, por ende en este supuesto (“... o cuando mediare violencia, amenaza....”) el
consentimiento de la víctima será causa generadora de atipicidad.
Violencia, como anticipamos, nos sugiere fuerza de carácter físico que tiende a vencer la resistencia
del otro. Estos dos aspectos : fuerza y resistencia, serán seguramente objeto de estudio
jurisprudencial. Algunos han ratificado la necesidad de “resistir” a cargo de la víctima, agregando
que ésta debe ser seria, cierta y constante. Otra línea jurisprudencial entendió que la “intimidación”
(había un arma en el caso) liberaba a la víctima de resistir físicamente y en consecuencia se daba el
delito (Cámara Nacional Criminal y Correccional, sala IV, en La Ley, Suplemento de
Jurisprudencia Penal, 29/5/1998, ps. 51). Cancio Meliá nos relata el debate que se dio a colación de
este tema en la doctrina y jurisprudencia española. Así nos dice el profesor madrileño : “ existe una
línea jurisprudencial más reciente que ha afirmado que la resistencia de la víctima no es elemento
del delito, sino la violencia del autor. De este modo se rompe con posiciones anteriores que exigían
primero una resistencia considerable, para pasar luego a una “resistencia razonable”, mientras que
ahora se contenta con la constatación de la voluntad contraria a la víctima” (Cfr. “Los delitos de
agresiones sexuales, abusos sexuales y acoso sexual, en el nuevo Código Penal Español” ; Manuel
Cancio Meliá ; en Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Ad hoc , nro. 8, ps. 198). El voto del
Superior Tribunal de España en fallos nro. 4488 (16/5/95) y nro. 5344 (27/2/95) dice : “Lo
verdaderamente importante en la violación, desde el punto de vista jurídico, es saber de la
98
Figari, Rubén; “Delitos de índole sexual”, Mendoza, Edic. Jurídicas Cuyo, ps. 72.
204
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
intencionalidad decidida del violador, es saber de los medios empleados en su ataque físico o moral.
Porque en cuanto a la resistencia, que el sujeto pasivo por su parte ofrece, ya se ha abandonado la
antigua doctrina que exigía fuera ésta trascendente, casi heroica, estimándose suficiente una
resistencia seria, más tarde definida como razonable, cuando no incluso se llega a prescindir por
completo de las características de una actitud defensiva que, sin otra eficacia jurídica, sólo puede
hacer peligrar incluso la vida misma... la resistencia de la víctima no es un elemento del tipo de
violación”.
Es una verdad absoluta de dogmática jurídica que la “amenaza” se compadezca con la
promesa de un mal grave e inminente para con la víctima (físicamente en lo personal o a sus bienes,
familia, tercero afectivamente ligado o bien algo que signifique caro a sus sentimientos, creencias,
etc.). El dilema se hará presente cuando el abusador se “haga penetrar carnalmente” pues deviene
contrario al sentido común que alguien pueda lograr plena o firme erección en contra de su
voluntad, a no ser que sea asistido en forma artificial (inyecciones o medicamentos de alta
complejidad).
6.Aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la
acción:
Estamos frente a una víctima privada de razón o de sentido. Incluímos dentro de esta consigna
también a la persona que se ve abusada por un golpe de “sorpresa”.
El “consentimiento” que preste la persona privada de razón es por demás irrelevante. Estarían
involucrados los enfermos mentales, los idiotas, los imbéciles, etc. presupuestos previstos en
artículo 34 del Código Penal.
Hay una cuestión aun irresoluta y se trata de la discriminación que sufren los incapaces por no
poder gozar naturalmente de su vida sexual, de allí que el término “aprovecharse” sea en este caso
un elemento desincriminante que deberá valorarse en el caso concreto.
Al defender la “víctima privada de razón”, la “ratio legis” apuntala como bien jurídico protegido la
“libertad sexual”, es decir la consideración que merece la persona (enajenado sexual) que no está en
condiciones de decidir libremente sobre su sexualidad con terceros. Aquí la presunción es “juris
tantum” al igual que el Código Español (“... abusando del trastorno mental”), pues siempre será
necesario que el agente obre con dolo. El dolo se integra con el conocimiento del estado psíquico de
la víctima y el aprovechamiento de ese estado (ver “Derecho Penal “; Parte Especial ; Muñoz
Conde, Francisco ; 11va. Edición ; ps. 192 y siguientes, Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, año
1996 ).
Debe sumarse al análisis el caso del tocamiento “rápido” o “fugaz” en zonas pudendas que
suelen ser un común denominador en este tipo de delitos. En este sentido bien lo expresa el Código
Belga en su artículo 222. 22 al comentar las agresiones sexuales: “... todo atentado sexual cometido
con violencia, coacción, amenaza o sorpresa”.
En esta orientación se ha manifestado la Jurisprudencia al decir que “configura abuso sexual
el tocamiento de los glúteos de una mujer, de modo sorpresivo y sin su consentimiento, dado que la
conducta prescinde de la voluntad de la víctima, reduciéndola a simple objeto de dicho acto, con
afectación de su libertad de determinación para aceptar o rechazar una acción de significación
sexual sobre su cuerpo” (Tribunal Oral Criminal número nueve, 4 de Abril de 2001, en L.L.
2001/06/06, ps. 14, fallo 102.108).
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Así también se interpreta el Código Español en su artículo 430, considerándo gran parte de
la doctrina que deben incluirse los casos en los que el contacto sexual se produce por sorpresa o
mediante un ardid. Estos casos especiales tradicionalmente llamados abusos de sorpresa, se integran
por besos fugaces, tocamientos sorpresivos, aprovechándose el victimario en general de lugares,
momentos de descuido o bien de situaciones de aglomeraciones.
Entre jóvenes ciertos acontecimientos sociales han generado pautas o reglas de conductas
donde pueden apreciarse situaciones peculiares. Hay en ellas un cierto consenso o aceptación que
al “tocamiento” fugaz sobreviene “una agresión física” de quien fue “agredido sexualmente”. Se
trata de lugares bailables donde las aglomeraciones son corrientes como así también este tipo de
tocamiento furtivo. Se advierte, con preocupación, que la víctima lleva asimilado interiormente “un
riesgo” (tocamiento) al cual –en la generalidad de los casos- responde, en la medida de sus
posibilidades, a través de agresiones físicas. Lo grave de la cuestión es que ha tomado cuerpo la
idea que se “saldaría” de esta manera la supuesta lesión al bien jurídico con esta curiosa “vindicta”.
Una “solución” atávica lejana a toda razón y sentido.
Nos preguntamos: ¿ cómo jugarán las teorías de Jakobs en cuanto al “rol de la víctima? ... ¿
deberemos permanentemente “exigirle la posibilidad de otra conducta (en la posición de
Freudenthal)?.
El concepto “ condición de la víctima” se debe interpretar : a) la edad del menor. Menor de trece
años que preste o no consentimiento. Por ser este un elemento objetivo del tipo la presunción es
“jure et de jure”.
b) persona incapaz. Aquí la cuestión es harto compleja, toda vez que “la persona discapacitada
mental” tiene derechos y éstos por imperio constitucional deben ser aceptados. En el caso la
presunción es “juris tantum”. Se impone normativamente que el agente “se aproveche” de esa
condición. Esto bien lo plantea el Diputado Quinzio en su informe al referirse al acceso carnal con
mentecatos o desválidos, diciendo: “ ... da la impresión de que la demencia en sí, por ejemplo, fuera
causal suficiente para que nadie se le acerque sexualmente al enfermo, privando pues a los enfermos
mentales de vida sexual, o compeliéndolos a tenerla a riesgo de que su compañero sea condenado, o
bien a mantener trato sexual solamente con otros desválidos, que pudieran ser considerados
inimputables. El requisito que el autor “se aproveche” de la situación restringe en alguna medida la
tipicidad, aun cuando no sea suficiente para que podamos distinguir con precisión cuándo está
prohibido tener relaciones sexuales con una persona demente” (ver fojas 62, 63, 64 y siguientes).
Como relatamos precedentemente, la palabra “aprovechándose”, que indica un obrar
subjetivo del autor, traerá aparejada discordia y “válvulas de escape” para interpretes que, a pesar
de tener elementos objetivos ostensibles, verán en este requisito una solución para hacer justicia.
c) víctima privada de sentido indica que problemas fisiológicos o patológicos han alterado la
normalidad de sus facultades, no pudiendo tener discernimiento por falta de conciencia (ebrio,
anestesiado, drogado, etc.) .
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http://revista-temas.blogspot.com.ar/
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Buompadre explica que “un sometimiento sexual es gravemente ultrajante para la víctima
cuando afecta su dignidad como persona humana o cuando tiene un particular signo degradante y
envilecedor”99.
El punto de discusión, surge de la interpretación que se le debe dar al sometimiento gravemente
ultrajante, ya que como afirma Carlos Creus, cualquier abuso sexual, justamente por ser abuso
tendría carácter ultrajante.
Todo indicaría que debe haber un mayor desprecio por la dignidad sexual de la víctima, ya sea por
el modo en que se lleva acabo, por su duración, o en definitiva de cualquier manera que se afecte
“gravemente” la integridad sexual de la persona.
Se trata de un subtipo que tiene su origen en la figura madre que sería el abuso sexual simple, claro
está que en este caso es agravado. Este agravamiento encuentra su fundamento en acciones que
humillan y degradan a la víctima fuera de los parámetros que pueden considerarse “normales” como
bien podría ser el simple tocamiento de un glúteo. Aquí –ejemplificando - el sujeto activo introduce
objetos, su dedo o lengua en vagina o el ano de la víctima, el sujeto somete a la víctima
públicamente, o en lugares que le son caros a sentimientos de religiosidad o lo hace de forma
moralmente escandaloso (el profesor que abusa sexualmente de una alumna frente al resto de los
alumnos, o en el aula).
Se observan dos agravantes: por su “duración” o bien por las “circunstancias” como se realiza el
abuso. Lo de duración entiendo que no sólo se refiere a que el tocamiento “dure” un tiempo largo,
sino que perdure en el mismo aunque sea interrumpido o en intervalos. Convengamos que el
legislador lo ha pensado primordialmente en conducta que guardan relación con el “acoso” laboral.
Claro está que el término es extensivo al tiempo y de allí que muchos de éstos abusos son
sostenidos temporalmente por el agresor en forma ininterrumpida y esto lo hace materialmente más
grave y peligroso.
Es natural afirmar que este abuso tiene como característica prolongarse en el tiempo, es decir
que dure “de más”, es decir se reitere el abuso. Al extenderse temporalmente la integridad y
dignidad se ve aun más afectada. Arocena ha compartido este criterio el que se ve abonado también
por una agresión a la libertad del sujeto pasivo.
La elucidación del problema de los tocamientos que se practican en forma reiterada y en
forma interrumpida (por ejemplo el jefe que abusando de su condición de tal somete a su secretaria
o empleada a tocamientos abusivos diarios) no es sencillo pues forma parte de lo que ha venido a
llamarse “abusos sexuales continuados” y esto abre el panorama del “concurso”, tema más que
intrincado en doctrina y jurisprudencia. Castro, con su habitual agudeza, en un ejemplar trabajo
doctrinario aproxima certezas pero también enciende dudas.
Jurisprudencialmente se ha dicho que “los plurales vejámenes sexuales perpetrados contra una
misma víctima – en el caso por un maestro a una alumna- deben ser considerados como un único
atentado, pues se trata de hechos dependientes entre sí que integran una continuación delictiva, aún
cuando hayan tenido lugar en sitios y épocas diferentes”100 .
99
Buompadre, Jorge; “Derecho Penal. Parte Especial. Tomo 1”, Corrientes, Ed. Mave, 2000, ps. 371.
100
Ccrim. 3ra. Nominación, Córdoba, 5 de Noviembre de 2003, F. c/ López, Francisco; en L.L. suplemento de
jurisprudencia penal y procesal penal, 26 de Marzo de 2004, p. 35.
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Julio César Castro indagó con seriedad y profundidad la temática de los abusos sexuales
continuados visto éstos como un verdadero tema de concurso real de delitos evitando la idea del
delito continuado101.
Es obvio que “las circunstancias de realización” van de la mano del lugar, el modo,
el medio, etc. con que se ejecuta el acto que necesariamente en cualquiera de estos dos supuestos
deberá ser “ un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima, implicando esto que ese
sometimiento ultrajante deberá ser grave para la víctima.
La doctrina nacional, en general, muestra sus reparos a la terminología empleada por la norma
de análisis en cuanto al término “ gravemente ultrajante “, por considerarlo vago e impreciso.103
Así, Villada, concluye que el ultraje, como lo emplea la ley, refiere al alcance de la
degradación como personas, de la humillación o del daño psico-emocional que ha padecido y
experimentado la víctima. En cuanto a la gravedad, manifiesta que el ultraje debe ser de tal
gravedad para la víctima que amerite la mayor imposición de la pena, preguntándose cómo se
medirá tal gravedad, a través de qué mecanismos de apreciación, siendo en definitiva el juez o el
fiscal en lo referente a la acusación, los que lo apreciarán, valiéndose al efecto del necesario
dictamen de peritos. 104
El sometimiento sexual gravemente ultrajante deberá serlo para la víctima, no para la
consideración del juez, ni en su moral, ni en la moral social, o lo que se quiera en torno a una
tercera persona105, esto debe quedar absolutamente claro: el sometimiento grave lo es para la
víctima.
101
Castro, J.C.; “Abusos sexuales continuados”; en L.L. suplemento de jurisprudencia penal del 26/03/04, ps. 35/47.
102
Las consideraciones que siguen sobre “el beso” y su consideración gravemente ultrajante han sido coredactadas con
el Dr. Horacio Cadile.
103
Creus, Carlos, Delitos Sexuales según la ley 25087, Jurisprudencia Argentina, año 1999 III, p. 809; Aboso, ob.cit.,
p. 829/837.
104
Villada, ob. cit. p. 200
105
Parma, ob. cit. p. 67/68
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
dentro del concepto del pudor individual , que cuando se usa como forma violenta de desahogar la
lujuria queda atrapado por la ley penal106
En igual sentido, otros autores de la talla de Carrara, Maggiore, López Bolado, Eusebio
Gómez, citados por Julio Castro, coinciden en que el beso puede ser una expresión afectuosa y por
ende, lícita, o bien puede responder a móviles sexuales y convertirse en un delito cuando el acto se
ejecuta en contra de la voluntad de la víctima 107
Otros estiman que el beso violento no constituye delito, por cuanto para que las conductas
abusivas encuadren en la figura del articulo 119, 1° párrafo, deben constituir un sometimiento
gravemente ultrajante.108 En idéntico sentido, Julio Báez manifiesta que el simple beso, incluso con
alguna situación de reiteración, puede gestar molestias a su destinataria, y que si bien besar ( contra
la aquiescencia de quién lo recibe ) puede ser una conducta reprochable, no constituye delito,
quedando el accionar oprobioso sujeto a las eventuales reprobaciones morales y a los correctivos
civiles que pudieran corresponder.109
En síntesis y como lo expresan Estrella- Godoy Lemos, “... casi unánimemente, la doctrina
que expresamente se ha ocupado de la trascendencia penal del beso violento, ha rechazado las tesis
extremas que siempre lo tienen como acto libidinoso o que nunca le otorgan ese carácter. El beso,
en sí mismo no es un acto ilícito, por lo menos en los ambientes sanos de suficiente civilización y
cultura, extendidos ya en forma casi universal ( Carnelli ). Pero conforme a la dirección subjetiva
que anime a su autor, el beso dado a una persona sin su autorización, por impulsos eróticos o
lascivos, indudablemente constituirá un abuso deshonesto reprimido por la ley ( Carrara, Moreno,
Molinario, Gómez, Peco, Fontán Balestra, etc.) “110
Si bien puede concluirse que el beso dado contra la voluntad de la víctima puede constituir un
supuesto de abuso sexual simple cuando responde a fines lujuriosos o libidinosos del autor resulta
más difícil aceptar que pueda llegar a configurar un supuesto de sometimiento sexual gravemente
ultrajante.
No obstante ello, y a la luz de la norma comentada, es decir el segundo párrafo del articulo
119 del Código Penal, nada impide que en determinadas circunstancias, las previstas en la norma, el
acto de besar a otra persona contra su voluntad pueda llegar a configurar un sometimiento sexual
gravemente ultrajante.
Del Término ultrajante: Dado el carácter impreciso y vago del término “ultrajante“, lo que ha
llevado a Carlos Creus a afirmar que “no ha dejado de ser objeto de reparos en la doctrina del
derecho comparado-aún cuando se emplease en tipos de formulación más precisa- por su
imprecisión ya que , de cualquier abuso sexual, justamente por ser abuso tendría carácter de
ultrajante (Serrano Gómez , Derecho Penal Parte Especial, vol 2, pag. 218) Sin embargo, la
jurisprudencia podrá precisar casuísticamente la extensión de su concepto, ya que en el nuevo tipo
de nuestro código, lo “gravemente ultrajante” no radica en la propia naturaleza del abuso sino en su
duración (prolongación en el tiempo) o en las circunstancias de realización (por el carácter
degradante que puede tener para la persona sometida; por ejemplo abusar sexualmente de ella con
106
Marzari Céspedes, Jorge, Temas de Derecho Penal y Procesal Penal. Criterios Jurisprudenciales. Dirección de Fallos
Judiciales. S.C.J.Mza., año 1980, p. 48/49
107
Julio Castro, ¿ Un beso y nada mas?, La ley , Bs.As. t. 2003 E, p. 59/70
108
105886-CNCrim y Correc. Sala IV, 2003/07/19 Encina Francisco cita de La ley t.2003-E p.59/71
109
Julio C.Báez El beso y el abuso sexual simple. Suplemento de La Ley, Bs. As., año 2004, p. 3
110
Estrella, Oscar y Godoy Lemos, Roberto, Código Penal, Parte Especial. De los delitos en particular, Hammurabi,
Tomo I, Buenos Aires, año 2000, p.411
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trascendencia pública)”111; es posible admitir que el beso violento o no consentido, calificado
inicialmente como un abuso sexual simple, puede llegar a configurar, de acuerdo a las
circunstancias del caso (duración o circunstancias de realización), un supuesto de sometimiento
sexual gravemente ultrajante.
En este sentido, puede citarse a Adrián Tenca, quien brinda un claro ejemplo al decir “ Así, no
es lo mismo un beso en la boca dado contra la voluntad de la víctima que se lleva a cabo valiéndose
el actor de la cercanía circunstancial de los labios de uno y otro –producto de una aglomeración, por
ejemplo- a que la víctima sea tomada por sus brazos debiendo soportar ser besada lascivamente
durante dos horas”112
Carlos Parma, sostiene “ que si el abuso se da en lugares donde la víctima está expuesta
públicamente a la vista de personas, tal circunstancia implica una afrenta a su intimidad mayor, es
intrínsecamente escandaloso y trasuntará seguramente en forma ultrajante para ella. También si
sucede en lugares caros para sus sentimientos o valorados espiritualmente ( por ejemplo, en una
iglesia, su hogar etc) o simplemente en momentos únicos o realmente trascendentes para ella, como
podría ser el día de su casamiento por ejemplo. También si se producen frente a seres queridos o
familiares “113
Estas circunstancias de realización apuntadas por el autor citado, perfectamente pueden hacer
de la conducta abusiva de besar a otra persona contra su voluntad un caso de abuso sexual
gravemente ultrajante. Piénsese el caso del docente ( hombre o mujer) que es sorprendido por un
alumno o alumna , quién le propina un beso en la boca en presencia de todos los estudiantes o el
caso de la novia que encontrándose en la iglesia a punto de contraer matrimonio, es besada en
forma violenta por su ex novio o por un extraño en presencia de su prometido y familiares cercanos.
A modo de síntesis, podemos concluir que el beso violento, en la medida que responda a los
fines lujuriosos y lascivos del autor, puede constituir un abuso sexual simple. Asimismo, teniendo
en cuenta que sobre la estructura de este delito se construyen los tipos sexuales agravados, a los que
se le agregan determinadas circunstancias, cabe entonces la posibilidad de que reuniendo los
recaudos exigidos por el segundo párrafo del artículo 119 del Código Penal, es decir por las
circunstancias de su realización o por su duración, el beso no consentido puede, constituir un abuso
sexual agravado.
El acceso carnal se produce cuando el órgano genital masculino se introduce, aun de modo
imperfecto, en el cuerpo de otra persona, por cualquier vía. Este último concepto debe entenderse:
ano, vagina o boca.
Vías de acceso Carnal: con calidad doctrinaria Reinaldi nos ilustra diciendo que la violación de
figura básica paso a ser una figura agravada del abuso sexual. Así el acceso carnal que la norma
111
Creus, Carlos, ob. cit. p..809
112
Tenca, Adrián, Delitos Sexuales, Editorial Depalma, Bs. As, año 2001, p.58
113
Parma, Carlos ob. cit. p. 68/69
210
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
impone - en palabras de este Maestro - comprende la acción de penetrar el órgano viril en el cuerpo
de otro, por las vías que lo tornan posible o hacérselo penetrar, aún de modo incompleto y aunque
no se agote fisiológicamente.
Sin lugar a dudas son vías de acceso: la boca, la vagina y el ano.
Sujeto activo puede ser la mujer cuando “actúa” de forma activa en el sometimiento sexual. Sin
embargo la doctrina no se mantiene uniforme aun. La mayoría de los autores se inclinan por aceptar
la contingencia de la llamada “violación inversa”, pudiendo entonces la mujer ser sujeto activo de la
violación, dada la posibilidad de hacerse penetrar, (entre nosotros Buompadre, Clemente y Tenca,
en contra Donna).
No obstante, reacia doctrina se ha pronunciado en dirección contraria, argumentando que “la
modificación de la fórmula verbal que introdujo la nueva norma, no importó alteración alguna de la
acción típica de este delito, resultando plenamente aplicables para su estudio los análisis que sobre
la antigua violación habían desarrollado los autores (Edwards Carlos)”.
La reforma ha producido un giro copernicano en cuanto al sujeto activo pues se ha modificado
sustancialmente el tipo penal. Antes la norma decía “tenga acceso carnal” y ahora dice “hubiere
acceso carnal”. Es decir que se limita a decir “que exista el acceso carnal”, de allí que la primera
conclusión que uno puede advertir de la simple observación es que la norma no hace ninguna
distinción de sexo al referirse al autor. Al escudriñar la idea de “acceso” mal podríamos afirmar que
el término se está limitando a quien tiene facultad de acceder bien también puede ser a quien pueda
o quiera ser accedido. De hecho existe y esto es una verdad de Perogrullo un sujeto que accede y
otro que es accedido, y esto bien puede ser porque alguien en forma compulsiva acceda a otro o
bien porque una persona obligue a otro a que la acceda. Así de simple es el acoplamiento sexual.
También puede argüirse que si el legislador hubiese querido dejar las cosas como estaban debió
haber mantenido el verbo “tener” y no reemplazarlo por el verbo “haber”.
A modo de guisa vemos que tanto el hombre como la mujer pueden ser sujetos activos o pasivo de
este delito, ya que el término normativo “hubiere” así lo impone, quedando –por supuesto- afuera
de esta interpretación las prácticas homosexuales femeninas.
Buompadre enseña que tratándose de un comportamiento abusivo, poco importa que los
sujetos sean hombre o mujer... el reemplazo del verbo “tuviere” por “hubiere” implica un cambio de
interpretación. Ya no es necesario que el sujeto “tenga” acceso carnal, sino que en el abuso sexual
“hubiere” acceso carnal. El criterio es aceptado por la gran mayoría de la doctrina y jurisprudencia.
Los autores Estrella y Godoy Lemos claramente expresan : “la ley ya no reprime al que tuviere
acceso carnal, es decir, cuando el sujeto activo del abuso sexual, hombre, penetra o tiene acceso
carnal con el sujeto pasivo del abuso sexual, mujer u hombre, se hace penetrar o que la accedan
carnalmente por el sujeto pasivo. Sostienen que en ambos supuestos, se trata de un abuso sexual en
que ha habido acceso carnal...Y si para el tipo básico de abuso sexual –como también para el
agravado previsto por el segundo apartado- es criterio uniforme que resulta indiferente el sexo del
sujeto activo, que puede ser tanto el hombre como la mujer, resulta claro que también puede ser
sujeto activo de violación, prevista por el tercer apartado, tanto el hombre que penetra como la
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REVISTA DIGITAL DE
mujer que se hace penetrar. Conclusión que resulta compatible con el cambio del verbo “tuviere”,
utilizado por la figura derogada, por el del verbo “hubiere”.”114
114
Autores citados en fallo de la Cámara Segunda del Crimen de Mendoza, Expte Nº3424, 1/09/04, caratulado: “Fiscal
contra Sicolo, E. P/ Apelación”.
212
WATSON CONSULTORES
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Editor, año 2003, ps. 394). Útil es aclarar que desde tiempo Buompadre sostenía esta tesis sin dejar
de admitir que “la solución puede estar en el propio concepto de acceso carnal”115
Sería loable entonces para disipar cualquier controversia que se admita que el término
“cualquier vía” dado hoy por la norma indica precisamente eso: “cualquier vía”, es decir boca,
vagina o ano.
Ya expresamos y se sabe que el acceso carnal como sinónimo de coito supone un sujeto
accedente y uno accedido.
La vía a la cual se alude será entonces aquella que a través de los siglos las distintas culturas con
mayor o menor grado de aceptación han dado como receptora del acto sexual y no “fabricar”
intelectualmente un acceso (oído, herida, nariz, etc.) con el afán de poner oscuridad interpretativa
donde no hay. Así las cosas, la penetración del órgano viril masculino –ratifico- deberá ser vía
vaginal, anal o bucal.
Adscribo a los fundamentos dados por el didáctico fallo número 76 de fecha 11 de octubre
del año dos mil dos, por la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, bajo la presidencia de la
señora vocal doctora Aída Tarditti, con asistencia de los señores vocales doctores María Esther
Cafure de Battistelli y Luis Enrique Rubio, en los autos caratulados “Lazo, Flavio Ariel p.s.a. de
abuso sexual, etc. - Recurso de casación" (Expte. “L”, 7/02), con motivo del recurso de casación.
Allí Aída Tarditti dijo: “ Razones propiciadas por la interpretación literal y genética de la norma del
art. 119, párrafo 3°, CP, llevan a concluir que el sexo oral realizado mediante compulsión a la
víctima configura el delito de abuso sexual con acceso carnal por cualquier vía contemplado en
aquella regla.
En cuanto a los argumentos de índole gramatical que abonan nuestra posición, corresponde
destacar que la ley, en la figura penal analizada, alude al abuso sexual en el que hubiere acceso
carnal por cualquier vía.
Lo que requiere la norma es, pues, que haya penetración sexual (Soler, Sebastian, op. cit., t. III, p.
341), vale decir, introducción, aun imperfecta y por cualquier vía, del órgano genital masculino, en
el cuerpo de otra persona.
El asunto sometido a nuestra consideración atañe a la determinación de cuáles son aquellas vías a
las que alude la ley y, más específicamente, a la inclusión o exclusión de la boca como una de tales
vías.
Aquella determinación es una cuestión «que la naturaleza se ha encargado de establecer y en la que
reparan las últimas legislaciones, sin atender a ninguna diferenciación biológica que entre una y
otras de esas vías [vaginal, anal y bucal] pudiera haber» (Reinaldi, Victor F., op. cit., ps. 73 y 74,
con cursiva agregada). Nuestra ley, afirma Reinaldi, «al no haber aventado toda duda mediante la
expresa mención de las vías que pretendía incluidas, no ha descartado a ninguna de las que permiten
la introducción del pene: vaginal, anal y bucal» (Reinaldi, Victor F., op. cit., p. 75), y agrega: «No
se diga que, fuera de las tres vías naturales señaladas, hay otras, como la oreja o la nariz, porque se
está hablando de vías o cavidades que admiten la introducción completa del órgano sexual
masculino, y esas partes de la cara humana que se mencionan, es obvio que no la admiten»
(Reinaldi, Victor F., op. cit., p. 75).
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Buompadre, Jorge; “La fellatio in ore no es violación”; L.L. T, 1984- A, Sec. Doctrina, ps. 861.
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Por lo demás, es del caso recordar que, según lo ha sostenido la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, «las leyes deben interpretarse conforme al sentido propio de las palabras que emplean sin
molestar su significado específico, máxime cuando aquél concuerda con la acepción corriente en el
entendimiento común y la técnica legal empleada en el ordenamiento jurídico vigente, para todo lo
cual se deben computar la totalidad de sus preceptos de manera que armonicen con el
ondenamiento jurídico restante... evitando darles aquel sentido que ponga en pugna sus
disposiciones, destruyendo las unas por las otras y adoptando como verdadero el que las concilie y
deje a todas con valor y efecto» (CSJN, «Segovia», 2/ 12/93, citado en Caubet, Amanda B. y -
Fernandez Lamadrid, Javier, «La Constitución, su jurisprudencia y los tratados concordados»,
Errepar, Buenos Aires, 1995, ps. 373 y 374, síntesis n° 2615).
En este sentido, no parece irrazonable afirmar que, hoy por hoy, ningún individuo lingüísticamente
competente excluiría en la extensión de la voz «cualquier vía», a las vías vaginal, anal y oral. Nadie
podría negar hoy, insistimos, que hay penetración sexual por cualquier vía, cuando se produce la
introducción del pene en la vagina de la mujer, o en el ano o boca del hombre o de la mujer.
También lo entiende así Achával. A ver de este autor, al incluir la reforma a la regulación de los
delitos sexuales introducida por la ley 25.087 la expresión «cualquier vía», como orificio apto para
la realización del acceso carnal, incluye a la boca, que «si bien tiene capacidad inmisiva, también
tiene capacidad activa y que puede ser activa en forma indiferente por ambos sexos» (Achaval,
Alfredo, op. cit., ps. 1021 a 1031 ).
La norma, en síntesis, alude al acceso carnal por cualquier vía, lo que, en principio, incluye a todas
las cavidades del cuerpo humano que permitan realizar aquella acción.
Sin perjuicio de todo lo dicho, la persistencia de los encuentros interpretativos en torno a la
calificación jurídica que corresponde al sexo oral contrario a la voluntad de la víctima, demuestran
que la expresión «acceso carnal por cualquier vía» incluida en el tercer párrafo del artículo 119, CP,
consolida una alocución vaga o, si se quiere, carente de «autonomía semántica».
Con arreglo a ello, procuraremos despejar esa oscuridad del giro lingüístico pergeñado por el
legislador penal, mediante el análisis de la intención que ha tenido el legislador al sancionar la
norma bajo examen y que surge de la discusión parlamentaria.
Se ha dicho, en esta sintonía, que «si consideramos a la norma como una regla que persigue
motivar, parece razonable tener en cuenta la intención de quien profiere esa expectativa de
conducta, para dar con la completa referencia que el acto motivador está teniendo en cuenta» (confr.
Arocena, Gustavo A., op. cit., p. 72).
Los debates parlamentarios que precedieron al dictado de la ley 25.087 no dejan margen en cuanto
que la voluntad unívoca del legislador de la reforma perseguía la equiparación de la fellatio in ore
violenta con la penetración vaginal o anal.
Son elocuentes las palabras del senador Jorge Yoma en el debate parlamentario del 14 de abril de
1999: "El hallazgo principal es un tema que ha preocupado a jueces y juristas en estos tiempos; es el
problema de la fellatio. Se sigue caracterizando como abuso deshonesto la penetración del pene en
la cavidad bucal de una persona, cuando obviamente constituye el mismo nivel de agresión sexual
que el acceso carnal" (vid. Antecedentes Parlamentarios, La Ley, año VI, N° 5, junio de 1999, ps.
1622 a 1625).
También las del senador Genoud: "La ampliación de este tipo penal tiene por objeto impedir lo que
actualmente se reitera en la jurisprudencia penal argentina: que la fellatio in ore sea considerada
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
abuso deshonesto y no violación, cuando constituye un hecho degradante que puede desviar la
conducta moral de la víctima". Por último, igual significación reviste la preocupación de los
legisladores de que el cuerpo normativo que prohijaban no lograra su manifestada voluntad de
lograr la equiparación de la fellatio con las aludidas penetraciones (vid. Antecedentes Par-
lamentarios, La Ley, año VI, N° 5, junio de 1999, ps. 1622 a 1625).
Doctrina de fuste postula igual intelección: "Los autores de la reforma-asevera Reinaldi- han
expresado que para ellos hay acceso carnal tanto en el caso en el que la penetración del órgano viril
se efectúa por vía vaginal o anal como en el que se hace por vía bucal.
"La necesidad de dejarlo claramente establecido fue el principal objetivo de la reforma, como se
desprende de las exposiciones de los senadores Jorge Yoma y Maya, durante el debate del
14/4/1999" (Reinaldi, Victor F., op. cit., ps. 72 y 73). Coincidente es la opinión de Parma vínculada
con el punto (Parma, Carlos, op. cit., p. 76).
Así las cosas, sí lo que ha pretendido el legislador es equiparar el sexo oral compulsivo con la
violación, se debe indagar si la norma finalmente promulgada ha receptado tal pretensión. La
respuesta afirmativa, creemos, se impone de modo inconcuso.
Es que si, como antes se dijera, la expresión acceso carnal “por cualquier vía” admite, en
principio, toda penetración sexual por las vías del cuerpo de la víctima que posibilitan la
introducción del órgano genital masculino, la regla jurídica que devino vigente en modo alguno ex-
cluye a la inequívoca voluntad que impulsó la reforma (confr. Arocena, Gustavo A., op. cit., p. 72).
De igual modo lo entiende Reinaldi, quien, tras remarcar que lo que importa es comprobar si la
indiscutida voluntad ha quedado plasmada en la ley, concluye sin hesitar: “Nuestra respuesta es
afirmativa" (confr. Reinaldi Victor F., op. cit., ps. 72 y ss.).
La fellatio in ore lograda por los medios o en las circunstancias del párrafo 1° del art. 119 del
Código Penal es, entonces, en el sistema normativo-penal argentino vigente, acceso carnal por
cualquier vía en los términos del párrafo final de esa norma”.
En esta misma orientación es por demás ilustrativo el fallo de la Cámara Nacional de
Casación Penal de fecha 4 de febrero de 2004, con voto de los Dres. Eduardo Rafael
Riggi,Guillermo José Tragant y Liliana E. Catucci, causa n° 4750 ,caratulada "Ramírez, Sergio
Máximo s/ recurso de casación" donde se dijo:"El criterio jurídico de acceso carnal, más amplio que
el biológico, ha sido entendido como actividad directa de la líbido, natural o no, en la que exista
una penetración del órgano genital del actor, que puede representar el coito o una forma degenerada
o equivalente de éste. Así vistas las cosas el coito oral no se diferencia esencialmente de otra
penetración contra natura".-
Siguiendo esta interpretación, y adscribiendo a la concepción jurídica, ya con la vieja
redacción legal conceptuábamos que no importaba que ese orificio, como conducto que se interna
en el cuerpo de la víctima, " ... esté dotado o no de zonas circunvecinas erógenas; no interesa -se
repite- porque lo que aquí cuenta es la anormalidad del conducto y función, que es usado, por el
que accede, como sustituto de la vagina y para su propia satisfacción erótica, sin que le importe
cómo va a reaccionar sexualmente el sujeto que lo soporta. Esta es la razón por la que, sumado el
recuerdo permanente de que lo que se analiza es el acceso carnal violento -como delito-, se descarta
la coparticipación sensual de la víctima y nos conduce directamente a rechazar la postura de la
doctrina que aspira a eliminar a la boca como orificio apropiado para la comisión del delito, por
carecer de condiciones erógenas" (conf. Jorge R. Moras Mom, ob. cit., pág. 23).-
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Compartimos desde entonces esta última hermenéutica, en la que se inscribían también
autores y doctrinarios de jerarquía (Ernesto Ure,"Los delitos de violación y estupro", Ed. Ideas,
Buenos Aires, 1953, pág. 51; José Ignacio Garona, "El delito de violación", en "Violación, estupro
y abuso deshonesto", Ed. Lerner, Buenos Aires, 1971, pág. 31; y Marcelo Manigot, "Código Penal
Anotado y Comentado", Tomo I, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1978, entre otros). Lo propio
ocurría con Tieghi -siempre en relación a la ley anterior-, quien expresaba que "En el derecho
penal argentino, la violación se refiere indistintamente al acceso carnal con violencia real y
presunta sobre personas de uno u otro sexo, y la doctrina y jurisprudencia incluyen -además- el
coito anal (C.N. Crim. y Correcc., 6/8/48, Fallos, VI, p. 75) y hasta oral (C.A. Azul, 21/2/56, Rep.
LL, t. XVIII, p. 1818 y T.S. Córdoba, 31/5/48, LL, t. 51, p. 917); se hallan así confundidas, en una
misma figura o tipo, la actividad sexual con objeto y fin normales y la desviación o perversión
sexual" (ob. cit., pág. 183). Refería además que "Los códigos Penales como los de Argentina,
Uruguay, Venezuela e Italia, p. ej., no limitan la violación al ayuntamiento carnal o a la cópula o al
concúbito o al hecho de yacer o al propio acceso carnal, est es la unión sexual propiamente dicha
(que, violenta, denomínase 'violencia carnal propia' o 'violación propia') sino que aprehenden
genéricamente hipótesis de 'coito impropio o anormal' ...; es por ello que, sin especificaciones
normativas precisas, es imposible obtener una interpretación pacífica y precisar a qué relaciones
sexuales con acceso carnal se refieren. Y esto es lo que ha ocurrido en punto a saber si el llamado
acceso carnal homo y heterosexual, comprende -jurídicamente- sólo las penetraciones penil-vaginal
y anal, o también la felación, como una forma de acceso o penetración sexual anómala";
sosteniendo, como conclusión, que no existe motivo jurídico ni científico para otorgar un distinto
trato a los atentados violentos de fellatio, a los que incluye dentro de la violación (conf. autor y ob.
cit., pág. 347).-
Refrendamos durante la vigencia del dispositivo legal anterior al actual estos definitorios
términos, y no dejamos de considerar en nuestro análisis -aunque brevemente-, las cualidades
preponderantes de la boca -frente a otras partes de la anatomía humana-, teniendo en cuenta su
indudable aptitud como vehículo de elevación espiritual, y su relevancia por su notorio valor como
instrumento de
manifestación cultural, la comunicación con el prójimo y otras especies, la enseñanza, la
educación de los hijos, la expresión de los afectos -incluídos los más profundos sentimientos-, sin
que resulte necesario recurrir a ningún ejemplo para concluir en su inocultable habilitación para la
vinculación y la conexión sexual de las personas (besos, etc.). Asimismo, reparamos en la
importancia que corresponde reconocer a la cavidad bucal, a partir de su utilidad para la
incorporación al organismo de vitaminas y medicamentos -vía sublingual o digestiva-; y también,
obviamente, por su disposición necesaria y natural para la degustación e ingesta de bebidas y
alimentos, por constituir la iniciación del aparato digestivo. Advertíamos así, que la vía oral en
cuestión, es otro de los orificios con que cuenta el cuerpo humano -que principia un conducto que
en él se interna-, que ofrece muy diversas y preciadas funciones en la vida de los hombres; por todo
lo cual, concluíamos señalando que se nos presentaba inverosímil, de dudosa opinabilidad y muy
discutible acierto, desconocer la existencia de violación en el coito oral violento, cuando con
justicia se reconoce dicha calificación delictual en el acceso carnal por la vía opuesta, sin reparar
siquiera que la cavidad bucal constituye -precisamente- el otro extremo del mismo aparato
digestivo.-
A todo ello agregábamos, recurriendo asimismo al entendimiento y sentido común al que
alude el criterio rector de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que respetuosamente
apreciábamos poco congruente que la doctrina concibiera como violación -tal como lo hemos
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
descripto en el precedente punto 3- a toda penetración vaginal o anal por mínima que sea
(incompleta, imperfecta, sin culminación fisiológica, sin eyaculación, incluso sin rastros visibles en
la víctima -desfloración u otras lesiones-, etc.); y que por otro lado, parte de ella, desconociera
como tal a semejante afectación de la dignidad humana producida en el vaso natural que constituye
la cavidad bucal, cuando ocurre en ella el indudable acceso carnal que implica la penetración del
órgano viril.- Referenciábamos también en aquellos tiempos, por otra parte, que para descartar del
concepto de "acceso carnal" el llamado coito oral violento, algunos doctrinarios consideraban
órganos sexuales sólo al pene por un lado, y la vulva y el ano por el otro; y que con ello, o con otros
razonamientos no menos arbitrarios, pretendían asegurar la exclusión de la felación del concepto en
análisis”.
Inciso a) se dice que el delito se agrava si resulta un grave daño en la salud física o mental de la
víctima. Es natural entonces pensar que se trata de un delito de “resultado”. La norma impone que
el daño sea grave, lo que en absoluto debe conectarse directamente como si esta apreciación fuera
una extensión del art. 90 del C.P. (lesiones graves), ni mucho menos del art. 91 del C.P. (lesiones
gravísimas). Esto puede ocurrir lo que de suyo implica que se apliquen las reglas del concurso. Aquí
el daño (como bien señala Núñez) se dará en el funcionamiento del organismo de la víctima y no
solamente sobre lo corporal.
Por demás indudable es que cualquier acceso carnal no deseado produce en si mismo un
gravísimo daño psíquico. La larga y triste experiencia judicial así lo ha podido observar. La
cuestión está en determinar si esto de por sí alcanza para poner en marcha este inciso, como si fuera
un cálculo directo y lineal. La respuesta es no.
Creo que el perjuicio debe ser muy importante y -por supuesto- probarse fehacientemente.
Arocena cita a Núñez diciendo que “el grave daño, que debe resultar de la violación, es el que se
origina directamente del acceso carnal en si mismo o, aun de la violencia ejercida por el autor para
consumarlo, aunque no el daño que resulta de la violencia ejercida antes del hecho para perpetrarlo
o después de él”116.
En su tiempo Levene sostenía que en la idea de grave daño quedaba comprendida la hipótesis
de los contagios venéreos en tanto Soler aclaraba que ése contagio era “preterintencional” pues no
formaba parte de las intenciones del agente. Si uno adscribe a la posición de Soler resulta entendible
la parificación de pena, es decir que la situación agrave.
Inciso b) si “el hecho fuere cometido por ascendiente, descendiente afín en línea recta,
hermano, tutor, curador, ministro de algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la
guarda”.
En primer lugar se alude al vínculo parental. Buompadre señala: “están comprendidos
las personas unidas por un vínculo de sangre, sin límite de grados (arts. 350, 351 y 352 del C.C.),
sea que provengan de una relación matrimonial o extramatrimonial; el padrastro y la madrastra, con
respecto a sus entenados y los suegros con respecto a sus hijos políticos (yerno y nuera) (arts. 363 y
116
Arocena, Gustavo; ob.cit, ps. 84.
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364 del C.C.), limitados sólo a la línea recta; los hermanos unilaterales o bilaterales”. La cuestión
no se limita a un tema de incesto, pues entre parientes mayores de edad se admite que puedan tener
relaciones sexuales libremente.
Aquí lo que da sentido a esta calificación es la prevalecencia que al amparo del vínculo
parental, o de convivencia, o de respeto, o del temor reverencial o bien por autoridad de culto, tiene
el agresor sobre la víctima.
En cuanto a la calidad del autor se ha dejado de lado el término sacerdote por un concepto
más amplio, cual es “ministro de algún culto reconocido o no”. En el debate parlamentario del
Senado se dijo: “esta agravante que contempla a un ministro de culto reconocido o no, líderes de
sectas o todas éstas figuras que pueden utilizar una fuerte gravitación psicológica sobre la víctima”.
Cualquiera sea el culto entonces que se practique, quien posea la característica de “ministro”, será
responsable a título de autor.
La ley incluye también al tutor (art. 377 del C.C.) y al curador (art. 468 del C.C.). Ambos
tienen deberes de respeto, de guarda, de educación, etc. para con su pupilo. Hay una conexión con
el apartado final del inciso cuya referencia indica al “encargado de la educación o de la guarda”.
El encargado de la guarda es la persona que tiene por obligación el cuidado físico y espiritual
de un menor o incapaz. Puede ocurrir que haya existido una “delegación” de éstas funciones por
parte del titular (por ej. padre o madre) o bien por una mera situación de hecho. Así las cosas la
“guarda” puede ser transitoria o permanente, deliberada o circunstancial. Si se requiere un mínimo
de consentimiento de tener a cargo una persona.
El encargado de la educación es la persona que tiene como rol especial el enseñar, educar,
transmitir, corregir, aleccionar, etc. Puede hacerlo bajo un título determinado o bien en una
comunidad de hecho. Coincido con Reinaldi que no debe tratarse de una cuestión puramente
ocasional, porque debe existir una “relación a cargo” en el momento del hecho.
Inciso c) aparece un agravante sin antecedentes... cuando “el autor tuviere conocimiento de ser
portador de una enfermedad de transmisión sexual grave, y hubiera existido peligro de contagio”.
De darse este supuesto, es dable indicar que esta nueva norma concurre en forma aparente con “la
propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa” que prevé el art. 202 del Código Penal, por lo
que esta última quedaría absorbida. Otros lo ven como un delito independiente y niegan la
absorción. Es cierto que en el nuevo texto sucede una cuestión al menos curiosa: El inciso a)
requiere un grave daño en la salud física (puede ser una enfermedad venérea), penalizando de esta
manera la norma el “resultado”, situación que no ocurre con el inciso c) que solamente exige el
“peligro de contagio”, con el único plus que el agente se conozca portador de esa enfermedad.
Observamos entonces que el legislador ha equiparado en pena un delito de resultado con uno de
peligro. Levene opinaba que en la idea de grave daño ( supuesto del inciso a) ) quedaban
comprendidos los contagios venéreos, en tanto Soler entendía que ese contagio era
“preterintencional” pues no formaba parte de las intenciones del agente. Esta última opinión haría
justificable la equiparación de pena entre ambos incisos.
Reinaldi aclara que la norma no impone al sujeto pasivo que esté concretamente en peligro de
contagio, basta con que el autor sepa (conozca) que está afectado por una enfermedad cuyo contacto
sexual da una posibilidad concreta de contagio.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La situación del SIDA suele ser el ejemplo típico pero se deberá tener prudencia a la hora de
evaluar la fellatio in ore por el hecho que esta enfermedad no es transmisible por vía de la saliva
(me refiero –por ejemplo- a los casos donde el sujeto activo portador succiona el pene del sujeto
pasivo, de no existir contacto sanguíneo o de semen la ciencia médica aun mantiene la idea que por
vía salivar no hay contagio posible).
El inciso d) agrega como agravante el uso de armas. Es una pena que la norma no aclare si resulta o
no relevante que el arma sea apta, inepta, cargada o descargada, ya que no va a faltar la
jurisprudencia que pretenda “trasladar” la vieja polémica del art. 166 del C.P. a esta figura. En la
especie, entendemos que es indiferente la cualidad o condición que tenga el arma -en tanto lo sea-,
pues aquí se usa para vencer la voluntad de la víctima y accederla carnalmente o someterla
sexualmente. Podría interpretarse a favor del imputado que la modalidad impuesta en el art. 166
párrafo tercero se traslada a esta figura y entender una menor punición cuando el arma sea inepta o
descargada. Sin embargo entiendo que es demasiado ambicioso generar una suerte de conexión a
favor del imputado, pues el mismo art. 166 del C.P. prevee pena más severa si el arma de fuego
funciona. Por ahora, lo que se sabe es que el inciso indica si el abuso sexual se cometiere con
“armas”, lo que implica que la discusión sigue abierta.
Luego la norma impone que el “hecho” debe ser cometido por dos o más personas. Se modifica el
término con el “concurso de dos o más personas” que preveía el antiguo art. 122 en su apartado “in
fine”. La hermenéutica se inclinó por entonces por el autor y dos personas más. Hoy -gracias a la
claridad del texto- el debate desaparece pues el tipo descriptivo exige “dos personas”.
El inciso e) califica la figura por el autor: “ fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus
funciones...”. Aquí sí que tales hechos pueden concurrir en forma aparente, ideal o real -según el
criterio del interprete- con los delitos contra la libertad, contra el orden público o contra la
administración pública.
La mayor penalidad consiste en el poder que ostenta el autor ante un ciudadano, en el sentido
que su función o la misma portación de un arma le concede un “plus” de dominio que el ciudadano
común no tiene. Es obvio que el abuso debe ser “en ocasión de ejercer su función” y no –por
ejemplo- por el mero hecho de ser policía.
Es claro que hay preeminencia en el agente de seguridad, toda vez que “en ocasión de su
función” pone en práctica el abuso.
El inciso f) señala que, cuando “el hecho fuere cometido contra un menor de 18 años, aprovechando
la situación de convivencia preexistente con el mismo”, corresponde la agravante.
Están presente tres elementos: a) menor de 18 años (elemento objetivo); b) situación de convivencia
con el sujeto pasivo (elemento normativo) y c) “aprovechamiento” de esa situación por parte del
autor (elemento subjetivo).
Reinaldi es quien pide que hay que remarcar en todos los casos la importancia que la situación de
“convivencia” exige que vivan víctima y victimario bajo el mismo techo.
Es obvio que este inciso es todas luces vago e impreciso y, seguramente, traerá interpretaciones
encontradas, porque al exigir un elemento subjetivo cual es “aprovecharse” de esa situación de
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cohabitación concomitante, se nos impone una tarea de difícil probanza, tal cual pasa en otras
figuras penales, como por ejemplo el homicidio con alevosía (art. 80 inc. 2 del C.P.) Que,
pedagógicamente sería: matar sin riesgo y sobre seguro, procurando o aprovechándose de la
situación de indefensión de la víctima.
17. JURISPRUDENCIA
17. 1: Acceso carnal. Esposos separados de hecho. Ejercicio de violencia. Lesiones. Privación
ilegítima de la libertad. Concurso ideal. Procesamiento: “si el imputado privó a la víctima -con
quien lo une un vínculo matrimonial aunque se encontraban separados de hecho- de su libertad, la
condujo por la fuerza a un albergue transitorio y, tras golpearla, la accedió carnalmente en
reiteradas ocasiones en contra de su voluntad, debe confirmarse el procesamiento dispuesto en
orden al delito de abuso sexual calificado por mediar acceso carnal, en concurso ideal con lesiones
leves agravadas por el vínculo, en concurso ideal con privación de la libertad agravada”. C.N.Crim.
y Correc. Sala IV,
c. 20.442, Baliño, Marcelo, 23/12/2002.
17. 2: Beso en la boca a una menor. Tipicidad: “en sí mismo el beso no es conceptualmente
impúdico, pero puede llegar a convertirse en tal cuando responde al móvil de la apetencia sexual...
Claro está que para analizar la posibilidad de delito, el beso debe ser no consentido" Con ello, si se
tiene en consideración la edad de la víctima y la circunstancia de que habría sido sorpresivamente
tomada de sus pómulos y besada en la boca, lleva a considerar dicho accionar como no consentido y
con connotaciones sexuales y debe confirmarse el auto que decreta el procesamiento del imputado
en orden al delito de abuso sexual simple” (C.N.Crim. y Correc. Sala VI, c. 20.122, ALVAREZ,
Jorge Raúl; 21/11/2002. Con cita de Adrián Marcelo Tenca, Delitos Sexuales, Astrea, Bs. As.,
2001, p. 26).
17. 3: Gravemente ultrajante en concurso ideal con corrupción de menores agravada (arts. 45, 54,
119, párrafo segundo y 125, párrafo segundo, C.P.): “si los actos libidinosos de sometimiento
llevados a cabo por el imputado para satisfacer sus deseos sexuales -quien convivía con la menor-,
le provocaron temor y dolor físico a la víctima, y tal accionar es idóneo y de entidad suficiente
como para desviar su normal desarrollo psicosexual procede asignar la calificación de corrupción de
menores agravada. En tal sentido, ha sostenido la doctrina que si bien en principio "...las caricias en
zona genital o pudenda configuran ... actos no perversos en cuanto a la desviación sexual, ... se
muestran prematuros cuando se trata de menores de edad..." y "...la corrupción, que importa la
depravación o lujuria de la conducta sexual, puede consistir en la perversión de la ejecución de los
actos sexuales o en la precocidad..." Se trata, asimismo, de la figura típica de abuso sexual
gravemente ultrajante, si la conducta ilícita llevada a cabo por el imputado "...lejos de ser ocasional
o circunstancial adquirió características de permanencia...", y sus actos fueron objetivamente
similares (**) C.N.Crim. y Correc. Sala VI, González, Escobar, Elbert (en disidencia).c. 20.601,
Lucena, Dionisio; 04/12/2002. Disidencia del Dr. Elbert: La decisión adoptada resulta prematura,
por cuanto restan realizarse las diligencias solicitadas por la defensa, las cuales resultan
indispensables a efectos de dar verosimilitud a los hechos traídos a conocimiento de este tribunal.
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Acceso carnal. Esposos separados de hecho. Ejercicio de violencia. Lesiones. Privación ilegítima
de la libertad. Concurso ideal. Procesamiento: “si el imputado privó a la víctima -con quien lo une
un vínculo matrimonial aunque se encontraban separados de hecho- de su libertad, la condujo por la
fuerza a un albergue transitorio y, tras golpearla, la accedió carnalmente en reiteradas ocasiones en
contra de su voluntad, debe confirmarse el procesamiento dispuesto en orden al delito de abuso
sexual calificado por mediar acceso carnal, en concurso ideal con lesiones leves agravadas por el
vínculo, en concurso ideal con privación de la libertad agravada”. C.N.Crim. y Correc. Sala IV, c.
20.442, Baliño, Marcelo, 23/12/2002.
Beso en la boca a una menor. Tipicidad: “en sí mismo el beso no es conceptualmente impúdico,
pero puede llegar a convertirse en tal cuando responde al móvil de la apetencia sexual... Claro está
que para analizar la posibilidad de delito, el beso debe ser no consentido" Con ello, si se tiene en
consideración la edad de la víctima y la circunstancia de que habría sido sorpresivamente tomada de
sus pómulos y besada en la boca, lleva a considerar dicho accionar como no consentido y con
connotaciones sexuales y debe confirmarse el auto que decreta el procesamiento del imputado en
orden al delito de abuso sexual simple” (C.N.Crim. y Correc. Sala VI, c. 20.122, Alvarez, Jorge
Raúl; 21/11/2002. Con cita de Adrián Marcelo Tenca, Delitos Sexuales, Astrea, Bs. As., 2001, p.
26).
Gravemente ultrajante en concurso ideal con corrupción de menores agravada (arts. 45, 54, 119,
párrafo segundo y 125, párrafo segundo, C.P.): “si los actos libidinosos de sometimiento llevados a
cabo por el imputado para satisfacer sus deseos sexuales -quien convivía con la menor-, le
provocaron temor y dolor físico a la víctima, y tal accionar es idóneo y de entidad suficiente como
para desviar su normal desarrollo psicosexual procede asignar la calificación de corrupción de
menores agravada. En tal sentido, ha sostenido la doctrina que si bien en principio "...las caricias en
zona genital o pudenda configuran ... actos no perversos en cuanto a la desviación sexual, ... se
muestran prematuros cuando se trata de menores de edad..." y "...la corrupción, que importa la
depravación o lujuria de la conducta sexual, puede consistir en la perversión de la ejecución de los
actos sexuales o en la precocidad..." Se trata, asimismo, de la figura típica de abuso sexual
gravemente ultrajante, si la conducta ilícita llevada a cabo por el imputado "...lejos de ser ocasional
o circunstancial adquirió características de permanencia...", y sus actos fueron objetivamente
similares (**) C.N.Crim. y Correc. Sala VI, González, Escobar, Elbert (en disidencia).c. 20.601,
Lucena, Dionisio; 04/12/2002. Disidencia del Dr. Elbert: La decisión adoptada resulta prematura,
por cuanto restan realizarse las diligencias solicitadas por la defensa, las cuales resultan
indispensables a efectos de dar verosimilitud a los hechos traídos a conocimiento de este tribunal.
*ARTICULO 120.- Será reprimido con prisión o reclusión de tres a seis años el que realizare
algunas de las acciones previstas en el segundo o en el tercer párrafo del artículo 119 con una
persona menor de dieciséis años, aprovechándose de su inmadurez sexual, en razón de la
mayoría de edad del autor, su relación de preeminencia respecto de la víctima, u otra
circunstancia equivalente, siempre que no resultare un delito más severamente penado. La
pena será de prisión o reclusión de seis a diez años si mediare alguna de las circunstancias
previstas en los incisos a), b), c), e) o f) del cuarto párrafo del artículo 119. Modificado por:
LEY 25087 Art.3 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
221
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DOCTRINA
117
Gustavo A. Arocena, op. Cit. Pag. 96
118
Reinaldi, Victor F. Los delitos sexuales en el Código Penal Argentino. Ley 25.087. pag. 126
119
Reinaldi, Victor F. op. Cit. Pag. 127.
120
Tenca, Adrían, Ob. cit. pag. 299.
222
http://revista-temas.blogspot.com.ar/
223
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
En la seducción presunta, en cambio, la ley presume juris et de jure, no la existencia de
engaño o persuasión, sino que la víctima, por su inexperiencia cede seducida por la propia
naturaleza del acto sexual o por la seducción del autor.
Sobre la base de esas premisas Arocena se emparenta con la tesis de Clemente, en cuanto que
la reforma ha prescindido de la seducción para tipificar el abuso sexual con aprovechamiento de la
inmadurez sexual de la víctima.121
Lo expuesto supra, sería lo exigido por la norma en cuanto al tipo objetivo. El elemento
subjetivo, exige, además del conocimiento de la superioridad del sujeto activo, que el autor, se
valga de éstas para lograr aprovecharse de la inmadurez sexual del sujeto pasivo. Esto incorpora un
elemento subjetivo específico en el tipo, donde el autor se vale de aquella situación objetiva de
superioridad para conseguir el fin apuntado.
Insisto que el término “aprovecharse” (que también aparece en el art. 119 párrafo cuarto
inciso f) ) debe tratarse con mesura, pues al requerirse la presencia del elemento subjetivo será el
juez quien valore e interprete con prudencia las condiciones de tiempo, modo y lugar conjugándolas
con las situaciones o condiciones personales .
Es un argumento baladí fijar un “standart” de “madurez sexual”, en tanto que éste no surja de
elementos objetivos y subjetivos que así lo determinen en el caso concreto.
Para Buompadre el término “inmadurez” sexual significa “inexperiencia sexual”.
La norma indica “ en razón de la mayoría de edad del autor...”. suponemos que se trata de una
diferencia ostensible de edad entre la víctima y el victimario y no que se requiere que el autor sea
mayor de 21 años.
También se dice: “ su relación de preeminencia respecto de la víctima, u otra circunstancia
equivalente...”. No es claro a que apunta la superioridad, suponemos que se trata de una cuestión
psíquica.
Advertimos que éste es un tipo doloso y el dolo que se impone es conocer que se trata de un
menor de 16 años, que es inmaduro y que se está aprovechando de esa situación. De allí que el autor
deba prevalerse de aquella situación objetiva de superioridad para conseguir el fin apuntado (Figari
entre otros).
19.3: “Inexperiencia sexual” (art. 120 del C.P.):” el ilícito en cuestión castiga a quien,
aprovechándose de la inmadurez sexual de una persona de entre 13 y 16 años, realiza alguna de las
conductas previstas en el 2º ó 3º párrafo del artículo 119 del C.P. (abusosexual gravemente
ultrajante o abuso sexual con acceso carnal).
No se requiere expresamente seducción ni engaño. Pero sí resulta
indispensable la prueba de la obtención viciada del consentimiento
en razón de un estado de inmadurez sexual de la víctima que, si bien
puede resultar habitual en personas de entre 13 y 16 años, no
corresponde que sea presumido. A diferencia de lo que sucede con el
121
Gustavo A. Arocena, op. Cit., pag 102 y 103.
223
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REVISTA DIGITAL DE
abuso sexual del art. 119 del C.P. -que considera siempre ineficaz el consentimiento de la
víctima menor de 13 años- en el caso del art. 120 del mismo código, la ley exige como requisito
típico que exista aprovechamiento de la inexperiencia de la víctima; resultando en consecuencia
impune el mero contacto sexual libremente consentido por quien, habiendo cumplido los 13 años de
edad, posee además los conocimientos y madurez indispensables para comprender con plenitud
las consecuencias de su acto.
En el "sub lite", al tratar la cuestión referida al hecho en su exteriorización material, el "a quo"
afirmó de manera unánime que aparecía acreditado que el encausado se aprovechó de la inmadurez
sexual de M. R. G. (ver. fs. 7/vta. del presente legajo). Pero, de la prueba que se invoca al efecto,
surge como primera evidencia que al momento del examen médico de fs. 9 -practicado cuatro días
después del hecho- la víctima presentaba desfloración de antigua data (ver fs. 8 y 11 del legajo).
También, que los exámenes psiquiátricos y psicológicos permitieron determinar la madurez
psicosexual de la menor (ver fs. 12 de este legajo). Esta palmaria contradicción entre las premisas y
la conclusión del silogismo, que -si fuese irreductible- descalificaría el decisorio como acto
jurisdiccional válido, viene sin embargo salvada por el propio sentenciante en la cuestión primera
de la sentencia, mediante una explicación que, si bien aleja cualquier idea de absurdo, pone
finalmente en evidencia la errónea aplicación de la ley sustantiva. Comienza el "a quo" afirmando -
correctamente- que "...la víctima del art. 120 es inmadura sexualmente, siendo el bien jurídico
específicamente protegido a través de esta nueva figura la libertad o reserva sexuales del menor
víctima del hecho, porque si bien dio su consentimiento para realizarlo, carece de validez por haber
sido obtenido por el autor aprovechándose de su inmadurez sexual...".Pero equivoca -a mi criterio-
el rumbo, cuando a renglón seguido sostiene que "...la ley 25.087 supone que el menor que tiene
trece años cumplidos y es de dieciséis, no ha alcanzado una plena madurez sexual..." (fs. 16) para
luego terminar afirmando -ya en forma explícita- que "...lo que en estos casos debe acreditarse es la
edad del menor de modo legalmente dispuesto y la edad del sujeto activo, para determinar que éste
alcanzó la mayoría de edad. Probados estos extremos, se está ante una presunción del
aprovechamiento..." (fs. 17). Lo dicho llevaría a afirmar, a mi modo de ver, descaminadamente, que
resulta posible aprovecharse de la inmadurez sexual de una persona sexualmente madura, como
podría ser el caso de una mujer casada, viuda o divorciada que -obviamente- haya tenido práctica
sexual activa. También que -pese a que la ley exige que subjetivamente el autor saque provecho de
la inexperiencia sexual del sujeto pasivo-, ese extremo -que supone la existencia objetiva de
inmadurez- deba reputarse siempre acreditado cuando el responsable -y no la víctima- tenga más de
veintiún años. Se recurre así a una presunción "iuris det de iure" que afecta el principio de
inocencia y la defensa en juicio porque -en contra del imputado- se da por cierto lo que puede ser
falso, impidiendo toda controversia al respecto. Descartada entonces toda posibilidad de considerar
acreditado -sin prueba- cualquier extremo de la imputación, no cabe otro camino que afirmar, por
obvio que parezca, que si la ley exige aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima, debe
en primer lugar constatarse que se trate de una víctima sexualmente inmadura, y ello constituye una
cuestión de hecho que debe resolverse mediante el análisis racional de los elementos legalmente
incorporados al proceso. Pero -como se vio-, la afirmación contenida en la redacción del cuerpo del
delito, referida a la inmadurez de la víctima, no constituye -en el caso- la constatación de un hecho
refutable sino una mera trascripción de los extremos típicos fundada en una presunción "iuris et de
iure" que, además de inaceptable en materia penal, viene en el "sub lite" contradicha por la propia
prueba merituada en el veredicto. La simple relación sexual -libremente consentida- con persona
mayor de 12 años (ahora de 13) en nuestro país nunca fue delito. Por el contrario, el Código Tejedor
de 1886 exigía que, además, exista seducción de mujer virgen. Y en el Proyecto de 1891, -que fue el
que estableció la fórmula legal vigente en el Código Penal hasta la sanción de la ley 25.087-, se
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
requería que la víctima sea mujer honesta, exigencia que se entendía comprensiva de la necesidad
de seducción por parte del autor, porque "...no se debe suponer que la mujer honesta menor de 15
años sea capaz de consentir en ser prostituída, sino que ha cedido a los halagos y artificios del
seductor..." (Exposición de Motivos, citada por Donna, Edgardo en "Delitos contra la integridad
sexual", pág. 107). En forma concordante y en relación al sujeto pasivo, la nueva ley exige que éste
sea mayor de 13 años y menor de 16; que sea sexualmente inmaduro e, implícitamente, que exista
seducción (ver Donna, op. cit. pág. 115). De modo que aún cuando se encuentre fehacientemente
acreditada esa inmadurez -supuesto que no es el de autos-, es además requerimiento típico que haya
existido aprovechamiento doloso de la misma. En el mismo sentido, podría señalarse que el uso de
elementos anticonceptivos (para evitar embarazos no queridos), de prevención de contagios
venéreos, o de cualquier otro tipo; revelaría madurez sexual, o por lo menos, conocimientos acerca
de la sexualidad incompatibles con el aprovechamiento exigido por el tipo. Y que aún en el caso en
que se haya acreditado la inmadurez, también debería probarse el aprovechamiento del sujeto
activo, puesto que los principios del derecho procesal moderno no toleran la inversión del "onus
probandi" y ello hace que, en el ilícito en cuestión, aquel extremo deba siempre probarse en forma
positiva, efectiva y fehaciente. De modo que es exigencia típica, como se mencionara "ut supra", el
aprovechamiento doloso de la inmadurez, circunstancia cuya prueba negativa no puede ser puesta
en cabeza del imputado y mucho menos ser presumida en su perjuicio. Idénticos razonamientos
pueden desbrozarse respecto de la prueba de violencia o demás supuestos del inciso primero del
artículo 119 del C.P. para impedir el desplazamiento de una inicial conducta en esos términos, a
una eventual constitutiva de la figura del artículo 120 del C.P., más beneficiosa para el imputado.
Se requiere -entonces- que la acusación, para verificar si existió aprovechamiento o no, investigue
los medios de los cuales se valió el autor en la realización de la conducta típica, resultando
impune aún el contacto sexual con víctima cuya inmadurez sexual no fue aprovechada para la
obtención del consentimiento.
No habiéndose probado este último extremo subjetivo requerido por el tipo, y surgiendo
incluso de la propia prueba merituada en el veredicto, la ausencia de inmadurez sexual en la víctima
-sustrato objetivo indispensable para que pueda existir el referido aprovechamiento-, estimo que en
este punto corresponde hacer lugar al recurso casando la sentencia en crisis y disponiendo la
absolución del encausado por la atipicidad del hecho que fuera materia de acusación” (Causa “O.,
C.A.s/ rec. de cas.”; Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, 28 de Agosto de
2003).
19. JURISPRUDENCIA
19. 1.: Condiciones: la configuración del delito de estupro requiere de tres condiciones: un
elemento biológico -acceso carnal-; otro cronológico -víctima de 12 a 15 años-, y un tercero, ético -
honestidad de la víctima-. El fundamento del delito es la protección de la inexperencia y debilidades
de la mujer, que no ha alcanzado la plenitud de su capacidad volitiva, atendiendo a la facilidad con
que puede caer en el engaño, o ceder por carencia de fuerza de inhibición. Por tanto, su
consentimiento no exime de responsabilidad. Cpen. y Corr. De San Juan, sala 3, 27/11/98, “P., R.
A. s/violación, estupro agravado en perjuicio de Y. G. H.”, SAIJ.
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19.2: Calificación: debe calificarse como violación calificada reiterada, de una menor de edad, la
conducta de quien mantenía relaciones sexuales con su hija desde que ésta tenía 11 años de edad y
hasta que superó los 12. debiendo descartarse el concurso ideal con el delito de estupro por no
haberse configurado, toda vez que tal figura protege la inexperencia sexual, pues se presume que la
víctima es inducida al acto sin el pleno conocimiento de lo que esto significa, circunstancia que no
se da en el caso por no poder considerarse a la víctima inexperta, en cuanto a la naturaleza del acto,
que en forma casi rutinaria llevaba a cabo con su padre desde varos años. CNCCorr., sala V,
26/5/94, “A. H., A.”, c. 32.389, BCNCyC, N° 2/1994.
Conductas comprendidas: el hecho que motivó el inicio de las presentes actuaciones es atípico. En
efecto, no se puede soslayar que el estupro en la nueva redacción del tipo penal, luego de la reforma
operada por la ley 25087, comprende conductas que giran sobre dos ejes: el primero, la seducción
de la víctima menor de 16 años, que debido a su inmadurez sexual presta consentimiento para el
acto. Y en segundo lugar, la mayoría de edad del autor, aclarando que se entiende la mayoría de
edad legal, o sea 21 años, y no la mayoría de edad con respecto a la víctima."En consecuencia, en el
presente caso falta uno de los elementos indispensables del tipo objetivo, como es la mayoría de
edad del autor del hecho, toda vez que de la lectura de las presentes actuaciones, se desprende que
éste tendría 19 años de edad, con lo cual, la conducta reprochada no encuentra tipificación en el
delito en el que pretende encuadrar el episodio el representante del Ministerio Público Fiscal."Si
bien este argumento es la base central de la decisión de este tribunal, cabe señalar, en relación con
el argumento expuesto por el a quo al señalar que "....puesto que no puede descuidarse que la
víctima, pese a tratarse de una menor de edad, ya había pasado por una situación traumática en el
pasado de violación, por lo que mal podría hablarse de inmadurez sexual en este sentido,...", nada
tiene que ver con el eventual abuso previo la inmadurez sexual de la menor, toda vez que lo que el
tipo penal requiere es que exista de parte del autor un aprovechamiento de una situación de hecho o
circunstancia equivalente a través de las cuales se explote dicha inexperiencia o inmadurez sexual
con el fin de lograr el consentimiento de la víctima. C. 22.107 - "R. R. S. s/ sobreseimiento" –
CNCrim. y Correc. de la Capital Federal - Sala I - 04/12/2003.
ARTICULO 124. Se impondrá reclusión o prisión perpetua, cuando en los casos de los
artículos 119 y 120 resultare la muerte de la persona ofendida. Modificación Ley 25.893,
sancionada en Mayo 5 de 2004, promulgada de Hecho en Mayo 24 de 2004
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
DOCTRINA
JURISPRUDENCIA
Aplicación: colocar un almohadón ocluyendo las vías aéreas en las circunstancias que ha
reconocido el imputado, a una joven de la que sabía que estaba afectada por asma crónica, comporta
crear las condiciones de un resultado que no podía dejar de preverse. Lo antedicho no resulta
definitorio a los fines de la solución del caso, porque tal como viene redactada la norma en que se
subsumirá la conducta del encausado, el catálogo penal no distingue cuál es la causa de la muerte,
ni cual es el componente subjetivo que hace a la culpabilidad (dolo, culpa y aun caso fortuito). El
hecho se califica como violación seguida de muerte (art. 124). Frente al planteo que discurrió sobre
la intención y el caso fortuito, debe decirse que, salvada la posibilidad de una conducta que fuera
aprehendida por la forma calificada del homicidio, poco interesa si la muerte entró en el plan del
hecho que puso en obra el encausado o si devino como consecuencia de un defecto o exceso de
previsión (culpa), o por fin, sí es producto de un caso fortuito. Ella está inserta en el curso de la
violación y por lo tanto el autor de la misma debe responder en los téminos de la norma del 124 del
CP. Cpen. 3° de La Plata, sala III, 18/10/90, P 76482, RSD-129-90, JUBA; SAIJ sumario
B0500364.
Capítulo III
(artículos 125 al 129)
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122
Rubén E. Figari op. cit., pag. 269.
123
Ricardo Nuñez, Manual de Derecho Penal. Parte Especial, pag. 136.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
convierte inmediatamente en víctimas de un delito (abuso sexual simple, ultrajante, con acceso
carnal, etc.)”.
Tercer Párrafo: “Cualquiera que fuese la edad de la víctima, la pena será de reclusión o prisión de
diez a quince años, cuando mediare engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier
otro medio de intimidación o coerción, como también si el autor fuera ascendiente, cónyuge,
hermano, tutor o persona conviviente o encargada de su educación o guarda.”
Como lo hemos señalado en su capítulo pertinente, el tercer párrafo aplica una sanción mayor
por los medios utilizados por el sujeto activo o por la vinculación de este con la víctima. Ahora bien
cuando la norma dice, “cualquiera que fuese la edad de la víctima”, se está refiriendo a la que va
entre los trece y dieciocho años de edad, quedando fuera de la figura los mayores de esa edad.
(Siguen esta línea interpretativa Arocena y Figari, entre otros).
Por el medio utilizado funcionan como agravantes: el engaño: entendiendo por aquel todo artificio o
maquinación para provocar un error en el sujeto pasivo; la violencia: es aquella fuerza física sobre
la víctima, que la obliga a actuar contrariamente a su voluntad. Por imperio del art 78 del C.P.
quedan incluidos los medios hipnóticos y narcóticos; la amenaza: intimidar al menor, lo cual le
impide actuar libremente; el abuso de autoridad: Es aquella situación en la cual el menor se
encuentra disminuido ante cualquier situación de mando que tiene el mayor; como por ejemplo la
facultad que pueda tener este último en dar órdenes;m y cualquier otro medio de intimidación o
coerción: le da al tipo delictivo, más amplitud ya que se incluirían todos aquellos medios destinados
a coartar el libre consentimiento por parte de la víctima.
Por el vínculo funcionan como agravantes: el ascendiente: por consanguinidad, matrimonial o
extramatrimonial sin limitación de grado, lo mismo para el colateral consanguíneo en segundo
grado; el cónyuge, el tutor, la persona encargada de la educación o guarda y el conviviente: en
relación al conviviente la doctrina no es uniforme, para Gavier, para reunir esa condición, el autor
debe además mantener con el menor una relación sexual más o menos permanente. Reinaldo, por el
contrario, entiende que el texto actual no exige que el autor que convive bajo un mismo techo con el
sujeto pasivo mantenga con ésta relaciones sexuales no depravadas a la fecha de realización del
hecho depravador, pero tampoco las excluye.
JURISPRUDENCIA
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para torcer la salud sexual de la menor, al apartarla de las pautas sexuales que gobiernan su edad y
tuvieron entidad suficiente para prematuramente desviar el instinto sexual al vivirlos en forma
anticipada, y tenido en cuenta el grado de afinidad que ostentara el imputado con la familia de la
menor y en especial con esta última, pues era el responsable de guiar su aprendizaje, circunstancia
que favoreció el accionar desplegado, en razón de la confianza y autoridad que recaía en su persona,
corresponde confirmar el auto que decreta el procesamiento del incuso en orden al delito de
corrupción de menores agravado por haber sido ejecutado bajo amenaza. Asimismo, corresponde
aclarar que en materia probatoria y en cuanto el delito a examen se desarrolla en su generalidad, en
ámbitos privados o aislados, que resultan proclives a la consumación del ilícito, el instructor deberá
reconstruir el hecho a través de todo rastro, vestigio, e indicio, a efectos de dilucidar lo denunciado;
de lo contrario, la simple ausencia de testigos representaría la impunidad del encausado. Es por ello
que el código de rito establece distintas formas de prueba que permitirán la búsqueda de la verdad
real por parte del juez (***). Estos indicios o rastros o vestigios no pueden dejar de ser sometidos a
una evaluación crítica, desde que su eficacia se funda en su calidad y no en su cantidad (****)
(C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 20.270, Garcia Perez, Oscar F; 03/12/2002; En esta resolución se
cita a : (*) Carlos Creus, Derecho Penal, Parte especial, 6ta. ed. actualizada y ampliada, Astrea, Bs.
As., 1997, t. I, p. 195. (**) C.N.Crim. y Correc., Fallo Plenario "Zabala, Joaquín", rto: 25/6/1926,
Guillermo R. Navarro, Jurisprudencia Criminal Plenaria, Pensamiento Jurídico Editora, Bs. As.,
2000, p. 67. (***) C.N.Crim. y Correc., Sala IV, c. 18.669, "Machado, Julián s/abuso deshonesto",
rta: 30/5/2002. (****) C.N.Crim. y Correc., Sala II, c. 21.963, "Leiva, Pedro y otros", 28/8/1979)
Tipicidad: “el delito previsto en el art. 125 del C.P. exige para su configuración que se impulse al
menor a su degradación, pervirtiéndolo y provocando en él una verdadera degradación moral. Una
acción resulta corruptora cuando deja en el menor una inocultable secuela en su psiquismo,
deformando su carácter a tal punto de crearle graves anomalías con relación al sexo” C.N.Crim. y
Correc. Sala VII,c. 19.975, Zorzenon, María E.; 22/11/2002.
Prueba pericial. Valoración. Concepto. Tocamiento obsceno. Cambio de calificación legal. Abuso
sexual: “el perito "informa al tribunal los principios generales fundados en la experiencia -los
resultados de su ciencia-; comprueba hechos que únicamente "pueden ser observados o que sólo
pueden ser comprendidos y juzgados exhaustivamente en virtud de conocimientos profesionales
especiales" y extrae conclusiones de hechos que únicamente pueden ser averiguados en virtud de
sus conocimientos profesionales, conforme a reglas científicas"(*). En los delitos contra la
integridad sexual -cuya prueba es de difícil, aunque no imposible recolección-, deben valorarse los
elementos teniendo en cuenta cada uno de los aspectos relevantes de la instrucción, para arribar así
a una conclusión que sea comprensiva y abarcadora de los materiales recolectados (**). La
corrupción tiene un sentido esencialmente psicológico y moral, de manera que se dice corruptora a
la acción que deja una huella profunda en el psiquismo de la víctima, torciendo el sentido natural,
biológico y sano de la sexualidad. La acción corruptora debe ser medida en un sentido biológico-
natural, ya que el olvido de ese doble aspecto, es uno de los motivos que han llevado a asimilar,
erróneamente, la corrupción al abuso deshonesto (***). Un tocamiento obsceno es un acto que no
pervierte, por si solo, el sentido de la sexualidad, si bien tiene una influencia psíquica en la víctima,
el rastro que deja puede no alterar el curso normal en el desarrollo del sexo. Toda evidencia de
victimización sexual impacta de algún modo en el desarrollo futuro de la sexualidad y de la
personalidad en general, mas ello depende de factores múltiples con relación a la propia víctima, al
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
entorno emocional-familiar, a la práctica de un tratamiento adecuado, etc. Si todo acto que deje una
secuela en la esfera psicológica constituye de por sí corrupción, la introducción de la hipótesis
prevista en el inciso a) del art. 119 del C.P. -en punto al daño en la salud mental- carecería de todo
sentido. C.N.Crim. y Correc. Sala V, c. 20.177, mille, Francisco Javier; 11/11/2002. Se cita a (*)
Claus Roxin, Derecho Procesal Penal, Trad.: Gabriela E. Córdoba, Sup.: Julio B. J. Maier, Editores
del Puerto, Bs. As., 2000, p. 238. (**) C.N.Crim. y Correc., Sala V, "Arabow, Juan Federico",
27/3/2002. (***) Sebastián Soler, Derecho Penal Argentino, Tea, Bs. As., 1967, t. III, p. 309.
Actos corruptores: los actos corruptores son aquellos de lujuria que siendo prematuros por la edad o
depravados por su clase, tengan la entidad objetiva suficiente para producir sobre el espíritu de los
menores una deformación psíquica que los altere moralmente, produciendo un vicio o una
perversión en el instinto sexual. Se trata de un delito formal porque su criminalidad reside en el
peligro de que la conducta del autor corrompa, prostituya o mantenga en la corrupción o
prostitución a la víctima o aumente su depravación sexual. CNCas. Pen., sala IV, “G., C. H.
S/recurso de casación”, c. 208, reg. 406.
Configuración: el delito previsto en el artículo 125, exige para su configuración que se impulse al
menor a su degradación, pervirtiéndolo y provocando en él una verdadera degradación moral. Una
acción resulta corruptora cuando deja en el menor una inocultable secuela en su psiquismo,
deformando su carácter a tal punto de crearle graves anomalías con relación al sexo. CNCCorr., sala
VII, 22/11/2002, “Z., M. E.”, C. 19.975, BCNCyC, N° 4/2002.
DOCTRINA
El bien jurídico protegido es la integridad sexual del menor de dieciocho años de edad, que
por su condición no han alcanzado la madurez psíquica, física y sexual. Esto el lo que motiva la
protección de la norma hacía el trato anormal y abusivo que puedan ser objeto los menores.
Como lo hemos manifestado anteriormente, al referirnos a la promoción y facilitación de la
corrupción, la ley no asigna importancia al consentimiento del menor; y es indiferente que sea
inocente u honesto, o que ya se halle inmerso en la prostitución, (entre otros, Arocena).
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JURISPRUDENCIA
Prostitución del menor: el encartado facilitó la prostitución de una menor al hallarse acreditado que
puso a disposición de la misma su domicilio para que en éste tuvieran lugar encuentros sexuales
con los hombres que se prestaban a dicho comercio, siendo tal conducta motivada por ánimo de
lucro, por cuanto una parte de la suma recaudada por el comercio de su cuerpo, era entregada al
procesado. C1° Penal de Paraná, sala I, 22/4/97, “M., R. S/abuso deshonesto y otros”, SAIJ sumario
I1500103.
Promoción: promueve el que incita, persuade, aconseja, convence u obliga al sujeto pasivo a
ejercer, acentuar o sostener su prostitución, o de igual manera, brega porque se inicie o persevere en
un proceso de corrupción, sea instigado, engañado, amenazado, etc... Facilita quien favorece, pone a
disposición de la víctima la oportunidad o los medios, allana obstáculos y dificultades, posibilita
que su prostitución o corrupción se logre, se mantenga o intensifique. CPen. y Corr. De San Juan,
sala I, 26/10/99, “F., N. J. S/corrupción de menores reiteradas en perjuicio de N. N. Y N. N.”, SAIJ
sumario 50005524.
*ARTICULO 126.- Será reprimido con reclusión o prisión de cuatro a diez años, el que con
ánimo de lucro o para satisfacer deseos ajenos promoviere o facilitare la prostitución de
mayores de dieciocho años de edad mediando engaño, abuso de una relación de dependencia
o de poder,violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción. Modificado
por:LEY 25087 Art.7 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
DOCTRINA
Aquí se trata de proteger es la normalidad y rectitud del obrar sexual de las personas mayores
de 18 años de edad. Según Figari se resguarda la incolumnidad del trato sexual, tutelando la libertad
sexual o autodeterminación que tiene una persona en ese aspecto y a que no se vulnere su voluntad.
Es meritorio hacer hincapié en el tipo subjetivo específico que exige esta figura; no basta
solamente el conocimiento por parte del sujeto activo del instar o promover o facilitar la corrupción
o prostitución, sin que debe movilizarlo “el ánimo de lucro o la satisfacción de deseos ajenos”.
El ánimo de lucro caracteriza históricamente la figura de proxeneta, lenón o alcahuete (Nuñez
y Arocena). El ánimo de lucro que requiere este tipo penal configura al delito como de tendencia
interna trascendente y resultado cortado, habida cuenta que queda consumado con la acción del
sujeto activo, pero debe éste tener en mira la realizar la conducta, un hecho que se debería producir
después de la acción y sin su intervención124; lo que busca el sujeto activo es obtener de esa
conducta un rédito o ganancia, consistente o no en dinero.
Agrega Figari, que el provecho debe beneficiar al sujeto activo, y no a un tercero, siendo
indiferente que ese lucro se haya logrado o no, sino que basta con que el agente haya actuado con
ese ánimo. “No es lucro propio del autor el lucro que la víctima de la prostitución saca sólo para ella
124
Gustavo A. Arocena, ob. Cit. Pag. 135.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
de su comercio… No basta que el autor pueda obtener algún provecho a raíz del hecho o que,
incluso lo haya obtenido, sino que es necesario que la idea de la ganancia o provecho esté en su
ánimo a lograr, aunque ello no sea la razón determinante de su conducta. La ley exige la existencia
del ánimo de lucro, y no la existencia del lucro.125
Aquí se trata de proteger es la normalidad y rectitud del obrar sexual de las personas mayores
de 18 años de edad. Según Figari se resguarda la incolumnidad del trato sexual, tutelando la libertad
sexual o autodeterminación que tiene una persona en ese aspecto y a que no se vulnere su voluntad.
Es meritorio hacer hincapié en el tipo subjetivo específico que exige esta figura; no basta
solamente el conocimiento por parte del sujeto activo del instar o promover o facilitar la corrupción
o prostitución, sin que debe movilizarlo “el ánimo de lucro o la satisfacción de deseos ajenos”.
El ánimo de lucro caracteriza históricamente la figura de proxeneta, lenón o alcahuete (Nuñez
y Arocena). El ánimo de lucro que requiere este tipo penal configura al delito como de tendencia
interna trascendente y resultado cortado, habida cuenta que queda consumado con la acción del
sujeto activo, pero debe éste tener en mira la realizar la conducta, un hecho que se debería producir
después de la acción y sin su intervención126; lo que busca el sujeto activo es obtener de esa
conducta un rédito o ganancia, consistente o no en dinero.
Agrega Figari, que el provecho debe beneficiar al sujeto activo, y no a un tercero, siendo
indiferente que ese lucro se haya logrado o no, sino que basta con que el agente haya actuado con
ese ánimo. “No es lucro propio del autor el lucro que la víctima de la prostitución saca sólo para ella
de su comercio… No basta que el autor pueda obtener algún provecho a raíz del hecho o que,
incluso lo haya obtenido, sino que es necesario que la idea de la ganancia o provecho esté en su
ánimo a lograr, aunque ello no sea la razón determinante de su conducta. La ley exige la existencia
del ánimo de lucro, y no la existencia del lucro.127
JURISPRUDENCIA
*ARTICULO 127.- Será reprimido con prisión de tres a seis años, el que explotare
económicamente el ejercicio de la prostitución de una persona, mediante engaño, abuso
coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, de poder, violencia,
125
Rubén E. Figari, Ricardo Nuñez, Fontán Balestra, Carlos Creus, Edgardo Donna, entre otros.
126
Gustavo A. Arocena, ob. Cit. Pag. 135.
127
Rubén E. Figari, Ricardo Nuñez, Fontán Balestra, Carlos Creus, Edgardo Donna, entre otros.
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REVISTA DIGITAL DE
amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción. Modificado por:LEY 25087 Art.8
((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
DOCTRINA
Vale al distinción que efectúa Figari, comparando la nueva norma (ley 25.087), con las
anteriores legislaciones, (ley 17.567 y 21.338); manifestando que: de acuerdo con la nueva
normativa la modalidad está regida por la explotación económica que el sujeto activo realiza de la
prostitución ajena, en tanto que con los anteriores regímenes legislativos la rufinería consistía
estructuralmente en “hacerse mantener” por la persona que ejercía la prostitución128.
Cae de maduro que la actual legislación exige menos requisitos que la anterior, ya que no es
necesario probar que el sujeto activo vive a expensas del sujeto pasivo del delito; actualmente basta
con la explotación económica del ejercicio de la prostitución del sujeto pasivo.
Por su parte Creus entiende que es erróneo sostener que el nuevo artículo 127 pune un
supuesto típico de rufinería como el que preveía el artículo 127, según la ley 17.567 que exigía que
el autor se hiciera mantener total o parcialmente por la víctima, porque se trata más bien, de un tipo
de proxenetismo llevado a cabo con los medios propios de prostitución agravada de menores y de la
prostitución de mayores… y con una finalidad específica: la explotación económica de la
prostitución de la víctima, de modo que en su criterio, no va a ser sencillo distinguir este tipo del
contemplado en el artículo126, cuando la conducta prevista hubiera sido perpetrada con ánimo
de lucro.
ARTICULO 127 bis.- El que promoviere o facilitare la entrada o salida del país de menores
de 18 años para que ejerzan la prostitución, será reprimido con reclusión o prisión de 4 a 10
años. La pena será de seis a quince años de reclusión o prisión cuando la víctima fuere menor
de trece años. Cualquiera que fuese la edad de la víctima, la pena será de prisión o reclusión
de 10 a 15 años cuando mediare engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier
otro medio de intimidación o coerción, como también si el autor fuera ascendiente, cónyuge,
hermano, tutor o persona conviviente o encargado de su educación o guarda. Modificado
por:LEY 25087 Art.16 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
DOCTRINA
128
En su momento la jurisprudencia sostenía que: El delito de rufinería se configura cuando, quien suministra al sujeto
activo los medios de manutención ejerza actualmente la prostitución y que de esa fuente provengan dichos bienes, sin
que se requiera que el producto de esas ganancias sea el único medio de vida del rufián; es suficiente con que se haga
mantener parcialmente, S.C.B.A, agosto 30-983, Malerba, Rubén, L.L. 1984-C, 624 (36.664-S)- DJBA, 127-61.
234
CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Tipo Objetivo: Gavier y Arocena, entre otros, afirman que no es imprescindible que las
personas cuyo ingreso o salida del país se promueve o facilita estén dedicadas al ejercicio de la
prostitución, porque lo que interesa es el propósito que anima el sujeto activo.
La acción típica es promover o facilitar la entrada al país del sujeto pasivo, con el fin de ejercer la
prostitución.
Es meritorio traer a colación la aclaración que efectúa Carlos Creus sobre el término
territorio que incorpora el artículo; y afirma: ¨El concepto de territorio aplicable es el político-
geográfico, vale decir, el comprendido dentro de los límites geográficos, excluyendo los lugares no
comprendidos en esos límites, aunque eventualmente rija sobre ellos la jurisdicción de la ley y
tribunales argentinos (por eje: buques de bandera argentina en aguas internacionales). A nuestro
entender es indiferente el carácter ilegal de la entrada al país del sujeto pasivo.
Tipo Subjetivo: aquí se requiere un elemento subjetivo específico que consiste en promover y
facilitar la entrada al país de la víctima para que ejerza la prostitución.
*ARTICULO 127 ter.- El que promoviere o facilitare la entrada o salida del país de una
persona mayor de 18 años para que ejerza la prostitución mediando engaño, violencia,
amenaza, abuso de autoridad cualquier otro medio de intimidación o coerción, será reprimido
con reclusión o prisión de tres a seis años. Modificado por:LEY 25087 Art.17 ((B.O. 14-05-99).
Artículo incorporado)
DOCTRINA
Aquí también se tutela la libertad de determinación sexual del sujeto pasivo. Resulta válido
todo lo dicho con referencia al delito de trata de menores de dieciocho años; la diferencia estriba en
que el sujeto pasivo debe ser una persona mayor de dieciocho años y la comisión del ilícito se debe
ejecutar por medios fraudulentos, violentos o intimidatorios, de tal manera que el consentimiento
adquiere relevancia y convierte en atípica la figura, (Figari).
*ARTICULO 128.- Será reprimido con prisión de seis meses a cuatro años el que produjere o
publicare imágenes pornográficas en que se exhibieran menores de dieciocho años, al igual
que el que organizare espectáculos en vivo con escenas pornográficas en que participaren
dichos menores. En la misma pena incurrirá el que distribuyere imágenes pornográficas
cuyas características externas hiciere manifiesto que en ellas se ha grabado o fotografiado la
exhibición de menores de dieciocho años de edad al momento de la creación de la imagen.
Será reprimido con prisión de un mes a tres años quien facilitare el acceso a espectáculos
pornográficos o suministrare material pornográfico a menores de catorce años. Modificado
por:LEY 25087 Art.9 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
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REVISTA DIGITAL DE
DOCTRINA
El presente artículo procura proteger el derecho de los menores de dieciocho años a no ser
utilizados en producciones, publicaciones o espectáculos que pongan en peligro el normal
desarrollo de su personalidad.
Es meritorio lo manifestado por el miembro informante de la Cámara de Diputados, Cafferata
Nores, que expresó: “En relación al texto vigente, se desincrimina la producción de imágenes u
objetos obscenos en los que estuvieran en juego exclusivamente imágenes de personas adultas. El
objetivo primario de la incriminación reside en reprimir la explotación de niños en la producción de
imágenes pornográficas. Se ha colocado especial acento en evitar punir a quien no conoce el
material que está distribuyendo, sino que quien sea pasible de sanción sea aquel que ha sabiendas
distribuya el tipo de material mencionado. Este precepto normativo también amplía la incriminación
a fin de abarcar los actos pornográficos que no son filmados, grabados o fotografiados, sino
directamente actuados en vivo; a modo de espectáculos…”.129
En cuanto a las acciones típicas, esta figura deslinda: “producir y publicar” imágenes
pornográficas en que se exhiban a menores de dieciocho años, y también al que “organizare”
espectáculos en vivo con escenas pornográficas en que tomaren participación dichos menores.
Por un lado las acciones típicas de producir, publicar o distrubuir imágenes pornográficas,
implican aquellas manifestaciones del pensamiento perceptibles visualmente como dibujos,
pinturas, fotografías, películas cinematográficas, etc. (Arocena, Reinaldi).
Por otro lado, aquellas que envuelven, en organizar espectáculos en vivo, es decir, funciones
en teatros u otros sitios en los que se reúnen personas para presenciarlos en forma directa.
A modo de síntesis, y siguiendo a Arocena, aclaramos que las imágenes deben ser producidas
por el autor, esto es, hechas o creadas por medios mecánicos o electrónicos… O bien, publicadas
por el sujeto, lo que ocurre cuando éste las imprime. Por último, se castiga igualmente la
distribución de esas imágenes, entendida ésta como la entrega de las mismas, por sí o por terceros, a
adquirentes o destinatarios. Los espectáculos en vivo, por su parte, deben ser organizados por el
autor, conducta que exige que él los prepare y presente.
Debe tratarse de imágenes que, además de exhibir a menores de dieciocho años, revistan
determinada calidad: la de ser pornográficas.
El carácter pornográfico que se adscribe tanto a las imágenes, cuanto a las escenas de
espectáculos en vivo en que participaren menores de dieciocho años, constituye un elemento
normativo del tipo penal, puesto que se trata de un elemento para cuya precisión se hace necesario
acudir a una valoración cultural.
En cuanto al tipo subjetivo, es una figura dolosa, pudiendo ser el dolo eventual, ya que el tipo
en examen no contiene un elemento subjetivo específico.
Será reprimido con prisión de un mes a tres años quien facilitare el acceso a
espectáculos pornográficos o suministrare material pornográfico a menores de catorce años”.
La doctrina no es unánime cuando explica quien es el sujeto activo de este delito. Para
Reinaldo, para el supuesto de facilitación del acceso a espectáculos pornográficos, debe tratarse de
129
Antecedentes Parlamentarios pag.1616.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
la persona autorizada para permitir o impedir la entrada al local en el cual se presenta el
espectáculo, como ser: el encargado de la boletería o de recibir los billetes de entrada.
Para Nosotros, ello no debe necesariamente ser así. Es que, siendo la acción típica la de
facilitar el acceso, vale decir, allanar los obstáculos para lograr el ingreso, la misma puede
verificarse, por ejemplo, en el caso de la persona que distrae la atención de quien recibe los billetes
de entrada a un espectáculo pornográfico, con el fin de que un menor de catorce años acceda al
mismo sin ser advertido por éste.130
En cuanto a las acciones típicas, “facilita”, quien permite la entrada al lugar donde se realizan
espectáculos pornográficos, sea por precio o en forma gratuita. “Suministra” aquel que entrega
material de naturaleza pornográfica para que el menor lleve consigo, sea a por precio o a título
gratuito; incluyendo el préstamo o facilitación.
Meritoria es la aclaración que realiza Figari, en cuanto al término material pornográfico,
declarando que este concepto, es más abarcativo que el de imágenes, pues la enumeración puede ser
infinita ya que en él pueden quedar comprendidas, no sólo las imágenes sino también, esculturas,
películas, objetos de la más variada índole, descartándose todas aquéllas de carácter científico o
auténticas obras de arte.131
JURISPRUDENCIA
*ARTICULO 129.- Será reprimido con multa de mil a quince mil pesos el que ejecutare o
hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas
involuntariamente por terceros. Si los afectados fueren menores de dieciocho años la pena
será de prisión de seis meses a cuatro años. Lo mismo valdrá, con independencia de la
voluntad del afectado, cuando se tratare de un menor de trece años. Modificado por:LEY
25087 Art.10 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido). Antecedentes:Ley 23.479 Art.1 ((B.O. 26-01-
87). Monto modificado. )Ley 23.974 Art.1 ((B.O. 17-09-91). Montos modificados. )Ley 24.286
Art.1 ((B.O. 29-12-86). Montos elevados. )
130
Gustavo A. Arocena ob. cit pag. 153-154.
131
Rubén E. Figari ob. cit pag. 364.
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REVISTA DIGITAL DE
DOCTRINA
El bien jurídico protegido el pudor público, moral pública o pudor sexual, de una comunidad
determinada, en un momento y lugar determinado.
Por su parte, Figari alega que el bien jurídico protegido es la libertad del individuo y no la
sociedad. Es realmente complicado, y yo diría descartado, atribuir carácter de bien jurídico al pudor,
la moral pública o buenas costumbres, pues amén de ser conceptos un tanto ambiguos y que pueden
ser susceptibles de reflejar una visión parcial del tema, ya que en última instancia el concepto de
moral media es relativo y depende, como vulgarmente se dice, con el cristal que se lo mire.
Asimismo a lo largo del tiempo bajo dichos giros idiomáticos se han enancado los censores de turno
que no han hecho otra cosa que distorsionar y convertir en tabú una serie de actitudes que
supuestamente atacaban a la sociedad en su conjunto, atribuyéndose el carácter de custodios de la
moral pública, bajo una pátina de verdaderas moralidades. Estas situaciones sólo han logrado que el
péndulo se inclinara tanto hacia un extremo como hacia el otro llegándose de esta manera a una
tolerancia desmedida o en su defecto a una intolerancia también exacerbada. De allí que la
tendencia es que el bien jurídico protegido es la libertad del individuo y no la sociedad, pues lo que
convierte en reprochable a las acciones es que se involucren al sujeto pasivo en una referencia
sexual sin su consentimiento, lo insertan en un contexto de esa naturaleza para desempeñar un papel
determinado sin haberlo precavido de tal situación.
Por nuestra parte consideramos que, con estas acciones se afecta, por un lado la libertad de
determinación sexual de las personas; y por otro el pudor público y de buenas costumbre sexuales,
que cualquier comunidad posee. Por ello el bien jurídico protege lo individual y lo social.
Las conductas típicas consisten en ejecutar o hacer ejecutar por otros actos de exhibiciones
obscenas.
Ejecuta dichos actos quien los realiza por sí mismo..
Los hace ejecutar por otros, la persona que se vale de terceros penalmente irresponsable, o
usando engaño o violencia sobre una persona responsable (autoría mediata). El que, sin usar engaño
o violencia, hace ejecutar la exhibición obscena por un tercero penalmente responsable, no es otra
cosa que un instigador del autor de ella, (Esta es nuestra posición, pag. 144 y la de Nuñez, entre
otros).
Por su parte Fontán Balestra interpreta que la ley no puede haberse referido con estos
términos ni a la instigación ni a la autoría mediata, ya que en este delito nada obsta para que sigan
las reglas de la participación.
La exhibición obscena puede consistir, en mostrar su propio cuerpo o en realizar acciones de
tipo sexual, sea que se ejecute en sitios públicos o privados, siempre y cuando se exponga a ser vista
involuntariamente por terceros. La Cámara de Apelaciones de Rosario, sala Criminal, 7/12/56,
DJLL VI-503, ha dicho que configura el delito de exhibiciones obscenas orinar a la vista de
personas de distinto sexo.132
132
Por su parte la Cám. 1º Penal de Tucumán, 1/10/69, L.L. 138-752, DJLL VI-441, concluyó: es innegablemente
obsceno el acto de señalarse en sitio público el miembro viril, ofreciéndolo, además, aunque no se lo exhiba.
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watsonconsultores@ymail.com
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
En relación al segundo párrafo, previamente, vale aclarar que: cuando el sujeto pasivo es
menor de dieciocho años de edad, pero mayor de trece, el acto para que sea típico, exige que no
medie el consentimiento de esos menores.
Cuando, el sujeto pasivo es menor de trece años de edad, la tipicidad se da con independencia
de la voluntad del menor, su consentimiento es irrelevante.
El bien jurídico protegido en esta última figura delictiva, es la indemnidad sexual de estos
menores.
JURISPRUDENCIA
Publicidad: si la damnificada notó que el incuso desde su automóvil la miraba y observó que tenía
sus pantalones bajos, los vidrios del vehículo no se encontraban polarizados y el interior podía ser
visto desde afuera, al haber ocurrido el hecho a plena luz del día, en circunstancias en que cualquier
transeúnte podría haber observado -en forma involuntaria- el suceso, se encuentra satisfecho el
elemento “publicidad” exigido por el tipo penal del art. 129 párrafo 2°. El argumento de la defensa
en cuanto afirma que la víctima manifestó que su pupilo no se estaba “masturbando” sino
“tocando”, no puede tener acogida favorable por tratarse de una mera cuestión terminológica que
resulta irrelevante puesto que la damnificada aseguró que el imputado, en esos instantes, la miraba a
ella. CNCCorr., sala IV, 31/10/2002, “A., R. O.”, c. 19.949, BCNCyC, N° 4/2002.
Capítulo IV
(artículos 130 al 131)
*ARTICULO 130.- Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el que sustrajere o
retuviere a una persona por medio de la fuerza, intimidación o fraude, con la intención de
menoscabar su integridad sexual. La pena será de seis meses a dos años, si se tratare de una
persona menor de dieciséis años, con su consentimiento. La pena será de dos a seis años si se
sustrajere o retuviere mediante fuerza, intimidación o fraude a una persona menor de trece
años, con el mismo fin. Modificado por:LEY 25087 Art.11 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
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DOCTRINA
133
Roberto Spinka Delitos contra la honestidad, “Estudio de las figuras delictivas”, Advocatus, Córdoba 1994, pag 295
134
Jorge Buompadre, Derecho Penal., Parte Especial, T I, pag. 450?
135
Rubén Figari, ob. cit. Pag. 410
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La pena será de seis meses a dos años, si se tratare de una persona menor de dieciséis años,
con su consentimiento.
Al decir de Arocena y Reinaldi, la objetividad jurídica protegida en esta figura es el normal
desarrollo de la personalidad del menor de dieciséis años, al que puede afectar la conducta del autor
dada la finalidad del autor y la carencia de madurez psíquica y sexual de la víctima en razón de su
edad.
En cuanto al tercer párrafo, se agrava la pena cuando la víctima es un menor, de cualquier
sexo, de trece años. Este agravante no representa un tipo penal con sujeto pasivo de consentimiento
irrelevante.
JURISPRUDENCIA
Capítulo V
(artículos 132 al 133)
*ARTICULO 132.- En los delitos previstos en los artículos 119: 1º, 2º, 3º párrafos, 120: 1º
párrafo y 130 la víctima podrá instar el ejercicio de la acción penal pública con el
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asesoramiento o representación de instituciones oficiales o privadas sin fines de lucro de
protección o ayuda a las víctimas. Si ella fuere mayor de dieciséis años podrá proponer un
avenimiento con el imputado. El Tribunal podrá excepcionalmente aceptar la propuesta que
haya sido libremente formulada y en condiciones de plena igualdad, cuando, en consideración
a la especial y comprobada relación afectiva preexistente, considere que es un modo más
equitativo de armonizar el conflicto con mejor resguardo del interés de la víctima. En tal caso
la acción penal quedará extinguida; o en el mismo supuesto también podrá disponer la
aplicación al caso de lo dispuesto por los artículos 76 ter y 76 quáter del Código Penal.
Modificado por:LEY 25087 Art.15 ((B.O. 14-05-99). Artículo sustituido)
DOCTRINA
El epígrafe del cambio ya resultaba sugerente: "Delitos contra la integridad sexual", y no sólo
representaba un desacuerdo con el "Bien Jurídico Protegido" que se titulaba "Honestidad", sino que
transmitía un viejo anhelo de la doctrina y jurisprudencia: la reforma.
Razones de distinta índole abarcan esta temática. Veamos: la cuestión semántica queda solucionada,
pues más allá de gustos y objeciones opinables, el término "integridad sexual" es comprensivo de
esta problemática, en tanto "honestidad sexual" era francamente anacrónico.
La visión de dogmática jurídico penal, aunque es más compleja, ya había construído un firmamento
de objeciones hacia el bien jurídico "honestidad", expresando que no era eso lo que se quería
proteger en este tipo de delitos. Se hablaba en doctrina de amparar la "reserva sexual" (Núñez);
"voluntad sexual" (Fontán Balestra); "libertad sexual" (Moras Mom), etc.. En esta inteligencia, el
bien jurídico "integridad sexual", resguarda la libertad en su proyecto hacia la sexualidad y la
integridad física, psíquica y espiritual de la persona .
La postura que nuestro país había adoptado internacionalmente en el Congreso Mundial
Contra la Explotación Sexual de los Menores, realizado en Agosto del año 1996, servía de
antecedente inmediato, para consolidar una postura más rígida punitivamente hablando,
específicamente contra pederastas y corruptores. Este compromiso internacional, significó otras de
las razones que coadyuvaron a la reforma.
Pero la génesis del citado compromiso internacional, se encontraba en la misma Convención
Internacional de los Derechos del Niño, con rango constitucional, incorporada al plexo del Derecho
Positivo mediante ley nro. 23. 849. Allí se exigía "proteger al niño de todas las formas de
explotación y abuso sexual" (art. 34). A esto bien se lo puede llamar una razón devenida del
Derecho Convencional.
El creciente avance de la llamada "ciencia victimológica" se hizo sentir a la hora de los reclamos
sociales, en boga por una mayor represión.
Los aspectos legislativos no estuvieron ausentes, ya que cientos de proyectos esperaban tratamiento
o respuesta dentro del recinto de la legislatura.
La doctrina también aspiraba el cambio a este título. Parte de sus pretenciones habían sido
escuchadas por una austera jurisprudencia (por ejemplo con la fellatio in ore).
Y es así que la jurisprudencia logró su punto más álgido en Noviembre de 1998. Un fallo de la Sala
III de la Cámara Nacional de Casación Penal se dio de bruces con uno dictado con anterioridad por
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
la sala IV. De esta manera el "plenario" estaba signado, sólo podía interrumpir su realización una
ley. Y esto fue lo que ocurrió con la ley 25.087. si se sigue este razonamiento, estamos ante la
verdadera causa de la reforma.
Pero habían otras razones que convergían en todo este universo. Los novedosos institutos
procesales, como el criterio de oportunidad, daban una alerta. Autores de talla entendían que la ratio
de la reforma estribaba en que los nuevos delitos sexuales, generalmente, son de sujeto activo y
pasivo indiferenciados (varón o mujer), pudiéndose dar el supuesto, por ejemplo, en que el autor y
la víctima sean del mismo sexo, circunstancia que impediría, naturalmente, la aplicación de la
excusa absolutoria del matrimonio con la ofendida como establecía el anterior art. 132. En este
sentido se fundamentaría el instituto en la misma ley.
Concluímos que no fueron argumentos baladíes los que motivaron la reforma, sino una pléyade de
factores que, en la especie, convergieron en una salida legislativa.
La denuncia. Aspectos procesales: aquí hayamos una verdadera revolución: " la víctima podrá
instar el ejercicio de la acción penal pública con el asesoramiento o representación de instituciones
oficiales o privadas sin fines de lucro de protección o ayuda a las víctimas".
Buompadre entiende que se trata de "una facultad de instancia privada relativamente autónoma". Es
comprensible afirmar que se ha extendido el marco de quienes pueden denunciar. En la antigua
redacción la causa se formaba por acusación o denuncia del agraviado, de tutor, guardador o
representantes legales, pudiendo procederse de oficio cuando el delito fuere cometido contra un
menor que no tenga padres, tutor ni guardador, o que lo fuere por uno de sus ascendientes, tutor o
guardador.
Es dable advertir que ahora el texto del artículo 72 reza: " Son acciones dependientes de instancia
privada las que nacen de los siguientes delitos: 1) Los previstos en los arts.. 119, 120 y 130 del
Código Penal cuando no resultare la muerte de la persona ofendida...", agregando en el último
apartado "cuando existieren intereses gravemente contrapuestos (entre menor y tutor, guardador,
etc.), el fiscal podrá actuar de oficio cuando así resultare más conveniente para el interés superior de
aquél". El interés superior del niño está expresamente regulado por la Convención Internacional de
los Derechos del Niño y se constituyó en la piedra filosofal de la doctrina de la protección integral
que es "protección de derechos, cuya noción central es el interés superior del niño, cuya
interpretación se la ha parificado al principio garantista". Véase que en esta orientación, la ley se
adapta a los "nuevos vientos" en materia de aceptación de las convenciones internacionales, y su
aplicación directa (arts. 27 y 75 inc. 22 de la Constitución Nacional).
Pedagógicamente se dice que, la denuncia es una declaración de voluntad exclusiva del titular que
ejerce la facultad de instar, al poner en conocimiento de la autoridad competente la existencia del
delito que estima cometido, y cuya acción depende de instancia privada inicial. La instancia en sí,
no es la promoción ni el ejercicio de la acción penal, sino una incitación a la promoción, cuestión
ésta que se rige por sus reglas procesales.
En materia de denuncia, se suele decir que "basta el anoticiamiento del hecho ante la autoridad
encargada de la investigación del ilícito, en forma expresa e indubitada.
D'albora sintetiza la cuestión diciendo: " basta con la individualización del hecho"
En materia de menores víctimas de abusos sexuales, antes de la reforma, la jurisprudencia había
entendido que "la ley no quiere que el menor resuelva sobre la conveniencia de provocar un proceso
que podría perjudicar tanto a él como su familia", de allí que delegaba al representante legal tal
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facultad. Tal proceder resulta contradictorio con el principio de protección integral y lo dispuesto
por la Convención Internacional de los Derechos del Niño, actualmente con rango constitucional.
De todas maneras, la cuestión se encuentra zanjada con la llegada de esta ley que ilustra sobre la
posibilidad que organismos públicos o privados dedicados a la asistencia de víctimas, puedan
denunciar.
Avenimiento: viene de "avenencia" que es convenio, unión, conformidad, acuerdo.
Se trata de un acuerdo, que tiene como punto de partida una propuesta formulada en libertad e
igualdad de condiciones, por la supuesta víctima mayor de 16 años, que redunda en su propio
beneficio, en tanto haya existido entre las partes una relación afectiva preexistente.
El mérito que el Juez realice sobre el "acuerdo" deberá ser el modo más equitativo de armonizar el
conflicto. El giro idiomático que practica el tipo es lindante con las técnicas de mediación.
Reinaldi sostiene que es la primera admisión legislativa de conciliación en materia penal. En
realidad se incorpora la conciliación y la mediación al derecho de fondo. Más no se debe soslayar,
que este acuerdo será "valorado", quien será en definitiva el que decidirá o no sobre la conveniencia
de la aplicación de este instituto.
En esta inteligencia se ha dicho que el "avenimiento" "supone un trabajo de mediación y
recomposición de vínculos entre agresor y damnificado".
Coincidimos con Creus que "no se trata de una excusa absolutoria", como pensó alguna vez parte de
la doctrina cuando le tocó opinar sobre el casamiento del autor del ilícito con la ofendida.
Seguramente quienes coloquen el foco en el universo del derecho procesal verán el avenimiento,
como un resultado del principio de oportunidad, y en ese sentido no estarán errados.
Procedimiento: la ley exige que: 1- La propuesta sea formulada por la víctima; 2- La realice en forma
libre; 3- Sea en condiciones de igualdad. Veamos las distintas alternativas que se pueden presentar:
a.) El Juez ante la propuesta de avenimiento deberá formar pieza separada de las actuaciones, es
decir, un incidente. De esta manera no se interrumpe la normal investigación del proceso.
b.) El primer tema a elucidar se centrará en el hecho que esta propuesta sea realizada personalmente
por la víctima, a través de sus representantes o bien "una presentación compartida". Dentro de la
posición que la víctima personalmente comparezca, será recomendable que lo haga en cuerpo
presente, es decir en audiencia.
Si la víctima es menor de 21 años y mayor de 16 (tiene de 17 a 20) deberá ser asistida por un
representante legal. Es que una cuestión de tal gravedad como la traída al sub exámen, donde está
en juego la "integridad" de la víctima, "el bien Justicia" a cargo de la administración de Justicia y
"la libertad" del imputado, amerita la intervención necesaria e ineludible del asesor de menores. Sin
perjuicio de ello, los representantes naturales (padres) o legales (tutor), como así también -si
hubieren asistido al menor - autoridades de organismos públicos o privados, podrán estar presentes
en la audiencia o bien prestar su conformidad al respecto. Entiendo que la seriedad y solemnidad en
el tratamiento de este tema que compromete valores excelsos, no debe ser burlada por libelos o
intereses espúreos, so pena que pueda entenderse este criterio como revictimización, cuestión que -
de suyo- no es cierto.
La audiencia personal, trae inconmensurables beneficios al proceso. A través de la
inmediatez, el juez podrá tener una impresión nítida, real y sincera de la propuesta. Como él deberá
"evaluarla", de inmediato tendrá una sucinta información de los dos planos sobre los cuales gira
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
esta propuesta: "libertad e igualdad". Por esto, la audiencia de "visu" es, a todas luces, lo más feliz
para el proceso.
A mayor abundamiento, abonando el criterio de esta tesis, debe tenerse en cuenta que "es el
ese Juez el que debe valorar la propuesta" y no otro.
c.) El Juez podrá rechazar "in limine" la petición cuando ésta no cumpla con los extremos objetivos
exigidos por el tipo (por ejemplo, si la víctima tiene 16 años). En este caso podrá hacerlo por
decreto, más en caso que considere el rechazo, por ejemplo: por ser inconveniente para los intereses
del menor, sería más conveniente que lo realice mediante auto.
d.) Puede ocurrir que el Juez necesite de informes o asesoramientos para resolver la cuestión.
También podrá consultar testigos (por ej. parientes) en referencia a la conveniencia o no de la
propuesta. Este criterio, que ya expresé en anterior trabajo, coincide con la opinión de Clemente,
cuando afirma: " Los jueces pueden asesorarse por expertos en la materia o persona de confianza de
las partes.
e.) Tal vez el núcleo de la temática abordada sean los dichos de la víctima. En el informe
parlamentario, Cafferatta Nores fue contundente con una frase que, a mi juicio, parece constituirse
en una verdadera llave de hierro para poder dilucidar este instituto. Dijo el maestro cordobés: "si la
simple voluntad de la víctima puede evitar "ex ante" la persecusión y punición, no aparece fácil de
encontrar argumentos para que no pueda evitarlos "ex post".
f.) Es dable reflexionar que, sin lugar dudas se volverá a producir la polémica, si esta "extinción de
la acción" para el autor abarca a los cómplices o coautores. Si se admitiere una respuesta lineal,
sería afirmativa. De esta manera "quedaría solucionado el conflicto". Cuestión distinta ocurre con el
encubridor, pues aquí se está ante la lesión de otro bien jurídico y se trata de un delito
independiente, por tanto el beneficio no lo abarcaría.
g.) La propuesta de avenimiento puede interponerse en cualquier instancia. Lo que si no debe existir
es sentencia firme. Antes se decía, que en cualquier estadio el victimario podía casarse con la
ofendida. Ahora la ley no aclara, por lo que no se ven razones para desvirtuar nuestra postura
amplia.
La jurisprudencia entendió en un caso de abuso sexual con acceso carnal en el matrimonio,
dándole la solución prevista en el art. 132 del C.P..
Seguramente la realidad desbordará nuevamente la imaginación, y encontraremos frases y
razones de toda índole venidas de la supuesta víctima tendientes a evitar la punición. Así una
correcta hermenéutica jurídica deberá construir el andamiaje jurisprudencial que encontrará
soluciones a interrogantes aun irresolutos.
Lo cierto es que estamos ante una norma diferente y un nuevo instituto ("avenimiento"), del
cual desconocemos casi todo. El mismo Achával lamentó que la legislación "no aclara si el
avenimiento es vínculo o es indemnización, mantenimiento, pensión, gastos futuros, etc.
Esto ya lo advirtió con claridad Donna cuando afirmó: " la ley no especifica cual podrá ser
el contenido del "avenimiento" lo que seguramente acarreará discusión"
Ratio legis: desde tiempo el Derecho Penal intenta buscar alternativas a esta "amarga necesidad"
que ha sido considerada la pena. Se intentó canalizar las pretensiones alternativas desde un "derecho
penal mínimo", en tanto se pobló el Derecho Penal de discursos de tilde "garantista" que -lejos de
ponderables intenciones- no alcanzan a solucionar los conflictos.
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Con la llegada de las ideas de Roxin, por la década del 70, las cuestiones de política criminal
pasaron a nutrir la dogmática jurídico penal, siendo de primordial interés "el fin y función de la
pena" como tema preponderante.
De última generación son las ideas de Jakobs que, si bien cuestiona la teoría del bien jurídico como
fuandamentadora exclusiva de la sanción penal, le guarda un importante espacio en delitos donde el
consentimiento de la víctima resulta "absolutorio". Si se acepta esta idea, y es precisamente la
víctima (integridad) quien expresa la propuesta de avenimiento, no habría por parte del victimario
quebrantamiento de rol alguno, ni ninguna expresión de sentido de contenido defectuoso.
Por otra parte - como se anticipó - la victimología ha colocado su impronta en la figura en estudio,
consolidando al menos una solución mejor que la que existía. Véase que ahora sujeto activo del
abuso sexual con acceso carnal, puede ser tanto el hombre como la mujer, de allí que de producirse
un abuso entre varones, éstos quedarían excluidos de la excusa absolutoria de la antigua figura, pues
no se podrían casar. Por eso se ha pensado que esta norma es más equitativa que la anterior.
En el derecho comparado americano existen normas aproximadas a este artículo que estamos
analizando, aunque similar, es la prevista en el art. 131 del Código Penal de El Salvador.
Si bien esta norma ha recibido más elogios que críticas - al menos de la doctrina -, se trata de
algo novedoso, de índole "composicional".
Cafferatta Nores enseña que la llegada del avenimiento esta orientado a un "sistema que puede ser
punitivo o no punitivo", según la elección de la víctima" . Más correcto sería decir que el sistema es
o no así de acuerdo el Juez lo estime más conveniente, pero no la víctima. En definitiva esto nos
dice que sigue siendo el Juez, la autoridad que decide.
En apariencia el legislador ha querido respetar la voluntad final de la víctima... aceptar que los
hechos sucedidos no deben tener pena. Si esto es así, se impone un corolario que nos exige
reflexionar junto a aquellas máximas de Carlos Cossio ... "sólo una cosa es perceptible de verdad: la
conducta de la gente" , por eso para el maestro tucumano, La justicia es la "mejor posibilidad
coexistencial"... "el mejor entendimiento societario".
JURISPRUDENCIA
Avenimiento: para convalidar el avenimiento contemplado en el art. 132, el tribunal debe verificar
los siguientes extremos: a-que la víctima sea mayor de 16 años, b-que la propuesta haya sido libre y
voluntariamente formulada por ella, c-que preexista una relación afectiva entre las partes y d- que
resulte el modo más efectivo de armonizar el conflicto. Si la víctima, ante el fiscal de instrucción
interviniente, en presencia del propio encartado expresó haber logrado con él un acuerdo o
conciliación con el fin de salvar la institución familiar y la crianza de sus tres hijos menores,
habiéndole propuesto su esposo un cambio fundamental en su vida y en su relación con ella,
creyendo en su palabra porque antes nunca le había hecho una propuesta similar, deseando
fervientemente volver a retomar la vida en común proponiendo así el avenimiento, corresponde
convalidar dicho acuerdo ya que es la propia víctima quien funda su legítimo interés de que se le
reconozca judicialmente tal propuesta, la une al victimario una relación afectiva preexistente en
razón del matrimonio. Negar esta posibilidad significaría una sustitución autoritaria de la voluntad y
el interés de la víctima por un presunto interés público, tomando en consideración que si la simple
voluntad de la víctima puede evitar ex ante la persecución y punición, no aparece fácil de encontrar
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
argumentos para que no pueda evitarlos ex post, dejando a salvo en tal concepto, los casos en que
aquéllas tengan un sentido especialmente “tutelar”. Jinstrucción N° 1 de Villa Dolores, 11/4/2000,
“R. J.A.”, LL Suplemento de Jurisprudencia Penal del 29/5/2000, p. 7.
DOCTRINA
136
Buompadre, Jorge, “Derecho Penal, Parte Especial”, Ed. MAVE, 2000, p. 458.
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TITULO IV
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL (artículos 134 al 139)
Capítulo I
El bien jurídico tutelado en este capítulo es el estado civil de las personas, entendido
como la condición o situación jurídica que éstas ocupan en el seno de la sociedad en virtud de sus
condiciones personales o de acuerdo con sus vinculaciones y relaciones familiares.137
Según Bustos Ramírez, “el estado civil es un bien jurídico que pone de relieve la
posición participativa de los sujetos en la sociedad y que permite el libre desarrollo de la persona y
su dignidad, de ahí que cada persona tiene un estado civil que no es mayor ni menor que otro, sino
que es su estado civil, que le debe ser garantizado.”
ARTICULO 134. - Serán reprimidos con prisión de uno a cuatro años, los que contrajeren
matrimonio sabiendo ambos que existe impedimento que cause su nulidad absoluta.
DOCTRINA
El bien jurídico protegido con la figura es la legalidad del matrimonio civil, es decir,
aquél regulado por la ley 23.515, que también regula el divorcio vincular.
El delito consiste en “contraer matrimonio”, sabiendo ambos contrayentes que existe un
impedimenteo a tal acto, que lo vicio de nulidad. Esta nulidad debe ser absoluta.
Los impedimentos que causan una nulidad de tales características son los enumerados en
el artículo 166 inc. 1º a 4º, 6º y 7º: consanguinidad entre ascendientes y descendientes; vínculos
derivados de la adopción plena o de la adopción simple; afinidad en línea recta; matrimonio
anterior subsistente y autoría o complicidad en el homicidio doloso de un cónyuge anterior.
Pero no constituye impedimento el matrimonio anterior si hubiera ausencia con
presunción de fallecimiento, dado que ésta habilita para contraer nuevo matrimonio (art. 31, ley
14.394).138
137
Estrella y Godoy Lemos, “Código Penal”, T. I, Ed. Hammurabi, 1995, p. 473.
138
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed Astrea, 2001, p. 985.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Para la consumación del delito, Fontán Balestra nos enseña que “debe exigirse que el
acto verificado por los contrayentes reúna todos los requisios formales necesarios para la
celebración del matrimonio conforme los requerimientos de la ley civil, de manera tal que de no
mediar el impedimento que causa su nulidad absoluta, se trataría de un matrimonio formal y
sustancialmente válido.”
En cuanto al elemento subjetivo, la figura requiere que ambos contrayentes conozcan
que existe un impedimento que causa la nulidad absoluta del matrimonio que van a contraer. La
exigencia de éste conocimiento, hace indispensable para la adecuación típica, la existencia del dolo
directo, de modo que quedan excluídas las posibilidades de consumación del delito por dolo
eventual o culpa.
Para la consumación del delito es necesario que los contrayentes hayan reunido las
condiciones jurídicas necesarias del matrimonio, y se esté presente al mismo tiempo el elemento
subjetivo de la figura. El delito admite la tentaiva, puesto que el acto matrimonial bien puede
interrumpirse por causas ajenas a los contrayente.
Es un delito instantáneo y formal, de efectos permanents, que se consuma al contraer
matrimonio y se agota co su celebración.139
Impedimento por Bigamia: se denomina bigamia al matrimonio ilegal contraído con el
impedimento del matrimonio anterior subsistente, de uno o ambos contrayentes.(Estrella – Godoy
Lemos). Carrara la definía como “la celebrción de un segundo matrimonio, cometida a sabiendas
por quien aún se encontraba vinculado por un matrimonio válido precedente”.
Para condenar por bigamia, el juez penal necesita acreditar primeramente la existencia de
un matrimonio anterior válido y subsistente. El planteo sbre la invalidez del primer matrimonio
debe ser hecho en sede civil, dándose lugar así a una cuestiçon prejudicial, que impide la
prosecución de ka acción penal.
Declarada la nulidad del primer matrimonio por el juez civil, este resolutivo obliga al
juez penal que no podrá condenar por el delito de matrimonio ilegal basado en la subsistencia y
validez de este matrimonio, como la cuestió prejudicial versa sobre la validez o nulidad del primer
matrimonio, no del segundo, es indiferente que aquél haya adolecido de una nulidad absoluta o
relativa, cualquiera haya sido la causa de su invalidez, su declaración torna válido el segundo
matrimonio.140
En cambio, si se da el supuesto inverso, si el juez civil declara la validez del primer
matrimonio, el juez penal no está obligado por esa circunstancia a pronunciarse por la condena del
culpable. Para ello debe verificar previamente si se dan los requisitos del tipo penal. En lo único que
está obligado el juez penal es en aceptar la decisión del juez civil sobre la nulidad o validez del
matrimonio anterior, esa cuestiñón no es revisable, pero es soberano con relación a la tipificación o
no del delito de bigamia.141
Impedimento por homicidio: existe impedimento cuando unos de los contrayentes hubiese sido
autor o partícipe de homicidio en perjuicio del cónyuge del otro contrayente, puesto que alcanza el
impedimento el homicidio del propio cónyuge. Debe tratarse de un homicidio doloso, consumado y
llevado a cabo contra un cónyuge legítimo, y debe mediar sentencia condenatoria firme.
139
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 987.
140
Estrella y Godoy Lemos, “Código Penal”, T. I, Ed Hammurabi, 1995, p. 480.
141
Buompadre, Jorge, “Derecho Pena, parte especial”, Ed. MAVE, 2000, p. 468.
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REVISTA DIGITAL DE
JURISPRUDENCIA
ARTICULO 135.- Serán reprimidos con prisión de dos a seis años: 1. El que contrajere
matrimonio cuando, sabiendo que existe impedimento que cause su nulidad absoluta,
ocultare esta circunstancia al otro contrayente; 2. El que engañando a una persona,
simulare matrimonio con ella.
DOCTRINA
El supuesto del primer inciso configura un tipo calificado de matrimonio ilegal bilateral, en
razón de la mayor pena con que se amenaza al único autor que reprime la ley.
En ésta figura, ademas del estado civil como bien jurídico protegido, se protege
específicamente el estado civil del contrayente engañado, que actúa de buena fe.
No es necesario que el contrayente que conoce el impedimento lo oculte utilizando algún
ardid, engaño o mentira, lo importante según Soler, es que el otro contrayente permanezca en la
ignorancia del impedimento por efectode la acción u omisión del agente, sin que interese a la
configuración del delito que otras personas intervinientes en el acto lo conozcan.
Lo esencial para el matrimonio ilegal unilateral, es que el contrayente de buena fe
desconozca el impedimento hasta después de la celebración del matrimonio. Si no obstante el
ocultamiento, lo llega a conocer antes de la celebración, el hecho serñá típico al artículo 134º.142
El segundo supuesto , no consiste ya en la celebración de un matrimonio nulo, sino en la
simulación del mismo. Si bien no se atenta contra el estado civil porque no se celebra matrimonio
alguno, la ley dipensa protección para evitar situaciones que aun sin valor legal alguno, pueden
llevar a confusión del estado civil de las personas.
142
Estrella y Godoy Lemos, “Código Penal”, Ed. Hammurabi, 1995, p. 492.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
La acción material del delito consiste en simular un matrimonio, engañando al sujeto pasivo
a quien se le hace creer que contrae un matrimonio válido. La víctima debe padecer el error
determinante causado por el engaño desplegado por el autor y creer que en realidad está
contrayendo un matrimonio legítimo.
Para Estrella y Godoy Lemos, determinar si el acto simulado tuvo la entidad suficiente para
engañar al sujeto pasivo, es una cuestión que debe resolverse en cada caso concreto teniendo en
cuenta las circunstancias que rodearon el hecho y en especial, las condiciones personales,
intelectuales, sociales y culturales de la vítima.
Como dice Creus, la persona engañada tiene que ser necesariamente el otro contrayente, si
dos personas, por mutuo acuerdo, simulan entre sí contraer matrimonio para engañar a un tercero,
el hecho no será típico a la figura.
JURISPRUDENCIA
Ocultación de matrimonio anterior: configura el delito del art. 135 inc 1°, la procesada que contrajo
un segundo matrimonio ocultándose a quien pretendía casarse con ella su verdadero estado civil, no
obstante el error de hecho aducido -simple creencia de que su primer cónyuge había fallecido- pues
no existen en la causa constancias que hagan verosímil tal argumento. CNCCorr., 5/6/62, LL 107-
277.
Domicilio: de las disposiciones de la ley uruguaya para contraer matrimonio por poder surge que si
ambos contrayentes se domicilian en Argentina, tal matrimonio no podría celebrarse, al exigirse por
lo menos el domicilio de uno de ellos en Uruguay, requisito no cumplido en el caso de autos. No se
aviene otra solución que no sea la de la sentencia apelada -absolución-, en razón de que la
celebración matrimonial cuestionable en su validez, no puede fundar una sentencia condenatoria por
el delito del art. 135 inc. 1°. CNCCorr., sala IV, 21/6/83, “B., E. J.”, c. 27.399, SAIJ sumario
G0004057.
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DOCTRINA
El presente artículo prevé tres figuras diferentes en las que el sujeto activo es un funcionario
público con competencia para celebrar matrimonios:
En el primer supuesto se configura con la autorización dolosa del funcionario público para
la celebración del matrimonio, a sabiendas del impedimento que causaría su nulidad absoluta. El
delito requiere del dolo directo del ofical público, y la pena que se le aplica será determinada según
se trate de un matrimonio ilegal bilateral o unilateral, de modo que se lo castiga del mismo modo
que a los autores de esos delitos, atento a la imposibilidad de consumar el delito sin su
participación.
El segundo supuesto se configura cuando el matrimonio ilegal es celebrado por la
negligencia en que incurrió el oficial público, al no conocer la existencia del impedimento, cuando
su ignorancia fuese consecuencia de no llenar los requisitos exigidos por la ley para la celeración
del matrimonio. Siguiendo a la mayoría de la doctrina, decimos que no cualquier culpa hará incurrir
en responsabilidad al oficial público, sólo será típica a la figura la negligencia en el cumplimiento
de los deberes y reglamentaciones a cargo del funcionario.
Finalmente el último supuesto, prevé como delito la inobservancia de las formas legales al
celebrarse el matrimonio, aun cuando no exista impedimeno alguno para su celebración.
Las formalidades que la ley impone para la celebración del matrimonio están referidas no
sólo a los requisitos previos exigidos (arts. 186 y 187 del Cód.Civil), sino también a la forma
misma de la celebración tales como la lectura de los arts. 198, 199 y 200 del Cód. Civil, la
redacción, firma del acta, etc.143
Para Núñez, ésta última parte de la norma protege los modos legales como debe celebrarse el
matrimonio.
DOCTRINA
La conducta reprimida en este artículo, es la del representante legal de un menor que carece
de edad para contraer matrimonio, a los fines de que el acto igualmente se celebre.
Para contraer matrimonio actualmente se exige la edad de dieciséis años en la mujer y
dieciocho en el hombre. No obstante menores de tales edades pueden obtener dispensa judicial para
casarse cuando el interés de los menores así lo exigiese.
La conducta de los contrayentes menores y la quien se casa con um menor, sin serlo él a su
vez, no constituye delito, puesto que lo incriminado es la acción del representante legal, de modo
que el delito se consuma en el momento en que el representante de su consentimiento a la
celebración del matrimonio, independientemente que éste llegue a celebrarse.
143
Estrella y Godoy Lemos, “Código Civil”, Ed. Hammurabi, 1995, p. 499.
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CRIMINOLOGÍA Y SEGURIDAD
Hay acuerdo en la doctrina en que la figura requiere del dolo directo, aunque parte de ella
admite también el dolo eventual.
Se admite la tentativa si el acto de otorgamiento del consentimiento, anterior o durante la
celebración del matrimonio, ha comenzado y se frustra por causas ajenas a la voluntad del
representante.
Capítulo II
*Supresión y suposición del estado civil y de la Identidad (artículos
138 al 139)
Según dice Creus, el presente capítulo contiene los delitos que contienen acciones que hacen
imposible o dificultoso el estado civil de una persona o atribuyen un estado civil que no se tiene.
Toda persona tiene derecho a que se respete su identidad, a que se la mantenga inalterable
durante toda su vida, sin circunstancias que la modifiquen. De modo que en este capítulo, la
identidad de la persona adquiere plena autonomía conceptual y jurídica al erigirse como bien
jurídico fundamental (Buompadre)
*ARTICULO 138.- Se aplicará prisión de 1 a 4 años al que, por un acto cualquiera, hiciere
incierto, alterare o suprimiere el estado civil de otro. Modificado por:Ley 24.410 Art.5 ((B.O.
02-01-95). Sustituído. )
DOCTRINA
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hecho que hace incierto, altera o uprime el estado civil, y se admite la tentativa que consiste en
todos aquellos actos que no alcanzan a consumar el delito. Es delito de resultado.
JURISPRUDENCIA
Supresión de estado civil: el delito de supresión de estado civil es distinguible de aquel otro que se
habría cometido al lograrse la expedición de documentos falsos destinados a ocultar la identidad de
las personas. CSJN, 9/5/2000, “S., A. M. s/denuncia infracción al art. 146 CP”, Fallos 323:1107.
Perjuicio: el propósito de causar un perjuicio, aun cuando haya sido omitido por la letra de la ley,
constituye un requisito de la figura, toda vez que la definición del delito y sus elementos básicos
los da el art. 138, y tratándose el caso contemplado por el art. 139 inc. 2°, de una figura agravada
por la edad de la víctima parece innegable que ese agregado subjetivo debe presentarse. CNCCorr.,
sala II, 18/4/89, “L., R. S/infracción arts. 139 inc 2°, 292 y 293 del CP”, SAIJ sumario 30003350.
DOCTRINA
En este caso la minoría de edad de la víctima es la razón de la agravante del tipo penal.
En el primer inciso, la acción típica consiste en simular o aparentar un estado de embarazo
cuando no existe, o un alumbramiento cuando se simula éxito en el nacimiento del niño, con el fin
de atribuir al recién nacido el estado civil de hijo propio, perjudicando derechos de terceros.144 Para
Núñez, la conducta material del delito consiste consiste en que la mujer le atribuye a un niño recién
nacido el estado civil de hijo suyo, dentro o fuera del matrimonio.
Continuando con la explicación de Núñez, el delito requiere la existencia de dolo directo y no se
consuma con el solo engaño, sino con la presentación del supuesto fruto de la preñez o parto.
En el segundo inciso se tratan las mismas acciones punibles que en el art. 38, con la
diferencia de que el sujeto pasivo es la identidad de un menor de 10 años. Además, la norma
contempla dos nuevas figuras típicas, la de retener u ocultar al menor. Para Laje Anaya, ésta
inclusión apunta a combatir el tráfico de niños, y que se consuma sin necesidad de que se quiera o
logra hacer incierto, alterar o suprimir la identidad del menor, por lo que constituye un delito de
peligro.
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Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea, 2001, p. 1004.
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Se trata de una excepción a las reglas generales sobre participación y encubrimiento: la
pena correspondiente se aplica a quien oculte o retenga a un menor de diez años cuya identidad se
haya visto afectada por el accionar de otro, sea que haya mediado o no promesa anterior. Retiene
quien mantiene al menor dentro de un espacio físico determinado, y lo oculta quien impide que su
existencia sea conocida por quienes pueden determinar su estado civil.145
JURISPRUDENCIA
Inciso 1º. Simulación de embarazo o parto: si la imputada fingió embarazo o parto con la intención
de que el supuesto hijo lleve un determinado apellido para que el mismo no se extinga, tal accionar
no encuadra en el delito de suposición de estado civil, en tanto no importa un otorgamiento de
derecho autónomo de los inherentes al estado mismo. Cpen. de Vera, 30/8/96, “E., M. H. Y otros”,
LL Litoral 1997-842.
Inciso 2º. Absorción de figuras: las figuras penales de los artículos 139 inc 2° y 146 del CP, no se
absorben entre sí, toda vez que ambos tipos penales se refieren a situaciones diversas y tutelan
bienes jurídicos distintos, la primera de ellas el estado civil, la segunda protege la libertad
individual. Cfed. Ccorr., sala II, 8/9/86, “C. de R., A. B. S/prescripción de la acción penal”, SAIJ
sumario 30001131.
Objeto del delito: el art. 139 inc 2° sólo es aplicable ante la afectación de la posesión de estado civil
y no ante un atentado contra el registro de ese estado civil. CNCCorr., sala II, 16/2/93, “R., E. Y
otro”, JA 1994-I-124.
*ARTICULO 139 Bis.- Será reprimido con reclusión o prisión de 3 a 10 años, el que
facilitare, promoviere o de cualquier modo intermediare en la perpetración de los delitos
comprendidos en este Capítulo, haya mediado o no precio o promesa remuneratoria o
ejercido amenaza o abuso de autoridad. Incurrirán en las penas establecidas en el párrafo
anterior y sufrirán, además, inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena,
el funcionario público o profesional de la salud que cometa alguna de las conductas
previstas en este Capítulo. Modificado por:Ley 24.410 Art.7 (Incorporado. (B.O. 02-01-95). )
DOCTRINA
145
Breglia Arias y Gauna, “Código Penal”, Ed. Astrea. 2001, p.1007.
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Actualmente, la norma contempla a la intermediación como una figura autónoma abarcano y
penalizando unos de los eslabones que conforman el tráfico de niños.
La materialidad del delito consiste en la intermediación, facilitando o promoviendo o de
cualquier otro modo, para que la operación se realice, y se produzca la alteración del estado civil o
identidad de una persona.
El delito no requiere de dolo específica, ni se tienen en cuenta los motivos del autor,
tampoco interesa si medio precio o promesa remuneratoria a los fines de configurar el delito.
Tampoco tienen relevancia los medios de que se vale el agente para llevar a cabo la acción, puesto
que el tipo absorberá los delitos de amenaza y abuso de autoridad.(Creus).
La figura se agrava cuando el autor es funcionario público o p`reofesional de la salud. Según
Buompadre, se trata de una figura especial impropia, pues requiere en sus autores una cualidad
particular e implica un apartamiento de las reglas de la participación.
El delito es doloso y la pena aplicable es la que corresponde a la figura básica con más la
inhabilitación por el doble tiempo que el de la condena.
JURISPRUDENCIA
Ley 24.410: la ley 24.410 calificó como delictiva, en el art. 139 bis, la conducta de facilitar,
promover o de cualquier modo intermediar en la perpetración de los delitos contra la supresión y
suposición del estado civil y de identidad de las personas y excluyó a éstas del regimen general de
excarcelación, al denegar la posibilidad de obtener la libertad en esa hipótesis, en el ejercicio de las
prerrogativas legisferantes de los incisos 12 y 30 del art. 75 de la CN. CSJN, 22/12/98, “N., E. E y
otros s/infracción art. 139 bis”, LL 1999-B-662.
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