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SOSSCOOCOHOHESOGHEOCHECHOOOCOOEECHEHHOEEECE CETL ea ‘coNTINGENCIA tengan una relacién pggasitaria respecto de un pasado no redescito ni ddependen dela caridad de una generacin que ain no ha nacido. No hay afirmacion mas vigorosa entre las que pueda hacer ain el poeta més vi- torso, que la hecha por Keats; la de que cestaria entre ls poctas ingle- Sess, entendiendo «entre ellose en sentido bloomiano, esto es, como ch medio de ellos: viviendo los poetas futures de Keats ‘al como est habia vivido de sus precursores. De manera andlogs, no hay afirmacion mas vi- forose entre las que pueda hacer un superhombre, que la de que sus dife- Fencias respecto del pasado, aun cuando inevitablemente menoresy mar- tinals, se transmitin no obstante al futuro: que sus redescripciones metaféricas de pequefias secciones del pasado figuraran en el repertorio futuro de vrdadesiterales. Para resumir, sugero que la mejor manera de comprender el pathos de finitud que Larkin invoca, es lade interpretarlo, no como el fracasoen Alcanzar fo que a Mlosofiaaspiraba aalcanzar ~aigo no personal, atem- poral y universal, sino como la constataclén de que en determinado Punto se debe confiar en la buena voluntad de quienes vivirn otras vidas Y cscribirin otros poemas. Nabokov construyé su mejor libro, Pale ire, ~ en tomo de la frase: «La vida del hombre es el comentario de un abstruso ‘de la afirmacién de Freud ound complicadafantaia lad dog dng arginine Spins de que ln ere Is nstrurnge/ No pusde complete porque so Buy ithe nck steastar Bile bop oe Caina de velsciones por voter a ea esas paps exe te bad.» sa. ‘de que toda vida humana es la ela personal. y, ala vez, del recuer de que una vida de autocreacién puede ser tan completa ‘como, segiin pensaba Plat6n, podia serlo la vida cantemplativ ces nos limitaremos a pensar que la vida humana consiste en un volver a urdir —siempre incompleto, aunque a veces heroico— una trama asf. Ve- rremos la nevesidad consciente que el poeta vigoroso experimenta de de- ‘mostrar que no es una copia o una réplica, meramente como una forma especial de la necesidad inconsciente que todos tenemos: Ia necesidad de ‘componérnaslas con la ciega marca que el azar le ha dado a uno, de ha- ‘cerse un yo para.uno miamo redescribiendo esa marca en términos que son, aunque s6lo sea marginalmente, los propios. RORY, Gombyenin sire yCoCidaui lag fA), Basubana (He Captruro 3 LA CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL Cualquiera que diga, como yo lo he hecho en el primer capitulo, que la verdad no esté +ahi afuerae, puede caer bajo la sospecha de relativismo y de irracionalismo. Cualquiera que proyecte dudas sobre Ia distincién en- te la moralidad y la prudencia, como yo lo he hecho en el capftulo segun- do, puede caer bajo la sospecha de inmoralidad. Para apartar tales sospe- ‘chas debo argumentar que la distincién entre absolutismo y relativismo, ¥ entre moralidad y conveniencia, son herramientas obsoletas y dificiles ‘de manejar, residuos de un léxico que debiéramos intentar sustituir. Pero -argumento» no es la palabra correcta. Pues de acuerdo con mi explica- cién del progreso intelectual como literalizacién de determinadas mets- foras, la refutacién de las objeciones dirigidas contra la redescripeién que tuno hace de algunas cosas consistird en gran medida en la redescripeién, de otras cosas, intentandose con ello lanquear las objeciones mediante la ampliacién del aleance de las metéforas favoritas de uno. De tal modo, mi estrategia consistira en intentar hacer que el léxico mediante el cual ‘se expresan esas objeciones tenga mal aspecto, modificando de esa mane- ‘race tema, en lugar de conceder al que formula la objecién, la eleccién de las armas ¥ el terreno entrando de frente a sus criticas. En este capitulo voy a defender que las instituciones y la cultura de und sociedad liberal estarfan mejor servidas por un léxico de la reflexién ‘moral y politica que evitase Jas distinciones que he enumerade, que por tun Iéxico que las conservase. Intentaré mostrar que el léxico del raciona- liso ifustrado, si bien fue esencial en los comienzos de la democracia li- > beral se haeonvertido en un obstaculo pars la preservacion yl progreso de las sociedades democrateas, Sostendré que el lexico que Re isinuado los dos primeros captslos un léxico que gira en toro de las noco- nes de metiforay de ereacin des{ mismo, no en torn de las nociooes 4e verdad, racionalidad y obligacon moral x més adecuado para eee propa. No estoy dciendo, sin embargo, que la explicacin davidsoniana y witignstelniana del lenguaje,y a explcacinletecheana yfreudiana Ala conacencia y dl yo por mesboradas proporcionen los “fundamer sfc de a dearactas Rogue a nstun de fundamen fo. Sates sey “f derag tte J. 64 CCONTINGENCIA séicos Ken vigencia en la misma media que exo del raconalismo ilustrado, Aquellas explicaciones no fundamentan la democracia, pero sf ogeiten beet hepacstae ea ‘metas/ En Jo que sigue intentaré reformolar las esperanzas de la sociedad liberal de manera no racionalis- 18 y no universalista, una manera que promueve la realizactén de aque- las esperarizas mejor de lo que lo han hecho las descripeiones anteriore Pero ofrecer una redescripcién de nuestras instituciones actuales no equi vale a ofrecer una defensa de elles contra sus enemigos; se asemeja mas 4 amueblar nuevamente una casa que a apuntalarla 0 a colocar barrica- das a su alrededor. La diferencia entre la busqueda de fundamentos y el intento de redes- ‘tipcién es representativa de la diferencia entre la cultura de iberalismo y formas de vida cultural més antigua, Pues en su forma ideal la del libe- ralismo seria una cultura absolutamente ilustrada y secular. Una cultura en Ia que no subsiste vestigio alguno de divinidad, ya sea en la forma de ‘un mundo divinizado o de un yo divinizado. En una cultura asf no queda espacio para la nocién de que hay fuereas no hummanas ante las cusles ha- brian de responder los seres humanos. Ello excluirta, o reinterpret cares du setae salve o “in jo que se div con rece iter le pare que To vi ye pacts con ro admis Ia potion st nlrerazia yvolutad, nosotros, los bea esta: Temos incurriendo en una peticign de prineipio en cont de sosene imismes. Aguellos de nosotros que estarnon de acuerde son Pct ot a ls personas en razon y pati, hemos de dcr tar a distincin tradicional entre sconvceion racials, sconce Drodiucida por razonesyno porcausasr 0 al menoe senragieseemghen ‘La mejor manera dz restringir su crpleo cs imitar la coos one formas rationale irraionals de persuasion al Interior de os ceed lengaje. en lugar de intentarsmpilaria «cambios nteesanteys eee tantes de conducta linghfsten, Una nocin resting de raconaled como ésa es tod lo que podemae permitimos si sceptames ste ne tral del capitulo primero! que lo que fnalmente importa son los cambios LA CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL or det lic antes que los cambios de tos a poseer valor de verdad y no las asignaclones de valor dé verdad. Dentro den juego de Tenguaje, dentro de una serie dé acuerdos acerca de loquees posible importante; podem dstingutr con provechocnseas vazoncs doa creenclay las chases dla crosre que wronraangn ee at tones: Lo hacemos coménzando por dleencias tat obvas como las ei tenes ene el dialog socrtico J la sugestion hipaa, Intenamos de oes conslidar la distincintralande ason mls consol avadioec Cereb, los mediespublicarosy lo que lr martes aman flea conclencias, Indualemente, no hoy unm mancrs precica de unser ag linea entre la persunsén y la fuera portant, una manera prelss de ttaar una len entre la causa dl Canibo de una creenla ue oa tate bien una razé,y causa que era una ampertycauan Pero is dirtncion toca ms imperecta que la peeralidad de is dances No obstant, una vez que planteames la pregunta sce del modo en aque pasamen dean lnc aro del domietSe os metalrine Se ctr, in dstncén entre razonesy causa comienes a perder wldad. Los aur hablan el viejo lenguajey no desean camblaria is que socideran ode maalidd el hablar preiaaments coc leneu, Jesconsdcraran enteramenteirracional el atractivode oe nucees neti fas esto cx del auevo juego de lnguaje que los radials in fared y it'Vanguatdia etn jagano. Se contidcrara ta populrida Se Is to, mas de hablar nuevas como una cucsion de stolen de laracesdad te Tebelarses,@ de sdcendenciaw: Se considerard ia edesion dee te sea manera como tse halle pordcbejo el mite de dat Keg un tema que ay que rasadar alos pesloger see neces labplitaInversment, dade a perspectiva fos gus intean pt Plea el mucvo Lenguaje dels que intenian teraliar Iss aura tale fas se considrard raion alos que se salietenal ae ea, ‘eimas de a pasdn del preulto, dele saperieion, wr eee Inerte del pasado, tetera, Pda contare ca los salon de wae ate Bando para apoyar las opuetas invocacloncea la dninlon cet eee causa mediante la claboracon de una pslologla moral, uns epstonals ‘gia o una filosofia del lenguaje que contemplen bajo una luz negativa a Kee que atin enc tr bande cepar ln alrmactén de que no hay un punto de visa fuera del Kéxico partictlr, iatcricamente condicionado yUanstoros gue ualzanes thors, dee el cal urgar ee lsc, x rnuncar nie de qu pe dc haber razones paral empleode as lenguajes,. asimismo, de que pede haber razones dentro dels lenguajes para ere nls aftrsacioes li equivale a renunciarala dea de qued progress mteectal scott ‘aclonaentods for senidos neta que cence gee ees, ‘con los Iéxicos. Pero como desacertado decir que todos los grandes ‘vances morales inelcetales dela historia ds Eavope alcreinnse ‘mola cenla de Gallo la lstracin, el Romantcino, eee ae ‘on afortunadas caidas en a iracioneldad temport I coven cae Ucbecxiacrc es qi la dstinconenteloraconaly lo tensa cia, los cambios en los candida- 68 CCONTINGENCIA ‘nos itil de lo que pareci serlo alguna vez. Cuando se advierte que, tanto ppara Ia comunidad como para el individuo, el progreso es cuestin del ‘uso de nuevas palabras y, asimismo, de argumentar a partir de premisas formuladas con viejas palabras, caemos en Ia cuenta de que el léxico cri- tico que gira en torno de nociones como «racionals, «criterios», «argu- mentor, sfundamentos y eabsolutor no es apto para deseribir la elacin entre lo viejo y lo nuevo. En la conclusion de un ensayo acerca de la concepcién freudiana de la racionalidad, Davidson observa que una vez que hemos renunciado a la nocién de «criterios absolutos de racionalidads y utilizamos el término sracionale para dar a entender algo as{ como «coherencia interna», en- tonces, sino limitamas el alcance de la aplicaciGn de ese término, nos ve- zremos forzados a llamar eirracionales» a muchas cosas que desamos elo- iar. En especial describiremos como «irracional» lo que Davidson llama ‘una forma de autocritica y de reforma que tenemos en alta estima y que siempre se ha pensado que era la esencia misma de Ia racionalidad y la fuente de la libertad», Davidson plantea la cuestién ast: ‘Lo que tengo presente es una forma especial de deseo ode valor de segun- do orden, y las acciones a que ella pueda dar lugar. Ello ocurre cuando una persona se forma un julelo positivo.o negative de alguno de sus proplos de- cory obra para cambiar eaos deseo. Desde el punto de vista del deseo que hha cambiado, no hay razones para el cambio; Ia raz6n proviene de una fue: te independiente y se basa en otras consideraciones, en parte contrarias El ‘agente tiene razones para camblar sue propior hébitos' ta carder, pero ‘rar razones proceden de un dominio de valores necesariamente extrinseco 'tTos contenidos de lat opiniones o los valores que experimentan el cambio. ‘La causa del cambio, si tlene lugar, por tanto, no puede ser na razén pars lo que ella causa, Una teoria que no pueda dar cuenta de la Iracionalided serfa una teorfa que tampoco puede explicar nuestros esfuerzos saludables, |. ymiestros ocasionaleséxitos, de autoerticn y de mejors de uno mismo. Por supuesto, Davidson estariaequlvocado a In rfia y la mejora de si mismo se produjeran slempre dentro dl mareo de deseos no trviales del onden mis elevado posible, los del verdadero yo, los descos que son fundamentales para nuestra humanidad. Pues entonces esos descos del nivel ms elevado median en la dlsputa entre ls deseos del primero y {else ively i rcoaiarian, Per Daven sone “eorecta tment, semin pienso- que fos nieos deseas que podrian ser tales deseos {el nivel mas clevado son tan abstractosy vacfos que carecen de poderes de mediacign: son ejemplos de ello «Deseo ser buenos, «Deseo ser racio- tale y «Deseo conocer la verdad». Como lo que se considere «buenos, «r= Clonal o «verdaderos estard determinado por la disputa entre ls dseos del primero y del segundo ave, las ansiosas protests de buena voluntad del nivel mas elevado son impotentes para interveniren esa dispute. 5. Danald Davidson, «Parndoses of rationality, en Richard Wollcim James Hopkin (comp) Philosophical Essay on Pd, Cambeiige Univeriy Press, 1982, pi. 308, A CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL, Cy Si Davidson tiene razén,entonces las suposiciones habitualmente in- vvocadas én conira de Berlin y de Schumpeter estén equivocadas. No po- Aremos supaner qu exst in marco maximo dentro del cul puc plan. tcarse, por ejemplo: «Si libertad no posee una condicign moralmente prin ., si s6lo es un valor entre muchos otros, enton ué puede decirse del liberalismo?» No podemos suponer que capaces de elevarse por encima de las contingencias de la his Yverla especie de libertad individual que el Estado liberal modernoofrece Sun ciudadanos como sélo un valor entre otros, Ni podemos suponer que lo racional sea colocar esa libertad al lado de otros candidatos (por ejemplo, al sentimiento de ta meta nacional que los nazis ofrecieron durante ut tiempo a los alemanes, ol sentimiento de conformidad con la voluntad de Dios que inspié as guerras de religion 9 uillzarentonces el térmning jens ern meer idly ri uses ~ son «moralmente privilegiadosr: Sle clsupuesto de punto de vista semejante, al cual debiéramos elevarnos, hace que cobre sentido ls cuestion «Silas convicciones que uno tiene son sclorelativa mente vilidas, cpor qué las defiende resueltamente?» Toversament, ni ln expresin de Schumpeter svaliderrelativas nila nocién de un «criterio relativistas parecen adecuadas si se acepta la tesis de Davidson segin Ia cual las nuevas metdforas son causas, pero no razo- nes de os cables decency afimacin de Hesse de qc tom at hhuevas metaforas las que han hecho posble el progreso intelectual Soe aceptan esas afirmaciones, no hay cosas tales come un seriterio eld de jgual modo que no exist una Coan tal como ta baste ules piensa que Dios no existe Slevada dela eval pultoemos ‘mos faltar/No habrd una activi ccurentes fin de ver cud vileplados, Porc no Ra. bbrd forma dé elevarse por encima del Tenguaje, dé la cultura, de Tas iristi: tuciones,v de ls préctleas que uno ha adoptado, vera estas en plano de Tgualdacon todas Ins demas. Como dice Davideor=sel habInr us Tengu. Je [...] no es un rasgo que el hombre pueda perder reteniendo sin embargo poser de pena: Nofiny, pes, padded gue sgten pc Canear un puesto privilegiado para comparar csquemas conceptanies desprendiéndose momentinermente del propion0, para desing a manera heldeggeriann, cel lengunje babla al horabres, cl lenguaje car, bia ene cursode la historia, de manera que lor sees humanos no pueden scapar de su histoickdad. Lo ms que pueden hacer es manipula las tenslones dentro desu propia epoca fin de producirclcomlenzo dela (paca siguente, Pero, por cierto los presupuestos de las preguntas ce Sandel son co- rrecton,entonces Davidson y Heidegger estan equivocados. La hlewoff , y no como la esperanza de Ia un fildsofo importante y Galileo un cientifico importante?» Debiéramos. e Tustracion de que se In pueda «racionalizar» 0 tornar scientific») Esto concebir nuestra adhesin a instituciones. sociales como cuestiones tan a werneritames colocar Ia esperanza de que puedan equilibrarse ls post- sufetas a una justfieaign por referencia a premisas conocKlas yco- Sage APSE saptimtento de las fantastas privadas en lugar de la espe- Crmneste becpiadas pero tampoco menos wroliarias= Gus laclec. =| ranza de que eada uno reemplace la «pasion oa fantasia por la erazdn lon de amigos o de héroes."Tales elecciones no se hacen por referencia eee ee ade wer, unmargaizalon paca Healment sal hrerion to puter ser precedidesporune reieionerten in supuss: 19: | aquella cuyo héroe cultural fuese el «poeta vigorosor de Bloom y no el {os, levadas a cabo en ningsn lenguaje determinado y fuera de todo con- |” Fherrero, el sacerdote, el sabio oel cientifico «légico», cobjetivor, busce- texto hist6rico particular. " a tee soe de le verdad, Una cultura as{ se desembarazaria del léxico de la Ilus- ‘Cuando digo que «no debiéramos» hacer esto o que «no podemos» ha- a fracién que rinde culto a los presupuestos de las cuestiones que Sandel cer aquello, no estoy hablando, por supuesto, desde una perspectiva neu- = Shanta &'Berlin, No la aterrorizartan ya espectrs llamados «relativs- tral, Estoy hablando desde el lado en que la diseuston le corresponde = (3) j aclonsitemos-Una cultura as no supondeta que una forma cul- Berlin, intentando servir Berlin como colaborador y dedicéndome para tural de vida no es més fuerte que sus fundamentos filoséficos. En lu ello a climinar algunas malezas filos6ficas. No soy mds neutral, nila filo- e tie elo,excluira la idea de tales Fundamentos. Concebirfa Ia justficaci Sofia puede ser ms neutral, en cuestiones polfticas de esta magnitud, que de la sociedad liberal simplemente como una c Locke, quien origing esta metdfora del «colaborador>, ate el hilemorts- hhistérica con otros intentos de organizacién social ‘mo y el corpuscularismo)Pero, también aquf, cuando digo que laneutra- = @ ideadas por los uT6pIcos. lidad no es un desiderarum, no estoy diciéndolo desde una perspectiva fi- Pea que una jusiicacion asf es sufilente seria extracr Ins conse- Tosotierneutat. No estoy sentando las bases del liberalism al sostener—- © _ceuencias de la insistencia de Wittgenstein en que los Iéxicos — todos los {que la reciente filosoffa davidsoniana del lenguaje o la filosofia kuhniana a Jenicos, aun Jos que contienen las palabras que més en serio tomamos, las de la ciencia han demostrado que los filésofos del pasado estaban equivo- rex enclaes para la descripeion que hacemos de nosotros mismes— itdos al procurar In neutralidad. Estoy diciendo que Kuhn, Davidson, | @y son creaciones hurnanas, herramientas para la creacién de otros artefac- ‘Wittgenstein y Dewey nos proporsionan redescripciones de fenémenos oo > WPiunmanos tales como pocmas,sociedades uldpicas,teoras centficas habituales que, tomados en conjunto, avalan el modo en que Berlin dese", 8) {ps sactonesfuturas, En realidad, serfa construir la retrcn del ibera- Gribe las instituclones y las teortas pollticas alternativas. Esos Filésofos desoen torno a ese pensamalento- Ello significaria renunciar a la idea de ermiten proporcionar una redescripcién del liberalismo politico, pero a iquees posible justficar el iberalismo y refutar a sus adversarios nazis 0 también el liberalismo politico permite proporcionar una redescripci6n a see eitas poniendo a estos dtimos contra un muro argumentative y for- de su activided, una redescripeton que nos muestra que no hay un orden saanales a admitir que la libertad Hberal tiene un eprivilegio moral» del cura en i inventiacion Hlowcn, Nada now exe ntroducenon pet!" ‘jue carecen los valores que éstos defienden, Desde el punto de vista que ‘mero en el lenguaje, después en la creencia y el conocififento, a continus- {ufo te tide propontendo, todo intento de acosar de exe modo al oponente tlm en el yoy, Bor alfa, en Ia socledad No hay nada que sea una «Alo- fiscasa cuando el muro contra el cual se le acorrala pasa a ser considera- ‘offa primeras: ni la metafisica, ni la filosoffa def Tenguzaje ni Ia Filosofia Arca con me de deseroiras cons mars on- ; i Tending idles nla By Het urénirce Hea. eftrcrck A camp [U CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL 7 Permitaseme aplicar esta observacién a un caso particular de la rela- ign entre el liberalismo politico y el racionalismo de la ustracign, Esa felacion es el tema de la Dialéctica dela Mlusiracién de Horkheimer ‘Adorno. Estos observan —correctamente, seg pienso qe las Merz desencadenadas pot Ta Th pia Ilustracin, Lo que ellos rack Ta Hustracén, mind, en} curso del triunfo de la Mstracion, alo largo de 4os dos titimos sigls, las ideas de sracionalidads y de shaturaleza hur mana queef siglo xvi da por 5 Extraen as la conclusion de uc! iberallsmo se halla-ahora intelectdalmente en la bancarrots, rente de fundamentos filaséficos,y que la sociedad liberal se halla moral: mente en la bancarrota carente de un factor de aghutinamiento social, Esa inferencia es un error. Horkheimer y Adorno supontan que los tér- tminos en los que describen su empresa los que inician ua desarrollo his: torico siguen siendo los términos que lo deseriben correctamente, einfie. fen que la desaparicion de esa terminologia despoja a los resultados de ‘xe desarrollo del derecho, ode la posiblidad, de seguir existiendo, Casi Inunca es és¢ el caso. Por el contrario, los términos empleados por los ur dadores de una nueva forma de vida cultural consistiran en gran medida en préstamos tomados del léxico de la cultura que ellos aspiran a sust- tuir. Solo cuando la nueva forma ha envejecida y se ha convertida lla sma en blanco de los ataques de la vanguardia, empezaré a cabrar for, ma la terminologfa de esa cultura. Es improbable que la terminologia ‘mediante la cual una cultura madura, se compara polémicamente con ‘tras culturas, la terminologia en la cual formula su apologeticn, cote ‘Compuesta por los términos uilzados para generarla, Horkheimer y Adorno ofrecen una admirable explicacion del modo en que el escepticismo de la lustracion socava los fundamentos flosoficos de una sociedad, que ellos conciben como los instrumentos lingufsticos de la dominacién ejercida por los que goblernan. Segun ellos: En ultima instania la Hstracicn no elo consumié los sitabolos (de ar ‘mona social, sino también a sus sucesores, los conceptos universes, no toler vestgioalguno de metafisica(.-]Lasituacign de los conceptos fete 8 la Thustracign es semejante a lade ios hombres con medion privadas con ‘especto alos trusts industriales:ninguno puede sentirse seguro.” Entre las distinciones que fueron incapaces de soportar esa disolucién ‘tin los pares «validez absoluta versus validez relativas y «moralidad frente a prudencias. Como sefialan Horkheimer y Adorno, el espiritu de la lustracion decreta que «toda concepeién tedrica especifica sucumba «la eitica destructiva de que es slo una creencia; hasta las propias nociones de espirtu, de verdad e incluso de ilustracién, se convirieron en magi ‘animistay.'* En mi propia jerga puede expresarse esto diciendo que toda 9 Max Horkheimer y Teodor W. Adorno, Dalits of Enighment, tricia de Joh (Comming Nueva York, Seabury res, 1972, pag 33 Tl ids pig 4 U i Vy tgutite Saft rae 4) | Setisccavat trace Sem se 76 CONTINGENCIA concepcién tebrica pasa a ser considerada un léxico més, una descripci ‘mds, otra forma de hablar. ‘Para Horkheimer y Adorno era probable que la clvilizacién no pudiese sobrevivir a ese proceso, y no tuvieron nada més «til que sugerir que lo {que Ricoeur adecuadamente ha denominado «la hermenéutica de la s0s- echae: la consciencia permanente de que toda nueva propuesta teérica probablemente no sea mds que una excusa para mantener el statu quo, ‘firmaban que «se deja a sus enemigos la consideracién del aspecto ddestructivo del progreso, el pensamiento ciegamente pragmatizado echa fa perder su cualidad trascendente y su relacion con la verdad»."' Pero no formularon sugerencia alguna para sus amigos. No tenfan una visién Utopia de Ia cultura que fuese capaz de incorporar y de hacer uso de la ‘comprensidn del caracter disolvente de la racionalidad, del carsicter auto- estructivo de la Hustracién. No intentaron mostrar de qué modo un spensamiento pragmatizadox pois dejar dese lego y converte en clarividente. Pero muchos otros escritores —personas que deseaban retener de Ia Iusteacion el liberalismo excluyendo su racionalismo— hicieron precisa- ‘mente eso. John Dewey, Michael ha Rawls ible inceptos transhistéricos «absolute: qu funcionasen Como fundamentos Mlosdficoss del ibs: “mente valtdos® que = ‘Tllsio pero todos efos pensaron que esa tarea de destricsign em unin mera de fortalecer las Tnstituclons brates Hap argunerade gue Tas instituciones liberales se hallarian en situacién Sptima si se las Tibra- fade antes de ender en rine de en and waciot Spima porno tener que fsponuer 8 Bregut: Sone eerie tas ances iii grado que el dnico modo de jstificaion que vamon a lograres el de aici cular de moss rites nm iain ave Te un raago de muestra cultura parerca bueno remiiendose a oro, Cparand polemcamente muestra cultura con otras por reerenela Soe ee eee gus togine mae soomcs ‘Lo que justifica una concepeton de justicia noes el que sea fll a un orden anterior que nos ea dado, sino su congruencla con la comprensién mi ro- funda que tenemos de nosotros mismos y de nuestra aspiraciones, la com- probaciin de que, dada nuestra historia las tradiciones insertas cn nuestra ‘ida pablica, ésta es para nosotros la docrina mas razonable.” Por slime, Oakeshot dic, enn texto que ben podria haber escrito Dewey: Ps La moralidad no es ni un sistema de prineipios enerales ni un igo de reglas sino un lenguaje vernéculo. Pueden extraerse de 1 principiosy hasta ‘elas, pero (lo mismo que ls otros lenguajes) no escreacion de los gramati- ‘cos; es creacion de los hablantes, Lo que debe aprenderse en edueacin mo- ‘al noes un teorema tal como que In buena conducta consiste en actuar lal ‘mente o ser cartativo, ni una regla como xdi siempre la verdade, 00 el ‘modo de hablar ese lenguaje inteligentemente [..] No es un artificlo pera formularjuicios acerea de la conducia 0 para resolver fs Ilamados proble- ‘mas morales, sino un précica en cuyor terminos pensar, elegir atuar y expresase Esta cits de Oakeshott me srve como bas pre expliear por qué ples- se.que la distincién entre moralidad y prudencia, y ef propio térming ‘ural, aosonys muy ales MY argurento girw en (orno We Ta TaUTtaal ‘esis antikantiana, que aquf Oakeshott sobreentiende, de que les «princt- ppios morales» (el imperativo categérico, el principio utilitario, etc.) tie- nen objeto sélo en la medida en que incorporan una referencia técita a. todo un orden de instituciones, practicas y Iéxicos de deliberacion moral. y politica. Son alusiones o abreviaturas de tales précticas, no su justifica- ‘in. En el mejor de los casos constituyen un auxilio pedagégico para Ia adquisicién de tales précticas. Este elemento es comin a Hegel y a criti ‘cos recientes de In moral convencional y de Ia filosofta legal tales como, ‘Annette Baier, Stanley Fish, Jeffrey Stout, Charles Taylor y Bernard Wil- liams." Si se acepta esta idea, se planteard naturalmente la siguiente pre- 12, John Dewey, contruction in Phlsophy, Boston, Beacon Pres, 1948, pg. 25 13, John Rawls, +Kanan Consractivsn i Moral Theos, tural! of Poitoophy, 77 Ta." Michael Oakes, Of Haman Conduct, Ono, Oxford University Press 1975 es. TS. Retambié, por supuet, una contin fei en Mars yen lox marta. Pero ene ‘ax ores a eucon hall eadichademente stononada por ue vga ditncea ea ‘eon yuna forma de pensemleno le de es rpios russ) que se evade del con Sion desdetlogan ceca deal de ln nin de “eoogis vase Raymond Gee ‘he lea of teal Theory Cambridge, Cambridge University Pre, 98, 9999093990900399990090099 a 1999999903909099900 Kh Samant "6 aula 1 Mogg iess Sead) 78 conriNcencia gunta: > | dencia fi formulada precisamente en términos de a opie ene una apelacidn al principio una apelaciona laconvenienca, tiene algun ob {fo conservar el tamion “realidad” una vez que se ha exclude le no- ‘iin de “principio moral?» + | Oskethot, siguiendo a Hegel, sugire la respuesta: Podemos mante- | ner la nocion de «moralidads slo en la medida en que dejemos de conce- |, Hira moralidad como la vos dela parte dvina de nosotros mismo yen lugar dello, la concibamos como nics propia vor como miembros de | una comunidad, hablantes de un lenguaje comin. Puedo conservar la di- ferencia entre moralidad y rudenca ila concibo, no como la dierencia ene una apelacigna lo incondicional y una apelacon alo condicionado, Sino com la diferencia entre una apelaciona los interes de nuestra co: ‘unidad y la apelacion a nustrosineresesprivados,poslblemente con. flictivos. La importancia de est cambio est en que hace imposible for- 3 mularla pregunta: «Esa nuestra una sociedad moral?» Hace imposible © pensar que hay algo gue se halla en relacén con mi comunidad en Ta mis: Ma relasién en que mi comunidad ge halla respecto de mi una comuni= dad més amplia llamada shumanifads que tiene una oaturaleza inten Seca. Ese cambio es apto para lo que Oakeshott llama sovietas por opost ci6n a una universtes, una sociedad concebida como una cuadrila de ex éénlricos que colaboran con propésitos de proteccin mutua antes que ‘como una cuadrilla de espiritus anes unidos por una meta comun. Ta respuesta de Oakeshott coincide con ia esi de Wilftid Sellars se- asin la.cual la moralided es cnestian de n que llama sintencionessoe. {ross {ewe-ntentionse], el significado central de saccion inmaral eo sel tipo de coans que nosotros no hacemoss. Una accion inmoral es acuerdo con esta concepeidn, a especie de covas ques hacen, se lag hacen animales, o personas de otras Familia, otras tribus, otras clturas ‘otras epocashistericas/ Silas hace uno de nosotros, ost las hace relteas amente uno de nostt, esa persona deja de ser uno de nosotros Se siniviere en un proserivo;en alguien que no habla aust lengua du {Qe alginn vez Haya parecido hecerlo De acuerdo on la claberaston de Sellars afigual que de scberdo con le Hegel la ilvofa moral toma la foma dma mesa prem dior como nonce | Tlegamos 3 se fo que somos qué podiamos llegar a Servantes qc Ta «ida anterior de que los héroes de la sociedad liberal son el poeta vigoro. © < «1 50 y el revolucionario utépico. Una sintesis asf pareceré paraddjica, yi. ‘ondenada al fracaso, si se concibe al poeta o al revolucionario como un «alienado», Pero la paradoja empieza a desvanecerse si se elimina el su Duesto que ae esconde tras muchos usos recientes del térino waliena- iéne, Es la idea de que los que estén alienados son personas que protes- ‘an en nombre dela humanidad contra la resticclones sociales arbitra: ‘las e inhumanas. Se puede reemplazar esa idea por la de que el pocta ¢olucinati estan protestando en nombre de a seciedad misma en contra de aquellos aspectos de la sociedad que no son fieles ala imagen ‘que la sociedad tiene de sf misma, = “ Esta sustitucion parece invalidar la diferencia entre el revolucionario y el reformador. Pero se puede definir a la sociedad idealmente liberal, Como una sociedad en la cual esa diferencia queda suprimida, Una socies 4:0 dad liberal es una sociedad cuyos ideales se pueden aleanzar por medio p.~ = dela persuasion antes que pot medio de ln fuera, por la reform antes ue por la revolucién, mediante el enfrentamiento libre y abierto de las actuales précticaslingufsticas 0 de otra naturaleza con las sugerencias de ‘nuevas précticas, Pero ello equivale a decir que una sociedad liberal ideal 8 una sociedad que no tiene propdsito aparte de la libertad, no tiene , meta alguna aparte de la complacencia en ver cémo se producen tales en. "(1 frentamientos yaceptar el resultado. No tene otro propesivo que el deha. | ~~ cerles alos poctas y a los revolucionarios la vida tas faci, inientras ve ‘que ellos les hacen la vida mas dificil a los demas sélo por medio de pala. | bras, y no por medio de hechos. Es una sociedad cuyos heroes son el ta Vigra y el revoluionario porque reconace que ella ce ques ties > ne la moralidad que tiene, habla el lenguaje que habla, no porque se cer. / 7441; aa cata Dos Isaacs el hombre tbo por) wh clertos poeta yclertosrevolucionarios del pasado han hablado como haa hablado, Pasa Concebir el propio lenguaje, la propia consciencia, la propia morali- dad y las experanzas mds levadas que uno tiene, com produstasconuim, en ot iva side § Willas S cpt le Mona lie dict ef cea eae { fueian latnagueed wile Soiled > enon Puen TE gaa frig 0 ‘CONTINGENCIA gentes, como literalizacin de lo que una vez fueron metéforas acciden- {almente producidas, es adoptar una identidad que le convierte a uno en ons apia para ser el de tn Estado idealmente liberal/Esa es In raz6n por Ta cual serfa ciudadano ideal de un Estado ideal como é3e el {ue conctba a los fundadores y a los conservadores de su sociedad como poetas, y no como personas que han descubierto 0 que han representado fa verdad del mundo o de la humanidad. Aquél puede ser poeta o no serlo, puede hallar sus propias metéforas para sus propias fantasias privadas o ‘no hacerlo, puede llevar esas fantastas a la consciencia o no hacerlo. Pero tendr4 un sentido comin lo bastante freudiano para vera los fundadores ya los transformadores de Ia sociedad, alos legisladores reconocidos de su lenguaje y, por tanto, de su moralidad, como personas que hallaron mmetéforas para sus fantasfas, metéforas que resultaban responder a las necesidades vagamente sentidas por el resto de la sociedad. Tendré un sentido comin fo bastante bloomiano para dar por sentado que es el tista revolucignario y el clentifico revolucionario, y nol artista académi- ‘0 y el cientfico normal, los que més claramente ejemplifican les virtu- des que espera que su sociedad desee encarnar. Resumiendo: los cludadanos de mi ut | sri arcibun ta comthgencia de a lengaaje de deliberacién moral Yirde nu consclencta.y, ni, dau comida Svan ata fates: personas que" aatafapnn el citero de clvilizacon sefalado por CTS de su prop pron en minaré este capi icTa de su propio compromiso. Terminaré este capftu- To ntentando colocar esta figura del ironista iberal bajo una luz més cla- ra mediante la comparacion dem concepcion con ls de ds fotos con fos que comparte amplias zonas de acuerdo, pero cuyas concepciones di- fieren de la mfa de maneras opuestas. Para indicar las diferencias cruda- mente: Michael Foucault es un ironista que no esté dispuesto a ser libe- Fal mientras que Jurgen Habermas en bead ue no est dspuesto » eran ironisia, = Taunfo Foucault como Habermas son, lo mismo que Berlin, riticos de los intentos platGnicos y kantianos tradicionales de aislar un componente . nuclear del yo. Ambos consideran que Nietzsche es importante desde el Seco Punto de vista crftico. Foucault considera que Nietzsche le ha ensefiado a tevitar el intento de establecer una pe rahisidriea, de hallar orfgenes atemporgles, a satisfacerse con una narracién geneal6- fica de las contingencias.'/ Nietzsche también le ensefi tela el liberalismo, a mirar detrés de las nuevas libertades a que ha dado lugar la democracia politica, a considerar las nuevas formas de coaccion han impuesto las sociedades democriticas. ro mientras que Foucault toma a Nietzsche como inspiracién, Ha- 17. Vente el tabao de Foucault tulad sNitsache, Genealogy History ens Langues, Counter Memay, Pract: Secid Essays and Interviews, eda por Donald Bouchard face Comet University Press, 1977 especialmente pags 14,9 152153. LA CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL a1 bbermas, si bien esté de acuerdo con Ia critica nietzscheana de Ia «razén ‘entrada en el sujeto» del racionalismo tradicional, ve en Nietzsche a al- 4guien que nos lleva a un punto muerto. Para Habermas, Nietzsche pone ‘de_manifiesto Ia quicbra, para los propésites de la «emancipacion hu. mana, de lo que Habermas llama la «filosofia de la subjetividads (en I. reas generiles, el intento de hacer derivar la obligacion moral de nues- {os propios elementos vitals, de hallar en lo profundo de nosotros, més all de las contingencias histéricas y de los accidentes de la socializacién, 4os orfgenes de nuestra responsabilidad para con los otros). Con Nietes: ign de un contenido emaricipatorio» a que esta re- ‘nuneta al Tniento de emancipacién es la herencia que Nietzsche tranaralte a Heldegger, Adorno: Derk’ Posesul tax Keene de hace ‘$68, en el mejor de los casos, ceca ies cor aero S08 pens ‘Por su propia ironta— constituyen tuna especie de reductio ad absurdum de a losoffa de In subjetvidad, ‘La respuesta del propio Habermas a Nitrache consiste en un intento de soeavarel atnque nietzscheano contra muestra tradicionesreligioseey metalisicas remplazando Ia «ilosofin dela subjeividads por un floss, fia de Ia intersubjetividads: reemplazando la antigua concepelén de le ‘razén", centrada en el “sujetos, compartida por Kant y Nictzsche, por 4o que Habermas llama «razén comunicativas, Habermas hace equi el ‘mismo movimiento que Sellars: ambos flésofes Tati aval ts tazén como la nternaliceton de eee Soe es naliza la Kant, pero realizando mejor la tarea mediante el recurso a la nocién de iS Gigidahtmann> come tgs Soo fennel eae hee never aeete ccumanmrnnn Berlin —intentos de: uir una filosoffa en torno de las ecesidades de ma sociedad democrétca— onset en obe esa: las formas en las que no deja un lugar pars la creacin para los proyectos priv mismo que Haberas y Sellars acepia el arecer de Mend de que el yo es una ereacin dela sosledad. lferencia le ellos, no esté dispuesto a admitir que Tos yoes modelados por las mo. trace por Fre erick Lawrence, Cambridge, Massie HT Pen, 1907, pay 139: Desde Hale et {a Xumel daar dla moderidad a cidoun ena fico coctdobajotlentanpsase ‘orl etm de sera de vincacon cia privatnacen anton sees {alana deoracones de nn pene cotdana wiles raoalonts necro a ‘celia de algo euialeniel poner minder dela ligne io Tee 3 39 9999993999399099399999389099909999930939 a2 CONTINGENCIA dernas soctedadesliberales sean mejores que los que han creado socieda- des anteriores. Gran parte dela obra de Foucault —la parte mis valiasa, 4 mi juicio— consist en la demostracion del modo en que las pautas de enculturacin caracteristicas de las sociedades liberales han impuesto a ‘us miembros formas de Coaceién-con las que sociedades anteriores, pre- tmodernas, no hablan soniado. No esta dispuesto, sin embargo, a adimitie {que esas coaccionés se compensen con una disminucion del dolor, tal como Nietzsche no esta dispuesto a admitir que el resentimiento de la ‘moralidad del esclavor se compense con una dismninucién semejante. | © Mi desacuerdo con Foucault reside en que esa disminucion sf compen- | jp st-de hecho, aquellas coacciones. Estoy de acuerdo con Habermas en que la explicacién de Foucault del modo en que el poder ha modelado nuestra subjetivided contempordnea «prescinde de todos los aspectos en que la erotizacién y la internalizacion de la naturaleza subjeiva representa también una ganancia de libertad y de expresione. Lo que es nas im OBE COCEEO OE Gypi-ted\ | cortante: plento que la sociedad Nberal tontsrapardig ye tachaye tee aivteytdad| instituciones necesarias para alcancar su propia mejora: una mejora gue ac} puede mitigar los peligros que Foucault ve. En realidad, mi presenti- iento es que el nensamiento politico y social de Occidente pucte haber {enido Ta ultima revolucién conceptual que necesita.‘VLa sugerencia de J 'S. Mill de que Tos gobiermos deben dedicarse a llevar’ un grado Sptimo el ‘equllbrio entre el dejar en paz la vida privada de las personas e impedir Ef sufrimiento, me parece que es casi a dtima palabra, El descubric a ‘quién se est haciendo sufrir puede quedar a cargo de una prensa libre, emiversdades libres y de una opinisn publica Hustrada; ustrada, por iemplo, por libros como Madness and Civilization y Discipline and Pu nish, y, asimismo, por otros como Germinal, Black Boy, The Road to Wi- an Pier y 1984 "Foucault, empero, comparte con Marx y con Nietzsche la conviccion {de que hemos ido demasiado lejos para que una reforma funcione; que se requiere de una convulsién; que nuestra imaginacion y nuestra voluntad ‘estén tan limitadas por la socializacion que hemos recibido, que somos incapaces hasta de proponer una alternativa de la sociedad que ahora te- tnemos."" No esté dispuesto a concebirse hablando como miembro de nin- 20, sbi ph. 292. La qua de Habermas ecverda ls de Michael Waae Charles Tay lor Vaan los ensayos de ats uters en Davi Couns Hay camp) Fouche ser, Onl Black. 1986, Marist una quel parcida en Moral Ment and Privates ‘enomy,, incu cn Franols Ewald (comp), Foweab, Pare, Editon Sele peas), “I.” Porsupuesio, ello no equal» dir qu el mundo haya eno laine revelcaon altca que necesita del waginar una dsmimiion de acrid emp can Sod fica, Paraguay y Albaria sn una revelucionvlena Percents paler te alettsin ms eles del COSATU as rmantes de a Cara 77) fo que conse la vita re Peneracin refi como la que contribayes a teota aca. gars a nascramientow en qu an competent ex Foust eieevune Por alt «poder domina abiertament,y nadie esa aj a alucncia de as ioe, "2. Foucault dij una vor en una entrevista: “Ceo uc imaginar ov seme es amplar tas priipcin cm el stern dl press angie Cour Money, Pach, UA CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL 8 fit jnosotross,y mucho menos a emplear Ia expresién enosotos ls li- Berales como yo he estado hacéndola, Segin elie, ne No aplo ning enoxtot: 2 ningun de esos enostrse exo con senso, cuyos valores, cuyas tradiciones constituyen el marco de tin pena ienoy deinen ls condiciones en as ue pucde costing on ee Blea cs, precuarent, decidir es ealmen apropiadecokcere tate on cnn ain amar pean econ feaquc uno aces ou en garde tha, wes mec eer ake, acon futura de wn saowotrees mediante la saborsei de ne Es Gia, on verdad, cl problema, Pero no estoy de acuerdo con Foucaul ca-stanioa sen efca ca necearo formar un aevo snot Mi pe cipal desacuerdo con ees precsamente a propdsio destal vases oer tera sfcentemente bueno onola ex motes aucaull no apreclara mi sugerenca de que su bro puede ser asim lado por una cultura pallies Iheral,relorista, Plensonnce series explicacion de su reacctén serfa que. a pesar de si acucrdecor Meade, latsy Habermas en cuanto a qut el y.ql sjetohmessr cpr ese, fo que Ia inculturacion hace de e, Feucaultane terns de algo que sé halla en lo profundo del ser humano y que es defers so, ta inculuracion. Un elemento que prueba tea afreacines eet hecho de que Foucault es notablemente reacio a admitirgus torn ke at gpumentar ene captlocuaro) no hay una coe al Sm ol “eages del oprimidos jOcastonalinent ie habs pons Slane ge ‘obra pone de manlleto wconncimienas sojugatos reese aes linienta istic que extvieron preseter soe eg ea {erp dena teorfauncionalsiny sstematiegions os NTO Sl hos lugares de la obra de Foucault ene lle el relerente a eno- sotrosscitado mds ariba, eempliian lo que Bernard Yonk Teese oe, helo de revolucidn total ylacenigencia de quemisare tact 2 a a De a an os onlpore det etl Mar ok Pat i 8 'moviienio mis nara” que uro?s Osra consis conle omens ele ns gue Ia comiisn ceatva dela burgucia? Peru a emacion te eee eses al gual qu a reskin pln, mca ta nent mime Tsorpinces one esr snsctons retent x por ota pare, Une delas des oven ‘al consderarta oto fines en man, tendo loro leinsertora ay 26 | Uanpuay Ua es) “0 Gamente le desagradaria a Habermas mi afirmacién de que una ut ANON AUN Hyana ee # ad “prea a | CONTINGENCIA deesa et se ch nuestra insttuctones. Son precisamente ls dseos de ea et- Sar eon cldedens de una democracia ira de eran reservar ala vida privada/El mode de autonomfa que busca Ista ctendores de mises coo Nitace, Derrida o Foucault 0+ gum vee pra encarmarae en nttucone soils, onoro algo qu tes lok Seres hunanosengan dentro de af) seed pueda poner en liberia ejando de reprmirion algo = ciertos Seres humanos determinados esperan shes re meee Greacién de sf, y que en realidad unos pocos consigiien., oleae Sur6nomo no 6 relevante para el deseo liberal de evitar iad y eign AOS que Foucault comparte, aun cosido no est dspuesto a resarlo en co irr. ™ oF a via de Tos jranisas imi m eon sn do. i sfere privades corn a mt af sostengo en el apt qu) ho Proust de- ethene rad areeanieenoa Sr, Haber re, Smo leva para su prot, ey nlteaenbo-arieaofoucaano de atencidad y de pureza Sn depen caer en unt acid pic qo eve a pensar eae mk descucrdon con el nent de Feel de serun iron sins liberals Min esacuerds cone ntento de Habermas de ‘civ inser oma reson obvio apenas wave un prot be én tito opuesta & u mnidana. El des- ie halla en figuras neonietzs- Seo ‘Prensa que es igualmente du- as aes com Heidegger y Foucault Pensa qe es iualmente do Se ened dnvcar enfin osu faginary tiation of Society” ‘eyed Yack The Lng Tal Rion: Phe Sues of Sc! seat arene ar ad tech, Pen, Pinon Unrest Pres ‘otueament ana ue ino oc aie au ‘te Sah cob Bp eatper nace season == et attr po SE cee ec ia gn ane Te eadatants td eStock aon Saletan aha eto Lorie topanns {LA CONTINGENCIA DE UNA COMUNIDAD LIBERAL 85 Habermas esta dispuesto a aceptar la observacién kuhniana de que ssp ogc Si hem aes soiree ieee oma dela ecto, dn tn st icante poder de los tropes metalic.» Povo piensa do lejos ~peligosamente lejos cuando sugier ee Glencay la moralidad, la economia In pola, son pester alias amet ra ne * Quiere que siempre se verfigue In sal. tara de un mundo por referenia'a la price inteamune dana, Qulere que haya prdctiasargumentaivas Hevadasm cabo deniye de ultras experimentadas, alas que no se puct tarar cores, 'e& roménticas apertures de mucwos mundes, Teme mucho ms a dee triccionsromantien» de istitulonesentableciday como In gue jens fan ler Maou loan cto deo que Dewey arab la corira de convenciéne (por ejemplo, el eeco,vetuslmentssofocante sie {as dvisiones tradiionales en senor de a cultura), Tome oa ee sue, como Foucault, esean vera su propa autonomtavetiede a eg clones, que a aquelo lo que Foucault tem Tacpacida de fea cea tures expertmentadas deeercer tn sbiopodrs a respuesta de Habermas» las dos series de temores eno abstane, 4a misma, Piensa que pocden evitarse los peligros de abe lade los cambios en Ins Inttuctones yen la plies pablcas or realifns dante un proceso de «comunicaion libre de dominacigns, Eate meres, eam una buena manera de reafirmar a tradicional tess iberal doe Ia nice forma de impedir que en Tas instiucionessctales subst Gqvekdad esl de elevaral maximo la calidad dela cdueacon, ie iberad 4 prensa las uportunidadesedveativas, as oportanidndes pars ehntesp_/ un neoca pate, y coos semelnies De tl made deren ey, . lint de Habeas de ota una oma dé acai!" i propuesa de que la cultura debe ser petizada, nose reeiaon cinch , no pueden invocar esta ultima idea. Nuestra insistencia en la contingencia, ¥ nuestra consiguiente oposicién a ideas tales como «esencia», «naturale: 2a» y sfundamentos, hacen que nos sea imposible retener la nocién de ‘que determinadas acciones y determinadas actitudes son naturalmente «inhumanas», Pues aquella insistencia implica que lo que se considere un ser humano como es debido, es algo relativo a la circunstaneia histérica, algo que depende de un acuerdo transitorio acerea de qué actitudes son nhormales y qué pricticas son justas 0 injustas. No obstante, en épocas ‘como la de Auschwitz, en las que en la historia se produce un cataclismo, ¥ las instituciones y las normas de conducta tradicionales se desploman, ‘deseamos algo que se encuentre mds allé de la historia y de las institucio. nes. ¢Qué otra cosa puede ser, si no la solidaridad humana, nuestro reco- nocimiento de una humanidad que nos es comiin? © SOO COECCHSSCOCHOOCEOCCECHOEOOEEHEE EE EE: GECOGCOCOCEECOCOCOEGEECEEEC eo 6 3° oe e e oS e o . i) 6 208 ‘CRUELDAD ¥ SOLIDARIDAD En este libro me he esforzado por hacer ver que debemosintentar no asprar a algo que te encuentre mts alla dea historia y dels lnaltucio. nes La premisa fundamental del libro es la de que una conviecgn puede Continua regulando las acclones y seguir sendo considerada come algo por lo cual vale la pena mori, aun entre personas que saben muy bien Ave To que a provecado tal convicetén no es nada ms profunda que la ontingentes cireunstancias histrcas, La imagen de una pla tiberal ‘ue presentéenel capitulo tercero er cl esbozo de una sociedad en la que in de wrelativismos habia perdido su fuerza, en a que la no. clon de valgo que es mas alld de I storia se hable vuelto intel be; per ent gue el sentido de a solidaridad humana pormanccia nine {@. Er esbozo de ontsta liberal que tracé en el eapiulecuartopresemaba “Talguien para quien ese sentido era cuestiOn de Wentificacion imaginat, va con los detalles de las vidas de los otros, noel rvonoeimiento de algo Previamente compartio. En ls captulosquimiot sexto intenté mosttor 1 modo en que puede privatizare la teoraironisia © impedirac de cos moda que se transforme en ita amenaza para el Ubeclismo poll tio. Bins capitals séptimoy octavo intenté mostrar queen Nally en Orwell se combinabs el aborvecimiento de la rucldad cl sentimicr. to de que es lo peor que podemos levar a cabo con el senimicnla de a Contingenea de yo y dela historias neste copftulo inal dire algo ms general aerea de la afirmacin de {que tenemos la obligacion moral de experimentar un sentimieute de sol daridad con todos lo demés sees humanos, Partie de una doctrinal ‘ue me he referigo incidentalmente onal capitle primero, ho por Wilfrid Sellars de la obligacton d es BoRDTOR Toe TENS que en esta rea nocién expicativa fundamental es lade suno de osotiser: Ta maclon I ‘Yocada en giros como «gente como nosotros: (en tanto apuestos a merex: deresy sirvientes), «un eamarada del movimiento (radial), un asiego ‘ome nosotrose (en tanto opuesto al barbar), sun eallico comet ae, tross (en tanto opuest al protestantee adie oe atc) Me proponge sss sar que la expresion sno de nosoiros, lon sees humangss neato ues es anal los vga y Is magus) pda the ta fuerza que cualquiera dela expresiones precedeniey/Sosteapo “Uptoa'a ue la ferta de sosctrobe ce contastante og 1, Meas Wil Sellars, Scene and Metaphysics, pag. 222 un hecho conepual el «ein personas consttuyan una comunidad mre rad de ue ae or como uno de noses, porno querer be somtindesd el pute de ‘ena sino poe querer como un de nowotron@ deve pte wea ‘es basa Quine, en acta pecodente yo preterit poner ene penis tual el gues per esta dileenca melafinfca ropes de Sellars carce de pena: a a presente) En el capo sepia del itr de Sellars expen Ine goer {uence es afirocio, En to lugar Sellars entfcn a sconsclncie nsatere son lave ‘las rain y con sleltade de Rayee. Un andy una crite en meaccade Se hula en W. Davi Saloon, «Ethical They inlida en The Saye ison ‘95 an the Phlosphy of Wi Salas. compilad por CF. Delaney yclebecaiocs, Ne Damme: Indiana, Univers f Notre Daten Pres, 177 SSOLIDARIDAD 209 ‘Gntrasta con un cellos» que también esté constituido por seres humanos Dor Ia especie errénea de seres humanos. ~Considérese,priieramente, alos danesesy los italianos a que audi al comienzo. ¢Decian, a propésito de sus vecinos judios, que merecian que se los salvase porque eran también seres humanos? Acaso a veces lo de~ clan, pero lo habitual debe de haber sido, sin duda, que, si se les pregun- taba, utilizasen, para explicar por qué corian el riesgo que involuctaba protéger a judios, terminos mas particulares; por ejemplo, que ese judio ra milanés, ojutlandés, lo mismo que ellos, o colega del mismo sindicato © de Is misina profesin 0, lo mistno que ellos, padre de hijos pequenios, Considéréce, ahora, alos belgas: segurammente habia ciertas perconas put ‘cya proteccin ellos, en circunstancias similares, hubieran corrido res- {, personas con las cuales sf se identifiaban por colocdrselos bajo una ‘descripeién u otra, Pero esas descripciones raramente les correspondian los judfos. Es probable que existan detalladas explicaciones historicosc- cioldgicas de lo poco frecuente que eran entre los belgas las descripcio- ‘es, bajo las cuales se colocase a los judios, y que inspirasen compateris- ‘mo, esto es, explicaciones de por qué «Es una judias prevalecia tan a me- nude sobre +Es, como yo, madre de tin pequeBo», Pero sinhumanidads, sdureza de corazén» o sfalta de sentido de la solidaridad humanae no consttuyen una explicacién ast. Tales términos, en un contexto semejan- te, son simplemente expresiones de una reaceién. Considérese, como ult ‘mo ejemplo, la actitud de los iberales norteameticanos de la actualidad frente a la desesperanza y ala miseria infinitas de la vida de los jOvenes rnegros en las cudades estadounidenses. ¢Declmios que se debe ayudar a esas personas porque son seres humanos como nosotros? Podemos decir. Jo, pero.es mucho mis persuasive, tanto desde el punto de viste-moral como deide .> De acuer- do con esa concepci6n, sélo es posible resolver «racionalmentes un dile- ma moral descubriendo una obligacion de orden mss clevado que supere en jerarquia a las obligaciones menores que entran en competencia con ella; una idea que, seguin la caracteriza Schneewind, es fundamental para 1a forma de filosofia moral que busca lo que él llama los «clasicos prime- 10s principioss.* Williams resume su aetitud frente a esa institucién pe- culiar en las siguientes Iineas: 2 en ibis and the Limits of Phiosephy (ode 174) Willams dice que Ie moraidad erm sistema de dens centrdo en ua fren epi e obiacn econaa sca ‘oegrtna vec de os lof, in, mas bic, a perpen, o dich neherencmes {epee de ln peop de an odo tans Esends cow sextet Winns ge 1 Ee snaprone ae probate enone bn, ences {oes cormetn No stn modo de ver loc parte es perpacive dee mayerts {E esoronen a nin del gio pore iano de maces etapa tos 3." Wins, Ethics and he Lins of Philosophy. 18,17. 1 Meas el rae de 1B, Scostnd. tre Rowiedge and Moral Penile, en owl tnd Neen. compl por 6 A Vney Londra Nass York Macias Exe ese fe redid cv evstons Changhg Rte in Mol Pop, compass 3 e ® e e e e e a e ° 9 e ® ° a ° e ° e . e e a e a e a o e e ° KGHOGOOCOCOOECEECE OE EEC OCCOGOOHCKCEOCOOCOCE CB. 212 (CRUELDAD ¥ SOLIDARIDAD En verdad, casi toda la vida humana valioa se sta entre los exiemos {que la moralidad coloce ante nosotros. Ela [la moralidad) destaca con fuer- ‘a una serie de contrastes: entre Ia fuerza y la ran, la persuasién y la con viceinracional el desagrado y la desaprobacidn, dl simple rechazo la cen sura. Puede decirse que la acttud que la conduce a destacar todos estos con tastes es su pureza. La pureza de a moralidad, su insstenciaen abstract I ‘onsciencia moral de otras especies de reaceidn emacional de influencia Social, no s6lo encubre los medios através de le cuales trata alos miembros discordantes de su comunidad, sino tamb.é las virtudes de esos medios. No fs sorprendente que deba encubririos, puesto que las virtudes solo pucden Ser visas como tales desde fuera del sistema, desde un punto de vista desde cual pueda asigndrsele un valor, mientras que el sistema de a moralidad ‘std cerrado en sf mismo y tiene que considerar como wna indecente mata interpretacién el aplicarle al sistema otres valores que los de la moralidad misma? ‘Un buen ejemplo de concepcién que hace que el «sistema de la morali- dad» parezca indecente es la esbozada en la Primera Parte de este libro: 4a concepeién de que la idea de un componente humano central y univer- Sal llamado srazdnie, una facultad que es la fuente de auestras obligacio- nes morales, aunque fue de mucha utilidad para la ereacién de las ™o- dernas sociedades democraticas, es algo de lo que puede prescindirse, y de lo que se debe prescindir, afin de que ello ayude a realizar la utopia I beral presentada en el capitulo tercero/He estado sosteniendo con insis- ten ‘que las democracias estén ahora eh condiciones de desprender- se de los andamnios utilizados en su consirucciGn, Otra tesis central en ‘este libro que les parecerd Igualmente indecente'a los que encuentran “tractiva la pureza de la moralidad, es la de que nuestras responsabilida. des para con ls otros éoinstituye sdlo el lado pablico de nuestras vidos, lun aspecto que entra en competencia con nuestros afectos privados y com ‘nuestros intentos privados de creacién de nosotros mlimmos, y que no os- Sena uccamens I poioridad sobre fale mos piiados. Hl auc fn un caso determinado tenga, en efecto, prioridad, es algo que depende de Ja deliberacién, proceso para el que no sera de ayuda el recurrita los «clésicos primeros principias». De acuerdo con esta concepcion, la obli- ‘gacién moral es algo que debe anadirse a muchas otras consideraciones, y no ganarles automaticamente, La concepcién de las obligaciones morales como «intenciones-noso- {os» sostenida por Sellars nos proporciona una forma de consolidar tan tola distincién entre «moral» y «ica» sefialada por Williams, como mi propia distincin entre lo piblico y lo privado, Se identifica tanto con la distincién entre las consideracionesétieas que surgen del sentido que uno tiene dela solidaridad y las consideraciones étcas que surgen, por ejem. ‘Bor Stanley Haerwes y Alaa Macintyre, Nore Dame, Nore Dame Univesity Pret 1963, ‘htloga gue connene varios buenos ejemplos dl eric antbantiang des foals woe lene is res ip pms ere eA Baier ye ensayo inroductorio de Maclay, iy: What Next 5° Wiliams Ethic end the Lins of Paso, ps 194135. SOLIDARIDAD. 213 plo, del vinculo que se tiene con una persona particular o del intento per- sonal de cearse asi mismo, Pues Sellars reconstruye la dstinlén kana: ta entre obligacion y benevolencia en una forma tal que evita suposi cidn de que hay un yo central, la suposieién de que crazéns design un componente presente en los otros seres humanos, un componcote cay fe, conacimiento explica Ia solidaridad humana,” En lugar de ell, Sell ‘998 permite ver la solidaridad como sina cosa creada, antes que descr bierta, producida en el curso de la historia, antes que reconocida como un hecho ahistorico. Identifica «obligacién» con «validez intersubjetive pero consiente que el Ambite de sujet entre los cuales rie cea valldes sea menor que el dela raza humana. En la teorta de Sellar, evade? in ‘ersubjetiva» puede remitir a todos los miembros dela clase de los mila: neses, de los neoyorquinos, dé los hombres blancos, de los intelectuales ironistas, de los trabajadores explotados de cualquier otra «comunidad comunicativa» habermasiana. Podemos tener obligaciones en virtud de ‘uestro sentimiento de solidaidad con cualquiera de esos grupos. Porque Podemos tener. «intenciones nosotros, intenciones. que expresamos eh Proposciones de la forma «Todos nosoros queremas. =, expresiones 4 4 contraponen a propesiciones que camienzan con: «Yo quiero. en vit tud de nucsira pertenencia como miembros a cualquiera de sila seo srande o pequetia.” La idea fundamental de Sellars es la de que fa Ui, igacin moral yla benevolencia esl diferent entre el acuerdo intersubjetivo real o virtual entre un grupo de interlacutoresy Ia emocién particular (individual o grupal) Un acuerdo as! no tiene (tin 6 Eltomac es conepcin dl scompooent stil de In umanidadsen su sedate ‘aa hecho gus os sees morales parsesn sfntico causa Ello se debe gue poe: ' oo represents las priccas por sdoparyeoperaceenonces que msn: or {apn w cll ei de smo ioral ‘es précis riginaris, Souls deals de estas tna ours lvasores hem hecho ctr gi idee erat por gin ec ed tbr yp gunna eco gue ample princpis generals cpcranpacnernents el ‘esilada: desputes reetinen trains RidamncnsiesSanenides te le de Seen et ‘Shue venade 7, “Lo que Sellars interet noes frmar el cho de que snnsotrse patos rlerinos a determiando' dela clase de los eres humans o racials pt empl. a tei 2 aque ino perine) sno conserva a distinian entre a oliacin ye bencvlenis desire en marco naturalist (yen ealidad, materialist un maroenel que osc hace secrocts compere {utoends poree tio tient, peo acl lo principale para tla primers slimes, Pats ‘mis presente propésitos lo ccna ex ln Hen da Sellars eu la vale eategrias 9 ‘etic morals pucten Wears con ister vlustad de anode Sosa ie Pendentmenie de a cuestons ates de suits seamen neato 2s (CRUELDAD ¥ SOLIDARIDAD Habermas) ninguna condicién ahistérica de posibili s cillamente el producto afortunado de determinadas circunstancias hist6- reas, ilo no quiere decir —ni Sellars quiere decirlo— que los intentos de de pensar en térmi bstracciones tales como «hijo de Dios» ode «hu Inanidads o «ser racional> no hayan hecho bien. Han hecho muchfsimo bien, lo mismo que nociones tales como «la verdad por la verdad» o «el arte porel artes, Tales nociones han mantenide abierto el camino para el, ‘cambio politico y cultural al ‘un focus imaginarius borroso pero inspirador (por ejemplo, la verdad absoluta, el arte puro, la humani- ‘dad como fal) Los problemas filos6ficos —y la sensacion de artificialidad {que se asocia con tales problemas surgen slo cuando se considera que ln dil elemento de retorica se presta para ser tema de un «andlisis con- ‘ceptuals, esto es, cuando se someten los foci imaginarii a un detenido exa- ‘men; en pocas palabras, cuando empezamos a preguntarnos por {a »natu- taleza» de la verdad, del arte o de la hums ‘Cuando las cuestiones asf suenan desde Nietzsche, la gente empieza a tener dudas solidaridad humana. Para conservar esta nocién ~ Nietzsche su observacion acerca del caracter histdricamente contingente de nuestro sentido de la obligacién moral— debemos advert encién y no (como pensaba Kant) un Fasgo Tar de entender el lema ‘implemente com tales» trees an cuaate pedamow, Esc lem nos incite conta ext Banaras diecelse tr quelevarom dtcrminados scontecimentos et pasado: Ta inclusion entre snovotrony del familia dela cavern deal {Sa despues nde fa tru del otro lado del o, despa, ade la confede- eesa GP eb dl otro iad dela montafa, mas tarde la de los infles Eel ote lado del mar, acavo al ial de todo, In e Tos servidores qe dlraite todo coe emp, Ran estado haciendo la parte mas sucia del ra- bajo), Es se un proceso que entar que prosguese, Debi alo) of ira los margnados: personas que iatinivamente Se esi y cone saute Deberamoe Ine. faradvertir ues ‘aha correcta de analirar Ses on proponemos crear sentiment desolldaridad mas Sitio que el que enctos flora Ja forma correcta de hac hq se nox proporgareconoce una sVidaridad si comoalgaaue.s= aoe elondad at recomociniente que hacemos de ella, Pues en ese ierta ante nosotros la pregunta, inutilmenteescéptica: «¢Es ‘Quedarfamos expuesto ala insimsncion de Nici ny de a metallia represenara para nos stonel in de nuestro Intentor de no ser ert Siteemon ete Tema en la forma corrects, daremos al snosotros un sentido tan concrelo e hist6ricamente tan especifico como sea posible: & a 215 significard cosas tales como «nosotros, Jos liberales del siglo xx», ocomo (@® Far eae reas aaa ap eingmncias Histéricas que han creado iastituciones poltcas cada ver mis Tita, cada vez mas demo- € _Grllicas>, Si se Ta leven Ta forma crrdnen, se conccbied nucsire sRORaa ‘dad comidine de las politicas democréticas. La forma correcta de leer esos | lemas permite concebir la filosofia al servicio de Ta politica democratica: | Goino tna contribucion al intento de afeanzar Yo que Rawls Hama el saul eflesvos entre uestrasreaclonesiatintvas Ios probe: © mas cont ineos y los principios generales en los que nos hemos) — asentado, Entendida de ese modo, fa filosotfa resulta ser una de ls ent | cas para volver a urdir nuestro léxico para la deliberacién moral a fin de adaptarlo a las nuevas convicciones (por ejemplo, la de que las mujeres y © los negros son mas capaces de lo que les varones blancs habfan imagina dbo, la de ave la propiedad no es sagrada, In de que las cucstiones sexual ton meramente privadas). La forma errinea de lerlos hace que se conch ba Ja politica democrética como sujeta a la jurisdiccién de un tribunal fi- lox6tico; como s los fildsofos hubieran aleanzado ~o, al menos, debieran c SOLIDARIDAD hhacer lo posible por alcanzar— el conocimiento de algo menos du a nr dens dencdan yd In lt und ial de Tas que, ice muy poco tiempo, algunas sociedades ricas y afortunadas han llegado a gozar. Ea 7° En este libro he intentado extraer algunas consecuencias de la suposi- © cidn de que pueda no haber tal tribunal. En el aspecto pblico de nuestras Vidas, nada es menos dudoso que el valor de esas ibertades. Enel aspecto © privado de nuestras vidas puede haber muchas cosas que sean igualmente dificiles de poner en duda: por ejemplo, el amor ol odio que experimen. tamos por una persona en particular, © la necesidad de llevar a'cabo de. terminado proyecto individual. La existencia de esos dos aspectos (al ‘gual que el hecho de que uno puede pertenecer a diversas comunidades y tener por ello obligaciones morales encontradas, y, asimismo, hallarse [ante confictes entre obligaciones morales y compromisos privades) ge- era dilemas. Tales dilemas siempre estardn en nosotros, pero nunca han de resolverse recurriendo a otro conjunto, mas elevado, de obligaciones ‘que un tribunal filosofico pueda descubriryaplicar. Asfeomo nada hay que convalide el léxieo final de una persona o de una cultura, nada hay tampoco que se halle implicito en ese léxico y determine el modo de vol- ver a urditlo cuando se lo pone en tension. Lo Gnico que podemos hacer ¢ trabajar con el léxco iiltimo de que disponemos, manteniendo, entre tanto os odosatentos als indies que sefalen el modo de ampliario 0 Esa es la razén por la que, al comienzo del capitulo tercero, he dicho qué el dnico argumento que puedo aducir en favor de as concepciomes acerea del lenguaje y del yo que he formulada en los capitulos y segundo, era el de que esis concepetones parecfan armotizar migjor Con {as instituctones de una democracta Tibersl que lai alternativas de que Aisponemos. Cuando se pone en tela de jutclo el valor Ue Talés instivicio- nes —no por mecio de propuestas précticas de ereccién de instituciones S 193939399990923909939990" or O66 OOOCKHGOOCHOOHOHCHOSEOCOCOEOEOEOOECHEHEEE EEC 216 ‘CRUELDAD,¥ SOLIDARIDAD alternativas, sino en nombre de algo més «fundamental» — no es posible dar respuestas directas, porque no hay un terreno neutral. Lo mejor que puede hacerse ante desaffos como los formulados por Nietzsche o por Heidegger es formular una réplica indirecta como la formulada en el ca: pftulo quinto: se les puede pedir a esos hombres que privaticen sus pro- yectos, sus intentos por alcanzar la sublimidad: verlos como irrelevantes para la polftica y por tanto compatibles con el sentido de la solidaridad ‘humana que el desarrollo de las instituciones democréticas ha hecho po- sible, Esa exigencia de privatizacin equivale a la exigencia de que re- suelvan la amenaza de Un dilema subordinando la sublimidad al deseo de evitar la crueldad y el dolor. ‘A mi modo de ver, no hay nada que respalde esa exigencia, ni hay ne- sesldad de elo, No exist una manera neural, no circular de defender In afirmacign liberal de que la crueldad es lo peor que podemos hacer ‘mismo modo en que no existe una manera neutral de respaldar la tesis de Nietzsche de que esa afirmacién expresa una actitud de resentimiento, de cesclavo, o la de Heidegger de que la idea de «la mayor felicidad para el ‘mayor nimeros es s6lo un poco mas de «metafisicas, de «olvido del Ser», [No podemos dirigir una mirada retrospectiva més allé de los procesos de socializacién que nos Hlevaron a nosotros, los liberales del siglo XX, a es- tar convencidos de la validez de esa afirmacion y apelar a algo mas «teal» 0 menos effmero que las contingencias histéricas que dieron exis- tencia a aquellos procesos. Nosotros debemos partir del lugar en que no- sotros estamos: ello es parte de la afirmacién de Sellars de que no esta- ‘mos sometidos a otras obligaciones aparte de las «intenciones-nosotros» de las comunidades con las cuales nos identificamos. Lo que gtnocentrismo del anatema no es que la mas amplia de. - SEtSia rrmanidad todos los eros TaCIOnMIEgS —cooen he attonedes ‘adie puede Tegar a esa identificaciOn-, sino, antes bien, el ser el etna: {entrismo de un «nosotros» («nosotros, los Tiberalese) que esta entre Ta fared de ensaincharse, de crear un éthnos ain mas amplio y mi “Esl enosotross de las personas que se han Tormada En resumen, deseo distinguir entre la solidaridad humana como iden- tificacién con «la humanidad como tal» y la solidaridad como la duda respecto de sf mismo que durante los ltimas siglos ha sido inculcada en Jos habitantes de los Estados democriticos: la duda acerca de la sensibili- dad que se tiene al dolor y ala humillacion de los otros, la duda acerca de silos ordenamientos institucionales actuales son aptos para hacer frente ‘ase dolor y a esa humillaci6n, y curiosidad por las alternativas posibles. La identificacion me parece imposible: una invencién de fildsofos, un tor- pe intento de secularizar la idea de llegar a ser uno con Dios. La duda res- 4 Desurcllcte pnts en Slay a Obj, nao en st Anabe Pi ‘a, sompiade a dein stom J Cond MWe Nueva ork, Columbia University ee ek sO Bluocensm: A Reply Yo Cord Gest, Michigan Quer Rete (0986), 825-534, Query * SOLIDARIDAD 27 pecto de sf mismo me parcce consttuir el rasgo caracteristico de la pri- ‘mera época de la historia de la humanidad en la que gran nimero de per- sonas se ha tornado capaz de distinguir la pregunta: «Crees y deseas quello en lo que creemos y deseamos?» de la pregunta: «Estés sufrien- do?» Expresado en mi terminologfa, es ésa la capacidad de distingur en- tre la pregunta de si td y yo compartimos él mismo léxico iltimo, de la pregunta de si experimentas dolor, El distinguir entre esas das preguntas Face posible dstinguir entre las uest¥ones pblicas y las privadas, las {Glestiones acerca del dolor de las cuestiones acerca del objeto de la vida humana, el dominio del liberal del dominio del ironista, Hace posible de ese modo que una misma persona sea las dos cosa € © © © © © € © © 6 © € 6 © OOO OECEE OC OEE EU EEE OE E(

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