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INTELIGENCIA EMOCIONAL – LECTURA 2

¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA?

La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones


correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la consecución de metas
y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.

El repaso de obras recientes en la neurobiología ha señalado otra vez la presencia de áreas en


el cerebro que corresponden, al menos en forma aproximada, a ciertas formas de la cognición;
y estos mismos estudios implican una organización neural que está acorde con la noción de
distintos modos del procesamiento de información. Pero jamás la ciencia puede proceder del
todo en forma inductiva. Podríamos llevar a cabo toda prueba y experimentos psicológicos
concebibles, o indagar todo el sistema neuroanatómico que deseáramos, y todavía no
habríamos identificado las inteligencias humanas buscadas. Aquí confrontamos una cuestión
que no se refiere a la certidumbre del conocimiento, sino a cómo se logra el conocimiento. Es
necesario proponer una hipótesis, o teoría, y luego probarla. Sólo a medida que se conozca la
validez de la teoría —y sus limitaciones— se sabrá la verosimilitud del planteamiento original.
Por eso es necesario decir, de una vez por todas, que no existe, y jamás puede existir, una sola
lista irrefutable y aceptada en forma universal de las inteligencias humanas. Entonces, ¿por
qué seguir este camino precario? Porque se necesita mejor clasificación de las competencias
intelectuales humanas que la que tenemos.

PRERREQUISITOS DE UNA INTELIGENCIA

Los prerrequisitos son una manera de asegurar que una inteligencia será útil e importante, al
menos en determinados ambientes culturales. Estos prerrequisitos son la habilidad para
solucionar problemas, y la habilidad para encontrar o crear nuevos problemas, necesario para
adquirir nuevo conocimiento.
Otras habilidades que en efecto son importantes en la correspondencia humana tampoco se
toman en cuenta Desde luego, se han realizado muchos esfuerzos por señalar y detallar las
inteligencias esenciales. Así, un prerrequisito para una teoría de las inteligencias múltiples,
como un todo, es que abarque una gama razonablemente completa de las clases de
habilidades que valoran las culturas humanas

CRITERIOS DE UNA INTELIGENCIA

Ahora basta de prerrequisitos de esta empresa, y pasemos a los criterios, o "señales". Aquí
describo las consideraciones que han pesado más en este esfuerzo, las cuestiones que son
deseables y en las que he llegado a apoyarme en un esfuerzo por señalar un conjunto de
inteligencias que parezca general y genuinamente útil.

Los ocho "signos" de una inteligencia son:

 Posible aislamiento por daño cerebral: En la medida que una facultad específica
puede ser destruida, o exceptuada en forma aislada, como resultado de daño cerebral,
parece probable su relativa autonomía respecto de otras facultades humanas.

 La existencia de idiots savants, prodigios y otros individuos excepcionales: Por sus


posibilidades de persuasión, al daño cerebral le sigue de cerca el descubrimiento de un
individuo que muestra un perfil muy disparejo de habilidades y deficiencias. En el caso
de prodigios, encontramos individuos que son extremadamente precoces En el caso
del idiot savant 5 (y otros individuos retrasados mentales o excepcionales, incluyendo
a los niños autistas.

 Una operación medular o conjunto de operaciones identificables: Se pudiera llegar al


grado de definir la inteligencia humana como mecanismo neural o sistema de cómputo
que en lo genético está programado para activarse o "dispararse" con determinadas
clases de información presentada interna o externamente. Dada esta definición, es
importante poder identificar estas operaciones medulares, localizar su sustrato neural
y demostrar que en efecto estas "médulas" están separadas. Por ejemplo, las
inteligencias musicales incluyen el tono, el ritmo, el timbre y la armonía.

 Una historia distintiva de desarrollo, junto con un conjunto definible de desempeños


expertos de "estado final": Una inteligencia debiera tener una historia identificable de
desarrollo, a través de la cual pasarían los individuos normales y los dotados, en el
camino hacia la ontogenia. Cada inteligencia es estimulada por la participación en
algunas actividades sociales y en el desempeño de ciertas funciones culturalmente
valorada. Cada inteligencia posee su propio historial de desarrollo.

 Una historia evolucionista y la evolución verosímil: Las raíces de nuestras


inteligencias actuales datan de millones de años en la historia de la especie. Una
inteligencia específica se vuelve más verosímil en la medida que uno puede localizar
sus antecedentes de la evolución, incluyendo las que comparten con otros organismos.

 Apoyo de tareas psicológicas experimentales: Análisis de ciertos estudios psicológicos


que permiten observar las inteligencias funcionando en forma independiente.
Aumentando el entendimiento sobre sus funcionamientos, capacidades, operaciones y
correlaciones.

 Susceptibilidad a la codificación en un sistema simbólico: Gran parte de la


representación y comunicación humana del conocimiento ocurre a través de sistemas
simbólicos: sistemas de significado ideados culturalmente que captan formas
importantes de información. El lenguaje, la pintura, las matemáticas, son sólo tres de
los sistemas simbólicos que se han vuelto importantes en todo el mundo para la
supervivencia y la productividad humanas.

DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO DE UNA INTELIGENCIA

Un grupo de inteligencias candidatas incluye las que dicta el modo del habla popular. Por
ejemplo, podría parecer que la capacidad para procesar secuencias auditivas es fuerte
candidato para una inteligencia; en efecto, muchos experimentalistas y psicometrías han
nominado esta capacidad. Sin embargo, los estudios de los efectos del daño cerebral han
demostrado fehacientemente, en forma repetida, que los hilos musicales y lingüísticos se
procesan de maneras distintas y se pueden afectar por diferentes lesiones.

Desde luego, es posible que nuestra lista de inteligencia sea adecuada como una línea básica
de habilidades intelectuales medulares, pero que determinadas habilidades más generales
pueden pasar sobre las inteligencias medulares o regularlas de alguna manera por cuenta
propia.
Por otra parte, es de mayor importancia la cuestión de cómo se vinculan, suplementan o
balancean las inteligencias específicas para realizar tareas más complejas, culturalmente
pertinentes; a esto dedicaré mi atención en varios puntos de esta obra.

Las inteligencias deben ser consideradas como entidades en un determinado nivel de


generalidad, más amplio que los mecanismos de computación sumamente específicos, aunque
más estrechos que las capacidades más generales, como el análisis, síntesis, o un sentido del
yo Aquí puede ser útil una analogía biológica. Incluso aunque el ojo, corazón y riñones son
órganos corporales, es un error tratar de comparar estos órganos en todas sus características
particulares: se debe observar la misma moderación en el caso de las inteligencias.

Las inteligencias no deben ser consideradas en términos evaluadores. Desde luego, lo más fácil
es observar las inteligencias cuando, son explotadas para realizar algún programa de acción En
el estudio de las habilidades y destrezas, se acostumbra honrar una distinción entre el saber
cómo o pericia y el saber Así, muchos de nosotros sabemos cómo andar en bicicleta, aunque
carecemos del conocimiento proposicional de la manera en que se efectúa.

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