Siendo guiados, como creemos, por el Espíritu Santo de
Dios, a recibir al Señor Jesucristo como nuestro Salvador, y por la profesión de nuestra fe, siendo bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, ahora, en la presencia de Dios, los ángeles y esta asamblea, entramos solemnemente y con gozo en pacto uno con el otro, como un cuerpo en Cristo.
Nos comprometemos, entonces, con la ayuda del Espíritu
Santo, a andar juntos en el amor cristiano; a hacer lo posible para el avance de esta iglesia, en conocimiento, santidad y bienestar; a promover su prosperidad y espiritualidad; a sostener su adoración, ordenanzas, disciplina y doctrinas; a contribuir gozosamente y regularmente al sostén del ministerio, a los gastos de la iglesia, al alivio de los pobres, y al avance del Evangelio en todas las naciones.
También, nos comprometemos a mantener tiempo devocional
familiar y en cumplimiento a las Escrituras; a educar a nuestros hijos en el Evangelio; a buscar la salvación de nuestros familiares y amistades; a andar dignamente en el mundo; a ser justos en nuestros tratos, fieles en nuestros compromisos y ejemplares en nuestros compromisos y ejemplares en nuestra conducta; a abstenernos de toda conducta que no sea digna de la vida cristiana.
Además, nos comprometemos a ver uno por el otro en amor
fraternal; a recordarnos uno a otro en oración; a ayudarnos uno a otro en enfermedad y tribulación; a cultivar la compasión cristiana por ser sensible y mostrar cortesía en hablar; lentos para tomar ofensas, pero siempre listos para hacer la reconciliación y atentos a las reglas del Señor para buscarla sin demora.
Además, comprometemos que, al trasladarnos de este lugar,
buscaremos pronto una iglesia bautista donde podamos unirnos y llevar a cabo el espíritu de este pacto y las bases encontradas en la Palabra de Dios.
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros. Amén.