Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sin embargo el artículo 17 del CC venezolano también indica lo siguiente; "el feto se
tendrá por nacido cuando se trate de su bien; y para que sea reputado como persona, basta
que haya nacido vivo". Esto implica que el feto no puede quedar obligado cuando ello le sea
desfavorable, pero puede quedar obligado caso contrario, lo que ocurre cuando resulta
necesario quedar obligado para adquirir derechos inseparables de dichas obligaciones, es
decir un testamento o una herencia que le sea otorgada entonces será considerado como
nacido, fíjense bien aunque solo este concebido, ahora bien no quedara obligado cuando nada
le favorezca. Es decir que nuestra legislación también acepta esta condición, o esa excepción.
De aquí se desprende que el sistema jurídico venezolano acepta otras excepciones si
se pueden llamar así para clarificar la concepción y el nacimiento del feto. Podemos ver que
el feto es decir el no nacido carece de personalidad jurídica excepto sea para su bien se le
considerara como persona. Sin embargo no debemos olvidar lo que reza el artículo 43 de la
CRBV (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela), “ninguna ley podrá
establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida
de las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o
civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra forma.” No se trata pues de una cuestión
de modernidad, de sobre población o conciencia ambientalista, se trata de salvaguardar un
derecho mucho más relevante y trascendente, el derecho a la vida que posee todo ser humano.
Este derecho corresponde a “todo individuo” de la especie humana no es una
prerrogativa que se otorga porque la sociedad quiera proteger ciertos bienes, es
fundamentalmente un reconocimiento, un “caer en cuenta”, de que ante el individuo humano
no cabe otra forma de relacionarse sino respetando, conservando y valorando su vida y la de
los demás. Las razones para proteger a la persona humana desde su concepción no son
solamente de naturaleza jurídica, sino que manan de la común reflexión de la humanidad en
torno a su propia naturaleza y acerca de su consecuente dignidad. Una expresión excelente
de ello es precisamente la voluntad de proteger la vida con normas y leyes (es lo que hace el
derecho). Por todo esto es especialmente dañoso e injusto que el estado, la sociedad o la
familia no garantice el derecho a la vida del niño concebido. Es por ello que el Art. 17 del
Código Civil Venezolano establece: “El feto se tendrá como nacido cuando se trate de su
bien; y para que sea reputado como persona jurídica, basta que haya nacido vivo.” no se
puede inferir que el feto no es persona humana; ni que el concebido tampoco lo es, se debe
solo proteger su futuro nacimiento sin condición. Es decir no solo se debe proteger el feto
porque se trate de su bien sino por su condición humana. Es fácil interpretar la ley a
conveniencia. El feto se tendrá como nacido por esa condición natural que le compete, no
porque le favorezca nacer vivo.
Este no nacido también se considerara como nacido cuando esto le favorezca, así
como de cualquier mejora en su condición jurídica. ¿Porque se debe proteger al feto
solamente cuando algo le favorezca? , y de lo contrario entonces no se debe proteger, no
importa su vida.
Otra condición del no nacido es que puede ser reconocido por sus padres, esto implica
que el feto no debería ser obligado cuando esto lo desfavorezca, es decir se le da la potestad
al reconocimiento y al nacer adquiere esa personalidad y se convierte en titular de derecho
por ese reconocimiento y se le permiten derechos y obligaciones.
Cualquier ley de personas en el derecho civil, debe estar por debajo cuando se trate
de salvaguardar los derechos más sublimes como es el derecho a la vida. La familia, las
instituciones y la sociedad en general deben velar por este derecho a la vida desde el momento
de la concepción. La LOPNA (Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescente) en su artículo 15 establece:
“Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la vida. El Estado debe garantizar
este derecho mediante políticas públicas dirigidas a asegurar la sobrevivencia y el
desarrollo integral de todos los niños, niñas y adolescentes”. Aquí el legislador protege la
vida desde la concepción, la maternidad y todo lo relativo a una concepción sana y segura.