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La Ruta de la Seda fue una red de rutas comerciales organizadas a partir del negocio de la

seda china desde el siglo I a. C., que se extendía por todo el continente asiático, conectando a
China con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África. Sus
diversas rutas comenzaban en la ciudad de Chang'an (actualmente Xi'an) en China, pasando
entre otras por Karakórum (Mongolia), el Paso de Khunjerab (China/Pakistán), Susa (Persia), el
Valle de Fergana (Tayikistán), Samarcanda (Uzbekistán), Taxila (Pakistán), Antioquía en Siria,
Alejandría (Egipto), Kazán (Rusia) y Constantinopla (actualmente Estambul, Turquía) a las
puertas de Europa, llegando hasta los reinos hispánicos en el siglo XV, en los confines de
Europa y a Somalia y Etiopía en el África oriental.

El término "Ruta de la Seda" fue creado por el geógrafo alemán Ferdinand Freiherr von
Richthofen, quien lo introdujo en su obra Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la Seda,
en 1877. Debe su nombre a la mercancía más prestigiosa que circulaba por ella, la seda, cuya
elaboración era un secreto que solo los chinos conocían. Los romanos (especialmente las
mujeres de la aristocracia) se convirtieron en grandes aficionados de este tejido, tras conocerlo
antes del comienzo de nuestra era a través de los partos, quienes se dedicaban a su comercio.
Muchos productos transitaban estas rutas: piedras y metales preciosos (diamantes de Golconda,
rubíes de Birmania, jade de China, perlasdel golfo Pérsico), telas de lana o de lino, ámbar,
marfil, laca, especias, porcelana, vidrio, materiales manufacturados, coral, etc.

En junio de 2014, la Unesco eligió un tramo de la Ruta de la Seda como Patrimonio de la


Humanidad con la denominación Rutas de la Seda: red viaria de la ruta del corredor Chang’an-
Tian-shan. Se trata de un tramo de 5000 kilómetros de la gran red viaria de las Rutas de la Seda
que va desde la zona central de China hasta la región de Zhetysu, situada en el Asia Central,
incluyendo 33 nuevos sitios en China, Kazajistán y Kirguistán.

La ruta de las especias

A finales de la Edad Media llegaron a Europa especias exóticas procedentes de Asia.


Estas especias eran muy caras, por lo que se trató de encontrar los caminos más baratos
para conseguirlas. Así es como nació la ruta de las especias.

Con el nombre aventurero de "Ruta de las Especias" se consiguió una auténtica revolución.

La importancia de la ruta de las especias

Las especias se comercializan desde hace mucho tiempo. Gracias a las campañas de Alejandro
Magno, en las que consiguió llegar hasta la India, la pimienta y la canela comenzaron a
conocerse en Europa, donde cada vez fueron más populares. Aunque las especias siempre
fueron caras, fue especialmente en la Edad Media cuando los precios explotaron.

Desde el siglo X el comercio de las especias estaba en manos de los árabes y en este momento
las especias se llevaban a Europa por tierra pasando por el territorio árabe. De este modo
fueron pasando de unos intermediarios a otros, hasta conseguir llegar a su destino, en el que
alcanzaban un precio que incluso podía llegar a superar cien veces el original.

Así es como surgió la idea de buscar una ruta marítima, en la que se pudiera llegar por mar a los
países donde podía encontrarse la pimienta, la canela y la nuez moscada, evitando los
intermediarios y tratando de conseguir mayores beneficios.

Estas consideraciones llevaron finalmente a la corona portuguesa a enviar una expedición. En


julio de 1497, Vasco de Gama emprendió el camino para encontrar la ruta marítima a la India y
regresar con las especias.

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