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en el que se destruye la superficie forestal.12 Está directamente causada por la acción de las
personas sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas o quemas realizadas por la
industria maderera, así como por la obtención de suelo para la agricultura, minería y ganadería.
La deforestación arrasa los bosques y las selvas de la Tierra de forma masiva causando un inmenso
daño a la calidad de los suelos. Los bosques todavía cubren alrededor del 30 % de las regiones del
mundo.
Talar árboles sin una eficiente reforestación resulta en un serio daño al hábitat, en pérdida de
biodiversidad y en aridez. Tiene un impacto adverso en la fijación de dióxido de carbono (CO2). Las
regiones deforestadas tienden a una erosión del suelo y frecuentemente se degradan a tierras no
productivas.
Entre los factores que llevan a la deforestación en gran escala se cuentan: el descuido e ignorancia
medieval del valor intrínseco, la falta de valor atribuido, el manejo poco responsable de la
forestación y leyes medioambientales deficientes.
Los motivos de la tala indiscriminada son muchos, pero la mayoría están relacionados con el
dinero o la necesidad de los granjeros de mantener a sus familias. El inductor subyacente de la
deforestación es la agricultura. Los agricultores talan los bosques con el fin de obtener más
espacio para sus cultivos o para el pastoreo de ganado. A menudo, ingentes cantidades de
pequeños agricultores despejan hectáreas de terreno arbolado, para alimentar a sus familias,
mediante tala y fuego en un proceso denominado «agricultura de roza y quema».
Las operaciones madereras comerciales, que proporcionan productos de pulpa de papel y madera
al mercado mundial, también participan en la tala de innumerables bosques cada año. Los
leñadores, incluso de forma furtiva, también construyen carreteras para acceder a bosques cada
vez más remotos, lo que conlleva un incremento de la deforestación. Los bosques y selvas también
caen víctimas del crecimiento urbano constante.
La deforestación es también un factor coadyuvante del cambio climático. Los suelos de los
bosques son húmedos, pero sin la protección de la cubierta arbórea, se secan rápidamente. Los
árboles también ayudan a perpetuar el ciclo hidrológico devolviendo el vapor de agua a la
atmósfera. Sin árboles que desempeñen ese papel, muchas selvas y bosques pueden convertirse
rápidamente en áridos desiertos de tierra yerma.
La eliminación de la capa vegetal arrebata a los bosques y selvas sus palios naturales, que
bloquean los rayos solares durante el día y mantienen el calor durante la noche. Este trastorno
contribuye a la aparición de cambios de temperatura más extremos, que pueden ser nocivos para
las plantas y animales.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15 llama a detener la deforestación (es decir, que el
planeta pare la merma neta de superficie forestal, plantando más hectáreas de bosque que las
perdidas) para 2020.4Impacto en la atmósfera
Las plantas extraen el CO2 de la atmósfera a través de la fotosíntesis, quedándose con el carbono,
que incorporan a su estructura (raíces, tallos, hojas, flores) en forma de moléculas orgánicas y
liberando parte del oxígeno. Aunque también liberan algo de CO2 durante su proceso normal de
respiración. Solo cuando un árbol o un bosque crecen pueden extraer carbono de la atmósfera,
almacenándolo en sus tejidos. Tanto la putrefacción de la madera como su quema devuelven a la
atmósfera ese carbono almacenado. Para que los bosques realmente extraigan carbono de la
atmósfera debe haber una acumulación neta de madera. Una forma es cortar los árboles,
transformar la madera en objetos duraderos y reemplazar con nuevos árboles los cortados.33 La
deforestación también puede hacer que se libere el CO2 acumulado en el terreno. Los bosques
pueden ser tanto sumideros de carbono como fuentes, dependiendo de las circunstancias
ambientales. Los bosques maduros (donde la cantidad de materia vegetal no varía
significativamente) alternan entre comportarse como fuentes netas y sumideros netos (véase Ciclo
del carbono), pero esta variación resulta insignificante en relación con la enorme cantidad de
carbono que tienen almacenada.
En las áreas deforestadas, el terreno se calienta más rápido por efecto del sol y alcanza una mayor
temperatura, lo que lleva a mayores corrientes de convección ascendentes que favorecen la
formación de nubes y finalmente producen más lluvia.34 Sin embargo, de acuerdo con el
Laboratorio norteamericano de Dinámica de Fluidos Geofísicos (GFDL por sus siglas en inglés), los
modelos utilizados para investigar los efectos a gran distancia de la deforestación tropical
mostraron un amplio, pero suave, incremento de la temperatura en toda la atmósfera tropical.
Estos modelos predijeron un calentamiento inferior a los 0,2 °C en la atmósfera tropical superior
(entre 700 y 500 milibares). Sin embargo estos modelos no predicen cambios significativos en
otras áreas más allá de los trópicos. Aun así la realidad puede ser diferente, porque el modelo
puede contener errores y sus resultados nunca son absolutamente definitivos.35
La deforestación afecta a los vientos, el vapor de agua y la absorción de energía solar, influyendo
así claramente en el clima zonal y mundial.36 La deforestación de un área puede aumentar las
tormentas de arena en zonas colindantes.3
La reducción de las emisiones de la deforestación y la degradación forestal (REDD por sus siglas en
inglés) en países en desarrollo ha surgido como un importante complemento a las políticas
climáticas actuales. La idea consiste en compensar económicamente a los países que consigan
estas reducciones de forma significativa.37
Los legos piensan que los bosques tropicales contribuyen significativamente al oxígeno de la
atmósfera38 aunque los científicos consideran que la contribución neta de los bosques tropicales
es pequeña y que la deforestación solo tiene efectos menores en los niveles de oxígeno
atmosférico.3940 No obstante, la quema de masa forestal para obtener tierras cultivables libera
ingentes cantidades de CO2, que contribuyen al calentamiento mundial.27 Los científicos también
afirman que la deforestación tropical libera anualmente 1 500 millones de toneladas de carbono a
la atmósfera.41
Impacto hidrológico
La deforestación también afecta al ciclo del agua: los árboles extraen agua del subsuelo a través de
sus raíces y la liberan a la atmósfera. Cuando desaparecen, el clima se vuelve más seco. Además la
deforestación reduce la cantidad de agua en el terreno y en el subsuelo, de modo que las plantas
restantes ven reducida su disponibilidad de agua.42 Asimismo la deforestación reduce la cohesión
del suelo, lo que da lugar a erosión, inundaciones, desertificación y corrimientos de tierras.4344
Al reducirse la cubierta arbórea disminuye la capacidad del entorno para interceptar, retener y
transpirar la lluvia caída. Las áreas boscosas atrapan el agua y la filtran al subsuelo; las
deforestadas, en cambio, se vuelven fuentes de agua superficial, que se mueve mucho más
deprisa que la subterránea. Los bosques devuelven a la atmósfera por transpiración la mayoría del
agua que cae sobre ellos como precipitación. Por el contrario, cuando se deforesta una zona, casi
toda la precipitación se pierde en forma de agua superficial.45 Ese transporte más rápido de agua
superficial puede traducirse en inundaciones relámpago e inundaciones más concentradas de las
que ocurrirían si se hubiera mantenido la cubierta arbórea. La deforestación también reduce la
evapotranspiración, y consiguientemente los niveles de humedad atmosférica, lo que en algunos
casos afecta a las precipitaciones en las zonas a sotavento del área deforestada, porque el agua no
se recicla en los bosques a sotavento, sino que corre por la superficie y va directamente a los
océanos. De acuerdo con un estudio, en el área deforestada al norte y noroeste de China, la
precipitación media anual descendió un tercio entre la década que comenzó en 1951 y la de
1981.46
Sus copas interceptan una porción de la precipitación, que luego se vuelve a evaporar.
Estos residuos también cambian las propiedades del suelo, mejorando su capacidad de retener
agua.
Controlan la humedad del aire a través de la transpiración de sus hojas. El 99 % del agua absorbida
por las raíces es transpirada.47
En el caso de lluvias muy intensas y prolongadas que rebasen la capacidad normal de absorción de
los bosques, es posible que, a pesar de su presencia, se produzcan inundaciones.
La selva tropical es la fuente de alrededor del 30 % del agua dulce del planeta.38
La deforestación altera los patrones climáticos favoreciendo un tiempo más cálido y seco, y por
tanto incrementando la sequía, la desertificación, la pérdida de cosechas, la fusión de los polos, las
inundaciones costeras y el desplazamiento de flora y fauna36
Impacto en el suelo
Los bosques naturales tienen un ritmo de erosión muy bajo, aproximadamente 2 toneladas
métricas por kilómetro cuadrado.48 La deforestación generalmente incrementa el ritmo de
pérdida de suelo al aumentar la escorrentía y reducir el escudo de residuos vegetales. Esto puede
ser una ventaja en los suelos de selvas tropicales excesivamente lavados. Las propias operaciones
de tala incrementan la erosión por la construcción de carreteras y el uso de maquinaria pesada.
La Meseta de Loes en China fue despojada de sus bosques originales hace milenios. Desde
entonces ha estado erosionándose, creando profundas cárcavas, proporcionando el sedimento
que da al río Amarillo su color característico y favoreciendo las inundaciones en su curso bajo.
La desaparición de los árboles no siempre incrementa el ritmo de erosión. En ciertas regiones del
suroeste de Estados Unidos los arbustos y los árboles han estado limitando las praderas. Los
propios árboles refuerzan la pérdida de plantas herbáceas en el suelo sombreado por sus copas. Si
el suelo queda desnudo, es muy vulnerable a la erosión. El Servicio Forestal estadounidense, por
ejemplo en el parque nacional Bandelier, estudia cómo restaurar el ecosistema, y reducir la
erosión, quitando los árboles.
Impacto en la biodiversidad
Se estima que cada día estamos perdiendo 137 especies de plantas y animales (incluidos insectos)
debido a la deforestación de las selvas, lo que supone 50 000 especies anuales.64 Autores como
Lewin et al. afirman que la deforestación de las selvas está contribuyendo a la extinción masiva del
Holoceno.6566
Los ritmos conocidos (no estimados) de extinción de mamíferos y aves por la deforestación son
mucho más bajos, aproximadamente una especie por año. Pero si se extrapola a todas las especies
sale la cifra de aproximadamente 23 000 cada año. Se ha predicho que el 40 % de las especies
animales y vegetales del sudeste asiático podría desaparecer en el s. XXI.67 Posteriormente se han
cuestionado estas predicciones al observarse en 1995 que en el sudeste asiático la mayoría del
bosque original ha sido transformado en plantaciones de monocultivo, pero que las especies
potencialmente amenazadas son pocas, y que los árboles y el resto de la flora permanecen
estables y muy extendidos.68 La comprensión científica del proceso de extinción es insuficiente
para hacer predicciones acertadas sobre el impacto de la deforestación en la biodiversidad.69 La
mayoría de las predicciones de pérdida de biodiversidad ocasionada por operaciones silvícolas se
basan en modelos especie-área, asumiendo que si el bosque decae, la diversidad de las especies
decaerá de modo similar. 70 Sin embargo muchos de esos modelos han demostrado ser erróneos
y la pérdida de hábitat no lleva necesariamente a la pérdida de especies a gran escala.70 Se sabe
que los modelos especie-área sobreestiman el número de especies amenazadas propias de las
áreas que están siendo deforestadas, y mucho más en el caso de especies más difundidas
(presentes tanto en áreas que están siendo deforestadas como en las que se están dejando
intactas).68
Un estudio de 2012 sobre la Amazonia predice que, pese a la falta de extinciones por ahora, hasta
el 90 % de las predichas se producirá en los próximos 40 años.71
Fragmentar los bosques, o incluso trazar carreteras en ellos, tiene un fuerte impacto sobre la
biodiversidad: un estudio72 publicado en Nature en 2017 muestra que el 85 % de las especies de
animales que viven en una selva se ven afectadas por el efecto linde. El 46 % aumenta73 su
abundancia, y el 39 % (en general, las especies más amenazadas, y especialmente anfibios
pequeños, grandes reptiles y mamíferos no voladores de tamaño medio) la disminuye.
Lucha contra la deforestación
Reducción de emisiones
Las principales organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas y el Banco Mundial,
han empezado a desarrollar programas de lucha contra la deforestación. El término general REDD
(siglas en inglés de Reducción de Emisiones de Deforestación y Degradación) describe estos
programas, que emplean incentivos monetarios directos o de otro tipo para animar a los países en
desarrollo a que limiten o reviertan su deforestación. Se ha debatido sobre la financiación, pero en
la decimoquinta conferencia de las partes (COP 15) de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Copenhague (diciembre de 2009) se alcanzó un
acuerdo por el que los países desarrollados se comprometieron a aportar recursos nuevos y
adicionales, incluidas la silvicultura e inversiones canalizadas por instituciones internacionales, que
se aproximarán a los 30 millardos de dólares para el período 2010-201274 Se está trabajando
significativamente en herramientas para controlar cómo los países en desarrollo cumplen los
objetivos REDD a los que se han comprometido. Estas herramientas, que incluyen seguimiento
remoto de los bosques por imágenes satelitales y otras fuentes de datos, incluido FORMA
(acrónimo en inglés de iniciativa de Seguimiento Forestal para la Acción) del Centro para el
Desarrollo Global 75 y el portal de seguimiento del carbono forestal del Grupo de Observación de
la Tierra (GEO por sus siglas en inglés).76 También se dio importancia al guiado metodológico para
el seguimiento de los bosques en la COP 15.77 La organización medioambiental Socios para Evitar
la Deforestación encabeza la campaña para el desarrollo de la REDD a través de financiación del
Gobierno estadounidense.78 En 2014 la FAO, con varios socios, lanzó Open Foris —un conjunto de
programas informáticos de código abierto para ayudar a los países a recoger, producir y difundir
información sobre el estado de sus recursos forestales—.79 Estos programas (hay versión en
español) sirven para todo el ciclo de vida del inventario forestal, desde la valoración de las
necesidades, diseño, planificación, recogida y gestión de datos sobre el terreno, análisis
estimativos y difusión. Se incluyen herramientas para el procesado de imágenes remotas, así como
para las comunicaciones internacionales REDD y MRV (siglas en inglés de medida, comunicación y
verificación).
Para evaluar las implicaciones generales de las reducciones de emisiones, los países donde se
concentra la mayor atención son los de mucho bosque y altos ritmos de deforestación (HFHD por
sus siglas en inglés) y los de poco bosque, pero altos ritmos de deforestación (LFHD por sus siglas
en inglés). Países HFHD se consideran Brasil, Camboya, Corea del Norte, Guinea Ecuatorial,
Malasia, Islas Salomón, Timor Este, Venezuela y Zambia. En cambio se anotan como LFHD
Afganistán, Benin, Botswana, Birmania, Burundi, Camerún, Chad, Ecuador, El Salvador, Etiopía,
Ghana, Guatemala, Guinea, Haití, Honduras, Indonesia, Liberia, Malaui, Malí, Mauritania,
Mongolia, Namibia, Nepal, Nicaragua, Níger, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Filipinas, Senegal, Sierra
Leona, Sri Lanka, Sudán, Togo, Uganda, Tanzania y Zimbabue.80
En China el Estado paga 7 500 yuanes anuales por hectárea (equivalentes en 2018 a unos 937
euros) durante 5 años a los agricultores de zonas señaladas como prioritarias para la reforestación
si abandonan sus cultivos, plantan árboles y se dedican a cuidarlos, limpiando el follaje.3
Propiedad de la tierraSe afirma que transferir la propiedad de los terrenos donde se ubican los
bosque a las poblaciones indígenas es una manera eficiente de protegerlos. 82 Esto incluye la
protección de tales derechos cuando las leyes existentes los conceden, como en la ley india de
bosques.82 Se sostiene que transferir estos derechos en China, quizá la mayor reforma agraria de
la edad contemporánea, ha incrementado la cobertura forestal.83 En Brasil, las áreas forestales
cuya propiedad se ha transferido a pueblos indígenas sufren menos tala permanente que incluso
los parques nacionales.83
Talar el bosque y plantar con métodos agrícolas tradicionales rinde poco. Algunos métodos
agrícolas nuevos que ofrecen mucho mayor rendimiento por hectárea (y por tanto permiten talar
menos bosque, o no talarlo en absoluto, si se aplican al terreno donde se usaban métodos
tradicionales)4 son: plantas hibridadas, invernaderos, huertos urbanos o hidroponía. Estos nuevos
métodos dependen a menudo de insumos químicos (abonos, pesticidas) para mantener alto su
rendimiento. En la agricultura cíclica84 (llamada así por oposición a la agricultura itinerante, en
que una tribu tala una zona de bosque, la cultiva y, cuando la tierra se agota, la abandona para
talar una nueva zona) el ganado pasta sobre tierra dejada en barbecho, fertilizándola y
preparándola para una próxima siembra. La rotación de cultivos es una forma de agricultura
cíclica. Por otra parte la agricultura biointensiva obtiene rendimientos muy altos en terrenos muy
reducidos sin emplear sustancias químicas. La agricultura intensiva, en cambio, puede disminuir
los nutrientes del suelo85 a un ritmo acelerado. El enfoque más prometedor, sin embargo, es la
jardinería forestal (traducción habitual, pero poco afortunada del término forest gardening; poco
afortunada porque, en español, la jardinería es ornamental,86 no nutricional; la traducción
francesa, bosque nutritivo da una mejor idea del significado) en permacultura, que consiste en
sistemas agroforestales, cuidadosamente diseñados para imitar a los bosques naturales, que
favorecen las especies animales y vegetales de interes nutricional, maderero y otros usos. Estos
sistemas tienen baja dependencia de combustibles fósiles y sustancias químicas, necesitan poco
mantenimiento, son altamente productivos y causan poco impacto en el suelo, la calidad del agua
y la biodiversidad.
Seguimiento de la deforestación
Hay múltiples métodos adecuados y fiables para seguir la deforestación. Uno de ellos es la
interpretación visual de fotos aéreas o imágenes por satélite. Es intensivo en mano de obra, pero
no requiere formación de alto nivel en procesamiento automatizado de imágenes ni una fuerte
inversión en ordenadores.87 Otro método es el análisis de los puntos calientes (hotspots, zonas de
rápido cambio) empleando la opinión de expertos o imágenes de satélite de baja resolución para
identificar estas zonas, y entonces realizar análisis digitales detallados sobre imágenes satelitales
de alta resolución.87 Normalmente se valora la deforestación cuantificando la cantidad de área
deforestada, medida en el momento actual.
Desde un punto de vista medioambiental, cuantificar el daño y sus posibles consecuencias es una
tarea más importante, mientras que los esfuerzos de conservación se centran en proteger los
bosques y desarrollar usos de la tierra alternativos para evitar que la deforestación continúe.87 El
ritmo de deforestación y el área total deforestada se han utilizado ampliamente para el
seguimiento de la deforestación en muchas regiones, entre ellas la Amazonia brasileña por el
INPEN(Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais).41 Está disponible una vista satelital de la
Tierra.8889
Gestión forestal
Desde hace siglos se han hecho esfuerzos para detener o frenar la deforestación, porque hace
mucho tiempo que se sabe que puede causar daños ambientales tan graves que lleven a la
desaparición de sociedades enteras. En Tonga los gobernantes desarrollaron políticas para evitar
los conflictos entre las ganancias a corto plazo de convertir los bosques en tierras de cultivo y los
problemas a largo plazo que ocasiona la desaparición del bosque.90 En Japón, durante el
shogunato Tokugawa (s. XVII-XVIII) 90 los shogunes desarrollaron un avanzado sistema de
planificación a largo plazo para detener e incluso revertir la deforestación de los siglos
precedentes, mediante la sustitución de la madera por otros productos y un uso más eficiente de
la tierra que se había cultivado durante centurias. En la Alemania del s. XVI los terratenientes
desarrollaron la silvicultura para lidiar con los problemas de la deforestación. Sin embargo esas
políticas tienden a limitarse a ecosistemas con suficiente lluvia, sin estación seca y suelos muy
jóvenes (resultado de vulcanismo o glaciaciones). En suelos más viejos y menos fértiles los árboles
crecen demasiado despacio como para que la silvicultura sea económica, mientras que en zonas
con una larga estación seca, siempre hay un riesgo de que un incendio forestal destruya los
árboles plantados antes de que maduren.
En las zonas donde se practica la agricultura de tala y quema (llamada también de roza y quema),
el cambio a talar y carbonizar (en vez de quemar, con llama, en fuego abierto y combustión
completa, la materia vegetal cortada, convertirla en carbón vegetal mediante combustión
incompleta y esparcir el carbón sobre el terreno), no solo es un método duradero de fijación del
carbono. También es extremadamente enriquecedor para el suelo. Mezclando el carbón vegetal
con biomasa se crea la terra preta (preta por la palabra portuguesa para el color negro, no por
prieta), uno de los suelos más ricos y el único conocido que se autorregenera.
Prácticas sostenibles
Se promueve el bambú como una alternativa más sostenible que cortar leña para combustible.91
La certificación de que un bosque se explota de manera sostenible, como la proporcionada por los
sistemas mundiales Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC por sus siglas
en inglés) o Consejo de Administración Forestal (FSC por sus siglas en inglés) contribuye a contener
la deforestación al crear mercado para productos de bosques gestionados sosteniblemente. De
acuerdo con la FAO, «Una condición indispensable para la adopción de la gestión forestal
sostenible es la demanda para productos producidos sosteniblemente y el deseo de los
consumidores de pagar por los mayores costes que implican. La certificación representa cambiar
de planteamientos regulatorios a incentivos de mercado para promover la gestión forestal
sostenible. Al promover los atributos positivos de productos forestales de bosques gestionados
sosteniblemente, la certificación se enfoca en el lado de la demanda de la gestión
medioambiental.»92 En cambio, la australiana Rainforest Rescue alega que los estándares de
organizaciones como FSC están demasiado conectados con la industria maderera y que por tanto
no garantizan una gestión forestal sostenible y socialmente responsable. Que en realidad los
sistemas de seguimiento de las certificaciones son inadecuados y en el mundo se han
documentado varios casos de fraude.93
Algunas naciones han tomado medidas para incrementar el número de árboles sobre la Tierra. En
1981 China creó el día nacional de plantado de árboles y en la década que comenzó en 2001 la
cobertura forestal ha alcanzado el 16,55 % del territorio cuando en la que comenzó en 1991 solo
era del 12 %.94
Usar como leña el bambú, que técnicamente no es un árbol, sino una hierba (concretamente una
gramínea) conduce a una combustión más limpia que la de madera de árbol, y como el bambú
madura mucho más rápido que la madera, se reduce la deforestación, porque el suministro se
puede reponer más rápidamente.91
Reforestación
En muchas partes del mundo, especialmente el este de Asia, la reforestación y la forestación están
incrementando las áreas boscosas.95 La cantidad de bosque ha aumentado en 22 de las 50
naciones del mundo con más bosques. Asia en conjunto ganó un millón de hectáreas de bosque
entre 2000 y 2005. El bosque tropical en El Salvador creció más del 20 % entre 1992 y 2001.
Basándose en estas tendencias, un estudio96 estima que la superficie forestal mundial en 2050
será un 10 % —una superficie de la extensión de la India— superior a la de 2006 .
En China, donde se han destruido bosques a gran escala, ha sido obligación legal de cada
ciudadano capacitado de entre 11 y 60 años el plantar de 3 a 5 árboles anualmente, o hacer la
cantidad de trabajo equivalente en otros servicios forestales. El Gobierno chino sostiene que,
desde 1982, se ha plantado cada año al menos un millardo de árboles y se han recuperado
anualmente 50 000 km2 de superficie forestal.3 En 2016 esta obligación ya no se encuentra
vigente, pero cada 12 de marzo en China son las vacaciones de plantado. Además está en marcha
el proyecto Gran Muralla Verde de China que, plantando árboles, pretende frenar la expansión del
desierto de Gobi. Aunque debido al alto porcentaje de árboles que mueren después de plantarlos
(hasta el 75 %) el proyecto no está teniendo mucho éxito, la superficie forestal en el norte del país
ha pasado del 5 al 12,4 %.3 En China la superficie forestal ha aumentado 47 millones de hectáreas
desde la década que comenzó en 1971.96 El número total de árboles en 2001 se estimaba en 35
millardos.94 Otra propuesta ambiciosa para China es el sistema aéreo de reforestación y control
de la erosión.
En África, con un nombre parecido, la Gran Muralla Verde de África, se está llevando a cabo otra
iniciativa de contención del desierto (el Sahara en este caso) mediante el plantado de árboles. Se
ha propuesto utilizar invernaderos de agua marina.
En los países occidentales, la creciente demanda del consumidor por productos forestales que
hayan sido cultivados y cosechados de forma sostenible está haciendo que los propietarios de
bosques y la industria maderera rindan cada vez más cuentas de sus prácticas de gestión forestal y
tala.
Plantaciones de árboles
Para satisfacer la demanda mundial de madera, los silvícolas Botkins y Sedjo proponen
plantaciones de árboles de alto rendimiento. Se ha calculado que plantaciones que produzcan 10
m³ (metros cúbicos) de madera por hectárea anualmente podrían suministrar toda la madera que
demanda el comercio internacional utilizando solamente el 5 % del área forestal actual. Los
bosques naturales solo producen entre 1 y 2 m³ por hectárea, y por tanto se requeriría de 5 a 10
veces más terreno para satisfacer la demanda. El ingeniero de montes Chad Olivier propone un
mosaico de bosques de alto rendimiento entremezclados con tierras preservadas.101
Los bosques plantados se incrementaron en el mundo del 4,1 al 7,0 % de la superficie forestal total
entre 1990 y 2015102 En 2015 sumaban 280 millones de hectáreas, un incremento de alrededor
de 40 millones de hectáreas desde 2010.103 El 18 % de estos 280 millones son especies exóticas o
introducidas, mientras que el resto son nativas del país donde se han plantado. En el este y sur de
África, Sudamérica y Oceanía los bosques plantados son principalmente de especies introducidas:
65, 88 y 75 % respectivamente. En Norteamérica, Asia central y occidental, y Europa, las
proporciones de especies introducidas son muy inferiores: 1, 3 y 8 % del área total plantada
respectivamente.102
Bibliografía
Francisco Costa Esparza, expositor asamblea FAO-ONU Caracas Venezuela Octubre de 2010
(Representante para la Región Norte de América Latina).
William F. Ruddiman. Los tres jinetes del cambio climático Ed. Turner Noema, ISBN 978-84-7506-
852-7.
Montenegro, Celina; Gasparri, Ignacio; Manghi, Eduardo; Strada, Mabel; Bono, Julieta; Parmuchi,
María Gabriela, Informe sobre deforestación en Argentina; Edición de Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable — PDF.
https://es.wikipedia.org/wiki/Deforestaci%C3%B3n
2020Índice.
Introducción…………………………………………………………………………3
Deforestación en Venezuela……………………………………………………..4
Causas de La Deforesta...
Introducción.
Deforestación en Venezuela.
Venezuela es uno de los ocho (8) países del mundo más ricos en
biodiversidad. La ...
Consecuencias:
deforestación.
Conclusión.
Anexos
Causa de La Deforestación.
Consecuencias de La Deforestación.
Bibliografía.
Cons...
12
14 de 14
Deforestación en venezuela.
3.778 visualizacione.
¿Qué es la deforestación?
También se talan y queman los árboles de forma masiva para disponer de suelo para la agricultura,
la minería y la ganadería.
Los árboles producen oxígeno que nosotros usamos para respirar. En 10 horas, una hectárea de
árboles produce oxígeno para 400 personas.
Los árboles envían la humedad del ambiente a los mantos acuíferos creando así agua subterránea
que extraemos para el consumo humano.
Los árboles nos dan sombra en verano y nos protegen de la lluvia y el viento.
Además, los árboles tienen muchos beneficios para nuestra salud que puedes conocer en mi
artículo beneficios de la naturaleza para la salud.
Son muchas las funciones de los árboles que contribuyen al equilibrio de nuestros ecosistemas. Sin
embargo, estamos acabando con ellos.
La Selva Amazónica es el bosque más grande del planeta y ya ha perdido el 18% de su superficie y
su destrucción continúa.
Si seguimos con este ritmo de deforestación masiva, la mitad de la Selva Amazónica podría
desaparecer para el año 2050.
Las mayores amenazas para la Selva Amazónica son el comercio ilegal de la madera, la expansión
de los cultivos de soja y la expansión ganadera para la obtención de carne destinada al consumo
humano. Por desgracia, la Selva Amazónica no es el único ejemplo de deforestación.
Entonces, ¿Cómo prevenir la deforestación de los bosques? ¿Qué podemos hacer cada uno de
nosotros?
Podemos plantar árboles autóctonos allí donde nos encontremos. Basta con buscar información
por internet para hacernos voluntarios en algún proyecto de reforestación que se esté llevando a
cabo en estos momentos en nuestro país.
Si ahora no puedes asistir como voluntario a algún proyecto de reforestación, puedes usar
habitualmente el buscador Ecosia para realizar tus búsquedas en internet y los propietarios del
mismo se comprometen a plantar árboles con el 80% de los beneficios de la publicidad de dicho
buscador.
Dicho de otra manera, Ecosia lleva plantados millones de árboles alrededor de todo el mundo y
por cada 45 búsquedas aproximadamente que realices en su buscador, consigues que planten un
árbol.
Podemos comprar solo aquellos productos de madera que tengan el certificado FSC, el cual
garantiza que esos productos provienen de bosques bien gestionados.
Podemos comprar productos hechos con materiales alternativos a la madera de los árboles como
el Maderón (que ahora se llama Duralmond) que se hace con las cáscaras de almendras o con las
cáscaras de nueces trituradas y resina formando así un composite que sirve para moldear sillas y
muebles.
También tenemos materiales alternativos a la madera de los árboles como el bambú, el cáñamo, el
plástico, el corcho, el cartón y la paja.
Reciclar el papel
Podemos reciclar el papel y reutilizar los folios escritos por una cara usando la otra.
REBAJAS 2500 folios de papel versando EcoWhite 80 A4 80 g – papel reciclado para fotocopiadora,
impresora,...
4 Opiniones
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Ver Precio
Podemos consumir nosotros directamente la soja no transgénica en vez de dársela a los animales
que van a ser sacrificados cruel e innecesariamente para que nosotros nos comamos su carne.
De este modo, no haría falta talar tantos árboles en la Selva Amazónica con el objetivo de
conseguir grandes extensiones de terreno para el cultivo de la soja ni grandes extensiones de
terreno para que vivan estos animales destinados al consumo humano.
Por ejemplo, para producir 1 kilo de carne de vaca se necesitan más de 15 kilos de soja y otros
cereales.
En cambio, ¿cuántas personas pueden alimentarse con esos más de 15 kilos de soja y otros
cereales que hemos destinado para conseguir ese kilo de carne? Piénsalo.
Podemos educar y educarnos para proteger nuestros bosques de incendios causados por la falta
de conciencia humana.
ADS
Podemos solicitar a nuestros gobernantes que declaren áreas de bosques protegidas a través de
diferentes plataformas como change.
Estas son solo algunas de las medidas para evitar la deforestación que podemos tomar pero es
posible que tú conozcas más y estaré encantado de que me las des a conocer en los comentarios
de este artículo.