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DEFORESTACION

¿Qué es?

La deforestación es la destrucción o agotamiento de la superficie forestal (bosques naturales), habitualmente debido a


la acción humana mediante la tala o la quema de árboles, con el objetivo de ganar insumos industriales (como la
industria maderera y papelera, entre otras) o bien superficie cultivable para las labores agropecuarias.

Si bien la deforestación es un proceso provocado principalmente por las actividades humanas, en ocasiones es posible
que los bosques sufran daños similares debido a accidentes naturales, como los incendios forestales durante la sequía o
la actividad volcánica.

Del modo que sea, la deforestación es una de las amenazas más serias que actualmente se ciernen sobre las masas
forestales del planeta. Pone en jaque el hogar de millones de especies y tiene un impacto tremendo en el deterioro de
los suelos y en la fijación de carbono (proceso directamente relacionado con la fotosíntesis realizada por las plantas).

Tipos de desforestación

La deforestación es un fenómeno único, que puede clasificarse de acuerdo a sus causas en dos tipos:

 Deforestación natural. Se debe a los efectos de accidentes naturales y eventos propios de la dinámica terrestre,
por lo que no se pueden anticipar ni detener una vez comenzados. Este tipo de deforestación ocurre, por
ejemplo, cuando hay grandes tormentas con rayos, tornados, erupciones volcánicas o incendios forestales, que
pueden destruir un bosque en muy poco tiempo. Otra de las causas de la deforestación natural son las plagas y
enfermedades propias de los árboles, provocadas por insectos (como escarabajos y pulgones) que son capaces
de producir una “tala natural” masiva de árboles

 Deforestación humana. Es fruto directo o indirecto de las actividades humanas y son, por lo tanto,
responsabilidad nuestra. Representan la principal causa de deforestación y, a diferencia de los fenómenos
naturales, pueden ser evitadas. Entre las principales causas de la deforestación humana se encuentran:

 Expansión de la mancha urbana.


 Tala indiscriminada con fines agrícolas.
 Operaciones madereras y papeleras a gran escala.
 Leyes forestales deficientes y Estados negligentes.

Consecuencias de la deforestación

Las principales son:

 Pérdida de biodiversidad. Las selvas y los bosques son algunos de los ecosistemas más fecundos del planeta,
albergan miles o millones de formas de vida de todo tipo (un alto porcentaje de las cuales ni siquiera ha sido
descubierto por la humanidad). Todo ello se pone en riesgo si destruimos su hábitat.
 Aumento del carbono en la atmósfera y calentamiento global. Los bosques cumplen con una función
termorreguladora del planeta ya que absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) que utilizan
para realizar la fotosíntesis, proceso que permite la fijación del carbono y la liberación de oxígeno (O 2) a la
atmósfera. Al deforestar, se incrementan los niveles de dióxido de carbono, que se acumula en la atmósfera.
Esta alteración en el ciclo de este gas trae como consecuencia un aumento en la temperatura mundial, pues el
CO2 es el principal gas de efecto invernadero.
 Destrucción de los suelos. La radiación solar, el viento y la lluvia (todos factores erosivos) son atenuados en una
importante medida por la presencia de los bosques, que actúan como defensa del suelo. Sin ellos, los elementos
inciden directamente en el suelo, ocasionando cambios de relieve y erosiones.
 Empobrecimiento del aire. Los bosques, además, liberan importantes cantidades de vapor de agua a la
atmósfera, lo cual contribuye a mantener los suelos húmedos y aporta al ciclo hidrológico. La disminución de
este aporte produce aires más secos.
 Desertificación. Es uno de los fenómenos más terribles asociados a la deforestación a gran escala es la
desertificación, o sea, la aparición de nuevos desiertos o expansión de los desiertos existentes.

Importancia de los bosques

Los bosques son uno de los depósitos más importantes de diversidad biológica terrestre. El conjunto de bosques
tropicales, templados y boreales ofrece hábitats muy diversos para las plantas, los animales, los hongos y los
microorganismos.

La diversidad biológica es la base de la amplia gama de bienes y servicios que los bosques proveen a la humanidad. La
variedad de árboles y arbustos forestales desempeña un papel decisivo en la vida diaria de las comunidades rurales de
muchas zonas, ya que estos son fuente de productos madereros y no madereros, contribuyen a la conservación de los
suelos y las aguas y son depositarios de valores estéticos, éticos, culturales y religiosos. Los animales que habitan los
bosques son una fuente vital de nutrición e ingresos para muchas personas y ejercen una función crucial en la ecología
forestal, como la polinización, la depredación, dispersión y germinación de semillas, y la depredación de especies que
podrían convertirse en plagas.

Los bosques representan más del 10 % del PBI en muchos de los países más pobres. Se estima que el sector forestal
procura empleo oficial a 10 millones de personas y empleo informal a otros 30 a 50 millones de personas en los países
en desarrollo. A pesar de su importancia en la economía mundial, no se ha adelantado mucho en materia de ordenación
forestal sostenible y la pérdida y la degradación de los bosques continúa produciéndose en numerosos países en
desarrollo. La pérdida de diversidad forestal implica la falta de oportunidades de obtener medicinas, alimentos, materias
primas y empleo; en una palabra: bienestar.

Deforestación en Argentina

Se llama bosques nativos a aquellos bosques constituidos por árboles indígenas (autóctonos), que han evolucionado y se
han renovado naturalmente a partir de organismos que ya estaban en una determinada región. A principios de siglo los
bosques nativos cubrían un tercio del territorio argentino. Eran más de cien millones de hectáreas compuestas por
distintos ecosistemas, desde la exuberancia tropical de las yungas a la seca austeridad del cardonal. Hoy sólo queda la
tercera parte, cerca de treinta y tres millones de hectáreas: durante los últimos dos siglos muchos de aquellos árboles
fueron talados o barridos por incendios, principalmente para la obtención de tierras para actividades agropecuarias. A
este ritmo de destrucción, nos quedaríamos prácticamente sin bosques dentro de un siglo.

Los datos oficiales de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación revelan que la Argentina se
encuentra en una verdadera emergencia: entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas de bosques nativos. En
los últimos cuatro años el proceso se acentuó y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas, es decir 280.000
hectáreas menos de bosques por año, 821 hectáreas por día, 34 hectáreas por hora.

Además de la pérdida acelerada de bosques nativos, aquellos que quedan en pie sufren un proceso continuo de
degradación desde hace más de cien años. Ya sea para extraer madera, tanino, durmientes de ferrocarriles, postes de
alambrados o carbón, la explotación forestal de los bosques nativos tuvo históricamente y tiene hasta nuestros días
características mineras. Esto quiere decir que no se aplican técnicas de manejo o reforestación para asegurar su
renovación o regeneración, sino que simplemente se extraen los mejores ejemplares hasta su agotamiento. Una de las
razones para este comportamiento es la escasa rentabilidad y consecuente informalidad del sector forestal. Sumado a
esto, la falta de acceso al asesoramiento técnico y al uso de las mejores tecnologías disponibles agravan la situación

La deforestación en nuestro país ocurre principalmente en el Chaco Seco, donde el bosque es eliminado por la
expansión agrícola y ganadera, en especial por el monocultivo de soja transgénica. El Chaco Húmedo y la selva
pedemontana de las Yungas forman parte también de la lista de áreas amenazadas. La Selva Misionera alberga la más
alta biodiversidad del país, pero sólo queda un 7% de la superficie original, y la mayor parte se encuentra en nuestro
país, ya que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida.

En los bosques nativos de Argentina encontramos los mayores recursos económicos y culturales disponibles en el sur del
continente; allí se desarrollan micro culturas, etnias, aldeas, grupos humanos que peligran su supervivencia frente al
avance de la deforestación; de más está recordar la muerte de niños y adultos integrantes de la comunidad Toba en el
bosque chaqueño por desnutrición ante la pérdida del hábitat. Este lamentable hecho no es más que una muestra
mínima en relación al peligro que representa la depredación del hábitat natural.

Consecuencia de falta de arboles

- Agudización de la sequía: estamos padeciendo el período más seco del siglo. Debemos tener en cuenta que los bosques
atraen la lluvia y que donde hay mucha vegetación aumenta la humedad ambiente, así como las reservas de agua en el
subsuelo.

- Veranos más calurosos: el árbol también conserva la humedad del suelo y regula el clima. Es decir: crea microclimas. La
tierra sin árboles experimenta variaciones de temperatura y de humedad.

- Vientos a lo largo del día y durante las diferentes estaciones mucho mayores que las superficies arboladas. -
Inundaciones: el humus del suelo retiene el agua de lluvia y las raíces evitan que se vaya la tierra. Triste prueba de esto
es que donde ha habido un incendio es probable que el año siguiente haya inundaciones.

- Erosión: aparte de impedir que el viento y el agua se lleven la tierra fértil, el árbol impide que el sol convierta el suelo
en desierto, ya que la luz está hecha para las hojas, no para el suelo, el cual se seca y agrieta. El suelo del bosque suele
ser blando, mientras que donde no hay árboles es duro, como una costra.

- El árbol es algo más que una fábrica de madera:

 Es el mejor captador solar: aprovecha la energía del sol, que es una energía gratis y no contaminante.

 Fertiliza el suelo: los materiales inertes, los minerales, etc. son transformados en materia orgánica.

 Él mismo se transforma en abono (hojas, frutos, raíces y todo él cuando muere).

 Da alimento y escondite a los animales del bosque.

Problemática - ¿Por qué se debe reciclar el papel?

Impacto ambiental del papel. ¿Cómo y cuánto contamina?

Contaminación durante el proceso de fabricación

La problemática con el papel comienza desde el primer momento, ya que su propia fabricación y los procesos que
intervienen en ella son una enorme fuente de contaminación. Entre los puntos más relevantes en este campo se
encuentran los siguientes:

 Se lleva a cabo el consumo de grandes cantidades de madera, algo que conlleva directamente la deforestación
de los pulmones de la Tierra. Sin embargo, los efectos van más allá de la importante y preocupante tala de
árboles: también implican la pérdida de bosques y zonas verdes, destruyendo la flora de zonas específicas e
influyendo directamente en el hábitat de la fauna que habita en eses lugares.
 Implica el consumo de grandes cantidades de agua y de energía. De hecho, esta industria utiliza más agua por
cada tonelada producida que cualquiera otra, por lo que es un hecho alarmante.
 Durante los procesos que se llevan a cabo se producen gases de efecto invernadero, nocivos para el planeta y
que aceleran el cambio climático, y se contaminan tanto el aire como el agua.
 Para su distribución es necesaria el transporte en grande escala, por lo que esto es otra fuente nueva de
contaminación del aire y de desperdicio de recursos.

Contaminación por el uso y por el consumo

El papel y el cartón son tan habituales en nuestro día a día que nunca reparamos en la gran cantidad de elementos que
malgastamos. Como indicamos con anterioridad, tanto los usuarios a nivel individual como las empresas consumen una
increíble cantidad de papel y la realidad es que, aunque ahora estamos más concienciados con el reciclaje, aún se siguen
tirando la mayoría de los elementos que utilizamos.

De esta forma, además de la contaminación que se genera en la fabricación del papel, hay que añadir la que se genera
una vez que utilizamos el papel y nos deshacemos de él, generando de nuevo gastos y emisiones en transporte,
desplazamiento y destrucción.

¿Por qué es bueno reciclar el papel?

La fabricación de papel a escala industrial tiene enormes efectos sobre el medio ambiente. La obtención y el
procesamiento de las materias primas tienen una variedad de efectos negativos sobre él, como la deforestación excesiva
de los bosques y el agotamiento de las reservas de agua. El sector manufacturero también tiene su propia parte de los
efectos negativos. Estos son a menudo problemas de eliminación de residuos. Cuando el papel y otros materiales
adecuados se reciclan todos estos impactos ambientales se reducen significativamente.

También científicos han demostrado que hay una reducción en la contaminación atmosférica y del agua cuando se
producen productos nuevos a partir de papel reciclado. La contaminación del agua se reduce en un 35 por ciento y la
contaminación del aire se reduce en un 74 por ciento.

Fabricar mil kilos de papel blanco supone el consumo de 100.000 litros de agua, un bien cada vez más escaso. De ellos,
un 10% altamente contaminado se vierte a los ríos. La industria papelera está entre las más contaminantes. Su alta
toxicidad es debida fundamentalmente al proceso de blanqueo con cloro, que es el gran problema de la industria
papelera:

- Los llamados compuestos organoclorados (más de mil diferentes) se forman al reaccionar la pulpa de madera con el
cloro. De ese cóctel químico se conocen realmente solo unos 300.

- Los organoclorados son peligrosos porque no existen en el medio de forma natural, son de invención humana: su
persistencia en el tiempo es enorme, porque los seres vivos no disponen de medios para excretarlos y por eso aumentan
su concentración al recorrer la cadena trófica. Todo vertido de cloro al ambiente, en forma líquida o sólida, como
algunos plásticos (PVC) produce este fenómeno.

- Una serie de compuestos organoclorados son especialmente peligrosos: las llamadas dioxinas, el veneno más potente
que se haya inventado jamás. Su toxicidad es 70,000 veces mayor que la del cianuro. Un cartón de leche sin protección
interior de aluminio puede contaminar de dioxinas el contenido del envase, por lo que algunos países, como Nueva
Zelanda, los han prohibido.

Soluciones

1. Reducir el uso diario de papel

El consumo forma parte importante del proceso de producción de papel, por esta razón utilizar cada día miles de hojas
de manera innecesaria causa daños irreversibles al medio ambiente. 

Para disminuir el consumo de papel y utilizarlo de manera eficaz, se propone que se realicen las siguientes acciones:

 Imprimir documentos por los dos lados de la hoja;


 Ajustar las propiedades de impresión e imprimir “por defecto";
 Reducir el número de impresiones innecesarias;
 Reducir el número de fotocopias innecesarias;
 Apoyarse de pizarrones en lugar de hojas sueltas;
 Informar y motivar a que las personas de tu entorno realicen estas nuevas prácticas.

2. Aprovechar la tecnología y digitalizar sus procesos

Actualmente, con las herramientas tecnológicas que las empresas tienen a su alcance, es mucho más fácil reducir el
consumo de papel.

Y es que gracias a los ordenadores, tablets y smartphones  es posible realizar distintos procesos de manera digital y
olvidarse—en la medida de lo posible— del papel. Así que aprovecha de estas tecnologías de la siguiente forma:

 Realiza transferencias de archivos vía electrónica;


 Transfiere y firma documentos de manera electrónica;
 Guarda tus archivos en la nube;
 Gestiona pagos, órdenes de compra o declaraciones “online”.

3. Utilizar soluciones digitales

Hoy en día, existen muchas formas de dejar de usar el papel en las organizaciones de todo el mundo. Una forma muy
efectiva es el empleo de herramientas digitales.

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