La optimización de los procesos de producción de leche, no solo tienen un impacto
económico en la organización, sino además una incidencia considerable en el medio
ambiente. El calentamiento de la leche durante los diversos procesos de pasteurización, requiere elevados consumos de agua, de acuerdo al Centro de Actividad para la Producción Limpia se estima que se consumen entre uno a tres litros de agua por cada kilo de leche tratada, de ahí la relevancia de generar mecanismos que mejoren no solo la rentabilidad de la organización sino que con lleven a una producción más sostenible. La optimización dentro de los procesos industriales trae inmerso un componente energético, cuyas variables son herramientas para toma de decisiones desde todas las áreas de la organización especialmente financiera.