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Terapia, competencias de acción:

La importancia de aplicar las habilidades terapéuticas en una sesión con un paciente o cliente nos
lleva a comprometernos con el manejo de cada uno de los componentes que las conforman.
En este caso abordaremos específicamente las competencias de acción que son: preguntas
(abiertas, cerradas), confrontación, interpretación e información. Mismas que nos ayudarán a que
nuestras sesiones terapéuticas sean realizadas de manera profesional y demos esa atención de
calidad que como expertos tenemos la obligación de brindar, notaremos como cada una de estas
competencias de acción son de vital importancia, y la aplicación de las mismas el buen manejo de
cada una siendo los beneficios y las complicaciones que podamos encontrar a lo largo del proceso
terapéutico lo que nos ayude a saber cómo y cuándo aplicarlas. Notaremos que cada una de las
competencias son herramientas que nos abren la puerta a conocer la postura del paciente o su
forma de entender su problema, en este caso debemos de ser ingeniosos al utilizar cada una de
estas competencias, es muy delicado tener en cuenta que el mal uso de estas herramientas puede
incomodar al paciente haciendo que pueda hacer un efecto contraproducente, el hacer demasiadas
preguntas puede hacerlo sentir invadido, o el hacer únicamente preguntas cerradas puede dar una
connotación de que no tenemos el control de la sesión que se está llevando a cabo, más aún son la
confrontación e interpretación, debido a que si no se formula adecuadamente, el paciente puede
pensar que estamos pasando algún límite y puede llegar a sentirse atacado, de igual manera la
información debe de ser de una forma muy imparcial o neutral para que pueda sentir que le estamos
haciendo entrega de un recurso y no es una imposición de creencias propias del terapeuta.
Por el contrario, el poder utilizarlas de forma correcta nos ayuda a dirigir el cambio en el paciente
debido que nos ayudan a realizar una intervención de forma dirigida.

Como ya hemos mencionado el uso de las competencias debe hacerse de forma correcta para que
nuestro paciente no se sienta interrogado, en este caso nos centraremos en las preguntas, aún con
la experiencia el terapeuta no debe caer en el juego de realizar muchas preguntas al encontrar la
oportunidad ya sea por un silencio aparentemente incómodo o cuando el profesional no encuentra
la forma de expresarse, debemos considerar que los silencios lejos de ser incómodos, son la
oportunidad para reflexionar del paciente, las preguntas deben ser enfocadas a un propósito
específico ya sea para obtener información o para que el paciente pueda cuestionar en él las cosas
que está haciendo, si ayudan o dificultan a sus objetivos.
Las preguntas que realizamos pueden ser abiertas o cerradas, las preguntas abiertas son las que nos
dan una posibilidad más amplia de conocer o que dejen al descubierto el interior del paciente, con
ellas encontraremos muchos beneficios en la ejecución, desde buscar más información, hasta
motivar al paciente a que tenga confianza en comunicarse dentro de la terapia, tomaremos en
cuenta que este tipo de preguntas pueden hacerse desde preguntas como tal y no de forma
interrogativa, como por ejemplo:
Háblame más sobre ese día
Me gustaría que me contara un poco de lo que sintió en ese momento.
Las preguntas abiertas más comunes son aquellas que comienzan con cuál, cómo, dónde, quién…
sin embargo debemos considerar que debemos de aplicar muy bien las habilidades de escucha antes
de la utilización de las mimas para que puedan cumplir su función de conocer más información
relacionada con la terapia y no que corra por el interés personal del terapeuta, las preguntas que
inician con Por qué… son más problemáticas que las anteriores mencionadas, debido a que
parecieran acusatorias y pueden poner a la defensiva al paciente. Las habilidades de escucha nos
ayudarán a llevar hacia una connotación correcta las preguntas que realicemos y por supuesto que
nos ayudará para que nuestra alianza terapéutica sea exitosa.

Por el contrario de las preguntas abiertas, las preguntas cerradas serán las que se limitarán en la
respuesta a un si un no o un nombre o número. Se utilizarán cuando necesitamos información
específica o deseamos disminuir el área de discusión. Un ejemplo de ello es:

¿hace cuánto tiempo que sufre de insomnio?


¿Cuántas veces lo llamó esa noche?

Debemos evitar el uso continuo de las preguntas cerradas, el hacerlo podría hacer sentir al paciente
que se encuentra en un interrogatorio y lo llevaría a no estar a gusto con la terapia y nos dificultaría
la recopilación de los datos, es por ello que a lo largo de la sesión debemos saber aplicar estos dos
tipos de preguntas para que sea una sesión armoniosa y nos de pauta a recabar la información
necesaria, el hacerlo demasiado propiciaremos a que el paciente evite temas sensibles o que nos
lleven a información importante, recordemos que debemos hacer uso de todas las herramientas
para que nuestra búsqueda de la información sea efectiva y en conjunto nos lleve a resultados
óptimos.

Abordaremos también otra competencia de acción que es la confrontación, esta es una


competencia que requiere mucha diplomacia, y debe de saber aplicarse, debe de ir enfocada a lo
que queremos que el paciente analice como incongruente y no para señalarlo o culpabilizarlo por
las razones que lo vayamos a confrontar.
Debemos considerar también la importancia de crear un rapport fuerte para poder confrontar y que
no sea interpretado como algo personal, sin embardo debe de aplicarse para que el paciente pueda
autoexaminarse y determinar el hecho del porqué de su discrepancia. No debemos aplicar dos
confrontaciones seguidas porque aumenta la idea de ataque hacia el paciente y no nos puede llevar
hacia ningún resultado positivo.

Para una efectiva confrontación el terapeuta tomará en cuenta las acciones verbales, no verbales
como gestos acciones e incluso la postura, por lo cual utilizaríamos como ejemplo:

1. Una persona que llega a la clínica diciendo que ama mucho a su mamá pero que hay veces
que no la soporta, el terapeuta puede confrontar diciendo: dices que amas mucho a tu
mamá, ¿qué te hace sentir que no la soportas? (Verbal)
2. Paciente: yo amo mucho a mi madre, pero mmm (frunce la boca y mira hacia arriba).
Terapeuta: dices que amas mucho a tu mamá, ¿Qué hace que te sientas incomoda y que
realices esos gestos? (Verbal y gestos).

Podemos encontrar en el ejercicio de esta competencia de acción muchas cosas que nos indiquen
las inconsistencias que nos lleven a ponerlo en práctica, debemos realizarlo tomando en cuenta que
el objetivo principal es la autoreflexión y no cualquier interés personal del terapeuta, es una línea
muy delgada que los separa y por lo tanto debe tratarse desde ese objetivo.
Encontraremos también las respuestas a la misma por parte del paciente, entre ellos está: la
negación, la confusión, la falsa aceptación y la aceptación genuina, en la negación encontraremos
que el paciente no acepta la observación a las discrepancias, en la confusión el hecho que no
“entienda” lo que le estamos diciendo, la falsa aceptación es la más peligrosa de todas porque nos
da un punto de vista no favorable al hacernos creer que lo acepta pero el fin en sí es que el terapeuta
no insista en ese tema que probablemente le incomode, y por último tendremos al aceptación
genuina que es la que buscamos al llevar a cabo la confrontación, ya que es la que nos abrirá la
puerta a que el paciente inspeccione su interior y que esto lo lleve a ese cambio que es lo que le va
a llevar a la funcionalidad buscada y la mejora a lo que lo aqueja.

Evaluaremos entonces la interpretación, que es una competencia de acción en la que nos


llenaremos de información e identificaremos los aspectos que el paciente nos está manifestando
para poder devolver un punto de vista que el paciente no ha tomado en cuenta.
Es más común que la interpretación se realice desde el enfoque en el que el profesional trabaje,
debido a que ello hace un marco de referencia más personal al que se encaminará la interpretación,
notaremos que las respuestas de escucha son fundamentales para poder darle un preámbulo a la
interpretación, sin embargo hay diferencias entre ellas debido a que utilizaremos mucho esa parte
oculta del mensaje que el paciente no nos dice o nos dice entre líneas, por ejemplo, en su narrativa
nos insiste mucho en acciones que realiza, tomaremos esas acciones como elemento para poder
interpretar.

Ejemplo:

P. ya no quiero saber nada de él, estoy tratando de no pensar en él, ayer pasé frente a su casa y me
sentí bien porque ahora siento que lo odio, ya no me causa ninguna reacción ver que sube fotos o
que anda paseando, mis amigas dicen que preguntó por mí, pero yo no me sentí cómoda con eso.

T. No quieres saber nada más de él, sin embargo, has frecuentado los lugares donde puede estar
presente o activo, ¿has considerado en algún momento que no lo has querido dejar del todo? ¿me
pregunto si guardarás algún tipo de esperanza al mantenerte cerca de él?

Es importante que consideremos que el efectuar una interpretación efectiva nos ayudará a que
nuestra relación terapeuta – paciente sea más efectiva y colaborativa, esto ayudará a que nuestro
paciente tenga una comprensión distinta a lo que él hace, o lo lleve a meditar en cuanto a sus
conductas, lo que puede estar dañando en su problema, es como una forma de abrir una ventana
que estaba cerrada y no le dejaba ver con claridad. Con ello motivaremos al paciente a que al evaluar
e identificar este tipo de acciones, tome medidas para cambiarlas por unas que le brinden
tranquilidad y sean funcionales.

Al igual que la confrontación, la interpretación puede llegar a mal interpretarse, por lo que debemos
de tener mucho cuidado con la connotación que utilicemos para que el paciente no se sienta
atacado e impulsado a ya no continuar con la terapia, por lo tanto, el mensaje que el paciente nos
transmita debe ser la principal fuente por la que elaboremos la interpretación, y no por nuestras
impresiones o valores.
Seremos muy delicados al utilizarlo con frases no intrusivas o abusivas que puedan ofender al
paciente, tales como “me pregunto si” “es posible que” o “parece como si” en este contexto
podremos utilizar la clarificación para que no se nos escape nada y que todo quede muy claro.

Pautas a tomar en cuenta, una de ellas es que evaluemos la emocionalidad que utiliza el paciente
para poder hacer la interpretación, para evitar malos entendidos, o esperar a que sea el momento
adecuado para que esta intervención sea de provecho y no nos cause problemas más que beneficios,
la interpretación no debe hacerse al final de la sesión, esto es porque debemos dar apertura al
dialogo, para poder evaluar la forma de aceptación o negación del paciente en cuanto el asunto, y
como ya hemos hablado nos debe de ayudar para que sea una herramienta que nos ayude y no que
nos perjudique.

Por último hablaremos de la información, es de vital importancia la utilización de la misma, cuando


el paciente se encuentra en medio de una decisión delicada y no sabe qué consecuencias le puede
derivar tomar alguna postura, en este caso daremos información al paciente que le ayude a tener
en claro su objetivo o por lo menos sus opciones, por lo que el propósito en sí de la información no
es hacerle ver nuestra postura como personas o lo que nosotros haríamos, si no que el propósito es
que evalúe todas las opciones y que esto le permita tomar una decisión más adecuada para lo que
se está a punto de enfrentar, es entonces una ayuda que brindamos para que la persona sea
responsable al hacerlo o al menos le ayude a reconsiderar su decisión con la información adquirida.

La forma de presentarlo puede ser explicando (de forma puntual, no tomaremos más tiempo del
necesario) podríamos entregar afiches, trifoliares o fuentes informativas que den una visión más
amplia, utilizaremos como parte de la información si es necesario la psicoeducación dependiendo
del caso y el utilizar diferentes técnicas de información nos ayuda a ser creativos y que el hacerlo
nos pueda ayudar en el proceso terapéutico.
Es importante mencionar el uso de metáforas que nos facilitarán la ejemplificación de que lo
queremos transmitir, tomaremos en cuenta también el área que para nuestro paciente es de
dominio y de ser posible aplicaremos ahí el uso de las metáforas para que pueda ser una
herramienta de buena información y que pueda considerarse también algo que perdure en su
mente y le ayude a que sean más claras las ideas al tomar una decisión y que al final sea lo que
mejor convenga al hacer tomar responsabilidad al paciente.

Como ejemplo de la información, podría ser persona que quiere abandonar a su familia porque
quiere irse con otra persona, indica que no le importa nada y que está cansado de que en su casa
solo encuentra “problemas” ni sus hijos lo ven cuando llega y nadie le pone asunto. En este caso
podríamos ayudarle a entender los problemas legales que puede llegar a tener si toma esa decisión
sin hablarlo antes o sin llegar a un acuerdo. Será ya decisión de él si desea hacerlo de esa manera o
hacerlo de la mejor manera posible.

Como resumen tomaremos en cuenta que al utilizar las respuestas de acción que son más directivas,
debemos aplicar las habilidades de escucha en primer lugar, para luego pasar a las respuestas de
acción, una buena aplicación nos dará la seguridad de un buen trabajo con alianza terapéutica, el
no hacerlo nos puede provocar problemas como negación, resistencia y hasta el abandono de la
terapia por causa de adelantarnos a ellas y hacer un mal uso de las respuestas de acción, por
supuesto que son técnicas que se realizarán mucho mejor con forme el profesional tome más
experiencia y pueda agudizar el ojo clínico que es tan necesario para la sutileza requerida para la
aplicación de las mismas.
No olvidaremos que la correcta aplicación nos da la pauta al avance del tratamiento y las mejoras
que buscamos con la aceptación del paciente que nos ayudará a que la correcta comprensión de su
parte y sobre todo los cambios que buscamos que sean profundos al ser comprendidos desde el
punto de vista que no confrontamos, interpretamos, hacemos preguntas o informamos por
curiosidad propia o por roces con el paciente, si no con la intención del progreso y avance en la
terapia.
Anexo

P.: me siento triste, siento como que estoy encerrada en una especie de laberinto que no puedo
salir, le he dado vueltas y vueltas al asunto y no puedo, llevo una relación de 10 años, los primeros
años fueron de lo mejor, hasta que decidimos vivir juntos, todo iba muy bien hasta que mi marido
empezó a cambiar, era otro y empecé a sospechar por sus conductas, y cambio conmigo, de repente
ya no era el mismo, me trataba mal ya no me da detalles y ahora tiene casi un año que ha intentado
agredirme físicamente, me da miedo ahora, me aterra pensar en dejarlo y simplemente no puedo.

T.: ¿la ha agredido? (Pregunta cerrada)

P.: No!

T.: ¿Cuáles son las causas por las que la ha querido agredir? (Pregunta abierta)

P.: cuando hemos discutido, le he dicho que me diga donde estaba o con quien, que me diga en mi
cara que está con otra porque así lo dejo de una vez, yo no soy de las mujeres que le va a estar
aguantando infidelidades y se enoja y empezamos a discutir, me insulta y cuando lo ha intentado
hacer y ve que yo no me dejo ya no me golpea, pero después de discutir viene a mi muy cariñoso y
tratamos de arreglar las cosas, pero al final aunque “estemos bien” yo no puedo sacarme el coraje
que llevo por dentro.

T.: quisiera entender bien, usted indica que no va a ser de esas mujeres que aguantan infidelidades,
pero pareciera que si está bien para usted recibir los insultos y las casi agresiones? (Confrontación)

P.: (Después de un momento de silencio se quiebra su voz) es muy difícil para mí dejarlo, son 10
años y ni siquiera tenemos hijos o nos hemos casado, yo he invertido mucho tiempo y esfuerzo a
esta relación para que simplemente él me deje por otra y haga su vida así tan simple y tan tranquilo,
siento que de alguna forma él me debe a mí respeto y no me puede dejar así.

T.: así ¿Cómo? (Clarificación y pregunta abierta)

P.: humillada después de tanto tiempo, usada y como que, si fuera un trapo, no me puede dejar así,
me tiene que respetar, son 10 años de mi vida y no voy a dejárselos a él y su querida así no más.

T.: ¿Qué la hace estar segura de que si tiene otra? (Pregunta abierta)

P.: es la forma en que cambió conmigo, no me importa, pero me duele mucho que sean tantos años
y cuando veo hacia atrás siento que fue tiempo perdido, me siento triste, lloro y me encierro, no
quiero saber nada de nadie, y me enojo conmigo por no tener la fuerza para hacerlo.
T.: ya veo; ha considerado alguna vez que la razón de estar con él a pesar de lo que la hace sufrir,
sea el miedo a enfrentar una vida después de los 10 años, y prácticamente retomar su vida desde
ese punto y el esfuerzo que le pueda tomar reconstruirla teniendo que enfrentarse a esa separación.
(Interpretación)

P.: no lo había pensado así, pero creo que podría ser una razón, ya no lo quiero y si estoy ahí por no
decir que es un fracaso para mí, me ha costado muchas lágrimas e insisto en que no es justo, pero
a la vez me da mucho miedo salir y buscar trabajo, creo que no me darían un trabajo ya estoy grande
y ni siquiera se hacer un Curriculum y cuando pienso en todo eso me empiezo a desesperar y por
eso es que me resigno a quedarme, así como estamos.

T.: Puede que el miedo que le da hacer todo esto sea el que la haga sentirse insegura de tomar una
decisión, sin embargo, podría acudir a algún lugar donde le capaciten, o visitar algunas páginas de
internet donde le pueden dar pautas para elaborar un Curriculum, con uno que resalte sus
cualidades sus oportunidades pueden mejorar. Podría visitar la página de transdoc, le indican paso
a paso como hacerlo y si no, por su ubicación, hay un lugar que se llama la embajada del tortrix en
zona 18 que ayuda a colocar a las personas que viven en lugares cercanos a su vivienda.
Esta información tal vez le ayude a que la investigue y se sienta un poco más cómoda en cuanto ese
asunto y quizá con esa información pueda aclarar sus ideas. (Información).

P.: no sabía de esos lugares, pero me pueden ayudar voy a ir en esta semana y así tal vez me hace
sentir mejor y pueda que me ayude salir de esa casa y ver las cosas desde otra manera.

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