Ariadna y Teseo
(Wersién de Guillermo Céchsro).
El dios habfa ayudado a
, 10, una criatura
mejor castigo para tan te,ia encierraa los atenienses, ls vis-
are yenificioy los abandona en una fria
1 act expera del funesto encuentro con
miso, De pronto, se escucha con mayor
rae iugide de [a fiera abominable. Los cau:
ae eollozar al ofr. Se abrazan unos
ect nterior de la habitacién para darse
useo se pasea con firmeza de un lado a
neue ondo de calmar a sus compaferos dein
Mpa iiee. Alacercase ala puerta, descubre rm
Gos quel observan por la abertura ge uutilizan los
Duar para vigilarlos. ero esos ojos no son de
By Bingsin guardia. Son los de wna mujer.
Foe auien eres? pregunta Teseo.
Daa dulce voz responde desde el otro lado:
wi nombre es Ariadna, Soy la hija del ey.
TNo me agrada saber Sivienesa bur
Tarte de rwestradesgracia
Peer nosetrata de eso —lo corta Ariadna- sécudnte
eb que ha hecho mi padre, Lo lamento més deo que
Odes imaginar Medule vec tanta muere Para complacer
prin monstruo. Quertfaque todo esto terminara deuna vez.
Quiero irme de aqui.
“Teseo escruta la mirada de Ariadna y v
os no mienten. Entonces dic
Os stermino con el monstruo, vendrds conmigo?
a muchacha siente que el Destino est de su
Sparee, que eseo ha vendo salvarla de su suerte y
“pores ella quiere ayudarlo: le entrega una peque
fiaespada y un ovillo.
PF rstote ayudard a cumplis tu voluntad. EscOndelo en tu
‘taselextremo del hilo en la entrada del Laberinto,
“sabrdsc6mo salir después de matar al Minotauro.
“Tos jévenes se despiden con la promesa y la espe-
ide volverse a ver luego del enfrentamiento
‘Teseo y la bestia. Momentos después, el eco
mn nuevo rugido lejano y ansioso del Minotauro
Ja noche.
na ha llegado, Los atenienses son conduci-
laspuertas gigantescas del Laberinto. Teseo
en atravesar, con decisién, las puertas
\que mover cuatro hombres juntos.
elumbral, Teseo ata un extre-
‘saliente de la pared y busca en-
lo —dice Teseo—
que sus
mente avanza por el primer
. Detrds de él se oyen los
espada, Sin soltar el ovillo,
jel sol, El Laberinto es
ue el ovillo Hegue
fe que ya NO
de donde llega 1a ued
inmenso. Falta poco para d
asu fin cuando Teseo
as con sus companies. Seda vuelta
i el pasilloen
eet Jamente. Desde el final del Past
Tapidarincucntran, wna EWA SPANO
‘sa corre hacia ellos.
tEchando vapor pot 2 nari
jor la boca, bramando con 10s 0}
por la boca, bramando con los Of ea)
Por atau llega hasta Teseo y se abalans
tno cula el movimiento con cuidado, ¥ 0 el
momento preciso, salta hacia el ‘costado, lo necesa~
Tio para esquivar la embestida*. Con £4r0% descarga
toda la potencia de su pufio sobre la cabeza de la
bestia. El Minotauro tambalea un poco, Frenay se
beste con rabia. Repite la acometida. Otra vee Te
geo consigue saltar de lado y descarga sobre la bestia
tino, dos, tres golpes, como si su brazo fuera la pode
rosa maza den herrero. El monstruo tropieza. Esta
apenas atontado, pero de su sien rota ya un hilo de
sangre. Teseo aprovecha la situacion. Antes de que
Fecupere fuerzas, salta hacia el Minotauro yle BUR,
dela espada en la garganta, El Minotaure cae sobre
su espalda, Sus ojos van perdiendo brillo, hasta que
por fin los apaga la sombra dela muerte.
‘Cuando estan todos convencides del triunfo, los
atenienses corren a abrazar ‘a Teseo, a besarle las
manos. Varios se hincan* ante él,
Noperdamosun segundo, amigos —los incita Teseo—.
‘Todavia debernos salir del Laberintoy deestaislaaborrecda.
Recoge entonces el pequefio resto del ovillo,
que ha cafdo a tierra durante la lucha, y con
premura lo va enrollando para deshacer el
camino de entrada.
Una vez afuera, se encuentra con Ariad-
na, se abrazan e inmediatamente salen
corriendo hacia la playa.
—iNo hay tiempo! —grita el héroe—. ;Debemos
zarpar antes de que lleguen las fuerzas de Minost
Unos instantes después, la negra nave de proa
roja vuelve a cortar el agua rumbo a.casa, Ariadna
se abraza a Teseo en la cubierta y mira el horizonte,
donde una nueva vida la aguarda.
ariz de toro y espuma
‘os como fuego. el
L
io: vergenza, culpa
fortunio: desgracia,
bifurcar: dividirse en dos
ramales.
‘embestir: icon impetu
sobre alguien 0 algo.
hincarse: arrodillarse.
N
Minotauro: ser mitol6gi-
co, con cabeza de toro y
3 cuerpo de hombre.
proa: parte delantera de
laembarcacion.
bramido: |a voz del toro
eneste caso.i sraquelanave se ditiia
f paraquelanavese dir
Bercvolnan Rees fe!
if
descansarin pars Et rnbres encenden fuegos
Toe delaras hombres encenden (ee
See e eer eee yelatraven. con las
a eres para el esol travesa, Cons
eras mujeres, ariadna busca Bicones Soe?
sarla noche. Tan cansada esiente, que
isd ncuetra un ia de pasto mullido, rep
tadopor unas rcas, se recuestay se queda profui
damence dormida,
Alesperar,aianacomprucba gue yaes de,
mafana. Se incorporay aguza el ofdo en busca de
Tas voces de sus compaferos de viaje. Nada.
Entonces corre hacia a costa, lamando y gritando:
—jTeseo!
Nosttine respuesta. Enos gare donde los
hombres encendieron las fuegos solo quedan ceni-
238. Hay rastos de movimiento en la arena, pero
allfno estén las mujeres ni los hombres. Ariana
gira hacia todos lados Para cerciorarse, Y con terror
fea nocesu situacién: ya no esté alli la nave. Otra
vvez busca,
ei
i ido no preguntar mas, Nadi
- Bb anes Por qué-el héroe abandons a arena
a fide Nios dicen que no estaba
somata seme ott Majer. Hay quienes
‘menos, que al no poder
: Perdida, y resi,
Sea como fuere, Teseo hace el resto 4,
hundido en su tristeza. Que no ha de sera
Durante vatios dias, el rey Egeo, pagy.
ha escrutado el horizonte desde w
del extremo sur de Atica*. Al fin |a
inconfundible. Tarda horas en hace
mientras el corazén del rey late de
do estdala vista, el dolor se apode
—jSon negras! —exclama—. Las ve,
Egeo no sabe que su hijo est vivo,
torioso del enfrentamiento con el Mi
en su afliccién* ha olvidado
Rave ap;
erse mac
Nsied
cam!
las ve
unas blancas tal como se lo habia pedis,
antes de partir.
Elrey, desesperado frente a la supe
del hijo, se arroja desde la altura de we
ymuere en las azules aguas del ma,
desde ese dia, lleva su nombre.
en
hurgar: re
sombrio: me
Atica: regis;
dondesee
&S