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La primera clasificación que se

impuso fue la de Aristóteles en el siglo


IV a.C. El sabio griego clasificó los
seres vivos en dos grandes grupos: El
reino vegetal y el reino animal y creó
diferentes categorías internas para
agrupar diferentes seres vivos. Aunque
no utilizó criterios científicos, su
clasificación se mantuvo durante
mucho tiempo.
Fue Carl Von Linneo en el siglo XVIII
quien dio un paso al estudio moderno
y sistemático de los seres vivos,
creando agrupaciones jerarquizadas
(taxones) e inventando el sistema de
nomenclatura binomial. Desde
entonces, los seres vivos se nombran
con dos palabras en latín: la primera
indica el género y las dos juntas, la
especie.
ESPECIE: Está formada por todos los
individuos con características
estructurales y funcionales semejantes,
tienen una misma ascendencia y se
reproducen entre ellos y tienen
descendencia fértil.
TAXONOMÍA: La taxonomía es la
ciencia encargada de estructurar y
organizar en grupos a los seres vivos.
Cada grupo de organización recibe el nombre de taxón.
Los taxones se crean atendiendo a las semejanzas y diferencia existentes entre los
individuos tanto evolutiva como analógicamente.
CATEGORÍAS TAXONÓMICAS.
La categoría taxonómica básica es la ESPECIE. Varias
especies afines pueden agruparse para constituir una
categoría taxonómica superior: EL GÉNERO. Varios
géneros similares se reúnen en la misma: FAMILIA.
Las familias semejantes forman un: ORDEN. Varios
órdenes afines forman una clase y varias clases cercanas forman un filo. Los filos con
características básicas comunes forman un: REINO.

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