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Facultad de Ciencias Exactas y Naturales

Escuela de Ciencias Químicas

Integrantes:
Josset Gómez, Marcela Gaibor
Fecha: 16/10/2019
Tema: artículo de revisión.

Desechos orgánicos como producto de la degradación del suelo para la


obtención de abonos orgánicos.
Gaibor Marcela1, Gómez Josset2
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Carrera de Química, Quito, Ecuador

Resumen
Existen varios problemas ambientales críticos en la actualidad, pero el desgaste del suelo
por la el uso excesivo de abonos, fertilizantes y sobre producción, es uno de los problemas más
importantes en la actualidad y sobre todo a futuro. Los abonos orgánicos están constituidos
principalmente por los residuos de la materia orgánica, animal y vegetal. Estos abonos son en la
mayor parte beneficiosos para la calidad de los productos puesto que brinda nutrientes y
complementa la estructura del suelo, sin embargo, el uso excesivo o el mal tratamiento de los
desechos orgánicos causa erosión y el suelo deja de ser fértil. Los residuos del suelo se los clasifica
por las características que cada uno presente, para esta problemática de presentó una solución la
cual es el proceso de humificación, el cual consiste en consiste en la trasformación de compuestos
orgánicos, por medio de microrganismos, este proceso embarca todos los procedimientos que
poseen como base el uso de microorganismos eficientes.

Palabras Clave: Degradación del suelo, Biofertilizante, Carbono, materia orgánica.

Introducción
La agricultura a lo largo del tiempo ha ido aumentando su producción en masa. Cada día
aumenta la población en números grandes, es por esto que se necesita más productos para
satisfacer las necesidades de la población y este problema llega a ser un problema crítico cuando
se considera la salud del país. Esto causa que la producción y cultivo sea excesivo, dando como
consecuencia el uso indiscriminado de fertilizantes y una gran variedad de elementos químicos.
Debido a la demanda de productos y la buena calidad de estos mismos, los productores optan por
utilizar en grandes cantidades estas sustancias, ya que esto asegura que los productos sean de alta
calidad y con un excelente rendimiento. El abuso de la utilización de estos productos, provoca
erosión, perdida de fertilidad y contaminación en el suelo, causando que lo productos bajen su
calidad, en conclusión, no es amigable con el medio ambiente.

De acuerdo con estimaciones hechas por la FAO, debido a la desertificación, cada año
dejan de ser productivas de seis a siete millones de hectáreas en el mundo, y a este ritmo, en
menos de 200 años el hombre habrá agotado todos los suelos productivos del planeta (Becerra,
1998).

En los componentes del suelo podemos encontrar materia orgánica, esta materia reparte
varios propiedades físicas, químicas y biológicas al suelo, estas propiedades manifiestan la
productividad que posee cada campo. A pesar de los beneficios que nos provee la materia
orgánica, al momento en que la materia orgánica se convierte en desecho, esta llega a ser
contamínate y si no es tratada como es debido, produce abonos orgánicos de mala calidad.

La materia orgánica y su papel en la lucha contra la degradación del suelo

La materia orgánica requiere de mantenimiento para potenciar sus propiedades y evitar


que se convierta en contaminante. El mantenimiento que se le brinda a la materia orgánica, es la
intervención de la acción microbiana para que las formas orgánicas de los nutrientes pasen a
formas minerales que son las utilizadas en la biomasa de la planta (Porta et al., 1999). El carbono
orgánico es uno de los elementos que se ha acumulado durante años debido a la lenta
descomposición microbiana, pero cuando se encuentra en condiciones muy bajas, es decir
temperatura bajo cero, la descomposición de la microbiana se acelera 4 veces más, liberando
grandes cantidades de materia de orgánica en diferentes ares y también en gases de efecto
invernadero, dirigiéndose a la atmosfera[ CITATION Che18 \l 12298 ].

Dentro de la producción de abonos orgánicos, el compostaje es un proceso


microbiológico que convierte residuos de materiales orgánicos en diferentes grados de
descomposición en un producto estable e higiénico, que puede ser usado como un mejorador de
suelo (Atlas y Bartha, 1997). El proceso de compostaje produce un material de interés agrícola y
de comercialización viable: la composta, producto que puede tener diversas aplicaciones como
abono, enmienda, sustrato o para la posterior obtención de extractos con probable actividad
fungicida (Avilés y Tello, 2001).

Con la descomposición de diferentes organismos biológicos siempre involucra la


asimilación parcial de carbono, haciendo que el Dióxido de carbono se eleve hacia la atmosfera.
Dentro de esta descomposición se evidencia la formación de humus; pueden existir varios
materiales húmicos, los cuales estará formados de nitrógeno, el mismo que se trasformará en
amonio y nitrato[ CITATION Alv15 \l 12298 ].

El aporte de nutrientes a los cultivos y el efecto de los abonos orgánicos en los suelos
varían según su procedencia, edad, manejo y contenido de humedad. Además, el valor de la
materia orgánica que contiene ofrece grandes ventajas que difícilmente pueden lograrse con los
fertilizantes inorgánicos (Castellanos, 2000).

La incorporación de fertilizantes y abonos orgánicos (estiércoles, desechos agrícolas


verdes y secos, compostas, etc.) con fines de biorremediación de suelos agrícolas, es una práctica
que ha recuperado importancia en los últimos años a nivel mundial por diversas razones. El uso
de abonos orgánicos mejora las condiciones de suelos que han sido deteriorados por el uso
excesivo de agroquímicos y su sobreexplotación, es por esta razón que en la actualidad se intenta
fomentar el uso de abonos orgánicos, los cuales mejoran las condiciones de suelos que han sido
deteriorados.

Mejora las condiciones físicas del suelo, en particular la estructura, considerada el


factor principal que condiciona la fertilidad y productividad de los suelos (Castellanos, 2000).

Estabilización del pH e incremento de la capacidad de intercambio catiónico y


degradación de residuos de plaguicidas (Soto y Muñoz, 2002).

Los residuos en el suelo suelen ser de varios tipos:

Restos orgánicos frescos: son carbohidratos simples y compuestos, azucares,


almidones, aminoácidos, proteínas, ácidos grasos, ceras, resinas, etc., constituyendo 10-15% de la
materia orgánica del suelo.

Sustancias en proceso de descomposición: población microbiana en distintos estados


de trasformación.

Sustancias húmicas: son los productos de la actividad de distintos grupos de


organismos que incluye procesos de polimerización complejos que hacen que el producto final no
tenga similitud con los residuos frescos pero que confiere propiedades al suelo. Estas sustancias
constituyen el 85-90% de la materia orgánica presente en el suelo.

También se encuentran residuos vegetales, los mismos que afectan considerablemente


al proceso de descomposición.
Para la descomposición de estos residuos vegetales, se presentan muchos
microrganismos como protozoarios, hongos y lombrices, facilitando el proceso oxidativo, de
solubilización, de hidrolisis o trasformación a moléculas compuestas y polímeros.

Los restos vegetales ricos en hidratos de carbono, con buen contenido de proteínas y
bajos en lignina se descomponen más rápidamente y en mayor proporción. Por el contrario,
materiales vegetales altos en lignina, materiales aromáticos y resinas como el pino son de difícil
descomposición.

Cuando se hace referencia a la materia orgánica hay que mencionar sus aportaciones
tanto químicas, físicas y biológicas al suelo. Dentro de las propiedades físicas la materia orgánica
afecta a la estructura y estabilidad de los suelos, haciendo que la reacción de suelos que poseen
manano-oligosacáridos (MOS) sea menos severo. Estos cambios en la estructura del suelo hacen
que la fertilidad del suelo cambie[ CITATION Gre81 \l 12298 ].

Estos MOS se ven alterados por factores de formación de suelo, tales como; el tiempo,
clima, vegetación, materia madre, topografía y el hombre. Los MOS cumplen un papel
fundamental en donde ayuda a que el suelo tenga una resistencia del suelo a la erosión, tanto de
lluvia y como del viento, ayudan a la liberación de nutrientes desde los residuos orgánicos y
captura una parte importante del carbono presente en la atmosfera[ CITATION Wol16 \l 12298 ].

Proceso de humificación

La humificación de la materia orgánica consiste en la trasformación de compuestos


orgánicos, por medio de microrganismos, a compuestos orgánicos sin composición definida (no
son aminoácidos, ni ácidos orgánicos, ni tampoco biomasa microbiana viva), y biestable.
Confiere al suelo características idóneas, aumentando la aireación, humedad, capacidad de
intercambio catiónico, formación de agregados, mejora de estructura del suelo y el control de
enfermedades.

Al contrario de lo que sucede con la mineralización, la humificación secuestra el


carbono y disminuye la emisión de dióxido de carbono, con lo que es un proceso óptimo desde el
punto de vista de la sostenibilidad. La mineralización es lenta[ CITATION Rau16 \l 12298 ].

La fertilización de los cultivos se basa en recomendaciones no adecuadas que no tienen


en cuentan la variabilidad propia del suelo, lo cual se traduce en efectos negativos sobre la
producción, al medio ambiente y a la economía de la agroempresa. Para poder controlar lo
anteriormente mencionado se ha utilizado un método conocido como la Biofertillizacion, en
donde se alcanza un estado estable del tiempo en condiciones naturales que en cualquier labor
agrícola que lo único que hace es alterar la naturaleza de los suelos. Este proceso lo que hace es
que usa microrganismos que tienen la capacidad de fijar N de la atmosfera que lo pueden hacer
de forma simbiótica y no simbiótica con diversas plantas; estos microorganismos se pueden
aplicar con facilidad al suelo, permitiendo su multiplicación[ CITATION Bol06 \l 12298 ]. Con este
proceso lo que se busca es optimizar una producción limpia en el tiempo adecuado, el cual
contribuye la sostenibilidad de los recursos del suelo y agua y aun mejor ambiente.

Conclusiones
Efectivamente, el uso de los desechos orgánicos para la elaboración de abonos orgánicos
como fertilizantes orgánicos, es una alternativa muy versátil en todos los aspectos: es amigable con
el medio ambiente ya que en lugar de desechar los residuos orgánicos y que estos se conviertan en
contaminante por su mal tratamiento, se les da otra utilidad con un beneficio altamente productivo,
disminuyendo la contaminación del suelo y mejorando la calidad del mismo; mejora la estructura
del suelo, adiciona minerales a los productos y sobre todo ayuda a solucionar la principal
problemática que se nos plateo en este artículo, la erosión del suelo por la explotación productiva.
Gracias a estos abonos orgánicos se deja de lado la utilización de nitrógeno, fosforo, portación y
fertilizantes para mejorar el rendimiento y calidad de los productos agrícolas. Toda la materia
orgánica que se puede utilizar, se puede afirmar que son ideales para los suelos ya que hay alto
contenido de fibra, lo que hace que en la mayoría de los casos aumente su actividad biológica. Se
asegura que con el uso de materia orgánica para la elaboración de abonos orgánicos equilibra las
actividades físicas y químicas de los suelos.

Referencias

Adriana Ofelia, otros. (2010). Abonos orgánicos y su efecto en las propiedades. El científico frente
a la sociedad, 1- 4.
Beccerra, M. (2000). Conservación del suelo y desarrollo sustentable, ¿Utopia o posibilidad en
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Bragado, R. (2016). Tiloom.com. Obtenido de Humificacion:
https://www.tiloom.com/humificacion/
Chen, H., Yang, Z., Chu, R., Tolic, N., Liang, L., Graham, D., . . . Gu, B. (2018). Molecular
Insights into Arctic Soil Organic Matter Degradation under. American Chemical Society.
Garcia, A. (2015). PDF. Obtenido de http://www.secsuelo.org/wp-content/uploads/2015/06/9.-Dr.-
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Greenland, D., & Hayes, M. (1981). The Chemistry of Soil Process. American Chemical Society.
Wolff, M., & Ovalle, C. (2016). El Secuestro de Carbono en los Suelos.Importancia de la Materia
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AVILÉS, G. M. y J. M. Tello. 2001. El Composteo de los residuos orgánicos, su relación
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España. Ediciones Mundi Prensa. p. 185-214.
ATLAS, R. M. y R. Bartha. 1997. Microbial Ecology. Fundamentals and Applications. 4 th
ed. ISBN 0-8053-0655-2. p. 470-476.
CASTELLANOS, Uvalle-Bueno y Aguilar-Santelises. 2000. Manual de interpretación de
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SOTO, G. y C. Muñoz. 2002. Consideraciones teóricas y prácticas sobre el compost, y su
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Ing. Agr. Cesar Augusto Borrero. (25 de Junio de 2015). infoAgro. Obtenido de Abonos orgánicos:
https://www.infoagro.com/documentos/abonos_organicos.asp

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