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Etnia Xinca

El pueblo xinca es una etnia amerindia, casi extinta, que se situaba en Centroamérica, en
lo que hoy es Guatemala y El Salvador. Se caracterizaban por
hablar el idioma xinca, de familia desconocida y no relacionado
con el azteca. Antes de la llegada de los colonizadores españoles,
el señorío xinca se extendía desde la costa del Pacífico hasta las
montañas de Jalapa. Los xincas opusieron resistencia a Pedro de
Alvarado y sus hombres, cuando atravesaron la zona rumbo a
Cuscatlán. Finalmente, el conquistador los venció y tomó como
esclavos a muchos de ellos, a quienes obligó a acompañarlo a la
conquista de lo que ahora es El Salvador. De ese hecho se deriva
el nombre del pueblo, el río y el puente “Los Esclavos”, en el
municipio de Cuilapa, Santa Rosa.

Etnia Garífuna

Los garífuna son un grupo étnico de origen africano que reside en varias regiones de
Centroamérica, Caribe y Estados Unidos. También se les conoce como garifune o caribes
negros. Se estima que son más de 600.000 los residentes en Honduras, Belice, Guatemala,
Nicaragua, el sur de México y Estados Unidos. En realidad, el término "garífuna" se refiere
al individuo y a su idioma, mientras que garinagu es el término usado para la Colectividad
de personas.La versión más conocida del origen de los 'caribe negros' es de 1635, cuando
dos barcos que llevaban esclavos hacia las Indias Occidentales desde lo
que conocemos hoy como Nigeria naufragaron cerca de la isla de San
Vicente. Los esclavos escaparon del barco y alcanzaron la isla, donde
fueron recibidos por los caribes, quienes les ofrecieron protección. Los
matrimonios entre ellos formaron el pueblo Garinagu, conocidos hoy
como garífuna. Este nombre se derivó de "Kalipuna", uno de los
nombres usados por los caribes para referirse a ellos. Además de los
náufragos africanos o exploradores previos venidos de África, se debe
tener en cuenta que los caribes capturaron esclavos en sus luchas
contra los británicos y franceses en islas vecinas y muchos de los
capturados se fueron insertando en sus comunidades.
Mestiza o Ladina

Mestizo es uno de los términos más usado en Centro América para referirse a la población
hispanizada. Cuyo término se usó para referirse a la población que no pertenecía a la Elite
Colonial ni tampoco a la población Indígena, en otras palabras, este término se usó,
inicialmente para referirse a aquellas personas que no eran
indígenas ni españolas. Así bien esta palabra se usa muy
frecuentemente, pero el Ministerio de Educación designa
como población Ladina a Mestizos y Garífunas en la siguiente
declaración: “La población ladina ha sido caracterizada como
una población heterogénea que se expresa en idioma español
como idioma materno, que posee determinadas
características culturales de arraigo hispano matizadas con
elementos culturales indígenas y viste a la usanza
comúnmente llamada occidental”

Etnia maya

El Pueblo maya no solo es una etnia más que compone la gran diversidad pluricultural de
Guatemala, de hecho el Pueblo Maya en todo su esplendor es la representación máxima
de los origenes de nuestros pueblos, tales como Quiche, Kaqchiquel, Mam, Poco Man,
Tzutuhil, etc. Algo que fue la primicia maya fue el hecho que en un principio lo mayas eran
Nómadas es d ecir que vagaban de región en región. Poco después fueron asentando sus
ciudades tales como Tikal o la ciudad de Zaculeu; o también llamada Chinabajul, otro
vástago que describia a los mayas como una civilización sedentaria. A lo largo de la
historia los mayas tuvieron su mauyor auge en
durante el período clásico, en donde crearon las
grandes construcciones arquitectonicas que hoy son
la delicia y el atractivo más llamativo para el
Turismo, la cuna de la civilización maya fue en la
nación guatemalteca y sus vecinos próximos tales
como México, Belice, El Salvador y Honduras.
El cuento de la lechera
“Érase una vez una joven lechera que llevaba un cubo de leche en la cabeza, camino al mercado
para venderla. Durante el camino, la soñadora joven iba imaginando lo que podría lograr conseguir
con la leche. Pensó que en primer lugar y con el dinero de la venta compraría un canasto de
huevos, los cuales una vez eclosionaran le permitiría montar una pequeña granja de pollos. Una
vez estos crecieran podría venderlos, lo que le daría dinero para comprarse un lechón.Una vez
este creciera la venta del animal bastaría para comprarse una ternera, con la leche de la cual
seguiría obteniendo beneficios y a su vez podría tener terneros. Sin embargo, mientras iba
pensando todas estas cosas la joven tropezó, lo que provocó que el
cántaro cayera el suelo y se rompiera. Y con él, sus expectativas hacia lo
que podría haber hecho con ella.”Este cuento, que cuenta con versiones
de Esopo y La Fontaine (siendo este último el que hemos reflejado), nos
enseña la necesidad de vivir en el presente y que a pesar de que soñar es
necesario también debemos tener en cuenta que ello no basta para lograr
nuestros propósitos. Inicialmente, es una pequeña historia que nos avisa
de tener cuidado con que la ambición no nos haga perder el
sentido.Asimismo, en algunas adaptaciones se incluye también un diálogo
posterior entre la lechera y su madre, quien le cuenta que gracias a tener
fantasías parecidas pudo lograr montar una granja: en este caso es una
reflexión de que necesitamos soñar y ambicionar, pero cuidando lo que
hacemos para llegar a cumplir los objetivos, además de no rendirnos ante el primer tropiezo u
obstáculo.

La sospecha
“Érase una vez un leñador el cual un día se dio cuenta que no tenía su hacha. Sorprendido y con
lágrimas en los ojos, se encontró cerca de su casa al vecino, quien como siempre lo hacía le saludó
sonriente y amablemente.Mientras éste entraba en su casa, el leñador de repente empezó a
sospechar y pensar que tal vez hubiese sido el vecino quien le había robado el hacha. De hecho,
ahora que lo pensaba bien su sonrisa parecía nerviosa, tenía una mirada extraña e incluso hubiese
dicho que le temblaban las manos. Bien pensado, el vecino tenía la misma expresión que un
ladrón, caminaba como un ladrón y hablaba como un ladrón.Todo ello iba pensando el leñador,
cada vez más convencido de haber encontrado al culpable del hurto, cuando de repente se dió
cuenta de que sus pasos le habían llevado de nuevo al bosque donde había estado la noche
anterior.De pronto, tropezó con algo duro y cayó. Cuando miró al
suelo...encontró su hacha! El leñador volvió de nuevo a su hogar con el hacha,
arrepentido de sus sospechas, y cuando vio de nuevo a su vecino vio que su
expresión, andar y manera de hablar eran (y habían sido en todo momento)
las de siempre.”Esta historia corta, la cual forma parte de muchas tradiciones
pero al parecer tiene su origen en China, nos sirve para aprender que a veces
nuestros pensamientos y sospechas nos hacen tener percepciones
distorsionadas de la realidad, pudiendo llegar a malinterpretar situaciones y
personas con gran facilidad. También nos enseña a no acusar a alguien
gratuitamente hasta tener pruebas reales de aquello de lo que le acusamos

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