Propongámonos la posibilidad de generar un mapa dimensional de algunas emociones, muchas veces tan poco leídas y estudiadas por nosotros. En términos más educativos, el conocimiento de nuestro emocionar y particularmente de nuestros estados emocionales nos ayudaría a comprendernos y conocernos más en profundidad. Todo el poder que podamos experimentar sobre nuestras propias vidas, y sobre la propia salud física y mental, está en el autoconocimiento.