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Historia del café

Mujeres palestinas moliendo café a la manera antigua, 1905.

La historia del café se remonta al siglo XIII, aunque el origen del café sigue sin esclarecerse. Se cree
que los ancestros etíopes del actual pueblo oromo fueron los primeros en descubrir y reconocer el
efecto energizante de los granos de la planta del café;1 sin embargo, no se ha hallado evidencia
directa que indique en qué parte de África crecía o qué nativos lo habrían usado como un
estimulante o incluso conocieran su existencia antes del siglo XVII.1

La historia de Kaldi, un criador de cabras etíope del siglo IX que habría descubierto el café, no
apareció escrita hasta 1671 y es probablemente apócrifa.2 Se cree que, desde Etiopía, el café fue
propagado a Egipto y Yemen.3 La evidencia creíble más temprana de cualquier bebida de café o
conocimiento del árbol del café aparece a mediados del siglo XV, en los monasterios sufi de
Yemen.1 Fue allí, en Arabia, donde los granos de café fueron tostados y molidos por primera vez
en una forma similar a como son preparados en la actualidad. Para el siglo XVI, se había expandido
por el resto del Medio Oriente, Persia, Turquía y África del Norte. Luego, el café se extendió a Italia
y el resto de Europa hasta Indonesia y el continente americano.4

La palabra "café" proviene del término turco qahve, a su vez, procedente del árabe, qahwa, a
través del italiano.5 El término árabe sería una abreviación de la expresión qahhwat al-bun o vino
de la habichuela. Un posible origen de la palabra se encontraría en el Reino de Kaffa en Etiopía, de
donde procedería la planta del café; su nombre allí es bunn o bunna.

Índice [ocultar]

1 Primeros usos

2 Origen en Etiopía y Arabía

3 Expansión en el mundo musulmán

4 ¿Amenaza para el orden público?

5 Introducción en Europa y en el Nuevo Mundo

6 Popularidad en Occidente hasta nuestros días

7 Referencias
8 Bibliografía

Primeros usos[editar]

Existen varios relatos legendarios sobre el origen de la bebida en sí. Uno de ellos involucra al
místico sufí yemení Ghothul Akbar Nooruddin Abu al-Hasan al-Shadhili.6 Según esta leyenda,
mientras viajaba por Etiopía, observó unas aves de vitalidad inusual y, al probar las bayas que las
aves estaban comiendo, experimentó la misma vitalidad. Otro relato involucra al pastor de cabras,
Kaldi, quien se percató de los efectos energizantes cuando su rebaño mordisqueó las bayas rojas y
brillantes de cierto arbusto, mascando la fruta en sí. Su júbilo lo indujo a llevar las bayas a un
venerado musulmán en un monasterio cercano; pero dicha persona desaprobó su uso y lo echó al
fuego, de donde emergió un aroma atrayente. Los granos tostados fueron rápidamente extraídos
de las brasas y disueltos en agua caliente con sal, produciendo la primera taza de café en el
mundo.

Los ancestros etíopes de la actual tribu oroma fueron los primeros en haber reconocido el efecto
energizante de la planta de café nativa la cual preparaban con sal debido al poco comercio que
existía con el azúcar.2 Se han llevado a cabo estudios de variabilidad genética sobre diversos tipos
de Coffea arabica y se ha encontrado una baja diversidad, pero que retiene alguna heterozigocidad
residual de materiales ancestrales y relacionados directamente de las especies extendidas de
Coffea canephora y C. liberica;7 sin embargo, hasta ahora no se ha hallado evidencia que indique
en qué parte de África creció el café o entre qué nativos habría sido usado como un estimulante o
conocido con anterioridad al siglo XVII.2

Origen en Etiopía y Arabía[editar]

Café en Palestina hacia 1900. Tarjeta estereoscópica de Keystone View Cfompany.

El árbol de café tiene su centro de origen en la lejana Abisinia (en la geografía actual Etiopía), en el
oriente de África. En el mundo sobresalen por su importancia comercial, la especie de los cafés
arábigos y los de los cafés robustos. La primera especie abarca casi las tres cuartas partes de la
producción mundial y se cultiva principalmente en Centro y Sur de América. El scafeto es
probablemente originario de la provincia de Kafa, en Etiopía, pero la cuestión no está resuelta
completamente.

Una leyenda muy comentada y difundida sobre el origen del café es la de un pastor de Abisinia
(actual Etiopía), llamado Kaldi, observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojos de
arbusto en las cabras que lo habían consumido en los montes, efecto comprobado por él mismo al
renovarse sus energías. q Kaldi llevó unas muestras de hojas y de frutos a un monasterio, donde
los monjes por curiosidad las pusieron a cocinar. Al probar la bebida la encontraron de tan mal
sabor, que arrojaron a la hoguera lo que quedaba en el recipiente. Los granos a medida que se
quemaban, despedían un agradable aroma. Fue así como a uno de los monjes se le ocurrió la idea
de preparar la bebida a base de granos tostados. e Parece que las tribus africanas, que sabían del
café desde la antigüedad, molían sus granos y elaboraban una pasta utilizada para alimentar a los
animales y aumentar las fuerzas de los guerreros. Su cultivo se extendió en primer lugar en la
vecina Arabia, llevado probablemente por prisioneros de guerra, donde se popularizó
aprovechando la prohibición del alcohol por el Islam. Yemen fuet un centro de cultivo importante,
desde donde se propagó al resto del mundo árabe. y Se le llamó entonces qahwa (‫)قهوة‬, que
significa vigorizante. Los datos arqueológicos disponibles hoy en día sugieren que el café no fue
«domesticado» antes del siglo XV: el proceso de elaboración de la bebida, largo y complejo,
explica quizás el descubrimiento tardío de las virtudes de las semillas del cafeto, poco atractivas
inicialmente. Los recientes descubrimientos (1996) de un equipo arqueológico británico, aún por
confirmar, dejan entrever la posibilidad de que el consumo comenzara a partir del siglo XII, en
Arabia.[cita requerida]

Expansión en el mundo musulmán[editar]

Los efectos del café eran tales que fue prohibido en la llamada de imanes ortodoxos y
conservadores en La Meca en 1511 y en El Cairo en 1532, pero la popularidad del producto, en
particular entre los intelectuales, impulsó a las autoridades a cancelar el decreto. En 1583,
Léonard Rauwolf, un médico alemán recién llegado de un viaje de diez años por Oriente Medio,
fue el primer occidental en describir el brebaje:

Una bebida tan negra como la tinta, útil contra numerosos males, en particular los males de
estómago. Sus consumidores lo toman por la mañana, con toda franqueza, en una copa de
porcelana que pasa de uno a otro y de la que cada uno toma un vaso lleno. Está formada por agua
y el fruto de un arbusto llamado bunnu.8

Léonard Rauwolf

Estos comentarios llamaron la atención de mercaderes, a los que la experiencia del comercio de
las especias les había hecho sensibles a este tipo de información.

En el siglo XV, los musulmanes introdujeron el café en Persia, Egipto, África Septentrional y
Turquía, donde la primera cafetería, Kiva Han, abrió en 1475 en Constantinopla
¿Amenaza para el orden público?[editar]

Sobre la entrada de una cafetería de Leipzig hay una representación escultórica de un hombre con
traje turco recibiendo una taza de café de manos de un chico.

En La Meca, el 20 de junio de 1511, el emir Khair Bey observó a un grupo de hombres bebiendo
café. Observó las características particulares y juntó a un grupo de doctores y juristas para decidir
si la bebida se ajustaba al Corán, que prohíbe toda forma de intoxicación. Como observa Antony
Wild, es fácil olvidar que el café es una potente droga, cuya introducción necesita de un consenso
cultural, pero no de un consenso médico en Occidente. Por ello, agitados debates acompañaron a
los inicios de la introducción del café en el mundo islámico. El entusiasmo era tal que una ley turca
de la época sobre el divorcio precisaba que una mujer puede divorciarse de su esposo si éste no
llegaba a proporcionarle una dosis diaria de café.

En 1511, Khair Bey hizo cerrar todas las cafeterías, llevando a cabo además una campaña de
desinformación contra los perjuicios del café, cuando se enteró de que las críticas contra su poder
provenían de bebedores de café. El cierre de las cafeterías causó rebeliones, lo que incitó al
gobernador de Egipto a cancelar la prohibición. El consumo de café pudo entonces proseguir su
desarrollo. En 1630 había ya un millar de cafeterías en El Cairo. La prohibición volvió de nuevo a
Europa, tras la apertura de las cafeterías y, curiosamente, por las mismas razones, es decir, por
creer que la ingesta de café desarrolla el espíritu crítico, favoreciendo probablemente los
intercambios intelectuales entre consumidores.

El café llegó a Europa alrededor del año 1600, gracias a los mercaderes venecianos. Se aconsejó al
Papa Clemente VIII prohibir el café, pues representaba una amenaza de los infieles. Después de
haberlo probado, éste último bautizó la nueva bebida, declarando que dejar sólo a sus infieles el
placer de esta bebida sería una lástima. El café fue bien recibido por los monjes por las mismas
razones que los imanes: permite mantenerse despierto durante mucho tiempo y mantener el
espíritu limpio. Los musulmanes, celosos de sus plantas de Coffea arábica, prohibieron su
exportación. En 1650, un peregrino musulmán, Baba Budan9 llegó a coger siete plantas en la India,
que plantó en Mysore' y cuyas plantas descendientes subsisten todavía hoy.

Introducción en Europa y en el Nuevo Mundo[editar]

Kofetarica (La bebedora de café), de 1888. Óleo sobre lienzo de Ivana Kobilca (1861–1926), en el
Museo Nacional de Liubliana.
Estatua dedicada a Torrente Ballester, en el Café literario Novelty, fundado en 1905, en la Plaza
Mayor de Salamanca, obra del escultor Fernando Mayoral.

Se considera que fue el botánico alemán Léonard Rauwolf quien, por primera vez, describió el café
en un libro publicado en 1583.

El café resultó especialmente reprobado por los sectores protestantes, aunque no produciría
reacciones tan ásperas como el tabaco. Ya en 1611 algunos terratenientes alemanes pusieron en
marcha el sistema de prohibir su difusión. Estas medidas se mantienen durante al menos un siglo
en el norte y este de Alemania, hasta que Federico II de Prusia despenaliza su uso, sometiéndolo al
pago de un fuerte impuesto. El malestar frente al café prosiguió en el norte de Europa hasta bien
entrado el siglo XIX.

Cuando en el siglo XVII llegó por primera vez el café a Europa, algunos sacerdotes católicos lo
llamaron una amarga invención de Satanás, pues lo veían como un posible sustituto del vino, el
cual, en su opinión, había sido santificado por Cristo. Sin embargo, según el libro Coffee, se dice
que el papa Clemente VIII probó la bebida y al instante quedó cautivado. Para resolver el dilema
religioso, bautizó simbólicamente el brebaje, haciéndolo así aceptable para los católicos.

En el sur y oeste de Europa se observó una mayor tolerancia. En la década de 1650 comenzó a ser
muy importado y consumido en Inglaterra, y se comenzaron a abrir cafeterías en Oxford y en
Londres. La primera cafetería en Londres se abrió en 1652.

Las cafeterías se convirtieron en lugares donde nacieron las ideas liberales, debido a la visita
frecuente a esos lugares (donde, por cierto, se distribuían panfletos) por parte de filósofos y
letrados. En 1676, esta agitación incitó al fiscal del rey Carlos II de Inglaterra a pedir el cierre de las
cafeterías, citando crímenes de ofensa contra el propio rey y contra el reino. Las reacciones en
contra de tal decisión fueron tales que el edicto de cierre debió revocarse. Los flujos de ideas
alimentadas por el café modificaron profundamente al Reino Unido. Había más de dos mil
cafeterías, según un registro del año 1700. La famosa compañía de seguros Lloyd's de Londres fue
en su origen una cafetería, fundada en 1688.
En 1670 se abrió la primera cafetería en Berlín. En París, el café Procope fue el primero en abrir, en
1686, inventando una nueva forma de preparar el café: haciendo pasar agua caliente a través de
un filtro con café molido.

La historia de las célebres cafeterías de Viena comenzó con la Batalla de Viena de 1683. A
mediados del siglo XVIII todas las ciudades europeas tenían cafeterías, y en 1734 Johann Sebastian
Bach compuso su célebre Cantata del café (BWV 211), en una de cuyas escenas una chica le pide a
su padre que, si la castiga, no lo haga prohibiéndole el café, y dice que, si se casa, su marido
deberá permitirle beberlo.

El café estuvo prohibido en Rusia, con penas incluso de tortura y de mutilación. Y, cuando la
policía zarista encontraba a alguna persona presa de una crisis nerviosa, se lo atribuía al café.

Motín del té en Boston, 1773.

El café cruzó el Atlántico en 1689, con la apertura del primer establecimiento en Boston. La bebida
ganó popularidad y obtuvo el rango de bebida nacional, después de que los rebeldes lanzaron al
mar el té sobretasado por la corona británica durante el motín del té en Boston. Esta operación
clave se preparó en la cafetería Dragón verde.

El café alcanzó su completa aceptabilidad social en el siglo XVIII. Pronto los grandes cultivos se
desplazaron a Ceilán e Indonesia, consolidándose posteriormente en América del Sur.

El café comenzó a cultivarse en las colonias inglesas, en particular en Ceilán, pero las plantaciones
fueron devastadas por una enfermedad y finalmente sustituidas por plantaciones de té. En 1696,
los holandeses lo hicieron cultivar en Indonesia y en Java. En 1714, el capitán de infantería Gabriel
Mathieu de Clieu ocultó un esqueje de una planta de café ofrecida por Holanda al rey Luis XIV de
Francia y conservada en los invernaderos reales para establecerlo en las cuestas del Monte Pelée
en Martinica, en Santo Domingo y Guadalupe. Cincuenta años más tarde, se cuentan 19 millones
de plantas en Martinica.
Lata de café de la primera mitad del siglo 20. De la colección del Museo del Objeto del Objeto.

Los holandeses llevaron semillas a la Guayana Holandesa y de ahí a la vecina Guayana Francesa. La
primera plantación en Brasil se estableció en 1727 con plantas sustraídas de la Guayana Francesa a
pesar de fuertes medidas de seguridad impuestas por las autoridades coloniales. Su industria
dependía de la práctica de la esclavitud, que se suprimió en 1888.

En 1784 los misioneros capuchinos llevaron las primeras semillas de café a Venezuela desde el
Brasil mientras que a Colombia llegaron desde las Antillas Francesas. Los primeros cultivos en
pequeña escala se registraron en los últimos tiempos coloniales, sobre todo en el departamento
del Magdalena, en 1785.

Cuando el café alcanzó las colonias estadounidenses, no tuvo inicialmente tanto éxito como había
tenido en Europa, ya que los colonos lo veían como un pobre sustituto del alcohol. Sin embargo,
durante la Guerra de la Independencia, la demanda de café aumentó hasta tal punto que los
distribuidores tuvieron que agrupar las escasas existencias y subir los precios drásticamente; parte
de ello se debió a la disponibilidad reducida de té de los mercaderes británicos. El consumo de
café entre los estadounidenses aumentó durante principios del siglo XIX, tras la Guerra de 1812,
que había acabado con el acceso a las importaciones de té, y la gran demanda durante la Guerra
de la Independencia, así como muchos adelantos en la tecnología para la elaboración de la bebida
cimentó la posición del café como un producto diario en Estados Unidos.

En Colombia las primeras plantaciones a mediana escala se registraron en 1808 en Cúcuta y en


1813 Ignacio Ordóñez de Lara fue el primero en contar con un cultivo de 7.000 palos de café. En la
región del Cundinamarca fue Tyreel Moore en 1867 quien estableció los primeros cultivos y
Mariano Ospina Rodríguez en el departamento de Antioquia. En el Departamento de Caldas en el
llamado eje cafetero colombiano los responsables fueron Eduardo Walker en jurisdicción de La
Cabaña y Antonio Pinzón en el Águila y para 1890 el café se constituye en base de la economía
regional. En 1886 Simón López lo extendió a la ciudad de Pereira de donde partió la expansión del
cultivo a zonas del Quindío y al Valle del Cauca.

En España, a finales del siglo XIX y principios del XX, también los intelectuales comenzaron a
reunirse en cafeterías, algunas de las cuales a día de hoy son auténticas instituciones: Café Gijón
(Madrid, 1888), Café Novelty (Salamanca, 1905) o el Café de Fornos (Madrid, 1907) entre otros.

Popularidad en Occidente hasta nuestros días[editar]


Durante el siglo XVIII, la bebida se hace popular en Europa, y los colonos europeos introducen el
cultivo del café en numerosos países tropicales, como un cultivo de exportación para satisfacer la
demanda europea. En el siglo XIX, la demanda en Europa era a menudo superior a la oferta y
estimuló el uso de distintos sustitutos con un sabor similar, como la raíz de achicoria (véase la
sección sobre sustitutos).

Las principales regiones productoras de café son América del Sur (particularmente Brasil, Ecuador
y Colombia), Vietnam, Kenia y Costa de Marfil. Hawai tiene una pequeña producción de café de
gran calidad y elevado precio, pero entre las numerosas variedades desarrolladas, el café más caro
y famoso sigue siendo el Blue Mountain procedente de Jamaica. Aunque actualmente Colombia y
Perú poseen numerosas plantaciones de café orgánico de altísima calidad que están empezando a
ganar reconocimiento mundial. Durante varias décadas en los siglos XIX y XX Brasil fue el mayor
productor y monopolista virtual en el comercio del café, hasta que una política de mantenimiento
de altos precios generó oportunidades de negocio a otros productores, como Colombia,
Guatemala, Perú, México, Venezuela, Costa Rica, Honduras e Indonesia.

Transcripción de CICLO DE VIDA Y FASES


FENOLÓGICAS DEL CAFETO
Desarrollo vegetativo del cafeto

Desarrollo radical y anclaje

Factores que afectan el desarrollo foliar

Origen de los órganos vegetativos aéreos

Variaciones climáticas.

Nutrición.

Plagas y enfermedades.
Podas.

Desarrollo de inflorescencias y flores del cafeto

Tiene 5 etapas

Etapa 1

Etapa 2

Etapa 3

Etapa 4

Etapa 5

Desarrollo foliar

Las hojas del cafeto

Crecimiento de la hoja

Épocas de formación de hojas

CICLO DE VIDA Y FASES FENOLÓGICAS DEL CAFETO

Ciclo de vida del café

El cafeto es un arbusto perenne, cuyo ciclo de vida en condiciones comerciales alcanza hasta
veinte o veinticinco años.

la planta comienza a producir a un año de edad y máxima productividad entre los seis y ocho años.

Fases fenológicas del cafeto

Fase de desarrollo vegetativo del cafeto

Fase de desarrollo reproductivo del cafeto


Fase de senescencia del cafeto

fase vegetativa es el tiempo que va desde la germinación hasta la primera floración.

DESARROLLO VEGETATIVO EN COLOMBIA

3 ETAPAS

Germinación a trasplante

Almacigo

Siembra definitiva

Comienza con la aparición de las primeras flores; esta fase puede estar influenciado por la
duración del día (fotoperíodo), la época de siembra, la temperatura o la disponibilidad hídrica.

El ritmo de envejecimiento depende de la región donde se establece el cultivo, la densidad de


siembra, la intensidad de la producción, la disponibilidad de nutrimentos, la presencia de plagas y
enfermedades o el estrés ambiental, entre otros.

Las raíces desempeñan un papel fundamental en el crecimiento y la producción del cafeto.

ORIGEN DE LA RAIZ

Plantas gymnospermas, magnólidas y eudicotiledóneas ->Se origina la raíz primaria->en raíz


pivotante en el que se forma las ramificaciones o raíces laterales conformando lo que se denomina
sistema radical pivotante

plantas monocotiledóneas ->raíz primaria se atrofia y es reemplazada por numerosas raíces de


igual tamaño que se desarrollan a partir del tallo y que se conocen como raíces adventicias. El
conjunto de estas raíces adventicias y sus ramificaciones laterales se denomina sistema radical
fibroso.
CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS RAÍCES

Raíz pivotante

Raíces adventicias

Estructura de la raíz

Fase vegetativo del cafeto

Anatomía de la raíz

Arquitectura del sistema radical del cafeto

Plantas jóvenes

( 1 año edad): consta de una raíz pivotante bastante ramificada que predomina sobre las raíces
laterales.

Plantas adultas

(6-9 años edad): raíz pivotante central muy fuerte y raíces axiales que crecen 2 a 3 m.

Raíces laterales:

Raíces laterales superficiales:

crecen hasta 1,5 m del tronco.

Raíces laterales sub-superficiales

: Se desarrollan a mayor profundidad y se ramifican en el suelo en todos los planos.

Raíces portadoras de raíces absorbentes:

de longitud variable 2,5 cm y tienden a ser más cortas

Raíces absorbentes:

crecen uniformemente sobre las anteriores a todas las profundidades.


Influencia del desarrollo radical sobre el crecimiento y la producción de café

Raíz de cafeto 6 años

Raíz de cafeto 12 años

Factores que limitan el desarrollo de las raíces del cafeto

Etapa de germinador.

Etapa de almácigo.

Fases vegetativa y reproductiva (campo).

Condiciones físicas del suelo.

Condiciones químicas del suelo.

Enfermedades.

Poda de raíces.

Atrofia de raíces.

Ana Milena Almario Ochoa

Cod. 20121109005

Yemas en el tallo

Yemas en las ramas

Morfología de la flor del cafeto

Condiciones desfavorables para el desarrollo de la flor.

Flores atrofiadas.

Flores estrellas.

Petalodia.

Secamiento de flores.
Caída de la flor.

Deficiencia de flores

Pérdida de la capacidad de floración.

Floración continua.

Retrogresión.

Daños por fitotoxicidad.

Daños por insectos

Desarrollo del fruto

De la floración a la maduración

El desarrollo del fruto tiene 5 etapas:

Etapa 1

: después de la floración (0 a 50 días), el fruto tiene el tamaño de un fósforo.

Etapa 2

: semanas 8-17 (50 a 120 días), adquiere su tamaño final, y la semilla tiene consistencia gelatinosa.

Etapa 3:

semanas 18 a la 25 (120 a180 días). almendra completa su desarrollo y adquiere consistencia


sólida y gana peso.

Etapa 4:

semanas 26 a la 32 (180 a 224 días). El fruto se encuentra desarrollado y comienza a madurar.

Etapa 5:

semana 32 (más de 224 días), el fruto se sobremadura.


Factores que afectan el desarrollo del fruto

La broca de café.

El mal rosado.

La mancha de hierro.

Colletotrichum sp.

Déficit hídrico.

Relación entre floración y fructificación

Madurez fisiológica del fruto.

Composición de la cereza del café.

Fase de senescencia del cafeto

Envejecimiento del cafeto.

El ritmo de envejecimiento depende de la región donde se establece el cultivo, la luminosidad, la


densidad de siembra, la intensidad de la producción, la disponibilidad de nutrimentos, la presencia
de plagas y enfermedades o del estrés ambiental, entre otros.
Gracias

Crecimiento y desarrollo de la raíz

Clasificasion botanica
Los cafetos (Coffea) son un género que contiene en torno a cien taxones específicos e
infraespecíficos aceptados,1 de los casi 400 descritos de plantas de la familia de las rubiáceas,
nativas del sur de Asia y el África subtropical. Se cultivan extensamente por sus semillas que se
emplean, molidas y tostadas, para la elaboración del café, una bebida estimulante; la popularidad
de éste hace que la importancia económica del cafeto sea extraordinaria, siendo uno de los
productos vegetales más importantes del mercado global.

Índice [ocultar]

1 Etimología

2 Descripción

3 Cultivo

4 Procedencia

5 Taxones aceptados

6 Véase también

7 Referencias

8 Enlaces externos

Etimología[editar]

El nombre español de la planta: café procede del italiano caffè y éste de la región central etíope
llamada históricamente Kaffa o Caffa donde se dice los monjes cristianos coptos bebían la infusión
de las plantas de Coffea para mantenerse despiertos. Esto de ningún modo contradice a la versión
dada por el DRAE según la cual la palabra café derivaría de la italiana caffe (sic, sin acento grave), y
esta del turco otomano kahve, y esta del árabe clásico qahwah ya que qahwah puede ser la
denominación arábiga de la región histórica etíope de Kaffa o Caffa.

Descripción[editar]
Planta de Cafeto.

El cafeto es un arbusto o árbol pequeño, perennifolio, de fuste recto que puede alcanzar los 10
metros en estado silvestre; en los cultivos se los mantiene normalmente en tamaño más reducido,
alrededor de 3 metros. Las hojas son elípticas, oscuras y coriáceas. Florece a partir del tercer o
cuarto año de crecimiento, produciendo inflorescencias axilares, fragantes, de color blanco o
rosáceo; algunas especies, en especial Coffea arabica, son capaces de autofertilización, mientras
que otras, como Coffea robusta, son polinizadas por insectos. El fruto es una drupa, que se
desarrolla en unas 15 semanas a partir de la floración; el endospermo comienza a desarrollarse a
partir de la duodécima semana, y acumulará materia sólida en el curso de varios meses, atrayendo
casi la totalidad de la energía producida por la fotosíntesis. El mesocarpio forma una pulpa dulce y
aromática, de color rojizo, que madura en unas 35 semanas desde la floración.

C. robusta

Cultivo[editar]

El cafeto requiere mucha humedad para dar fruto; prefiere los terrenos altos, y no es resistente a
las heladas. La especie C. arabica es la más exigente en cuanto a condiciones climáticas y fertilidad
del suelo; aunque es la que produce mejor fruto, se la reemplaza, habitualmente por C. robusta,
cuando las condiciones no son óptimas. En una situación favorable, el cafeto produce fruto
durante 50 ó 60 años, con un rendimiento de 800 a 1400 kilos por hectárea. Se estima que la
producción mundial proviene de unos 15 mil millones de ejemplares, ocupando más de 100.000
km² de plantaciones.

Procedencia[editar]

El cafeto probablemente se haya originado en la actual Etiopía, aunque otros estudios señalan al
Yemen. El café se hizo popular alrededor del siglo XIII como bebida estimulante, posiblemente a
raíz de la prohibición islámica contra las bebidas alcohólicas. Durante varios siglos su cultivo fue
conservado en secreto; la primera descripción del arbusto data de 1583, por parte del botánico
alemán Leonhard Rauwolf. Poco después, en 1650, se introdujo su cultivo en la India a través de
un peregrino de vuelta de La Meca con un puñado de planteles.

Los colonos europeos difundieron la planta en América para proveer a la creciente demanda en
Europa. Aunque se ensayaron sustitutos, como la raíz de achicoria (Cichorium intybus) para suplir
en parte la necesidad de importación, la demanda no dejó de aumentar. Hoy las fuentes
principales de producción son Brasil, Honduras, El Salvador, Vietnam, Colombia, Guatemala, India,
Indonesia, México, Perú y Costa Rica.

Variedades hibridas de café


En la finca coexisten estas variedades:

Catuaí: Es un cruce entre la variedad Caturra y la Mundo Nuevo en Sao Pablo, Brasil. Es una
variedad de porte bajo y alta producción. El tallo principal es grueso, con ramas laterales
abundantes las cuales son prolíficas en ramas secundarias lo que le da una gran capacidad
productiva. Las hojas nuevas son de color verde claro. Es un arbusto vigoroso y compacto. Tiende
a ser de mayor diámetro (ancho) que el Caturra. Los frutos no se desprenden fácilmente de las
ramas. Buena taza.

Caturra: Esta variedad es una mutación del Borbón en el estado Minas Gerais en Brasil. Es una
planta de porte bajo ( 8 a 10'), tronco grueso y poco ramificado e inflexible. Posee entrenudos
muy cortos en las ramas y en el tallo lo que lo hacen un alto productor. Sus hojas son grandes, de
borde ondulado, anchas, redondeadas, gruesas y de color verde oscuro. Las hojas nuevas son de
color verde claro. Es un arbusto de un aspecto general compacto y de mucho vigor. Las ramas
laterales forman un ángulo bien cerrado con el tronco. Su sistema radical está bien desarrollado lo
que le permite adaptarse a diferentes condiciones. Excelente taza.

Geisha: El Geisha, una de las variedades más exclusivas de café, de las hasta hoy conocidas a nivel
mundial. Por el momento solo se produce en las tierras más altas de la provincia de Chiriquí,
Panamá. Se trata de una variedad arábiga cuyo origen es Etiopía, y que al parecer fue traído hace
algunos años desde Costa Rica. Este café está catalogado como uno de los más caros y exóticos. Se
le describe con un sin fin de elogios. De hecho hasta se le ha llamado el champán del café. Entre
otros, se le hallan sabores que recuerdan a toques de mandarina, esencia de nueces, aceite de
bergamota, jengibre, mora, mango maduro y toques de canela. Y aromas a jazmín y toda clase de
flores. Es muy apreciado por tostadores de café en Europa, América del Norte y Japón.

Bourbon: Se trata de una variedad de café arábiga. Su nombre se debe a sui procedencia
geográfica. Pues al parecer se empezó a cultivar en la Isla de Bourbon (ahora La Reunión). Después
fue cultivado en América Latina y África, siendo El Salvador uno de los países que hoy destacan en
la producción de esta variedad. El café Bourbon crece mejor en altitudes superiores a los 1.000
metros. Destaca en él su sabor a chocolate y almendra. Y es de acidez media y alta. Su sabor es
más marcado a medida que aumenta la altura en la que es cultivado.

CLIMA Y SUELO PARA EL CAFE


Componentes del clima

Temperatura

La zona óptima para el cultivo del café arabico se encuentra entre 19 y 21.5 grados centígrados.

En climas fríos, donde la temperatura media es menor de 19 grados centígrados, las variedades de
café se desarrollan menos, su producción es menor y la cosecha se distribuye a lo largo del año.

En climas calientes, donde la temperatura media es mayor de 21.5 grados centígrados, la vida
productiva del cafeto es más corta, la cosecha más temprana y más concentrada. El ataque de la
roya es más severo y se incrementan plagas como la broca y el minador.

Lluvia

Se considera apropiada para el cultivo una cantidad de lluvia comprendida entre los 1.800 y los
2.800 milímetros anuales, con una buena distribución en los diferentes meses del año. Se
requieren por lo menos 120 milímetros al mes.

Periodos de mucha lluvia favorecen la presencia de enfermedades como el mal rosado y la gotera.

El exceso de lluvias también puede afectar la floración del cafetal, disminuyéndola o dañándola.
Si se presentan sequías excesivas, las hojas del cafeto pueden caerse por falta de agua y se puede
incrementar el ataque de plagas como la arañita roja, el minador y la broca.

Humedad del aire o humedad relativa

Este componente del clima presenta altas variaciones entre el día y la noche. En la zona cafetera el
aire es normalmente húmedo.

Vientos

Son los encargados de transportar el vapor de agua y las nubes, haciendo variar algunos
componentes del clima como las lluvias, la temperatura y el brillo solar.

En general, las zonas más adecuadas para el cultivo del cafeto se caracterizan por presentar
vientos de poca fuerza.

Brillo solar y nubosidad

La principal fuente de energía para las plantas es la radiación del sol que llega a las plantas
dependiendo de la presencia o ausencia de nubes y la orientación de las laderas en relación con la
salida del sol. El brillo solar se expresa como el número de horas en las cuales el sol brilla en un
período dado.

El brillo solar en la zona cafetera se encuentra entre 1.600 y 2.000 horas de sol al año (4.5-5.5
horas de sol al día).

EL SUELO PARA EL CULTIVO

El suelo es la capa superior de la tierra donde se desarrollan las raíces de las plantas.

El suelo es esencial para el cafeto porque le facilita el anclaje y le proporciona el agua y los
nutrimentos necesarios para su crecimiento, desarrollo y producción.

Tiene su origen en la desintegración y descomposición lenta de las rocas, causada principalmente


por la acción del agua, la temperatura y los vientos. En algunas regiones estos procesos se
acompañan de cenizas provenientes de los volcanes. Con el paso del tiempo las partículas
formadas se mezclan con los residuos de animales y vegetales en descomposición, dando origen al
suelo o capa vegetal.

El suelo está compuesto por sustancias sólidas (orgánicas e inorgánicas), agua y aire.
Propiedades físicas del Suelo

Las principales son: color, textura, estructura, porosidad, permeabilidad, profundidad efectiva.

Color

En términos generales, el color negro de los suelos indica un buen contenido de materia orgánica.
Los suelos oscuros son los mejores para el café y los cultivos, en general.

Textura

Está relacionada con el tamaño de los granos o partículas del suelo:

Las más pequeñas se llaman arcillas.

Las más grandes reciben el nombre de arenas.

Las que tienen un tamaño intermedio entre las arcillas y las arenas se llaman limos.

La cantidad o porcentaje en que se encuentran dichas partículas en un suelo, determina su


textura.

Dependiendo de los granos o partículas que estén en mayor número en el suelo, se puede hablar
de suelos con textura arenosa, arcillosa o limosa.

Cuando las partículas están en proporciones iguales, la textura es franca. Los mejores suelos para
cultivar café son los llamados francos.

Cada textura le da propiedades particulares al suelo, en cuanto al drenaje o porosidad y la


cantidad de nutrientes, entre otras.

Estructura

Es la forma como se agrupan las partículas o granos del suelo y es determinante para el
crecimiento y penetración de las raíces.

Es de gran importancia en la permeabilidad del suelo, en la facilidad para trabajarlos y en la


resistencia a la erosión.

La estructura se puede mejorar o dañar con las labores de cultivo.

La mejor para el cafeto es la de tipo granular.


Porosidad y permeabilidad

Al agruparse los granos o partículas del suelo para formar terrones, quedan entre ellos espacios de
tamaño variable denominados poros, que son ocupados por el agua y el aire.

La permeabilidad se refiere a la velocidad con la que el agua y el aire circulan o se mueven a través
de los poros del suelo.

Los suelos arenosos son de permeabilidad alta y los arcillosos de baja permeabilidad.

Los mejores suelos para el café son los francos, en los cuales la permeabilidad es moderada.

Profundidad efectiva

Se llama así a la distancia hasta donde las raíces de la planta pueden penetrar fácilmente en busca
de agua y alimento.

A mayor profundidad efectiva del suelo mejor será el desarrollo radical del cafeto.

En general, un suelo para cultivar café es profundo si permite la penetración de las raíces hasta 80
centímetros.

La erosión ocasionada por las inadecuadas prácticas de desyerba del cultivo, disminuye la
profundidad efectiva del suelo.

En resumen los mejores suelos para el cultivo del cafeto son los francos, de buena profundidad
efectiva, con estructura granular, buena aireación y permeabilidad moderada.

Propiedades químicas del suelo

Las más importantes son: pH o acidez, fertilidad, materia orgánica. Son determinadas en el
laboratorio mediante el análisis químico de suelos.

Grado de acidez o pH

Esta medida varía entre 1 y 14. Los suelos buenos para café deben tener una acidez entre 5 y 5.5.

Al cafeto no le convienen suelos con valores de la acidez por debajo de 5 o por encima de 5.5,
pues se dificulta la nutrición del cultivo.

Fertilidad

Esta propiedad del suelo está estrechamente relacionada con la cantidad disponible de
nutrimentos para las plantas.
Los elementos nutritivos que el cafeto requiere en mayor cantidad son: Nitrógeno, Fósforo y
Potasio.

El cafeto necesita en menor cantidad de Calcio - Magnesio, Azufre - Hierro, Zinc - Manganeso, Boro
– Cobre.

La carencia de alguno de estos nutrimentos afecta el normal crecimiento y desarrollo de la


plantación cafetera al igual que su producción potencial, tanto en calidad como en cantidad de
café.

Un suelo que presente mediana a baja fertilidad se puede mejorar con la aplicación de
fertilizantes.

En general, se puede decir que para el cultivo del cafeto son más importantes las buenas
condiciones físicas del suelo que su fertilidad natural.

Materia orgánica

Está representada por los residuos descompuestos de plantas y animales. La pulpa de café
descompuesta aporta materia orgánica a los suelos. La materia orgánica tiene mucha importancia
para obtener una alta productividad del cultivo. Influye en forma decisiva en el mejoramiento de
las condiciones físicas del suelo, favorece la retención de humedad y es el principal sustrato para
el desarrollo de pequeños organismos que la transforman en una gran fuente de alimento para el
cafeto. Los suelos buenos para cultivar café deben tener contenidos de materia orgánica mayores
al 8%.

Cuidados posteriores a la siembra

Complementar los trabajos de conservación de suelos, si el caso lo amerita, con el establecimiento


de barreras vivas y/o muertas, coberturas vivas y/o muertas y acequias o zanjas de infiltración.

En esta etapa de desarrollo del cultivo, es oportuno cultivar alguna leguminosa (frijol) en asocio
con el café, al centro de la calle.
Establecer diferentes tipos de sombra (provisional, temporal y permanente), para el caso de
plantaciones establecidas en terrenos limpios.

Manejo adecuado de las hierbas.

Revisar la siembra y hacer las resiembras necesarias.

Monitoreo de plagas y enfermedades.

Siembra

La siembra debe hacer al establecerse formalmente las lluvias y por consiguiente, cuando exista
humedad suficiente en el suelo (de mayo a julio, según la región), considerando básicamente los
siguiente:

Sembrar únicamente plantas sanas y vigorosas, con 2 ó 3 cruces.

Al sembrar las plantas, cuidar que éstas no queden demasiado enterradas.

Evitar que la raíz principal quede doblada, apisonando bien la tierra alrededor del pilón, para
evitar cámaras de aire.

Cuando es almácigo en bolsa, cortar una rodaja en el asiento del pilón de aproximadamente media
pulgada de grosor.

Aplicar dos onzas de roca fosfórica por planta, procurando mezclarla con el suelo y el abono
orgánico incorporado previamente.

Hacer terrazas individuales o continuas y aplicar mulch, para mantener la humedad del suelo.

Población por hectarea


La densidad de siembra de cultivos se define como el número de plantas por unidad de área de
terreno; tiene un marcado efecto sobre la capacidad de producción de las plantas y es tan
importante, que se le considera como un insumo más en el proceso de producción; de la misma
importancia que un fertilizante, por ejemplo.
La densidad de siembra está relacionada con los efectos que en la planta produce la competencia
de otras plantas de su misma especie o de otras que se encuentren dentro de un espacio
determinado.

La competencia se ve como las inconveniencias causadas por la proximidad de las plantas vecinas
y que pueden ser: disminución de disponibilidad de luz, espacio, agua o nutrientes para cualquier
planta individual, cuando su follaje o área radicular se traslapa con la de otro individuo.

A medida que se incrementa la población de plantas por área, disminuye la producción media por
planta, debido a la competencia por los recursos necesarios para su crecimiento. Entre los factores
más importantes que deciden la densidad de siembra óptima para un cultivo, están las
características morfológicas de las plantas, las cuales deben de tener condiciones ambientales
para que puedan desarrollarse sin limitantes y expresar la capacidad genética.

En el cultivo de café se tienen identificadas las características morfológicas de las principales


variedades comerciales, las que han sido objeto de estudio en los países productores.

Zonas productoras de cafe


Entre los meses octubre y marzo, es cuando se produce la cosecha de café en Venezuela, en esta
época se alcanza un 94% de cultivo, sin embargo, entre los meses de diciembre y enero se obtiene
un nivel más alto de cosecha, pero en el oriente del país la producción se eleva en enero y febrero.

La producción de café es mayor en los estados montañosos, en la región de los andes.

La producción del café se ha mantenido en el país durante años, sin embargo se han venido
presentando cambios de uso de la tierra buscando otras opciones como las ganaderías o usos
agrícolas diferentes a la plantación del café, y eso ha hecho que la demanda del país no se vea
satisfecha con la producción nacional, lo cual nos obliga a tener intercambios con otros países que
tengan mayor capacidad productiva de este rubro.

La semilla de café debe ser producida en plantaciones seleccionadas que cuenten con
determinadas características, como una buena condición vegetativa y altas producciones
establecidas de varios años. Además, la semilla después de cosechada, debe ser procesada,
envasada y almacenada bajo estrictas normas técnicas de selección. Dicho proceso permite
garantizar la viabilidad de la semilla y la obtención de plántulas de la mejor calidad.

En términos generales, dependiendo la variedad por libra de semilla se obtienen en promedio


unas 1,000 a 1,500 plantitas, por lo anterior y con el fin de lograr los mejores resultados, se hacen
las siguientes sugerencias técnicas para el mejor manejo y cuidados de la semilla de café.

Recomendaciones para obtener semilla


de café

Los lotes de producción de semilla deben ser de una sola variedad, provenientes de plantas
seleccionadas.

Las plantas deben presentar el fenotipo propio de la variedad y óptimas condiciones de vigor.

Cada campo de multiplicación de semillas debe constituir una unidad claramente separada de los
lotes comerciales, por lo menos a tres metros, o considerar dos surcos de borde, para reducir la
posibilidad de cruzamientos con otras variedades.

Mantener los distanciamientos de siembra recomendados para variedades de porte bajo y alto.

En los lotes seleccionados eliminar:

Plantas fuera de tipo, por ejemplo, portes altos dentro de un lote de porte bajo, brotes o
"cogollos" de color diferente. Plantas raquíticas o enfermas, manteniendo un programa de
resiembra permanente.

La productividad por manzana debe ser acorde a los estándares de producción de la zona.

El porcentaje de grano vano debe ser menor del 5%.

El sustrato del semillero debe ser de textura arenosa o franco arenosa y libre de materia orgánica.

El presidente de la comisión Permanente de Ambiente, Recursos y cambios Climáticos de la


asamblea nación, Manuel Briseño, expresó que en la actualidad existen orientaciones precisas
sobre lo que es volver a revitalizar la producción cafetalera en Venezuela, al tiempo que expresó
que deberían implementarse nuevas condiciones donde se pueda equilibrar el cultivo de este
rubro.

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