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NOMBRE: FECHA: NOTA:

La Dictadura Militar Chilena

Liderado por el Vicealmirante de la Armada, José Toribio Merino, y el comandante de la Fuerza


Aérea, Gustavo Leigh, el golpe fue planificado para el 11 de septiembre, debido a que esse día
el ejército se encontraba concentrado em Santiago por la celebración de las Glorias del Ejército.
El 8 de septiembre, el general Arellano Stark solicitó el apoyo del general Pinochet, pero éste
no dio uma respuesta definitiva. Al día siguiente, Salvador Allende informó al Comandante em
Jefe y otros generales del Ejército que había decidido convocar a um plebiscito, com el fin de
dar uma salida a la grave crisis política. Esse mismo día, los cabecillas del golpe contaron com
el apoyo de Pinochet.
Los acontecimientos comenzaron a desarrollarse temprano. Informado de la sublevación de la
Armada, Allende se dirigió raudamente al Palacio de La Moneda a las 7:30 horas, el que estaba
custodiado por tanquetas de carabineros. Luego de conocido el primer comunicado de la Junta
Militar, poco a poco se fueron retirando. Cuarenta y cinco minutos más tarde, se iniciaba el
ataque al palacio de gobierno por tierra.
Cerca de las once de la mañana, el Presidente Salvador Allende dirigió su último mensaje al
país, a través de uma cadena de radioemisoras simpatizantes del gobierno. Em éste señalaba
su decisión de no abandonar la casa de gobierno. Agregaba que se mantendría firme em su
postura de “seguir defendiendo a Chile”.
Al mediodía se inició el bombardeo sobre La Moneda, el que se prolongó durante 15 minutos.
Aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea de Chile, luego de sobrevolar su objetivo, atacaron
la sede del gobierno com cohetes “rockets” que destruyeron dependencias y provocaron el
incendio del edificio. Pocos minutos después caía La Moneda y el Presidente Salvador Allende
era encontrado muerto em el salón principal junto al arma com la cual se suicidó. Al día
siguiente, toda la prensa del país mostraba em primera plana el Palacio de La Moneda destruido
y humeante. Com tres siglos de historia y habiendo albergado a veintitrés presidentes de la
Republica de Chile, éste nunca antes había sido destruido.

Fuente: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-92405.html
Ejercicios:
1) ¡Quién fue el responsable por el golpe en Chile? Justifique su respuesta.

Un poco de la historia de los 17 años de dictadura

Memoriosa me preguntó qué es una dictadura. La respuesta que le di es un poco larga, porque
toca también la historia de Chile.
Una dictadura es lo opuesto a la democracia. La democracia busca la participación ciudadana
y permite a la población de un país elegir a sus gobernantes, mediante votaciones. La dictadura,
en cambio, no pide la opinión de los ciudadanos e impone por la fuerza a una persona (o a un
pequeño grupo de personas) en el poder.
Chile ha estado dos veces bajo dictadura. Con Carlos Ibáñez del Campo, entre 1927 y 1931, y,
con Augusto Pinochet Ugarte, entre 1973 y 1990. La dictadura de Pinochet, al ser reciente,
todavía divide a los chilenos. Es importante, sin embargo, conocer algunos de los hechos
ocurridos durante esos 17 años de nuestra historia.
El 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet, Comandante en Jefe del Ejército, derrocó
violentamente al entonces presidente de Chile, Salvador Allende. Ese día, el Palacio de La
Moneda -donde está la oficina del presidente y sus ministros- fue bombardeado por aviones de
la Fuerza Aérea y el poder fue asumido por una Junta Militar de Gobierno, que nombró a
Pinochet Presidente de la República.
Estando Augusto Pinochet en el poder, el sistema democrático no funcionó con normalidad.
El Congreso Nacional, por ejemplo, un espacio para el debate ciudadano, fue disuelto.
Pero lo más grave fue la violación de los Derechos Humanos. Personas fueron perseguidas y
encerradas. Otras nunca volvieron a sus hogares. Muchos chilenos, por obligación o por temor,
debieron irse a vivir al extranjero y convertirse en exiliados.
La población chilena fue la que decidió el fin de la dictadura. El año 1988 se hizo un plebiscito y
la mayoría de los ciudadanos votaron porque Pinochet no siguiera en el poder y se convocara
a elecciones para elegir a un presidente de forma democrática.
En dictadura fue difícil exponer la violación de los Derechos Humanos, pero un grupo de
arpillera logró hacerlo de una manera muy creativa. Amparadas por la Vicaría de la Solidaridad,
mujeres de Santiago usaron agujas, hilos y lana, para bordar la injustica, como las detenciones
y el encarcelamiento de sus seres queridos. Con esta forma pacífica lograron denunciar la
violación a los derechos humanos y de alguna forma, pudieron expresar su dolor y tristeza. Los
invito a ver algunos de los conmovedores bordados de estas arpilleras.
Búho Medina.

Fuente:

Colección Archivo de la Vicaría de la Solidaridad.


Propiedad intelectual:Obra protegida

Hay muchas películas sobre la dictadura militar chilena, puedes buscarlas por internet, todas son muy
buenas hasta la “Pinochet”, que habla de la dictadura del lado de los que les gustaba.

Ahora entra en el sitio y ve el vídeo sobre la dictadura: https://youtu.be/Vc9H-RHeqPU

Después de ver el vídeo, responde a las preguntas:

Ejercicios:

2) ¿El gobierno militar chileno, fue uno de los más violentos de Latinoamericana?
3) ¿Para ti, cuáles fueron los factores que hicieron con que se produjera la dictadura militar en Chile? ¿
algo más que la política?

4) Aprende algunos modismos chilenos y explícalos a bajo, usando el sitio:


https://diccionariochileno.cl/term/Yapo
Película No de Pablo Larraín

La película No de Pablo Larraín cuenta la historia del plebiscito chileno de 1988


que podría fin a la dictadura militarista de Augusto Pinochet.

En ese plebiscito, el pueblo chileno tenía dos opciones: votar sí para extender
el mandato del candidato único del gobierno, o votar no para convocar
elecciones democráticas.

Al contrario de lo que puede parecer, más que enfocarse meramente en los intríngulis
políticos de aquel episodio, la película tiene como punto de vista el desarrollo de la
campaña propagandística por el NO. En otras palabras, se enfocó en los modos que
encontró la sociedad chilena para vencer al miedo sembrado en 15 años de régimen
autoritario.

Resumen

La película No se enmarca en la dictadura chilena de Augusto Pinochet que, en 1988,


cedió ante las presiones internacionales que cuestionaban la legitimidad del gobierno
militar y convocó a un plebiscito.

Pinochet se anima a ello seguro de tener una ventaja indiscutible sobre la base de tres
argumentos: el repunte de la economía chilena, la aparente seguridad ganada en la
dictadura y el miedo a la izquierda radical.

La primera reacción de la oposición chilena es rechazar la convocatoria y considerar la


abstención. Pero las negociaciones resultan en un acuerdo de condiciones mínimas que
pueden representar al menos una pequeña oportunidad para los opositores.

El gobierno garantiza 15 minutos diarios de franja televisiva (en horario nocturno) por
un mes. En ese tiempo ambas opciones deben presentar sus campañas. Este es el
único espacio con el que cuenta la oposición para hacer algo al respecto.

Ante circunstancias tan adversas, la oposición decide buscar la asesoría de publicistas


expertos. Es así como entra en escena René Saavedra (Gael García Bernal). Un político
democristiano llamado José Tomás Urrutia (Luis Gnecco) trata de persuadir a Saavedra
para dirigir la campaña por el NO. Urrutia invoca el recuerdo del padre de Saavedra, su
amigo personal, quien vivió exiliado en México junto al joven.

Desde que Saavedra había regresado a Chile, trabajaba como publicista junto a Luis
“Lucho” Guzmán (Alfredo Castro) en una agencia publicitaria. Lucho teme la propuesta
de Urrutia, y trata de hacerle ver a Saavedra que arriesga innecesariamente la
estabilidad y el bienestar económico que ha ganado al no meterse en asuntos políticos.
Sin embargo, Saavedra acepta el reto por el NO mientras que Luis Guzmán asume la
dirección de la campaña por el SÍ.

La campaña por el NO

Para Saavedra, el NO debe ser mostrado como un paso a la alegría, una oportunidad
de futuro posible, y no desde un enfoque crítico acerca del pasado o el presente de un
Chile desigual. En otras palabras, Saavedra aplica en la campaña política los mismos
criterios para la venta de un producto de consumo, pero en un contexto totalmente
innovador.

La polémica no se hace esperar. Los políticos tradicionales no aceptan de buen agrado


la propuesta, ya que sienten que banaliza la importancia del dolor y el miedo sufrido
durante el régimen. Pero Saavedra no cede ante los argumentos. La madre del hijo de
Saavedra, por su parte, sigue apegada a la opción abstencionista, pues cree que las
elecciones convalidan el autoritarismo del régimen.

Así, la campaña parece casi la promoción de una gaseosa. Saavedra presenta


finalmente el slogan: “Chile, la alegría ya viene” y manda a componer un jingle en lugar
de un himno. Propone, además, el uso de un arcoíris cuyos colores representan las
tendencias de los 17 partidos de oposición.

Saavedra comienza a ser víctima de actos de intimidación en su propia casa. Urrutia


interpreta la agresión como una acción desesperada del gobierno y persuade al joven
de seguir adelante, pues mientras los ojos del mundo estén sobre Chile, no les pueden
hacer nada.
Durante la campaña, las diferencias se hacen evidentes: mientras el gobierno se basa
en el miedo a perder los logros obtenidos, la oposición muestra una esperanza alegre y
vivaz. El gobierno, enfurecido, contraataca criticando la campaña del NO.

La última transmisión de la campaña del NO contó con el apoyo de artistas


internacionales como Jane Fonda, Christopher Reeves y Richard Dreyfuss.

El día de las votaciones, la tensión no pudo ser mayor. Todo parecía indicar que habría
fraude desde el gobierno. Sin embargo, al final de la jornada, los militares dejaron solo
a Pinochet y lo obligaron a reconocer el triunfo de la oposición. Saavedra sale a la calle
con su hijo para observar la alegría que se respira en un Chile libre. Luego volverá,
finalmente, a su vida normal.

Análisis

Pablo Larraín decidió rodar esta película con una cámara de vídeo UMATIC de 1983
para darle una mayor sensación de proximidad histórica y documental a la historia. Eso
hizo, además, que el material documental y el de la ficción no se distinguiera con tanta
facilidad, aumentando la sensación de verosimilitud. Algunos críticos de cine llaman a
esto “estética vintage”.

El filme despertó en el ambiente las polémicas adormecidas y dio a conocer el problema


a los hijos de las siguientes generaciones desde un enfoque muy particular. Para
algunos, se trató de una película cínica, que mostraba el paso a la democracia en Chile
como el resultado de una mera estrategia de marketing, a partir de lo cual es muy difícil
creer en una real transformación política.

Quienes así opinan, se basan en el personaje de Saavedra, quien algunas veces parece
más preocupado por lograr un triunfo laboral que por la transformación social. ¿Pero
puede esto ser visto así realmente?

La polémica alrededor de No

La polémica desatada gira más sobre el fenómeno histórico que sobre el filme en sí. Es
decir, la polémica se centra en las consecuencias reales de la opción por el NO. Si el
dictador Pinochet murió libre, sin juicio y rico, ¿de qué democracia se estaría hablando
realmente? Si el NO no hizo justicia a un pasado violento e injusto, ¿pudo ser algo más
que marketing?
La película nos enfrenta de manera sugerente a la pregunta sobre este fenómeno. Si
por un lado Larraín muestra que puede haber una alternativa civil para un conflicto
militar, siempre que haya inteligencia y audacia, por el otro lado invita a reflexionar sobre
los modos de promover y enfrentar la política en el mundo, y sobre el compromiso real
frente a las consecuencias de una acción determinada.

La campaña por el plebiscito en cualquiera de sus opciones es, de un modo u otro, una
guerra mediática. Si en la guerra todo se vale, la estrategia de Saavedra no es
cuestionable. Lo que sí es cierto es que la pregunta sobre el impacto de los medios de
comunicación en la opinión pública no se puede desestimar en ninguna circunstancia.

Ante una campaña de miedo esparcida por actos reales y concretos de opresión y
control social, el discurso simbólico fue el camino descubierto para construir una
alternativa pacífica. Ante los que vieron en la campaña de Saavedra una banalización
de las necesidades del pueblo chileno, habría que preguntar: ¿era responsabilidad de
los autores de la campaña que la oposición no fuera consecuente con las demandas de
justicia?

Esta película revive la fuerza simbólica de un fenómeno referencial de Latinoamérica.


En medio de una región que, como consecuencia de la frustración social, se deja seducir
eventualmente por los discursos autoritarios de izquierdas y derechas de toda clase, el
relato de Larraín vuelve a recordar que existe un arma distinta a la fuerza y ampliamente
efectiva: la valentía de la sociedad civil organizada.

Pablo Larraín

Pablo Larrain

Pablo Larraín, director de cine.

Pablo Larraín es un director de cine chileno nacido en el año 1976 en la ciudad de


Santiago. Estudió comunicación audiovisual en la Universidad de Artes, Ciencias y
Comunicación. La película No que le dio gran proyección es su cuarto largometraje, y
fue precedida por las películas Fuga, Tony Manero y Post Morten.
Ha trabajado también como realizador de viodeclips y director escénico de ópera. Ha
llamado la atención del mercado internacional del cine desde que el largometraje en
cuestión fuera nominado al Oscar como mejor película extranjera.

Desde entonces, ha dirigido películas como Neruda (nominada a los Globos de Oro) y
Jackie, protagonizada por Natalie Portman y nominada a 3 premios de la Academia.
También dirigió la película The True American: Murder and Mercy in Texas,
protagonizada por Tom Hardy.

Ficha técnica

Título original: No
Dirección: Pablo Larraín
País: Francia, Estados Unidos, Chile
Año: 2012
Duración: 118 min
Género: Drama, Histórico
Reparto: Gael García Bernal, Alfredo Castro, Néstor Cantillana, Augusto
Pinochet, Antonia Zegers, Luis Gnecco, Alejandro Goic, Marcial Tagle, Jaime
Vadell, Manuela Oyarzín
Guión: Pedro Peirano
Distribuidora: Golem Distribución
Productora: Canana Films, Participant Media, Fabula, Funny Balloons

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