Está en la página 1de 10

uánto duró?

Ni aún entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

y nuestros ojos se hallaron


y sonó un beso.

Gustavo Adolfo Becquer

264
Patricia Quintero Cusgüen
Amor ¿Dónde estarás?
Patricia Quintero Cusguen

“son muchísimos los que aman, pero


poquísimos los que saben amar”
IS. Zweig

El comienzo
l abordar este misterioso, complejo y apasionado tema del amor que ha estado presente a lo
largo de nuestra vida como mujeres, nos atraviesa e impregna afectando no sólo nuestro cuerpo
sino nuestra mente, no podría más que darle la importancia y el lugar que ocupa en nuestra
existencia. Por esta razón, no lograría hablar del amor sin referirme a los hombres que son nuestro objeto
amoroso.
El amor, este demonio que habita entre nosotros, musa de los más sublimes poemas, de hermosas letras
y tonadas de una canción, del juego de colores en el lienzo del pintor, de los insondables pensamientos y
reflexiones de los filósofos, de la sensibilidad y riqueza en la prosa del escritor. En efecto, múltiples miradas
ha tenido el amor y hasta hace pocas décadas la ciencia se ha interesado en buscar una explicación desde
la neurobiología, sin olvidar que no es la única ni la última forma de verlo.
En este capítulo, me centraré en exponer los hallazgos acerca del amor desde la neurobiología y la antro-
pología. La ciencia y en especial las neurociencias se han interesado en buscar los múltiples mecanismos
bioquímicos, fisiológicos y anatómicos de las complejas interacciones a nivel de las redes neuronales y sus
efectos en nuestro cuerpo, mente y cerebro. Con los diferentes estudios realizados no sólo en mamíferos
sino en humanos, se han encontrado neurotransmisores, hormonas y lugares implicados en las diferentes
etapas del amor. Es decir, el amor puede ser visto como un proceso dinámico, resultado de múltiples redes
en distintos niveles con varios sustratos neuronales, en tiempos diferentes. Por consiguiente, estos hallaz-
gos nos ayudan poco a poco a dilucidar la complejidad del amor.
Antes de comenzar es importante definir qué es el amor y en especial el amor romántico. Definición: (Del
lat. amor, -oris). “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y
busca el encuentro y unión con otro ser. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que,
procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicar-
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

nos y crear. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Tendencia a la unión sexual” (1).
El amor es una paradoja, donde el objeto deseado se convierte en el estado central ocupando todo el
espacio. El otro no es indiferente exige una correspondencia y el deseo de uno es función del deseo del otro.
En consecuencia el estado amoroso es una forma especial de amor fluctuante, expresa la presencia del
otro, real o imaginada, que se encuentra fuera de éste. En el deseo existe una necesidad del otro y frente
a esto, sólo se tiene el recurso del amor y a diferencia de las propuestas reduccionistas donde sólo el
objetivo es la reproducción, queda el otro al que nos liga el placer y el deseo como expresión máxima de
la vida (2).

Amor... ¿Dónde estarás? 265


La evolución del amor
Charles Darwin describió los fenómenos por los cuales se selecciona la pareja. De manera que se centraba
en el aspecto intersexual y de la selección sexual donde los individuos de un sexo se sentían atraídos por
el sexo opuesto (Darwin 1781). No podemos desconocer, que hacemos parte de la naturaleza y gran parte
de nuestro comportamiento como especie tiene raíces filogenéticas que compartimos con otras hembras
y otros machos.
La selección de pareja está asociada con un sistema cerebral específico para el cortejo que opera en
red con otros sistemas neuronales incluyendo los circuitos del deseo sexual, discriminación, percepción
sensorial, emoción y memoria. Este cortejo varía en tiempo y grados de intensidad entre las especies. Tal
como se observa en mamíferos y aves este cortejo es de corta duración que va desde minutos a semanas.
En los humanos el sistema neuronal asociado al cortejo forma parte de una compleja base neurofisiológica
para el desarrollo del amor romántico (3, 4).

¿Quién seduce a quién?


El cortejo o la seducción es la fase inicial del amor romántico, donde el lenguaje del cuerpo tiene su papel
protagónico. Hay varias etapas del flirteo; la primera es llamar la atención que la inicia la mujer, en la cual
las posturas de los cuerpos de mujeres y hombres tienen patrones específicos.
El etólogo alemán Eibl- Eibesfeldt en los años sesenta observó que las mujeres tenían un esquema universal
del flirteo. La actitud tímida, el ladeo de la cabeza, el avance del pecho, la mirada penetrante. Esta técnica
de cortejo se cree que es innata desde hace millones de años, la cual indica un interés sexual.
La segunda etapa es el reconocimiento. El encuentro de las miradas, la sonrisa o la postura. La tercera
etapa es la más difícil y definitiva que es la conversación, se caracteriza por tener tonos agudos, suaves,
por sus inflexiones y entonaciones. Es tan importante esta etapa porque es en el lenguaje donde nos damos
a conocer, en efecto todas las complejidades del amor proceden de que el lenguaje se arraigue en él y es
cuando comprendemos que la experiencia amorosa es una experimentación del lenguaje (2).
La siguiente etapa es el contacto físico que inicia con la intención de acercarse, inclinar el cuerpo, apoyar
el brazo, acercar los pies. Por regla general, es la mujer la que primero tiene el contacto físico casual. Si se
retrocede, se vacila, la seducción termina. Si continúa, ella probablemente lo toque otra vez, este contacto
se ratifica con una sonrisa, con la inclinación del cuerpo o se retribuye nuevamente con un nuevo contacto
deliberado, la prueba estará superada. La última etapa del cortejo es la sincronía física donde hombre y
mujer danzan al mismo tiempo en espejo; cuando nos vemos atraídos por el otro empezamos a tener un
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

mismo ritmo (5, 6).


En el cortejo, es importante interpretar los mensajes del otro, por eso se avanza lentamente ya que una se-
ñal mal interpretada puede llevar al fracaso (7). Es la mujer en general la que inicia el cortejo y los vínculos
sexuales, esta conducta no sólo se observa en los humanos sino en los animales, esto tiene una explicación
biológica, con un interés genético. Si la iniciativa prospera el hombre capta el mensaje, hay un intercambio
y él toma la iniciativa. Entonces ¿quién seduce a quién? (8).

266
Patricia Quintero Cusgüen
El enamoramiento
Enamorarse es un presagio gratis/una ventana abierta al árbol nuevo/una proeza de los sentimientos/
una bonanza casi insoportable/ un ejercicio contra el infortunio. Mario Benedetti
Casi todos conocemos esa sensación de estar enamorados. Entre la ansiedad y la euforia, entre la espe-
ranza y la inseguridad. En el vaivén del tiempo, entre la espera y la felicidad del encuentro. Esa curiosidad
insaciable de saber más del otro, se vuelve una idea obsesiva que invade nuestro ser. Está acompañado
de una serie de sensaciones físicas que van desde las palpitaciones hasta el insomnio y aumentan si la ad-
versidad acompaña la relación de los enamorados. Las emociones son como un péndulo que nos llevan del
cielo al infierno. En realidad es una mezcla de atracción, pasión y encanto que generalmente está asociada
con el deseo sexual, el cual no podemos controlar (9, 10).
¿Por qué nos atrae una persona y no otra? Al parecer tenemos un mapa del amor el cual es individual y se
moldea desde la infancia, lo que ayudará a determinar el tipo de pareja que nos atrae. Sin embargo, esto
cambia según la localización geográfica y la cultura. Se pueden sacar ciertas generalidades: a los hombres
les gustan las mujeres de caderas anchas, piel sana, dinámicas. A las mujeres les gustan los hombres más
altos que ellas, varoniles, no necesariamente musculosos, exitosos, con capacidad económica. Probable-
mente estos gustos son innatos, al hombre le conviene una mujer sana para dar hijos saludables y la mujer
prefiere un hombre que cubra sus necesidades y pueda proteger a su progenie. Sin embargo, en este punto
la cultura tiene gran influencia, según la época hay un ideal de belleza establecido que rige. La realidad es
que la belleza está en los ojos de quien la mira (8, 11).

Qué redes nos enredan…


Los sistemas de la emoción están asociados a complejas y específicas redes neuronales, los cuales se
relacionan con una gran variedad de comportamientos que envuelven en especial el aspecto de la repro-
ducción. Es decir, estos sistemas varían entre las especies y entre los individuos en cuanto a frecuencia
y duración (deseo sexual, apego por su pareja) o se pueden cruzar a lo largo de la vida. No obstante se
interrelacionan o pueden actuar de manera independiente. Por ejemplo: no es necesario que el deseo sexual
esté unido al apego o a la atracción (amor romántico) (12).
El deseo sexual (libido) se caracteriza por el ansia de la gratificación sexual siendo un fenómeno multidi-
mensional que dispara estímulos fisiológicos, psicológicos y sociales. Se ha reconocido que este sistema
es innato tanto en pájaros como en mamíferos e involucra hormonas específicas y sistemas neuronales
primarios. En hombres y mujeres el deseo sexual está asociado al aumento de los andrógenos (6, 13).
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

La atracción (amor apasionado- amor obsesivo- amor romántico) se identifica por un incremento de la
energía y una atención selectiva sobre la pareja. En los humanos se caracteriza por una sensación de ale-
gría, un pensamiento obsesivo y un deseo de estar con la pareja. Así mismo, se ha asociado con altos niveles
de norepinefrina, dopamina y bajos niveles de serotonina. La dopamina se encuentra aumentada cuando hay
mayor atención. El aumento de la norepinefrina en el sistema nervioso central está asociada al incremento
de la memoria a un nuevo estímulo y está relacionada a una huella, que es similar a fijar el foco de atención,
el cual es evidente en el amor romántico. El pensamiento obsesivo en el ser amado, se ha relacionado con
la disminución de la serotonina (14). La euforia, la disminución del apetito, la hiperactividad, el aumento de la

Amor... ¿Dónde estarás? 267


actividad mental, la disminución del sueño y la ansiedad están asociadas al aumento de las concentraciones
de la dopamina, que es una particularidad en el amor romántico (15). En general el amor romántico y la
atracción anteceden al deseo sexual, que tiene como característica la exclusividad (16).
El apego se caracteriza por la unión emocional, sensación de calma, seguridad, confort social, sensación
de bienestar y felicidad. La oxitocina y la vasopresina desempeñan un papel importante en la continuidad
de la relación, estos neuropéptidos están asociados a la reducción del estrés, al inhibir la liberación de
los corticoides y aumentar así la unión de la pareja. Estos mismos receptores cerebrales tienen actividad
en el apego materno y en el amor romántico. Los receptores de oxitocina y vasopresina también están en
los sistemas olfatorios e hipotalamicolímbico, en el tallo cerebral y médula espinal, que regulan la repro-
ducción y función autonómica. Lo cual indica que los sitios con mayor densidad de oxitocina pueden estar
influenciados por las hormonas esteroideas (estrógenos, andrógenos, progesterona y glucocorticoides).
De modo que estos péptidos han sido asociados no sólo en la relación de pareja, sino en las relaciones
sociales (10, 17).
La monogamia es la forma elegida por hombres y mujeres para relacionarse en pareja, (monogamia serial),
definiendo monogamia como cónyuge o una asociación prolongada. Una relación de apareamiento selectivo
mas no exclusivo entre un hombre y una mujer, de modo que monogamia no es sinónimo de fidelidad. En la
monogamia puede haber relaciones ocasionales sin que ésta deje de existir. De ahí que la monogamia hace
parte de nuestra naturaleza, el vínculo de dos es una característica humana. Desde nuestros antepasados
homínidos que eran nómadas, recolectores de frutos y carroña, era más fácil caminar con una sola hem-
bra, procrear con ella y estar pendiente de su progenie para subsistir, que tener un harem de mujeres.
De allí se cree que evolucionó la monogamia. Así pues, uno de los factores asociados a la duración de la
pareja, es el tiempo de crianza de los hijos, se calcula que en promedio es de cuatro años y si hay más
progenie el tiempo de crianza se alarga, lo que aumenta aún más la duración (8).
La relación de pareja es un aspecto integral de la sexualidad humana con importantes implicaciones tanto
físicas como psicológicas. Así mismo, las redes neuronales de los sistemas de la emoción y los neuropépti-
dos implicados en estos procesos (vasopresina, oxitocina, dopamina) nos ayudan a entender la diferencias
entre las espacies y la habilidad para tener relaciones de pareja, que ha evolucionado hacia la complejidad
en el comportamiento social (17, 18).

Las hormonas se alborotan


En la fase del enamoramiento hay una alteración del estado mental, y éste tiene un curso en el tiempo con
una duración promedio de 18 meses a tres años. En consecuencia se encuentra aumento del cortisol en
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

hombres y mujeres que no es específico, pero refleja el estrés inicial del contacto social o neofobia (miedo
al contacto de cosas nuevas), además es importante porque promueve el apego y se relaciona con el
compromiso del eje hipotálamo -hipofisiario-adrenal. La testosterona está elevada en las mujeres y dismi-
nuida en los hombres, cambio que elimina algunas diferencias entre los sexos, relacionadas con cambios
de comportamiento, actitudes sexuales y agresividad donde hay un movimiento en diferente dirección en
los dos sexos. La FSH en hombres se encuentra disminuida. De modo que estas variaciones hormonales
reversibles y transitorias están relacionadas con los cambios físicos y psicológicos característicos del
enamoramiento (10,19).

268
Patricia Quintero Cusgüen
¿Dónde estarás?
Los estudios realizados con la técnica de resonancia magnética funcional muestran la correlación de di-
ferentes estados emocionales entre ellos el amor romántico, donde se evidencia la activación de ciertas
áreas como la parte medial de la ínsula y la corteza cingulada anterior, las cuales realizan una importante
función sobre la emoción y en particular están relacionadas a los estados de felicidad.
La activación de dos zonas subcorticales; el núcleo caudado y el putamen, se activan tanto con emociones
negativas como con las positivas, de la misma manera que ambos núcleos son considerados parte del
sistema motor extrapiramidal; sin embargo, se observan activados con el incremento en la planificación
motora o asociada a imaginar a la persona amada.
Las bases neuronales de la emoción son complejas y la desactivación de ciertas regiones son importantes
para tener un completo balance entre ellas. Es decir, que hay desactivación en estados de felicidad de la
región prefrontal derecha, corteza parietal, temporal medial y corteza cingulada posterior (20).
El área tegmental ventral derecha localizada en la región A 10 con células dopaminérgicas es la región
central del sistema de recompensa del cerebro y las vías dopaminérgicas de la región mesolímbica desem-
peñan un rol con la sensación del placer, el inicio, la atención y la motivación del amor romántico.
Otros neurotransmisores que están involucrados incluyen al glutamato en el sistema mesocortical debido
que cumplen un papel en la liberación de dopamina en el área tegemental ventral derecha y sus rápidas
señales en la corteza prefrontal.
La norepinefrina ha sido asociada al cortejo, por consiguiente el incremento de este neurotransmisor pro-
duce insomnio, alteración del apetito, aumento de la energía, incrementa la atención, estimula la memoria
y a nivel del sistema nervioso simpático se relaciona con el aumento de la frecuencia cardiaca, temblor y
sudoración, que son alguna de las características de las etapas iníciales del amor romántico (21).
El deseo sexual está relacionado con el amor romántico al activar regiones como el giro anterior del cín-
gulo, la parte izquierda del caudado, la región derecha de la ínsula y el globus pallidus derecho, y por otra
parte desactivar la corteza cingulada posterior y el hemisferio derecho. Esto sugiere que hay una estrecha
conexión neuronal entre el amor romántico y los estados eufóricos (3, 4, 22). Sin embargo, los estudios
realizados hasta el momento no dejan clara la diferencia entre mujeres y hombres (20).

Las sensaciones del amor


Las personas utilizamos múltiples estrategias heredadas, que están dadas por señales de concordancia
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

para escoger y disminuir el error en la selección de la pareja. Estas señales son proporcionadas por los
diferentes estímulos sensoriales (23).
Las glándulas apocrinas se encuentran involucradas en la secreción de sustancias (feromonas) localizadas
en las axilas, en las ingles y alrededor de los pezones que se activan en la pubertad (8, 24). Esto indica
que la androstenona y la androstadienona son compuestos derivados de los esteroides sexuales y se han
sugerido como las feromonas humanas, su química puede afectar el comportamiento y los niveles hormo-
nales. Además se encuentran presentes en la saliva, sudor y orina tanto en hombres como en mujeres.
Se ha demostrado que hay receptores (OR7D4) para la actividad selectiva de estos esteroides sexuales,

Amor... ¿Dónde estarás? 269


y pueden intervenir en el vínculo de las personas e inducir efectos de tipo neuronal y psicológico (25, 26).
Diversos estudios demuestran que las mujeres son más susceptibles para percibir el olor de los hombre
y son más sensibles en la época de la ovulación. Más aún, las mujeres tienen un exquisito sistema del
olfato y pueden escoger basadas en las pequeñas diferencias de los alelos del HLA heredados del padre
y no de la madre. Por esta razón las mujeres al seleccionar su pareja eligen hombres que tienen niveles
de combinación intermedios del complejo mayor de histocompatibilidad, (CMH). Se cree que esta es una
estrategia evolutiva para preservar la inmunocompetencia de su descendencia (24). Incluso, las mujeres
cuando están enamoradas identifican los olores del cuerpo de otras potenciales nuevas parejas (teoría de
la deflexión), pero no las del mismo sexo y la de su pareja. Esto se podría explicar, porque reconocen el
olor del cuerpo de su pareja no como extraño. Por consiguiente, se ha postulado que este fenómeno de la
deflexión está asociado al sistema endocrino, específicamente al incremento de la oxitocina y vasopresina
durante el amor romántico (27).
Otra de las señales que se han encontrado para elegir pareja es la simetría facial y del cuerpo. Esto indica
que las características femeninas en las mujeres son influenciadas por las hormonas y son signo de fertili-
dad. Por eso durante la fase folicular donde se encuentran elevados los estrógenos, se evidencia una mayor
simetría facial y aumento de las características femeninas, que las hace más atractivas. Por otro lado, hay
estudios de concordancia donde las mujeres prefieren el olor del cuerpo de los hombres con simetría facial
bilateral, comparadas con el olor de hombres y asimetría facial (28-30).

No hay final…
La evidencia de los hallazgos neurobiológicos y antropológicos nos han ayudado a esclarecer las bases
anatómicas, neurofisiológicas, como los diferentes neurotransmisores que están implicados en el amor.
Sin embargo, son tan complejos todos los mecanismos involucrados en los diferentes niveles de las redes
neuronales, pues son procesos dinámicos, fluctuantes a través del tiempo que se pueden cruzar y entre-
lazar.
La evolución de nuestra especie nos ha llevado a tener complejos vínculos de pareja para preservarla, pero
también la ha ido transformando en el tiempo a través de la cultura y es en ella donde expresamos el amor.
De ahí en terminar con un fragmento de la Llama Doble… “El amor es una atracción hacia una persona única:
a un cuerpo y a un alma. El amor es elección; el erotismo, es aceptación. Sin erotismo, sin forma visible que
entra por los sentidos, no hay amor, pero el amor traspasa al cuerpo deseado y busca al alma en el cuerpo
y, en el alma, al cuerpo. A la persona entera”. Octavio Paz (31).
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

Referencias
1. Diccionario Real Academia Española. Espasa. 22a ed. 2001. www.rae.es/rae/gestores/gespub000013.nsf/
voTodosporId/ http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=amor%20romantico
2. Vincent JD. Biología de las pasiones. Barcelona. Anagrama 2ª ed. 1987: 235-276.

3. Fisher HE, Aron A, Brown L. Romantic Love: a mammalian brain system for mate choice. Phil Trans R Soc B
2006;361:2173-86.

270
Patricia Quintero Cusgüen
4. Fisher HE, Aron A, Brown L .Romantic Love: An fMRI Study of a Neural Mechanism for Mate Choice. J Comp Neurol
2005;493:58-62.
5. Douglis C. The beat goes on. Psychology Today 1987; 21(11):37-42.

6. Pfaus JG, Scepkowsk LA. The Biologic Basis for Libido. Current Sexual Health Reports 2005;2:95–100.

7. Ovidio. Artes de amar remedios de amor Madrid. Alianza. 2006: 61- 101.

8. Fisher HE. Anatomía del amor. Barcelona. Anagrama 1992.

9. Gala FJ, Lupiani M, Guillén C, Gómez A, Bernalte A, Raja R, Miret MT, Lupiani N. El deseo y el amor: el hombre
inacabado. Med Psicosom 2005;74:30-45.
10. Esch T, Stefano G. The neurobiology of love. Neuro Endocrinol Lett 2005;26:175-192.

11. Feinman S, Gill GW. Sex differences in physical attractiveness preferences. J Soc Psychol 1978;105:43-52.

12 . Damasio AR. El error de Descartes, la emoción, la razón y el cerebro humano. Grijalbo. 1996.

13. Sherwin BB, Gelfand MM, Brender W. Androgen enhances sexual motivation in females: a prospective, crosso-
ver study of sex steroid administration in the surgical menopause. Psychosom Med 1985;47(4):339-351.
14. Marazzitti D, Akiskal HS, Rossi A, Cassano GB. Alteration of the platelet serotonin transporter in romantic love.
Psychol Med 1999;29(3):741-745.
15. Stefano GB, Stefano JM, Esch T. Anticipatory stress response: A significant commonality in stress, relaxation,
pleasure and love responses. Med Sci Monit 2008;14(2):17-21.
16. Fisher HE. Lust, attraction, attachment: biology and evolution of the three primary emotion systems of mating,
reproduction and parenting. J Sex Educ Ther 2000;25:96-104.
17. Young L, Wang Z. The neurobiology of pair bonding. Nat Neurosci 2004;7(10):1048-1053.

18. Insel TR. A neurobiological basis of social Attachment. Am J Psychiatry 1997; 154:726–735.

19. Marazziti D, Canale D. Hormonal changes when falling love. Phychoneurodocrinology 2004;29:931-936.
20. Bartels A, Zeki S. The neuronal basic of romantic love. Neuroreport 2000;1:3829-3834.

21. Coull JT, Buchel C, Friston KJ, Frith CD. Noradrenergically mediated plasticity in a human attentional neuronal
Network. Neuroimage 1999;10:705-715.
22. Aron A, Fisher HE, Mashek D, Strong G, Haifang L, Brown L. Reward, motivation and emotion systems associated
with early- stage intense romantic love. J Neurophysiol 2005;94:327-337.
Concordant
23. Cornwell RE, Boothroyd L, Brut M, Feinberg D, Jones BC, Little AC, Pitman R, Whiten S, Perrett D.
preferences for opposite- sex signals? Human pheromones and facial characteristics. Proc R Soc Lond B
2004;271:635-640.
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

24. Jacob S, McClintotock M, Zelano B, Ober C. Paternally inherited HLA alleles are associated with women`s
choice of odor. Nat Genet 2002;30:175-179.
25. Keller A, Zhuang H, Chi O, Vosshall L, Matsunami H. Genetic variation in a human odorant receptor alters odour
perception. Nature 2007:44927;68-72.
26. Brennan PA, Zuffall F. Pheromonal communication in vertebral. Nature 2006;444(16):308-315.

27. Lundstrom J, Gotman MJ. Romantic love modulates women`s identification of men´s body odors. Horm Behav
2009;55(2):280-284.

Amor... ¿Dónde estarás? 271


28. Law Smith MJ, Perrett1 DI, Jones BC, Cornwell1 RE, Moore1 FR, Feinberg1 DR, Boothroyd1 LG,, Durrani1SJ, Stirrat1
MR, Whiten S, R.Pitman RM and Hillier SG. Facial appearance is a cue to oestrogen level in women. Proc R Soc B
2006;273:135-140.
29. Kovács G, Savic I, Perrett DI,Cornwell RE, Little AC, Jones BJ, Burt M,Gal Vand Vidnyanszky Z. Smelling human sex
hormone-like compounds afects face gender judgment of men. Neuroreport 2004;15:1275-1277.
30. Cornwell RE, Law Smith MJ, Boothroyd LG, Moore F, Davis HP, Stirrat M, Tiddeman B, Perrett D. Reproductive
strategy, sexual development and attraction to facial characteristics. Phil Trans Soc B 2006;361:2143-2154.
31. Paz Octavio. La llama doble. Amor y erotismo. Editorial Seix Barral, S.A. Barcelona 1995.
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23

272
Patricia Quintero Cusgüen

También podría gustarte