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Ni aún entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23
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Patricia Quintero Cusgüen
Amor ¿Dónde estarás?
Patricia Quintero Cusguen
El comienzo
l abordar este misterioso, complejo y apasionado tema del amor que ha estado presente a lo
largo de nuestra vida como mujeres, nos atraviesa e impregna afectando no sólo nuestro cuerpo
sino nuestra mente, no podría más que darle la importancia y el lugar que ocupa en nuestra
existencia. Por esta razón, no lograría hablar del amor sin referirme a los hombres que son nuestro objeto
amoroso.
El amor, este demonio que habita entre nosotros, musa de los más sublimes poemas, de hermosas letras
y tonadas de una canción, del juego de colores en el lienzo del pintor, de los insondables pensamientos y
reflexiones de los filósofos, de la sensibilidad y riqueza en la prosa del escritor. En efecto, múltiples miradas
ha tenido el amor y hasta hace pocas décadas la ciencia se ha interesado en buscar una explicación desde
la neurobiología, sin olvidar que no es la única ni la última forma de verlo.
En este capítulo, me centraré en exponer los hallazgos acerca del amor desde la neurobiología y la antro-
pología. La ciencia y en especial las neurociencias se han interesado en buscar los múltiples mecanismos
bioquímicos, fisiológicos y anatómicos de las complejas interacciones a nivel de las redes neuronales y sus
efectos en nuestro cuerpo, mente y cerebro. Con los diferentes estudios realizados no sólo en mamíferos
sino en humanos, se han encontrado neurotransmisores, hormonas y lugares implicados en las diferentes
etapas del amor. Es decir, el amor puede ser visto como un proceso dinámico, resultado de múltiples redes
en distintos niveles con varios sustratos neuronales, en tiempos diferentes. Por consiguiente, estos hallaz-
gos nos ayudan poco a poco a dilucidar la complejidad del amor.
Antes de comenzar es importante definir qué es el amor y en especial el amor romántico. Definición: (Del
lat. amor, -oris). “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y
busca el encuentro y unión con otro ser. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que,
procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicar-
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23
nos y crear. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Tendencia a la unión sexual” (1).
El amor es una paradoja, donde el objeto deseado se convierte en el estado central ocupando todo el
espacio. El otro no es indiferente exige una correspondencia y el deseo de uno es función del deseo del otro.
En consecuencia el estado amoroso es una forma especial de amor fluctuante, expresa la presencia del
otro, real o imaginada, que se encuentra fuera de éste. En el deseo existe una necesidad del otro y frente
a esto, sólo se tiene el recurso del amor y a diferencia de las propuestas reduccionistas donde sólo el
objetivo es la reproducción, queda el otro al que nos liga el placer y el deseo como expresión máxima de
la vida (2).
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Patricia Quintero Cusgüen
El enamoramiento
Enamorarse es un presagio gratis/una ventana abierta al árbol nuevo/una proeza de los sentimientos/
una bonanza casi insoportable/ un ejercicio contra el infortunio. Mario Benedetti
Casi todos conocemos esa sensación de estar enamorados. Entre la ansiedad y la euforia, entre la espe-
ranza y la inseguridad. En el vaivén del tiempo, entre la espera y la felicidad del encuentro. Esa curiosidad
insaciable de saber más del otro, se vuelve una idea obsesiva que invade nuestro ser. Está acompañado
de una serie de sensaciones físicas que van desde las palpitaciones hasta el insomnio y aumentan si la ad-
versidad acompaña la relación de los enamorados. Las emociones son como un péndulo que nos llevan del
cielo al infierno. En realidad es una mezcla de atracción, pasión y encanto que generalmente está asociada
con el deseo sexual, el cual no podemos controlar (9, 10).
¿Por qué nos atrae una persona y no otra? Al parecer tenemos un mapa del amor el cual es individual y se
moldea desde la infancia, lo que ayudará a determinar el tipo de pareja que nos atrae. Sin embargo, esto
cambia según la localización geográfica y la cultura. Se pueden sacar ciertas generalidades: a los hombres
les gustan las mujeres de caderas anchas, piel sana, dinámicas. A las mujeres les gustan los hombres más
altos que ellas, varoniles, no necesariamente musculosos, exitosos, con capacidad económica. Probable-
mente estos gustos son innatos, al hombre le conviene una mujer sana para dar hijos saludables y la mujer
prefiere un hombre que cubra sus necesidades y pueda proteger a su progenie. Sin embargo, en este punto
la cultura tiene gran influencia, según la época hay un ideal de belleza establecido que rige. La realidad es
que la belleza está en los ojos de quien la mira (8, 11).
La atracción (amor apasionado- amor obsesivo- amor romántico) se identifica por un incremento de la
energía y una atención selectiva sobre la pareja. En los humanos se caracteriza por una sensación de ale-
gría, un pensamiento obsesivo y un deseo de estar con la pareja. Así mismo, se ha asociado con altos niveles
de norepinefrina, dopamina y bajos niveles de serotonina. La dopamina se encuentra aumentada cuando hay
mayor atención. El aumento de la norepinefrina en el sistema nervioso central está asociada al incremento
de la memoria a un nuevo estímulo y está relacionada a una huella, que es similar a fijar el foco de atención,
el cual es evidente en el amor romántico. El pensamiento obsesivo en el ser amado, se ha relacionado con
la disminución de la serotonina (14). La euforia, la disminución del apetito, la hiperactividad, el aumento de la
hombres y mujeres que no es específico, pero refleja el estrés inicial del contacto social o neofobia (miedo
al contacto de cosas nuevas), además es importante porque promueve el apego y se relaciona con el
compromiso del eje hipotálamo -hipofisiario-adrenal. La testosterona está elevada en las mujeres y dismi-
nuida en los hombres, cambio que elimina algunas diferencias entre los sexos, relacionadas con cambios
de comportamiento, actitudes sexuales y agresividad donde hay un movimiento en diferente dirección en
los dos sexos. La FSH en hombres se encuentra disminuida. De modo que estas variaciones hormonales
reversibles y transitorias están relacionadas con los cambios físicos y psicológicos característicos del
enamoramiento (10,19).
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Patricia Quintero Cusgüen
¿Dónde estarás?
Los estudios realizados con la técnica de resonancia magnética funcional muestran la correlación de di-
ferentes estados emocionales entre ellos el amor romántico, donde se evidencia la activación de ciertas
áreas como la parte medial de la ínsula y la corteza cingulada anterior, las cuales realizan una importante
función sobre la emoción y en particular están relacionadas a los estados de felicidad.
La activación de dos zonas subcorticales; el núcleo caudado y el putamen, se activan tanto con emociones
negativas como con las positivas, de la misma manera que ambos núcleos son considerados parte del
sistema motor extrapiramidal; sin embargo, se observan activados con el incremento en la planificación
motora o asociada a imaginar a la persona amada.
Las bases neuronales de la emoción son complejas y la desactivación de ciertas regiones son importantes
para tener un completo balance entre ellas. Es decir, que hay desactivación en estados de felicidad de la
región prefrontal derecha, corteza parietal, temporal medial y corteza cingulada posterior (20).
El área tegmental ventral derecha localizada en la región A 10 con células dopaminérgicas es la región
central del sistema de recompensa del cerebro y las vías dopaminérgicas de la región mesolímbica desem-
peñan un rol con la sensación del placer, el inicio, la atención y la motivación del amor romántico.
Otros neurotransmisores que están involucrados incluyen al glutamato en el sistema mesocortical debido
que cumplen un papel en la liberación de dopamina en el área tegemental ventral derecha y sus rápidas
señales en la corteza prefrontal.
La norepinefrina ha sido asociada al cortejo, por consiguiente el incremento de este neurotransmisor pro-
duce insomnio, alteración del apetito, aumento de la energía, incrementa la atención, estimula la memoria
y a nivel del sistema nervioso simpático se relaciona con el aumento de la frecuencia cardiaca, temblor y
sudoración, que son alguna de las características de las etapas iníciales del amor romántico (21).
El deseo sexual está relacionado con el amor romántico al activar regiones como el giro anterior del cín-
gulo, la parte izquierda del caudado, la región derecha de la ínsula y el globus pallidus derecho, y por otra
parte desactivar la corteza cingulada posterior y el hemisferio derecho. Esto sugiere que hay una estrecha
conexión neuronal entre el amor romántico y los estados eufóricos (3, 4, 22). Sin embargo, los estudios
realizados hasta el momento no dejan clara la diferencia entre mujeres y hombres (20).
para escoger y disminuir el error en la selección de la pareja. Estas señales son proporcionadas por los
diferentes estímulos sensoriales (23).
Las glándulas apocrinas se encuentran involucradas en la secreción de sustancias (feromonas) localizadas
en las axilas, en las ingles y alrededor de los pezones que se activan en la pubertad (8, 24). Esto indica
que la androstenona y la androstadienona son compuestos derivados de los esteroides sexuales y se han
sugerido como las feromonas humanas, su química puede afectar el comportamiento y los niveles hormo-
nales. Además se encuentran presentes en la saliva, sudor y orina tanto en hombres como en mujeres.
Se ha demostrado que hay receptores (OR7D4) para la actividad selectiva de estos esteroides sexuales,
No hay final…
La evidencia de los hallazgos neurobiológicos y antropológicos nos han ayudado a esclarecer las bases
anatómicas, neurofisiológicas, como los diferentes neurotransmisores que están implicados en el amor.
Sin embargo, son tan complejos todos los mecanismos involucrados en los diferentes niveles de las redes
neuronales, pues son procesos dinámicos, fluctuantes a través del tiempo que se pueden cruzar y entre-
lazar.
La evolución de nuestra especie nos ha llevado a tener complejos vínculos de pareja para preservarla, pero
también la ha ido transformando en el tiempo a través de la cultura y es en ella donde expresamos el amor.
De ahí en terminar con un fragmento de la Llama Doble… “El amor es una atracción hacia una persona única:
a un cuerpo y a un alma. El amor es elección; el erotismo, es aceptación. Sin erotismo, sin forma visible que
entra por los sentidos, no hay amor, pero el amor traspasa al cuerpo deseado y busca al alma en el cuerpo
y, en el alma, al cuerpo. A la persona entera”. Octavio Paz (31).
Ellas en su lenguaje. Capítulo 23
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