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Análisis acerca de la interculturalidad: recopilación de las ideas centrales de

los textos propuestos

Las culturas no están aisladas, ellas interactúan entre sí y construyen diferentes


modos y visiones de vida, de hecho, casi en todas las sociedades modernas
coexisten más de una cultura y no solo desde la concepción de etnia-raza, sino
desde todas las categorías que diferencian a las personas, ya sea género, religión,
ideologías, clases sociales, comunicación, etc. Todas ellas conforman la
diversidad cultural. Por lo tanto, el concepto de interculturalidad, nace a partir de
esta realidad en donde los grupos o culturas se ven en la necesidad de entablar
relaciones los unos con los otros, debido a que en el transcurso de sus días y por
ocupar los mismos espacios el contacto entre ellos es inevitable.
En muchas ocasiones las interacciones entre culturas son caóticas y es que no
siempre, el contacto se presenta de manera intercultural, de hecho, incluso si este
ocurre bajo los cimientos de una ideología de dialogo y reconocimiento, es
imposible pretender que no exista ni un solo malentendido o choque entre ellas,
porque por más que se intente comprender y acceder al mundo del otro, hacer
parte de esa realidad a cabalidad es más que complicado e inverosímil, debido a
que de una u otra manera el ser humano es configurado con ideologías,
pensamiento y creencias que impiden que pueda ocupar el lugar de otro, bajo esa
óptica, los hombres siempre se van a mantener irrevocablemente separados.
Cuando dos o más culturas se encuentran, pueden suceder tres situaciones, la
primera es que una de ellas trata de imponerse sobre las demás, descociéndolas y
reforzando ideas de dominación y supremacía, situación que se presentó durante
las épocas de las colonias y que incluso hoy en día sus consecuencias se
mantienen vigentes, puede también que las culturas se reconozcan, pero sin
ningún intento de dialogo y por último se puede presentar relaciones de respeto y
comunicación entre los grupos interactuantes, sin duda alguna en esta última es
donde se desarrolla el concepto de interculturalidad.
Bajo este orden de ideas, es necesario diferenciar conceptos que pese a que sus
significados guardan aspectos que los hacen únicos, en las ciencias sociales a
menudo se usan como sinónimos, estos son los conceptos de multi-pluri e
interculturalidad. Siguiendo las ideas de Miguel Rodrigo, la pluriculturalidad es una
característica inherente de la cultura, debido a que ninguna cultura se ha podido
desarrollar si no es gracias al intercambio de ideas, modos de vivir, sentir, actuar
entre las diferentes comunidades que interactúan entre sí, por lo tanto, según el
autor el concepto “pluricultural sirve para caracterizar una situación y la
interculturalidad describe una relación entre culturas”. (Rodrigo, 2000)
Sin embargo, un análisis mucho más interesante es el que se presenta con los
términos de multi e interculturalidad, en donde sus distinciones más relevantes se
centran en el hecho de que la multiculturalidad se basa es en el reconocimiento de
las diferentes culturas, que coexisten en un mismo espacio geográfico, pero con
vidas totalmente paralelas, en donde se respetan las diferencias, hasta tal punto,
en que nadie ajeno de una cultura puede inmiscuirse en su diversidad y por lo
tanto, sus ideas y visiones permanecen intactas, esto conlleva a diversos
problemas como individualismo, intolerancia y un gregarismo social radical, por
otro lado lo que propone la interculturalidad es un grado mayor de apertura, en
donde no solo se reconozca la existencia de las diferencias, sino también se
establezca una convivencia y dialogo entre los diferentes grupos culturales, por lo
tanto la interculturalidad aprueba y exalta el contacto y la negociación entre las
distintas matrices culturales, concibiendo a cada una de ellas como igualmente
validas, dueñas cada una de su propia verdad, promoviendo el acercamiento entre
el “yo” y el “ellos” por medio de un entendimiento mutuo, cuya base se encuentra
en la comunicación.
Desde la aparición del concepto de interculturalidad, varias disciplinas se han
encargado del estudio del mismo, desde diferentes enfoques que a la final
enriquecen al anterior concepto, siguiendo estas ideas, los campos que más han
aportado al termino de interculturalidad son: el pedagógico, el de la comunicación
y el antropológico.
Desde el punto de vista pedagógico, la educación se convierte en la mejor aliada
de la interculturalidad, porque es ella, la que permite formar a individuos capaces
de comprender, respetar y reconocer la diversidad cultural, además de plasmar en
los sujetos el interés por las otras culturas e incentivarlo a asumir posturas éticas
ante ellas. Solo se teme a lo que se desconoce, por lo tanto, lo mejor que puede
hacer una nación, que busca el dialogo y convivencia de todos los grupos que la
conforman, es apostarle a la educación. Durante muchos años la idea de educar
se basaban en el desconocimiento de aquello que era diferente o minoritario y se
reforzaba los conceptos de sociedades homogéneas, donde solo se reconocían un
solo idioma, una sola fe, una sola forma de vivir y fue esta negación de la
pluralidad lo que hasta el día de hoy se constituye como el principal obstáculo en
el dialogo e interacción de las diversas culturas.
El campo de la comunicación intercultural, es relativamente nuevo, se consolidó
en los años 70s, en Estados Unidos impulsado desde adentro por las minorías
afroamericanas y por conflictos externos, como la guerra del sudeste asiático. De
esta forma la comunicación se convirtió en un punto clave para la relación entre
las diferentes matrices culturales. La comunicación intercultural es vista como una
interacción con los que se percibe como diferente, y lo que se busca con ella es
que tanto el emisor como el receptor entiendan, comprendan y aprehendan el
punto de vista de los demás, lo que significa las cosas para cada uno de ellos y se
forme una compresión mutua.
Y por último desde una mirada antropológica, la dinámica en como las distintas
culturas interactúan entre sí, puede estudiarse bajo términos como raza y etnia.
Por un lado, la raza tiene matices tanto biológicos, como sociales no solo abarca
la parte fenotípica, que sin duda diferencia a los individuos y los ubica en ciertos
grupos sociales, sino también constituye una construcción social, por los cuales se
defiende los roles de dominante y dominado o superiores e inferiores, conceptos
arcaicos que toman su significado desde épocas de la conquista y se han
consolidado como un elemento diferenciador, que refuerza los discurso de odio,
racismo y supremacía. Por otro lado, el termino de etnicidad hace referencia a las
diferencias culturales, a aquellas situaciones que vivía una comunidad y que hoy
se conocen como un pueblo o nación. Normalmente se llaman etnias, a esos
grupos culturales que conforman las minorías, que se perciben y son percibidos
como diferentes y por esto han sufrido todo tipo de discriminación, pero lo cierto es
que los grupos dominantes o mayorías no son menos étnicos.
La construcción de la identidad basándose en los conceptos de raza y etnia, ha
perdido fuerza en los últimos años, hoy en día las reflexiones prefieren ser
enfocadas de otra manera, viendo a la identidad, como una esencia dinámica, en
donde los individuos que hacen parte de un grupo social, interiorizan su cultura de
maneras diferentes y particulares, permitiendo al sujeto conocerse, distinguirse y
proyectarse.

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