Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA L EY DE DIOS
(Ap 4:8-11)
Apuntes sobre vida cristiana
17 marzo, 2017
Con el fin de dar una respuesta a estos interrogantes, decidí investigar y estudiar que dice las
Escrituras sobre la adoración. En la medida que he ido profundizando, he observado que hay un
elevado nivel de ignorancia al respecto de lo que es la adoración bíblica. Un patrón muy común es
relacionar la adoración con la música, y es un grave error pensar que la adoración solo está limitada
a eso. La Biblia nos enseña que adorar implica mucho más, incluye entre otras, el servicio, la
oración y la santidad. En otras palabras, la adoración debe ser nuestro estilo de vida.
Nuestra adoración al Rey de Reyes y Señor de Señores debe ser única, genuina y completa. Como
definición propia podemos decir:
1. Servicio y adoración
¿Se puede adorar a Dios por medio de nuestras acciones? La respuesta es SI. El mayor ejemplo lo
encontramos en la persona de Jesús, quien al ministrar, orar, sanar y preocuparse por las
necesidades de las personas, hizo que mucha gente glorificase a Dios a través de Él. La Palabra nos
dice en Mateo 5:16 «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos». Nuestras buenas acciones hechas con un
corazón sincero y una buena actitud, será motivo para que los hombres glorifiquen a Dios.
2. Música y adoración
La música es una de las herramientas más preciosas que Dios nos ha entregado para poder adorarle.
Por medio de ella y sin necesidad de estar en un lugar específico, podemos tener un tiempo de
intimidad con Él.
En cierta ocasión leí en un libro escrito por la autora y popular salmista Darlene Zschech “Adoración
sin reservas”, que para el verdadero adorador los momentos más gloriosos no debían de ser en la
plataforma sino fuera de ella, es decir, cuando nos encontramos solos ante Dios, en la intimidad[1].
Con esto no le quiero quitar el valor y la importancia de la música, sino que entendamos que
únicamente es una herramienta más que podemos usar. Cuando nos presentemos delante de Dios, es
necesario desnudar nuestro interior completamente.
3. Oración y adoración
La oración es una parte importante de la adoración, a través de ella nos entregamos al Señor y le
presentamos nuestro diario vivir. La oración es el pilar y combustible que nos mantiene vivos en la
intimidad con Dios. En 1Ts 5:17 nos anima a orar sin cesar, para tener una comunión constante con
Dios.
4. Santidad y adoración
La adoración verdadera requiere de santidad, ya que sin ella nadie verá al Señor (Heb.12:14). Dios
es santo y nosotros como hijos suyos, pasamos por un proceso de santificación con el propósito de
que todos lleguemos «a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo» (Ef. 4:13).
Para concluir, no podemos dejar de mencionar las palabras reveladoras de nuestro Señor Jesucristo:
«Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren» (Jn.4:23). Es en la persona
de Jesús que entramos en una nueva era de adoración. Es en Él que tenemos la verdadera revelación
del Padre, y a través de Él que como hijos podemos ofrecer nuestra adoración en espíritu y verdad.