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A lo largo del día a día, realizamos un conjunto de acciones comunes tales como
caminar, saltar, correr, girar, subir, lanzar, recoger, entre otros. Todas estas son
habituales en nuestras vidas cotidianas, aunque son sencillas, requieren de un
aprendizaje y es fundamental dominarlos bien. De esta forma podremos aprender
técnicas más complejas, necesarias para la práctica de diferentes deportes,
juegos, etc. A éstos movimientos fundamentales se les denomina habilidades
motrices básicas (HMB). Y, por otra parte, se encuentra la destreza motriz, que es
la capacidad del individuo de ser eficiente en una habilidad determinada, un
elemento que está presente en las actividades deportivas; siendo estos dos
conceptos en ocasiones tratados como sinónimos.
1) Habilidades motrices.
La habilidad motriz es la capacidad de realizar uno o más patrones motores
fundamentales a partir de los cuales el individuo podrá realizar habilidades más
complejas. Este concepto, en Educación Física, viene a considerar toda una
serie de acciones motrices que aparecen de modo filogenético en la evolución
humana, tales como caminar, correr, girar, saltar, lanzar, recepcionar, etc.
2) Destrezas motrices.
La destreza motriz es la capacidad del individuo de ser eficiente en una
habilidad determinada, siendo un elemento que está presente en todo tipo de
actividad deportiva y que de ella depende en gran medida la mayor o menor
eficacia en el resultado de las actuaciones. Esta destreza motriz no posee en
todos los deportes el mismo grado de complejidad ni el mismo nivel de
prioridad dentro del conjunto de la acción.
3) Diferencia entre habilidad y destreza
Tanto la habilidad como la destreza son conceptos que van de la mano, no
existe una sin la otra y ambas se complementan en nuestra personalidad
formando parte de nosotros, pero a la vez nos hace ser a cada uno diferente
del otro y es por esta razón que muchas veces no somos capaces de lograr
cosas que otras personas si pueden hacer.
Caminar Correr
Saltar
Equilibrio Giro
Recepción Lanzamiento
Conclusión
Todos estos conceptos previos son nociones que adquirimos desde que
nacemos, siendo fundamentales para toda persona aprender y mejorar estas
actividades motrices, especialmente, desde una edad temprana, debido a que
no solo les ayuda a crecer sanos en el aspecto físico sino también a
desarrollarse cognitiva, emocional y afectivamente, permitiéndoles entender su
cuerpo, las posibilidades que ofrece, cómo expresarse y cómo relacionarse con
el entorno.
Por tanto, es evidente que desde que llegamos a este mundo, desarrollamos
estos conceptos desde ese punto para luego emplearlos durante toda nuestra
vida y cotidianidad en distintas ocasiones y momentos. En ello reside la
importancia de aprenderlas, mejorarlas y desarrollarlas correctamente como es
debido, para que la persona sea un individuo preparado con amplia base y
autonomía motriz, que le permitirá adaptarse y dar respuestas más eficaces y
eficientes a las distintas situaciones específicas que se le puedan presentar a
lo largo de su vida.
Bibliografía