Está en la página 1de 6

“Es tiempo de hacer valer el poco tiempo que queda,

Un nuevo renacer para hacer todo bien.”

Aunque no puedas regresar atrás a cambiar tu pasado, puedes comenzar desde ahora
a cambiar tu futuro, un nuevo renacer para hacer todo bien.

Quizás no me conozcas, pero te contare una pequeña historia que ha venido


cambiando mi vida desde hace un tiempo. Aproximadamente desde Diciembre del año
2019, me dispuse a comenzar una nueva etapa de mi vida que yo mismo incorpore, te
preguntaras ¿Cuál etapa?, bueno te digo, la etapa de cambiar para bien, mientras estamos en
el mundo creemos que hacemos cosas buenas o quizás por no practicar lo malo estamos
bien, pero déjame decirte que no es así, ¡si te felicito! por que no haces nada malo, no andas
en vicios, no robas, no difamas, no haces nada malo a tu criterio, ¿pero es todo el cambio
que aras? o ¿aceptaras un cambio de verdad?, ten en cuenta que en la palabra dice, “Hay
caminos que al hombre le parecen rectos, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios
14:12.)

¿Por hacer todo lo que consideras que es bueno te llevara a donde deseas llegar?,
Yo comencé un cambio desde Diciembre, pero no fue desde Abril donde comencé a
cambiar de verdad, pero antes de llegar el día a donde me decidí a cambiar de verdad, me
topaba con preguntas que nos chocan a diario, preguntas por las cuales muchos no aceptan
un cambio, preguntas como, ¡Que dirán de mí!, ¡Seguirán apoyándome como antes!, ¡Me
señalaran o me verán raro!, ¡Que dirán mis amigos al respecto!, ¡No podré seguir haciendo
lo que hago!, y mil y un cosas infinitas que al final son insignificantes, preguntas que hasta
a mí mismo me chocaron en su momento

Pero llego un día que me decidí a aceptar el cambio por completo, pero adivinen
que, cuando me decidí a cambiar completamente recuerdo las palabras que dije, ¡A la
primera iglesia que me inviten es donde me quedo!, resulta que eso fue como el 26 de
Enero, pasa que no me invitaron a mas iglesias, no me llamaban ni para un encuentro, o
cuando me invitaban estaba muy full en otras ocupaciones que no me daba tiempo para
asistir, en todo eso trascurrió como dos meses cuando me volvieron a invitar a un servicio
que si tenía tiempo de para asistir, pero como todos saben llega la hora donde hacen el
llamado, y con ella llega las mil y un dudas que ya te mencione, y con esas dudas dando
vueltas en mi cabeza más pensamientos negativos, me dio miedo de dar el paso de darle
entrada de poder cambiar mi vida.

Pero llega el mes de Abril, (cabe destacar que por no dar el paso, no deje de cambiar
mi vida, ya buscaba de Dios por mi propia cuenta), llega específicamente el 7 de abril,
donde estableciendo una conversación de un momento a otro Dios me hace el llamado y no
lo pensé dos veces para aceptarlo, desde ese día comencé a experimentar el verdadero
cambio de verdad, ya avía dejado muchas cosas atrás, pero faltaban cosas por cambiar, no
digo que he cambiado por completo, pero cada paso que vas dando es un logro que vas
superando, desde ese día orgullosamente puedo decir que soy hijo de Dios, comencé a ver
todo diferente, comencé a notar el cambio que de verdad vale la pena, el nuevo renacer para
hacer todo bien, ya que en la misma palabra dice, “De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios
5:17.)

No soy el mejor de todos, día a día cometo errores, pero no dejes que esos errores te
identifiquen, yo soy hijo de Dios, y por un error que cometa, no dejare de seguir la promesa
que el Padre Todopoderoso señalo para mí., el mismo Apóstol Pablo dice “Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que
queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13,14)

Pero sabes algo, el Padre viene y te dice que, no importa cuántas veces me has
fallado, no importa que tan sucio estés por el pecado, porque de igual forma te sigo amando
y esperando a que corras a mis brazos, con todo el peso que cargues, con todas esas heridas,
con cada defecto que tengas eso no me importa, tus cargas son mis cargas y te las quitare,
tus heridas te las sanare y tus defectos te lo mejorare, el único perfecto es el Padre, y te
quiere conocer, pero tienes que hacer un sacrificio como él hizo con su amado hijo Jesús
Cristo que lo mando a morir por todos nosotros, pero tú sacrificio no es tanto de solo correr
a sus brazos, con un corazón dispuesto para amarlo y estar plenamente agradecido por todo
lo que ha hecho, lo que está haciendo y lo que ara en ti.
Tendrás un refugio donde nadie te podrá tocas ni señalar, y te sentirás la persona
más amada de todo el mundo, no te debe de importar nada, solo de estar cerca del Padre
cada día más, sentirás una paz saber que tus problemas no son tuyos si no del Padre que
está trabajando para que no te preocupes de nada si no de mantenerte confiado que el todo
lo puede.

En medio de la adversidad o de la circunstancia que estés pasando siempre mantente


confiado, en Isaías 41:40 dice “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes,
porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra
de mi justicia.” Mantente confiado y alegre por lo que estás pasando hoy, nuestro Dios nos
dará fortaleza para poder superar cada prueba con sumo gozo, como dice en Santiago 1:2-4
Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado,
para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.

Y si no conoces al Padre que te ama sin importas que hayas echo, o lo que has
cometido, te invito a que lo conozcas, pero hazlo de corazón y por amor asía él, y mantente
firme en cada prueba que pases, no es fácil pero tampoco difícil. No sabes la recompensa
que te espera después de que termines una de sus pruebas, mantente felizmente confiado, y
sobre todo aprovecha el tiempo porque los días son malos, y quizás cuando menos lo
esperas ya sea muy tarde para reconocer el verdadero amor, de aquel Padre que siempre te
espera con sus brazos abiertos, pero simplemente por miedo a que digan los demás no
corres a sus brazos, es tiempo de hacer notar tu presencia que estas con él, de hacerte valer
como hijo he hija de Dios y darte a conocer, que estamos con el que todo lo puede y no
tienes miedo de nada porque él té aguarda día y noche, y yo hoy levanto la voz como ya
mucho lo han hecho diciendo que SOY HIJO DE DIOS, no temas en decir que lo escuchen
los 4 vientos, que nuestro Padre es nuestro refugio y nuestro consolador, en los días malos y
que no te importa la tormenta que sete levante porque estarás confiado en Dios que todo
obra para bien.
Es tiempo de hacer un cambio de verdad, no mires otros ejemplos se tu un ejemplo e
impulsa a los demás a cambiar, Yo he sido llamado para marcar un cambio, soy Hijo de
Dios y no me da vergüenza decirlo.

Dios te bendiga, y espero que te haya sido de ayuda esta pequeña historia, impulsa a
los demos a cambiar, tú tienes el poder de hacerlo, cambia tu manera de pensar para ser
aquel cambio que quieras ver en el mundo.

Sé un nuevo renacer para hacer todo bien.


Hazte notar como hijo e hija que eres de Dios.
Dios Te Bendiga y te guarde.

“Sintiéndome solo, estando acompañado.”

Hay circunstancia en la vida donde solemos reunirnos con grupos de personas para
tapar lo que sentimos, o lo que estamos pasado, pero llega la hora donde todos regresamos a
nuestras casas, y nos encerramos en nuestro cuarto, y comenzamos a notar todo lo malo,
cada defecto alguno lo empezamos a visualizar, nos sentimos tan solos pero al mismo
tiempo tan acompañados de personas que ni saben por lo que estamos pasando, pero llega
la gota que derrama el bazo, y no podemos con mas, caemos en una soledad absoluta, nos
sentimos tan despreciados, tan buenos para nada, que en ciertas ocasiones caemos en
depresión de tanta negatividad en nuestras vidas.

Cuando pensamos mucho en nosotros mismos, nos alejamos de Cristo, la fuente de


la fortaleza y la vida. Por esto Satanás se esfuerza constantemente por mantener la atención
apartada del Salvador, a fin de impedir la unión y comunión del alma con Cristo.
Valiéndose de los placeres del mundo, los cuidados, perplejidades y tristezas de la vida, así
como de nuestras propias faltas e imperfecciones, o de las ajenas, procura desviar nuestra
atención hacia todas estas cosas, o hacia algunas de ellas. No nos dejemos engañar por sus
maquinaciones. Con demasiada frecuencia logra que muchos, realmente concienzudos y
deseosos de vivir para Dios, se detengan en sus propios defectos y debilidades, y
separándolos así de Cristo, espera obtener la victoria. No debemos hacer de nuestro yo el
centro de nuestros pensamientos, ni alimentar ansiedad ni temor acerca de si seremos salvos
o no. Todo esto desvía el alma de la Fuente de nuestra fortaleza. Encomendemos a Dios la
custodia de nuestra alma, y confiemos en El. Hablemos del Señor Jesús y pensemos en El.
Piérdase en El nuestra personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros temores.
Digamos con el apóstol Pablo: “Vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella
vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se
dio a sí mismo por mí. “Reposemos en Dios. Él puede guardar lo que le hemos confiado. Si
nos ponemos en sus manos, nos hará más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
Muchos tienen la idea de que deben hacer alguna parte de la obra solos. Confiaron en
Cristo para obtener el perdón de sus pecados, pero ahora procuran vivir rectamente

por sus propios esfuerzos. Mas todo esfuerzo tal fracasará. El Señor Jesús dice: “Porque
separados de mí nada podéis hacer.” Nuestro crecimiento en la gracia, nuestro gozo,

nuestra utilidad, todo depende de nuestra unión con Cristo. Sólo estando en comunión
con El diariamente y permaneciendo en El cada hora es como hemos de crecer en la

gracia. El no es solamente el autor de nuestra fe sino también su consumador. Ocupa


el primer lugar, el último y todo otro lugar. Estará con nosotros, no sólo al principio y

al fin de nuestra carrera, sino en cada paso del camino. David dice: “A Jehová he
puesto siempre delante de mí; porque estando él a mi diestra, no resbalaré.”

Corriendo antes de tiempo ¡!!

También podría gustarte