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Este poema de tres orácticas expresa la duda del hablante sobre si su amor, una mujer de blanca sonrisa, existe realmente o sólo fue un sueño. El hablante anhela que la mano de la mujer venga a él como una paloma o un colibrí, y desea acortar la distancia entre ellos como quien encuentra salvación. La voz de la mujer caló profundamente en el ser del hablante, al igual que el sol ilumina diminutos universos.
Este poema de tres orácticas expresa la duda del hablante sobre si su amor, una mujer de blanca sonrisa, existe realmente o sólo fue un sueño. El hablante anhela que la mano de la mujer venga a él como una paloma o un colibrí, y desea acortar la distancia entre ellos como quien encuentra salvación. La voz de la mujer caló profundamente en el ser del hablante, al igual que el sol ilumina diminutos universos.
Este poema de tres orácticas expresa la duda del hablante sobre si su amor, una mujer de blanca sonrisa, existe realmente o sólo fue un sueño. El hablante anhela que la mano de la mujer venga a él como una paloma o un colibrí, y desea acortar la distancia entre ellos como quien encuentra salvación. La voz de la mujer caló profundamente en el ser del hablante, al igual que el sol ilumina diminutos universos.
Porque de tiempo ha tiempo Sólo está el constante desvelo. Cuánto anhelo que tu blanca mano imaginada Venga a mí, como la paloma busca el palomar, el colibrí a la flor, Como el ensueño al ocaso.
Joven y dulce mirar; que como llama de fuego
Cruzo el espacio entre los dos; Como quién busca acortar la distancia que hay de la tierra al cielo, como quién encuentra salvación en el último instante de su vida. Tu voz que trae el mensaje de los vientos
Caló en mí ser; como eco en medio de la selva
Como el sol penetra al interior de los arroyos, Pintando diminutos; pero mágicos universos De color. Mujer de blanca sonrisa ya no se si existes; o sólo es un sueño, que trajo el encanto de una noche