Actualmente el mundo depende cada vez más de la tecnología y de la
ciencia. La ciencia y la tecnología sobre todo en las últimas décadas se han convertido en factores importantes la vida cotidiana. Estamos rodeados de ciencia y tecnología por todas partes desde los artefactos más avanzados que pueden ser destinados por ejemplo a investigación espacial, un prototipo de una empresa científico-tecnológica o el cine, hasta el más pequeño rincón de donde nos desenvolvemos en nuestra vida cotidiana, tan así que es posible que ya ni nos damos cuenta de cuanta ciencia y la tecnología estamos rodeados ya que lo ocupamos para todo, para comunicarnos, para interaccionar con los demás, trabajar o divertirnos, todas nuestras relaciones sociales son posibles gracias a la ciencia y la tecnología.
En los últimos años, en los ámbitos académicos y en algunos sectores de
la ciudadanía se habla acerca de la necesidad de un nuevo contrato social que situara a la ciencia y a la tecnología en una posición de servicio comunitario para dedicar sus recursos a atender los problemas de la sociedad, por una parte; y por otra, para apoyar un desarrollo económico sustentable. Este nuevo modelo de desarrollo se verá favorecido en la medida en que sea resultado de un encuentro de muchos actores sociales, entre los que se hallan las administraciones públicas, los científicos y tecnólogos, los empresarios, las entidades de financiación, los consumidores y otros agentes de la sociedad civil.