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CATEDRA: DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

4TO AÑO DE DERECHO

ANALISIS REFLEXIVO DEL DOMICILIO, EL MATRIMONIO, EL DIVORCIO Y LA


SEPARACIÓN DE CUERPOS Y LA LEX REI SITAE.

ELABORADO POR: HERNÁNDEZ, JOSÉ LUIS C.I.V- 11.757.388.

EL RECREO, OCTUBRE DEL 2018.


EL DOMICILIO EN DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.

Debe considerarse como el ánimo de las personas de permanecer en un


lugar o una geográfica determinada, en resguardo de sus intereses y comodidades
sociales. Para varios autores el animus manendis, parece ser la conexión que a la
luz del Artículo 11 de la Ley de Derecho Internacional Privado (DIPr), a través de
una calificación propia que estable el domicilio como la residencia habitual.
Concatenado con el Artículo 23 (LDIPr), el factor tiempo es importante en el
sentido de estimar la voluntad de permanencia al menos por un año del individuo o
de fijar su residencia habitual, a diferencia de nuestro Código Civil venezolano
vigente en su Artículo 185 A que establece 10 años, un tiempo algo largo para
algunas legislaciones para designar el animus.

Resulta algo complicado definir el principio de la personalidad a través de


las conexiones representadas por la nacionalidad o el domicilio, nociones que
suelen tener varias complejidades jurídicas y doctrinarias.

Para los Estados resulta transcendental regir a sus nacionales, el


sentimiento patriótico, la integridad demográfica y los nexos solidarios de un
gentilicio con identidad propia, acervo cultural arraigado y costumbres sociales.
Las razones técnico jurídicas como el carácter fijo, previsible, estable y fácilmente
determinable de la conexión nacional nos ayuda a definir el domicilio.

La conexión domiciliar, por otro lado, también toca aspecto políticos


jurídicos; el interés personal del individuo y el interés de los esposos se rigen por
la Ley del país donde viven o donde se encuentra sus bienes materiales, el interés
de los terceros que se interrelacionan a través de leyes que resultan ser común en
la comunidad internacional, y el interés del Estado de resguardar su legislación en
este sentido, sin menoscabo de su integridad republicana, pues los extranjeros
deben someterse a las leyes que le son comunes en sus países y ratificados y
suscritos por la nación los tratados internacionales.

El domicilio refleja mejor el vínculo de las personas con su entorno


socioeconómico, en la cual a hecho y desarrollado su actividad, facilita la
conciencia de la jurisdicción y de la Ley aplicable y a la cual se somete, sobre todo
en los países donde existe un flujo migratorio, conlleva un mayor respeto a los
intereses de terceros, que por lo general habitan en el mismo lugar donde tienen
su domicilio, el reconocimiento de los derechos civiles de los extranjeros, que hace
más proclive el interés de los privados ante el pensamiento abstracto y anacrónico
de los nacionales, hacen en la actualidad una constante preferencia por el
domicilio, como el lugar donde la persona física tiene su residencia habitual.
EL MATRIMONIO

Desde el punto de vista jurídico el matrimonio es una institución social que


por su contexto jurídico tienen las exigencias de fondo y forma del contrato, no
obstante genera derecho, deberes y obligaciones como todo contrato. A partir de
este estado civil, se modifican varias situaciones como lo atinente a los bienes,
pues se vivirá en comunidad a pesar de haber aportado o no bienes.

Se han establecido diferentes sistemas jurídicos atendiendo la existencia de


determinados factores de conexión vinculados al matrimonio, como lo son el
domicilio, la nacionalidad y el lugar de su celebración.

En lo que se refiere a la capacidad de los contrayentes, casi todos los


sistemas requieren una capacidad especial para contraer matrimonio, como por
ejemplo en Venezuela el varón de 16 años y la hembra de 14 en adelante. La
capacidad para contraer matrimonio viene dada por la ley del domicilio y la
nacionalidad de los futuros contrayentes. El consentimiento y la capacidad para
contraer matrimonio quedaron comprendidos dentro de los elementos de fondo
sujetados a la Ley del domicilio, y la parte formal y solemne, circunscrita al lugar
de la celebración, sustrayendo el acto del aspecto jurídico de los contratos. La Ley
aplicable para la determinación de la validez del matrimonio, en lo atinente a los
requisitos de fondo, es la legislación del marido al tiempo del mismo.

En relación a la forma del matrimonio debe ser regida por el lugar de su


celebración, siempre y cuando no sean contrarios al orden público o que existan
dudas razonables de fraude a Ley.

EL DIVORCIO Y LA SEPARACIÓN DE CUERPOS EN DIPr.

Es la disolución del matrimonio y toma referencia al proceso que tiene como


intención de dar termino a la unión conyugal. Es llamado como una aberración de
la institución del matrimonio y una práctica que se ha hecho común en nuestros
tiempos. la forma de producirse el divorcio en los distinto sistemas legislativos
difieren sustancialmente. Las corrientes van enfocadas a las causales que la
provocan y que producen el efecto final, invocando a cada una en procesos
contradictorios típicos de esta situación. Las causales son distintas como las
legislaciones que la cobijan. Existe el divorcio unilateral que depende
estrictamente de una de las partes en cuestión, ya que cualquiera puede pedirlo.
La separación de cuerpos es conexa a la intención o voluntad de alguna de las
parte de comenzar a tramitar la ruptura en común de la sociedad conyugal,
siempre y cuando se le atribuya a alguna causal específica dentro de la legislación
del lugar donde se solicitare. Congruentemente no debe ser contrario al orden
público ni existir fraude a la ley en su consecución. La separación de cuerpos solo
supone un debilitamiento de la vida en común más por el contrario el divorcio
procura la relación expresa de la desintegración de la comunidad conyugal con las
consecuencias jurídicas que atrae.

LEX REI SITAE

Es adoptada para la regulación de Derechos Reales en DIPr, por una gran


parte del concierto de naciones en cuanto a su ámbito jurídico, por cuanto
corresponde a los principios básicos de las cosas y al interés que versa el Estado
sobre las misma en su jurisdicción, preservando de tal manera la indisolubilidad de
la integridad territorial.

Es de notarse, que la aplicación de una ley extranjero sobre el territorio de


un país, no implica el ejercicio de una soberanía extranjera sobre ese suelo, más
por el contrario jamás podría aplicarse el derecho privado extranjero fuero de los
límites jurisdiccionales de otros países.

El recurso al orden público, por otra parte suele confundir los supuestos de
aplicación de las normas de Derecho Internacional Privado. La normativa
emanada del lugar de situación no desplazan a las normas extranjeras que
pudieran invocarse (por ejemplo en materia de registro de Derecho de inmuebles)
no por que deba funcionar a excepción del orden público, sino porque el derecho
aplicable a esa cuestión es regularmente el Derecho del lugar de situación.

Deberá reconocerse el interés de los Estados, en definir el régimen de los


Derechos reales sobre su territorio, ya que como a través de ese sistema se
asignan derechos sobre uso exclusivo de bienes valiosos, la regla lex rei sitae,
garantizará al Estado de situación de los bienes el control sobre su dominio
económico.

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