Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
235 535 1 SM
235 535 1 SM
sobre el paisaje en donde cada reflexión Entre ellas se reconocen las de los lum-
nos invita a mirarlo y comprenderlo pen, las relacionadas con actividades ile-
desde un nuevo enfoque. Los diversos gales, las de la sexualidad, las de los mer-
paisajes son expuestos por distintos espe- cados ambulantes, etc. Estos paisajes
cialistas procedentes de campos variados carecen de cartografías y, faltos de ellas,
que se dieron cita dos años consecutivos se conforman como geografías excluidas,
—2004 y 2005— en torno al Seminario como «otros paisajes». Entre los paisajes
Internacional sobre Paisaje del Consor- de los sentidos predominan los construi-
cio Universidad Internacional Menéndez dos por la visión, pero también el olfato,
Pelayo de Barcelona-Centro Ernest Lluch, oído y tacto, generan sus propios paisa-
en la ciudad de Olot (Girona). Asimis- jes; sin embargo, apenas nunca nos refe-
mo, este libro forma parte de la recien- rimos a ellos. Existen también los paisajes
temente iniciada colección Paisaje y Teo- emocionales, los cuales son generados desde
ría de la editorial Biblioteca Nueva, las diásporas, el exilio o la emigración.
donde también han aparecido publica- Dentro del primer bloque del libro,
dos, entre otros, los siguientes títulos: «El cuerpo como paisaje. Identidad, géne-
Breve tratado del paisaje, de Alain Roger ro y sexo», encontramos dos textos cuyos
y El arte del paisaje, de Raffaele Milani. ejes para abordar el paisaje se sitúan en
Es importante destacar el relieve que los el propio cuerpo. El cuerpo mismo es
estudios sobre el paisaje comienzan a considerado como un paisaje, conectan-
tener actualmente, lo cual se ve reflejado do su propia identidad con la urbana. Las
en esta colección que aúna reflexiones en autoras de este primer bloque compren-
torno a estos temas dotándonos de las den el paisaje como algo indisociable del
herramientas necesarias para su com- sujeto que lo percibe. Éste sólo existe si
prensión. existe un observador, quien incorpora ele-
El libro se compone de tres bloques mentos de su percepción, proyectándo-
en los que los autores se refieren al paisa- se él mismo sobre el paisaje. Desde el
je y su relación con: 1) la identidad, el cuerpo, María Ángeles Durán destaca la
género y el sexo; 2) los conflictos sociales y dimensión social de los colores, del soni-
políticos, y 3) el paisaje urbano y su cons- do y el olor, como componentes identi-
trucción social. Pese a su división, lo tarios que construyen un paisaje definido.
común en estas tres secciones es el modo El segundo texto, de Josepa Bru, acentúa
en el que los paisajes son concebidos. la importancia de la experiencia del pai-
A saber, como lugares que encarnan expe- saje, concibiéndolo como resultado de
riencias, símbolos, significados, ideas, pen- una vivencia entre el mundo y nosotros.
samientos y emociones de los seres huma- Cuerpo y palabra son, para la autora, pai-
nos. Entendiendo el paisaje como un sajes.
lugar de constante transformación y cam- El segundo bloque del libro, titulado
bio, como un proceso de construcción «Paisaje y conflicto social y político», está
nunca anquilosado y perenne, sino cam- conformado por tres textos que abordan
biante, movedizo, efímero y proteico. el paisaje como producto de luchas, pujas
Podríamos agrupar básicamente en y decisiones políticas y sociales. Los pai-
tres los diferentes acercamientos al paisa- sajes de la inmigración son una constan-
je abordados en este libro: los paisajes te en los dos primeros escritos. Don Mit-
invisibles u ocultos, los de los sentidos y chel estudia el paisaje económico, político,
los emocionales. Los paisajes invisibles son los social y cultural construido a partir de los
que pasan desapercibidos, se encuentran inmigrantes mexicanos que intentan
escondidos, se agrupan dentro de lo que entrar en Estados Unidos en búsqueda de
se podría denominar «otras geografías». empleo. La movilidad de la mano de obra
190 Enrahonar 45, 2010 Ressenyes
pone el entendimiento del paisaje filtrado ciencia paisajística a la que hace alusión
por la cultura, como resultado de un Martínez de Pisón. El lector podrá encon-
entramado complejo en donde se entre- trar entre las páginas de este compendio
cruzan morfologías, ideas, imágenes y un esfuerzo altamente valorable de bús-
vivencias. A su vez el autor nos motiva a queda y creación de un entendimiento
entender el paisaje como educador, capaz común del paisaje que nos permita per-
de producir una conciencia paisajística a cibirlo como una construcción social, ubi-
través de la cual podamos valorarlo, cui- cándonos a nosotros mismos como los
darlo y generarlo. Esta compilación de responsables tanto de su producción,
textos nos invita tanto a renovar nuestro como de su preservación y destrucción.
vocabulario ante la prolífica insurrección
de modos de ver, entender y hacer paisa- Alejandra Mizrahi
jes, como también a producir esa con- Universitat Autònoma de Barcelona
Vivimos entre paisajes, y sin embargo, no por la Unesco. Otro avance paulatino en
son pocas las veces que en nuestra coti- el contexto más específico de Europa,
dianeidad éstos nos pasan desapercibidos. hecho posible gracias al discreto esfuerzo
Es como si postergáramos la experiencia de un grupo de profesionales, ha sido la
no sólo de mirar sino de habitar, de vivir conformación en el año 2000 del ELC o
los paisajes, a momentos extraordinarios European Landscape Convention (en cas-
de nuestro tiempo libre como lo son los tellano Convención de Florencia), cuya
paseos o los viajes. Todo ello vinculado a acta fundacional, que articula un marco
que nuestras concepciones tradicionales para la protección, gestión y planificación
tanto geográficas como estéticas sobre el de los paisajes de Europa, entró en vigor
paisaje son en general bastante reduccio- en 2004 y ha sido firmada y ratificada
nistas, si tomamos en cuenta la diversa hasta la fecha por veintinueve de cuaren-
índole de paisajes intangibles todavía por ta y seis países pertenecientes al Consejo
cartografiar, que exceden por mucho nues- de Europa. Subrayo este Convenio para
tro sentido de la vista. Vivimos pues introducir una cuestión común que com-
—entre paisajes—, sin realmente cono- parte con el libro Entre paisajes, de Joan
cerlos ni tomar en cuenta la interacción Nogué. A decir, la amplitud del concep-
entre los elementos abióticos, bióticos y to de paisaje entendido no sólo como una
antrópicos que en ellos acontece. extensión de terreno que se —ve— desde
Sin embargo, en el ámbito global pro- un determinado sitio, sino como un área,
fesionalizado, poco a poco hemos apren- tal como es —percibida— por la pobla-
dido a valorar y a conservar el patrimo- ción, cuyo carácter es el resultado de la
nio paisajístico desde una noción que interacción entre diversos factores natu-
rebasa la mera naturaleza, hasta el punto rales y/o humanos.
de que, por citar algún ejemplo, los pai- Pero sin menoscabar estas mejoras,
sajes culturales formen parte de la lista del ¿a qué otras exigencias nos enfrenta en la
Patrimonio de la Humanidad declarada actualidad la defensa del paisaje?, ¿qué