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BIORREMEDIACION

La biorremediación puede definirse como el uso de organismos vivos, componentes


celulares y enzimas libres, con el fin de realizar una mineralización, una transformación
parcial, la humificación de los residuos o de agentes contaminantes y una alteración del
estado redox de los metales. La biorremediación usando microorganismos fue
inventada por el científico norteamericano George M. Robinson que trabajó como
ingeniero de la compañía Santa María de California en la década de 1960 y se dedicó a
experimentar con una serie de microbios en frascos contaminados de petróleo.

¿EN QUÉ CONSISTE LA BIORREMEDIACIÓN?

La naturaleza tiene mecanismos de autorregulación. Cuando un ecosistema es dañado o


perturbado por la presencia de cualquier agente físico, químico o biológico, éste utiliza
mecanismos de recuperación, como bacterias y hongos y algunas plantas y protistas
como las algas que pueden degradar a los agentes dañinos.

La biorremediación puede clasificarse en in situ o ex situ. La primera consiste en tratar


el material contaminado en el lugar en que se encuentra sin trasladarlo a otra parte.
Algunos ejemplos de estas tecnologías consisten en operaciones de compostaje, la
ventilación biológica, la filtración por raíces o la estimulación biológica.

En los procesos ex situ el material contaminado es trasladado a otro lugar para realizar o
completar su descontaminación. El tratamiento se efectúa en un biorreactor donde se
realiza el proceso en forma controlada, es decir se suministran nutrientes, se inoculan
los microorganismos deseados, se mantiene una aireación continua y se controla el pH y
la temperatura, en los valores adecuados para el crecimiento de los microorganismos.

La eliminación de una gran variedad de contaminantes del medio ambiente requiere un


conocimiento de la relativa importancia de sus ciclos químicos y redes de regulación del
ciclo del carbono en diversos ambientes y para cada compuesto en particular. Con
seguridad que esta tecnología se desarrollará aún más en el futuro

El uso de la ingeniería genética para crear organismos específicamente diseñados para la


biorremediación tiene gran potencial. La bacteria Deinococcus radiodurans (el
organismo más resistente a la radiación que se conoce) ha sido modificado para que
pueda consumir el tolueno y los iones de mercurio de desperdicio nuclear altamente
radioactivo.

Pero la biorremediación en el agua se ve afectada por la disponibilidad de nutrientes


debido a que éstos generalmente se encuentran en bajas concentraciones, por lo que
generalmente es necesario adicionar fósforo y nitrógeno como forma de estimular el
crecimiento de los microorganismos que potencialmente degradarán los compuestos
tóxicos. Entre los procesos más interesantes, la descomposición microbiana de
hidrocarburos es de considerable importancia económica y ambiental. Una de las
principales causas de contaminación del ambiente son los derrames de petróleo, tal
como ocurrió en marzo de 1989 cuando el superpetrolero Exxon Valdez chocó con
varios icebergs en el estrecho del Príncipe Guillermo en Alaska, derramando 11
millones de galones de petróleo en el agua ocasionando un impacto ecológico
inimaginable cuyo gasto de limpieza se estimó en 1500 millones de dólares.

No todos los contaminantes son fáciles de biorremediar por medio de microorganismos.


Por ejemplo, los metales pesados como el cadmio y el plomo y el mercurio no son
absorbidos o capturados por estos organismos. La incorporación de algunos de estos
metales dentro de la cadena alimentaria (bioacumulación) agrava el problema. Se puede
usar la remediación por medio de plantas o fitorremediación. Es muy útil en estos casos
porque es posible usar plantas transgénicas que concentren estas toxinas en sus partes
aéreas (sobre la tierra), las cuales pueden ser cosechadas y eliminadas. Los metales
pesados obtenidos de esta cosecha pueden ser concentrados aun más por incineración
para ser desechados o bien reciclados para usos industriales.

TIPOS DE BIORREMEDIACIÓN

En los procesos de biorremediación generalmente se emplean mezclas de ciertos


microorganismos o plantas capaces de degradar o acumular sustancias contaminantes
tales como metales pesados y compuestos orgánicos derivados de petróleo o sintéticos.

Básicamente, los procesos de biorremediación pueden ser de tres tipos:


DEGRADACIÓN ENZIMÁTICA.

Este tipo de degradación consiste en el empleo de enzimas en el sitio contaminado con


el fin de degradar las sustancias nocivas. Estas enzimas se obtienen en cantidades
industriales por bacterias que las producen naturalmente, o por bacterias modificadas
genéticamente que son comercializadas por las empresas biotecnológicas.

REMEDIACIÓN MICROBIANA

En este tipo de remediación se usan microorganismos directamente en el foco de la


contaminación. Los microorganismos utilizados en biorremediación pueden ser los ya
existentes (autóctonos) en el sitio contaminado o pueden provenir de otros ecosistemas,
en cuyo caso deben ser agregados o inoculados. La descontaminación se produce debido
a la capacidad natural que tienen ciertos organismos de transformar moléculas orgánicas
en sustancias más pequeñas, que resultan menos tóxicas.

La gran diversidad de microorganismos existente ofrece muchos recursos para limpiar


el medio ambiente y, en la actualidad, esta área está siendo objeto de intensa
investigación.

Existen, por ejemplo, bacterias y hongos que pueden degradar con relativa facilidad
petróleo y sus derivados, benceno, tolueno, acetona, pesticidas, herbicidas, éteres,
alcoholes simples, entre otros. Los metales pesados como uranio, cadmio y mercurio no
son biodegradables, pero las bacterias pueden concentrarlos de tal manera de aislarlos
para que sean eliminados más fácilmente.
REMEDIACIÓN CON PLANTAS (FITORREMEDIACIÓN)

La fitorremediación es el uso de plantas para limpiar ambientes contaminados. Aunque


se encuentra en desarrollo, constituye una estrategia muy interesante, debido a la
capacidad que tienen algunas especies vegetales de absorber, acumular y/o tolerar altas
concentraciones de contaminantes como metales pesados, compuestos orgánicos y
radioactivos. La fitorremediación ofrece algunas ventajas y desventajas frente a los
otros tipos de biorremediación:

VENTAJAS:

1. Las plantas pueden ser utilizadas como bombas extractoras de bajo costo para
depurar suelos y aguas contaminadas.

2. Algunos procesos degradativos ocurren en forma más rápida con plantas que
con microorganismos.

3. Es un método apropiado para descontaminar superficies grandes o para


finalizar la descontaminación de áreas restringidas en plazos largos.

LIMITACIONES:

1. El proceso se limita a la profundidad de penetración de las raíces o aguas poco


profundas.

2. Los tiempos del proceso pueden ser muy prolongados.

3. La biodisponibilidad de los compuestos o metales es un factor limitante de la


captación.

BIORREMEDIACION MARINA

En nuestras sociedades el petróleo y sus derivados son imprescindibles como fuente de


energía y para la fabricación de múltiples productos de la industria química,
farmacéutica, alimenticia, etc.

Por otro lado, alrededor del 0,1 al 0,2% de la producción mundial de petróleo acaba
vertido al mar. El porcentaje puede parecer no muy grande pero son casi 3 millones de
toneladas las que acaban contaminando las aguas cada año, provocando daños en el
ecosistema marino.
La mayor parte del petróleo se usa en lugares muy alejados de sus puntos de extracción
por lo que debe ser transportado por petroleros u oleoductos a lo largo de muchos
kilómetros, lo que provoca espectaculares accidentes de vez en cuando.

Estas fuentes de contaminación son las más conocidas y tienen importantes


repercusiones ambientales, pero la mayor parte del petróleo vertido procede de tierra, de
desperdicios domésticos, automóviles y gasolineras, refinerías, industrias, etc.

CANTIDAD DEL PETRÓLEO VERTIDO AL MAR

No es fácil calcular la cantidad y el origen de petróleo que llega al mar y, de hecho, sólo
disponemos de valores poco exactos. Valores estimados según diversos estudios son:

Año Toneladas vertidas

1973 6.110.000

1979 4.670.000

1981 3.570.000

1983 3.200.000

1985/1989 2.400.000

ACCIDENTES

El porcentaje vertido por accidentes es de alrededor de un 5% y, aunque en proporción


no es la mayor fuente de contaminación, los desastres ambientales que originan son muy
importantes, porque producen vertidos de masas de petróleo muy concentradas y forman
manchas de gran extensión. En algunos accidentes se han llegado a derramar más de
400 000 toneladas, como en la rotura de una plataforma marina en el Golfo de México,
en 1979. En la Guerra del Golfo, aunque no propiamente por accidente, sino por una
combinación de acciones de guerra y sabotajes, se vertió aún mayor cantidad. Otros,
como el vertido del Exon Valdez, en 1989, en Alaska, pueden llegar a costas o lugares
de gran interés ecológico y causar extraordinarias mortandades en pájaros, focas y todo
tipo de fauna y flora.

El hundimiendo del Prestige, cargado con 77.000 toneladas de fuel en el año 2002 fue
uno de los peores desastres medioambientales ocurridos en costas españolas. El
carguero monocasco fue sorprendido por una tormenta frente a las costas gallegas y se
hundió tras producirse una fuga debido al fuerte oleaje.

El vertido afecto a toda la costa gallega en primera instancia e incluso provocó la


aparición de manchas de fuel en toda la cornisa cantábrica y el oeste francés.

Este estudio se centra en la aplicación de biorremediación en dos playas de la localidad


coruñesa de Ferrol (Costa da Morte).

Los resultados de la biorremediación in situ han sido muy alagüeños. Se implementaron


con las técnicas de “bioestimulación”. Éstas consisten en facilitar a ciertos
microorganismos, algunos nutrientes como fósforo y nitrógeno mezclados con un medio
líquido.

El tratamiento de biorremediación consiste en estimular la eliminación de los


hidrocarburos usando para ellos los microorganismos preexistentes.

Estos microorganismos degradan poco a poco el petróleo hasta eliminarlo. Esto requiere
un lapso temporal que alcanza varios meses en algunos casos. Entre las pruebas
realizadas se realizo el “riego” de un acantilado con abono y agua y en menos de un mes
se observaron resultados sorprendentes.

Es necesario decir que estos sistemas aun se encuentran en investigación y que hoy en
día su implementación es algún algo difícil. Lo que sí es cierto que es comparando una
limpieza ordinaria del litoral y una biorremediación la segunda es mucho más asequible
económicamente.

En este experimento específicamente, el biorremedio de 500 metros de costa costó unos


12.000€ mientras que en el mismo tramo con limpieza ordinaria los costes ascendieron
hasta los 100.000€. El principal problema o limitación del biorremedio hoy en día es el
factor tiempo. Una limpieza ordinaria es mucho más rápida.

BIORREMDECION DEL MAR CONTRA EL PLASTICO

El plástico ha sido el material sobre el que ha descansado buena parte del desarrollo
económico de la segunda mitad del siglo XX. Es duro, resistente, con la elasticidad
precisa, transparente si así se desea... pero esas mismas características son las que hacen
que sea muy duradero en los ambientes naturales cuando no se gestiona de forma
apropiada. O lo que es lo mismo, no es biodegradable, ningún organismo vivo es capaz
de alimentarse y degradar este derivado del petróleo. O, al menos, los científicos no
conocían ninguno capaz de hacerlo hasta ahora.

Un equipo científico del Instituto de Tecnología de Kioto (Japón) acaba de descubrir


recientemente una bacteria desconocida hasta la fecha que es capaz de digerirlo y
asimilarlo, es decir, que puede vivir alimentándose de PET (Tereftalato de polietileno),
uno de los plásticos más usados por la industria alimenticia para envasar agua mineral,
refrescos, aceites o productos farmacéuticos, entre otros.

Los microbiólogos ya conocían algunos informes sobre la capacidad de degradación del


PET por parte de raros ejemplos como algunos hongos filamentosos que se habían
podido cultivar en medios minerales que contenían este plástico. Pero en ningún caso se
había podido evaluar la tasa de crecimiento de estos microorganismos ni la cantidad de
este producto sintético que eran capaces de asimilar.

Una vez identificadas, estos organismos con la maquinaria enzimática necesaria para
degradar plásticos podrían servir como un método de biorremediación ambiental para
descontaminar ecosistemas colmados por envases mal gestionados y liberados en el mar
o en espacios naturales.

Por ese motivo, el equipo de investigadores que lideran Kohei Oda y Shosuke Yoshida
en el Instituto de Tecnología de Kioto decidió salir a tomar muestras en ambientes
contaminados por plásticos. «Recogimos 250 muestras en todo tipo de medios
contaminados por partículas de PET, como suelos, sedimentos, aguas residuales o lodos
activos, de una planta de reciclaje de botellas de plástico», cuenta Yoshida en el trabajo
recién publicado en la revista Science. Todas ellas fueron analizadas en busca de
microorganismos que pudieran usar este plástico como principal fuente de carbono para
desarrollar su actividad vital, o lo que es lo mismo para alimentarse y crecer.

Finalmente, los científicos fueron capaces de aislar -a base de diluciones de aquella


preparación número 46- la única cepa bacteriana responsable de la degradación del
PET, una nueva especie perteneciente al género -ya conocido- Ideonella a la que
bautizaron como Ideonella sakaiensis.

Según pudieron comprobar, el PET se degradaba a una velocidad de 0,13 miligramos


por cada centímetro cuadrado y día a una temperatura de 30 grados, algo muy común en
muchos lugares de la Tierra. Pero, ¿esa velocidad era elevada o despreciable si se piensa
en términos de su aplicación para descontaminar una zona natural? Las conclusiones de
Yoshida, Oda y el resto de su equipo fueron muy contundentes: la bacteria es capaz de
degradar de forma casi completa una fina película de PET en apenas seis semanas a esa
temperatura de 30 grados, según los propios investigadores.

Oda y sus colegas quisieron ir un paso más allá para tratar de averiguar los procesos
biológicos que permiten a este microorganismo comerse este plástico con esa eficiencia
nunca vista con anterioridad. Y lo consiguieron. Identificaron una encima -llamada
ISF6_4831- que trabaja en presencia de agua para romper el PET en una sustancia
intermedia, que a su vez es degradada por una segunda proteína -de nombre igual de
complicado que la anterior, ISF6_0224- que es capaz de romper el intermediario hasta
componentes más simples y benignos desde un punto de vista ambiental como el
etilenglicol y el ácido tereftálico.

Gracias a los potentes microscopios electrónicos, los científicos también pudieron


comprobar que las bacterias desarrollan unos apéndices entre la capa de plástico y ellas
que podría permitirles la secreción de estas encimas sobre la superficie del PET. La
asimilación de PET por la bacteria I. sakaiensis puede ser muy útil para eliminar este
material derivado del petróleo del medio ambiente

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