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En los procesos ex situ el material contaminado es trasladado a otro lugar para realizar o
completar su descontaminación. El tratamiento se efectúa en un biorreactor donde se
realiza el proceso en forma controlada, es decir se suministran nutrientes, se inoculan
los microorganismos deseados, se mantiene una aireación continua y se controla el pH y
la temperatura, en los valores adecuados para el crecimiento de los microorganismos.
TIPOS DE BIORREMEDIACIÓN
REMEDIACIÓN MICROBIANA
Existen, por ejemplo, bacterias y hongos que pueden degradar con relativa facilidad
petróleo y sus derivados, benceno, tolueno, acetona, pesticidas, herbicidas, éteres,
alcoholes simples, entre otros. Los metales pesados como uranio, cadmio y mercurio no
son biodegradables, pero las bacterias pueden concentrarlos de tal manera de aislarlos
para que sean eliminados más fácilmente.
REMEDIACIÓN CON PLANTAS (FITORREMEDIACIÓN)
VENTAJAS:
1. Las plantas pueden ser utilizadas como bombas extractoras de bajo costo para
depurar suelos y aguas contaminadas.
2. Algunos procesos degradativos ocurren en forma más rápida con plantas que
con microorganismos.
LIMITACIONES:
BIORREMEDIACION MARINA
Por otro lado, alrededor del 0,1 al 0,2% de la producción mundial de petróleo acaba
vertido al mar. El porcentaje puede parecer no muy grande pero son casi 3 millones de
toneladas las que acaban contaminando las aguas cada año, provocando daños en el
ecosistema marino.
La mayor parte del petróleo se usa en lugares muy alejados de sus puntos de extracción
por lo que debe ser transportado por petroleros u oleoductos a lo largo de muchos
kilómetros, lo que provoca espectaculares accidentes de vez en cuando.
No es fácil calcular la cantidad y el origen de petróleo que llega al mar y, de hecho, sólo
disponemos de valores poco exactos. Valores estimados según diversos estudios son:
1973 6.110.000
1979 4.670.000
1981 3.570.000
1983 3.200.000
1985/1989 2.400.000
ACCIDENTES
El hundimiendo del Prestige, cargado con 77.000 toneladas de fuel en el año 2002 fue
uno de los peores desastres medioambientales ocurridos en costas españolas. El
carguero monocasco fue sorprendido por una tormenta frente a las costas gallegas y se
hundió tras producirse una fuga debido al fuerte oleaje.
Estos microorganismos degradan poco a poco el petróleo hasta eliminarlo. Esto requiere
un lapso temporal que alcanza varios meses en algunos casos. Entre las pruebas
realizadas se realizo el “riego” de un acantilado con abono y agua y en menos de un mes
se observaron resultados sorprendentes.
Es necesario decir que estos sistemas aun se encuentran en investigación y que hoy en
día su implementación es algún algo difícil. Lo que sí es cierto que es comparando una
limpieza ordinaria del litoral y una biorremediación la segunda es mucho más asequible
económicamente.
El plástico ha sido el material sobre el que ha descansado buena parte del desarrollo
económico de la segunda mitad del siglo XX. Es duro, resistente, con la elasticidad
precisa, transparente si así se desea... pero esas mismas características son las que hacen
que sea muy duradero en los ambientes naturales cuando no se gestiona de forma
apropiada. O lo que es lo mismo, no es biodegradable, ningún organismo vivo es capaz
de alimentarse y degradar este derivado del petróleo. O, al menos, los científicos no
conocían ninguno capaz de hacerlo hasta ahora.
Una vez identificadas, estos organismos con la maquinaria enzimática necesaria para
degradar plásticos podrían servir como un método de biorremediación ambiental para
descontaminar ecosistemas colmados por envases mal gestionados y liberados en el mar
o en espacios naturales.
Por ese motivo, el equipo de investigadores que lideran Kohei Oda y Shosuke Yoshida
en el Instituto de Tecnología de Kioto decidió salir a tomar muestras en ambientes
contaminados por plásticos. «Recogimos 250 muestras en todo tipo de medios
contaminados por partículas de PET, como suelos, sedimentos, aguas residuales o lodos
activos, de una planta de reciclaje de botellas de plástico», cuenta Yoshida en el trabajo
recién publicado en la revista Science. Todas ellas fueron analizadas en busca de
microorganismos que pudieran usar este plástico como principal fuente de carbono para
desarrollar su actividad vital, o lo que es lo mismo para alimentarse y crecer.
Oda y sus colegas quisieron ir un paso más allá para tratar de averiguar los procesos
biológicos que permiten a este microorganismo comerse este plástico con esa eficiencia
nunca vista con anterioridad. Y lo consiguieron. Identificaron una encima -llamada
ISF6_4831- que trabaja en presencia de agua para romper el PET en una sustancia
intermedia, que a su vez es degradada por una segunda proteína -de nombre igual de
complicado que la anterior, ISF6_0224- que es capaz de romper el intermediario hasta
componentes más simples y benignos desde un punto de vista ambiental como el
etilenglicol y el ácido tereftálico.