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Debería decirse desde el principio que queremos evitar el elitismo científico, que es
una enfermedad del cientificismo en la infancia, que es triste cuando algunas de
estas élites científicas se ponen en la posición del conocimiento absoluto de la
verdad. Como Pinker (2013) afirmó, la ciencia es superior a las humanidades, y la
ciencia no puede anular a nadie. Debería repetirse, la ciencia no está en esas
Humanidades o filosofías. Por lo tanto, todos tienen sus habilidades, métodos y
paradigmas. Estas herramientas se pueden comparar entre sí dentro de su
conocimiento. Por ejemplo, la filosofía tiene sus métodos. La física, las
humanidades, ellas mismas. Puede comparar los métodos de la física en física.
Filosofía dentro de la filosofía o entre las humanidades. Lo hemos sabido desde la
infancia: debemos sumar o restar Manzana a manzana, pera a pera, no lo sé
Pueden sumar o restar manzanas con peras para averiguar cuántas manzanas
tenemos. Del mismo modo, podemos Claro que los métodos filosóficos no pueden
En comparación con los métodos físicos. Todos tienen su peso y papel en su
disciplina y conocimiento. No pueden ser extrapolados. No se puede comparar la
ética o la moral con sus métodos para investigar sobre ética y moral, con la física o
las humanidades o la medicina con los métodos que tienen para generar su propio
conocimiento. Son métodos distintos y conocimientos distintos. No tiene sentido
compararlos (es como comparar manzanas con tomates). Por eso sus métodos y
conocimientos no están por encima del otro, ni unos están subordinados a otros. No
hay primacía ni prioridad. A la Teoría de la educación, a la Pedagogía, al hecho
educativo se puede acercar desde la investigación científica empírica o desde la
especulación filosófica. Ambos aportan conocimientos, métodos y técnicas para
investigar y ambos se dan cuenta de sus límites. Si confirmamos, caeremos en un
nuevo infantilismo. La investigación científica o filosófica tiene prioridad sobre las
demás. Agregamos tomates con nueces nuevamente. También confunde la
investigación científica de la educación con su contribución económica, consignas
políticas partidistas y ciertas ideologías sociales, políticas o religiosas. Vivimos en
esta tensa relación entre la teoría educativa y la filosofía educativa, que actualmente
es difícil de curar. No hay espacio para el desarrollo. La situación está aquí. Solo
queremos confirmar Para abordar muchos aspectos de la educación, los valores, el
desarrollo humano y las actividades educativas, necesitamos una investigación
teórica filosófica y científica. Nadie contestara. a todas las peculiaridades del
fenómeno educativo. Y todos los conocimientos son necesarios para educar. Y
como su origen y sus métodos son distintos, ninguno está por encima del otro, es
decir, no ha lugar a priorizar uno sobre otros. La ciencia actual no requiere la
inteligencia del observador para reproducir fielmente el mundo "objetivo" con el fin
de comprender las cosas en sí mismas, sino solo para registrar los fenómenos de
las cosas y el mundo de acuerdo con las posibilidades proporcionadas por los
instrumentos, métodos y técnicas disponibles. saber. También se puede observar
que la evaluación actual de la ciencia como un medio para construir conocimiento
es tan grande que muchas personas quedan deslumbradas por las cosas científicas
que tienen delante. Para explicar un poco mas de las contribuciones que se han
tenido a favor de la educación a continuación unos ejemplos:
Humanización de la enseñanza:
El término colectivo para la teoría de la enseñanza que surgió a principios de este
siglo es Escuela Nueva (puede ver que no es tan nuevo como parece), lo que tiene
sentido. Primero, promueven la llamada humanización de la enseñanza. Cuando los
niños aparecen por primera vez en la escuela, tienen derechos, habilidades e
intereses propios, que deben ser considerados y desarrollados en el proceso
educativo. Para él, el maestro ha perdido el significado de persona omnipotente, lo
sabe todo, puede hacer todo. La escuela ofrece un espacio más agradable para los
niños: los juegos y las palabras reemplazan el entrenamiento sanguíneo. Los niños
tienen derecho a tener opiniones, demandas y participación, que anteriormente solo
disfrutaban los maestros. Rescate actividades al aire libre y (en algunos casos)
grupales, incluidos periódicos, imprentas, cooperativas o excursiones. Cuando
estamos acostumbrados a hablar sobre las libertades y los derechos de las
personas y los niños (aunque están hablando de ello), esta contribución puede no
ser realmente valorada. Sin embargo, frente a una escuela que cree firmemente en
la fe: el abuso, la humillación y la evaluación comparativa son necesarios, el estado
de la nueva escuela es crucial. En una escuela, imaginando al estudiante como una
persona sin luz, vino a llamar a la maestra el niño que golpeó al niño, y asumió "la
carta sangrienta ingresada". Obviamente, la sabia contribución es salvaguardar los
derechos del niño y la lucha continua por la educación humana.
Apreciación de la infancia:
En el dolor de casi dos siglos, el mayor logro de la pedagogía es reconocer que los
niños son el eje de la educación. Sin embargo, cuando preguntamos qué niño era
este, fue una victoria, y fue una victoria que careció de satisfacción. (Merani 1971)
La prioridad asignada al sujeto en el proceso de conocimiento conducirá
inevitablemente a una mayor investigación y comprensión. Freud y el psicoanálisis
han identificado a la infancia como la etapa más importante del desarrollo humano.
Binet ha progresado en la descripción y medición de las habilidades de los niños, y
la psicología genética temprana comenzó a reflexionar sobre el lenguaje, la
estructura y los procesos de pensamiento de los niños.
La escuela activa es la relación de causa y efecto en el proceso de apreciación de
los niños. Sus seguidores profundizarán la investigación y las acciones en esta área.
Merani (1971) lo considera como el mayor logro de enseñanza de la humanidad
hoy.