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1 52338 Gu A para Un Plan de Negocio
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Nota Técnica
El Proyecto Empresarial
Poner en marcha un proyecto empresarial, además de ser una aventura apasionante y – cuando
se alcanzan los objetivos – tremendamente gratificante, es una actividad que requiere un
minucioso estudio previo, una detallada planificación y una efectiva implementación o
implantación.
La naturaleza de un proyecto empresarial puede ser tan variada como variadas son las actividades
empresariales; hay proyectos para la creación de empresas, para el lanzamiento de nuevos
productos (innovación de productos), de nuevos procesos (innovación de procesos), de una nueva
tecnología (innovación tecnológica), proyectos para consolidar una estrategia empresarial
(reducción de costes, diferenciación de productos), o para atender al crecimiento de la empresa
ampliando su gama de productos, introduciéndose en nuevos mercados y territorios,
estableciendo alianzas estratégicas con otras empresas, recurriendo a joint-ventures o acuerdos
de colaboración, e incluso adquiriendo o siendo adquiridos por otras empresas en algún proceso
de fusión. Estos y otros motivos suelen estar al origen del desarrollo de un proyecto empresarial.
Por lo regular, para llevar a cabo un proyecto se necesitan, además de unos motivos claros y unos
objetivos concretos y bien definidos, de medios y recursos. Para poder definir con precisión estos
requisitos se recurre normalmente al desarrollo de un Plan para llevar a cabo el proyecto en
cuestión. Este Plan puede ser corto o extenso, según sea la naturaleza del proyecto que se quiere
llevar a cabo. Cuando el desarrollo del proyecto tiene un carácter estratégico, es decir, cuando su
puesta en marcha condiciona y determina el futuro a medio y largo plazo de la empresa, se suele
elaborar un Plan de Empresa o Plan de Negocio.
Este Plan de Negocio recubre especial importancia cuando se trata de procesos de creación de
empresas de reestructuración de una empresa existente, de una alianza estratégica, de una joint-
venture, o de una fusión empresarial. No obstante, cada vez es más corriente recurrir a la
elaboración de Planes de Negocio para respaldar un Plan de Marketing, un Plan de Viabilidad
(tecnológica o económico-financiera), o incluso una reestructuración organizacional.
Normalmente se recurre a estos Planes de Negocio durante las dos primeras etapas del proceso
de un proyecto empresarial: la de estudio y la de planificación. Luego, la implementación o puesta
en marcha del proyecto normalmente requiere planes adicionales, como por ejemplo un Plan
operativo de puesta en marcha.
* Esta Nota fue preparada por el profesor Elkin Jaramillo Aguirre de EADA, como base de discusión en la clase y no como ilustración del
manejo eficaz o ineficaz de una situación administrativa.
Prohibida su reproducción sin el permiso escrito de EADA.
Escuela de Alta Dirección y Administración Guía para un plan de negocio
Pocos temas reciben tanta atención y resultan al final tan importantes al poner en marcha un
proyecto empresarial como la elaboración de un Plan de Empresa o Plan de Negocio.
Innumerables cursos, tratados, guías, programas de ordenador y hasta formatos prediseñados en
Internet tratan de proporcionar la mejor respuesta para lograr este cometido.
Hay numerosos factores que intervienen y todos en conjunto van a determinar el éxito o fracaso
del proyecto y/o de la empresa, dependiendo siempre del tipo de actividad, del entorno en que se
encuentra y de los medios y recursos puestos en juego para su puesta en marcha.
Al redactar un Plan de Negocio, se hace una evaluación crítica de las oportunidades de negocio 2
que tiene la empresa, de la capacidad de sus directivos y de su personal para hacer frente a los
desafíos de la competencia y satisfacer las exigencias y expectativas de los clientes en su
mercado; valora las habilidades personales y las tecnologías disponibles para hacer realidad los
productos o servicios que desea comercializar la empresa y determina los riesgos y la viabilidad
económico-financiera de las oportunidades de negocio que se quieren aprovechar.
1 Arthur Rock & Company – Empresa de capital riesgo que ha invertido capital en el desarrollo de
organizaciones tan conocidas como Fairchild, Intel, Teledyne o Apple. Arthur Rock es miembro del
Consejo en estas y otras empresas de similar envergadura.
2 Para una evaluación en profundidad de una oportunidad de negocio, véase por ejemplo, “Análisis de la
oportunidad”, Nota Técnica de Elkin Jaramillo, Eada Barcelona, 2002.
Guía para un plan de negocio Escuela de Alta Dirección y Administración
Un Plan de Negocio puede redactarse con varios propósitos: en primer lugar, suele ser parte de
algún proyecto empresarial y como tal, es una excelente herramienta de comunicación para el
equipo directivo; también suele utilizarse para captar la atención y el interés de clientes y/o
inversores externos; por ultimo, un Plan de Negocio puede a veces redactarse como una memoria
oficial que presenta la empresa como aval para la adquisición de fondos externos. Esta diversidad
de objetivos implica naturalmente una diversidad en el estilo, en la forma y en el contenido de un
Plan de Negocio. Si va a utilizarse para fines internos, el documento contiene un análisis más
profundo y crítico de la empresa que en el caso de servir para captar inversores, caso en el cual el
énfasis se encuentra en los aspectos de marketing, en esta ocasión confundiéndose a veces con
un plan de marketing más elaborado. En el caso de servir de respaldo o aval para la búsqueda de
fondos externos, el documento ha de incluir numerosas cláusulas legales y documentos oficiales
que respalden el negocio, documentos que serán diferentes dependiendo del origen de los fondos
(inversores particulares, empresas de capital riesgo, bancos e instituciones financieras, entidades
de ayuda estatal, etc.).
De acuerdo con lo anterior, un Plan de Negocio debe elaborarse teniendo siempre en mente no
solo el propósito, sino también el destinatario o destinatarios a quienes el Plan está dirigido con el
fin de satisfacer sus expectativas.
Normalmente el Plan de Negocio suele ser la forma más adecuada para presentar a terceras
personas un proyecto empresarial y como tal, está dirigido en primer lugar, al equipo directivo de
la empresa (es decir, al equipo que redacta el Plan) y en segundo lugar a posibles asociados,
inversores, clientes y/o proveedores, quienes examinarán el Plan y calibrarán la eventual
colaboración o inversión en la oportunidad o el negocio objeto del proyecto. Este doble objetivo
exige por tanto un doble esfuerzo al equipo emprendedor que redacta el Plan: por una parte, el
documento ha de ser crítico y detallado para servir como herramienta de dirección en la puesta en
marcha del proyecto y por otra, el Plan ha de ser lo suficientemente claro, comprensible, factible y
atractivo para un grupo de inversores o colaboradores externos.
Un excelente Plan de Negocio mostrará un perfecto equilibrio entre estas dos exigencias, será
realista, profesional, completo, sin excesivos detalles ni informaciones irrelevantes. Mostrará la
viabilidad del proyecto, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista del
mercado, de las operaciones y del equipo humano involucrado en el proyecto.
Según sea la naturaleza de la idea o proyecto empresarial, el Plan tendrá un mayor énfasis en los
aspectos estratégicos, o en los tácticos o en los operativos de algunas áreas funcionales como
marketing, finanzas, producción, recursos humanos, o bien será un Plan integrador con un
estudiado equilibrio entre los aspectos estratégicos, tácticos y operativos de todas las áreas
funcionales de la organización.
Con el fin de poder abarcar todas estas posibilidades, esta Nota Técnica considera el Plan de
Negocio como un documento integrador, que contiene equilibradamente aspectos estratégicos,
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tácticos y operativos de todas las áreas de la empresa. Supondremos también que se trata de
crear un negocio o una empresa nueva o bien del relanzamiento o diversificación de una empresa
ya existente.
El documento
La elaboración física del Plan de Negocio en forma de documento es la etapa final de un largo
camino que comienza con una idea de negocio, una oportunidad de mercado que se quiere
aprovechar o la necesidad de consolidar una empresa. Sin embargo, no debemos confundir un
buen Plan, con una impecable presentación. En la actualidad existen multitud de ayudas técnicas
para lograr una buena presentación y numerosos libros y programas informáticos nos aportan
diversos modelos de estructura para un Plan. Lo más importante es el contenido que el
emprendedor aporte al Plan. Este contenido es el resultado de un metódico proceso de reflexión,
análisis y síntesis por parte del emprendedor y su equipo de colaboradores, resultado que siempre
es diferente, único e intransferible a otras empresas o situaciones.
A pesar de esto, en ocasiones conviene tener, aunque solo sea a modo de referencia una
estructura genérica para facilitar el estudio y unificar los criterios de valoración de los proyectos
empresariales. Para ello, ofrecemos a continuación un posible esquema, muy genérico, para un
Plan, que abarca la mayoría de los ámbitos de la empresa, con el fin de que el emprendedor
pueda en su caso particular extraer los puntos más relevantes o que sean aplicables a su Plan
particular.
Este esquema establece un marco general de actuación y un orden sugerido para los aspectos del
negocio a tratar. Este orden no debe tomarse como una sugerencia en la redacción; tampoco hay
que caer en la trampa de rellenar todos los apartados. Sólo el criterio del propio emprendedor o
equipo emprendedor puede determinar qué apartados son necesarios y cuáles pueden omitirse en
cada caso.
La redacción del Plan es un proceso que avanza poco a poco pero simultáneamente en todos los
aspectos del negocio. No se puede pretender hacer un excelente Plan de Marketing para luego
empezar a hacer un Plan de Operaciones completamente independiente.
I. Portada
II. Resumen ejecutivo
III. Índice, Tabla de Contenido o Sumario
2. Direccionamiento Estratégico
6. Matriz DAFO
6.1. Principales interrelaciones entre los factores externos y los internos
6.2. Ventajas Competitivas de la empresa en su sector
9. Plan de Marketing
9.1. Análisis del mercado objeto del proyecto
9.1.1. Segmentación y Perfil de Clientes
9.1.2. Ventajas competitivas
9.1.3. Barreras de entrada al mercado
9.1.4. Competidores
9.1.5. Productos sustitutivos
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El formato en EADA
Ha de procurarse al redactar el Plan, utilizar un lenguaje que sea comprensible para personas no
expertas en el ámbito de negocios a los que se dedica o dedicará la empresa; es recomendable
resumir lo más posible los análisis teóricos y los textos extensos que dificulten la lectura y la
comprensión; un Plan no es un “tratado” sobre la empresa, ni tampoco un “ejercicio práctico de
cómo debe hacerse un Plan de Empresa”; es más bien un documento dinámico, una herramienta
de trabajo que implica acciones justificadas en un futuro inmediato. En conveniente utilizar con
frecuencia tablas cortas, gráficos y figuras explicativas, preferentemente insertadas en el texto.
Los anexos pueden utilizarse para informaciones complementarias, tablas más detalladas,
fotografías, planos, recortes de prensa o informaciones externas, que sin ser demasiado extensas
ayudan a la mejor comprensión del Plan de Negocio pero que no son indispensables en el
momento de una primera lectura del Plan.
Es preferible que el formato del escrito sea claro, sencillo y de fácil manejo. Utilizar para el texto
una fuente tamaño 12 puntos y un interlineado de 1,5 líneas. Para las tablas y gráficos en
preferible utilizar una fuente sin serif de 10 puntos (por ejemplo, Arial). Los márgenes han de ser
amplios (unos 3 cm) y simétricos, procurando aumentar el margen izquierdo lo necesario para
permitir una correcta encuadernación. Aunque es habitual en los Planes de Empresa imprimirlos a
una cara para facilitar su revisión y difusión, actualmente la tendencia es a imprimirlos a doble cara
en aras del cuidado del medio ambiente. No olvidar numerar todas las páginas, incluidos los
anexos. Pueden utilizarse si se desea, colores en las tablas y gráficos, pero no es conveniente
abusar del colorido; por otra parte, se considera poco elegante utilizar innecesariamente colores
en el texto. En cuanto a la extensión, un buen Plan de Negocio debería poderse exponer en su
totalidad en menos de 40 páginas, más los anexos que sean indispensables. Recordemos que el
documento escrito se trata de un Plan de Negocio y no se trata de un Manual de Puesta en
Marcha ni un Manual de Funcionamiento de la empresa, en los cuales es normal encontrar gran
cantidad de detalles operativos y por tanto su extensión suele ser mucho mayor.
Todos los datos numéricos que se mencionen en el texto deberán soportarse citando las fuentes,
así sean éstos de elaboración propia. Utilizar una nota a pié de página y anotar la fecha en la que
los datos que se citen hayan sido recopilados.
Requisitos de entrega
Cumplimentar la ficha Entrega del proyecto (en el apartado Proyecto del Aula Virtual).
1 copia en formato PDF de la memoria de proyecto (debe incluir los anexos).
1 copia de la presentación realizada ante el tribunal en formato PDF, PPT o PEZ.
El proyecto se considerará entregado una vez se envíe el formulario con la documentación adjunta
a través del apartado Entrega de Proyectos del Aula Virtual. Aunque lo envíe una sola persona,
todos los miembros del grupo recibirán una confirmación de la entrega. Para más información
consultar el apartado del Campus Virtual > Aula Virtual > Proyecto. El proyecto final quedarà
depositado en el Centro de Documentación de EADA. Si el grupo no desea que el proyecto esté
disponible para la consulta por razones de confidencialidad de los datos contenidos en el informe,
se debe indicar en el formulario que se entrega junto a la memoria y que se encuentra en este
mismo apartado
Escuela de Alta Dirección y Administración Guía para un plan de negocio
I. Portada
Es conveniente idearse una portada atractiva para las tapas, que contenga de preferencia el
logotipo actual o el que se piensa utilizar para la empresa, el nombre o nombres de los autores del
proyecto, el nombre de la Institución (EADA), el nombre del programa académico y el lugar y la
fecha de publicación
Consiste en un breve resumen de todo el Plan. Es obvio por tanto que este resumen solo puede
redactarse una vez terminado totalmente el Plan de Negocio. No debe abarcar más de una página
e incluirá la descripción de la oportunidad de negocio, las ventajas competitivas que justifican
aprovechar esa oportunidad y los objetivos que se pretende alcanzar con el proyecto. Incluirá
también la justificación de cómo poniendo en marcha el Plan, se pueden alcanzar esos objetivos.
Finalmente, deberán aparecer los nombres de los autores del proyecto y una muy breve referencia
a su perfil profesional. Este Resumen Ejecutivo se suele incluir en el Plan antes del índice o Tabla
de Contenido.
Aunque parezca un apartado obvio, no son pocos los Planes de Negocio que carecen de esta
elemental ayuda para facilitar su consulta. Ha de procurarse igualmente, incluir las referencias y
los números de las páginas correspondientes de los documentos que aparecen en los anexos.
Normalmente todos los proyectos empresariales surgen porque alguien tiene una idea sobre
alguna mejora o necesidad de solventar alguna dificultad. En algunas ocasiones menos
frecuentes, la idea surge en respuesta a una evidente oportunidad de negocio que aparece
en el mercado. En este aparatado, el emprendedor o el equipo describe brevemente cuál es
la idea, cómo o de dónde ha surgido la idea en la que se basa el proyecto empresarial.
El tener una idea brillante no significa que automáticamente esa idea sea una excelente
oportunidad de negocio para una empresa o que la idea en cuestión pueda ser objeto de un
3 Para una evaluación en profundidad de una oportunidad de negocio, véase por ejemplo, “Análisis de la oportunidad”, Nota Técnica de
Elkin Jaramillo, Eada Barcelona, 2002.
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proyecto empresarial. En este apartado deberá justificarse la razón por la cual se cree que la
idea en cuestión es además una buena oportunidad de negocio; ¿por qué la idea merece
ser objeto de un proyecto empresarial?
¿Qué es lo que se quiere lograr con la puesta en marcha del Plan de Negocio? Han de
describirse los objetivos generales que se pretenden alcanzar. La mayoría de las veces lo
que expresamos son deseos, no objetivos: “mejorar las ventas”, “dar mejor servicio”,
“satisfacer mis clientes” y vaguedades similares. Un Plan de Negocio es una herramienta
para poner en marcha un proyecto, por tanto, la definición de los objetivos es algo
fundamental. Los objetivos han de ser claros, concretos, cuantificados y naturalmente,
razonablemente factibles de ser alcanzados con los medios y recursos que se tienen o que
se podrían tener al poner en marcha el proyecto. Por ejemplo: ¿Qué posición en su mercado
(o segmento) aspira a tener la empresa en el futuro? (Es decir, qué porcentaje o
participación se prevé tener de ese mercado o segmento).
2. Direccionamiento Estratégico
2.1. VISIÓN
Este apartado, que normalmente se escribe cuando ya el Plan está terminado, declara hacia
dónde quiere dirigir sus pasos la organización al poner en marcha el proyecto. ¿Qué se
quisiera llegar a ser, como empresa? ¿Cómo quisiéramos que se conociese la empresa en
el futuro? Es lo que normalmente se denomina la declaración de la Visión de la Empresa.
Suelen ser pocas líneas, un máximo de 30 a 50 palabras.
2.2. MISIÓN
Para satisfacer las necesidades de los clientes a través de la puesta en marcha del nuevo
proyecto y mantener la empresa a la altura de las expectativas de sus futuros clientes, ¿qué
actividades se van a desarrollar? ¿A qué se va a dedicar la empresa al poner en marcha el
proyecto objeto del Plan? Es lo que normalmente denominamos la Misión de la Empresa.
Por lo regular este párrafo contiene a lo sumo 150 o 200 palabras.
2.3. VALORES
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Comienza en este apartado el análisis del entorno en el cual se encuentra la empresa objeto del
proyecto. Este análisis externo por lo regular se enfoca desde dos perspectivas: una “macro”,
considerando aquellos factores político-legales, económicos, sociales, tecnológicos y
medioambientales que de alguna manera afectan a la empresa y a la puesta en marcha y
desarrollo del Plan de Negocio. La segunda perspectiva es “micro” o más cercana a la empresa:
se refiere a las fuerzas que configuran el sector empresarial, el mercado o el nicho en el cual la
empresa desarrolla o desarrollará sus actividades. Se analizan los diversos factores que
intervienen (empresas proveedoras del sector, empresas concurrentes o competidoras en el
sector, segmentos de mercado involucrados, perfil de los actuales y/o futuros clientes, barreras
que protegen al sector de la entrada de nuevos competidores, y productos provenientes de otros
sectores que pudiesen ser sustitutivos de los producidos por las empresas del sector).
4.1.2. ECONÓMICOS
4.1.3. SOCIALES
Son las fuerzas que configuran el sector empresarial, el mercado o el nicho en el cual la
empresa ejerce o va a ejercer su actividad al poner en marcha el Plan de Negocio.
Normalmente, el análisis de estas fuerzas sigue un esquema similar al propuesto por el
profesor Michael Porter4 de la Universidad de Harvad, de las “cinco fuerzas del mercado”.
Tras el análisis de las anteriores condiciones del entorno macro y del sector (§ 4.1 y 4.2)
aparecerán como evidentes ciertas circunstancias o factores desfavorables que constituirían
riesgos y amenazas para llevar a buen término el proyecto reflejado en el Plan de Negocio.
AL tiempo que se analizan estos factores desfavorables es necesario resaltar la existencia
de otros factores del todo favorables al desarrollo del proyecto. Estos factores favorables
pueden constituirse en oportunidades de negocio, adicionales a las que inicialmente sirven
de base y fundamento para el proyecto.
El anterior análisis de oportunidades y amenazas (§ 4.3) nos lleva a considerar que para
poder competir en ese entorno y en ese determinado sector empresarial, las empresas han
de tener en cuenta ciertos factores clave, relacionados con aquellos factores analizados.
Cada sector empresarial, dentro de cada entorno particular presenta unos factores de éxito
característicos que cambian si cambia el entorno o si consideramos otro sector. Se trata de
listar en este apartado, cuáles consideramos que pueden ser esos Factores Clave para
tener éxito en el sector considerado y en el entorno en el cual la empresa desarrolla sus
actividades. Estos Factores Claves se extraen de la lista de factores favorables
(oportunidades) y desfavorables (amenazas) mencionados en el apartado anterior.
En este apartado se comienza el análisis interno de la actual o futura organización, una vez
finalizado el análisis externo (Capítulo 4).
Aunque muchas veces quienes redactan el Plan de Negocio para una nueva empresa
suelen ser al mismo tiempo sus accionistas, esta circunstancia no es corriente en otro tipo
4
Michael Porter: “Estrategia Competitiva”, Cecsa, México, 1984
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de proyectos empresariales. Es por ello necesario esclarecer cuál es la forma legal que
adopta la organización y quiénes son sus accionistas. No basta hacer una lista con nombres
y apellidos de todos quienes van a detentar acciones de la empresa, de trata de analizar la
naturaleza de estos grupos de interés tan importantes para la vida de las empresas. Qué
relaciones tienen entre sí (familiar, comercial, financiera, etc.), su procedencia y su grado de
participación en el capital de la empresa.
5.2. El organigrama
Para tener una visión global de las operaciones antes de entrar en los detalles de las
actividades productivas (presentadas en el Plan de Producción), conviene presentar en este
apartado un diagrama de flujos de las principales etapas o módulos que integran los
procesos productivos de la empresa antes de poner en marcha del Plan de Negocio. (No
procede, por tanto, para empresas de nueva creación). En este apartado se trata de
determinar el grado de complejidad de la organización desde el punto de vista de sus
operaciones. Más adelante, en el capítulo 11 dedicado al Plan de Operaciones se deberán
incluir, si procede, las nuevas operaciones o procesos que sean necesarios para la puesta
en marcha del Plan de Negocios.
Para el desarrollo normal de sus actividades, la empresa dispone de medios y recursos que
le permiten competir en su mercado. Se trata de describir en este apartado, cuáles son esos
medios y recursos. Si el Plan de Negocio trata sobre la creación de una empresa nueva,
entonces estos medios y recursos se referirán primordialmente a los económicos,
tecnológicos y humanos que permitirán la puesta en marcha del Plan.
6. Matriz DAFO
AMENAZAS OPORTUNIDADES
Análisis
Externo
DEBILIDADES FORTALEZAS
Análisis
Interno
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Conviene muchas veces analizar de cerca estas interrelaciones para conocer a ciencia
cierta el potencial que tiene la organización para desarrollar con éxito su Plan de Negocio o
tal vez buscar otras competencias, medios o recursos que le permitan enfrentarse con
mejores probabilidades de éxito a este desarrollo del Plan.
Del mismo modo que se interrelacionan los factores de la matriz DAFO (§ 6.1), podemos
analizar la forma en que se interrelacionan o se afectan mutuamente los Factores Clave del
Éxito en el sector (§ 4.4) y las Competencias Clave de la organización (§ 5.6). A veces,
alguna competencia que creíamos clave ve reducida su importancia si no tiene influencia
sobre ninguno de los factores clave de éxito y viceversa. Conviene, por tanto, dedicar este
apartado a analizar estas interrelaciones.
Los dos capítulos anteriores dedicados a los análisis externos e internos de la empresa solo
tienen sentido si podemos tras estos análisis extraer una conclusión útil que nos permita
poner en marcha el proyecto empresarial con las más elevadas probabilidades de éxito.
Esta conclusión es precisamente la formulación de las Ventajas Competitivas que la
empresa tendrá en su sector al poner en marcha el nuevo proyecto empresarial objeto del
Plan de Negocio.
Existen autores que afirman que la formulación de una estrategia empresarial solo tiene
sentido cuando se pueden obtener ventajas competitivas; otros llegan más lejos al afirmar
que estrategia es la forma de lograr una ventaja competitiva. En cualquier caso, para la
puesta en marcha del Plan de Negocio, es imprescindible conocer en detalle cómo va la
empresa a competir en su sector de forma ventajosa que le permita atraer y mantener
nuevos clientes y asegurar su presencia en su mercado a medio y largo plazo. En este
apartado se describen estas Ventajas Competitivas que no son más que el resultado de los
dos análisis anteriores y las conclusiones del apartado anterior, § 6.1.
Por lo regular las empresas que nacen no tienen de antemano un detallado Plan de Desarrollo
Tecnológico; este apartado tiene sentido en aquellos casos en los cuales el desarrollo de la nueva
actividad empresarial se basa fundamentalmente en el lanzamiento o puesta en marcha de una
innovación tecnológica o bien la explotación de una nueva patente, licencia o modelo de utilidad
industrial.
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Es conveniente incluir también un somero programa mostrando las etapas del desarrollo
hasta el lanzamiento al mercado de la innovación.
Numerosas iniciativas empresariales nacen con el fin de explotar una marca, una patente o
una licencia de terceros. En estos casos, deberá incluirse en este apartado, una breve
descripción de la naturaleza de la idea o negocio que se va a explotar y de los términos
generales del acuerdo de explotación alcanzado con los propietarios de la franquicia,
licencia o patente en cuestión (productos, servicios, duración, royalties, compromisos, etc.)
Mientras algunas empresas optan por integrar en su cadena de valor el máximo de actividades
relacionadas con su negocio, numerosas empresas (y en especial las de nueva creación) prefieren
o necesitan externalizar parte de las actividades de su cadena de valor para lograr ser
competitivas en su mercado, o llegar a acuerdos de colaboración con otras empresas para
compartir medios, recursos y/o conocimientos necesarios para el desarrollo de la empresa. En
estas ocasiones, se deberá hacer mención en este apartado a todos estos acuerdos, alianzas y
externalizaciones (outsourcing) y cómo el resultado de estas colaboraciones brindará a la empresa
alguna ventaja competitiva.
9. Plan de Marketing
La finalidad del Plan de Marketing es establecer unos objetivos comerciales coherentes con la
estrategia y los objetivos generales de la empresa y detallar cómo se van a alcanzar esos
objetivos. Se trata de presentar en este capítulo un análisis lo más detallado posible del mercado
donde la empresa va a desarrollar sus actividades.
Para conocer el mercado hay que realizar un estudio minucioso del mismo, sus clientes y
sus necesidades. Conviene realizar este estudio del mercado analizando su tamaño, su
evolución, las tendencias observadas, su estructura y qué competidores existen, etc.
indicando siempre (en nota marginal al pié de página) las fuentes en las que se basan los
datos aportados. En caso de hacer suposiciones, habrá que contrastarlas con datos
objetivos que, aunque no las demuestren definitivamente, al menos las sostengan
mínimamente.
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Conviene detallar en este apartado cuáles serán las ventajas competitivas que
exhibirá la empresa en su segmento o segmentos de mercado. Es decir, las razones
por las cuales los clientes, una vez satisfechas sus necesidades con nuestro
producto, preferirán volver a nuestra empresa en lugar de acudir a alguno de
nuestros competidores.
9.1.4. COMPETIDORES
Conviene conocer cuáles son esos productos y cuál el colectivo que los utiliza ya
que de ese colectivo podríamos, por una parte, obtener en el futuro nuevos clientes
y por otra, deberíamos tener en cuenta a empresas que sirven a ese colectivo, que
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Una vez descrito el mercado es el momento de decidir qué objetivos hay que
alcanzar para ayudar a conseguir los objetivos generales de la empresa.
Aquí hay que marcar objetivos concretos y cuantificados. No basta con decir que
cada año se va a crecer respecto al anterior. Hay que dar cifras concretas, indicar
cómo saber cuando se han alcanzado y, lo que es más importante, justificarlas
convenientemente.
Se deberá detallar una previsión de ventas para al menos los primeros tres años y,
si es posible, qué cuota de mercado se va a alcanzar. Las previsiones hay que
realizarlas tanto en unidades de producto/servicio como en euros. Estas previsiones
deben ser tan detalladas como sea posible indicando los productos, los clientes, las
regiones, etc., que van a aportar volumen de negocio y en qué medida lo van a
hacer.
También hay que analizar el coste que va a suponer realizar esas ventas, no tan
sólo costes de materiales y de fabricación, sino también de distribución, comisiones,
servicio posventa, etc. identificando posibles riesgos en las variaciones de precios
de compra.
En lo posible, para cada segmento objetivo se describirá lo que se conoce como marketing
mix. El marketing mix es la combinación de cuatro variables que van a permitir abordar con
éxito un mercado. Estas cuatro variables muy relacionadas entre sí son: el producto, el
precio, la distribución y la promoción.
Finalmente hay que hacer un esfuerzo para diferenciar cada producto del resto de
los productos con los que compite. Una vez diferenciado hay que decidir como
mantener esa diferencia ante los movimientos de la competencia, es decir, cómo
transformar esa diferencia en una ventaja competitiva.
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Evidentemente para fijar los precios de venta hay que conocer con detalle, por una
parte, los costes de fabricación y por otra, los precios de mercado. Adicionalmente,
la política de precios ha de ser coherente con la política de producto y con la
estrategia competitiva (competir en costes o en diferenciación de productos).
9.2.3. DISTRIBUCIÓN
9.2.4. PROMOCIÓN
Hay que describir qué métodos se van a usar para contactar con los clientes, para
realizar su seguimiento y para cerrar las ventas; si se van a utilizar vendedores y
con qué características, etc., qué materiales de apoyo van a usar, qué imagen global
van a presentar, etc.
Una cuestión que cada vez cobra más importancia es la manera como la empresa se
relaciona con sus clientes y de qué manera hace que esa relación sea perdurable en el
tiempo. Se mencionarán en este apartado los procedimientos previstos para cultivar esta
relación con los clientes.
9.3.1. COMUNICACIÓN
9.3.2. FIDELIZACIÓN
Se describirán aquí las actividades que posteriormente a la compra del producto por
el cliente desarrollará la empresa con el fin de que el cliente vuelva a comprar y
mantenga viva la percepción satisfactoria de su relación con la empresa.
En muy pocas ocasiones encontramos Planes de Empresa o de Negocio que incluyan este
apartado; sin embargo, al pensar en el Plan de Puesta en marcha, se echa en falta haber incluido
desde el principio una política de calidad, es decir, la manera como nuestra empresa piensa
asegurar a nuestros clientes que todas nuestras estrategias serán coherentes con los objetivos
que nos proponemos alcanzar y que los productos o servicios que comercializamos no solamente
cumplen con las especificaciones previstas sino que están desde un principio pensados y
enfocados a satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
No es necesario que tengamos una gran empresa para poder definir una política de
aseguramiento de la calidad. Es mucho más fácil desde un comienzo implantar como parte
de nuestras estrategias genéricas la cultura de la calidad. Actualmente existen modelos de
gestión orientados al aseguramiento de la calidad, como el modelo europeo de la EFQM.
Una nueva iniciativa empresarial basada en un modelo de calidad, sin duda saldrá al
mercado con más de una ventaja competitiva adicional y una imagen favorecedora.
Se podrán incluir en este apartado cuando sea posible, los métodos o procedimientos
diseñados para asegurar la calidad de los productos o servicios.
El objetivo del Plan de Operaciones es detallar cómo se van a fabricar los productos o a
desarrollar los servicios que se van a comercializar. Se trata de conocer los recursos humanos,
tecnológicos y materiales que habrá que movilizar para llevar adelante la nueva empresa o
negocio y cómo se van a gestionar para alcanzar los objetivos propuestos.
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Para cada uno de los productos o servicios de nuestro catálogo habrá que describir su
proceso productivo. Esto significa que hay que detallar dónde se compran las materias
primas, cómo y a dónde se transportan, cómo se almacenan hasta su uso, cómo se usan en
el proceso de fabricación, en qué consiste éste, cómo se almacena el producto final y cómo
se transporta hasta el distribuidor o hasta el cliente final.
Esta descripción del proceso se suele hacer por medio de un diagrama de flujo de los
procesos productivos para mayor claridad (no un detallado diagrama de actividades),
evitando en lo posible la utilización de términos técnicos de difícil comprensión para los no
especialistas.
También hay que prestar especial atención a cómo la empresa va a proveerse de los
materiales y servicios necesarios para la producción, procurando reducir al mínimo la
dependencia en exclusiva de algún proveedor en concreto o de algún material determinado.
Todo el desarrollo del Plan no tendría sentido sin definir qué personas se necesitan para ponerlo
en marcha y las características de este personal. Normalmente se incluyen en este capítulo los
asuntos relacionados con la estructura organizativa mostrada en el organigrama incluido en el
capítulo sobre estructura de la empresa (Capítulo 5). Es conveniente mencionar las políticas a
seguir en lo referente a la selección, contratación, remuneración y formación del personal.
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Sin entrar en demasiados detalles, es frecuente incluir en este apartado la descripción de los
puestos de trabajo claves en el inicial desarrollo de la empresa, sin que esta descripción se
convierta en un “Manual de Funciones y Responsabilidades”. Es conveniente definir también
el perfil que se espera que tenga la persona que ha de desempeñar cada uno de los puestos
de trabajo descritos.
En caso de necesitar la ayuda de expertos externos, este aspecto debe quedar reflejado en
el Plan indicando la relación que estos expertos van a tener respecto a la empresa:
consultores, miembros del Consejo, etc.
Aunque son pocos los emprendedores que incluyen este apartado en su Plan de Negocio, el
incluirlo añade un significativo valor al Plan a ojos de terceros (inversores, por ejemplo) y
constituye una herramienta invaluable para adoptar desde el principio una actitud proactiva y
una política clara respecto del personal.
Suele incluirse alguna mención a los criterios básicos para la selección y cuáles serán las
políticas compensatorias para todo el personal: remuneración (niveles salariales, fijos,
variables, comisiones, etc.), motivación (por lo regular adaptada a cada puesto de trabajo en
forma de recompensas motivacionales según sea el perfil personal/profesional de cada
persona), reconocimiento (por la dedicación, por contribuciones personales excepcionales,
por logro de metas y objetivos, etc.) y en definitiva, la política que pretende tener la empresa
para lograr el empowerment de sus empleados.
Por ser un tema de reciente aparición en las organizaciones es poco corriente encontrar
este apartado en un Plan de Negocios. La tendencia muestra, sin embargo, la inclusión cada
vez con más frecuencia de este apartado en algún lugar del Plan. Lo hemos incluido dentro
de este capítulo de Recursos Humanos por una simple asociación de ideas con el enfoque
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tradicional; no obstante, este apartado puede muy bien gozar de autonomía o incluirse en
otros como por ejemplo I+D.
Cuando se incluya este apartado, se hará mención a la forma como la empresa comparte
transmite y mejora sus conocimientos. Las técnicas y procedimientos involucrados, la
metodología a seguir y su relación con las políticas de innovación y de mejora permanente.
Esta es, en el fondo, la parte fundamental que va a decidir a terceros a invertir su dinero. Si el
rendimiento esperado es interesante y se sostiene coherentemente con los datos aportados por el
resto del Plan, es muy probable que alguien este dispuesto a aportar financiación.
Un plan de inversiones detallado, justificado y con sentido común es una buena garantía, no
sólo de obtener financiación, sino de garantizar el futuro de la empresa. Hay que tener en
cuenta que no todo el capital inicial aportado se puede dedicar a las inversiones iniciales.
Habrá que mantener una parte para financiar a los clientes que tardarán en pagar y para
afrontar los pagos cotidianos hasta que el negocio empiece a generar dinero.
Para el primer año de actividades, se ha de elaborar este estado de cuentas para tener claro
de dónde sale el dinero y a dónde va a parar, incluyendo las inversiones mencionadas en el
apartado anterior.
Para toda empresa es fundamental disponer de dinero en efectivo para funcionar. Esto
todavía es más importante para una nueva empresa que difícilmente va a contar con crédito
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En este apartado se ha de describir con todo detalle y precisión los cobros y los pagos que
van a realizarse mes a mes en la empresa durante los primeros 12 meses de actividad. Hay
que distinguir claramente los cobros efectivos de las facturas de clientes y los pagos
efectivos de las facturas de los proveedores.
Normalmente se suele incluir un gráfico de punto muerto, detallando los costes fijos,
variables, totales y los ingresos esperados durante al menos los primeros 24 meses de
actividad. Conviene analizar el momento en el cual se alcanza un cash-flow positivo y el
momento en que la empresa comienza a generar beneficios.
Se suele presentar un Balance de Situación previsional para cada uno de los primeros tres
años de la empresa. A tal efecto, conviene establecer una previsión de cómo estará
compuesto el activo de la empresa: qué parte estará inmovilizado en maquinaria,
instalaciones, etc., qué parte estará en manos de clientes que aun no han pagado, qué parte
se retendrá en la tesorería de la empresa. También hay que detallar cómo se desglosa el
pasivo de la empresa, fundamentalmente, qué grado de endeudamiento externo se va a
alcanzar y si es una deuda a corto o a largo plazo.
El Balance aporta una idea de cuál será el Fondo de Maniobra necesario en cada momento
y cómo se ha invertido el dinero que ha entrado en la empresa, bien por aportaciones de los
socios e inversores, bien por la propia generación de recursos en las operaciones de la
empresa.
Es del todo normal esperar que una empresa que comienza no generara beneficios
necesariamente desde el primer año. Si se prevé que el primer ejercicio se va a cerrar con
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pérdidas, esto se debe reflejar en esta previsión. Sin embargo, hay que tener muy claro
cómo se van a recuperar esas pérdidas en los posteriores ejercicios.
Conviene prever qué hacer con los beneficios que se van a obtener, y desde luego, qué se
va a hacer en el caso de que las pérdidas superen las previsiones.
Finalmente, en algunos casos se suelen incluir ratios o índices representativos para conocer
de un vistazo la viabilidad del proyecto al menos durante el primer año. Sin embargo, en
algunos entornos y sectores, la falta de indicadores estandarizados para algunas ratios
hacen poco útil la utilización de éstos al no existir una base fundamentada de comparación o
valoración de los resultados obtenidos.
El objetivo del Programa de Puesta en Marcha es describir qué pasos se van a dar, en qué orden
y en qué fechas, para poner en marcha el nuevo negocio.
Constituir una sociedad de carácter mercantil conlleva un proceso legal en muchos casos
laborioso y molesto para el emprendedor. Se deben tener claros los pasos que hay que dar
pues omitir alguno de ellos puede hacer que el emprendedor se encuentre con problemas
legales una vez la empresa esté ya en marcha.
Al igual que para elegir la forma social, es conveniente consultar con algún experto cuáles
son los trámites para constituir la sociedad que se ha decidido crear. Resulta práctico anotar
todos los pasos a dar y seguirlos de forma sistemática.
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Esto también va a permitir conocer los gastos de constitución de la sociedad que según la
forma legal elegida, pueden ser importantes y los gastos legales que comporta la misma
sociedad (tasas, impuestos, etc.) así como las obligaciones formales a las que estará
sometida (registro mercantil, hacienda pública, etc.)
Si se desea optar por solicitar alguna clase de subvención o ayuda pública para llevar
adelante el proyecto, también conviene tenerlo muy en cuenta y, sobretodo, prever aquellas
acciones que se tomarán en el caso de que surjan problemas en la obtención de las ayudas,
o éstas sean finalmente denegadas.
El objetivo del Plan de Contingencia es prever una vía de escape razonable en caso de producirse
alguna situación que haga inviable el proyecto una vez comenzado su desarrollo.
En todo Plan de Empresa o de Negocio no debería faltar un análisis de las posibles situaciones
que puedan producirse en la empresa y que pongan en peligro su supervivencia. En este caso es
bueno tener previsto qué se va a hacer con los activos de la empresa.
Una situación, que se da en la mayoría de las empresas que empiezan con varios socios, es
que tarde o temprano alguno de ellos va a abandonar el proyecto por las razones que sea.
Otras veces, sencillamente, un inversor profesional que entró en el proyecto (por ejemplo,
un técnico o un experto) ha cumplido con sus objetivos y quiere liquidar su participación en
la empresa. Haber determinado con anterioridad cómo resolver estas cuestiones ahorrará
mucho tiempo y energías a todas las partes implicadas.
Existe una posibilidad, pequeña si se quiere, de que la nueva empresa no tenga éxito. Será
muy práctico decidir de antemano bajo que condiciones se va a liquidar una empresa.
Además, si las inversiones iniciales han sido cuantiosas, hay que tener previsto un
mecanismo de liquidación para recuperar la mayor parte del dinero invertido.
Además, es probable que los socios hayan avalado los créditos de la empresa con su
responsabilidad personal y, si los resultados han sido francamente malos, el peso de las
deudas recaerá sobre su patrimonio personal. Un análisis de estas situaciones no está de
más al realizar un Plan de Empresa o de Negocio.
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