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JESÚS HACE VER

AL QUE NO VEÍA
Lunes, 26 de abril de 1999
Monterrey, Nuevo León, México
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
JESÚS HACE VER AL QUE NO VEÍA

Dr. William Soto Santiago


Lunes, 26 de abril de 1999
Monterrey, Nuevo León, México

M uy buenos días, amados amigos y hermanos


presentes. Es para mí una bendición y privilegio
grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir
unos momentos de compañerismo alrededor del Programa
Divino correspondiente a este Día Postrero.
Para lo cual quiero leer en San Juan, capítulo 9. Este es
el caso de un joven que era ciego y fue sanado por Jesús;
y luego lo echaron fuera de la sinagoga, al dar testimonio
acerca de Jesús. Vean, el caso dice… Dice que los padres
del niño, por miedo a los judíos, no se atrevían decir quién
fue el que sanó al joven; dice… vamos a ver… vamos a
comenzar en el verso 13, lo vamos a leer en parte aquí;
dice:
“Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.
Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo,
y le había abierto los ojos.
Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos
cómo había recibido la vista. Él les dijo: Me puso lodo
sobre los ojos, y me lavé, y veo.
4 Dr. William Soto Santiago
Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre
(o sea, Jesús) no procede de Dios, porque no guarda el
día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre
pecador hacer estas señales? Y había disensión entre
ellos.
Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú
del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.
Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que
había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres
del que había recibido la vista,
y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo,
el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve
ahora?
Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que
éste es nuestro hijo, y que nació ciego;
pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya
abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene,
preguntadle a él; él hablará por sí mismo.
Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los
judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si
alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado
de la sinagoga.
Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a
él.
Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido
ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos
que ese hombre es pecador (o sea, que Jesús es pecador).
Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé;
una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió
los ojos?
Él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido
Jesús hace ver al que no veía 5
oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también
vosotros haceros sus discípulos?
Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero
nosotros, discípulos de Moisés somos.
Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés;
pero respecto a ése (o sea, a Jesús), no sabemos de dónde
sea”.
¿Y por qué no buscaron el acta de nacimiento de Jesús?
Ya llevaba 30, 33 años con ellos; si querían saber de dónde
era, pues…
“Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo
maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí
me abrió los ojos.
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si
alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése
oye”.
Ahí les está enseñando, ahí les está enseñando la
Biblia, a esos que querían saber cómo había sido que Jesús
le abrió los ojos. Y ahora, sigue diciendo:
“Desde el principio no se ha oído decir que alguno
abriese los ojos a uno que nació ciego.
Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.
Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en
pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? (Y ahora les estaba
enseñando lo que ellos no sabían). Y le expulsaron (le
sacaron fuera, de allá, de la sinagoga).
Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le
dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea
en él?
Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo,
él es”.
6 Dr. William Soto Santiago
Miren cómo se revela a este hombre que le abrió los
ojos y le dice: “Yo soy”. Le muestra que la promesa de la
Venida del Mesías está delante de él; y es el cumplimiento
de la promesa del Mesías en Jesús de Nazaret, quien hizo
el milagro de abrirle los ojos para ver.
“Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo;
para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.
Entonces algunos de los fariseos que estaban con él,
al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también
ciegos?
Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais
pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado
permanece”.
No había forma de defenderse de Jesús; porque Él es
la Palabra, el Verbo, y Él con la Palabra les respondía.
“JESÚS HACE VER AL QUE NO VEÍA”.
Ahora, podemos ver que en medio del pueblo hebreo
hubo ciegos físicamente y hubo ciegos espirituales. Y
ahora, es una cosa más terrible ser un ciego espiritual que
un ciego físico.
Vean, hubo ciegos físicamente que creían a Jesús;
y cuando Jesús pasaba decían1: “¡Jesús, Hijo de David,
ten misericordia de mí!”; lo reconocían como el Hijo de
David; y luego Jesús les daba también la vista física. Y a
este ciego, Jesús colocó lodo sobre sus ojos2.
¿Cuántos recuerdan cómo Jesús hizo el lodo? Una
forma antihigiénica, ¿verdad? Pero vean ustedes, una
saliva de Jesús era más efectiva que todas las medicinas
que los hospitales tenían; porque ninguna de las medicinas
1 San Mateo 9:27, 20:30; San Marcos 10:47; San Lucas 18:38
2 San Juan 9:1-12
Jesús hace ver al que no veía 7
de los hospitales pueden darle la vista a un ciego de
nacimiento.
Y ahora, era el poder de Dios manifestado a través de
Jesús; pero Él usó… Él podía hablar solamente la Palabra
y también así ocurría, pero lo hizo en esa forma.
Vean ustedes, usó diferentes formas: en otras
ocasiones colocaba Sus dedos, Sus manos, sobre los ojos
de las personas3, y otras veces podía hablar la Palabra y la
persona quedar completamente restaurada de la vista4.
Pero en este caso colocó lodo; o sea, escupió en tierra,
hizo lodo y lo colocó en los ojos del ciego; ciego de
nacimiento, o sea, que no había tenido la vista nunca. No
era una restauración, porque nunca había visto, era una
creación.
Y vean ustedes, cuando Dios creó al hombre ¿de dónde
lo creó? Del polvo de la tierra; y del polvo de la tierra
le hizo los brazos, los pies, le hizo la cabeza y los ojos
también. Y ahora Cristo le está creando vista a este ciego;
era por creación divina ese milagro.
Y ahora, por creación divina, por la Palabra creadora
de Dios es que Dios puede abrirles los ojos espirituales a
las personas.
Y ahora, vean ustedes cómo este hombre que era ciego,
al recibir la vista, estuvo hablando la Palabra - hablando
acerca de Cristo y defendiendo a Cristo, diciendo…
Cuando le preguntan: “¿Qué tú dices de este hombre?”,
dice: “Que es profeta”; y cuando le dicen que ese hombre
es pecador, él dice: “Si él es pecador o no, yo no lo sé;
pero una cosa yo sé, que antes yo era ciego y ahora veo”.
Y no hay argumentos contra el éxito.
3 San Mateo 9:29, 20:34
4 San Marcos 10:52, San Lucas 18:42
8 Dr. William Soto Santiago
Y ahora, después les dice: “Dios no oye a los pecadores
(les está enseñando la Palabra); pero si un hombre es
temeroso de Dios, Dios lo escucha”. Y sigue enseñándoles
la Palabra de Dios a estas personas. Y luego les dice…,
luego de decirles:
“… si (un hombre) es temeroso de Dios, y hace su
voluntad, a ése oye”.
Está diciéndoles que Jesús es temeroso de Dios y que
hace la voluntad de Dios. Y luego les dice:
“Desde el principio no se ha oído decir que alguno
abriese los ojos a uno que (naciese) ciego.
Si éste (o sea, si Jesús) no viniera de Dios, nada podría
hacer”.
Y ahora, vean ustedes, este milagro tan grande —en
este hombre ciego de nacimiento— es tipo y figura del
milagro espiritual que Dios hace en las personas: que les
abre los ojos espirituales para poder ver el cumplimiento
de la promesa divina correspondiente al tiempo que la
persona está viviendo, para así ver el Programa Divino
y entrar al Programa Divino, y dar testimonio —como
este hombre— dar testimonio del Programa de Dios
correspondiente a ese tiempo.
Ahora, podemos ver cómo Cristo también, allá en
Su Primera Venida, en el capítulo 4 de San Lucas, nos
habla aquí citando la Palabra de Isaías; porque llegó a la
sinagoga de Nazaret, donde se había criado (y esto fue
comenzando Su ministerio); dice, capítulo 4, verso 14 en
adelante:
“Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se
difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado
por todos.
Jesús hace ver al que no veía 9
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de
reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre
(porque acostumbraba ir a la sinagoga el sábado, cuando
estaba allí en Nazaret; y cuando estaba en otro lugar,
también), y se levantó a leer.
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo
abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas
a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y
los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura delante de vosotros”.
Ahora vean cómo Cristo dio testimonio de las
Escrituras que se estaban cumpliendo en aquellos días
en Él; y eran las Escrituras mesiánicas, las Escrituras que
prometían la Venida del Mesías; y Jesús da testimonio que
en Él se están cumpliendo esas promesas.
Pero no pudieron creer los que estaban allí en la
sinagoga; y encontramos que en ese mismo pasaje, al
final [verso 29], luego se levantan y echan fuera de la
sinagoga a Jesús y lo llevan a un despeñadero de la ciudad
(porque la ciudad estaba sobre un monte); y llevan a Jesús
hasta ese despeñadero para tirarlo por ese risco, por ese
despeñadero, para matarlo.
10 Dr. William Soto Santiago
¿Cómo es posible que gente que van a la iglesia, a la
sinagoga, para servir a Dios el día sábado, y dicen que el
sábado no se puede trabajar, no se pueden hacer obras,
excepto estar sirviendo a Dios en el templo?, y ahora se
levantan para matar a una persona. Esa sí que es una obra,
y mala; malas obras.
Para hacer malas obras, ellos sí podían romper el
sábado y decir que no estaban invalidando el sábado; y
Jesús haciendo buenas obras el sábado, decían que Jesús
estaba quebrantando el sábado. Pero el Hijo del Hombre
es Señor del sábado5; y Él hace todas las obras que Él tiene
que hacer el sábado, el domingo, el lunes, el martes, el
miércoles, el jueves, el viernes, y vuelve el sábado y hace
también el sábado de nuevo obras.
Y ahora, vean ustedes cómo Jesús en medio de un
pueblo que le daba tantos problemas todavía continuaba
con ellos; y continuaba ministrándoles la Palabra,
sanando a los enfermos y predicando el Evangelio, y
dándoles testimonio que el cumplimiento de la Venida del
Mesías estaba cumplida en medio de ellos. Aunque ellos
lo rechazaban, Él daba testimonio que Él era el Mesías
prometido, el Rey de Israel.
Y con la Venida de Jesús, la Venida del Mesías en
medio del pueblo hebreo, los ojos de los grandes sabios en
teología, en asuntos religiosos del pueblo hebreo, fueron
cegados, por causa del velo de carne en el cual se cumplió
la Primera Venida del Mesías.
Dios, para cumplir la promesa de la Venida del Mesías
se veló en carne humana: entró en un cuerpo de carne
llamado Jesús y cumplió en Él la Venida del Mesías; y a
causa de ese velo fue cegado el pueblo que lo rechazó.
5 San Mateo 12:8, San Marcos 2:28, San Lucas 6:5
Jesús hace ver al que no veía 11
Cerró, cegó a unos el velo de carne, porque decían:
“No puede ser este el Mesías. No puede ser este el Mesías.
Es un joven carpintero de Nazaret; nosotros no estamos
esperando un carpintero, estamos esperando un rey”. Pero
miren en la forma sencilla que vino el Rey de Israel: en la
forma de un obrero de la construcción; y fueron cegados
por el velo.
El velo no les dejó ver la Venida del Ángel de Jehová,
del Ángel del Pacto, en el cumplimiento de Su Venida,
pues estaba en carne humana, en un joven carpintero de
Nazaret. Por lo tanto, espiritualmente los ojos de unos
fueron cegados y los de otros espiritualmente fueron
abiertos; así como le abrió los ojos a aquel joven ciego de
nacimiento.
Y ahora, para Su Segunda Venida, ¿qué dice el
reverendo William Branham? Vamos a ver en la página
151 del libro de Citas lo que dice el reverendo William
Branham con relación a la Segunda Venida de Cristo.
Nos habla del tiempo en que fue dedicado el templo
(aquí no veo si fue el templo que construyó Salomón), pudo
ser el templo que construyó Salomón. Así como cuando
Moisés dedicó el tabernáculo a Dios, vean ustedes, entró
la gloria de Dios, y los sacerdotes no podían ministrar por
causa de la presencia de la gloria de Dios. Y ahora, en
esta ocasión, cuando Salomón dedicó el templo, no podían
ministrar los sacerdotes.
Y ahora miren lo que dice: en la página 151, verso
1345, del libro de Citas, dice:
1345 – “Y la gloria de Dios estaba allí adentro hasta
que ellos no podían ver cómo ministrar. ¡Amén! Cerrará
los ojos de cada teólogo cuando Él venga por Su Novia
(y ahora nos habla de la Segunda Venida del Señor). Ella
12 Dr. William Soto Santiago
será subida en medio de la noche, así como fue a ellos.
Ellos ni siquiera la verán ir”.
Ahora vean, cuando venga por Su Novia —Cristo—,
por Su Iglesia, cerrará los ojos de todo teólogo.
Vamos a ver en la página 126 también; verso 1117
dice:
1117 – “‘¿Esos Siete Truenos estallando, eso no será
una revelación dada a algún hombre?’. (Es una pregunta).
Dije: ‘No, señor, sería añadiendo algo a ello o quitando
algo de ello’. ¡Todo está revelado allí dentro, y esos Siete
Sellos abrieron la revelación de lo que era eso! ¿Ven?,
todavía está en la Palabra. ¿Ven ustedes? No pueden salir
de esa Palabra. No saldrá de la Palabra. Y el Espíritu de
Dios nunca saldrá de esa Palabra. Quedará bien con esa
Palabra: cegando a algunos, y abriendo los ojos a otros”.
Ahora vean que esos Siete Truenos no es la revelación
dada a un hombre por allá, que venga diciendo algo, sino
que es lo que está ya prometido en la Escritura; y en la
Escritura está prometido que los Siete Truenos revelarán
el misterio del Séptimo Sello.
Los Siete Truenos son los que contienen la revelación
de lo que es el Séptimo Sello; y el Séptimo Sello es la
Segunda Venida de Cristo; y los Siete Truenos son la Voz
de Cristo, la Voz del Ángel Fuerte que desciende del Cielo.
Y ese Ángel Fuerte…
(Vamos a pedirle a Benjie me ayude por aquí. Me trae
el maletín acá).
Esos Siete Truenos contienen la revelación del Séptimo
Sello; y los Siete Truenos son la Voz de Cristo hablándole
a Su Iglesia.
Y ahora vean cómo nos dice que Cristo viniendo a
Su Iglesia cerrará los ojos de los teólogos. Esto fue en la
Jesús hace ver al que no veía 13
página 151 que les leí, el verso 1345:
1345 – “Y la gloria de Dios estaba allí adentro hasta
que ellos no podían ver cómo ministrar. ¡Amén! Cerrará
los ojos de cada teólogo cuando Él venga por Su Novia”.
Y ahora vamos a ver cómo vendrá por Su Novia. Es
muy importante saber cómo está prometida Su Venida por
Su Novia y a Su Novia. En la página 57 del libro de Los
Sellos, dice el reverendo William Branham hablando del
Ángel Fuerte que desciende del Cielo:
“‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado
de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’.
17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona
es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue
llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente
a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin”.
El Ángel de Apocalipsis, capítulo 10, el Ángel Fuerte,
viene a los judíos. Es el Ángel del Pacto, el Ángel de
Jehová que libertó al pueblo hebreo, y luego vino, más
adelante, en carne humana en el velo de carne llamado
Jesús. Y ahora, en Apocalipsis 10, este Ángel del Pacto
desciende del Cielo.
“‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como
columnas de fuego’.
18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1?
Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un
mensajero a Israel (viene como el Mensajero a Israel,
Él es el Mensajero a Israel). ¿Ve usted? La Iglesia está a
punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia”.
El Mensajero a Israel viene por Su Iglesia; el Ángel
del Pacto, el Ángel de Jehová, viene por Su Iglesia, en
Apocalipsis, capítulo 10.
Y Él es el mismo que vino dos mil años atrás velado
14 Dr. William Soto Santiago
en carne humana en un velo de carne llamado Jesús, el
mismo Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová; y ahora, para
el Día Postrero, volverá. Él es el Verbo, que era con Dios
y era Dios.
Y ahora, este Ángel del Pacto viene en el Día Postrero
y (vamos a ver) Él es también el Jinete del caballo blanco
de Apocalipsis 19.
Vamos a ver, en la página 134… Recuerden que el
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, es Cristo en Su
cuerpo teofánico, es Cristo en Espíritu:
“142. Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que
tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio
ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando
Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo,
entonces nosotros le coronaremos como ‘Rey de reyes y
Señor de señores’”.
Y luego, en la página 277, orando el reverendo William
Branham dice, del libro de Los Sellos:
“[240]. … pedimos que el Espíritu Santo venga ahora
mismo, el Jinete del verdadero caballo blanco (¿Quién es
el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19? El Espíritu
Santo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová), mientras
Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación
con el anticristo, y Él llame los Suyos”.
Y ahora vamos a ver cómo es que vendrá. En la página
146 del libro de Los Sellos, en el último párrafo (leyendo
una parte del último párrafo), dice:
“[192]. Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo
y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene
encarnado en un hombre”.
Y para el Día Postrero, estará sobre la Tierra
manifestado: por un lado, el Espíritu Santo, Jesucristo, el
Jesús hace ver al que no veía 15
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, estará manifestado
en carne humana en un hombre de este tiempo final; y
por otro lado, el diablo (que es echado del Cielo y cae a
la Tierra) se encarnará en el anticristo, en el hombre de
pecado, y vendrá manifestado a través del anticristo, del
hombre de pecado, la bestia.
Y ahí tendremos, en el tiempo final, a la manifestación
en carne humana del diablo por un lado, en el anticristo, en
el hombre de pecado; y por otro lado tendremos a Cristo,
el Ángel del Pacto, al Espíritu Santo, en carne humana
en un hombre de este tiempo final. El Ángel del Pacto
viniendo en carne humana, conforme a la promesa divina.
Y ahora vamos a la página 256 del libro de Los Sellos,
donde dice (a la mitad, o sea, el tercer párrafo dice):
“121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la
Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve,
y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios
encarnada en un hombre”.
Si conseguimos ese hombre, conseguiremos el
instrumento en donde estará el Espíritu Santo, el Ángel
del Pacto, el Ángel de Jehová, el Mensajero a Israel
manifestado, hablándole a Su Iglesia, hablándoles a
Sus hijos y abriéndoles sus ojos espirituales para que
puedan ver todo el Programa Divino correspondiente a
este tiempo final; y estará abriéndonos las Escrituras y
el entendimiento, los ojos espirituales, para comprender
todo el Programa Divino correspondiente a este tiempo
final.
Y podremos ver al mismo Jesucristo, el Ángel del
Pacto, Jesucristo en Espíritu Santo, el cual ha estado
durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil velado
y revelado por medio de cada ángel mensajero; porque
16 Dr. William Soto Santiago
siempre necesita un hombre.
Cristo en Espíritu Santo necesita un hombre aquí
en la Tierra, a través del cual velarse y revelarse a Su
Iglesia, y hablarle a Su Iglesia de edad en edad. Y eso es
la revelación de Jesucristo para Su Iglesia en cada edad;
esa revelación, que viene por medio del mensajero en cada
edad; porque toda revelación tiene que venir al mensajero
correspondiente a cada edad, toda revelación viene a y por
medio de un profeta.
Y ahora podemos ver cómo vino la revelación de
Cristo, cómo Cristo se reveló en medio de Su Iglesia, en
cada edad: fue por medio de carne humana en el mensajero
de cada edad, en la porción correspondiente a cada edad.
¿Y para el Día Postrero cómo estará Cristo revelado en
medio de Su Iglesia, dándonos a conocer todas las cosas
correspondientes a este tiempo final e identificándose
en Su manifestación o revelación correspondiente a este
tiempo final? Dice en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio
de estas cosas en las iglesias”.
¿Y de cuáles cosas estará dando testimonio? De todas
estas cosas que deben suceder pronto, las cuales Cristo
prometió dar a conocer a Su Iglesia en Apocalipsis,
capítulo 4, cuando dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las
cosas que han de suceder después de estas”. Cristo con esa
Voz de Trompeta dijo esas palabras.
Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y
el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas…”.
¿De quién son los espíritus de los profetas? De Dios.
Son espíritus teofánicos de la sexta dimensión, enviados
a la Tierra en un cuerpo de carne para tener el ministerio
Jesús hace ver al que no veía 17
correspondiente a ese tiempo.
“… el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado
su ángel, para (manifestar) a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto”.
¿Quién es el Enviado de Jesucristo? Su Ángel
Mensajero, para (por medio de Su Ángel Mensajero, Cristo
manifestado en Su Ángel Mensajero, velado y revelado en
y a través de Su Ángel Mensajero) hablarle a Su Iglesia
todas estas cosas que deben suceder pronto.
Por consiguiente, así como la revelación de Jesucristo
a Su Iglesia en cada edad fue a través del mensajero de
cada edad, la revelación de Jesucristo a Su Iglesia y en
medio de Su Iglesia será en el Día Postrero a través de
Su Ángel Mensajero; la revelación del Séptimo Sello, la
revelación prometida de Jesucristo para el Día Postrero.
Por eso es que Juan el apóstol quiso adorar al Ángel
de Jesucristo, y el Ángel le dijo que no lo hiciera6. Es por
medio de ese Ángel —el cual es un profeta dispensacional,
el profeta de la Dispensación del Reino— que Jesucristo,
el Ángel del Pacto, Cristo en Espíritu Santo, estará velado
en Su Ángel y revelado por medio de Su Ángel; y esa será
la revelación de Cristo en Su Iglesia en el Día Postrero.
Y eso será el Séptimo Sello, la revelación del Séptimo
Sello, la revelación del Ángel que era diferente a los
demás, que apareció en esa nube formada por ángeles en
febrero 28 de 1963, en donde estaban los siete ángeles
mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil y un
Ángel que era diferente a los demás, el cual es el Ángel
del Pacto, el Ángel de Jehová, el cual para el Día Postrero
estará manifestado en la Tierra en Su Ángel Mensajero;
estará velado y revelado en Su Ángel Mensajero, en la
6 Apocalipsis 19:9-10, 22:8-9
18 Dr. William Soto Santiago
revelación del Día Postrero en medio de la Iglesia del
Señor Jesucristo.
Ese es el Ángel que desciende del Cielo, el Ángel que
era diferente a los demás; y se vela en carne humana en
Su Ángel Mensajero, y se revela por medio de Su Ángel
Mensajero, y nos abre los ojos espirituales para ver todo
el Programa Divino correspondiente a este tiempo final;
y así nos abre todas las profecías bíblicas que hablan de
este tiempo final, y nos da a conocer así el cumplimiento
de cada una de ellas a medida que van siendo cumplidas;
y nos da la revelación, la fe para ser transformados y
raptados, que es la fe, la revelación de la Segunda Venida
de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de
reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
La fe, la revelación del rapto es la revelación del
Séptimo Sello, la revelación de Jesucristo viniendo en
el Día Postrero, el Ángel del Pacto, Cristo en Espíritu
Santo viniendo y velándose en Su Ángel Mensajero y
revelándose a través de Su Ángel Mensajero.
Y cuando se haya completado la Obra de Cristo a través
de Su Ángel Mensajero, se habrá completado el número
de los escogidos de Dios; y Cristo saldrá del Trono de
Intercesión en el Cielo, y hará Su reclamo de todo lo que
Él ha redimido con Su Sangre preciosa, y resucitará a los
muertos en Cristo y a nosotros nos transformará.
Él adoptará a Su Ángel Mensajero en el Día Postrero;
y luego, por consiguiente, serán adoptados todos los
que han recibido el milagro de sus ojos ser abiertos —
sus ojos espirituales— para ver todo el Programa Divino
correspondiente a este tiempo final.
“JESÚS HACE VER AL QUE NO VEÍA”.
Y para este tiempo final tenemos las profecías de la
Jesús hace ver al que no veía 19
Segunda Venida de Cristo, la Venida del Hijo del Hombre
con Sus Ángeles, y esa es la profecía que toda persona ha
deseado ver; pero para eso se requiere que Jesucristo nos
abra los ojos espirituales: para ver.
Y eso es lo que hace Cristo, el Ángel del Pacto, el
Ángel de Jehová, Jesucristo en Espíritu Santo a través de
Su manifestación a través de Su Ángel Mensajero en el
Día Postrero, abriéndonos las Escrituras y abriéndonos el
entendimiento, los ojos espirituales, para ver la promesa de
la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles para este
tiempo final, y el resto de las profecías correspondientes
a este tiempo final; y verlas en la forma sencilla en que
Cristo estará cumpliéndolas en este tiempo final, que será
la Venida del Verbo, la Palabra, encarnada en un hombre.
Muchas personas verán al hombre, que es el Ángel de
Jesucristo, y tropezarán con él, estarán tropezando con el
velo de carne; y por consiguiente estarán siendo cegados
por el velo de carne. Pero otros verán a Cristo, el Espíritu
Santo manifestado a través de Su Ángel Mensajero, y sus
ojos espirituales serán abiertos, porque estarán viendo
quién estará detrás o dentro del velo de carne; y verán
que es Jesucristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto,
hablándole a Su Iglesia todas estas cosas que deben
suceder pronto, y así abriéndonos el entendimiento y
abriéndonos las Escrituras para poder comprender todos
estos misterios correspondientes a este tiempo final.
“JESÚS HACE VER AL QUE NO VEÍA”.
Y ahora nosotros podemos decir: “Una cosa sí nosotros
sabemos: que antes éramos ciegos, no veíamos; antes
éramos ciegos, pero ahora vemos”. Vemos todas estas
profecías correspondientes a este tiempo final, y vemos el
significado de ellas, porque Cristo nos ha abierto nuestros
20 Dr. William Soto Santiago
ojos espirituales, como le abrió los ojos físicos a aquel
joven ciego de nacimiento.
“JESÚS HACE VER AL QUE NO VEÍA”.
Jesús nos ha hecho ver a nosotros en este tiempo final;
por lo cual le damos gracias a Él por abrirnos los ojos
espirituales, y verlo a Él en este tiempo final velado y
revelado en medio de Su Iglesia, dándonos testimonio por
medio de Su Ángel Mensajero de todas estas cosas que
deben suceder pronto, y así abriéndonos las Escrituras y
nuestros ojos espirituales.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes
en esta ocasión, dándoles testimonio de Jesús. JESÚS,
QUE HACE VER AL QUE NO VEÍA.
Que Dios les continúe bendiciendo grandemente a
todos y que Él continúe abriéndonos las Escrituras, porque
Él nos ha abierto nuestros ojos espirituales para ver todas
las Escrituras correspondientes al tiempo final. Si Él nos
abre las Escrituras, veremos, porque Él nos ha abierto
nuestros ojos espirituales.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y que
sigan pasando una tarde llena de las bendiciones de
Jesucristo nuestro Salvador, o un día (todavía no son las
12:00, ¿verdad?).
Bueno, que continúen pasando un día maravilloso,
lleno de las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo.
“JESÚS HACE VER AL QUE NO VEÍA”.

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