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La influencia de las culturas occidentales fue muy violenta y ese país no estaba preparado para ello.
Poco a poco las antiguas creencias y tradiciones culturales se verían afectadas.
Desde el punto de vista cultural y producto del impacto de la cultura occidental, se había producido un
cambio violento en una sociedad tan tradicional como esta. La industrialización de las ciudades ubicadas cerca del
pacífico, en el este de China, con predominio del capital extranjero, y el resto del territorio de mayoría agrícola,
producía un gran antagonismo en la población. En este proceso son atacadas por los estudiantes las viejas
tradiciones chinas, como la sumisión, además de imitar las costumbres de occidente.
Cuando Yuan Chi-Kai murió el gobierno quedó a cargo del Kuomintang dirigido por Chiang Kai-shek,
pero este partido tuvo muchas dificultades para llevar a cabo las reformas que requería la población. Las
abismales diferencias sociales y el poco control del Kuomintang hizo que distintos caudillos del interior
conservaran el mando en las diversas provincias. La falta de vinculación entre las regiones industriales y agrícolas
favoreció las bases revolucionarias por parte de líderes de izquierda favorables hacia la aplicación de un sistema
socialista en China y cuyo líder era Mao Tsé-Tung.
En 1921 nació una organización comunista influida por la revolución rusa y por las grandes
manifestaciones obreras liderizada por Mao Tse-tung, en Shanghái o Cantón, región muy populosa y dominada
por la oligarquía extranjera. Su principal objetivo tendrá como escenario las ciudades industriales, pero su
debilidad como organización no le va a permitir tomar fuerza. También los denominados “Señores de la Guerra”
caudillos militares regionalistas apoyados por países occidentales que atentaban y asolaban al país impulsando
la división regional, frenaron las actividades de los revolucionarios comunistas.
Obligados a buscar alianzas, los comunistas pactaron con el Kuomintang en contra de los “Señores de
la guerra”. Esta alianza hizo que estos grupos fueran expulsados a los confines de China Septentrional.
Posteriormente la alianza se vio fracturada cuando Chiang Kai-shek se volvió en contra del partido comunista al
arremeter en contra de los obreros.
Guerra Mundial hizo que este país fuera obligado a renunciar a sus pretensiones y se retiró de los territorios
chinos.
En agosto de 1945, Japón aceptó las condiciones de paz de los aliados. Pero apenas se retiraron del suelo
chino los ejércitos nipones, los comunistas de Mao Tsé-Tung y los nacionalistas de Chiang Kai-shek, compitieron
en una carrera para apoderarse de los territorios dejados por los japoneses. Pronto estalló una Guerra Civil.
La debilidad en el seno del partido nacionalista radicaba en que existían dirigentes de tendencia
demócrata, progresista y elementos reaccionarios. Además dentro de sus filas estaban los infiltrados
comunistas, que aliados con traidores del partido, causaban divisiones y corrupción, aspecto que creó un
ambiente de caos que imposibilitaba a Chiang Kai-shek controlar la situación. Por el contrario, los comunistas
eran vigorosos y estaban unidos hacia un solo fin, esta ventaja les permitió alcanzar una victoria tras otras para
avanzar hacia el control del gobierno. Esta situación favorable a los comunistas abrió el camino para que el
Marxismo-leninismo de Europa se implantara en China pero con una variante, las masas que apoyaban a Mao no
eran obreras sino campesinas por ello el término utilizado para determinar esta revolución comunista campesina
fue el Maoísmo.
Mientras tanto, en octubre de 1949 había sido proclamada la República Popular de China. El general Mao
Tsé-Tung fue elegido presidente, estableciendo la capital en Pekín. Mao declaró que sólo el pueblo gobernaría a
China, por intermedio del Partido Comunista.
Hubo por tanto dos gobiernos chinos independientes, cada uno de los cuales afirmaba ser el legal. Esta
situación planteaba dos problemas ante el resto del mundo. El primero era si debía reconocerse el gobierno de
Pekín, con 700 millones de personas, pero con origen ilegal por haberse establecido por la fuerza y no contar con
instituciones democráticas, ni consultar el voto del pueblo, o si por el contrario, debía reconocerse al gobierno de
Formosa con 11,5 millones de personas y que con origen democrático se ignora si esta opción representa al
pueblo chino, que no ha sido consultado.
En el ámbito internacional Rusia reconoció al gobierno comunista, y lo mismo hicieron Gran Bretaña, la
India, Suiza y otros países. Estados Unidos siguió reconociendo al gobierno nacionalista de Chiang Kai-shek,
igualmente la China Nacionalista logró conservar la representación en la ONU.
El primer plan quinquenal empezó en 1953 siendo muy ambicioso en las metas a alcanzar. El mismo se
realizó a través de un convenio comercial, de apoyo técnico y crediticio con la URSS y contempló la
colectivización de la agricultura de manera brutal, 110 millones de plantaciones privadas fueron colectivizadas, en
pocos años el 95% de la población agrícola estaba organizada en cooperativas y comunas populares que eran
responsables de la economía y la vida en común. Igualmente se recurrió a la nacionalización de las industrias y el
comercio. A parte de los errores cometidos, el mal tiempo afectó considerablemente la producción agrícola,
además, la guerra con Corea dificultó los resultados positivos del primer plan. Sin embargo, y a pesar de todos
los aspectos que afectaron su éxito, el primer plan quinquenal generó ciertos avances en la industria.
Otro aspecto que caracterizó al primer plan quinquenal fue la maniobra política conocida como “Las cien
flores”, esta política planteó una apertura a toda la población para que realizaran diferentes opiniones o
propuestas en relación a cómo gobernar. La idea fue identificar a todos aquellos disidentes para sacarlos del
camino.
El segundo plan quinquenal se denominó “Gran paso adelante”, tenía por meta alcanzar un aumento del
75% sobre la producción industrial y agrícola socialista de 1957. Sin embargo el retiro del apoyo técnico y
económico de la URSS trajo consigo problemas económicos, sobre todo en el ámbito industrial. Para llevar
adelante este plan se requirió de un esfuerzo especial a todos los trabajadores: había que trabajar más horas
cada día, renunciar a vacaciones y descansos y conformarse con un salario mínimo.
En vista del fracaso, las presiones de los dirigentes políticos dentro de las filas del partido opuestos a la
política de Mao, lograron que éste fuera sustituido en 1959 del gobierno, quedando Liu-Shaoqui en su lugar. Por
su parte Mao permaneció en la dirección del Partido Comunista. El plan quinquenal siguió su marcha y en 1961
se inició un período de dificultades, interpretadas oficialmente como diferencias ideológicas. La influencia de Mao
en la vida política de China hizo posible el inicio de una campaña de reafirmación ideológica, y el culto a la
personalidad del gran líder alcanzó su máximo esplendor, denominado como el “Salvador del Pueblo”, la masa
juveniles en china que no tenía referencia fueron sus principales seguidores. La finalidad era lograr que la figura
de Mao recuperar el poder político, del que había sido separado tras el fracaso de su gobierno y la política del
gran paso adelante.
Revolución Cultural
En agosto de 1966, el comité central estableció los puntos que abarcarían la Revolución Cultural. Como
objetivos fundamentales se fijó combatir a quienes, detentando el poder, tenían un acercamiento a la vía del
capitalismo económico, a las autoridades académicas burguesas y su ideología (en éste período se eliminó a una
generación de intelectuales). Liu Shaoqi y Deng Xiaoping fueron los principales dirigentes afectados al ser
condenados al ostracismo por acusarlos de traidores pro-capitalistas, y traicionar los ideales comunistas. De
hecho para la época el gobierno Chino había roto relaciones con la URSS liderada por Nikita Kruschev al que Mao
acusaba también de haber impulsado el revisionismo soviético. Se infiere que la Revolución Cultural fue
promovida por Mao Tsé-Tung para remover del cargo al presidente Liu Shaoqi e imponer su liderazgo y
establecer el culto a su personalidad e ideología. En 1967 Liu Shaoqi fue apartado de todos los cargos y hecho
prisionero en 1968, y a pesar de que su muerte se produjo en 1969 Mao se encargó de ocultarla con la finalidad
de acusarlo de las pésimas condiciones de vida del pueblo.
Se afianzó así la crítica de la línea burguesa, y los partidarios de Mao junto con la cúpula cercana del
partido comunista chino influyeron considerablemente en la vida ciudadana, al crear en todo el país comités
revolucionarios. En abril de 1969 el IX Congreso del partido comunista ratificó a Mao en el poder del partido y se
adoptó la ideología de Mao como de Estado. Mao no quiso aceptar la Presidencia de la República para transmitir
la idea de que quería presentarse como un líder preocupado solamente por la ideología y el partido y no con
ambiciones personales. También apartó a su mano derecha y ministro de defensa Lin Biao quien tenía
ambiciones de poder y en su lugar se nombró a Zhou Enlau como nuevo Presidente de la República Popular
China. Para 1969 el pensamiento de Mao ya estaba consolidado como eje de la Revolución China, sin embargo,
la anarquía generada producto de los grupos rebeldes hizo que Mao se apoyara en los militares para restablecer
el orden. La revolución cultural fue considerada un avance en la vía hacia el socialismo y la reducción de la
burocracia a su simple expresión.
Tres cargos importantes son los que dirigen el Gobierno en China: El Jefe del Estado que lo ejerce el
Presidente de la República; el líder del Partido Comunista que funge en el Gobierno como Secretario General y el
líder del Ejército Popular de Liberación cuyo cargo en el gobierno es el de Presidente de la Comisión Militar. Hoy
en día los tres cargos son asumidos por una misma persona, en este caso el Presidente
actual Xi Jinping con la finalidad de evitar disputas de competencia y liderazgo. Este
presidente quien sustituyó a Hu Jintao, asumió su cargo en marzo de 2013, cuya
duración es de 5 años con una sola reelección permitida. Su elección no es por voto
directo secreto y universal, sino que lo realiza la Asamblea Popular Nacional de la
República Popular China integradas por miembros del Partido Comunista Chino único
partido político permitido. Lo cierto es que a partir de las reformas económicas llevadas
a cabo por Deng Xiaoping China comenzó una etapa de crecimiento económico que ha
llevado a posicionarse como una potencia mundial.
Dentro de las transformaciones de las últimas décadas que se han registrado en China se encuentran:
• Poder político y de gobierno bajo la dirección del Partido Comunista, no permitiendo otros partidos
políticos.
• Reformas y apertura comercial de tipo capitalista, lo que la ha llevado a un crecimiento económico sin
precedente, pasando ser la segunda potencia mundial, desplazando a Japón, debido a que ha venido
experimentando un crecimiento económico dinámico y significativo desde los años 80 con un crecimiento
promedio del 10% anual.
• Producto del crecimiento económico que ha venido registrando, ese país se ha convertido en el mayor
consumidor de materias primas y desde luego en el mayor consumidor de energía. Sus productos han
invadido los principales mercados mundiales por el bajo costo que representa, sin embargo su calidad es
muy cuestionada, aspecto que deben mejorar en los próximos años, si quieren competir con productos
coreanos (Corea del Sur) y japoneses cuya tecnología y calidad es alta.
• Desde el punto de vista social, se ha producido un enorme cambio y se ha venido creando una poderosa
clase media con ascenso a unos niveles de consumo superiores a occidente. Igualmente la pobreza ha
dado un gran salto y se ha reducido de un 64% a un 16% con notables mejoras en los indicadores
sociales.
• Desde el punto de vista salarial y pese la notable mejora, se ha comenzado a cuestionar su éxito
productor debido a los bajos costos salariales y a los pocos derechos que tienen los trabajadores, al no
tener la posibilidad abierta de formar sindicatos independientes.
• Cierto abandono de políticas maoístas, y un acercamiento a las viejas tradiciones y a la cultura occidental.
• Continúan las faltas de libertades.
• Taiwán se encuentra todavía en un limbo jurídico y diplomático, al no haber podido obtener su
independencia de la China, e inclusive la China aprobó en el 2005 una Ley Anti-secesión que autoriza el
uso de la fuerza para recuperar cualquier territorio sublevado.
Referencias Bibliográficas
Davis, J. (2008). La Increíble Historia de la Humanidad. Barcelona. Caracas. Editorial Planeta Venezolana, S. A.
Lara, J. (2006). Historia Universal. China Comunista. Biblioteca Hispánica. Editorial Planeta. España.
Nueva Enciclopedia Temática (1976). China. Tomo XII. México. Editorial Cumbre S.A.