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Caracterización y alcance de la

actividad microfinanciera
Principales instrumentos microfinancieros

Francisco Joaquín Cortés García*

La actividad microfinanciera está adquiriendo una especial importancia


en nuestros días como instrumento de desarrollo, tanto en los países del
Tercer Mundo como en los países desarrollados. En este artículo se abor-
dan la caracterización de la actividad microfinanciera en el ámbito global,
así como los principales productos microfinancieros que están contribu-
yendo a paliar los efectos de la exclusión financiera de millones de perso-
nas en todo el mundo, especialmente en un mundo en el que sólo el 20 por
100 de la población mundial tiene acceso a los servicios bancarios con-
vencionales.

Palabras clave: desarrollo y crecimiento, actividad bancaria y macroeconó-


mica.
COLABORACIONES
Clasificación JEL: E44, 011.

1. Concepto de microfinanzas. La punto de vista cuantitativo como desde el


actividad microfinanciera punto de vista cualitativo.
Crear empleo y riqueza, reducir la de-
El origen inmediato de las microfinan- pendencia y la pobreza, incrementar la
zas, tal y como son concebidas en la ac- productividad, poner en valor recursos y
tualidad, lo podemos encontrar a finales capacidades, y apoyar a colectivos desa-
de la década de los setenta del siglo pa- favorecidos, especialmente mujeres, son
sado. Su origen geográfico se remonta a los objetivos más recurrentes de la acti-
Asia (Bangladesh), pero pronto se empie- vidad microfinanciera en los países con
za a desarrollar actividad microfinanciera problemas estructurales de pobreza.
en la América Latina, donde adquiere una Esencialmente se pretende apoyar a
gran importancia en la lucha contra la po- sectores subfinanciados y potencialmen-
breza, la financiación usuraria y el subde- te rentables que tienen posibilidades de
sarrollo, y donde se da una evolución es- desarrollo productivo a corto y medio pla-
pecialmente significativa tanto desde el zo si se da una mayor implicación de las
entidades de financiación en cuanto a la
* Director de Responsabilidad Social Corporativa de
dotación de productos y servicios finan-
Cajamar cieros.

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Posteriormente, y en especial debido a vos sociales en riesgo de exclusión finan-


los procesos migratorios del Sur al Norte, ciera.
las microfinanzas han empezado a arrai- En su concepción moderna la primera
gar en los países opulentos, es decir, en acción significativa en el ámbito de la ac-
los países que convencionalmente se de- tividad microfinanciera se asocia al pre-
nominan desarrollados. Las microfinan- mio Nobel Mohamed Yunus y a la crea-
zas en estos países están contribuyendo ción del Grameen Bank en 1976. Desde
a paliar los efectos de grandes bolsas de entonces dicha IMF, junto a su Fundación,
pobreza urbanas y poblaciones deprimi- y en colaboración con otras instituciones,
das del ámbito rural. han ayudado a más de 11 millones de per-
La industria microfinanciera (IMF) ha sonas en todo el mundo. En concreto,
adquirido un cierto grado de madurez en Grameen Bank, en el periodo 1976-2006
nuestros días, si bien su impacto macroe- concedió 5.400 millones de dólares, con
conómico sigue siendo muy reducido. Si una tasa de devolución del 98,3 por 100.
en su paleohistoria está ligada a progra- En dicho periodo, igualmente, ha apoyado
mas públicos subvencionados, en la déca- a casi seis millones de prestatarios (5,89
da de los noventa comienza a adquirir un millones), de los que en torno al 96 por
mayor peso el criterio de la sostenibilidad y 100 han sido mujeres.
de la eficiencia sobre el de subsidiación. Casi 60.000 aldeas han sido beneficia-
En concreto, la subsidiación puede ge- rias de la actividad crediticia de esta IMF.
nerar importantes ineficiencias, tales co- La Fundación Grameen ayuda en países
mo un exceso de demanda microcrediticia como Bangladesh, India, China, Filipinas,
que puede llegar a implicar altas tasas de Indonesia, Timor Este, Indonesia, Arabia
impago, un excesivo e injustificado apa- Saudí, Uganda, Ruanda, Egipto, Túnez,
COLABORACIONES lancamiento de los prestatarios, y, en con- Nigeria, Marruecos, Bolivia, El Salvador,
secuencia, una mayor insostenibilidad fi- Honduras, República Dominicana, Haití,
nanciera de las IMF. Pero también, un México y Estados Unidos. Se puede decir,
exceso de financiación desincentiva el se- por tanto, que la entidad dispone de una
guimiento de las inversiones crediticias, amplia red de oficinas realizando activi-
tanto en su aspecto estrictamente finan- dad microfinanciera. En concreto, cuenta
ciero como en lo referente a la evolución con más de 2.000 sucursales repartidas
del proyecto de autoempleo o microem- por todo el mundo. Y su objetivo actual es
presarial financiado. extender su modelo de bancarización de
El progreso alcanzado en el ámbito de los pobres a África y a las zonas más de-
la institucionalización de la actividad micro- pauperadas de las grandes metrópolis.
financiera está teniendo repercusiones El éxito de esta fórmula llevó a Na-
muy positivas en lo que concierne a la sol- ciones Unidas a considerar los microcré-
vencia y sostenibilidad de las propias IMF; ditos como un instrumento capital para
hecho que, a su vez, está permitiendo am- erradicar la pobreza de cara a los Ob-
pliar el catálogo de instrumentos financie- jetivos del Milenio (2015) al centrarse en
ros ofertados por dichas instituciones a las actividades del sector informal, al movili-
familias con las rentas bajas. La institucio- zar el microahorro, al combatir las prácti-
nalización de la actividad microfinanciera, cas de usura, al permitir una mayor igual-
por tanto, permite una mayor adecuación dad de género en el acceso a la actividad
de la propuesta de las instituciones oferen- económica, al facilitar el flujo de las reme-
tes a las necesidades reales de los colecti- sas, etcétera.

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De todos modos, hay que decir que los to futuro de la prosperidad económica. E,
microcréditos no son la panacea. Deben igualmente, pueden vertebrar cierta acu-
ser concebidos como un instrumento más mulación de capital local, precisamente fi-
para la gestión del desarrollo, pero exis- jándolo al territorio y permitiendo crear
ten múltiples problemas estructurales que empleo, una mayor cohesión social de las
es preciso abordar en otra escala muy di- comunidades locales, y, sobre todo, un
ferente a la propiamente microfinanciera. mayor crecimiento económico.
En los años 70 la mayoría de los orga- Las microfinanzas, en términos gene-
nismos públicos y ONG de desarrollo con- rales y a partir de los pocos estudios de
sideraban que conceder créditos a perso- carácter empírico realizados en este sen-
nas sin garantías reales o personales, sin tido, no han tenido un especial impacto a
trayectoria crediticia, y en situación de ex- nivel macroeconómico. La dualización de
trema pobreza, tenía un riesgo de falencia las economías en los países más pobres,
elevadísimo, prácticamente insostenible así como la existencia de un gran sector
de cara a plantear una actividad financie- de economía informal de difícil cuantifica-
ra desubsidiada y autosuficiente. Sin em- ción, son las principales causas del hecho
bargo, la experiencia, en términos gene- de que realmente no se produzca un im-
rales, ha demostrado que la tasa de pacto visible de la actividad microfinancie-
morosidad de la actividad microcrediticia ra en el ámbito macroeconómico, incluso
es sorprendentemente baja. Hasta 1995 en aquellos países en los que presenta
el Grameen Bank dependió de ayudas ex- una mayor tradición y, en consecuencia,
ternas, pero la baja tasa de morosidad, la un mayor grado de desarrollo y madura-
mayoría de los casos relacionada con re- ción.
trasos y con la falta de sincronización en- Pero tampoco podemos permitirnos
tre la generación de ingresos y el progra- caer en el pesimismo en torno a la activi- COLABORACIONES
ma amortizativo, más que por quebrantos dad microfinanciera, pues a escala micro-
en sentido estricto, demostró que el pro- económica sí existen evidencias de una
yecto podría ser sostenible y podría tener mejora de la calidad de vida de las perso-
unos efectos sociales imprevistos. nas a las que van dirigidas, así como de
una cierta acumulación de capital local, y
por consiguiente endógeno, que puede
2. Microfinanzas y desarrollo permitir un incipiente crecimiento econó-
mico sostenido. Además, muchos de los
La vinculación entre crecimiento eco- efectos de las microfinanzas son inapre-
nómico y desarrollo financiero es ya muy ciables por su acusado carácter intrafami-
antigua. Los pensadores politécnicos de liar. Es mucho más interesante desde el
los años finiseculares del XVIII y las pri- punto de vista humanitario, aunque por
meras décadas del XIX, muchos de los supuesto más desconocida, la intrahisto-
economistas clásicos, Schumpeter, Key- ria de la actividad microfinanciera que su
nes, etcétera, ya observaron una estrecha propia historia oficial.
relación, y, por consiguiente, una estrecha
correlación positiva, entre infraestructuras
financieras y crecimiento económico. 3. Las entidades microfinancieras
Las microfinanzas pueden contribuir a
estabilizar el consumo, a crear cierto mer- El origen de la mayoría de los casos de
cado local como requisito de un incremen- IMF, entendidas en sentido estricto, se en-

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cuentra en la actividad de las propias ONG tes de financiación y de los recursos de


de desarrollo, canalizando éstas las dona- los que se dispone, así como del plantea-
ciones con las que se nutre o se subsidia miento estratégico definido para el desa-
dicha actividad. Por lo general, se parte de rrollo de su actividad.
la actividad microcrediticia, y, paulatina- Con este planteamiento, cuando ha-
mente, las IMF que logran sobrevivir por blamos de IMF podemos estar hablando
haber alcanzado un mínimo de estructura tanto de ONG como de organismos públi-
de autosuficiencia van adquiriendo una es- cos; de cooperativas y mutualidades de
trategia orientada a completar y comple- crédito como de entidades financieras
mentar el proceso de intermediación finan- convencionales sometidas al regulador;
ciera, captando microahorros y depósitos de uniones de crédito y bancos comercia-
entre los miembros de la comunidad local, les, a los que se le exige que destinen una
y proporcionando microcréditos y microfi- parte de su actividad crediticia a colecti-
nanciación en general a las microempre- vos pobres, como de diversas entidades
sas; y, más tarde, tras la consecución de parabancarias e instituciones multilatera-
un mínimo proceso de maduración de la les. Igualmente podemos estar hablando
institución y de su capacidad de produc- de IMF reguladas y de IMF no reguladas,
ción, todo un nutrido catálogo de productos es decir, de entidades con un alto grado
y servicios financieros y parafinancieros de institucionalización y de formalización,
acordes con las necesidades de aquellos y de entidades microfinancieras con un
segmentos de la población con mayores claro déficit institucional.
riesgos de exclusión financiera, económica En este sentido, es preciso advertir que
y social. existe una alta correlación empírica de sig-
La morfología de las IMF ofrece una no positivo entre regulación y sostenibili-
COLABORACIONES realidad y una casuística muy dispar y po- dad en el ámbito de las IMF. Pero resulta
limórfica, si bien, en muchos casos, las igualmente cierto, al menos desde el punto
distintas instituciones existentes en una de vista empírico, que existe una alta co-
comunidad local se complementan entre rrelación negativa, y especialmente preo-
sí, propiciando alianzas entre ellas, o en- cupante, entre desarrollo institucional de
tre ellas y donantes u organismo públicos. las IMF y desvinculación de los colectivos
Igualmente, se puede dar el caso de cola- y segmentos poblacionales más pobres;
boraciones entre las IMF detallistas y las con mayor riesgo de exclusión financiera,
IMF de carácter mayorista. económica y social; y, por consiguiente,
En contra de lo que pudiera parecer a con las rentas más bajas.
simple vista, las necesidades financieras Joanna Ledgerwood (Ledgerwood,
de los más pobres no tienen por qué ser 1995, 111) realiza una clasificación de las
homogéneas; y la pluralidad y diversidad IMF atendiendo al grado de formalidad de
tipológica de las IMF son tanto la prueba dichas instituciones. Por un lado habla de
de dicha heterogeneidad como de los dis- instituciones formales, que serían «aqué-
tintos planteamientos financieros posibles llas que están sujetas no solamente a las
a la hora de atender las necesidades de leyes y regulaciones generales sino, ade-
los colectivos y segmentos más desfavo- más, a supervisión y regulaciones banca-
recidos. Se puede decir, por tanto, que la rias específicas.» Por otro, habla de insti-
fórmula jurídica de la IMF dependerá de tuciones semiformales para referirse a
los objetivos planteados a la hora de abor- «aquellas entidades registradas sujetas a
dar el proyecto, pero también de las fuen- todas las leyes relevantes, incluyendo la

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ley comercial, pero son informales por- nanzas podrían dotarlos de cierta estabili-
que, con pocas excepciones, no están su- dad económica a partir de un apalanca-
jetas a regulación y supervisión banca- miento financiero asumible por el promo-
ria.» Finalmente habla de proveedores tor. En otros casos, por el contrario, nos
informales, refiriéndose a «aquéllos a los encontramos con proyectos microempre-
que no aplican ni leyes específicas banca- sariales dotados de cierta estabilidad eco-
rias ni leyes comerciales generales y cu- nómica y financiera, pero con importantes
yas operaciones además son tan informa- limitaciones para crecer por diversos mo-
les que muchas veces las disputas que tivos. En este caso, un buen servicio mi-
puedan surgir en la relación con ellos no crofinanciero local podría contribuir a que
pueden arreglarse recurriendo al sistema contaran con posibilidades de expansión
legal». geográfica o funcional, permitiéndoles ac-
En la actualidad, existe un agitado y ceder a los beneficios del alcance y de la
profundo debate entre dos concepciones, escalabilidad económica, es decir, acce-
aparentemente extremas, en torno a la der a economías de gama (crecimiento
actividad microfinanciera. Por un lado nos funcional) y a economías de escala (creci-
encontramos con una concepción de las miento territorial).
microfinanzas que centra su enfoque en Existen muchos y muy diversos facto-
el alcance; y, por otro lado, nos encontra- res que determinan el modelo microfinan-
mos con una concepción que lo centra ciero a adoptar. Las necesidades especí-
esencialmente en la sostenibilidad. ficas de financiación de los microagentes
económicos, los efectos sociales y los
modelos estratégicos adoptados en el
4. Los beneficiarios de las ámbito de las microfinanzas van a depen-
microfinanzas der de múltiples factores específicos. Sin COLABORACIONES
ánimo de ser exhaustivos, dichos factores
En contra de lo que pudiera parecer podrían ser los que siguen: ámbito geo-
ante una aproximación muy superficial al gráfico, género, etnicidad, sector econó-
desarrollo y la cooperación, y tal y como mico dominante, y grado de informalidad
venimos diciendo desde el principio de de la economía local.
este trabajo, no todos los pobres son
iguales. La estructuración y el enfoque de Ámbito geográfico
la actividad microfinanciera deben basar-
se en un análisis de las necesidades del La caracterización del área geográfica
segmento social al que se dirigen. Los po- en la que se va a desarrollar la actividad
bres o los colectivos financieramente ex- microfinanciera es capital, tanto para plan-
cluidos o en riesgo de exclusión, aunque tear una estrategia de apoyo financiero co-
de forma intuitiva pudiera parecer lo con- mo para diseñar productos y servicios mi-
trario, no son un colectivo homogéneo. crofinancieros adecuados. No es igual, por
Presentan muchas diferencias entre sí y ejemplo, hacer microfinanzas en un medio
muchas discontinuidades sociales. rural que en un medio urbano.
En efecto, hay proyectos microempre-
sariales y proyectos de autoempleo, ge- Género
neralmente muy vinculados a sectores
económicos con una gran presencia de la El género también es importante en las
economía informal, a los que las microfi- microfinanzas. Las mujeres, sin lugar a

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dudas, son las grandes beneficiarias de la puestos al servicio de las comunidades lo-
actividad microfinanciera. Es el eslabón cales por las IMF a partir de la actividad
más débil de las sociedades más empo- propiamente microfinanciera. Los catálo-
brecidas. En la mayoría de los casos no gos de instrumentos microfinancieros
cuentan con autonomía financiera y capa- pueden llegar a ser los mismos que los
cidad de decisión a la hora de determinar que ofertan las entidades financieras con-
el destino final de los ingresos familiares. vencionales, si bien el planteamiento y la
Esta situación de falta de capacidad de estructuración de la oferta deben ser bien
decisión obviamente estimula su exclu- distintos. En efecto, la esencia o el conte-
sión financiera y el recelo de las IMF a nido de fondo de los productos y servicios
concederles financiación. asociados a la actividad financiera con-
La microfinanciación a mujeres es mu- vencional se pueden replicar en la activi-
cho más eficiente y genera un mayor bie- dad microfinanciera, pero existen claras
nestar que la realizada en el segmento de diferencias de planteamiento que no se
hombres. En general son más responsa- pueden obviar. La ausencia de garantías
bles y mucho más sensibles a la reputa- y los objetivos sociales directos son los
ción social. Presentan menores tasas de elementos decisivos que permiten, en ge-
morosidad y falencia, así como un mayor neral, establecer la, en muchos casos di-
equilibrio entre inversión y capacidad de fícil de definir, línea de demarcación entre
ahorro. Es decir, son el colectivo que me- la actividad microfinanciera y la actividad
jor transforma la actividad microfinanciera financiera convencional.
en bienestar social. No obstante lo dicho, los productos fi-
nancieros más recurrentes son los micro-
Etnicidad créditos y los depósitos de ahorro, es de-
COLABORACIONES cir, los productos directamente implicados
Por su parte, la etnicidad es un factor en la intermediación financiera clásica
también de carácter estratégico y de defi- Los instrumentos microfinancieros, en
nición de la oferta. Hacer microfinanzas multitud de casos, son creados al margen
en países pobres de religión islámica no del proceso general de intermediación de
es lo mismo que hacer microfinanzas en una economía nacional o regional y del
culturas hindúes. En los países islámicos que se benefician las grandes instituciones
existe una normativa y acervo consuetudi- financieras convencionales, confudiéndose
nario en el ámbito bancario muy específi- la actividad financiera mayorista con la mi-
cos (KHAYAT, 1996): la banca islámica no norista. Y, además, por un lado, los instru-
permite que el dinero sea tratado como un mentos microfinancieros tienen que gene-
objeto; el dinero debe ser tratado de for- rarse en un marco de mayor implicación y
ma productiva; la banca no debe pagar o corresponsabilidad con la economía local;
cobrar intereses, etcétera. y, por otro, tienen que ofrecer servicios de
capacitación económica o financiera que
tradicionalmente no ofrecen las institucio-
5. Instrumentos microfinancieros nes financieras convencionales. No hay
que olvidar que la capacitación, el conoci-
Con el concepto de instrumentos mi- miento profundo del medio local y el segui-
crofinancieros nos vamos a referir al con- miento material de los proyectos financia-
junto de productos y servicios financieros, dos constituyen rasgos consustanciales a
parafinancieros/parabancarios y sociales la actividad microfinanciera.

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Aunque, como hemos reconocido an- nanciación a través de depósitos es rela-


teriormente a lo largo del presente traba- tivamente barata.
jo, la actividad microfinanciera se ha aso- De hecho, las familias de renta baja,
ciado históricamente a los microcréditos, que son el objetivo fundamental de la ac-
su limitado desarrollo y maduración en el tividad microfinanciera, tienen necesida-
tiempo han permitido ir introduciendo, en des complejas y muy diversas, por lo que
el ámbito de la innovación productiva, ins- el catálogo de instrumentos debe ser más
trumentos financieros que puedan cubrir o menos amplio. A modo de ejemplo, y sin
una gran parte de las necesidades de los pretender ser exhaustivos, los productos
colectivos y segmentos sociales más em- más requeridos por los clientes de bajos
pobrecidos y con seculares problemas de ingresos (1): el crédito productivo; los ins-
exclusión: microahorro, microseguros de trumentos de ahorro flexible; los seguros
vida, microseguros de salud, envío de de vida, accidente o salud; los créditos de
fondos (remesas de emigrantes), microle- vivienda; los servicios de ahorro, crédito y
asing y microrrenting, fondos de pensio- seguro; los instrumentos de tramitación y
nes, fondos mutuales de garantía, instru- movilización de remesas; y los servicios
mentos y sistemas de pago, desarrollo de transaccionales y derivados.
monedas sociales y bancos del tiempo, En general, los instrumentos microfi-
asesoramiento, monitoreo y capacitación nancieros suelen tener unas característi-
financiera, etcétera. cas similares comúnmente aceptadas por
Hoy en día sería especialmente reduc- los profesionales que trabajan en el ámbi-
cionista e inexacto, por no decir injustos, to de las IMF: los importes nominales sue-
confundir o identificar microfinanzas con len ser de baja cuantía; en ellos prima el
microcréditos. Las microfinanzas deben corto sobre el largo plazo; van dirigidos a
incluir el flujo completo de la intermedia- sectores productivos informales; la mujer COLABORACIONES
ción con objeto de movilizar los recursos es la gran beneficiada; etcétera.
locales existentes. En efecto, en los prin- La gama de productos y servicios que
cipales modelos microfinancieros la activi- ofertan las IMF, es decir, la gama de ins-
dad microcrediticia necesita ir acompaña- trumentos microfinancieros con la que
da de instrumentos de microahorro y de la pretenden paliar los efectos de la exclu-
creación paulatina de instrumentos de sión financiera, es muy variada desde el
ahorro fiables. punto de vista cuantitativo. En unos casos
La propia sostenibilidad de las IMF, o se ofertan los productos más básicos, y,
de la propia actividad microfinanciera en en otros, se ofertan catálogos de instru-
las comunidades locales, requiere buscar mentos microfinancieros mucho más am-
un equilibrio entre ahorro y crédito. Y ade- plios, prácticamente parangonables con
más requiere de la incorporación de la for- los de las entidades financieras comercia-
mación y la asistencia técnica en el ámbi- les convencionales.
to de las microfinanzas. La búsqueda de Los productos y servicios que ofertan
un balance más o menos equilibrado en- las IMF se pueden englobar en alguno de
tre inversión crediticia y pasivos financie- los siguientes grupos o categorías: inter-
ros, es decir, entre créditos y depósitos de mediación financiera; desintermediación
ahorro, no sólo contribuye a la sostenibili- financiera (productos desintermediados);
dad de las IMF en términos de balance, productos parafinancieros o parabanca-
sino que también contribuye a la sosteni-
bilidad en términos de gestión, pues la fi- (1) Felaban/WWB (2005).

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rios; servicios de asistencia técnica y con- ciendo de forma indirecta.


sultoría financiera o empresarial; servicios Los préstamos pueden concederse de
de movilización financiera; y servicios so- forma individual o de forma colectiva y so-
ciales. lidaria. En este último caso, especialmen-
te ventajoso para la estabilidad de la acti-
vidad microfinanciera, la IMF juega un
5.1. Microfinanciación gran papel potencial de dinamización de
la comunidad local promoviendo la crea-
Los productos de crédito son los ele- ción de grupos de ayuda mutua y de ries-
mentos esenciales en la actividad microfi- go compartido.
nanciera; y en muchos casos se ha confun- La colectivización de crédito permite,
dido el complejo conjunto de instrumentos como es obvio, un menor riesgo para la
y de actuaciones asociados a esta activi- IMF, pero también un menor riesgo para el
dad con la propia actividad microcrediticia. conjunto de los prestatarios y, por consi-
De hecho, dada su importancia, queremos guiente, para el conjunto de la comuni-
dedicarle un poco más adelante un aparta- dad. Con la formación de grupos de apo-
do específico. yo mutuo para obtener financiación, el
No obstante lo dicho, sí queremos des- riesgo se diluye y se hace más sistémico.
tacar una serie de generalidades para la No hay que olvidar que las garantías que
actividad microcrediticia. se aportan por parte de los prestatarios
En primer lugar, aunque parezca obvio, son, en la mayoría de los casos, de carác-
hemos de decir como punto de partida ter meramente informal.
que el coste financiero para el prestatario, La creación de estos grupos permite
generalmente un microempresario, debe una mejor autoselección de los prestata-
COLABORACIONES ser menor que la propia rentabilidad espe- rios por parte de aquéllos, pues los inte-
rada de la actividad a financiar. Y esto de- grantes se conocen entre sí (2); pero tam-
ben saberlo tanto la IMF como el benefi- bién permite una mayor presión social,
ciario de la operación crediticia. pues la falencia o el impago por parte de
En segundo lugar, como regla general uno de los miembros repercute directa-
de la actividad microfinanciera y microcre- mente en todo el grupo. Estos grupos son,
diticia, es que el objeto fundamental de sin lugar a dudas, un mecanismo de con-
los productos y servicios es la actividad trol financiero muy eficiente; aunque en
productiva en el seno de las comunidades muchos casos, y dada la covarianza entre
locales, adquiriendo una especial impor- los miembros, en periodos de crisis pue-
tancia la puesta en valor de las economí- den generarles profundos problemas, mu-
as familiares. chos de ellos insubsanables, a la IMF. En
Se puede decir con rotundidad, en es- muchos casos se exige ahorro voluntario
te sentido, que familia y microempresa es- (microahorro) para cubrir la posible falen-
tán complejamente entrelazadas desde el cia de determinados miembros del grupo.
punto de vista productivo y microfinancie- La homogeneidad del grupo, así como
ro. Y necesariamente ha de ser así. En una dimensión razonable del mismo, son
muchos casos la microfinanciación de requisitos esenciales para su eficiencia.
productos de consumo permite liberar re- La homogeneidad permite una mayor uni-
cursos para la actividad productiva; y en
este caso no se está financiando directa- (2) Se contrarresta el problema de la información asi-
mente dicha actividad, pero sí se está ha- métrica.

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ficación de los intereses; no obstante au- ● Debilitamiento potencial del grupo


menta el riesgo de covarianza, sobre todo ante la eventual ausencia del líder.
de cara a la gestión de profundas crisis de ● Mayores costos de transacción para
carácter cíclico. Los grupos de reducida prestatarios (el tiempo invertido en las
dimensión también permiten una mayor reuniones y la realización de algunas fun-
posibilidad de acuerdos, así como un ma- ciones administrativas voluntaria).
yor conocimiento mutuo entre los miem- Por último, hemos de decir que el cré-
bros, un mayor autocontrol y una mejor y dito concedido individualmente precisa de
más eficiente autoselección. un mayor conocimiento del potencial
Además, entre las ventajas de la conce- prestario. Es mucho más relacional.
sión de créditos grupales es preciso desta-
car el ahorro de costes, especialmente de
costes de transacción. Pero también per- 5.2. Microahorro
mite una más eficiente y una más fácil mo-
vilización de los ahorros locales. Ante los productos microfinancieros de
La creación de estos grupos mutuales crédito o de financiación, no tienen menor
puede acabar desembocando en uniones importancia los productos de ahorro, sobre
o cooperativas de crédito (caisses village- todo si se concibe la actividad microfinan-
oises); es decir, pueden acabar constitu- ciera desde un enfoque sistémico. Un
yéndose en entidades financieras con un ejemplo especialmente emblemático de la
cierto grado de formalización, e incluso implantación conjunta de instrumentos de
pueden llegar a incorporarse al sector es- microcrédito e instrumentos de microaho-
tatal regulado. rro, vinculados entre sí, es el Banco Rakyat
Entre los grupos mutuales más impor- de Indonesia.
tantes podemos destacar las asociacio- Como hemos dicho en más de una COLABORACIONES
nes de crédito y ahorro rotativo, los ban- ocasión, el ahorro cierra el ciclo de la in-
cos de comunidad, los colectivos de termediación, y, por consiguiente, es vital
solidaridad, etcétera. para la estabilidad de la actividad microfi-
Pero también existen ciertos riesgos nanciera y de las IMF. No obstante, aun-
relacionados con la concesión de micro- que hay que hablar de una importancia
créditos grupales. En concreto, Joanna del microahorro al menos similar a la de
Ledgerwood menciona los siguientes los microcréditos, es preciso destacar las
(Ledgewood (1999), p.83): diferencias en cuanto a la complejidad de
● Registros deficientes y falta de aplica- ambos tipos de instrumentos genuinos de
ción de las condiciones de los contratos. la intermediación microfinanciera.
● Potencial de corrupción y control Los productos de ahorro tienen una
por parte de un líder poderoso dentro del mayor complejidad porque, en este caso,
grupo. adquiere una especial importancia para el
● Posible riesgo de covarianza por ac- prestatario la estabilidad macroeconómi-
tividades productivas vinculadas. ca, y, en especial, la erosión monetaria o
● Problemas generalizados de pago inflación.
(efecto dominó). De este modo, las microfinanzas, y en
● Participación limitada de las mujeres concreto el microahorro, están íntima-
en grupos mixtos. mente relacionados con la macroecono-
● Altos costos iniciales (en especial de mía y el marco de estabilidad del país.
tiempo) para formar grupos viables. Precisamente la existencia de un marco

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de estabilidad adecuado es el que podría utilización de otros activos no seguros co-


propiciar que las IMF asuman el proceso mo instrumentos de ahorro (existencias
de intermediación financiera completo. No agrícolas o ganaderas, por ejemplo).
obstante, siempre estarán sometidas a En muchos casos la inexistencia de
los procesos de autorización de los orga- entidades fiables y próximas, que repor-
nismos competentes, y tendrán que dotar- ten confianza a los ahorradores, impide
se de los fondos de reservas y seguros de movilizar los ahorros locales, generando
depósito necesarios para ejercer la activi- importantes ineficiencias. De ahí que la
dad microfinanciera desde el punto de vis- experiencia nos diga que la inmensa ma-
ta del microahorro. Además, las IMF de- yoría de las IMF no formales no hayan de-
berán dotarse de mecanismos de control sarrollado productos de ahorro.
interno genuinos para los pasivos banca- La existencia de seguros de depósitos
rios, muy distintos a los requeridos para la de carácter sistémico constituye un ele-
gestión microcrediticia. mento esencial para paliar los efectos de
En efecto, las altas tasas de inflación la información asimétrica, pero también
son un gran desincentivo para el ahorro, y pueden ser un problema en términos de
mucho países empobrecidos adolecen de riesgo moral. En efecto, la existencia de
este problema, si bien no con las dimen- seguros de depósitos puede llevar a los
siones de décadas pasadas. Por tanto, si directivos de las IMF a asumir mayores
en los microcréditos la estabilidad macro- riesgos que los que asumirían en ausen-
económica no era tan relevante, en el ám- cia de dichos seguros de depósitos.
bito de los microahorros sí adquiere una Además de un marco macroeconómico
especial importancia. Y sobre todo, resul- estable y eficiente, y un marco regulatorio
ta fundamental un marco regulatorio efi- adecuado, la utilización de instrumentos
COLABORACIONES ciente y un órgano supervisor adecuado. de ahorro requiere de una gestión especí-
Pero a pesar de este requisito macroe- fica de la IMF, pues ésta debe demostrar
conómico esencial para movilizar el aho- constantemente a los impositores su re-
rro, hay que decir que las IMF, en general, putación y su solvencia. Los impositores
no han concedido el mismo grado de im- desean que su dinero esté seguro, pero
portancia al microahorro que al microcré- que también rente y que esté disponible
dito, especialmente aquellas IMF que de- cuando sea necesario. Prácticamente las
penden de donantes exógenos. mismas necesidades genéricas del aho-
No obstante, tal y como reconocen los rro genérico: rentabilidad, seguridad y li-
más prestigiosos profesionales de las mi- quidez.
crofinanzas, hay que advertir de entrada Los instrumentos de ahorro general-
que el microahorro es esencial para los mente utilizados son muy similares, en el
pobres; es una necesidad financiera tan fondo, a los propios de las entidades co-
imperiosa para ellos como el microcrédito merciales convencionales. Hablamos de
o la microfinanciación. De hecho, en mu- cuentas de ahorro y cuentas corrientes a
chos casos, las dificultades financieras de la vista y de depósitos a plazo.
las familias pobres son originadas preci- En muchos casos el ahorro va ligado a
samente por la inexistencia de instrumen- la microfinanciación, y no se puede dispo-
tos fiables de ahorro, teniéndose que re- ner de él hasta que se amortice la totalidad
currir al ahorro del dinero físico en las del crédito; pero, en otros casos, el ahorro
viviendas, con el coste evidente de la ero- es de libre disposición y de carácter volun-
sión financiera, el robo o el incendio; o la tario. En el primer caso, el ahorro obligato-

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CARACTERIZACIÓN Y ALCANCE DE LA ACTIVIDAD MICROFINANCIERA. PRINCIPALES INSTRUMENTOS…

rio, persigue dos objetivos esenciales y una mala salud desemboca en gravísimas
que son especialmente relevantes tanto situaciones de pobreza, de dependencia
para la IMF como para la microempresa: y de exclusión financiera. «Estamos —di-
actuar como garantía pignoraticia; y obliga ce Cordero Sanz— ante un círculo vicio-
a la microempresa a generar fondos de es- so: renta baja, por ende mala salud, y por
tabilidad, paliando los efectos de una apa- ello renta baja.» (Cordero Sanz, 2006, p.
lancamiento excesivo. 145). Salud y desarrollo presentan una
El ahorro obligatorio permite que los correlación positiva, pues las personas
prestatarios vayan generando recursos más pobres son las más propensas a te-
suficientes para atender las amortizacio- ner problemas de salud, y, por consi-
nes de los microcréditos. guiente, a caer en situaciones de depen-
dencia.
El programa de microseguros de salud,
5.3. Microseguros para que sea sostenible y autofinanciable,
ha de darse entre colectivos con capaci-
Unos instrumentos que están adqui- dad de pago, y se basa en los principios
riendo una especial relevancia y originali- de solidaridad y de mutualismo. El mode-
dad de planteamientos en la actividad mi- lo ha de ser sostenible a través de un
crofinanciera son los microseguros, tanto equilibrio actuarial entre primas y presta-
en su versión de vida como en su versión ciones. Las prestaciones han de estar
de salud. No obstante, su incidencia toda- muy estandarizadas y han de ser básicas
vía es escasa, a pesar de su alta comple- para garantizar unas primas asumibles
mentariedad con el resto de instrumentos para las familias con rentas muy bajas.
microfinancieros. Tienen que paliar los efectos de riesgo
Los microseguros pueden ir asociados moral y de selección adversa que se palí- COLABORACIONES
a los microcréditos. Un ejemplo siempre an con sistemas universales. Se basan en
de referencia en este sentido es el Banco una cultura de la prevención.
Grameen, que establece un fondo de se-
guro para atender contingencias tales co-
mo la muerte del prestatario, evitando así, 6. Conclusiones
en el caso de que se dé esta circunstan-
cia, un importante lastre para las familias La breve historia de las microfinanzas
que han perdido al principal generador de pone de manifiesto el positivo efecto que
recursos. han tenido en las comunidades locales,
Un caso emblemático igualmente, si precisamente allí donde se han podido
bien en otro sentido, es el de la Fundación desarrollar con éxito instrumentos e insti-
Tierra Nueva de Ecuador, cuyo proyecto tuciones microfinancieros acordes a las
está relacionado con la implantación de necesidades de las comunidades locales.
seguros de salud con primas asequibles En nuestros días, en este mundo glo-
para las familias con rentas más bajas y balizado y con tendencias deshumanizan-
mediante la implantación de un sistema tes, las microfinanzas tienen más sentido
actuarial sostenible. que nunca. En concreto, permiten capita-
El planteamiento de fondo de esta ini- lizar pequeños proyectos empresariales,
ciativa es la consideración de que la po- muy interrelacionados entre sí en el ámbi-
breza no solamente conlleva situaciones to local, dando posibilidades a la creación
de deterioro de la salud, sino que también de sistemas productivos locales, y, sobre

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FRANCISCO JOAQUÍN CORTÉS GARCÍA

todo, permitiendo la actividad económica una cierta acumulación de capital local, y


y productiva a un mayor número de miem- por consiguiente endógeno, que puede
bros familiares. permitir un incipiente crecimiento econó-
No obstante, hemos de decir que la ac- mico sostenido. Además, muchos de los
tividad microfinanciera no es ajena a los efectos de las microfinanzas son inapre-
grandes problemas macroeconómicos de ciables por su acusado carácter intrafami-
los países en los que se desarrolla: cam- liar. Es mucho más interesante desde el
biarios, inflacionarios, etcétera. Un marco punto de vista humanitario, aunque por
macroeconómico estable contribuye sin supuesto más desconocida, la intrahisto-
lugar a dudas a un mayor desarrollo de la ria de la actividad microfinanciera que su
actividad microfinanciera, aun cuando propia historia oficial.
persistan los recurrentes problemas de in-
formalidad económica, exclusión financie-
ra y dualización de la economía. Bibliografía
Las microfinanzas pueden contribuir a
estabilizar el consumo, a crear cierto mer- [1] ALMEYDA, G. (1996): Money Matters:
cado local como requisito de un incremen- Reaching Women Microentrepreneurs
to futuro de la prosperidad económica. E, with Financial Services, Washington.
igualmente, pueden vertebrar cierta acu- [2] BENNET, L. (1997): «A Systems
mulación de capital local, precisamente fi- Approach to Social and Financial In-
jándolo al territorio y permitiendo crear termediation with the Poor», Conferen-
empleo, una mayor cohesión social de las ce on Sustainable Banking with the
comunidades locales, y, sobre todo, un Poor, nov. 3-7, Bangkok.
mayor crecimiento económico. [3] CHRISTEN, R. P. (1997): Banking
COLABORACIONES No obstante, las microfinanzas, en tér- Services for the Poor: Managing for
minos generales y a partir de los pocos Financial Succes, ACCION Interna-
estudios de carácter empírico realizados cional, Washington.
en este sentido, no han tenido un especial [4] CORDERO SANZ, C. (2006): «Los sis-
impacto a nivel macroeconómico. La dua- temas de aseguramiento de la salud de
lización de las economías en los países bajos coste como herramientas de de-
más pobres, así como la existencia de un sarrollo. El caso del sistema de medici-
gran sector de economía informal de difí- na prepagada Fundación Tierra Nueva-
cil cuantificación, son las principales cau- Ecuador», en GALINDO, A y DE LA
sas del hecho de que realmente no se CUESTA, M. (Coords.) (2006): Las mi-
produzca un impacto visible de la activi- crofinanzas, instrumento de desarrollo
dad microfinanciera en el ámbito macroe- entre Europa e Iberoamérica, Univer-
conómico, incluso en aquellos países en sidad Pontificia de Salamanca, Sala-
los que presenta una mayor tradición y, en manca.
consecuencia, un mayor grado de desa- [5] FELABAN/WWB (FEDERACIÓN LATI-
rrollo y maduración. NOAMERICANA DE BANCOS / WO-
Pero tampoco podemos permitirnos MEN’S WORLD BANCKING) (2005):
caer en el pesimismo en torno a la activi- «Bancarización para la mayoría: microfi-
dad microfinanciera, pues a escala micro- nanzas rentables y responsables».
económica sí existen evidencias de una [6] HULME, D. & MOSLEY, P. (1996):
mejora de la calidad de vida de las perso- Finance against Poverty, Routledge,
nas a las que van dirigidas, así como de London.

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[7] KHAYATT, D. (1996): Private Sector [11] RAZETO, L. (1990): Economía popular
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[8] LEDGERWOOD, J. (1999): Manual de en una visión integradora, PET,
Microfinanzas. Una perspectiva institu- Santiago.
cional y financiera, Banco Mundial, [12] SCHULDT, J. (1997): Dineros alternati-
Washington. vos para el desarrollo local, Universidad
[9] MORDUCH, J. (1999): «The microfi- del Pacífico, Lima.
nance promise», Journal of Economic [13] ZELLER, M. & MEYER, R. L. (Eds.):
Literature, 37, pp. 1569-1614. The Triangle of Microfinance, John
[10] PAXTON, J. (1996): A Worldwide Hopkins University Press, Baltimore an
Inventory of Microfinance Institutions, Londo.
World Bank, Washington.

COLABORACIONES

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