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Figura 1. Impacto de la terapias actuales para las ICD y vías de transmisión de C. difficile al humano. A) La iniciación de la ICD requiere de una disbiosis de la
microbiota intestinal y la presencia de una carga basal de esporas en el tracto intestinal del paciente. En disbiosis aumenta la abundancia de taurocolato causando la
germinación de esporas de C. difficile, subsecuente proliferación, colonización, liberación de toxinas y nuevas esporas y las manifestaciones clínicas. Los tratamientos
antibióticos como vancomicina y/o fidaxomicina, si bien inactivan a la célula vegetativa, permiten que las esporas de C. difficile permanezcan adheridas y/o
internalizadas, provocando episodios de recurrencia de las ICD. Los vacunas toxoides y anticuerpos anti-toxinas solamente neutralizan las toxinas de C. difficile y no
Figura 1. Impactoprevienen la colonización
de la terapias actuales temprana
para las ICD y vías de transmisión de C.dedifficile
esporas
al humano.y células vegetativas de C. difficile y tampoco la persistencia de esporas de C. difficile en el hospedero.,
Para la iniciación de la infección por C. difficile se deben combinar la presencia de una microbiota en un estado de disbiosis causado por un tratamiento antibiótico
contribuyendo
previo y la presencia de una carga basaladela presencia
esporas en el tractode portadores
intestinal del paciente. asintomáticos y a la liberación
El estado de disbiosis disminuye: dehidrolasas
i) la abundancia de esporas al entorno incrementando la diseminación de C. difficile. B) Los principales
de sales
reservorios de esporas de C. difficile son los ambientes hospitalarios, fuentes ambientales como suelo, aguas, y fuentes de origen animal. Las esporas de C. difficile
biliares que hidrolizan el amino conjugado a taurocolato y glicolato; ii) la abundancia de especies de Clostridium presentes en la microbiota que poseen la maquinaria
enzimática para producir la 7α-dehidroxilación de los colatos y derivados, produciendo principalmente dehidroxicolato. Lo anterior incrementa la abundancia de
taurocolato y lapueden
eficiencia de ser transmitidas
germinación de esporas de C.al humano
difficile, mediante
con la subsecuente la ingesta
porliferación de productos
de esporas provocando cárnicos
las manifestaciones clínicasydevegetales
diarrea y contaminados con esporas de C. difficile, transmisión directa desde
colitis pseudomembranosa. Figura 1. Impacto de la terapias actuales para las ICD y vías de transmisión de C. difficile al humano.
El tratamiento animales alconhumano
del cuadro clínico vancomcina o y/o desde lassi superficies
metronidazol, de clínico,
bien resuelve el cuadro ambientes
contribuye hospitalarios. Tanto
a la persistencia de Para la (i.e.,
esporas portadores
iniciación asintomáticos
de ela infección
adherencia por C. difficile como
se debenpacientes con ICDdeliberan
combinar la presencia esporas
una microbiota en unalestado
ambiente
de disbiosis causado por un tratamiento antibiótico
contribuyendo a la transmisión de esporas a pacientes susceptibles.
ingreso), atenuar aúm más la diversidad y abundancia de la microbiota comensal e incremento de niveles de taurocolato, facilitando la germinación de esporas de C:
difficile y subsecuente manifestación de la recurrencia de la infección (adaptado de Briton y Young (2014)).
previo y la presencia de una carga basal de esporas en el tracto intestinal del paciente. El estado de disbiosis disminuye: i) la abundancia de hidrolasas de sales
biliares que hidrolizan el amino conjugado a taurocolato y glicolato; ii) la abundancia de especies de Clostridium presentes en la microbiota que poseen la maquinaria
enzimática para producir la 7α-dehidroxilación de los colatos y derivados, produciendo principalmente dehidroxicolato. Lo anterior incrementa la abundancia de
taurocolato y la eficiencia de germinación de esporas de C. difficile, con la subsecuente porliferación de esporas provocando las manifestaciones clínicas de diarrea y
La principal causa que contribuye a la recurrencia de las ICD es la producción de nuevas colitis pseudomembranosa.
El tratamiento del cuadro clínico con vancomcina y/o metronidazol, si bien resuelve el cuadro clínico, contribuye a la persistencia de esporas (i.e., adherencia e
esporas (Figura 1A). En este sentido, la importancia de la esporulación en la recurrencia de la ICD fue ingreso), atenuar aúm más la diversidad y abundancia de la microbiota comensal e incremento de niveles de taurocolato, facilitando la germinación de esporas de C:
difficile y subsecuente manifestación de la recurrencia de la infección (adaptado de Briton y Young (2014)).
demostrada por Deakin et al. [19], quienes utilizaron cepas incapaces de producir esporas de C. difficile
para demostrar que en ausencia de esporas no se producen episodios de recurrencia de ICD, en un modelo
murino (Figura Anexo 1A). Las esporas de C. difficile producidas durante la ICD, al parecer persisten
adheridas a las células epiteliales intestinales [20], específicamente mediante interacciones entre las
microvellosidades y la capa más externa de la espora, el exosporium [21], y mediante un mecanismo de
ingreso a células epiteliales intestinales (Figura 1A), cuya inhibición resulta en una reducción de la
recurrencia de la infección en un modelo murino (Figura Anexo 1B y 1C).
De acuerdo con los antecedentes planteados, podemos indicar que la presencia de esporas en
el tracto gastrointestinal es una etapa crítica en el desarrollo de cuadros iniciales y recurrentes de
la infección por C. difficile (Figura 1A). Dada la naturaleza anaeróbica de C. difficile, la espora es el
morfotipo de transmisión, el cual puede ser adquirido desde la contaminación ambiental en recintos
hospitalarios. En este sentido, la gran diversidad de reservorios de esporas de C. difficile, tales como
ambientes hospitalarios (superficies, contacto del personal médico con pacientes [22,23]), fuentes
ambientales (i.e, suelo) y/o de origen animal (i.e., zoonótico), estarían contribuyendo a la constante
exposición de individuos sanos y/o en riesgo (Figura 1B) [24]. Debido a la ineficiencia de los tratamientos
actuales en contener la diseminación de esporas de C. difficile, es que pacientes con un cuadro de ICD y
portadores asintomáticos [25,26] también son considerados como un importante reservorio de transmisión
de C. difficile [27]. Estas observaciones dejan de manifiesto la constante exposición humana a C. difficile,
reforzando la necesidad de desarrollar tratamientos profilácticos. En este contexto, un tratamiento
profiláctico orientado a neutralizar las toxinas y las esporas de C. difficile podría contribuir a reducir
la incidencia y recurrencia de las ICD.
Cuantificación de las infecciones causadas por C. difficile. Las ICD se dan principalmente en
pacientes hospitalizados (65% de los casos de ICD), de los cuales solamente un 24% se manifiesta durante
la hospitalización; la mayoría de los casos (66%) se detona cuando el paciente ya ha sido dado de alta [4]
[28]. Los casos de ICD adquiridos en la comunidad han ido en aumento, alcanzando el 25% de los casos
de ICD en algunas regiones [29]. Sorprendentemente, los individuos que adquieren la infección en la
comunidad no poseen los clásicos factores de riesgo y generalmente son jóvenes y saludables, sin
contacto con pacientes hospitalizados y muy frecuentemente sin exposición previa a los antibióticos [30–
32].
Diversos estudios han cuantificado las tasas de incidencia de las ICD. En Chile, la incidencia de
ICD es similar a lo reportado en EEUU y la Unión Europea [5,33], con una incidencia en la población mayor
de 65 años de un 75% del total de casos de ICD [28]. Las tasas de incidencia de las ICD por egreso
hospitalario de pacientes entre 18 y 84 años se estiman en un 0.98% [28], valores que son similares a las
tasas de incidencia de ICD en Chile (i.e., 1%) [34]. Un reciente reporte de Center for Disease Control (CDC)
de EEUU estimó que la tasa anual de incidencia de las ICD es de hasta ~500,000 pacientes y asociadas
a ~ 29,000 muertes (i.e., 9.3% de mortalidad) [2,4]. Las tasas de recurrencias de las ICD estimadas por la
CDC son de ~100,000 pacientes/año, equivalente al 20% de los pacientes con ICD [2,4]. El costo anual
de las ICD en USA solamente se estima en ~4.8 mil millones de dólares [4]. En Chile,
desafortunadamente una baja fracción de las muestras positivas para C. difficile son analizadas y
archivadas por el Instituto de Salud Público de Chile. Sin embargo, nuestros estudios y los del ISP
confirman la elevada prevalencia de ICD en Chile [35,36]. Extrapolando la incidencia de ICD observada en
EEUU, se sugiere que en nuestro país se presentan unos 30,000 casos de ICD al año con un costo
cercano a los 240 millones de dólares para el sistema de salud. Considerando que las ICD son un
problema mundial de salud, el espectro del mercado para el desarrollo de vacunas para prevenir y tratar
las ICD es tremendamente significativo (más detalles en 3.4 Mercado potencial).
En resumen, el problema de que tanto la iniciación como recurrencia de las infecciones causadas
por C. difficile se deba a la persistencia basal de esporas de C. difficile, presenta una oportunidad para
desarrollar una vacuna que reduzca la carga basal de esporas, para ser administrada de forma preventiva
para una infección inicial o para un cuadro recurrente. En este contexto, el desarrollo de una vacuna que
neutralice las toxinas para prevenir los síntomas clínicos, y opsonice esporas de C. difficile, inhibiendo la
adherencia, y posterior ingreso en células epiteliales intestinales para su erradicación del tracto
gastrointestinal representa una estrategia novedosa, la cual debe ser abordada con un proyecto de
investigación científico-tecnológico, principalmente debido a que: i) en una primera etapa de i+D, se
evaluará la prueba de concepto que consiste en el diseño de una proteína quimérica como estrategia
de vacuna que contenga dominios de unión a receptor de toxina A y B y determinantes antigénicos
de proteínas inmunogénicas de superficie de esporas de C. difficile, con el fin de neutralizar las
toxinas y erradicar las esporas para prevenir la ICD e ICD recurrente; y ii) en una segunda etapa de
investigación tecnológica, se optimizará la dosis y el método de entrega de la proteína quimérica, mediante
inmunización vía mucosa y/o parental.
Solución propuesta. En base a los antecedentes planteados en las secciones previas, se desprende que
las soluciones existentes están enfocadas en eliminar la célula vegetativa (antibióticos) o en neutralizar las
toxinas (anticuerpos monoclonales o vacunas, en etapa de estudio clínico). Estas soluciones son eficientes
en disminuir los síntomas, pero no son capaces de eliminar las esporas de C. difficile del tracto colónico,
de forma que el paciente permanece en riesgo de sufrir episodios de recurrencia. Además, pese a que el
tratamiento pueda ser efectivo, el paciente permanece como portador asintomático de C. difficile en forma
de esporas, por lo que es un vector para la transmisión hacia la comunidad.
Ingreso Ingreso
Disrupción barrera GI Disrupción barrera GI
Figura 4. Efecto esperado de la inmunización con la PROTEÍNA QUIMÉRICA para el tratamiento profiláctico de la ICD y prevención de
una ICD recurrente. Las vacunas en desarrollo (inmunización con un toxoide) contribuirían SOLO a la neutralización de las toxinas A y B
de C. difficile por parte de la fracción de IgG anti-toxinas presentes en el lumen de la mucosa intestinal. Por consiguiente, las vacunas a
base de toxoides no neutralizarían a las esporas de C. difficile, contribuyendo: i a la presencia de una carga basal antes de la infección; ii)
presencia de esporas después de un episodio de ICD y riesgo de ICD recurrente y de transmisión de la infección; iii) mayor incidencia de
portadores asintomáticos como vectores de transmisión de esporas y diseminación de la enfermedad. Por el contrario, en el escenario
CON SOLUCIÓN, vacuna de proteína quimérica a base de epítopes de toxinas A y B y de proteínas inmunorreactivas de superficie de
esporas, se lograría una mejorada eficacia de protección profiláctica de la ICD y de la ICD recurrente. Así en un individuo en riesgo de
una ICD, la fracción de IgG esporas anti-esporas opsonizarían éstas estructuras eliminándolas del tracto colónico, disminuyendo la carga
basal y prevención de una ICD; similarmente, las IgG anti-toxinas neutralizarían la acción de las toxinas de manera temprana
contribuyendo a la prevención de la ICD. En un individuo con un primer cuadro de ICD resuelto y en riesgo de una ICD recurrente, la
inmunización contribuiría a que las IgG anti-esporas eliminen la carga basal de esporas del tracto colónico contribuyendo a la prevención
de una ICD recurrente.
Como se manifiesta, existen limitadas alternativas terapéuticas para el tratamiento de las ICD, y
ninguna de éstas posee un carácter profiláctico preventivo. En este sentido, numerosos esfuerzos se han
abocado al desarrollo de vacunas para la prevención profiláctica de las ICD orientadas a la neutralización
de las toxinas, pero no logran resolver la colonización, la carga de esporas en portadores asintomáticos o
la liberación y transmisión de esporas al ambiente. Por lo tanto, existe una oportunidad para el desarrollo
de vacunas multi-epítopo que incluyan tanto epítopos de las toxinas como de la espora de C. difficile; de
esta manera, se podría erradicar a la espora en etapas tempranas de la infección y neutralizar las toxinas
previniendo la manifestación sistémica de la ICD. Similarmente, estas vacunas quiméricas podrían ser
utilizadas en pacientes en riesgo de sufrir una recurrencia de la infección por C. difficile.
Justificación de la solución propuesta. La solución del problema de las infecciones por C. difficile,
manifestado en el Capítulo 1.1, debe abordarse con un tratamiento cuyo blanco terapéutico sea la espora
y las toxinas, puesto que la principal causa de la incidencia de ICD es la presencia de una carga basal de
esporas de C. difficile, la cual germinará y proliferará en presencia de una disbiosis de la microbiota
intestinal (Figura 1A). Similarmente, la principal causa de una ICD recurrente es que, durante la infección,
C. difficile comienza a generar nuevas esporas, contribuyendo a la persistencia de esporas en el tracto
colónico (Figura 1A). Por lo tanto, razonamos que una proteína quimérica que posea determinantes
antigénicos de toxinas y de proteínas inmunorreactivas de superficie de esporas permitirá desarrollar una
vacuna orientada a prevenir una infección inicial y a prevenir episodios de recurrencia de la infección.
Uso de tecnologías en los componentes de la solución que estén protegidas por patentes. Este
proyecto buscará desarrollar una proteína quimérica compuesta de una secuencia del RBD y de péptidos
inmunogénicos que levanten una respuesta inmune hacia las toxinas A y B y esporas de C. difficile,
respectivamente. Las secuencias aminoacídicas inmunogénicas que se utilizarán en el desarrollo de la
proteína quimérica no han sido identificadas y su composición no es obvia.
Si bien la patente WO2012028741A1 protege el uso de zonas específicas del dominio de unión al
receptor de las toxinas A y B, ésta no protege un eventual uso en el diseño de proteína quimérica junto
con otras secuencias aminoacídicas cuyo efecto tenga un impacto sinérgico en la prevención de la ICD e
ICD recurrente. Por consiguiente, las patentes identificadas no representan interferencia con el diseño de
una proteína quimérica propuesta en este proyecto.
Estándares y normativas. El prototipo de proteína quimérica que se desarrollará en este proyecto llegará
a un estado de validción preclínico. En una segunda etapa tecnológica, se buscará validar en múltiples
plataformas animales las vías de inmunización, eficacia protectora y toxicidad de la proteína quimérica. De
esta manera, la tercera fase, no abordada en esta etapa inicial, sería el diseño de estudios clínicos en
humanos según los requerimientos de las pruebas de eficacia se encuentran descritos en Código de
Regulación Federal (CFR) 21 CFR, 314.126.
1.4 Hipótesis y componente de investigación
La inmunización con una proteína quimérica, compuesta por los dominios de unión al receptor
celular de toxina A y B y de determinantes antigénicos de las proteínas de esporas de C. difficile,
confieren protección hacia la iniciación y recurrencia en un modelo murino de desafío con C.
difficile.
1. Diseño de la proteína quimérica. Se utilizará la inmunodominancia como criterio para la selección de los
epítopes más inmunorreactivos que serán incluíos en las proteínas quiméricas. Las secuencias (i.e.,
repetidos A25-38 y B15-24) de los dominios de unión al receptor celular de las toxinas A y B serán
incorporadas en el diseño de la proteína quimérica. Esta estrategia nos permitirá generar un efecto
sinérgico y una respuesta inmune protectora y prolongada. Adicionalmente, la estructura terciaria de estas
proteínas quiméricas se modelará mediante herramientas bioinformáticas, con el fin que estos epítopos se
localicen de manera superficial, quedando expuestos al reconocimiento por el sistema inmune. Lo anterior
se validará mediante análisis de western blot de serorreactividad de las proteínas quiméricas con los
sueros de pacientes ICD y de animales inmunizados, permitiendo validar la inmunorreactividad de estas
proteínas con los resultados previos.
2. Inmunidad protectora de la proteína quimérica hacia el desafío con C. difficile. Este componente consiste
en la identificación del diseño de la proteína quimérica que logra levantar una inmunidad humoral
protectora en modelos murinos de infección por C. difficile. Para ello, el presente proyecto contribuirá a
evaluar la inmunidad protectora hacia una ICD levantada por las proteínas quiméricas administradas de
manera intraperitoneal con el adjuvante Imject®Alumn. Adicionalmente, este proyecto evaluará si la
inmunización con las proteínas quiméricas previene episodios de recurrencia de las ICD en un modelo
murino.
Un aspecto relavante para la viabilidad de esta propuesta es destacar como los antecedentes previos
reducirán el riesgo de validación de la hipótesis. La hipótesis consta de dos componentes claves para
su validación: i) diseño de las proteínas quiméricas; y ii) evaluación de su capacidad para levantar una
respuesta inmune que proteja de las infecciónes ICD e ICD-R. En este sentido, los antecedentes expuestos
evidencian la viabilidad y el bajo riesgo de la hipótesis propuesta.
1.5 Objetivos
Desarrollar una proteína quimérica, compuesta por dominios de unión al receptor celular de
toxina A y B y de determinantes antigénicos de las proteínas inmunogénicas de esporas de C.
difficile, que confiera protección hacia la iniciación y recurrencia en un modelo murino de desafío
de C. difficile.
Objetivo específico 3. Determinar la respuesta inmune frente a la inmunización con las proteínas
quiméricas en un modelo murino. En este objetivo se evaluará la respuesta inmune humoral y celular
en animales inmunizados con las respectivas proteínas quiméricas.
1.2. Síntesis de los epítopos identificados y confirmación de la inmunogenicidad para sueros de pacientes
de ICD y animales inmunizados. Para validar los resultados del microarreglo peptídico, se sintetizará y
purificarán los epítopos identificados en el objetivo específico 1.1. Luego se realizará un ensayo de ELISA
utilizando cada uno de estos péptidos y los sueros de cada uno de los pacientes con ICD y de animales
inmunizados utilizando protocolos descritos previamente [69,70]. Se espera validar la inmunogenicidad de
los epítopos detectados en el microarreglo peptídico.
1.3. Selección de la inmunogenicidad de determinantes antigénicos seleccionados. Basado en los
resultados del objetivo específico 1.2., los puntos críticos de selección de los epítopos incluirán: i) análisis
en la base de datos para epítopos inmunes (IEDB, http://www.iedb.org/home_v3.php) para predecir la
unión a MHC I, MHCII, prosesividad MHC I (Proteosoma TAP), e inmunogenicidad MHC I [71]; ii) epítopos
cuyas secuencias estén conservadas en la base de datos de genomas secuenciados de C. difficile (i.e.,
1101 genomas) (ver Figura Anexo 4).
Objetivo específico 3. Determinar la respuesta inmune frente a la inmunización con las proteínas
quiméricas en un modelo murino. En este objetivo se evaluará la respuesta inmune humoral y celular
luego de la inmunización de los animales inmunizados con las respectivas proteínas quiméricas frente a
la inmunización intraperitoneal.
Una vez adquiridos los ratones, serán mantenidos por un período de cuarentena de una semana
antes de su uso, para aclimatación. Los animales serán mantenidos en una sala aislada que cuenta con
temperatura de 22 °C, ciclo de luz de 12 horas, con comida y agua ad libitum. El trabajo con animales de
experimentación será realizado en los laboratorios de Microbiota-Host Interactions and Clostridia Research
Group de la Universidad Andrés Bello a cargo del Dr. Paredes-Sabja y en el Laboratorio de Inmunología
de Fundación Ciencia y Vida a cargo del Dr. Pacheco (Investigador del proyecto).
3.1. Inmunización de ratones con proteínas quiméricas. Como se mencionó con anterioridad, existen 5
proteínas quiméricas, por lo tanto se inmunizará un total de 7 grupos de ratones C57BL/6 de 6 a 8 semanas
(n = 15 por grupo) con el adyuvante Imject®Alum (Thermo Fisher Scientific) [62]. Los animales serán
inmunizados por vía intraperitoneal con tres dosis, en el día 0, 14 y 28 con una formulación de 50 μg de
cada proteína quimérica formulada con 50 μg de adyuvante Imject®Alum (Thermo Fisher Scientific), según
protocolos descritos [81].
En el caso de que se observe una baja inmunidad de mucosa intestinal de IgA, se evaluará la
adición de ácido retinoico a la preparación de proteína quimérica más adyuvante. El ácido retinoico
contribuye al tropismo intestinal de los linfocitos T y B vírgenes activados por las células dendríticas
presentadoras del antígeno [82].
3.2. Evaluación de respuesta inmune humoral. Los niveles de anticuerpos en los animales inmunizados se
evaluarán por ELISA indirecto, detectando la presencia de inmunoglobulinas en el suero (IgG, IgM e IgA)
y anticuerpos a nivel secretor (IgA secretora) en lavado nasal, lavado bronqueo-alveolar y en heces,
específica para los antígenos que componen las proteínas quiméricas utilizadas para inmunizar. Además,
se evaluará IgA secretora específica en las diferentes porciones del intestino delgado, procediendo a lavar
los tejidos con PBS que contiene inhibidores de proteasas y fosfatasas. El ELISA se realizará bajo
protocolos estándares: en la placa de ELISA se une el antígeno utilizado para inmunizar, se lava, se incuba
con el suero o el sobrenadante del lavado de mucosas, se lava nuevamente y se incuba con el anticuerpo
secuandario adecuado según el isptipo a detectar, conjugado con peroxidasa, se lava por última vez y se
aplica la solución de reacción orto-fenilendiamina (OPD), que se cuantifica un lector de microplaca a 492
nm. Como antígenos para las placas se utilizará las proteínas quiméricas purificadas a una concentración
de 10 μg/mL [83].
3.3. Evaluación de respuesta inmune celular. Tres semanas después de la inmunización los animales
serán sacrificados, se obtendrá el bazo y se evaluará linfoproliferación antígeno.específica, según lo
descrito. Brevemente, se obtendrá el bazo, se disgregará, se ajusta las células a una concentración de
1x104 células por mL. De esta suspensión celular se agrega 100 μL por pocillo en microplaca de cultivo,
junto a diferentes concentraciones del antígeno a evaluar. Luego, las células serán pulsadas con 0,5
μCi/por pocillo de timidina tritiada (Thy H3) [Amersham, General Electric] y cosechadas 8 horas después
mediante un cosechador automático (INSEM, Midi Harvester, Hamble S03 8DH, England). Luego de esto,
la radioactividad incorporada en el ADN será medida con un contador de Centelleo [BECKMAN LS 6500,
USA]. La proliferación celular será expresada como un promedio de las cuentas por minuto obtenidas del
cultivo, realizado en triplicado, preparado de un pool de células obtenidas de cada grupo experimental o
grupo control [84]. Además, a partir de las células esplénicas estas se cultivarán en presencia del antígeno
a fin de evaluar la producción de diferentes citoquinas, que sería un indicio del tipo de respuesta inmune
que se está presentando, como INF gama y TNF alfa para Th1, IL-4 para TH2, IL-6 e IL-1 beta como
proinflamatoria y finalmente IL-10 como inmunoreguladora.
3.4 Determinar las concentraciones de IgG e IgA en suero y mucosas reactivas hacia las proteínas nativas.
Para evaluar si la inmunización con las proteínas quiméricas induce la generación de anticuerpos que
reconozcan las proteínas nativas de toxina A, toxina B, suero obtenido de los animales antes y después
de la inmunización será evaluados por ELISA usando protocolos previamente descritos [51]. También se
evaluará la reactividad de los sueros hacia la esporas de C. difficile. Toxinas A y B nativas serán adquiridas
de Sigma-Aldrich (U.S.A.).