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X Congreso Internacional
de Historia de la Medicina
Madrid, Septiem bre 1935
La Botánica Arabe
aplicada a la Medicina
POR
MADRID
1935
IMPRENTA Y LITOGRAFíA DI:: ARTURO SUÁRI::Z E!'I:RIQUE Gr~ANADOS, 34 TELÉFONO 70960 BARCELONA
LA B OTÁNICA ARABE APLICADA A LA MEDICINA
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Estos autores árabes nos demuestran que la botánica médica fué entre
los árabes una ciencia que se llegó al máximo de esplendor~ tanto es así
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tancia tienen para el fin histório. El sabio botánico madrileño Or. Lázaro e
Ibiza en su «Flora Española» tomo laño 1896 dice que los botánicos árabes
trajeron de Oriente el <Bálsamodendro~; el llamado Bedulio; gomo-resina
del <Balsamodendron Africanum· Arnolt; vive en el Senegal y Abisinia,
usado por -los árabes.; debe ser el llamado cMurp por los árabes; en la
actualidad al menos en la zona española; no se usa.
La <Colocasia·> Schot (de colocasión nombre griego de la planta), fa-
milia «Aráceas·>. <Colocasia Antiquorum. Schot. Norte de Africa y Oriente;
subespontánea en la Andaluía baja y Algarbes (Portugal); vulgarmente se
llama <Alcorcaz), -Monte de Santa María.; Ñame de Canarias: no se usa
en la actualidad.
«Hybiscus iEsculusi>. Malvácea; sin uso, otras especie «Syriacus>;
«Rosa-Sinensis;. <Trionum; son ornamentales; «Ficus Esculus ». Artocar-
pacea; que según el Or. Lázaro a los árabes la debemos.
(~ Ficus Carica.: Higuera: <Tin » en árabe; los usaron como pectorales
y emolientes, madurativos en los accesos: en gargarismos .
«El Higo chumbo,>; <Opuntia vulgaris>. (,Mili,>; Cactácea <·Hendi· en
árabe vulgar, se usa la flor, en cocimiento contra la diarrea, muy árabe.
Al citar plantas medicinales preconizadas por médicos árabes no pode-
mos seguir, un orden determinado; procuraremos recoger el mayor número
de datos; pues una ve'z más repetimos que estando los 1'lO manuscritos mé-
dico-árabes de la biblioteca de El Escorial sin traducir; esta labor presenta
dificultades insuperables; sí esa traducción estuviera hecha el trabajo pre-
sente no tendría el menor mérito ; tenemos que hacer una labor bibliográfica
intensa de viejos libros de farmacognosia y de la sistemática vegetal, averi .
guar en sus materiales; cuales fueron empleados por los árabes en su arte
de curar las enfermedades. En el momento actual la Farmacogllosia y Te-
rapética Musulmana ·Hebraica, empleada por marroquíes en zona del Pro-
tectorado español, ha sido estudiada por el ilustre botánico y farmacognos-
ta Dr. O. Joaquín Mas y Guindal que en un libro recogió preciosos datos
de la Farmacopea MarroqUÍ, libro curioso y científico que lleva el sello del
il ustre Farmacéutico militar, muchos datos de actual idad los recogemos del
libro del Or. Mas; a él pues le corresponde como en otras muchas de sus
obras las ramas de laurel.
En el año 961 reinando Alhakam 11, Córdoba puede rivalizar con Bag-
dad; tenía medio millón de habitantes, tres mil mezquitas, muchos y suntuo-
palacios, ciento trece mil trescientos casas, ochenta mil talleres veintiocho
arrabales. El valle del Guadalquivir se veía lleno de huertos, alamedas, sem-
brados, con un sistema de riegos admirable. El Palacio Real «Medina Za-
hara> , mansión fabulosa. Alhakam 11 llegó a reunir en su biblioteca 50.000
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volúmenes, de los cuales, añadía; tenia· todos leídos y anotados por sí mis-
mo». No había andaluz que no supiera leer y escribir, mientras en las de-
más naciones de Europa esto sólo era privilegio del clero. Córdoba era la
primera Universidad del Mundo; 'el ornamento del mundo,) según la reli-
gión sajona Hroswita. Según Simonet en esta época fué muy célebre como
médico ·Mohamed-Ben-Aldum) médico de Alhakam II e Hixem y «Abel-
Cholchol - gran médico valenciano. A esta gloriosa época pertenece el es-
plendor de la Medicina árabe; la alquimia y la botánica culminan en el má-
ximo esplendor, la flor, raíces, cortezas, semillas, latexs, resinas, etc., etc.,
en las formas farmacéuticas de cocimiento, infusión, polvos, macerados,
extractos. etc., el médico árabe en su laboratorio sin que falte el alambique,
tamiz y mortero • funda') y sienta los principios de la llamada .Farmacia Ga-
lénica o clásica- por otros y que ha subsistido 9 siglos y hoy en desuso por
las nuevas formas inyectables, opoterapia, especialidad, comprimidos, etc.
En esa Córdoba; en aquella biblioteca; en el valle del Guadalquivir, y
en aquellos laboratorios, nos legan esa «botánica aplicada- tan poco cono-
cida gráficamente, pero que perdura por la tradición, como por ejemplo;
el uso que hoy se hace de los limones; pues aquél médico «Ebn-Beithap en
su obra ·Limonibus- preconizó y propagó por el mundo el uso médico del
limón. Las plantas vegetales en aquellos vergeles de Córdoba, Sevilla y
Granada son cuidadas y recolectadas por los médicos árabes; las esencias
son objeto de predilección
«Opio». Jugo del fruto de la Adormidera concreto por el ambiente. Co-
nocido por Thefrosto que le dió el nombre de «Meconio» .
• Scribonio» (40 años antes de Jesucristo). D ioscórides. Los árabes
introdujeron el uso del opio en los pueblos de Oriente y en la Persia.
La introducción en la India coincidió según Flukiger con la propagación
del Islamismo en este país, siendo favorecida por la prohibición del uso
del vino a los mahometanos. «Pyres> habla del opio de Egipto en una carta
dirigida al Rey de Portugal en 1516. Opio de «Tebaida» (Egipto). Desde
luego fué usado por los árabes y en los Manuscritos de la biblioteca Es-
curialense mucho se hallará del opio En las droguerías moras de Marrue-
cos el opio no 10 expenden.
Podemos pues asegurar que este importantísimo medicamento fué
usado por los árabes. >Ufium» en árabe.
<,Acibar»: Goma-resina de plantas del género ·Aloe» y son casi todas
africanas, genuino purgante árabe, ·Abubeker Mohamed Ben Zacharia>
vulgo Racis lo preconizó en sus obras, también la (Sangre de Drago>, los
dos muy árabes .
• El Naranjo. Saku limba Naring»; muy usado por los médicos árabes.
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olos (Bálsamo tranquilo) <el aceite de ruda, aceite de manzanilla'), etc., con
todo ello formaron una verdadera ((Polifarmacia)) todo derivado de lo vege-
tal, que unido a lo del reino animal y lo obtenido de sus laboratorios de ver-
daderos alquimistas, constituyó un verdadero sistema alopático de curación
por medicamentos con formas farmacéuticas que los siglos no han podido bo-
rrar; como el <trocisco» invento árabe que hoy las sales de bismuto en esa
forma se presentan. Meditando este tema y juzgando los albores de la Farma-
cia en la escuela de Córdoba y Murcia; allá por los años 1210 de Jesucristo,
707 egira árabe vemos que durante casi nueve siglos la Farmacia era árabe,
plantas medicinales, extractos jarabes, cocimientos, tinturas, polvos impal-
pables; partes de animales y producto químico; se formulaba al estilo árabe,
se prodigaba el «cauterio»; la <cantárida», «(sanguijuela», <sangría.) jarabes,
etc., etc., todo ello durante nuevecientos años ha vivido constituyendo los
viejos formularios, con mil combinaciones ideadas con un fin terapéutico,
muchos productos es decir la clásica «polifarmacia.; hoy en total desuso y
abandono; la «opot erapia», «inyectables», «comprimidos») «especialidad»,
«alcaloides, sin tesis de medicamentos orgánicos>; transformó de tal manera
el modo y la forma de la Farmacia y el arte de recetar en Medicina, que ver-
daderamente desde hace una docena de años pertenece todo a la Historia.
Los análisis clínicos gíua del diagnóstico, éste hoy preciso y seguro; los
rayos X; sueros y vacunas; los avances enormes de la Cirugía. la anestesia
hoy tan poderosa con la Percaina y Novocaína todo ello en avance gigantes-
co, hace que lo que digan aquellos manuscritos sería de una curiosidad gran-
de y podríamos reconstruir la Historia de la Medicina, ayudados con lo que
Raimundo Lulio. Arnardo de Vilanova, etc .. nos dijeran de aquella medi-
cina de hace nueve siglos.
Pero a pesar de estos avances tan enormes, los árabes dejaron sentados
:los jalones de una medicina que aún en parte subsiste; el opio; el uso del
alcanfor, el uso del alcohol, las ágUéIS destiladas; el cauterio, y reglas hi-
giénicas inmutables como por e.jemplo; Maimónides dice que el pan alimenta
más la corteza que la miga; no parece sino que vislumbraba las modernas vi-
taminas ya entradas en su mayoría de edad, cuando recomienda el carnero y
el andar mucho; cuando prescribe como dañinos los peces de carne azulada
y muchos aforismos de Hipócrates hoy nadie lo condenaría.
La Toxicología fué sentida y estudiada por Maimónides; esta creencia
dominada por el médico hebreo; fué causa que delante del Faraón Saladino,
los médicos de cámara le lanzasen el reto de que tomase un veneno que
ellos le prepararían, dejándole salir enseguida para administrarse el un an-
tidoto; reto que aceptó a condición de que si se salvaba, ellos (10) tendrían
,que tomar delante de Saladino, el veneno que él preparase lo que dió como
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resultado que él se salvó y el que dió a los diez médicos, siete murieron. y
·tres estuvieron gravísimo~; lUego ya estaba cimentada una ciencia que es la
Toxicología.
La Deontología fué también practicada, Honaino sufre la persecució¡"
y los rigores de un Califa, porque Se niega a suministrar un veneno con
fines criminales, no hubo fuerza ni amenaza que le hiciese faltar al deber
que se imponía; luego la Deontología existía: Cimientos Arabes, calificó·
a los estudios aquellos sobre 16s que se elevÓ el colosal edificio que hoy
conocemos.
Surge a mi imaginación una idea, respecto al excelente estado en que
se encuentran los manuscritos árabes, papel de hilo y tinta de agallas, plu-
ma de ave y pasan 900 años, y su escritura es tan legible como cuando se
escribió; esto es debido a la calidad de papel y tinta; sú{o por esto pode-
mos hoy saber lo que en medicina pasaba hace 900 y 1000 años.
En lo porvenir no ocurrirá esto; el papel de algodón y de pasta de
madera, tintas de anilinas impregnada en la cinta de la máquina de escri-:-
bir; dentro de 80 Ó 90 años se habrá borrado lo impreso a máquina, el pa-
pel se deshará como tela de araña y la. Historia no tendrá archivos, el
tiempo destruirá la documentación de estos tiempos modernos y el fenó-
'meno será contrario a lo que comentamos de los manuscritos árabes
Pues bien; a fuer de previsores se debía hacer «tinta oficial», fórmula
parecida a la antigua de agallas de roble; indeleble, la Academia Nacional
de Farmacia debía dar la fórmula, el cuerpo de archiveros intervenir, y para
lo oficial usar «papel oficial· de hilo o trapo y así podríamos tener la se-
guridad que todo lo archivado quedaría para las generaciones sucesivas,
y la historia podría reconstruirse y apoyarse en el documento archivado;
si esta medida previsora no se toma en consideración corremos el peligro·
de que en lo porvenir «no haya documentación legible».
Siguiendo nuestra relación botánica-árabe de aplicación a la Medicina.
nos encontramos la palabra (·Ezól., hebráica que debe ser labiada y no·
el Hisopo. «El fresno'> lo aplican como astiles de ' lanza. «Ei Lebacb ell
melocotonero árabe.
La Flor~ medicinal de Hipócrates y Galeno es de unas 200 plantas, la
'árabe de ·Enb-Beithar, Avicena, Averroes, Maimonides, Racis» etc., es
,algo mayor. Tenemos que añadir el «Lirio de Florencia, Iris Florentina,
Hinojo, Faeniculum vulgare, Umbelifera; Sauco, Sambucus Nigra, Caprifo-
liacea·. <La Violeta. Viola odorafa> , muy usada por los médicos árabes.
. Los médicos-b.otánicos árabes conocen la sexualidad de las plantas y
para ello fijan su observación en la Palmera de dátíles.
Abd - Allatif, médico y botánico árabe, nació en Bagdad en 1162 de
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la Era cristiána, gran amigo del visir -Bahadin" que gozaba del favordel
sultán «Saladino»; con la protección ée éste herborizó en . todo Egipto, lo
,que él llama -Bamia» es el -Hibiscus Habelmoscus., el Abel-mosco. «El
Lebkab » árbol que cita y no sabemos cual es, debe ser Un laurel; también
menciona el «Fycus Sicomorus, higuera de Egipto, de cuya madera se ha-
c.Ían las cajas para las momias.
El -Balsamodendro Gileadense·) que produce el bálsamo de la Meca.
No debemos de omitir mencionar a «Mesué· y cAvenzoar>.
Delisle, en una memoria que leyó en la Academia de Ciencias en 1818,
sostuvo que el ~ Lebkab> árabe era el «Ximenia Egipciaca> de Linneo, ár-
bol que hoyes común en Abisinia, donde se llama «Heglig ».
<r Abd-Allatif> estudia minuciosamente la estracción del bálsamo de la
Meca.
El «Khohkas) es el «Orunculo Cassia » L. dice «Abd-Allatif> que su
raíz tiene sabor muy astringente y muy acre, pero que cuando se hiere,
pierde toda su astringencia y puede servir como alimento.
Otro botánico. «Abú Djafan Ibu-Aron>,de Trujillo y maestro de Averroes.
En él califato de los Abasidas aparecen familias médicos-botánicos
como «Sinan, Taifurí, Honaino, Mesué, AJí Abbas, Abu1cazís, Avenzoar>; el
pulso y la orina son las guías del diagnóstico del médico árabe; la dietetica
tiene inmensa importancia, la botánica es la terapéutica genuína árabe.
, La escuela médica de Montpellier es influída por los médicos hispano-
árabes. También influye con sus estudios botánicos y su obra «De-Física·
Santa Hildegarda, la abadesa alemana.
En el siglo X <r Hiaya ben Isaao, médico, de origen judío o cristiano,
compuso un tratado de medicina en cinco volúmenes conforme a las teorías
griegas.
Said ben Abd Rabihí, que ideó un método contra las fiebres.
Abderrahman ben-Ishag ben- el Heifman, autor del tratado clktifa o
,el libro suficiente».
Aben Golgal: -Tratado de la Triaca> . Explicación de los nombres de
Jos medicamentos simples, mencionados en la obra de Dioscórides .
• Abulcasisll (Abul-Cassem-Kalef- ben Abás) el más ilustre de los Ci-
rujanos árabes, escribió cTesrif> en 30 tomos , el 28 es el (dibro del servi-
,dor>, especie de «Manual del boticario>.
El doctor Leclerc dice: «La obra de Abulcasis debe quedar en la His-
toria como la primera expresión de la Cirugía, constituyéndose en estado
·de ciencia distinta y fundándose en el conocimiento de la Anatomía>, indi-
,có la ligadura de arterias antes que Ambrosio Peré operó el primero de
~Iitotomía> en las mujeres.
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nio 1932, en un trabajo del Sr. Blanco juste: "Plantas exóticas cultivadas'.
en España" se alude a los árabes en las diversas especies que aclimataron
en nuestro pais, donde tomaron carta de vecindad. La ,Morera') blanca y
negra, asiática del Sur, traída por los árabes; el género «Fcenix>; el gé-
nero «Chamcerops>; la azucena .Lilium Candidum>; el <azafrán> del orien-
te árabe; el cáñamo, .Cannabis sativa». El .Ricinio>, del Africa tropical;
el «Limero> y la ((Bergamota>, del Asia árabe; el Laurel <Laurus nobilis>.
El Melocotonero, tan espléndido en I.as riberas del Jiloca y jalón es persa.
El Norte de Africa tiene el 75 % de su flora Peninsular, lo que hizo·
exclamar al Sr. Laguna: «Que Ceuta y su campo limítrofe no son sino un pe.
dazo de Andalucía, separado de España por el estrecho>. Botánicamente,.
d~bemos a los árabes diversas especies con hoy carta de vecindad española.
La escuela de Salemo con las traducciones de Constantino el Afri-
cano que se anticipó a la influencia árabe, éstos con sus traducciones de~
siriaco y del griego, dan a la escuela de Salemo el total predominio del.
Galenismo; de éstas escuelas salen muchas mujeres médicos. La obra «Flos
Medicinare> y la absoluta influencia árabe, hace que ésta muy famosa es-
cuela la botánica árabe ap!icada a la medicina se siga con todo ardimiento,
claro es que sin descubrimientos, ni novedades, sino absoluto plagio de lo·
que en Córdoba, Sevilla, Murcia y Zaragoza hacían aquellos botánicos-
árabes que habían de cimentar una ciencia llamada hoy .Farmacognosia>.
La escuela de Montpellier, sucesora de la de Salemo, siguió en la botánica.
medicinal el rumbo de la de Salerno, la ciencia salia de Córdoba y Sevilla.
La estabilización de las plantas no fué conocida por Jos árabes; prac·
ticaban el secado a la sombra y de la época de recolección sí tenían espe-
cial cuidado; de cultivos hicieron varios: el mirto, adelfos, naranjo
agrio, adormidera, aloes, rosales, ricino, etc., de estos cultivos han
dejado alguna noticia; de composición química de esto no hemos podido·
obtener noticia alguna, imperaba la intuición, la observación y la expe-
riencia; la infusión de adormideras la prescribían, sabían eL efecto; ahora
-alcaloides de la cabezuela del Papaver Somnljerum, ni el menor de-
talle; el magnífico sistema de riegos que hoy puede verse en especial en
Valencia, fué aplicado a los cultivos, donde llegaron a una altura inmensa.
El período mahometano y judío lo podemos comprender entre 732-1096-
después de J. C. los médicos árabes son deudores de su ciencia a una
·secta cristiana los «Nestorianos', La medicina árabe tenía también otro
origen, la escuela de «Gandisapor>. El gobierno de los .Abbasidas> le-
tabe la gloria de escitar y contribuir al estudio de la medicina árabe. Un
cristiano, janus Damascenus, director del Hospital de Bagdad. Maimoni-
·des formula el Tamarindo asociado al Ruibarbo . • La pesada mano de
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<1e raíces, corlezas, hojas de flores, etc., o aguas aromáticas y tenían bien
presente la gran predilección que el Profeta tuvo por la miel; de los ver-
geles del Alcázar sevillano, de la Alhambra, del Patio de Lindaraja, Albai-
cin, Alpujarras; las abejas liban en aquella floresta inigualada en Europa,
fuentes lujuriantes, arquitectura típica, macetas, macetas de aromas, las
.abejas zumban y posan en <claveles, rosas, mirtos, alhelis, adelfos, alba-
hacas, resedas, cantuesos, pasionarias»; el gran señor árabe indolente se
acuesta en cojines, observa las danzas árabes de la <<nuba», mira a sus
mujeres, la favorita le acaricia, las abejas invaden el patio árabe; sus patas
van plenos de polen se elevan y van al "Colmenar" de tronco de pino
hueco que el señor árabe les preparó y de donde obtendrá el manjar pre-
dilecto del profeta, el alimento y el medicamento precedente de mil flores
y reunido por el animal más laboríoso de la tierra. Assal Mudhoo en
árabe, fué la base de los jarabes medicinales, genuína invención árabe.
Como por su sabor y olor recuerda las plantas en que la abeja libó;
por eso lo incluímos en este trabajito.
Dicen los árabes que quien come miel tiene un carácter muy dulce,
muy agradable y simpático, y fué un producto muy árabe.
De esencias los árabes tuvieron la más exacta noticia, las rosas y cia·
veles fueron cultivacios en la vega de Granada junto al Darro, y en la
vega de Triana en el Guadalquivir; debieron de emplear para su obtención
el alcohol y el "alambique", invención suya; los harenes están perfuma-
<1os en gran escala; la mujer árabe hace gran consumo de esencias, el mé-
dico se desinfecta con aguas destiladas y esencias, se obsequia, se hace
gran gala y alarde de las arOmas de aquellos patios tan cuajados de ma-
cetas y flores, -costumbre que aún subsiste en Andalucía- y en esto dan
.la pauta de una gran industria: la de esencias y cultivo de plantas aro-
máticas.
Muy ligeramente hemos visto como la "Farmacognosia" y sus deri-
vados fueron iniciados por los árabes aprovechando el sin par clima de
España, Sevilla, Granada, Córdoba, Murcia, Almeria" Valencia, crean la
.agricultura, la irrigación más perfecta que se conoce, surgen industrias-
alguna todavía subsiste- y se da el caso de que como marca de algún
destilado, sea la gentil "Giralda" obra de moros.
Honradamente declaramos que no hemos podido reunir más datos para
formar una "Botánica árabe medicina!", la empresa es árdua, pero con lo
que hemos reunido se puede formar una idea de lo que los árabes hicieron
en España en "el arte de curar" con su terapéutica vegetal.
Para terminar el trabajito, diremos una vez más, que esos manuscritos
-que en potencial custodian los P.P. Agustinos en el Monasterio de el Es-
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