Antes de pensar en un país pacífico, debemos recapacitar en que somos agentes
constructores de paz, que la paz es el resultado del modelo mental en el que concebimos la justicia y los derechos de los demás y por tanto primero pasa por un proceso emocional interno. No critiques la vida de los demás como si realmente te afectara
1. No mal-digas a nadie ni a nada
2. No trates mal a las personas imponiendo tu voluntad, decisión o ideología 3. Sé un buen ciudadano 4. No mantengas comportamientos hostiles que ofendan o incomoden a tus vecinos 5. No ataques psicológicamente a los demás por los vacíos existenciales que puedas tener 6. No invadas el espacio personal de cada ser 7. No te mantengas a la defensiva de los demás, creyendo que valoras tus derechos 8. Sé razonable y reflexivo con las decisiones que tomas 9. Agradece lo que sabes, conoces, sientes y recibes
SOLUCIONES PACIFICAS DE LOS CONFLICTOS
Un conflicto no es lo mismo que violencia. Un conflicto aparece cuando tenemos
posiciones diferentes, puntos de vista opuestos, o por una confrontación de intereses. Hay que tener una mentalidad abierta para saber afrontar los conflictos, darse cuenta de todas las posibilidades de resolución existentes y ser creativos para inventar soluciones nuevas. Las personas por naturaleza no somos violentas, no nacemos así, es una respuesta que aprendemos de nuestro alrededor. De la misma manera, también podemos aprender otras, pacíficas y amigables.
Las diferencias de criterios son lícitas e incluso recomendables. Pero la guerra, el
terrorismo y, en definitiva, la violencia nunca solucionan las disputas. Nunca resuelven los problemas de fondo y, es más, siempre los agravan con muerte, destrucción y miseria. Hay unos elementos imprescindibles para que una disputa degenere en un conflicto violento.