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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada

Caracas- Chuao

Alumno:

Andrés Pérez

Cedula:

19023928

Asignatura:

Mecánica de suelos

Caracas, enero 2011


RESUMEN

De acuerdo con el origen de sus elementos, los suelos se dividen en dos


amplios grupos; suelos cuyo origen se debe a la descomposición física o
química de las rocas, o sea de los suelos inorgánicos, y los suelos cuyo origen
es principalmente orgánico.

Si en los suelos inorgánicos el producto del intemperismo de las rocas


permanece en el sitio donde se formó, da origen a un suelo residual; en caso
contrario, forma un suelo transportado, cualquiera que haya sido el agente
transportador (por gravedad: talud; por agua: aluviales o lacustres; por viento:
eólicos; por glaciares: Depósitos glaciares).

En cuanto a los suelos orgánicos, ellos se forman casi siempre in situ. Muchas
veces la cantidad de materia orgánica, ya sea en forma de humus o de materia
no descompuesta o en estado de descomposición, es tan alta con relación a la
cantidad de suelo inorgánico que las propiedades que pudiera derivar de la
porción mineral quedan eliminadas. Esto es muy común en las zonas
pantanosas en las cuales los restos de vegetación acuática llegan a formar
verdaderos depósitos de gran espesor, conocidos con el nombre genérico de
turbas. Se caracterizan por su color negro o café oscuro por su poco peso
cuando están secos y su gran compresibilidad y porosidad. La turba es el
primer paso de la conversión de la materia vegetal en carbón.

El suelo, como cualquier elemento natural, posee un equilibrio entre los


diversos factores que lo influyen. Un cambio de este equilibrio puede provocar
una alteración física, química o biológica.

La compactación es la principal causa de alteración del suelo.Hay dos


situaciones con elevado riesgo de compactación: áreas con fuerte tránsito de
vehículos y personas, y áreas cercanas a lugares en construcción. Hay suelos
con una tendencia más o menos acentuada a la compactación, en función de la
composición, estructura y contenido de humedad. Las constructoras a menudo
trabajan con maquinarias muy pesadas, sin delimitar la zona en la que se
encuentran y se plantarán árboles.
SUELOS

Es la cubierta superficial de la mayoría de la superficie continental de la Tierra.


Es un agregado de minerales no consolidados y de partículas orgánicas
producidas por la acción combinada del viento, el agua y los procesos de
desintegración orgánica.

ORIGEN DE LOS SUELOS

Se parte de un material originario denominado regolito (materia mineral) se


altera por procesos físicos y químicos llamados meteorización es geoquímica y
se lo reconoce como el precursor del proceso de pedogénesis. Pero además el
material expuesto directamente a la atmósfera puede ser rápidamente
colonizado por organismos vivos; desde microorganismos (bacterias, algas,
hongos, etc.) hasta los vegetales superiores que tienen su hábitat en los
primeros centímetros de la corteza y que denominamos meteorización
biogeoquímica. Por ello se puede establecer que en ese momento, en que el
material superficial empieza a ser alterado, comienza a evolucionar un suelo.

Estructura de los suelos

Definen el estado de agregación de las partículas componentes minerales u


orgánicas. Depende de la disposición de sus partículas y de la adhesión de las
partículas menores para formar otras mayores o agregados.

La permeabilidad del suelo al agua, aire y a la penetración de las raíces


también depende de la estructura.
Estabilidad estructural: Es la resistencia de los granos a disgregarse en
condiciones de humedad.
En la estructura hemos de distinguir tres aspectos diferentes, la morfología de
los agregados, su grado de desarrollo y el tamaño.

En el suelo hay partículas de distintos tamaños, desde 2 micras a 2 mm, que


no se observan por separado sino que aparecen más o menos agrupadas
siguiendo diferentes procesos en los que predominan la simple adhesión o la
floculación de los coloides, que lleva consigo el englobamiento de las
partículas de mayor tamaño. En el caso de la adhesión suele presentarse una
fragmentación subsecuente.

Todo ello genera unas formas diferentes que reciben nombres específicos para
facilitar la comprensión y simplificación de las descripciones.

Estructura particular. Se presenta cuando sólo hay arena y la floculación es


imposible y las partículas quedan separadas. Realmente no se trata de una
estructura pues no responde a los criterios de definición de la misma pero se le
asigna el término para mantener una unidad en la definición y describir este
estado de "no agregación" del suelo.

Estructura masiva. Ocurre cuando las partículas se adhieren tanto que aparece
una masa sin grietas y sin diferenciación de agregados. Es propia de
materiales que no han sufrido procesos edáficos pero que poseen coloides
arcillosos derivados de su origen.

Estructura fibrosa. Es otra de las situaciones que no responde al criterio de


estructura como sucede con las anteriores. Está constituido por fibras
procedentes del material orgánico poco descompuesto en el que los restos de
tejidos son fácilmente visibles.

. TIPOS DE SUELOS

Los suelos en que podrán quedar las fundaciones de las diferentes


estructuras de las líneas se clasificarán según uno de los tipos de suelos que
se describen a continuación.

a) Suelo tipo 1

Roca sana o moderadamente agrietada, que puede estar cubierta por una
capa de suelo de cualquier otro tipo de un espesor no mayor a los dos tercios
de la profundidad de fundación.

b) Suelo Tipo 2
Roca agrietada, roca parcialmente descompuesta muy firme, gravas o
arenas densas cementadas, nivel estático máximo de la napa de agua bajo el
nivel inferior de fundación.

c) Suelo tipo 3

Rocas completamente descompuestas de consistencia firme, gravas


limpias de compacidad media y alta, gravas gruesas arcillosas o limosas
firmes, cubiertas por una capa de suelo tipo 4 de no mayor a un tercio de la
profundidad de fundación. Nivel estático máximo de la napa de agua bajo el
sello de fundación.

d) Suelo tipo 4

Roca completamente descompuesta de consistencia media, gravas limpias


sueltas, arenas, gravas finas y arenas arcillosas o limosas, limos o arcillas de
consistencia media o firme, nivel estático máximo de la napa de agua bajo el
sello de fundación

e) Suelo tipo 4L

Limos de consistencia media a firme, livianos, con bajo peso unitario, como
son los “trumaos”.

f) Suelo tipo 5:

Suelo tipo 2 con nivel estático máximo de la napa de agua a cota de sello
de fundación o sobre ella.
g) Suelo tipo 6

Suelo tipo 3 ó 4 con nivel estático máximo de la napa de agua a cota de


sello de fundación o sobre ella.

h) Suelo tipo 7

Arenas arcillosas o limosas y limos o arcillas de consistencia media a


blanda. Nivel estático máximo de la napa de a agua a cota de sello de
fundación o sobre ella.

Si el espesor de la sobrecarga que cubre alguno de los suelos antes


señalados es superior al que se ha indicado como máximo para cada uno de
éstos, el suelo se clasificará considerando las características de la sobrecarga.

Los términos usados para describir los diferentes tipos de suelo se ajustan a
los definidos en la Norma ASTM D 2487.

Si alguna estructura quedase apoyada en suelos de muy baja capacidad de


soporte, que no pueda incluirse en esta clasificación, se realizan los estudios
necesarios para definir la capacidad de soporte del suelo.

COMPOSICIÓN MINERALÓGICA DE LAS FRACCIONES DEL SUELO

Desde el punto de vista mineralógico, existen ciertas relaciones generales entre


las fracciones granulométricas y los minerales que las componen, de acuerdo a
los principios ya vistos.

A medida que las partículas minerales disminuyen de tamaño, aumenta su


superficie específica y también su susceptibilidad a los procesos de alteración
química. En consecuencia, las diferencias de estabilidad de los minerales serán
un importante factor que determine el cambio en composición mineralógica con
el tamaño de partícula. Estos cambios son particularmente marcados a medida
que nos aproximamos al tamaño de la fracción arcilla.

Normalmente la composición mineralógica de las fracciones arena y limo se


considera separadamente de la fracción arcilla. Esta distinción resulta de las
diferencias marcadas en composición mineralógica, y en consecuencia, los
métodos usados para la determinación de la mineralogía de la arena y limo por
un lado, y de la arcilla por otro.

FRACCIONES ARENA Y LIMO

Las partículas de arena más bastas son, casi siempre fragmentos de roca,
sobre todo de cuarzo, existiendo además cantidades variables de otros
minerales primarios. La composición mineralógica de estas fracciones sigue los
principios vistos anteriormente y varía para los distintos suelos según la roca
madre y el grado de meteorización.

Fracción arcilla

En esta fracción se encuentran generalmente diversos minerales secundarios.


Convencionalmente se pueden clasificar en silicatos y no silicatos. Los silicatos
incluyen la caolinita, montmorillonita, illita, vermiculita y alofán, entre otros. La
variación que existe entre estos grupos de arcillas en plasticidad, cohesión,
adhesión, capacidad de intercambio catiónico y otras propiedades es muy
grande. Por eso, es un dato de considerable importancia el saber qué tipo de
arcilla domina en un suelo o cuáles coexisten.

Los no filosilicatos incluyen: cuarzo y otras formas de sílice (SiO2); óxidos e


hidróxidos de hierro, tales como hematita o goethita; óxidos e hidróxidos de
aluminio tales como gibbsita; y carbonato de calcio. Parte del material mineral
de la arcilla de los suelos es cristalino y parte amorfo.

Compactación de suelos
Es la densificación del suelo por medios mecánicos. El objetivo, mejorar la
resistencia y estabilidad volumétrica,

afectando la permeabilidad, como consecuencia del proceso de densificación


de la masa.

ESTABILIZACIÓN DE SUELOS. Concepto más amplio y general que el de


COMPACTACIÓN, pues

incluye cualquier procedimiento útil para mejorar las propiedades ingenieriles


del suelo, como estructura.

La estabilización comprende:

a) Compactación

b) Mezcla granulométrica

c) Adición de compuestos especiales (antes de mezcla y/o compactación)

Los estabilizantes son de tres tipos:

a) Cemento

b) Material bituminoso (asfalto, por ejemplo)

c) Productos químicos (óxidos e hidróxidos de Ca, cloruro de Ca y Na, cloruro


férrico, silicato Na y recinas).

MEDIDA DE LA COMPACIDAD DEL SUELO.

Se califica la compacidad por la comparación cuantitativa de las densidades


secas o pesos unitarios secos, γd, que el

suelo va adquiriendo gradualmente, al variar la humedad, la energía o el


método de compactación.

MÉTODO PROCTOR.

Consiste en compactar el material dentro de un molde metálico y cilíndrico, en


varias capas y por la caída de un
pistón. Existen dos variaciones del MÉTODO PROCTOR.

a) Proctor estandar o normal, con pistón de 5 ½ lbs, h = 12’’, N = 25 golpes y 3


capas a compactar. El molde de φ

= 4’’ y volumen 1/30 ft3.

b) Proctor modificado, con pistón de 10 lbs, h = 18’’, N = 25 golpes, y


compactando en 5 capas, con el mismo

molde.

METODOS DE COMPACTACION.

La energía que se requiere para compactar los suelos en el campo se puede


aplicar mediante cualquiera de las siguientes cuatro formas, las cuales se
diferencian por la naturaleza de los esfuerzo aplicados y por la duración de los
mismos. Estas formas son:

1.- Por amasado. Rodillos pata de cabra.

2.- Por presión. Rodillos lisos y neumáticos.

3.- Por impacto.

4.- Por vibración.

5.- Métodos mixtos.

ENSAYO DE COMPACTACIÓN EN LABORATORIO.

{draw:frame} En la actualidad existen distintos métodos para reproducir en


laboratorio las condiciones de compactación en obra. El primero y más
difundido es debido al Dr. R. R. Proctor (1933) y es conocido como Ensayo
Proctor Estándar. La prueba consiste en compactar el suelo a emplear en tres
capas dentro de un molde de forma y dimensiones normalizadas, por medio de
25 golpes en cada una de ellas con un pisón de 2,5 [kg] de peso, que se deja
caer libremente desde una altura de 30,5 [cm].

Con este procedimiento Proctor observó que para un suelo dado, a contenido
de humedad creciente incorporado a la masa del mismo, se obtenían
densidades secas sucesivamente más altas (mejor grado de compactación).
Asimismo, notó que esa tendencia no se mantenía indefinidamente si no que,
al superar un cierto valor la humedad agregada, las densidades secas
disminuían, con lo cual las condiciones empeoraban. Es decir, puso en
evidencia que, para un suelo dado y a determinada energía de compactación,
existe un valor de “Humedad Óptima” con la cual puede alcanzarse la “Máxima
Densidad Seca”.

El Ensayo Proctor Estándar también es conocido como Ensayo AASHTO T–99


(American Association of State Higway and Transportation Officials –
Asociación Americana de Agencias Estatales de Carreteras y Transportes).

Todo método de compactación, sea por impacto, como es el caso del Ensayo
Proctor, o bien por amasado, vibración o compresión estática o dinámica,
produce estabilización del suelo al transferirle energía al mismo.

Ciertamente, no existe equipo de compactación aplicable al terreno que sea


contraparte o comparable al ensayo de impacto en el Laboratorio (a diferencia
de lo que ocurre en el caso de ensayos de amasado, vibración o compresión
de laboratorio que encuentran su contraparte en los rodillos pata de cabra,
vibro compactadores, de rueda lisa, etc.).

No obstante ello, es tanta la experiencia que se ha acumulado sobre la prueba


patrón Proctor, así como la gran cantidad de información que da indicio de su
eficacia, que desde el comienzo de su implementación hasta el presente es un
método aceptado y referenciado en un sinnúmero de pliegos de obras.

En tiempos de la Segunda Guerra Mundial se introdujo el Ensayo Proctor


Modificado (AASHTO T–180), como respuesta a las exigencias de subrasantes
más densas en aeropistas, demandadas por los pesados equipos de aviación
militar que se desarrollaron por entonces. Este ensayo modificó el Estándar
aumentando el número de capas de 3 a 5; el número de golpes en cada una de
ellas se llevó de 25 a 55; el peso del pisón se elevó a 4,5 [kg] y la altura de
caída a 45,7 [cm]. Básicamente con ello se evitó incrementar las
compactaciones relativas por encima del 100% del Proctor Normal o Estándar,
y la dificultad que presentan algunos suelos en ser compactados en campo
cuando su humedad óptima, determinada por ésta última prueba, es cercana al
Límite Plástico.

Comparando los resultados entre ambos, para un mismo suelo, se puede


comprobar que el Modificado provee valores de Densidad Seca Máxima más
elevados, a consecuencia de la mayor energía aportada, en correspondencia
con menores valores de Humedad Óptima.

Actualmente, ambas pruebas cuentan con variantes a las formas originales. La


elección del tipo de ensayo a efectuar dependerá, básicamente, de la
naturaleza de la obra a realizar.

CURVAS DE COMPACTACION.

-La forma típica de curvas de compactación para 5 tipos de suelos se


muestran en la Fig. 12. Para fácil comparación se ha referido para una misma
gravedad específica y una común línea cero de vacíos.

En general, los suelos arcillosos, las arenas bien gradadas y los suelos
limosos tienen un pico definido en la curva de compactación. Los suelos
uniformemente gradado, consistente de un rango limitado de tamaños de
partículas, la curva es mas aplanada y la condición óptima no es fácil de
definir. {draw:frame} - El “doble pico” es frecuentemente obtenido de arenas
finas uniformemente gradadas. Para estos materiales el contenido de humedad
para una óptima compactación es menos crítica que para aquellos suelos que
poseen una curva de compactación mas empinada.

CURVAS TÍPICAS DE COMPACTACIÓN PARA CINCO SUELOS


DIFERENTES

(ASTM D 698).

Se indica que ninguna compactación debe ser inferior al 90% del ensayo
correspondiente, por muy modesta que sea la obra o el destino. En el cuadro
siguiente se ilustra sobre la prueba AASHTO conveniente y el porcentaje
mínimo de compactación a requerir.
Tratándose de Sub-rasantes, y siempre bajo la prueba Estándar, sirve también
de orientación la siguiente tabla, conforme a la categoría de tránsito a recibir.

PERMEABILIDAD DE LOS SUELOS

Los suelos y las rocas no son sólidos ideales, sino que forman sistemas con 2
ó 3 fases: partículas sólidas y gas, partículas sólidas y líquidas, o bien,
partículas sólidas, gas y líquido. El líquido es normalmente agua y el gas se
manifiesta a través de vapor de agua. Por lo tanto se habla de medios

“porosos”. A estos medios se los caracteriza a través de su “porosidad” y a su


vez esta propiedad condiciona la permeabilidad del medio o del material en
estudio.

Se dice que un material es permeable cuando contiene vacíos continuos, estos


vacíos existen en todos los suelos, incluyendo las arcillas más compactas, y en
todos los materiales de construcción no metálicos, incluido el granito sano y la
pasta de cemento, por lo tanto dichos materiales son permeables. La
circulación de agua a través de la masa de éstos obedece aproximadamente a
leyes idénticas, de modo que la diferencia entre una arena limpia y un granito
es, en este concepto, solo una diferencia de magnitud.

La permeabilidad de los suelos, es decir la facultad con la que el agua pasa a


través de los poros, tiene un efecto decisivo sobre el costo y las dificultades a
encontrar en muchas operaciones constructivas, como los son, por ejemplo, las
excavaciones a cielo abierto en arena bajo agua o la velocidad de
consolidación de un estrato de arcilla bajo el peso de un terraplén, de allí la
importancia de su estudio y determinación, aspectos que se desarrollarán a
continuación.

PRUEBAS DE PERMEABILIDAD DE CAMPO

Antes de la construcción de una estructura de tierra, es importante verificar que


las propiedades del suelo de la cimentación, sean las indicadas para garantizar
la estabilidad y funcionamiento adecuado de la obra. En algunos casos, dichas
propiedades pueden obtenerse en el laboratorio a partir de muestras
inalteradas; sin embargo, es frecuente que, al no poder obtener muestras
inalteradas o suficientemente representativas, se tenga que recurrir a pruebas
de campo para el mismo fin. Las pruebas de campo tienen que adaptarse a las
particularidades de cada obra y, en general, no es posible ni deseable
establecer un procedimiento estándar para su ejecución.

PRUEBAS DE PERMEABILIDAD DE CAMPO

Las pruebas de permeabilidad de laboratorio son útiles cuando la estructura


que se forma está formada por un material que puede considerarse
homogéneo, isótropo, o anisótropo, como en el caso del corazón impermeable
de una cortina, construido con la tierra de un banco de préstamo homogéneo.
En cambio, en las formaciones naturales, generalmente compuestas por
mantos distintos, con variaciones importantes tanto en la disposición de los
mismos como en las características de los materiales, es difícil estudiar el
escurrimiento a partir de un número limitado de ensayes sobre muestras
inalteradas. En mantos de arena y grava es casi imposible obtener
especimenes inalterados. En estos casos es necesario recurrir a las pruebas
de campo.

El tipo de prueba de permeabilidad útil en cada caso particular depende de


numerosos factores, tales como tipo de material, localización del nivel freático y
homogeneidad o heterogeneidad de los distintos estratos del suelo, en cuanto
a permeabilidad se refiere.

En la tabla siguiente, tomando en cuenta ciertas características del problema


bajo estudio, se expone la aplicabilidad de los diversos tipos de pruebas de
permeabilidad a los suelos aluviales típicos de las boquillas de presas.

Cada tipo de prueba se analiza con métodos de cálculo más o menos


elaborados; sin embargo, los resultados obtenidos de los diferentes métodos
de interpretación, propios a cada prueba, son semejantes; debe prestarse
especial atención a la forma en que se lleva a cabo el ensaye, ya que,
dependiendo de los procedimientos utilizados, los resultados pueden variar de
forma significativa.
Además de las pruebas de permeabilidad mencionadas en la tabla anterior, se
presenta la prueba de permeabilidad Lugeon, generalmente usada para masas
rocosas.

INSTRUCCIONES GENERALES PARA LA EJECUCIÓN DE PRUEBAS DE


PERMEABILIDAD TIPO LEFRANC

Debido al gran desarrollo que últimamente ha tenido en nuestro país la


construcción de cortinas cimentadas sobre terrenos de aluvión, es de gran
importancia investigar la permeabilidad de dichos terrenos, sobre todo teniendo
en cuenta que no son formaciones homogéneas, sin, que, por el contrario,
frecuentemente presentan una heterogeneidad bien marcada, sobre todo en
sentido vertical.

En estas condiciones puede ser conveniente investigar la permeabilidad


horizontal en diferentes horizontes, como dato adicional al de obtener el
coeficiente de permeabilidad medio, por los métodos convencionales de
bombeo a través de un pozo central.

CONSIDERACIONES TEÓRICAS

La prueba se ejecutará en una perforación expresamente hecha para el efecto,


en que su extremo interior estará dotada de una cámara filtrante.

La prueba podrá hacerse a flujo constante, sea por bombeo o por inyección de
un gasto constante; o en flujo variable por ascenso o descenso de la superficie
del agua dentro de la perforación. En ambos casos es recomendable que la
carga de prueba se limite a valores del orden de los 5 a los 10 metros. Como
máximo.

Para el primer caso, si se denomina por H la diferencia de carga total


correspondiente al gasto Q, la permeabilidad estará dada por:

K = C (Q/H) …………………..(1)

En donde C es un coeficiente que depende de las dimensiones y forma de la


cámara de filtrante, que para efectos de esta prueba se considerará como un
elipsoide de revolución con el eje corto igual con D y una distancia focal F.
K en m/seg

C en 1/m = m-¹

Q en m3 / seg

H en metros

Con objeto de comprobar que las dimensiones son normales se harán ensayos
con gastos mayores y menores que el de prueba y los valores Q, H se llevarán
a una gráfica a escala natural, en donde, si el ensayo es correcto, y el flujo
laminar, deberán quedar alineados a lo largo de una recta pasando por el
origen.

Cuando el tramo de prueba se encuentre en la cercanía al fondo impermeable


o a la superficie del manto freático, al coeficiente C debe hacérsele una
corrección mediante el aumento de valor..

Cuando el terreno sea poco permeable, podrá usarse el segundo caso, de flujo
variable, cuyos elementos son:

D = diámetro de la tubería en metros

L = longitud de la cámara filtrante en metros.

Ho = distancia del punto medio de la cámara filtrante al manto impermeable

H1 = carga en el instante t1

H2 = carga en el instante t2

A= área efectiva de la sección transversal de la tubería de prueba m²

(t1 y t2 tiempos correspondientes a H1 y H2)

Para este caso:

C tiene el mismo significado que para el caso 1, obteniéndose los valores


correspondientes usando las gráficas de la figura 2 y 2á

Los diferentes puntos correspondientes a las medidas Hn, Tn deben alinearse


sobre una gráfica log H,T.
Para el cálculo de K por medio de la fórmula (4) es preciso conocer la posición
del nivel estático N. E. Del manto, contada generalmente a partir de la
elevación de la boca del tubo.

El caso 2 puede efectuarse arriba del nivel estático del agua, en cuyo caso las
cargas H´1 y H´2 se medirán a partir del punto medio de la cámara filtrante, la
cual estará a una profundidad Zo, contada a partir de la boca del tubo.

Para valores

y z en metros, se llevarán en una gráfica que, en principio, deben alinearse a lo


largo de una racta, que cortará el eje de las ordenadas (profundidades) en la
elevación correspondiente a la del nivel estático del manto freático.

En el caso que la prueba se haga arriba del nivel estático, la recta cortará al eje
de las ordenadas, a la elevación media de la cámara filtrante, dicha prueba
siempre será bajada.

Condiciones generales que deben que deben satisfacer para que la prueba se
considere aceptable:

La relación 1/d debe ser igual o mayor a 5.

El valor l es conveniente también limitarlo a 10 máximo, pero procurando que


los valores usuales estén comprendido entre 1.0 y 5.0 metros.

Debe considerarse como no satisfactoria la prueba hecha a través del fondo del
tubo solamente debido a la posibilidad de que el material suelto remonte la
tubería, falseando los resultados, y a que el valor de k sería en sentido vertical,
principalmente.

CAMARAS FILTRANTES

La cámara filtrante puede construirse por medio de un tramo de tubo ranurado,


a partir del fondo de la perforación, el área de ranuración debiendo ser superior
al 15 % del área filtrante.
Este caso es muy importante que se compruebe por medio de una sonda, que
em la cámara filtrante no ha remontado material fino, limo o arena, que reduzca
las dimensiones de la misma, pues entonces los datos finales serían falsos.

La cámara filtrante también podría formarse con grava gruesa no graduada


rellenando el ramo inferior de tubería de ademe, la que sería izada
posteriormente una longitud determinada. El relleno de grava deberá quedar a
una cota superior a la del fondo del ademe, y estar constituido por granos
comprendidos entre 1.5 y 2.5 cm.

En este caso, si se comprueba que la tubería de ademe ha quedado floja


dentro de la perforación, y existe la posibilidad de flujo a través del espacio
comprendido entre la superficie exterior del tubo y las paredes de perforación, y
si además, el terreno estás saturado, deberá hacerse una prueba a base de
bombeo. O de flujo variable ascendente.

En fin, la cámara filtrante puede quedar construida por un tramo de perforación,


sin ademe, en caso de que no exista posibilidad de derrumbes y
descompresiones del terreno que puedan falsear los valores correspondientes
al terreno virgen.

Siempre que sea posible, debe preferirse la prueba a base de bombeo a flujo
variable, ascendente, con objeto de evitar la posibilidad de formar obturaciones
al inyectar agua a presión, si esta última es muy grande.

Es conveniente que los valores de z1, z2, z´1 y z´2 se obtengan por medio de
una sonda eléctrica introducida a través de un tubo de menor diámetro que el
ademe, colocado ex profeso para el caso.

PRUEBAS LEFRANC

Ejemplos:

Caso num. 1. carga constante.

Datos:

D = 7.6 cm.
H1 = 1.5 m -Zo-- z1

Q = lt/seg - 0.0005 m³ / seg.

L = 1.00 metros.

Los valores que se toman en el campo son:

Zo en m. Profundidad del manto con respecto a la boca del tubo

Z1 en m. Profundidad del agua en el pozo, para un gasto Q constante.

Q en litros por segundo constante, durante 10 minutos.

Y de estos tres datos los que hay que tomar con cuidado son z1 y Q, pues es
en los que se puede cometer errores con gran facilidad. Una forma de limitar
las posibilidades de error es efectuar la prueba con este método solo para
valores de Zo reducidos, digamos del orden de los 5.0 a los 10.0 metros como
máximo.

En estas condiciones es posible medir la profundidad Z1 con una sonda


eléctrica , a través de un tubo de menor diámetro que el ademe; y el agua con
gasto Q, deslizarla por 4el espacio comprendido entre los dos tubos, y
mantener el gasto constante durante 10 minutos.

ENSAYOS LEFRANC

Se entuba la perforación por tratarse de terrenos pulverulentos y la cavidad se


abre bajo la zapata del revestimiento. Se conserva abierta gracias a la
inyección de agua que se realiza a través de las toberas de un trépano
pequeño que se mantiene fijo a una determinada profundidad.

La sobrecarga h de agua en la cavidad viene dada por la observación del nivel


libre en el entubado y el caudal de inyección por la bajada del nivel del tanque.

De este modo se tienen todos los elementos necesarios para calcular K, salvo
el coeficiente C de la cavidad para evaluar este es preciso hacer una hipótesis
sobre la forma de la misma. Por consiguiente, la interpretación del ensayo solo
puede suministrar un orden de magnitud bastante aproximado de las
permeabilidades. En general es suficiente, ya que el coeficiente C varía poco
con la forma de la cavidad.

Cuando la dimensión de los granos de las formaciones es demasiado grande


para que el agua pueda formar una cavidad, es necesario recurrir a otro
procedimiento.

Algunas veces se puede realizar con la herramienta de perforación con una


cavidad de forma dada asegurando su mantenimiento durante el tiempo que
dura el ensayo la propia cohesión del terreno. En este caso no hay que
olvidarse de comprobar que no sufre ninguna modificación durante el tiempo
que se realizan las medidas.

En particular, si se toma como cavidad el espacio en forma de disco que se


crea en la base del entubado, es necesario que no ascienda por él nada de
terreno. Si esto no se cumple rigurosamente, no existe ningún medio de
evaluar correctamente el coeficiente a considerar, ya que la parte de formación
que se introduce en el entubado, en general antes de comenzar el ensayo, se
ha descomprimido con relación a la que queda en su sitio y su permeabilidad
cambia.

Además, el cálculo demuestra que, cuando existe un terreno idéntico dentro y


fuera del revestimiento basta con una pequeña subida para que la carga h que
hay que sustituir en la fórmula sea una pequeña fracción de la sobrecarga
aplicada. Por consiguiente, hay que evitar este tipo de cavidad.

Cuando es posible se mantiene el hueco abierto llenándolo con grava gruesa


calibrada. Los vacíos de esta son lo suficientemente grandes para que el agua
de inyección no pierda la carga por su causa.

Finalmente, se puede proveer el entubado de un elemento perforado


debidamente calibrado.

Si los caudales inyectados son muy pequeños y no se puede conseguir una


cavidad inyectando agua, la bomba resulta inútil, entonces se puede introducir
el agua con un bidón de capacidad conocida que mantenga siempre un nivel
constante en el entubado. O más sencillo aún, después de haber llenado el
revestimiento de agua, se mide la velocidad de descenso de esta.

Como se ha visto, estos ensayos se pueden realizar de modo muy variado y


conviene tomar diferentes valores de la sobrecarga para compensar los
errores.

La experiencia de estas muestras demuestra que su simplicidad es solo


aparente y es necesario que las efectúen e interpreten técnicos que sepan lo
que hacen. Con las inyecciones de agua se corre el riesgo de provocar
fracturas que permiten que se establezca fácilmente una corriente de agua
alrededor del entubado o, por el contrario, que se obturen las formaciones.
Incluso aunque las aguas estén perfectamente limpias, se puede producir esta
colmatación por el desprendimiento del gas disuelto en el agua.

Por todas estas razones se prefiere generalmente efectuar los ensayos por
bombeo. Pero es necesario tomar grandes precauciones para evitar que se
produzcan arrastres del terreno que cambiarían completamente el valor del
coeficiente C que se creía aplicable.

Como generalmente las cavidades son de pequeñas dimensiones, las


permeabilidades calculadas se refieren a un pequeño volumen de terreno y se
pueden considerar como puntuales. Es necesario ensayar un gran numero de
puntos para poder tener un valor medio de la permeabilidad del terreno.

FLUJO LAMINAR Y TURBULENTO

En su movimiento, el flujo del agua presenta 2 estados característicos:

FLUJO LAMINAR

FLUJO TURBULENTO

En el flujo laminar las líneas de flujo permanecen sin juntarse entre sí en toda
la longitud del suelo en cuestión, es decir cada partícula se desplaza sobre una
senda definida la cual nunca intercepta el camino de ninguna otra partícula. Las
velocidades son bajas.
En el flujo turbulento las sendas son indefinidas, irregulares y se tuercen,
cruzan y retuercen al azar. Las velocidades son mayores.

Las leyes fundamentales que determinan el estado de un caso de flujo dado


fueron determinadas por Reynolds a través de sus experiencias, en las cuales
la relación entre la velocidad de flujo a través de un tubo y la cantidad de
carga perdida por fricción fue la parte más importante de la investigación,
expresada en gráficos gradiente hidráulico vs. Velocidad. Dichos gráficos
presentan 3 zonas: flujo laminar, turbulento y de transición; a partir de los
cuales pueden determinarse los valores de velocidad para los cuales el flujo
cambia de régimen. En particular, en el límite régimen laminar-turbulento el nº
de Reynolds definido en la ecuación toma el valor de 2000.

Donde:

R: nº de Reynolds (adimensional)

vc: velocidad crítica, en cm/seg

D: diámetro del tubo, en cm

ρ: densidad del fluido, en gr/cm3

g: aceleración de la gravedad cm/seg2

η: viscosidad del fluido en gr. seg/ cm2

Mediante esta ecuación se puede observar que a medida que el diámetro del
tubo disminuye la velocidad crítica aumenta, con lo cual aumenta el margen
dentro del cual el flujo es laminar. Si se hace una extensión de lo dicho
anteriormente al suelo se ve que para la mayoría de éstos, el nº de

Reynolds varía entre valores mucho menores que los planteados para tuberías
dado que el diámetro medio de los poros es mucho más pequeño que el
diámetro planteado en la ecuación anterior. Sin embargo, en suelos altamente
gruesos, gravas por ejemplo, el flujo puede ser turbulento.

MOVIMIENTO DEL FLUIDO EN EL SUELO. LEY DE DARCY.

COEFICIENTE DE PERMEABILIDAD

Los poros-canales en una masa de suelo son tan delgados, sinuosos e


irregulares en su sección transversal y complejos en su intersección y
subdivisión que el análisis de flujo a través de todos los poros individuales no
sería posible. Sin embargo, en aquellos problemas de ingeniería que involucran
la absorción a través del suelo, el flujo que ocurre en cada poro no es de
interés. Por el contrario, el flujo que se desea conocer es el flujo combinado a
través de todos los poros de un elemento cuyo volumen sea suficientemente
grande para dar una representación típica de toda la masa de suelo que se
trate.
CONCLUSIONES

El suelo y su composición es al algo fascinante las formas texturas colores que


se encuentran en todo el mundo, en la ingeniería civil el suelo juega un papel
muy importante puesto que es fundamental tener conocimiento del mismo y de
sus ensayos para conocer sus propiedades y poder determinar qué tipo de
obra se puede levantar sobre este suelo, de tal manera el conocimiento y
manejo del proceso de ensayo aplicado al suelo es fundamental para todo
ingeniero civil.

La permeabilidad hoy en día mediante su ensayo es posible determinar el nivel


de permeabilidad de un terreno en riesgo esto puede propiciar un desalojo de
personas de zonas de alto riesgo de derrumbe por la sobresaturación de agua
la cual se acumula y genera el deslizamiento del terreno del cual hoy se han
visto afectadas muchas familias en lo largo del país.

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