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262743006-Comentario de Laminas
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UNED
COMENTARIO DE IMÁGENES.
Una de las habilidades que es necesario adquirir para superar la mayor parte de
las asignaturas del Grado en Historia del Arte consiste en saber realizar una buena
crítica de una obra de arte, independientemente del tipo que ésta sea, arquitectura,
escultura, pintura, etc. Es evidente que a la hora de realizar un comentario de una obra
de arte, no existe un único esquema predeterminado que se pueda usar de forma
generalizada. La realidad es que cada persona, se fijará más o menos que otra en
determinados rasgos o detalles de una obra, que algunos aspectos de la misma obra,
serán muy interesantes e importantes para un observador, mientras que para otro, serán
indignos de mención o pasarán desapercibidos. Aún así, lo cierto es que sí existen una
serie de datos, aspectos o partes de una obra artística que deben ser objeto de mención y
comentario independientemente de quién sea el autor del comentario, y que siempre
deberemos incluir en un comentario correcto.
Lo que a continuación proponemos es un sistema básico de comentario que debe
servirnos para cualquier obra de arte, aunque debemos ser conscientes de que algunos
aspectos serán siempre señalables en unas obras y en otras, no. Deberemos ser nosotros
mismos, con nuestro propio juicio y si se me permite, con nuestro propio “sentido
común”, quienes adaptemos, de forma coherente los contenidos de nuestro comentario a
la obra y el contexto que estemos analizando.
De forma básica, la estructura de un comentario de láminas, tal y como se os
presentarán en las pruebas presenciales, es la siguiente:
2.-Encuadramiento y clasificación.
Una vez hecha una breve descripción, hay que encuadrar y clasificar la
obra dentro de una época y estilo artístico determinados. Si conocemos el autor y el
título con seguridad, hay que mencionarlos, pero si no es así, hay que presentar esta
parte del comentario indicando por qué razones encuadramos la obra dentro de tal o cual
estilo y época, ya que esto permite a quien lee el comentario, apreciar nuestros
conocimientos, sin que sea estrictamente necesario indicar autor y título de la obra.