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El Líder y El Liderazgo

I.- INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos de “ELEGIR LÍDER”, tenemos el privilegio y a
responsabilidad moral de hacerlo con honestidad, a “corazón limpio”, y
convencidos de que nuestra decisión es la más correcta para nuestra iglesia,
comunidad o país, no la más conveniente. Para ello hemos de analizar
detenidamente la situación, junto con algunas preguntas básicas que vienen
a nuestra mente.
1. ¿Qué es un líder? ¿Qué función hace un líder? ¿Por qué se necesitamos a
un líder? ¿Dónde buscar un líder? ¿Por qué los aspirantes desean convertirse
en líder? ¿Requisitos para ser líder? ¿Por qué seguimos a un líder?
2. ¿Cómo contesta el aspirante a estas preguntas?
3. Un líder conforme Dios quiere es lo que se necesita hoy con urgencia. Un
hombre o mujer fiel a los principios de Jesucristo; que no venda su
conciencia; que no le importe “el qué dirán"; que tome conciencia de todos
sus pensamientos y acciones; y que tenga claro que el único propósito en su
ministerio, es la extensión del Reino de Dios mediante la proclamación del
Evangelio transformador de Cristo, y , por consiguiente, que no estime ni se
aferre a la fama y el reconocimiento de la gente, sino a todo lo contrario,
vistiéndose siempre en humildad y servidumbre a la Obra de Dios, cuyo
espejo donde mirarse cada día debe ser el Señor Jesús.
II.- EL LIDER SEGÚN LA SOCIEDAD
A. ¿Qué es ser líder? Definición.
1) Es una persona que tiene la capacidad de conducir a otros, en un proceso
que permitirá alcanzar un determinado objetivo, meta o propósito.
2) El Diccionario de Ciencias de la Conducta: “Tiene cualidades de
personalidad y capacidad que favorecen la guía y el control de otros
individuos".
B. Clases de líderes: Buenos y Malos
1) Un buen líder puede llevar al pueblo a la victoria.
2) Un mal líder lo llevara a la derrota. Esto lo vemos tanto en lo político, en
los negocios, en la familia, en los deportes, etc. Ejemplos:
o En la vida cotidiana encontramos líderes indignos al servicio del
ciudadano: La clase política y todo aquel que contemple primero sus
propios intereses antes que el de aquellos a quien representa.
o En las Escrituras encontramos el líder modelo en el servicio cristiano: El
Señor Jesucristo.
o También, han existido muchos seres humanos que Dios usó como
líderes durante su obra reflejada en la Biblia. Entre ellos están: Moisés,
Josué, Noé, Abraham, José, David, Salomón, Nehemías, Daniel y Pablo,
entre otros.
C. Características de un buen líder
01) Son personas de confianza: Las personas seguirán a todo aquel que les
guste y agrade; en quien puedan confiar, y demuestren preocupación y
competencia.
02) Saben escuchar: Las capacidades de escuchar no son hereditarias, son
adquiridas, y en esto se basan muchos estilos de liderazgo. La gente necesita
que los escuchen.
03) No juzgan: Si críticas las ideas de alguien, seguramente esa persona no
utilice nunca las tuyas pues atentas contra su auto integridad.
04) Delegan: El potencial de trabajo de las personas es a veces desperdiciado
y no se administra adecuadamente. Reconoce que todos tienen habilidades,
y confía en las demás personas para que usen estas habilidades de manera
prudente.
05) Motivan: Todos tendemos a estancarnos cuando disminuye la motivación
y el liderazgo está inerte. La motivación y la creatividad es necesaria para
conseguir los objetivos y para activar la autoestima.
06) Entienden a las personas: Ocupan el lugar de la gente para escuchar y así
valoran desde otra perspectiva los problemas del pueblo. Tienen el don de
entender. La paciencia y la sabiduría son sus virtudes.
07) Aprenden: Se auto educan mediante la lectura o hablando con sus
homónimos. Intercambian ideas y experiencias. También se auto evalúan
para analizar sus acciones y ver si han actuado correctamente para la
próxima vez hacerlo mejor.
08) Planean con antelación: Tienen un plan de acción preparado y piensan
siempre hacia el futuro, anotando ideas para mejorar, y determinando
maneras en donde el proceso del día a día trabaja sin problemas para darles
más tiempo.
09) Fijan objetivos para ellos mismos: Los líderes invierten tiempo y dinero en
caso de que sea necesario para el desarrollo personal.
10) No manipula: Este tipo de dirigentes no chantajea, ni controla la
conducta de las personas impidiendo que se actúe con libertad, sino todo lo
contrario, escucha y se pone en el lugar del otro para ver las cosas desde un
punto de vista más equitativo.
11) Valora ideas e iniciativas de todos, y valora el tiempo y las
capacidades: Apoya a los emprendedores y los impulsa a llevar a cabo sus
ideas o metas.
12) Organiza y fomenta la participación: Crea estrategia para facilitar el
desarrollo de un clima de confianza, despierta el interés por el trabajo en
grupo, ayuda a compartir los conocimientos, los motiva y facilita la
convivencia.
D. Características de un líder malo
1) Autocrático: Sólo gobierna él con total autoritarismo basándose en un
poder personal absoluto y despótico.
a) Dominante, autosuficiente, absorbente, conflictivo, peleador y autoritario
2) Paternalista: Adopta el paternalismo como forma de conducta, es decir,
que aplica las formas de autoridad y protección propias del padre en la
familia tradicional.
a) Quiere quedar bien con todo el mundo, no desea tener conflictos con el
grupo, es el protector, quiere hacerlo todo, menosprecia al equipo, puede
hacer perder la orientación…
3) No suele tener normas: Usa sus propias ideas para administrar el liderato.
a) Líder sin iniciativas, no dirige ni coordina, es inseguro, no muestra interés
por el grupo, solo mira su propio interés, improvisa, lo que se haga está
bien…
III.- QUÉ PIDE DIOS A UN LIDER CRISTIANO
A. En las relaciones con los demás
01. Aceptar a los hermanos tal como son: "...que no tenga más alto concepto
de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la
medida de la fe que Dios repartió a cada uno" (Ro. 12:3)
Que no se ensalce a sí mismo o se crea superior a los demás basándose en las
carencias de los conducidos. Nadie tiene la estatura adecuada, sólo Cristo. Si
deseamos que haya armonía dentro del grupo a dirigir, se debe tener muy en
cuenta este aspecto.
02. Ganar la confianza de nuestros hermanos: "Y tenemos confianza respecto
a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado" (2
Ts. 3:4)
Debemos apreciar y respetar los valores de los demás para de esa forma
ganar sus voluntades sin recurrir a la coacción. No impone su punto de vista
solamente. En una discusión, no trata de derrotar y humillar al contrincante,
sino de persuadirlo. Es importante escuchar las opiniones ajenas antes de
imponer nuestras razones como las más válidas. También debemos tener una
mentalidad abierta. Olvidemos el rencor, la amargura y el odio.
03. Utilizar un enfoque cristiano: "Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro
glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas... pero si hacéis
acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como
transgresores" (Stg. 2:1 y 9)
Cultivar el sentido del humor, tener fe en nuestros hermanos, irradiar alegría
y buen humor. Tratar a los humildes con tanto respeto como tratamos a los
poderosos. Ser accesibles, tolerantes y mostrar una actitud receptiva hacia
las ideas de los demás. Ser serviciales con nuestros hermanos, reconociendo
sus méritos. Hacer amigos. Conseguir la cooperación fervorosa de los demás.
Aceptar sin rencor los fracasos, desengaños y derrotas. No hacer acepción de
personas. No hacer ostentación de nuestras cualidades. Mantener
comunicación con los hermanos.
04. Confianza: "Sea nuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal,
para que sepáis como debéis responder a cada uno" (Col. 4:6).
Una actitud de confianza en los demás ejerce un efecto favorable en los
hermanos. Debe ser firme y confiad en sí mismo si quiere dar confianza.
05. Éxito y relaciones humanas: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino se
ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe pureza" (1
Ti. 4:12).
Recordar los deseos y preferencias de los más necesitados es activar siempre
una impresión profunda y favorable. El líder debe saber ocultar sus
preocupaciones y temores y ocultar sus pensamientos. El buen humor y la
amabilidad son contagiosos.
Hay tres puntos importantes a tener en cuenta:
a) Mostrar la actitud que uno desea sin que note.
b) Elegir el método adecuado.
c) Hay que procurar que las personas se sientan cómodas.
06. Mantener la serenidad en las crisis: "Vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud, a la virtud
conocimiento, al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad." (2 Pe. 1:5 y 6).
Las críticas injustas ayudan a perder la serenidad, sobre todo cuando
nuestras opiniones son puestas en tela de juicio. Ante una discusión,
debemos saber aceptar nuestras derrotas.
07. Ser breves en la conversación: "... tiempo de callar, y tiempo de hablar"
(Ec. 3:7). “...sea pronto para oír, tardo para hablar" (Stg. 1:19).
Más que hablar, se debe escuchar; si viene enojado escuche sin interrumpir;
si está triste escuche y brinde consuelo. El líder no habla inútilmente.
08. Mostrar un carácter estable, demostrando sinceridad, cortesía y
amistad: "Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra
de Dios, sino que con sinceridad como de parte de Dios, y delante de Dios,
hablamos en Cristo" (2 Co. 2:17)
a) Estabilidad de carácter: es fácil manejar una relación con personas de
carácter estable, pero no siempre todas las personas tienen esta cualidad.
b) Sinceridad: es el poder para ganar amigos. La sinceridad es la manera de
comprobar que somos dignos de confianza.
c) Cortesía: es vivir en armonía con los demás, es decir, tener consideración
por las pequeñas cosas. Mostrar respeto por las ideas ajenas, es ser cortés.
La cortesía es la cualidad que destaca a una persona del resto.
d) Disposición amistosa: ser amigo de alguien significa que para esa persona
tenemos un valor especial, mucho más allá de nuestro merecimiento.
09. Ayudar a los hermanos en su crecimiento: "Antes bien, creced en la gracia
y el conocimiento de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Pe. 18).
Tratar con la gente es el problema mayor y más difícil. Pero saber ganar la
amistad de nuestros semejantes es tarea esencial en el liderato, y de ello
depende el crecimiento o la nulidad de los dirigidos.
10. Emplear el método indirecto (persuasión): "Conociendo, pues, el temor
del Señor, persuadimos a los hombres, pero a Dios le es manifiesto lo que
somos, y espero que también lo sea a vuestras conciencias" (2 Co. 5:11)
La persuasión cristiana no debe ser precipitada. Para que sea efectiva, se
debe actuar lenta y gradualmente, con naturalidad y perseverancia. La
persuasión precipitada resulta un fracaso. Debe actuar sobre las emociones
pero también sobre la razón.
a) Seleccionar el incentivo
b) Crear un ambiente grato
c) Presentar los argumentos o proyectos gradualmente, con gentileza, sin
apresuramiento.
d) Mostrar interés en los demás y en lo que es importante para ellos.
e) las alabanzas deben preceder a las críticas
f) Lograr que las ideas o planes se conviertan en esas ideas o planes surgieron
de ellos.
g) Una sugerencia tiene altas posibilidades de ser aceptada si va acompañada
de una sonrisa.
h) Saber emplear el método de la persuasión.
B. En las relaciones con Dios
1. Un líder obediente y sujeto: Dios no soporta la desobediencia ni la
rebeldía. Josué fue durante 40 años un simple ayudante de Moisés y nunca
se rebeló, sino todo lo contrario, y santificó a Dios a pesar de que su vida
estaba en peligro (Nm. 14). Moisés siempre estaba en la presencia de Dios,
sujeto a Él (Ex. 20:18-19).
2. Con visión y capacidad de multiplicar a otros líderes para que se
levanten: Dios permite a Moisés ver la tierra prometida. Moisés levanto a
Josué. Un líder que no se levanta y multiplica a otros, no es un verdadero
líder.
3. Con capacidad de levantar y animar públicamente a otros líderes: Moisés
pudo levantar a Josué y consagrarlo delante de todo el pueblo, no tuvo
envidia, ni temor, sino que lo hizo para que el pueblo reconociera el liderazgo
de Josué.
4. Un liderazgo de fortaleza: La manera que un líder fortalece a sus miembros
es enseñándoles y capacitándoles con su ejemplo, la palabra y oración.
C. En la vida privada de cada líder (1 Ti. 3:1-7)
01. Irreprensible: El líder debe tener buen testimonio en la casa de Dios, ser
irreprensible significa que no tenga actitudes en las cuales se le tenga que
estar llamando la atención, debe ser ejemplo en todo.
02. Marido de una sola mujer: el hombre de Dios debe ser ejemplo en
moralidad, su vida sentimental debe ser ordenada y digna de imitar. Si es
casado (a) debe respetar a su esposa (b) y guardarse del adulterio. Si es
soltero (a) debe cuidar la manera de cómo se conduce sentimentalmente, ya
que sería penoso que se mostrara inestable en sus emociones o que hiciere
cosas que solo en matrimonio están permitidas. (b) El noviazgo de un líder
debe ser ejemplar.
03. Sobrio: Que no sea ebrio, sin control de sí mismo que dice cosas de las
cuales luego tiene que arrepentirse, es necesario que sea sobrio, es decir
dueño de sí mismo... evitando los extremismos emocionales.
04. Prudente: Esta característica implica sabiduría y discreción. Muchas veces
a través de una consejería usted de cosas que nadie tiene que saber y usted
debe ser una tumba que no deje escapar ninguna información eso es
prudencia.
05. Decoroso: Tiene que ver con la imagen que proyecta el líder en la
comunidad, debe ser una persona digna de respeto y honorable, arreglo
personal, imagen de limpieza y orden interior. Cuidarse de que el vestuario
no sea provocativo, es necesario reflejar el cambio que hizo Jesús en nuestras
vidas.
06. Hospedador: tener un corazón dispuesto y abierto para ayudar a quien lo
necesita, material o espiritualmente hablando.
07. Apto para enseñar: Que sea diestro en la exposición de la palabra de Dios
para poder alimentar al rebaño, escudriñe las escrituras y explique las
lecciones que nos enseñan a cómo hacerlo mejor, ponga atención a cada
mensaje, pues nadie puede enseñar lo que no sabe.
08. No dado al vino: No podemos concebir a un líder de Dios ebrio, esto viola
los preceptos de Dios para un cristiano Ro. 13:12, Gal.5:19-21.
09. No pendenciero: Hay personas que están listas para responder a una
agresión física o verbal. El hombre de Dios es de paz y sabe controlarse en
momentos de tensión, debe reflejar la paz de Dios.
10. No codicioso de ganancias deshonesta: Debemos ser ejemplos aun en
nuestra vida económica, Ejemplos: pedir prestado y no pagar, girar cheques
sin fondos, tomar algo al crédito y no pagar, etc.
11. Amable: Del griego epieikeia que significa ceder o abstenerse, el líder
debe saber no aplicar la ley en seco sino el espíritu de la ley, saber aplicar el
amor.
12. Apacible: Que sea una persona que irradie paz, capaz de tolerar y aceptar
el punto de vista de otros.
13. No avaro: La avaricia es idolatrar el dinero, el líder debe ser ejemplo de
generosidad.
D. En su vida en el hogar
1) Que gobierne su casa: La iglesia no es una empresa o asociación, es una
familia, por eso Pablo nos exhorta a gobernar nuestra casa para gobernar o
más bien cuidar de la iglesia de Dios, que cumpla bien su función en el hogar,
si es padre tener a sus hijos bajo sujeción, si es madre cumplir bien el papel
de ayuda idónea, y si es hijo debe mostrar respeto, obediencia y honra a sus
padres.
E. Es su vida de iglesia
1) No un neófito: Esto indica apto para servir, persona con madurez cristiana,
ya que si es nuevo habrá peligro de que caiga en la trampa del diablo por
desanimo u orgullo, la madurez viene como el resultado del sometimiento a
Dios y la disposición nuestra, para que el obre en nuestra vida.
F. En su vida en la calle:
1) Que todos los de fuera tengan un buen concepto del que va a ser un líder:
Debemos ser ejemplo tanto de los de adentro de la iglesia como de los de
afuera, como a nuestros compañeros de trabajo, de estudio, etc. Deben
reconocer que en nosotros ahí algo especial: LA PRESENCIA DEL ESPIRITU
SANTO.
IV. OTROS VERSÍCULOS SOBRE EL LIDERAZGO
Gn. 1.26, 41:33-41 y 45:8-11; Ex. 3:11-12, 4:10-16, 17:12, 24:13, 33:11; Nm.
27:12-23; Dt. 3:23-29; Jue. 4:8-9 y 6:15-16; 1 Sa. 9:21 y 16:7; 1 Re. 3:7; Neh.
1:3-4 y 2:11-18; Is. 6:8; Jer. 1:6; Mt. 10:1, 12:18-20 y 20:20-28; Mr. 6:7-12; Jn.
13:1-17; Hch. 6:1-7 y 13:3; Fil. 2:6-7,22; 1 Pe. 5:1-4.
V. CONCLUSIÓN
La victoria de un líder y sus seguidores estriba en tener fe en Dios y obedecer
Su Palabra.
El mundo sin Cristo necesita de líderes conforme al Plan de Dios y dispuestos
a transformar su entorno. Hombres y mujeres que no se amilanen ante la
oposición ni las circunstancias adversas. Personas transformadas por el
Evangelio de Jesucristo que impacten a los demás con su testimonio. Seres
que están convencidos de que todo puede ser diferente. Pero, ¿somos todos
válidos para llevar a cabo el Plan de Dios?, ¿poseemos los dones y cualidades
que Dios nos exige? Si tu respuesta es afirmativa, ¿estás dispuesto a ser ese
líder que Dios demanda para conducir a su pueblo?
¡Que es Señor os bendiga!

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