2. ¿Qué se debe abordar en la Historia clínica del paciente con dolor oncológico?
La historia clínica deberá contener los siguientes aspectos:
Historia previa del cáncer: localización primaria/metastásica, tratamientos. La medicación administrada: grado de efectividad analgésica, efectos secundarios presentados, tratamiento adicional, adherencia al tratamiento. Comorbilidades: enfermedad renal, hepática, cardiaca, respiratoria, déficit cognitivo, historia previa de abuso de alcohol o drogas. Psicosociales: depresión, ansiedad, estrés, efectos en las actividades de la vida diaria, alteraciones del apetito, o del sueño, percepción del dolor bajo tratamiento, impacto socioeconómico. Realizar el familiograma con el objeto de evaluar la afectación de la esfera familiar en el paciente que presenta dolor oncológico. Se recomienda seguir el Acrónimo OPQRSTUV con el fin de determinar las características principales del dolor a tratarse. El examen físico confirma el diagnostico luego de una anamnesis enfocada al dolor. Si se sospecha dolor neuropático debe realizarse examen neurológico detallado. Evaluar el deterioro funcional secundario al dolor puesto que este deterioro puede determinar la sobrevida del paciente oncológico. Para la determinación del deterioro funcional se sugiere el uso de la escala de Barthel modificado. Aplicar un diario de dolor para el seguimiento de la efectividad del tratamiento y cambios en dolor inicial. Los exámenes complementarios como Resonancia Magnética Nuclear (RMN), Tomografía axial computarizada (TAC), exámenes de laboratorio deberán ser solicitados únicamente si el dolor no está controlado y en caso de que los mismos tengan influencia sobre el plan terapéutico que se va a administrar.