La afirmación condensa la opinión del expresidente
socialista sobre el momento actual, y sobrevuela en todo momento durante la hora y media larga que dura la entrevista. Felipe González Márquez (Sevilla, 1942) sigue desplegando una inusitada actividad espoleado por sus inquietudes intelectuales y la preocupación por esa modernidad líquida de la que habla Bauman. La conversación es telemática, en su casa de Extremadura, por estricto cumplimento de los protocolos covid-19. Más que la pandemia, dice, lo que le duele es el progresivo deterioro del Estado de derecho. ¿Su receta? Revisar todo lo aprobado hasta ahora cuando acabe la pandemia para que no queden heridas. Aunque el expresidente del Gobierno insiste en mirar al futuro más que al pasado, la casualidad ha querido que la entrevista coincida con el aniversario del intento de golpe de Estado del 23-F. En aquel entonces, la actuación del Rey desbarató el levantamiento militar entre vivas a la Constitución y la democracia. Cuarenta años después, don Juan Carlos se refugia en Emiratos Árabes acorralado por los escándalos, una parte del Gobierno se declara republicana y la extrema derecha se hace fuerte en una Cataluña que amenaza con la independencia.