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El ensayo argumentativo tiene tantos párrafos como argumentos. Sin embargo, comienza
siempre por una introducción y culmina con una conclusión. En la introducción, presenta el
tema y en la conclusión repasa cada uno de los argumentos sin detenerte en cada uno. Es
importante que los argumentos sean presentados «del más al menos impactante» con el fin
de cautivar al lector en los primeros párrafos y asegurar su lectura hasta el final.
Para justificar su interés por una pregunta o cuestión particular, es posible que necesite
apelar a valores o pautas compartidas.
Una vez aclarada la importancia de la cuestión que está tratando, y una vez que haya
decidido qué es exactamente lo que se propone hacer en su trabajo, está en condiciones de
desarrollar su argumento principal. Un argumento bien desarrollado es mejor que tres sólo
esbozados. No use cualquier argumento que considere que favorece su
tesis. Además, diferentes argumentos pueden no siempre ser compatibles.
Si está formulando una propuesta, sea específico. Si su objetivo es evaluar algunos de los
argumentos a favor o en contra de una determinada afirmación o propuesta, puede que no
esté formulando una propuesta propia o, ni siquiera, llegando a una decisión específica. De
ser así, está bien, pero formule está clara conclusión inmediatamente.