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Santiago, veintiocho de enero de dos mil quince.

Vistos y teniendo presente:

Primero: Que en estos autos rol Nº 437-2015,

caratulados “Mora Mercado Mario con Servicio de Salud

Atacama”, de conformidad con lo dispuesto en el artículo

781 del Código de Procedimiento Civil, se ha ordenado dar

cuenta del recurso de casación en la forma deducido por el

demandado en contra de la sentencia de la Corte de

Apelaciones de Copiapó que confirmó con declaración el

fallo de primera instancia, aumentando el monto de la

indemnización por daño moral que se deberá pagar al

demandante de doce a quince millones de pesos, más

reajustes e intereses, sin costas.

Segundo: Que el primer capítulo del recurso denuncia

que la sentencia impugnada incurrió en el vicio de nulidad

consagrado en el N° 4 del artículo 768 del Código de

Procedimiento Civil, esto es la ultra petita, al confirmar

con declaración el fallo de primer grado que —luego de

establecer la existencia de una falta de servicio de parte

de la institución demandada— la condenó a pagar una

indemnización por el daño moral sufrido por el demandante,

en circunstancias que lo pedido en el libelo decía relación

con el daño experimentado por la familia del actor como

consecuencia del fallecimiento de su hermano; por ende, al

extender el daño moral al supuesto menoscabo experimentado

solo por el demandante se incurre en el vicio invocado al


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referirse a una situación que no fue sometida a su

decisión.

Tercero: Que el segundo capítulo del arbitrio en

estudio se funda en la causal quinta del artículo 768 del

Código de Procedimiento Civil en relación al numeral cuarto

del artículo 170 del mismo texto legal, esto es, la falta

de consideraciones de hecho o de derecho que sirvan de

fundamento a la sentencia. Acusa el demandado que la

sentencia impugnada sin fundamentar aumentó el monto de la

indemnización, estimándolo prudencialmente sin definir su

contenido con el mérito del proceso, obviando la exigencia

de motivar la sentencia a través de la ponderación de toda

la prueba rendida y la consignación de las reflexiones

sobre la acción deducida, pues omite vincular los hechos

asentados con su decisión de elevar el monto de la

indemnización y también las motivaciones para mantener lo

ya decretado en primera instancia.

Cuarto: Que respecto de la primera causal invocada se

debe considerar que entre los principios rectores del

proceso figura el de la congruencia, que se refiere a la

conformidad que ha de existir entre la sentencia expedida

por el órgano jurisdiccional y las pretensiones que las

partes han expuesto oportuna y formalmente en sus escritos

fundamentales agregados al proceso, el que guarda estrecha

vinculación con otro principio formativo del proceso: el

dispositivo, que implica que el juez debe limitar su


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pronunciamiento tan sólo a lo que ha sido pedido por

aquéllas.

Quinto: Que la incongruencia se encuentra configurada

como vicio de casación en la forma por el artículo 768 N° 4

del Código de Procedimiento Civil, según el cual la

sentencia incurre en semejante defecto cuando ha sido dada

ultra petita, esto es, otorgando más de lo pedido por las

partes o extendiéndola a puntos no sometidos a la decisión

del tribunal, sin perjuicio de la facultad que éste tenga

para fallar de oficio en los casos determinados por la ley.

Sexto: Que anotado lo anterior se debe consignar que

el recurrente denuncia que la sentencia impugnada incurrió

en el vicio de ultra petita al otorgar una indemnización

por el daño moral experimentado por el demandante en

circunstancias que ello no fue lo pedido en el libelo

pretensor.

Séptimo: Que de la lectura del fallo atacado se puede

constatar que éste no contiene pronunciamiento alguno que

pudiera corresponder a algún punto no sometido a decisión,

tomando en cuenta que en lo resolutivo se limitó a

confirmar el de primer grado que acogió la demanda con la

única declaración de aumentar el monto de la indemnización

otorgada, sin extenderse a otras declaraciones ajenas a la

acción deducida que pretendía la indemnización de los

perjuicios causados al demandante y su familia por la

muerte de su hermano Carlos Mora Mercado, tal como se


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señaló en la demanda y al evacuarse el trámite de la

réplica por el actor, de manera que los hechos en que se

funda el recurso no constituyen la causal invocada.

Octavo: Que acerca del vicio denunciado de falta de

consideraciones de hecho y de derecho, resulta pertinente

consignar que el mismo sólo concurre en los casos en que la

sentencia carece de fundamentos fácticos o jurídicos que le

sirvan de sustento, es decir, tiene lugar cuando no se

desarrollan los razonamientos que determinan el fallo y

carece de normas legales que lo expliquen. Al respecto cabe

destacar que no se advierte en la sentencia impugnada la

omisión que se denuncia, toda vez que en ella los

juzgadores del mérito en sus motivaciones quinta a novena

desarrollan, en primer término, las alegaciones de la

demandada en cuanto a la inexistencia del daño moral

demandado, para luego referirse a la prueba rendida, los

requisitos de la indemnización por daño moral, la

existencia del daño causado al demandante y los elementos

tenidos en cuenta al cuantificar su extensión,

consideraciones con cuyo mérito deciden confirmar el fallo

apelado con la declaración citada al comienzo de la

presente sentencia, todo lo cual lleva a concluir que el

fallo impugnado sí contiene los raciocinios que justifican

la decisión adoptada.
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Noveno: Que en virtud de las razones antes expresadas

el recurso de nulidad formal no puede ser acogido a

tramitación.

Por estas consideraciones y de conformidad con lo

dispuesto en los artículos 764, 765, 766, 768 y 781 del

Código de Procedimiento Civil, se declara inadmisible el

recurso de casación en la forma deducido en lo principal de

fojas 681 en contra de la sentencia de veintiocho de

noviembre de dos mil catorce, escrita a fojas 671.

Regístrese y devuélvase con sus agregados.

Redacción a cargo del Ministro señor Carreño.

Rol N° 437-2015.

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema


integrada por los Ministros Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro
Pierry A., Sra. María Eugenia Sandoval G. y los Abogados
Integrantes Sr. Guillermo Piedrabuena R. y Sr. Arturo Prado
P. No firman, no obstante haber concurrido al acuerdo de la
causa, los Abogados Integrantes Sr. Piedrabuena y Sr. Prado
por estar ambos ausentes. Santiago, 28 de enero de 2015.

Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a veintiocho de enero de dos mil quince,


notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

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