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La CE no contiene una definició n del concepto ley, y cuando se refiere a ella lo hace con
distintos significados. Se utiliza la expresió n ley como sinó nimo de norma jurídica, otras
veces el termino equivale a la norma jurídica escrita de origen estatal, y en otras ocasiones
aparece el concepto adjetivado de ley (ley orgá nica, de delegació n, …). A pesar de no
precisar qué es ley, la CE presupone un concepto, que es fruto de la concepció n clá sica
liberal y de los cambios que sufre como consecuencia de la propia transformació n del
Estado.
Por tanto, el concepto clá sico de ley nace con el Estado liberal, conocido también como
Estado de dº. Esta característica de imperio de la ley presupone al concepto de ley como
expresió n de la voluntad popular. Tres normas que caracterizan al concepto clá sico de ley:
- Idea de supremacía
- Idea de uniformidad
- Idea de generalidad
El estado liberal lucha frente al absolutismo, donde prima la idea de un ú nico ó rgano que
goza de una soberanía divina y donde se concentran todos los poderes. El estado liberal
rompe con ese sistema, y dicho ruptura se realiza mediante bá sicamente dos grandes
sistemas de legalidad que coexisten en la Europa continental a lo largo del S.XIX:
1) Estado francés que representa el monismo parlamentario: hay un ú nico ó rgano que
se impone, de manera que se da una afirmació n de la soberanía ú nica de la nació n a través
del Parlamento. Existe una supremacía de la ley como norma que emana de esa institució n
parlamentaria, y que goza de las tres características anteriores:
- Supremacía: La ley es omnipotente, con un poder absoluto e incondicionado. Ley
como acto normativo supremo e irresistible que emana del Parlamento (ó rgano de
representació n popular donde reside la soberanía), al cual no puede oponerse ninguna
otra fuente normativa. Por ello, la ley ocupa la posició n má s elevada dentro del sistema
normativo y se configura como el principal modo de crear dº.
- Uniformidad formal: imposibilidad de diferenciarse los actos que emanan del
parlamento, de manera que cualquier norma que emana del parlamento es ley (flexibilidad
procedimental).
- Generalidad: la ley debe ser general, tanto por sus destinatarios como por su
contenido. General como contraposició n a la idea de privilegio que procede del
absolutismo.
Todas estas características se aú nan en lo que representa el concepto clá sico de ley propio
del monismo parlamentario. La relació n entre ley y reglamentos se encuentra liderada por
el criterio de jerarquía, de manera que la ley se equipara a la CE (sin limites materiales
ni á mbitos restringidos).
Nuestra CE actual presupone esa concepció n clá sica de la ley representado por el
monismo parlamentarios pero evolucionado como consecuencia de las transformaciones
que sufre el estado. Estas transformació n del estado liberal y de dº comportan el trá nsito
hacia:
1) Estado democrático: la democratizació n del estado es fruto de la ampliació n
progresiva del dº de sufragio, lo cual hace desaparecer la homogeneidad social del
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Parlamento (acceso al parlamento de nuevas clases sociales) Esa heterogeneidad en la
composició n del parlamento significa también que el gobierno es una ó rgano legitimado
democrá ticamente. Por ello se le concede la posibilidad de adoptar normas democrá ticas,
que tendrá n rango de ley. Aparece así el termino ley adjetivado.
2) Estado social: caracterizado por un intervencionismo creciente de los poderes pú blicos
en el ámbito social y econó mico. El cará cter social incide en la actuació n del propio
Parlamento, que intenta hacer frente a situaciones concretas, necesidades puntuales que
requiere la sociedad a través de las leyes singulares. Estas leyes singulares no tienen como
destinatarios a la generalidad sino a un colectivo concreto, por tantos se rompe con la
característica de generalidad.
3) Crisis del Estado-nación unitario, que supone la aparició n de CCAA y la existencia de
una UE. El estado españ ol pasa a ser un estado descentralizado, de manera que se le
concede potestad legislativa a los parlamentos de las CCAA. Por tanto, junto a las leyes
estatales aparecen leyes autonó micas, dictadas por entes sub-estatales con competencias
normativas (rotura con idea de supremacía). Ademá s, la creació n de organizaciones
supranacionales (UE) comporta la aparició n de ordenamientos externos que se aplican al
ordenamiento interno de forma directa y que pueden llegar a prevalecer sobre las leyes
internas que los contradigan.
4) La afirmació n del valor normativo de la CE. En primer lugar, por la naturaleza lex
superior que se reconoce a la CE como primera norma del OJ, la ley se ve desplazada de su
posició n de norma suprema e incondicionada, puesto que ha de respetar la preeminencia
de norma constitucional (rotura con la idea de supremacía). En segundo lugar, en virtud
de su cará cter de norma normarum, es la CE la que determina la posició n de la ley en el OJ.
Ademá s la diversificació n de los tipos de leyes, a través del establecimiento de
requerimientos procedimentales y materiales, rompe la uniformidad formal. Incluso en
ocasiones es la propia CE la que exige una ley singular, rompiendo parcialmente con el
dogma de generalidad.
Conclusió n: la evolució n del estado incide en los tres elementos que se presuponen de la
ley, pero que se ven matizados. La CE hace que la ley pierda su posició n de supremacía,
pero le otorga un papel central en el OJ.
A partir de aquí podemos intentar establecer un concepto de ley vá lido: “ley es todo acto
aprobado con este nombre por las Cortes Generales o los parlamentos autonómicos,
siguiendo el procedimiento constitucional y reglamentariamente establecido”.
A partir de estos elementos, podemos entender que el concepto de ley que se mantiene en
la CE es un concepto formal, porque atiende al ó rgano y al procedimiento, pero en
principio no se hace referencia al ámbito material (en principio no tiene á mbitos
prohibidos de regulació n).
Sin embargo, también hay elementos del dualismo germá nico, ya que se hace referencia
tanto al ámbito material de la ley con la existencia de reservas de ley, como al privilegio
jurisdiccional que tiene la propia ley.
En la medida en que se produzca variaciones en alguno de estos caracteres de la ley, se
podrá adjetivar la ley, lo cual dará lugar a tipos específicos de ley. La posició n que ocupe la
ley en el OJ vendrá determinada por la concurrencia de sus caracteres.
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3) Reservas de ley: en nuestra CE no existen ámbitos materiales vedados a la ley, de
manera que la ley puede regular cualquier materia. Sin embargo, existen reservas de ley:
la CE reserva a la ley la regulació n de determinadas materias.
Origen en el dualismo germano: las constituciones dualistas incorporan en su articulado
unas reservas de ley, para que dichas materias sean reguladas por el ó rgano que tiene una
legitimidad democrá tica directa (Parlamento). Má xima: “todo lo que afecte a la libertad y
propiedad, debe ser regulado por ley”.
Nuestro sistema no es dualista. Aun así existen reservas de ley. Ej.: Art. 53.1 CE “Solo por
ley podrá regularse el ejercicio de los dº y libertades”. La funcionalidad de las reservas de
ley en nuestro ordenamiento es doble: 1) original: limitar la potestad reglamentaria del
gobierno (limitació n al gobierno) ; 2) limitació n al parlamento, obligá ndole a que lleve a
cabo una regulació n real y efectiva de la materia reservada. Es una regulació n substantiva,
lo cual conlleva a la prohibició n de las deslegalizaciones. Se impide al Parlamento que
renuncie a su funció n por medio de remisiones o habilitaciones cada vez má s amplias e
indeterminadas a favor del gobierno.
Todas las leyes pueden establecer remisiones al reglamento. Significa que la ley puede
hacer una llamada al reglamento para que éste concrete algunos de los aspectos de la ley.
Pero esta funció n del reglamento es una funció n de complemento técnico de lo establecido
en la ley. Las remisiones normativas al reglamento son habituales, pero en materias
reservadas a la ley la actuació n del reglamento debe ser de concreció n, puntual, de
optimizar lo establecido en la ley. Una remisió n en blanco comporta que la ley sea
inconstitucional.
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3) Iniciativa legislativa atribuida a las CCAA. Doble vía: 1) solicitar al
Gobierno la adopció n de un proyecto de ley; 2) remitir directamente a la Mesa del
Congreso una proposició n de ley (la asamblea autonó mica puede delegar a un
má ximo de tres de sus parlamentarios para su defensa ante el Pleno del Congreso
en el tramite de toma en consideració n).
4) Iniciativa legislativa popular: requiere el aval de 500.000 firmas
acreditadas y debe presentarse a la Mesa del Congreso. La CE excluye ese tipo de
iniciativa en determinadas materias (las mas relevantes para los ciudadanos). La
Mesa del Congreso debe realizar un trá mite de admisió n que supone un control de
legalidad formal, no de oportunidad política.
2) Fase constitutiva: fase de discusió n y aprobació n del texto por las dos cámaras
sucesivamente. Cada una de las cámaras está organizada en comisiones (reproducciones
del pleno a pequeñ a escala). Las comisiones se estructuran por razó n de la materia. Por
ello, en funció n de cual sea la materia del proyecto o proposició n de ley, irá a la comisió n
legislativa materialmente competente. El proceso se inicia en el Congreso, de manera que
la comisió n materialmente competente designa una ponencia, ó rgano má s reducido que
hace un estudio a puerta cerrada del texto. Puerta cerrada ya que todo el procedimiento es
pú blico, pero la fase de ponencia no, con el objetivo de facilitar la negociació n (acuerdos
entre las fuerzas políticas). Se negocia el texto presentado junto con la enmiendas que han
podido presentarse de ese texto ante la mesa. En funció n de ese estudio, la ponencia
elabora un informe, proponiendo un articulado a ese texto inicial. El informe se remite a la
comisió n, que lo analiza y tras un debate pú blico la comisió n elabora un dictamen. El
dictamen elaborado en comisió n pasa al pleno del Congreso, y allá es donde se escenifica
la posició n de los distintos grupos políticos. Una vez aprobado el texto por el Congreso,
éste pasa al Senado, donde se reproduce el mismo esquema. El senado puede en pleno: 1)
aceptar el texto del congreso sin introducir modificaciones; 2) introducir enmiendas; 3)
oponer su veto: rechazo absoluto al conjunto de la ley. En caso de enmiendas o veto el
texto vuelve al congreso. En el Pleno del Congreso las enmiendas presentadas por el
Senado son aceptadas o rechazas por mayoría simple. En caso de veto, el Congreso puede
levantar el veto con mayoría absoluta.
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determinadas especialidades procedimentales, que conducen igualmente a la aprobació n
de una ley ordinaria (no se cambia la naturaleza jurídica de la ley):
1) Procedimiento de urgencia: no se omite ninguna fase del procedimiento, pero los
plazos se reducen a la mitad. En el Senado, el pazo de 2 meses para pronunciarse sobre el
texto del congreso se reducirá a 20 días naturales.
2) Procedimiento de lectura única: está reservado para aquellos textos legislativos
(proyecto o proposició n) que no presentan complejidad técnica ni dificultades, y ademá s
que aú nan un gran consenso entre las fuerzas políticas (antes de ser aprobados).
Hay una primera votació n en el pleno en que se decide tramitar la elaboració n de esa ley
por el procedimiento de lectura ú nica. Inmediatamente en el mismo acto hay una segunda
votació n sobre la aprobació n del texto en su conjunto (se elimina el trá mite de comisió n y
ponencia). Pero se elimina el poder de enmienda de los parlamentarios.
3) Leyes de comisión: en el procedimiento legislativo ordinario, el papel de la comisió n es
dictaminar. Sin embargo, las leyes de comisió n son aquellas en las que la comisió n asume
las facultades resolutivas: las leyes son aprobadas directamente en comisió n. Por tanto, se
suprime el debate en el pleno, aunque deba ser el Pleno el que decida con cará cter previo
delegar esta facultad a la Comisió n. Este procedimiento depende de la regulació n
establecido en los reglamentos (RCG/RS). En el RCG existe una presunció n genérica de
delegació n (se presupone que la aprobació n de las leyes se delega a la comisió n). En el
caso de Senado se establece que hay que hacer constar expresamente que se seguirá el
procedimiento de leyes de comisió n. Ademá s solo pueden aprobarse en comisió n
determinadas leyes, siempre y cuando no afecten determinados ámbitos materiales (las
leyes orgá nicas está n excluidas).
LEY ORGÁNICA
Art. 81 CE:
1. Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las
libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral
general y las demás previstas en la Constitución.
2. La aprobación, modificación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta
del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto.
El art. 81 CE es la norma cabecera respecto la regulació n de leyes orgá nicas. Este art.
caracteriza este tipo de ley en base a dos elementos: un material y otro formal. La voluntad
del constituyente cuando previó este tipo de leyes fue impedir que el proceso electoral se
paralizase cuando no hubiera consenso. Por tanto, cuando fracasaba la posibilidad de
aglutinar consenso en un aspecto concreto, una de las soluciones fue la remisió n a una ley
orgá nica. Por ello, la ubicació n de la ley orgá nica en el OJ responde má s a razones políticas
que jurídicas. Este tipo de ley reforzada también se justifica en la relevancia de las
materias a tratar, y solo pueden ser elaboradas por las Cortes Generales (excluyéndose los
parlamentos autonó micos).
Ámbito formal (art. 81.2 CE): la aprobació n de una leu orgá nica requiere de una votació n
sobre el conjunto del texto (una vez aprobados cada uno de sus artículos) en la que se
consiga el voto afirmativo de la mitad má s uno del Congreso: mayoría absoluta en la
votació n final sobre el conjunto del texto. Y esta especialidad se exige cuando el texto de la
ley pase por la Cámara baja.
El pleno del senado puede aprobar la ley, interponer enmiendas, o vetar el texto. Si el
Senado introdujera enmiendas, éstas deberían ser aprobadas o rechazadas por el
Congreso por mayoría simple. En caso de ser aprobadas se deberá proceder de nuevo a la
votació n por mayoría absoluta del texto en su conjunto con las nuevas enmiendas. Por su
parte, el levantamiento de un posible veto requiere siempre la votació n del Congreso por
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mayoría absoluta. Sin embargo, no cabe aquí la posibilidad de levantar el veto por mayoría
simple transcurridos dos meses.
Junto a esta previsió n, se prohíbe la aprobació n de leyes orgá nicas por comisió n. El
procedimiento de lectura ú nica está reservado para leyes simples con consenso, por tanto
pocas o ninguna leyes orgá nica se ha aprobado por este procedimiento. Por su parte, el
procedimiento de urgencia sí es factible para la aprobació n de una ley orgá nica (porque
intervienen todos los ó rganos).
Ámbito material. El art. 81.1 CE somete a reserva de ley orgá nica tres materias: 1.
desarrollo de los dº fundamentales y libertades pú blicas; 2. aprobació n Estatutos de
autonomía; 3. régimen electoral general. Contiene ademá s una remisió n genérica a
cualquier otra que la propio CE indique a lo largo de su articulado. Dado el cará cter
especial de esta ley, se establece una doble reserva: 1) las materias indicadas solo pueden
ser reguladas por ley orgá nica; 2) la ley orgá nica solo puede regular esas materias
concretas. La idea es que en principio, al ser la ley orgá nica un tipo de ley específico cuya
modificació n exigirá de otra ley orgá nica, supone una excepció n al principio democrá tico.
En teoría, en el estado democrá tico decide la mayoría. Por ello, permitir que la ley orgá nica
pueda regular cualquier ámbito puede producir una petrificació n del OJ, porque aquello
regulado por ley orgá nica, en un futuro solo podrá ser modificado por otra ley orgá nica.
Por ello el TC exige que la ley orgá nica esté exclusivamente reservada a este á mbito
material, y ademá s esta á mbito material debe ser interpretado de forma muy restrictiva.
Consecuencias: a) El
desarrollo de los dº y libertades públicas. Solo los dº de la Secció n I del Capitulo II del
Titulo I (arts. 15-29) podrá n ser regulados por ley orgá nica. Ademá s el término desarrollo
debe ser interpretado como regulació n de los elementos esenciales para la definició n del
dº (interpretació n restrictiva). b)
Aprobación de los Estatutos de Autonomía. La norma que incorpora el estatuto de
autonomía al sistema de fuentes es una ley orgá nica. Pero dicha ley orgá nica no puede
proceder al desarrollo del estatuto de autonomía.
c) Régimen electoral general. La LOREG es una ley orgá nica concreta que regula las
elecciones generales. Por tanto debe limitarse a comprender las normas electorales
validas para la generalidad de las instituciones representativas del Estado (elecciones con
alcance territorial general y que se celebran simultá neamente en todo el territorio del
Estado).
En ocasiones una ley orgá nica, por razones de política legislativa para evitar dispersió n de
textos, incorpora en su articulado materias que no siendo desarrollo directo de la materia
orgá nica, guardan una conexió n temá tica con la materia orgá nica: materias conexas. En
todo caso será el legislador el que deba concretar a través de disposiciones finales o
adicionales qué preceptos contenidos en la ley orgá nica no tienen rango de orgá nica, es
decir, tienen naturaleza ordinaria. La consecuencia será que esos preceptos, que a pesar de
estar contenidos en ley orgá nica tienen naturaleza ordinaria, en un futuro podrá n ser
modificados por una ley ordinaria. Aquí entra en juego el efecto de congelación o
descongelación del rango. La congelació n de rango significa que las materias conexas
incorporadas dentro de una ley orgá nica sin que el legislador diga nada, solo podrá n ser
modificadas por ley orgá nica. Pero en principio, si la ley orgá nica se extralimita sin la
indicació n del legislador, ésta puede ser declarada por el TC como inconstitucional
(contraria al art. 81 CE). La sanció n de esa declaració n no es la nulidad de la ley, sino la
degradación del rango (la ley es vá lida como ley ordinaria, se declara inconstitucional al
rango o calificació n orgá nica de la ley). La ley ú nicamente será valida como ley ordinaria.
La indicació n del legislador mediante la cual descongela del rango a las materia conexas
supone que en un futuro, a pesar de estar contenidas éstas en ley orgá nica, podrá n ser
modificadas por ley ordinaria. Por tanto, la descongelació n del rango supone que esas
materias conexas tengan el rango de ordinarias.
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Posición en el sistema de fuentes
Relación ley orgánica y CE: relació n de jerarquía, ya que la ley orgá nica está sometida a
la CE. Por ello, es posible establecer un control de constitucionalidad de la misma.
Relación ley orgánica y otras leyes: relació n que se articula respecto del principio de
competencia, ya que leyes orgá nicas y ordinarias tienen acotados campos materiales
distintos. Aun así, si ley orgá nica realiza una remisió n a leyes ordinarias, la relació n entre
éstas pasa a ser de jerarquía, ya que la validez de las leyes ordinarias depende de lo
establecido en las leyes orgá nicas (marco normativo que las leyes ordinarias deben
respetar).
Relación ley orgánica y reglamentos: principio de jerarquía. El reglamento es por
definició n una norma subordinada jerá rquicamente a la ley.
Conflicto normativo: sabemos que las relaciones entre leyes ordinarias y orgá nicas
vienen regidas por el principio de competencia. Si la ley orgá nica se mantiene dentro de su
ámbito materia, goza de una fuerza pasiva (especial resistencia a verse modificada por una
ley ordinaria posterior, que puede llegar a declararse nula). Sin embargo , si la ley orgá nica
no se mueve dentro de su ámbito material, podrá verse modificada por una ley ordinaria
posterior, puesto que como declara el TC, la declaració n de inconstitucionalidad de una ley
orgá nica que se ha excedido de su á mbito material comporta no la nulidad de toda la ley,
sino solo de la calificació n de orgá nica, por lo que subsiste como ley ordinaria. Casos:
- Ley orgá nica (2007) y ordinaria (2005) que regulan la misma materia. Si
consideramos que la ley ordinaria es valida (regula materia no orgá nica), la ley orgá nica
seria inconstitucional. La consecuencia de una declaració n de inconstitucionalidad de una
ley orgá nica comportaría su degradació n de rango, de manera que pasaría a ser una ley
ordinaria. Pero ley ordinaria posterior deroga a la anterior, por tanto en realidad se
acabaría aplicando la ley orgá nica de 2007.
- Ley orgá nica (2005) y ordinaria (2007): si la ley orgá nica fuese vá lida (se mueve
dentro de su á mbito), la ley ordinaria posterior sería nula e inconstitucional. Se procedería
a aplicar la ley orgá nica. En este caso, como el TC no actú a de oficio, se requiere del
recurso o la cuestió n de inconstitucionalidad.
LEY DE PRESUPUESTOS
Son las normas que traducen en cifras la acció n política del ejecutivo. Contenido mínimo:
previsió n de los ingresos y autorizació n de los gastos del sector pú blico estatal para un
añ o natural. Junto a este contenido preceptivo el TC ha admitido otros con carácter
eventual siempre y cuando guarden relació n directa con los criterios de política
econó mica. Hay una prohibició n constitucional: el contenido no puede afectar a la creació n
y modificació n de tributos.
A pesar de que, en tanto que ley, deben ser aprobadas por las Cortes Generales, el
Gobierno adquiere una posició n privilegiada en su tramitació n. Desde una perspectiva
estrictamente formal, solo al Gobierno le corresponde la iniciativa en la elaboració n de la
ley de presupuestos. El plazo para la presentació n del proyecto ante el Congreso es de al
menos tres meses antes de la expiració n del añ o anterior (antes del 1 de octubre), con el
objetivo de que sean aprobadas por las Cortes Generales antes del primer día del ejercicio
econó mico siguiente (como má ximo el 31 de diciembre). En caso contrario quedaran
automá ticamente prorrogados los presupuestos del ejercicio anterior.
Las limitaciones formales y materiales de la ley de presupuestos generó la aparició n junto
a la ley de presupuestos de una nueva técnica legislativa consistente en la aprobació n de
una ley ordinaria denominada comú nmente ley de acompañ amiento. El TC ha avalado esta
técnica con limitaciones.
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REGLAMENTO PARLAMENTARIO
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No puede haber un reglamento del gobierno que desarrolle un reglamento parlamentario,
de manera que no hay posibilidad de conexió n entre reglamento parlamentario y del
gobierno.