Está en la página 1de 13

Conoce el Huila

Hace cuatro o cinco mil años se desarrolló en este espacio una civilización compuesta por alfareros y
escultores, quienes se asentaron al sur del actual Departamento en donde dejaron huellas de su existencia.
Según Héctor Llanos Vargas, la sociedad de agroalfareros que habitaron el sur del Huila, durante el primer
milenio antes de nuestra era, sustentó la organización social en la familia y tuvo como dirigentes a chamanes,
que con su pensamiento mágico soportado en conocimientos empíricos y sabiduría acumulados de generación
en generación explicaron las fuerzas de la naturaleza reflejada en sus sarcófagos, cerámica y estatuaria. Las
esculturas en piedra elaboradas por este pueblo se inspiraron en la cosmología que interpreta las relaciones
entre el hombre y los mundos físico y metafísico, concepción impregnada de principios religiosos y que
distingue la llamada Cultura San Agustín. Las esculturas y demás bienes expuestos en los museos y parques
arqueológicos de San Agustín e Isnos son el más rico patrimonio arqueológico del Huila. Su valor lo
reconoció la UNESCO al declararlos Patrimonio Cultural de la 9 Viaje a nosotros mismos En la totalidad del
territorio huilense se hallan petroglifos y obras de cerámica y piedra. Destacan las estatuas de Saladoblanco,
La Argentina, La Plata y Santana, en Colombia, así como los petroglifos de Aipe, Rivera, Timaná y Acevedo.
10 Sebastián de Belalcazar conquistó primero Ecuador y luego fundó Popayán.. En 1538 ingresó al territorio
del Huila en procura de El Dorado. En su recorrido por el valle del Magdalena halló pueblos de indígenas
densamente poblados en el sur y huellas de otros españoles en el norte, por lo que fundó poblaciones para
defender su conquista. A finales de ese año ordenó a Añasco fundar Timaná en el lugar más poblado de
aborígenes. Según Fray Pedro Simón, Guacacallo tenía más de 16.000 almas. En 1539 comisionó a Juan de
Cabrera para fundar Neiva, en cuya zona, que corresponde a la parte más amplia de valle del Magdalena en
territorio huilense, se contaron 16.600 indígenas tributarios. Así aseguró el territorio descubierto tanto en el
sur como en el norte. Contraviniendo “Las Nuevas Leyes” que prohibían fundar pueblos donde hubiese
numerosa población aborigen, la Real Audiencia ordenó fundar la ciudad de La Plata en 1551, a fin de labrar
las minas de ese mineral halladas en el suroccidente del actual territorio huilense, con una población de
17.000 indígenas. Por la conquista de Belálcazar, el Huila se relacionó con Popayán y Quito, por el sur, desde
Timaná. Cuando se pacificó el norte, Neiva, fundada en tres ocasiones, se conectó con Santafé. Al crearse la
provincia de Neiva, en 1610, las relaciones políticas se consolidaron con la capital del virreinato. Empero, el
sur y occidente permaneció ligado al Cauca por la dependencia de sus parroquias con la diócesis de Popayán
hasta finales del S. XIX y por los vínculos de familia y de estudio. Los pijaos fueron exterminados a sangre y
fuego. Al vencerlos, los españoles aseguraron la comunicación entre Santafé, Popayán y Quito por el Camino
Real que pasaba por Neiva y La Plata. Al mismo tiempo, los conquistadores pudieron disponer de las tierras
del Alto Magdalena; solamente los andakíes resistieron en el valle del Suaza hasta mediados del siglo XVIII
cuando se creó el resguardo de San Francisco Javier de la Ceja de los Andakíes, en 1756. Al principio, los
españoles vivieron del oro y los bienes agrícolas que tributaban los indígenas; luego de la ganadería y la
agricultura. La hacienda consistía en grandes extensiones dedicadas a la ganadería, cultivos de caña y de
pancoger. Primero empleó mano de obra indígena, luego esclava y mestiza. La hacienda se caracterizaba por
espaciosas casas de tapia de tierra pisada y teja de barro, sirvientes y agregados que levantaban sus chozas en
las orillas de la hacienda y establecían relaciones de dependencia que se perpetuaban en el tiempo. En el siglo
XVIII la hacienda dedicó las vegas que tenía sobre ríos y quebradas al cultivo intensivo de cacao. La
Hacienda de los Aposentos de Villavieja, de propiedad de los jesuitas por más de cien años, es un ejemplo de
esta realidad. Con más de 20.000 hectáreas, sostenía más de 10.000 cabezas de ganado cuidados por un
centenar de esclavos que vivían en una singular forma de libertad. El ganado se dedicaba al abasto de carne de
la capital del virreinato, Santafé, que a mediados del S. XVIII estaba a cargo de los padres de la Compañía de
Jesús. La casa del Hato de Bateas en Villavieja permanece en pie y es un caso típico de la arquitectura propia
de la hacienda ganadera huilense. A principios del siglo XVII, cuando la mano de obra indígena escaseaba y
aún no se habían introducido esclavos negros, el gobierno virreinal autorizó a los ganaderos para traer indios
Tamas de las vegas del río Caguán en el Caquetá, a fi n de garantizar el adelanto de las haciendas. Con
descendientes de los Tamas se crearon casi todos los resguardos del norte y centro del Huila, en la segunda
mitad de ese siglo. Durante la segunda mitad del S. XVIII se crearon las parroquias de Aipe, Palermo
(Guagua), Yaguará, Villavieja, Tesalia (Carnicerías), Paicol, Gigante, Tarqui (El Hato y Toá), Altamira,
Suaza (Santa Librada), Guadalupe, Garzón y San Agustín, como respuesta a la política de urbanización
promovida por España y a la capacidad de los hacendados para sostener al cura, gracias a los cultivos de
cacao que los obligaba a vivir en sus haciendas y al mejoramiento de las ganaderías. Antes, en el S. XVII, en
torno a los resguardos indígenas, fueron creados Teruel (El Retiro), Iquira, Hobo, Pital, Nátaga, al igual que
los poblados de El Caguán, Otás, La Jagua y Naranjal. En el S. XIX se formaron Agrado, Tello (La Unión),
Campoalegre y Pitalito como resultado de la política de urbanización, en ese mismo siglo surgió Elías(La
Mesa de Limas); a mediados de la centuria se crean Colombia y Baraya (La Nutria), como producto de las
migraciones ocurridas por la explotación de quina y caucho en el Huila y Caquetá. Acevedo (San Francisco
Javier de la Ceja de los Andakíes, La Ceja y La Concepción) es resultado de este proceso, pero sus
organizadores aprovecharon las bases del resguardo constituido en 1756 para cristianizar y civilizar a los
andakíes. En el S. XX surgieron Rivera, Algeciras (San Juanito), Santa María (Baché), La Argentina (Plata
Vieja), Oporapa, Saladoblanco, Isnos y Palestina, como consecuencia de nuevas colonizaciones de las
cordilleras, con excepción del primero. 14 La supuesta tranquilidad en el periodo colonial fue alterada en la
provincia de Neiva por una insurrección liderada por Pedro León Perdomo y Toribio Zapata en 1782. El
movimiento coincidió en el tiempo con el que promovió José Antonio Galán en Santander, y, como éste,
también hizo sus proclamas a nombre de Tupac Amarú. La insurrección de Los Comuneros en la Provincia de
Neiva, al igual que en el nororiente del país, no dejó resultados concretos sobre derechos y reclamos. El 19 de
junio de 1782, en el centro de Neiva, fueron asesinados el gobernador Policarpo Fernández y los comuneros
Toribio Zapata y Gerardo Cardoso. Los restantes líderes fueron perseguidos y judicializados. 15 Viaje a
nosotros mismos Las reformas económicas impuestas al comercio de las colonias con la metrópoli durante la
segunda mitad del S. XVIII, contribuyeron a la llegada de una segunda ola de españoles a la Nueva Granada.
Varios fueron comerciantes que se encargaban de recaudar los impuestos que debían pagar los contribuyentes,
después que los españoles los adquirían del gobierno mediante remate. Los oficios que cumplían los
españoles que habían llegado a la provincia de Neiva y sus descendientes los mantenían en comunicación con
personas de la capital del virreinato que cumplían oficios similares y con quienes se consolidó una profunda
amistad. José Acevedo y Gómez, por ejemplo, representaba los intereses de los Tello y los Salas en Santafé y
éstos eran los agentes de aquel en el Alto Magdalena. No resulta extraño que Manuel Ascensio Tello hubiese
ayudado a Acevedo y Gómez en el intento de huir hacia el Brasil por el actual municipio de Acevedo, cuando
España comenzó la reconquista de la Nueva Granada, aplicando destierro, cárcel y muerte a sus líderes. El 27
de julio de 1810 se proclamó en Neiva la independencia de la provincia, como resultado de información que
algunos comerciantes de Santafé, como Acevedo y Gómez, les transmitieron a sus agentes en esta ciudad
sobre los sucesos vividos en la capital del virreinato el 20 del mismo mes. 16 Después del grito de
independencia, Neiva se proclamó libre y se inclinó por la propuesta federalista promovida por Camilo
Torres, a nombre de las Provincias Unidas cuyo congreso se había reunido en Tunja. Garzón, que acusaba a
Neiva de centralista y que ostentaba el título de Villa de Timaná en Garzón, se declaró igualmente
independiente pero a nombre del centralismo, inspirado desde Santafé por Antonio Nariño, presidente del
Estado de Cundinamarca. Garzón expidió su constitución en 1810 y la provincia de Neiva en el Congreso de
Yaguará en 1812, pero la norma sólo se publicó el 8 de febrero de 1814, en Neiva, por el Colegio Revisor
Electoral. A pesar de todo, la provincia de Neiva apoyó a Nariño en su propósito de llevar la independencia
hasta el Cauca y Nariño donde eran fuertes los españoles. El territorio de la provincia de Neiva era estratégico
para detener un avance de los peninsulares contra Santafé desde Popayán, donde éstos se hicieron más fuertes
luego de la derrota que le infringieron al llamado Precursor de la Independencia. El primer intento de
independencia murió entre las contradicciones ideológicas de centralistas y federalistas y la reconquista de
Sámano. A sus órdenes, Morillo sembró de muerte el Alto Magdalena. En las plazas de Prado, Purificación y
Neiva fueron fusilados los gestores de la independencia de la provincia de Neiva. El Obelisco a los Mártires
en el parque Santander y una placa de mármol en una edificación en el costado oriental del mismo parque
recuerdan su sacrificio. La provincia de Neiva apoyó la causa de Bolívar y contribuyó con las tropas que
dieron la libertad a Ecuador, Perú y Bolivia, a las cuales se unió el Batallón Neiva que fue la base del glorioso
Batallón Vargas, designado Guardia de Honor del Libertador. Consolidada la independencia, la provincia de
Neiva formó parte del departamento de Cundinamarca. Desde 1831 y hasta 1858 fue una de las 18 provincias
de la Nueva Granada. Entre 1858 y 1861 integró el Estado Federal de Cundinamarca. El 1861 Tomás
Cipriano de Mosquera se levantó desde el Cauca contra el gobierno constituido, al que acusaba de haber
violado la constitución. Las provincias de Neiva y Mariquita lo acompañaron en su levantamiento. Triunfante,
pero sin haber ocupado aún a Bogotá, el dictador convirtió las dos provincias en el Estado Federal del Tolima.
Su primera capital fue Neiva, luego de expedida su constitución en 1863, y el General José Hilario López,
quien había vivido en la provincia de Neiva antes y después de haber sido presidente de la república, fue su
primer presidente. Durante el federalismo, la mayoría de los pobladores de la provincia profesaban las ideas
liberales. A la liberalización había contribuido la presencia en el Alto Magdalena de José Hilario López,
constituyente de Rionegro y presidente de la república entre 1849-1853, período en el que se decretó la
libertad definitiva de los esclavos y se pusieron en práctica las llamadas “reformas liberales”, como la
desarmortización de bienes, la libertad de culto, la libertad de profesión y una generosa apertura económica
hacia Europa. También influyó la actividad política de José María Rojas Garrido, director del periódico Huila
(1855- 1857), ministro de estado y presidente encargado del república en 1866; y el magistrado Francisco
Eustaquio “El Macho” Alvarez, entre otros. La guerra civil de 1885 dio al traste con el federalismo.
Triunfante el centralismo desde 1886, lo que había sido la provincia de Neiva formó parte del departamento
del Tolima. Concluida la Guerra de Los Mil Días en 1903, el gobierno de Rafael Reyes propuso un nuevo
ordenamiento territorial. La Asamblea Constituyente expidió la ley 29 de abril de 1905 que creó del
departamento del Huila, más por gestión de los asambleístas caucanos que por gestión de los líderes políticos
del nuevo departamento. Así, fueron los diputados del Cauca quienes optaron por llamar Huila a la nueva
entidad político-administrativa que comenzó a funcionar el 15 de junio de ese mismo año. Según el Instituto
Geográfico Agustín Codazzi, el departamento del Huila tiene una superficie de 19.890 km2, que corresponde
al 1.74% del total de Colombia. Entre los 32 departamentos ocupa el puesto 24 en superficie. El 28.7% del
territorio corresponde al piso térmico cálido, el 39,2% al medio, el 26.5% al frío, 6% al páramo y el 0,06% al
nivel. El Huila cuenta con 37 municipios. Su centro económico, político y administrativo es Bogotá; sin
embargo, busca dinamizar su economía mejorando las carreteras hacia el Pacífico. Mantiene activa
comunicación y comercio especialmente con el Caquetá, Putumayo y sur del Tolima. El vínculo con el Meta
es aún un proyecto a través de la anunciada carretera Colombia-La Uribe. Desde La Plata, el Huila establece
comunicación comercial y social con la zona de Tierradentro, mediante una carretera que corre a lo largo del
cañón del río Páez. Según el censo de 2005, la población del Huila es de 1.011.418 habitantes. Para el DANE,
la población proyectada para 2022 es de 1.115.430 habitantes.


Cultura Festiva
El San Juan, fiesta que se origina en las costumbres prehistóricas del pueblo celta y peninsular, se celebra en
el Alto Magdalena desde la Colonia. Con el tiempo, la festividad ha cambiado. En el pasado eran comunes los
bailes, corridas de toros, juegos populares, fuegos pirotécnicos, cabalgatas, paseos, consumo de asado de
cerdo y licor. Cuando las fiestas se tornaron oficiales, es decir medio para promocionar formalmente el Huila,
se convirtieron en un festival folclórico en el que se ofrece una muestra de las actividades que realizan los
grupos folclóricos de los municipios, grupos que por lo general son los mismos y no evolucionan. A ellos se
unen grupos nacionales e internacionales invitados especialmente. Además, en un reinado que tiene por fi n
elegir la Reina del Bambuco, con lo cual se asegura la participación de veredas y barrios, municipios y
departamentos en los respectivos niveles del certamen. Oficializadas las fiestas, los organizadores
estandarizaron algunos de los elementos que debían son típicos. Definieron un tipo específico de vestido para
el hombre y otro para la mujer, establecieron la coreografía del baile del Sanjuanero Huilense y fijaron unas
pautas para la programación, de tal manera que hubiese eventos populares y certámenes cerrados. Con el
tiempo, lo estandarizado se tornó más importante que la expresión popular y folclórica de donde había
surgido. Sólo la tambora, el chucho, la puerca y la esterilla junto con el tiple, el requinto y la copla picaresca
permanecen inalterables como testimonio de un pasado remoto en el que el sirviente se valía de las fiestas y
de sus instrumentos para criticar al principal, para saldar cuentas con quien lo había ofendido o para advertirle
a la mujer sobre sus humanas intenciones. Imbuido de estas premisas, el San Pedro se celebra en todo el
territorio más o menos bajo el mismo esquema, trátese de las fi estas populares en un municipio o de la fi esta
en una entidad o empresa. En todas partes sigue siendo el aglutinante cultural más eficaz para consolidar un
ser cultural en medio de la pluriculturalidad que impera a lo largo del año.

https://www.youtube.com/watch?v=V2Qub5m4iPQ

Taller
Las siguientes preguntas se proponen analizar, desde una perspectiva crítica, los
aspectos esenciales del documento. Es por esto que antes respuestas literales, el
cuestionario se enfoca en interpelaciones que abran el firmamento interpretativo y
posibiliten una comprensión integral.

1. De las actividades que proveían el sustento para los primeros pobladores del
territorio que hoy pertenece al Huila, ¿ cuáles perduran y cómo se han
transformado?
2. De los vínculos territoriales y comerciales con los departamentos vecinos,
originados y fundados en el periodo de la Colonia, ¿ Cuáles podrían
restablecersen para reactivar los canales de diálogo con el sur del país y
consolidar una zona de vigor económico?
3. ¿ Cómo ha contribuido el patrimonio arqueológico de San Agustín ha definir la
identidad del Huila?
4. ¿ Cómo repercutió el debate entre centralistas y federalistas en la Provincia de
Neiva?
5. ¿ Qué importancia tiene la figura de José María Rojas Garrido en la historia del
Huila y de Colombia?
6. Caracterice La Hacienda como modelo de producción predominante durante el
periodo de la Colonia y la independencia.
7. ¿ En qué influyó en la región la permanencia durante un buen tiempo del
presidente José Hilario López?
8. ¿ Fue la Provincia de Neiva una zona alinderada y comprometida con la causa
que enarboló la independencia?
9. ¿ En la celebración de las fiestas del San Juan y del San Pedro cuáles de los
elementos provenientes de la Península Ibérica perduran?
10. ¿ Qué significa para usted ser Huilense y cómo ello se manifiesta en su proyecto
de vida?






















Cómo logró Corhuila convertirse en la primera institución privada de educación
superior del Sur del Huila

El interés de abrir una universidad con el concurso de la Corporación en Garzón había sido la inquietud
primaria de la Sala de Gobierno; pero sus integrantes seguían pensando que, aunque otras instituciones tenían
en Neiva una oferta de carreras que satisfacía la demanda, la Corporación debía buscar la manera de abrir
formación a nivel superior para solucionar el problema de muchos bachilleres que no tenían acceso a ella en
la ciudad. La propuesta de crear ofertas educativas para el nivel universitario o técnico, con el fin de llenar el
vacío que se evidenciaba entre la juventud, fue aprobada por la Sala de Gobierno General del 7 de diciembre
de 1983. En desarrollo de esa decisión, la Corporación solicitó a un asesor experto en planeación de
instituciones de educación superior un estudio sobre la posibilidad de crear un Centro de Carreras Técnicas
que tuviese como sede el edificio del Bachillerato Nocturno José María Rojas Garrido, de Neiva, en la jornada
de la tarde. A partir de ese momento, la Corporación Cultural José Eustasio Rivera, tanto en su Sala de
Gobierno como en la Sala General, dirigió sus esfuerzos a la materialización de la idea de abrir la Universidad
del Huila, tal como lo había pensado veinte años antes cuando se creó la primera Universidad del Huila en
respuesta al sueño de gestión comunitaria.

Jaime Cerquera Salazar, sobre quien recayó la responsabilidad de materializar la idea, recuerda, al respecto, lo
siguiente:

Nos fuimos quedando sin alumnos (refiriéndose al Bachillerato Nocturno José María Rojas Garrido). Qué
vamos a hacer? Por qué no intentamos hacer una universidad? Y en el año 86, en la Sala General, les
propuse que nos convirtiéramos en la Sala General de la Universidad del Huila. El departamento no tenía
universidad. Y se creó la Universidad del Huila. Había que nombrar un rector provisional y me nombraron a
mí por ser el de la idea. Me tocó hacer todas las diligencias. Y aprendí mucho. Me tocó estudiar los cuatro
programas que se aprobaron, me tocó defender la Universidad en el ICFES y acá.

Además de la falta de alumnos para el nocturno había otra situación. La Universidad del Huila se creó con el
ánimo pastoril, netamente agropecuario. La USCO era petróleo, era administración, etc. Nada con el campo.
Entonces les propuse que hiciéramos una universidad que se ocupara del sector agropecuario. Cuando se
tramitaba la aprobación en Bogotá, un señor que era muy experto en temas de petróleo, era de Santander,
nos sugirió que no hiciéramos lo que pensábamos hacer; nos decía que hiciéramos un cursito de petróleos. A
su sugerencia, le dije: pero para qué hacemos un curso de esos si allá está la USCO con la carrera de
petróleos; pues que lo hagan ellos. Las gentes del campo no tienen donde estudiar. Hay que darles
oportunidades a las gentes del campo, para eso es la universidad agropecuaria, y el Huila es esencialmente
agropecuario. Así nos aprobaron el proyecto.

La información de Cerquera Salazar es confirmada por Cristóbal Cuéllar Quevedo, quien se expresa de la
siguiente manera:

Al constituirse la Universidad Surcolombiana nosotros quedamos excluidos de todo y veíamos que había
mucho estudiante que no quería estudiar las disciplinas que tenía la USCO. Entendimos entonces que se
podían buscar otros campos, que había personal para hacerlo y que teníamos área física donde ampliarnos.
Recordemos que los bachilleratos se estaban debilitando, sobre todos los nocturnos, por esas nuevas
modalidades para cursar la secundaria. Hicimos varias salas de gobierno y charlamos con mucha gente, con
el mismo Marco Fidel Rocha, con Roque González, con un doctor Arias que era reconocido en Bogotá. Y
concluimos que deberíamos organizar una universidad que atendiera los campos que no cubría la USCO y
que no hiciera paralelismo con ella. Entonces fuimos desarrollando la idea. En esa época era gobernador el
doctor Antonio José Villegas Trujillo, quien se interesaba mucho por la Corporación Cultural. Aprovechando
esa circunstancia le contamos la idea y nos dio un auxilio para que hiciéramos el estudio de factibilidad.
Efectivamente, el estudio arrojó como resultado que había unos campos que no llenaba la USCO, que había
material humano bueno para ser docente y estudiantes que querían ingresar a otras carreras, no solo las de
la Surcolombiana. Con fundamento en ese estudio optamos por la creación de Corhuila. El eje fundamental
del proyecto fue Jaime Cerquera. Y con él, Hernando Artunduaga, Jaime Salazar, Raúl Pastrana, Roque
González. La Corporación era el respaldo moral, ético. Con base en la experiencia pasada en educación,
teníamos también el respaldo de la edificación, y el reconocimiento de la sociedad que eran fundamentos de
la opinión que la gente tenía de nosotros y en lo que nosotros hacíamos. Así como Reynaldo fue el motor del
bachillerato nocturno Jaime lo fue de la universidad, fue su impulsor.

Conscientes del poco conocimiento que tenían los integrantes de la Sala de Gobierno sobre los aspectos
técnicos que traía consigo este tipo de decisiones, acordaron buscar asesoría de personas cualificadas.
Recurrieron, entonces, a uno de sus más antiguos compañeros de lucha en la Corporación, Roque González
Garzón, con quien discutieron el proyecto. Así llegamos a la conclusión de que lo más indicado era adecuar,
actualizar y complementar el estudio de factibilidad que se había adelantado para sustentar el proyecto de
Garzón, gracias al contrato con la Gobernación del Departamento. Decidieron, entonces, adaptar el
proyecto, teniendo como criterio rector realizar una labor que no entrara en colisión con la Universidad
Surcolombiana y, por el contrario, que cubriera e impulsara los sectores que ésta no atendía. Además, no se
debían ceder los bienes porque la Corporación sería la propietaria. Así mismo, que se autorizaban las
gestiones para obtener un crédito bancario destinado a cubrir los costos de la adecuación del estudio.

Los avances en los siguientes meses fueron significativos. La Sala de Gobierno del 12 de junio de 1987
dispuso una comisión encargada de redactar un anteproyecto de estatutos de lo que debería ser el ente
universitario que surgiría de esa decisión. Al efecto, se tomaría como base el modelo presentado por el doctor
Arias Osorio, consultor de la empresa “Estudios y Asesoría en Educación Superior”. En la Sala de Gobierno
del 10 de noviembre de 1987 se entregó el estudio de factibilidad de la Corporación Universitaria del Huila -
CORHUILA-, en virtud del cual se procedió a su creación formal por parte de la Corporación Cultural José
Eustasio Rivera, tal como lo señala Eduardo Navarro Gutiérrez:

de aprobada la idea se hizo una convocatoria para hacer una asamblea general a la que se invitó a toda la
ciudadanía para que participara. Fue un proyecto al que se invitó a toda la población. Las personas que
mostraron interés asistieron a esa primera asamblea y se vincularon; por eso también participan como
fundadores personas diferentes a los miembros de la José Eustasio Rivera.

El tema de la autonomía de CORHUILA respecto de la Corporación Cultural José Eustasio Rivera que le dio
origen y la fidelidad que esta ha demostrado a los principios a lo largo del tiempo, los explica Navarro
Gutiérrez, de la siguiente manera:

Cuando se creó la Corporación Universitaria del Huila, CORHUILA, ésta adquirió toda la autonomía,
porque las autoridades del sector educativo a nivel central exigieron que no podía depender de otra. Pero,
desde luego, sigue desarrollando los postulados de la José Eustasio Rivera, que son la educación, la
contribución a la solución de los problemas sociales; en fin, tiene ese hilo conductor filosófico y axiológico
que ha prevalecido a lo largo del tiempo en la José Eustasio Rivera.

El informe que el presidente de la Sala de Gobierno presentó a la Sala General, realizada a finales de 1987,
señaló el camino recorrido en procura de lograr la meta de crear la universidad; también se ocupó de las tareas
que aún debían cumplirse. El informe comenzaba diciendo, que:

“La parte esencial del trabajo durante el año que termina es el de la proyección de una universidad privada
que llevará el nombre de Corporación Universitaria del Huila “CORHUILA”. Se invirtieron unos dineros en
los estudios de factibilidad que ya fueron entregados al ICFES de donde saldrá la aprobación de la
Personería Jurídica.

En segundo lugar, el documento advertía que la universidad que se creaba no se había ideado para competir
con la Universidad Surcolombiana sino que, tal como se acordó desde un principio, tendría como propósito
complementar la oferta de servicios educativos de nivel superior en el departamento. Por tanto, debía
constituirse en una alternativa de educación técnica para el numeroso grupo de bachilleres que por alguna
razón no llegaban a la universidad pública de la región.

Esta Corporación Universitaria que podemos llamar Universidad del Huila no tendrá competencia con
ninguna institución superior del Departamento porque sería duplicar esfuerzos con menor rendimiento; es
por esto que los programas solicitados en aprobación son: Ingeniería de Alimentos, Biología Acuícola,
Zootecnia y Administración Agropecuaria y Mercadeo. Estos programas están conformados por seis
semestres para el nivel Tecnológico y cuatro semestres más para el nivel universitario.

Posteriormente, el texto respondía a las inquietudes de los miembros de la Corporación, quienes habían tenido
que vivir las vicisitudes económicas propias de una persona jurídica no gubernamental y sin ánimo de lucro.
Las experiencias por las que habían pasado para construir las sedes de los bachilleratos nocturnos de Neiva y
Garzón y para asegurar su sostenimiento aparecían ante muchos de ellos como un problema de difícil
solución. Por ello, advertía, que:

Se nos podría plantear aquí el fantasma de lo económico, y no es fácil, pero los estudios financieros
elaborados nos muestran cómo al final del tercer año la Universidad del Huila es autofinanciable. Debemos
obtener unos créditos inicialmente, pero al final del tercer año quedarán saldados. Estamos plenamente
convencidos que esta realidad es un hecho.

Finalmente, el informe se ocupaba de aclarar la relación que tendría la universidad con la Corporación,
precisando sus implicaciones.

Aquí debemos aclarar que la Corporación José Eustasio Rivera no desaparece y seguirá con una estructura
tal cual como ahora; solo introduciendo la dinámica que las épocas modernas piden; es indudable que los
beneficios que recibirán los bachilleratos van a ser muy grandes, y con seguridad el nivel académico ha de
subir.

Los laboratorios y demás equipos que pueda conseguir la Universidad pueden utilizarse por los alumnos del
bachillerato nocturno; además, pensamos que se acabarán los petitorios de cierre de los bachilleratos
nocturnos por factores económicos.

Para que la Universidad pueda funcionar y abrir sus aulas el 1 de julio de 1988, hemos debido recurrir al
penoso ejercicio de dar por terminados los contratos con los planteles que aquí funcionan. Es necesario
hacer reparaciones locativas y reformas que no permiten su funcionamiento y además hay un hecho, la
Universidad es diurna.

A pesar de la buena voluntad y el entusiasmo con que se trabajaba en el proyecto, el cronograma previsto, que
incluía una reunión con el expresidente Pastrana para recibir orientaciones sobre los procedimientos para
obtener ayuda externa, y en la cual se habló de la necesidad de trabajar en la Universidad los temas
relacionados con el medio ambiente, no se pudo cumplir totalmente por diversas razones. Una de ellas, porque
el ICFES señaló que se debían hacer modificaciones al perfil profesional de Administración Agropecuaria y
Mercadeo. Y también, porque se debieron conseguir unos recursos económicos para cumplir con uno de los
requisitos que exigía el ICFES para el trámite de la licencia, cual era el de entregarle un título valor por $20
millones de pesos.

También atentó contra el normal desarrollo del cronograma del proyecto la actitud de algunos ciudadanos del
Huila, quienes se dirigieron al ICFES para que no le concediera la licencia de funcionamiento a CORHUILA.
En respuesta a esta situación, la Corporación encontró el apoyo de la gobernación del departamento, cuyo
titular envió un oficio a la rectora de la educación superior en el país, respaldando la propuesta que lideraba la
Corporación Cultural.
A pesar del esfuerzo realizado y del tiempo invertido, las dificultades eran de tal magnitud que en la Sala de
Gobierno del 12 de enero de 1989 se comunicó que aún no habían sido aprobados los estudios por parte del
ICFES. El presidente de la Sala de Gobierno resumió la situación de la siguiente manera:

“He querido dejar para el final el informe a la Sala General sobre la Corporación Universitaria del Huila,
que efectivamente llamamos Universidad del Huila. Se podría pensar que es un caballito de batalla
reeleccionario, pero ustedes deben creernos que las dificultades han sido enormes desde el punto de vista
social porque, quién lo creyera, los huilenses han dirigido comunicaciones pidiendo que no se aprobara
nuestra universidad; afortunadamente la consistencia y la honestidad de los estudios triunfaron sobre la
maledicencia. Desde el punto de vista económico la situación ha sido difícil. La Corporación Cultural José
Eustasio Rivera ha tenido que servir de aval a CORHUILA y figuran en los libros $ 2.0145.000 pesos en
deudas representadas en $ 1.700.000 en deudas bancarias y $ 445.000 cedidos en calidad de préstamo por la
Corporación para estudios diferentes.

Espero que a pesar de los escépticos se puedan pagar estas deudas y contribuir más al bienestar de los
colegios de la Corporación, porque esta fue una de las razones de emprender la tarea universitaria y no un
capricho de una o un grupo de personas. Por las conferencias telefónicas de los últimos días puedo
asegurarles que la Universidad es un hecho y que la personería jurídica la tenemos a más tardar el 10 de
diciembre. De ahí en adelante es mucho más difícil y costosa la tarea a realizar si queremos iniciar labores
el próximo mes de julio, pero quien sea el que dirija la universidad debe entender que a más tardanzas
mayores dificultades.

Finalmente, el 6 de marzo de 1992 se comunicó sobre la visita de evaluación y asesoría que había practicado
el ICFES a las oficinas e instalaciones universitarias durante tres días. Este hecho condujo a la Sala de
Gobierno a aprobar una proposición de saludo y agradecimiento a Roque González Garzón, Director General
del ICFES; deseaban con este gesto de cortesía reconocer su gestión en la concesión de la Licencia de
Funcionamiento para la Corporación Universitaria del Huila; así mismo, honrar la amistad que unía a la
organización con el funcionario, ratificándole su compromiso y disposición para cumplir, con total exactitud,
los requisitos establecidos por el gobierno para este tipo de trámites.

Las responsabilidades de Jaime Cerquera Salazar al frente del proceso de organización de CORHUILA no
terminaron con la obtención de la Licencia de Funcionamiento. Una vez logrado el permiso, siguió adelante
con la última fase: ponerla en marcha. Aquí su recuerdo,

A mi me tocó hacer muchas cosas. Nosotros hicimos promociones en los municipios con la sicóloga. Y
después de recibir la aprobación duramos dos meses más haciéndole promoción a la nueva universidad.
Curiosamente, la primera persona que se inscribió fue una señora Anita, del Putumayo, quien terminó y está
trabajando en su departamento.

Después de cerca de dos lustros de propuestas y contrapropuestas, de estudios y solicitudes, la Corporación


Universitaria del Huila abrió sus puertas el 31 de mayo de 1993, iniciando un proceso de crecimiento
continuo.

En la Sala General Extraordinaria del 5 de mayo de 1994, el rector, Jaime Cerquera Salazar, informaba que la
Universidad iba creciendo en forma satisfactoria y que a partir de este año se había iniciado con la carrera de
Zootecnia. Aunque había problemas económicos trataban de cumplir a cabalidad con el comodato que se
había firmado con la Corporación en 1990, a pesar de que ambas partes estaban incumpliendo lo acordado.

En efecto, la creación de la Corporación Universitaria del Huila y su funcionamiento en la sede del


Bachillerato Nocturno José María Rojas Garrido trajeron algún traumatismo en la marcha del colegio. Fueron
días difíciles que pusieron a prueba la solidez de los principios que habían dado fundamento a la Corporación
Cultural José Eustasio Rivera por más de cuatro décadas. Por fortuna, después de innumerables reuniones e,
incluso, acciones ante los estrados judiciales y llamados a la cordura, primó el diálogo y se lograron acuerdos
definitivos que incluyeron la firma de un nuevo contrato de comodato y la confirmación de que en el Consejo
Superior de la Corporación Universitaria siempre habría dos plazas para la Corporación José Eustasio Rivera.

La percepción de Jaime Salazar Díaz sobre esos críticos momentos es la siguiente:

Los ánimos entre el bachillerato y la universidad se encendieron porque había dos tendencias. Una que era
sacar adelante a la universidad y otras personas que estaban muy vinculadas sentimentalmente con el
colegio. Yo estaba entre los primeros porque entendía que el bachillerato nocturno perdía vigencia en la
medida en que las opciones para ser bachiller eran cada vez mayores; ya no era tan necesaria una oferta
como la de la Corporación porque los alumnos estaban disminuyendo espontáneamente.

Cristóbal Cuéllar Quevedo, por su parte, afirma:

Concluimos que a través de la Universidad y la Corporación perseguíamos los mismos fines: impulsar la
cultura en todos los campos. Por tanto, siendo hijos de la misma filosofía teníamos que armonizarnos en vez
de dividirnos, integrarnos. Se resolvió que la Universidad le pagara a la Corporación un dinero por el uso de
la edificación y que la Universidad se limitara a ocupar determinadas áreas y que se coordinara lo mejor
posible, de manera civilizada.

Uno de los más jóvenes integrantes de la actual Sala de Gobierno, Eduardo Navarro Gutiérrez, tiene la
siguiente apreciación:

Las directivas de CORHUILA, en cierto momento, realizaron una campaña con la pretensión de hacerse a
los terrenos y bienes de la Corporación. Y comenzaron a hostigar al Rojas Garrido, a cerrarle los espacios.
Y a impedirle el buen funcionamiento. Eso coincidió con el momento más álgido de la crisis del nocturno en
nuestro medio.

Como si quisiese alejarse en el tiempo para tener una mejor perspectiva de las cosas que han sucedido, Jaime
Salazar Díaz elaboró la siguiente memoria sobre el desarrollo de una idea que ocupó buena parte de sus
inquietudes al interior de la Corporación durante los primeros años de la década del ochenta. Nos referimos a
la idea que abrió un nuevo ciclo en la vida de la Corporación Cultural José Eustasio Rivera que acaba de
cumplir 57 años de servicios en procura de la transformación de la cultura de las gentes del Huila a través de
la educación, primero con los bachilleratos nocturnos y ahora con la Corporación Universitaria del Huila y
otras propuestas que están en desarrollo.

La existencia de Betania obligaba a ofrecer formación en biología acuícola; además, Administración


Agropecuaria fue identificada por todos como la más necesaria de las facultades aquí. La otra era
Veterinaria. Pero, curiosamente, la Administración Agropecuaria no funcionó. Los propietarios de las fincas
no lo aceptan. Ellos creen que saben más que los muchachos que salen de la universidad. Ha sido más difícil
en lo agropecuario que en lo veterinario.

El mayor problema para crear una universidad era lo económico, porque hay que pagar profesores y se
requiere un equipo didáctico exigente. Los fundadores pusimos una platica al comienzo. No entraron todos
los miembros de la Corporación porque muchos se habían ido o habían cambiado de actividad; además,
porque el interés por la educación que los había animado inicialmente había pasado.

Lo que se necesitaba era una universidad y el colegio ya había bajado de interés en la comunidad. Sin
embargo, los que estábamos vinculados a la Corporación nos vinculamos a la promoción de la universidad
en el Huila. Anduvimos por los pueblos promocionando la universidad. Ya había perdido un poco de
protagonismo el bachillerato y lo había tomado la universidad.

Curiosamente, lo que habíamos identificado como necesario para el Huila era lo agropecuario; pero esto fue
desplazado por las actividades urbanas: Administración Financiera, Administración Comercial, y las
ingenierías; ellas coparon la oferta de la universidad porque la gente pensaba en la ciudad, en no seguir
como sus antepasados inclinados en el surco y ordeñando vacas. Los muchachos bachilleres ya no querían
verse allá, como los tíos metidos en el campo. Ellos querían estar en cosas nuevas. Y por eso tuvieron tanto
éxito esas carreras. Las otras se han acabado solitas, se han ido marchitando.

La Corporación Universitaria del Huila abrió sus puertas el 13 de mayo de 1993, iniciando un proceso de
crecimiento continuo. En la Sala General Extraordinaria del 5 de mayo de 1994, el rector, Jaime Cequera
Salazar, informaba que la Universidad iba creciendo en forma satisfactoria y que a partir de este año se había
iniciado con la carrera de Zootecnia. Con una oferta académica enfocada a las ciencias económicas y la
administración de empresas agrícolas, desde su fundación, Corhuila se propuso atender las demandas
concretas de la región y los sectores económicos del departamento que reclamaban con apremio una atención
por parte de profesionales calificados.

Con crecimiento constante y certero, el advenimiento del nuevo milenio se acompañó de la apertura de la
facultad de ingeniería. Con la oferta académica más diversas y distintiva del suroccidente Colombiano, la
institución ha liderado en los últimos 28 años la propuesta más audaz de formación en áreas ingenieriles;
labor que ha incidido en la sofisticación y avance de la industria regional y la cualificación del talento
huilense.

Respetando el espíritu fundacional y las premisas orientadoras que en su composición diversa la corporación
ha enarbolado, el legado de pluralidad y compromiso regional, irrigado desde los cimientos de la Corporación
Cultural José Eustasio Rivera, institución matriz de Corhuila, se ha mantenido incólume. La idea germinal de
formar a los Huilenses en áreas del saber que estén aparejadas a la dinámica del modelo productivo y
empresarial de la región, ha signado el accionar institucional y orientado la labor investigativa de Corhuila.

Datos históricos tomados del libro Historia de Corporación Cultural José Eustasio Rivera - ¡ Esfuerzo de Muchos ¡
Taller
Luego de conocer la historia de la génesis y constitución de la Corporación Universitaria del Huila,
CORHUILA, responda las siguientes preguntas :

1. ¿ Cuáles son las principales actividades económicas y sectores empresariales en los que su
profesión puede aportar?
2. Después de graduado como profesional, y en calidad de egresado de CORHUILA, vislumbre una
iniciativa, que pueda convertirse en emprendimiento, y que le permita desarrollar las
capacidades y conocimientos adquiridos durante el periodo de estudios.
3. Elabore un cuadro comparativo entre las competencias que actualmente posee y las que espera
alcanzar en el curso de los estudios universitarios. Identifique la que considera su principal
cualidad y explique cómo ella lo puede potenciar como profesional en ejercicio y contribuir a
su posicionamiento en el mercado laboral.
4. De las empresas u organizaciones existentes en el Huila, ¿ En cuál podría desempeñarse como
profesional? Precise los aportes que desde su campo disciplinar puede hacer.
5. De las problemáticas mundiales que actualmente aquejan al planeta, ¿ Cuál le genera más
preocupación? ¿ Cómo puede aportar desde su profesión para la formulación de soluciones?

También podría gustarte