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La premisa de la obtención de riquezas y poder se encuentra en la medida que se pueda identificar

la idea que tenían los españoles de los indios. Esto nos plantea dos doctrinas: la igualdad (centrada
en la identidad) y la desigualdad (en la diferencia).

El jurista real palacios rubios actúa bajo la premisa de la desigualdad, en 1514 implanta la idea de
reglamentar el proceso de conquista, en donde se prestan una serie de contradicciones, en la cual
la religión católica es la fundante de todo el derecho de los españoles (igualitarios), pero no
considera a los esclavos: o se reducen a su propia voluntad o por la fuerza.

Francisco de Vitoria, Fernández de Oviedo y Juan Ginés de Sepúlveda se encontraron favorables


ante esta postura. Juan Ginés de Sepúlveda basado en unos escritos de Aristóteles creerá, que el
estado natural de la sociedad es la jerarquía, Sin embargo, la única diferencia clara es la de
superioridad e inferioridad determinada por los diferentes grados de la naturaleza humana, esto
para proponer que los españoles son al bien como los indios lo son al mal, y ante esa
consideración, una guerra es justa cuando:

1. Se debe dominar ante la falta de obediencia,


2. En la práctica de la antropofagia
3. En la realización de sacrificios
4. Es justa porque permite la propagación del cristianismo

Sepúlveda enumera una completa lista de diferencias entre ambas culturas que son falseadas por
sus juicios de valor y por la idea de diferencia con inferioridad.

En contra parte, quienes promueven la igualdad, encontramos a Bartolomé Las Casas, quien utiliza
la enseñanza de Cristo para defender esta postura, Las Casas manifestaba que quería a los indios
debido a su condición de cristiano. El rechaza la postura de aquellos conquistadores que
justificaban las guerras de conquista con la evangelización.

Contraponiendo esto se pueden establecer dos ideas: la ideología esclavista y la ideología


colonialista.

La ideología esclavista lo rebaja a un nivel de objeto, mientras que la colonialista lo deja en un


nivel intermedio, como sujetos que producen objetos con el fin de que no sean como ellos. Colon
se identifica con la doctrina esclavista, cortes y las casas se identifican con la colonialista

el colonialismo objeta a la comunicación. Entonces, a la triada comprender/tomar/destruir, se


relacionan comunicación/colonialismo/esclavismo. es posible establecer un criterio ético para
juzgar la forma de las influencias: si son impuestas o propuestas. El imponer la voluntad propia
implica negar la humanidad del otro, o al menos que sea propuesta y que se sepa distinguir entre
saber y poder para poder elegir, puesto que, en este punto, la información cumple un rol
preponderante en la comunicación (como los conquistadores hacia los reyes españoles), debido a
que es el mejor medio para establecer el poder, el cual se debe defender como un valor.

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