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Caliban - Revista Semestral de Antropofagia Cultural - n.0
Caliban - Revista Semestral de Antropofagia Cultural - n.0
antropofagia cultural
Año 0 · No 0 · México D.F. · $25
Contenido:
Revisión crítica
de la teoría poscolonial
El marxismo ha muerto,
¡viva Marx!
Antropofagia y tropicalismo
Registro en trámite
Contenido
5 Calibán en cuestión
Dossier
David Gómez Arredondo
Crisis &
Crítica
Obligadxs a reinventarnos
Börries Nehe 18 Pasado
Presente
25 Sobre la muerte del Che Guevara
Bolívar Echeverría
Conversaciones
con los radicales
Entre antropofagia y tropicalismo
Entrevista a Celso Favaretto
Yessica Contreras
33
38 Tropicália: el eco del sonido brasileño
Yessica Contreras
Rupturas
Directorio
Calibán. Revista de antropofagia
cultural. Año 0. #1. México, D.F.
www.revistacaliban.wordpress.com
revistacaliban@gmail.com
Usted es libre de: copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra
Comité Editorial: David Gómez • y de hacer obras derivadas*
Daniel Inclán • Börries Nehe • Javier
Sigüenza.
*Bajo las condiciones siguientes: Reconocimiento — Debe reconocer los créditos de la
obra de la manera especificada por el autor o el licenciante; No comercial — No puede
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utilizar esta obra para fines comerciales; Compartir bajo la misma licencia — Si altera o
transforma esta obra, o genera una obra derivada, sólo puede distribuir la obra generada
Obra plástica: Gorka Larrañiaga bajo una licencia idéntica a ésta.
www.gorkalarranaga.info
alibán
You taught me language and my profit on’t
is, I know to curse: the red plague rid you,
for learning me your language!
Shakespare, The Tempest.*
Con este primer número de Calibán iniciamos un proyecto que busca crear un espa-
cio que continue con la construcción del discurso crítico, a partir de un acercamiento
disidente a la modernidad capitalista y sus múltiples manifestaciones. Calibán preten-
de insertarse en ese pantanoso campo entre la reflexión teórica y la acción de los mo-
vimientos sociales y, en la medida de lo posible, superar el lenguaje académico estéril
y excluyente, así como los límites que nos impone a menudo el quehacer cotidiano de
la vida política de los colectivos. De esta manera, queremos contribuir a ampliar la re-
flexión teórica crítica y el debate al interior de los movimientos emancipatorios.
El Dossier de este primer número de Calibán se aboca al examen de una vertiente del
discurso académico que desde hace algunos años está en boga en las universidades
latinoamericanas: los Estudios Poscoloniales. Al contrario de algunas posiciones de la
izquierda más dogmática, que sólo ven en ellos un nuevo ataque, de los tan odiados
posmodernos, a sus sagradas creencias, y al contrario también de aquellos espíritus
que abrazan acríticamente cualquier moda académica, proponemos discutir las contri-
buciones y contradicciones de los Estudios Poscoloniales. En este sentido, los trabajos
que se incluyen a continuación alertan sobre la necesidad de pensar las diferencias y
matices que se juegan en el horizonte de lo poscolonial y que, nos parece, no han sido
incorporados del todo en nuestra praxis política y social.
* Calibán: Me enseñaste a hablar, y mi único provecho/es que sé maldecir. ¡La peste roja caiga sobre ti/por enseñarme tu lengua!
Frente al dogmatismo que ha prevalecido en una parte de la tradición marxista
y ante los prejuicios respecto al marxismo de algunas corrientes de pensamiento
de moda, Javier Sigüenza pone de manifiesto el carácter destructivo del discur-
so de Marx, de los múltiples marxismos, y los alcances del discurso crítico que
se confronta con el hecho capitalista, elementos irrenunciables para la reflexión
teórica actual sobre la autonomía.
En la sección de Crisis & crítica, Börries Nehe hace una reflexión sobre el libro
Estudios postcoloniales. Ensayos fundamentales que nos permite vislumbrar otros
espacios de teorización, particularmente desde experiencias históricas con le-
gados coloniales distintos a los latinoamericanos. Pensemos, por ejemplo, en el
caso de la India y sus figuras fundamentales como Gayatri Spivak, Homi Bhabha
o Ranajit Guha.
Como el lector podrá observar, este proyecto no tiene un terreno teórico de-
terminado, ni posee una identidad ideológica definida; se trata de explorar las
diversas formas que asume la reflexión crítica y sus manifestaciones culturales y
políticas. De allí que nuestra identidad se encuentre permanentemente en vilo,
sea una identidad evanescente, que al entrar en diálogo con otras identidades
las devora codigofágicamente y al mismo tiempo se deja devorar por ellas.
Dossier 5
Calibán en cuestión
Balance del pensamiento poscolonial latinoamericano
David Gómez Arredondo
Esa forma alternativa de pensar y estudiar las relaciones coloniales ha sido am-
pliamente explotada en Bolivia, por el Taller de Historia Oral Andina (THOA),
como parte de un proyecto intelectual comprometido con un proyecto político de
emancipación indígena. Éste surge como resultado de un plan político-acadé-
mico de impugnación a las formas institucionales (científicas) de explicar la
realidad social boliviana. El THOA ha motivado un importante debate sobre la
posibilidad de integrar las experiencias de vida de los distintos sujetos sociales
* El Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos dice en su “Manifiesto inaugural” que “El subalterno no
es una sola cosa. Se trata, insistimos, de un sujeto mutante y migrante. Aun si concordamos básicamente con
el concepto general del subalterno como masa de la población trabajadora y de los estratos intermedios, no
podemos excluir a los sujetos ‘improductivos’, a riesgo de repetir el error del marxismo clásico respecto al
modo en que se constituye la subjetividad social. Necesitamos acceder al vasto y siempre cambiante espectro
de las masas: campesinos, proletarios, sector formal e informal, subempleados, vendedores ambulantes,
gentes al margen de la economía del dinero, lumpen y ex-lumpen de todo tipo, niños, desamparados, etc.”
THOA abrió el debate sobre el
12 uso político de la producción
de conocimiento, sobre el para
qué y el para quién de las
a las explicaciones de los procesos sociales en el explicaciones
área andina; para ello abrió la discusión sobre
los contenidos epistemológicos de la tradición El andamiaje construido por Silvia Rivera Cusican-
oral como medio de conservación y transmisión qui tiene como base el concepto de mestizaje colo-
de saberes y como mecanismos de una política nial andino, un proceso social de larga duración
de resistencia. Abriendo, a su vez, el debate que se caracteriza por la segregación radical
sobre el uso político de la producción de conoci- de los distintos componentes étnicos de la cul-
miento, sobre el para qué y el para quién de las tura andina. A diferencia de otros mestizajes, el
explicaciones. La aporía de la construcción del caso andino se presenta como una exacerbación
conocimiento fue expresada por Silvia Rivera Cu- de las contradicciones por medio del desprecio
sicanqui a través del cuento El etnólogo de Borges, violento de la condición indígena, que no busca
que cuenta la historia de un estudioso que des- ser integrada a la realidad nacional sino aislada
pués de vivir años en una comunidad indígena y hasta hacerla desaparecer sin dejar rastro.
volverse parte de ella decide no hacer públicos
los resultados de su investigación, porque ello El grupo de estudios poscoloniales bolivianos
dañaría a la comunidad, ya que ella no participa- apuesta por la construcción de órdenes de ver-
ría de la decisión sobre sus usos. Lo que Silvia dad basados en las concepciones indígenas, que
Rivera reconoce como un potencial epistemoló- no siempre son conciliables con los modelos
gico de las formas indígenas de vivir, va siempre instrumentales de organización social, particu-
acompañado de una postura política que determi- larmente con la democracia participativa (que
na la producción de conocimiento. es el horizonte político del grupo de
poscoloniales latinoamericanos, des-
Una diferencia insalvable entre estas dos formas creídos de otra forma de organización
de estudio de Latinoamérica está en la concep- menos desigual). La relación entre los
ción de la realidad social. Para el grupo enca- estudiosos de la colonialidad en Bolivia
bezado por Walter Mignolo las sociedades son y los indígenas va más allá de la exo-
fragmentarias, dislocadas y no integradas; en tización y la esencialización generali-
cambio, para el grupo de pensadores bolivianos zada en la academia latinoamericana,
la realidad social es una totalidad dinámica y que les extrae sus saberes sin abrirles
contradictoria. El grupo boliviano al replantear espacios de discusión en las univer-
el tema de la totalidad construye ejes analíticos sidades. Por el contrario, el trabajo
para explicar sus formas de articulación, siendo realizado con la compleja realidad
el más importante la relación colonial, a partir de indígena boliviana pone en cuestión el
la cual se piensa la organización de las estruc- carácter esencial e inamovible con el
turas y prácticas sociales en todos los niveles. que se suelen mirar a los indígenas; a
Refuncionaliza las propuestas de los estudios partir del principio de contradicción y
subalternos de la India, al mirar lo subalterno de la no coetaneidad de los procesos
como parte del abigarramiento societal. Para ello se critica la visión armónica e ideali-
centra la atención en la raíz colonial, como forma zada de los indígenas, y se les piensa
de pensar las distintas genealogías de las rela- como sujetos-prácticos con conflictos
ciones sociales, en los distintos tiempos y ritmos internos, entre los cuales el ejercicio
que conviven en un presente, en la contempora- de ciertas relaciones de poder no es
neidad no coetánea de las estructuras sociales de origen occidental, como la desigual
(principalmente la india, la negra y la europea) distribución del poder entre mujeres y
y en su diacronía diferenciada. Al mismo tiempo hombres. En ese sentido, los indios no
repiensan y revaloran las realidades potenciales son los buenos oprimidos por los malos
que se construyen en la contradicción de la tota- europeos, sino constructores y destruc-
lidad social, evitando recuperar lo indígena sólo tores de su realidad social. En la “Pre-
para integrarlo a la racionalidad occidental como sentación” al libro de Debates poscolo-
una esencia ahistórica. niales: una introducción a los estudios
de subalternidad, que es la primera compilación presencia del colonizador y sus mecanismos de
latinoamericana de textos de los poscoloniales regulación social. Éste es tal vez el aporte más 13
asíaticos, Silvia Rivera Cusicanqui y Rossana Ba- importante de estudios bolivianos, que critican a
rragán decían de la movilización indígena que la modernidad capitalista desde realidades más
eran “formas borrosas y discontinuas de la con- allá de lo estrictamente económico, más allá de la
ciencia subalterna, capaces de desatar acciones relación maniquea de explotadores y explotados;
multitudinarias que se difunden como reguero de en la consolidación de la modernidad latinoame-
pólvora en el mundo rural tan extensivo y calei- ricana hay un complejo juego de colonizaciones
doscópico como el de la India, pero también de internas donde los indígenas pueden actuar
revertir en inexplicables retrocesos, regresiones como sus propios colonizadores, de ahí que se
faccionalistas y derrotas políticas.” ponga también en entre dicho la esencia armóni-
ca y bondadosa de los indios. De esto también se
desprende una revalorización de las resistencias
indígenas, que además de luchar contra
los colonizadores externos luchan contra
los colonizados internos.
El marxismo ha muerto,
¡viva Marx!
Javier Sigüenza
Tout ce que je sais, c’est que je ne suis pas
Marxiste
Karl Marx
económicas, del marxismo. De este “marxismo” te del discurso establecido. Así, el análisis y la
ya se había alejado el mismo Marx, y lo había de- exposición que hace Marx de la economía po-
nominado “comunismo tosco”; más tarde, autores lítica, de la sociedad a la que corresponde y de
como Walter Benjamin lo llamaron “marxismo la historia de la cual proviene no es únicamente
vulgar”, refiriéndose al marxismo de la socialde- descriptiva, sino fundamentalmente crítica, y si
mocracia y al marxismo bolchevique. Estos mar- pierde esta criticidad, no es nada, o es como el
xismos tienen más en común con el posi- autómata jugador de ajedrez al que se refería
tivismo en su versión más científicista y Benjamin en sus famosas tesis Sobre el concepto
economicista, que con la “ciencia social de historia, un autómata que es capaz de ganar
crítica” que conformó Marx. Los segun- siempre la partida a cualquier ajedrecista exper-
dos en cambio reconocen en la obra de to en el juego de la filosofía, siempre y cuando
Marx no un discurso cerrado y acabado, mantenga oculto bajo la mesa a la teología; un
sino un discurso abierto, que ofrece autómata que como el “marxismo vulgar” tiene
reflexiones que nos permiten conocer las respuestas a todas las cuestiones que le plan-
el fundamento real de la alienación hu- tean sus adversarios, pero al que le vendría bien
mana, para lo que recurren a la historia —ironizaba agudamente Brecht— formularse de
de la humanidad, no como es pensada o vez en cuando algunas cuantas preguntas.
imaginada, sino como se conforma his-
tóricamente a través de su organización Es este carácter crítico del discurso de Marx lo
social, política, y por tanto económica, que hay que recuperar y cultivar en la actualidad,
y se abocan a realizar un análisis, pero sobre todo en el ámbito de una izquierda (no sólo
principalmente una crítica de la socie- la izquierda marxista, sino también la izquierda
dad pasada y presente para su posible y libertaria) que hoy en día parece caracterizarse
deseable transformación. más por su dogmatismo y acriticidad.
En este sentido, podríamos decir —para- Es por eso que, me parece que cancelar todo
fraseando a Bolívar Echeverría— que el diálogo con los marxismos —como sugieren al-
discurso de Marx es fundamentalmente gunas corrientes que por más interesantes que
crítico, ya que su afirmación sólo puede puedan ser, suelen tener un profundo prejuicio
existir como negación, a contracorrien- y también mucha ignorancia sobre la obra de
Marx— es renunciar a un pensamiento que, con nuevas formas en las que el ser humano se rela-
todo y sus límites, logró poner en cuestión a la ciona consigo mismo y con lo otro (la naturale- 17
sociedad presente en uno de sus pilares funda- za). En consecuencia, esta aspiración revolucio-
mentales: el cuestionamiento del dogma liberal naria significa también repensar críticamente los
que afirma que la sociedad organizada en favor conceptos de libertad, igualdad, política, entre
del libre mercado es la condición de posibilidad otros, haciéndolo también desde la perspectiva
de toda sociedad igualitaria, libre y democráti- de la crítica de la economía política, como en las
ca. El discurso crítico de Marx nos muestra que últimas décadas lo han mostrado con profun-
este principio de la sociedad moderna burguesa didad y rigurosidad algunos de los autores de
es irreal e ilusorio, pues la libertad bajo los im- los llamados Estudios Poscoloniales del Sudeste
perativos del capital no son más que la libertad Asiático.
del mercado, y por tanto, la cosificación de las
relaciones sociales (Karl Marx, El Capital) y la
alienación de toda actividad humana, y no sólo
de la actividad productiva, sino incluso del ocio,
la diversión y la cultura.* En otras palabras, una
alienación que se produce y reproduce en el
espacio de trabajo, pero también en el del ocio;
en la producción y consumo de mercancías,
pero también en la producción y consumo cultu-
ral; en el estado y la sociedad civil como único
espacio de decisión política, pero también en
la producción y reproducción del discurso do-
minante, del lenguaje de la vida real, en todo el
cuerpo social.
Obligadxs a reinventarnos
Crítica del libro Estudios postcoloniales.
Ensayos fundamentales
Börries Nehe
Ya que la posibilidad
misma de distinguir misma de distinguir los lugares privilegiados
los lugares para la transformación parece haber quedado
privilegiados para suspendida”. Una época, pues, que carece de
la transformación modelos a seguir, y en la que a pesar de (¿o
parece haber debido a?) estar globalmente interconectados,
quedado suspendida estamos obligados a reinventarnos a partir de
nuestra diversidad y especificidad. Debemos
“apropiarnos del presente” desde lugares múl-
mundo las luchas anticoloniales, las reconfigura- tiples. Los estudios poscoloniales no nos dicen
ciones del “sistema mundo” y también la crítica si esto es bueno o malo, ni tampoco cómo se
misma hecha por los estudios poscoloniales. A lo hace. Pero lo que indudablemente nos ense-
modo de conclusión, el artículo “La condición ñan es la importancia de hacer más y mejores
postcolonial” de Sandra Mezzadra y Federico preguntas a los Otros y, sobre todo, a nosotros
Rahola afirma, una vez más, el fracaso de los di- mismos.
ferentes modelos analíticos que predicaban la
“transición al capitalismo” del tercer mundo, así
como de los proyectos políticos aparentemente
progresistas que giraron en torno del “desarro- El libro “Estudios Postcoloniales. Ensayos Fun-
llo” y la “ciudadanía”. “Como resultado de estas damentales” fue publicado bajo la licencia crea-
derrotas -señalan los autores- encontramos una tive commons. Como todas las publicaciones de
pluralidad de tiempos históricos y, por lo tanto, “Traficantes de Sueños”, puede ser libremente
de formas de dominio y prácticas de liberación reproducido y compartido en formato pdf en:
que han sido siempre un rasgo estructural del www.traficantes.net
capitalismo fuera de Occidente. Este rasgo se
impone ahora a escala global, infiltrándose en el
propio espacio que en otro tiempo recibía el ca-
lificativo de ‘metropolitano’.” Esa nuestra época
“pos-” no sólo no ha acabado con la opresión y
la explotación, sino que es, como dicen Mezza-
dra y Rahola, “una época en la que la posibilidad
Pasado Presente
Presentación
Puede extrañar al lector familiarizado con la obra de Bolívar Echeverría la publicación del
presente ensayo dedicado a la figura histórica del Che Guevara, del que muy probablemen-
te su autor se hubiera alejado críticamente en su madurez intelectual. Se trata de uno de
los pocos textos que Echeverría escribió en alemán como introducción a un libro sobre el
Che Guevara publicado en Berlín en 1968, a pocos meses del asesinato del comandante
guerrillero en Bolivia.
Tal puesta en cuestión significó para nuestro autor una radicalización en su reflexión teó-
rica –alimentada también por el marxismo crítico que en los años sesenta inició en Berlín
con la difusión de la obra de Lukács, Marcuse, Benjamin y Adorno– que lo llevaría, a lo
largo de más de cuarenta años, no únicamente a problematizar cada vez más sobre temas
relacionados con el fracaso de la política moderna, sino sobre todo, a desarrollar tres ejes
temáticos que trabajaría a lo largo de su obra: la crítica de la modernidad capitalista, la
crítica al concepto de cultura en el discurso moderno y la comprensión, igualmente crí-
tica, del proyecto civilizatorio de la modernidad y su particular realización en América
Latina. Tres aspectos de un proyecto teórico que ya se anuncia programáticamente en el
presente ensayo, cuando se cuestiona la determinación capitalista de la esfera misma
del lenguaje.
Además, este ensayo permite establecer una cierta afinidad entre el discurso crítico de
Bolívar Echeverría y los cultivadores de los llamados Estudios Poscoloniales, a los que
está dedicado el número de esta revista. A partir de la experiencia que emprendieron los
pueblos del llamado Tercer Mundo para su liberación nacional y de autores como Franz
Fanon, Echeverría, al igual que los pensadores del sudeste asiático, pone en cuestión el
eurocentrismo inherente al discurso moderno, pero lo hace sin renunciar al talante crítico
de múltiples pensadores occidentales, que explora a lo largo de su obra, y frente al dog-
matismo que ha prevalecido en buena parte del discurso y la práctica del marxismo, afir-
ma el carácter crítico, destructivo de la obra de Marx.
El interés que muestra Echeverría en este ensayo por la actualidad de la figura histórica del
Che –como de tantos otros autores sobre los que escribió más adelante– no es una afirma-
ción dogmática de su “legado”, como tampoco lo fue en el caso de Marx, sino una invitación
al pensar para la comprensión crítica de nuestro presente.
25
lencia es el único capaz de detener los efectos y después de la toma del poder: la conciencia
destructivos de las instituciones imperialistas revolucionaria del proletariado. La revolución
burguesas sobre el proletariado en los países social en América Latina es posible y necesaria.
oprimidos. Concluyen que la violencia revolucio- Están dadas las condiciones determinadas de la
naria es el único contraargumento que al destruir revolución que se pueden generar a través del
la sociedad burguesa puede convencerla de su levantamiento mismo. En el marco de la praxis y
ineficacia histórica. de la teoría del movimiento revolucionario latino-
americano, estas dos afirmaciones conforman un
La violencia revolucionaria del foco guerrillero es programa político completo. En él, en su realiza-
lo que produce las condiciones subjetivas de la ción, la actualidad del Che sigue vigente.
revolución y la convierte en “el pequeño motor”
que pone en movimiento “el gran motor” de las Pero también como institución revolucionaria.
masas. La violencia revolucionaria convierte las En la obra revolucionaria de Cuba podrá reco-
acciones militares de la guerrilla en acciones po- nocerse en todas partes al Che, se puede encon-
líticas: primero, porque al provocar la interven- trar sobre todo en la forma de comunismo que
ción de las fuerzas represivas la guerrilla pone construye el pueblo cubano. “Para construir el
en evidencia que la violencia reaccionaria es el comunismo”, escribe el Che, “se debe construir
fundamento del orden neocolonial; segundo, por- con la base material al mismo tiempo al hombre
que al repudiar decididamente el espejo “demo- nuevo”. En Cuba, de acuerdo con esa indicación,
crático”, la legalidad y la aceptación nacional de la condición actual del hombre nuevo es la del
la república neocolonial, la presencia física de la revolucionario internacional.
guerrilla le brinda al pueblo una alternativa polí-
tica, social y nacional, en la que el pueblo puede
proyectar su existencia especifica como nega-
ción del sistema; tercero, porque al provocarle Traducción: Javier Sigüenza
derrotas a las fuerzas militares neocoloniales, la Revisión: Börries Nehe
guerrilla muestra al pueblo que la alternativa es Corrección de estilo: Lucrecia Orensanz
Eso se puede detectar en el Manifiesto Antropó- Ronaldo Brito tiene una frase interesante: “el
fago (1928), que decía: “nunca dimos voz ni ojos modernismo fue la primera estrategia cultural
a aquello que es la especificidad brasileña.” Me moderna de Brasil”. Hubo una actividad moder-
refiero a que en la cultura brasileña, reprimida nista que configuró por primera vez un proyecto
y marginalizada, la colonización fue política, eco- para producir la modernización cultural y ar-
nómica, cultural e imaginaria. Durante todo el tística brasileña. Esa estrategia era un modo de
intervenir en la situación brasileña, que era muy especialmente el abstraccionismo concreto. Los
atrasada y dependiente en términos culturales, concretistas pensaban que el constructivismo 35
no solamente en términos económicos y políti- era muy importante artística e ideológicamente,
cos. Se trataba de suprimir ese atraso, de asimi- era el camino que Brasil necesitaba para esta-
lar radicalmente la actividad modernista para blecerse como un país autónomo, ya que hasta
producir un shock que lograra que el arte bra- entonces cultural y políticamente eran depen-
sileño pusiera la mirada en Brasil. La estrategia dientes. Brasilia fue el emblema de un país que
modernista fue un acercamiento y conocimiento se construía de manera moderna, es por eso
de Brasil, las vanguardias fueron asimiladas para que Mário Pedrosa dijo en 1959, cuando Brasi-
evidenciar la originalidad brasileña. lia estaba prácticamente lista, que Brasil era un
país condenado a lo moderno. La Bienal de São
Oswald de Andrade y Mário de Andrade ha- Paulo tiene esa intención, recoger la moderni-
blaron sobre el fracaso de ese proyecto. dad artística, fundamental para la realización del
país. Así, la modernidad fue llegando al país en
Todo el proyecto deriva en un fracaso. En retros- todas las áreas: cine, teatro con compañías fijas,
pectiva, el modernismo fue eficaz a partir de artistas, directores y dramaturgos que hacían
1922. Mário de Andrade lamenta que fueran muy carrera. El cine comenzó a presentar algunas
bohemios, poco comprometidos políticamente y películas del Cinema Novo, de Nelson Pereira
que el movimiento fuera muy esteticista durante
la década de los años veinte. Ese proyecto fa- El arte brasileño
voreció la emergencia de una cultura brasileña además de ser
muy fuerte, al menos en la literatura, las artes de vanguardia
plásticas y la música; además, influyeron en el y moderno
surgimiento de políticas culturales, como la for- estaba politizado,
mación de bibliotecas, movimientos de alfabeti- alegorizando la
zación y un sistema de educación formalizado. miseria brasileña
con nuestras
¿Cuáles fueron las vanguardias de Brasil en- indefiniciones
tre los años cincuenta y sesenta del siglo XX? históricas y sociales.
En los años cincuenta, como resultado de la Pri-
mera Bienal de São Paulo (1951), Brasil se torna dos Santos, Rio 40 grados, también películas de
rápidamente moderno, todas las tendencias de Glauber Rocha y Carlos Diegues. La moderni-
vanguardia aparecen, principalmente en las dad en la música popular brasileña comienza
artes plásticas. La producción artística brasileña con la bossa nova. En esta década también se
asimila todas las novedades de las vanguardias realiza la modernización de los medios de comu-
y desarrolla una línea constructivista muy fuerte, nicación y de la industria editorial, lo cual va a
tener consecuencias en los años sesenta. Aquel
shock que habían explorado Mario y Oswald de
Andrade en los años veinte, será retomado en
los años sesenta con la información vanguardista
y de la modernidad en general, con los medios
de comunicación de masa y la industria cultural,
y con el shock de la realidad brasileña (que era
una realidad carente, desde el punto de vista so-
cial). El tropicalismo va a ser responsable de esa
exploración.
eso estaba aconteciendo entre los años 1961 y era tan moderno como lo que se estaba haciendo
1963. Durante el gobierno de João Goulart (1961- en Europa y Estados Unidos, y simultáneamente
1964) había una onda populista muy grande. Ese manifestaban una posición política. Este arte
populismo, en términos políticos, ejerció una además de ser de vanguardia y moderno estaba
presión sobre los artistas para que su arte tratara politizado, hablaba de Brasil de modo indirecto,
el atraso cultural. En el Cinema Novo de Glauber alegorizando la miseria brasileña con nuestras
Rocha, lo nuevo se da en dos sentidos: primero, indefiniciones históricas y sociales.
es un cine que está basado en investigaciones ci-
nematográficas de la década de los años veinte, ¿Qué es Tropicália?
y en segundo término, por la manera en que trata
el atraso brasileño. Igualmente había una música Tropicália de Hélio Oiticica es una manifestación
que trabajaba con las invenciones de la bossa ambiental. El concepto de Tropicália hace refe-
nova y trataba temas brasileños, por ejemplo, la rencia a un tipo de performance o instalación en
música de Carlos Lira (de ese período) surgió donde se lleva a cabo un programa ambiental.
con la bossa nova, que hacía una radiografía de Esta manifestación ambiental tiene elementos
nuestras necesidades, miserias, indefiniciones y, como arena, árboles, plantas, araras (guacama-
principalmente, de nuestra dependencia. yas), también puede tener gente bailando o to-
cando música, hay una televisión y frases escritas
El golpe del 64 viabilizó muchas de estas pro- en las paredes de los penetrables (esculturas ci-
puestas estéticas para colocar la realidad bra- nemáticas con las que el espectador interactua).
sileña, en Rio de Janeiro surgió el show Opinião Esta obra tiene un sistema reflexivo, un modo
que era una especie de representación teatral de pensamiento antropofágico para entender
que utilizaba canciones para hablar del país de la multiplicidad de elementos que componen la
manera indirecta; aparentemente trataban temas cultura brasileña. La manera en que mezcla la
como el amor o la vida cotidiana, pero indirecta- información es la misma manera como Oswald
mente se podía percibir que estaban haciendo de Andrade lo hacía, totalmente antropofágica.
una alegoría de la realidad brasileña, mostrando Este sistema va a ser movilizado por los partici-
que había una censura política y dando a en- pantes, el sentido que le dan a la manifestación
tender que no podían hablar abiertamente. Con ambiental es alegórico, que también va a estar
Opinião los artistas comienzan a manifestar su en la música tropicalista de Caetano.
opinión y recomienzan el trabajo político en las
artes. En 1965 los artistas plásticos resuelven ¿Cómo llega Hélio Oiticia a Tropicália?
manifestar su opinión, hacen en Rio de Janeiro
una exposición con artistas diversos, algunos Oiticica hacía pintura con la idea de salir fuera
politizados y otros no, donde muestran un arte del espacio del cuadro, también ya tenía pensa-
que asimilaba las vanguardias surgidas a partir do que el espectador no podía solamente estar
del arte pop estadounidense junto con su tóni- como observador, sino andar por las obras y,
ca de conceptualismo y el arte del cuerpo. Esta como él decía, “bañarse de luz”. Pero faltaba
muestra presenta una relación de arte y política, alguna cosa: transformar ese andar en algo más
las dos muestras Opinião y las realizadas en São fuerte, ligando a la danza. Estaba muy involucra-
Paulo, llamadas Propostas 65 y 66, así como, la do con la samba de la Mangueira en aquella épo-
exposición de la Nueva Objetividad Brasileña de ca, con lo que quería resolver artísticamente una
1967, proyectaron un trabajo de agenciamiento intuición que tuvo cuando descubrió la arquitec-
de la modernidad radical en las artes plásticas. tura de la favela, de las casas. Pero, ¿qué tienen las
En términos artísticos lo que se hacía en Brasil casas de las favelas?, la habitan personas, está el
llama “enumeración caótica”. Los oyentes tenían
que entrar en la música para decodificarla. El 37
oyente se siente extrañado, distanciado, este tipo
de participación lo lleva a una reflexión del arte
contemporáneo y Brasil, articulando la experi-
mentación artística y la participación política.
* Carlos Calado, Tropicália. A história de uma revolução musical (Tropicália. Historia de una revolución
musical), Editora 34, São Paulo, 1997.
ambas presentadas, con un gran exito, en el
Festival de Música de la TV Record en 1967. En
El tropicalismo fue una 39
aquella ocasión, Caetano Veloso invitó al grupo
neo-vanguardia que
de rock argentino Beat boys para tocar con él y
a partir de la mezcla
Gilberto Gil apareció junto a Os mutantes y un
antropofágica propuso
percusionista en el birimbao. Además de estas
una vida abierta al
dos canciones, que abrieron un espacio en la
mestizaje cultural en
música popular para propuestas menos tradicio-
Brasil.
nales, la canción Tropicália de Caetano Veloso y
Geléia Geral de Gilberto Gil y Torquato Neto son
consideradas las canciones-manifiesto del tro-
picalismo. Tropicália recorre el Brasil moderno a Caetano Veloso sosteniendo una fotografía de
través de imágenes yuxtapuestas que ponen de Nara Leão, Rogeiro Duprat tomando café en una
manifesito las contradicciones y el fracaso del bacinica, junto a él Gal Costa y Torquato Neto,
proyecto modernizador. Geléia Geral hace una en el suelo está sentado Gilberto Gil con una
síntesis cultural de los clichés e imágenes kitsch. foto de José Carlos Capinan. Además de las re-
copilaciones que han hecho algunas compañías
Tom Ze, Os Mutantes, Gilberto Gil, Caetano disqueras, Gilberto Gil y Caetano Veloso lanza-
Veloso y Gal Costa conformaron el grupo de ron en 1993 el álbum Caetano e Gil: Tropicália 2,
Salvador de Bahia, que fue el germen del sonido como un homenaje al tropicalismo.
tropicalista. Experimentando con la cultura pop
y el rock británico y estadounidense, conforma- El tropicalismo fue una neo-vanguardia que
ron la nueva música que, al inicio fue rechazada motivó una importante innovación en el arte y
por quienes creían que la música popular no la cultura brasileña, a partir de la mezcla expe-
debía mezclarse con elementos extranjeros. Os rimental de las culturas afro, indígena, mestiza y
mutantes agregaron la psicodelia y la teatrali- las expresiones de otras latitudes del mundo. Su
dad en sus vestuarios y escenarios. Rogério Du- mezcla antropofágica se convirtió en una forma
prat, influenciado por Pierre Boulez y Karlheinz de vida abierta al mestizaje cultural de la reali-
Stockhausen, fue el arreglista de muchas de las dad social brasileña.
canciones tropicalistas. José Carlos Capinan, uno
de los principales letristas de la música popular Imágenes tomadas de los discos:Tropicália y Tropicália 2.
brasileña, compuso Soy loco por ti América inter-
pretada por Caetano Veloso. Torquato Neto tam-
bién escribió letras para los discos tropicalistas
de Gil y Caetano. Jorge Ben Jor, que transitó por
la música popular del Brasil, participó en el tro-
picalismo con su disco Jorge Ben.
La imagen-invisible de
Alexander Kluge
Sonia Rangel
discontinuo, múltiple, con capas, superficies y imaginar (producir imágenes) para hacer emer-
profundidades, texturas y fisuras, velocidades e ger del ojo-interno las imágenes-invisibles.
intensidades, cortes y flujos de dimensiones y
líneas variables. Para Kluge: “El montaje […] busca Schuster, Marcelo, El ojo-grama de la historia, Mé-
hacer visible algo que no se deja encontrar directa- xico, Circo 2.12, 2010.
mente, porque no consiste en objetos visibles.”
A poco no te cansa
A poco no te cansa
tu belleza esta noche
Cómo puedes llevar esa carga
bajo las estrellas
Sólo tu cabello
Sólo tus labios
bastan para aplastarte
Será que puedes ver por dónde corro
con el peso del New York Times
que trae tu foto
en alguna parte
en alguna parte
bajo mi brazo
Ella canta tan bonito
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Ella canta tan bonito
no hay deseo en su voz
canta sola
para decirnos a todos
que aún no nos han encontrado
Obligadxs a reinventarnos