Está en la página 1de 8

EL FACTOR

HUMANO 1

EN EL ENTORNO LABORAL

Por Rubén Barajas Palomino

Company Name // Theme name


Uno de los problemas actuales por
el cual las empresas no alcanzan su
máximo potencial de productividad,
entendiendo la productividad en su
más amplia acepción, incluyendo el
desarrollo personal, es el factor
humano. Esto es, la falta de
relaciones humanas positivas en el
contexto del trabajo cotidiano.
La falta de empatía, de comunicación, de
cooperación, de sentimiento de pertenencia y
afiliación al grupo son algunas de las variables que
indudablemente pueden contraponerse al
desarrollo pleno de todos los objetivos que se
persiguen en el trabajo a desarrollar dentro de las
empresas. Un empleado puede conocer con
claridad todas las funciones implicadas en su puesto
de trabajo y, por igual, todas las responsabilidades
que tiene asignadas, pero, si el ambiente de trabajo
no es el óptimo, si las condiciones que circundan el
espacio de trabajo no son las propicias para poder
sentirse cómodo, la productividad en el puesto se ve
seriamente mermada. Si bien los incentivos que
algunas empresas incluyen en sus pagos por
productividad, puntualidad y otras cuestiones más
pueden incidir favorablemente en el rendimiento,
para el empleado no hay nada más gratificante que
sentir que para la empresa él tiene un valor humano
agregado y que vale no sólo por lo que sabe hacer,
sino también por lo que es en un sentido humano.
Y, si la implementación de una visión
humana de la empresa tiene un gran
impacto en la estima del empleado, aún
más lo tiene una sana e integrada relación
con los compañeros, equipos de trabajo y
mandos operativos. Somos una especie
que nace y se desarrolla en un entorno
social, donde el crecimiento es
dependiente del contacto y la relación
social, por lo que el ansia, la necesidad de
re c o n o c i m i e n t o, e s u n a b ú s q u e d a
constante que se integra en lo más
profundo del psiquismo humano y
energétiza al sujeto hacia la acción.
Relaciones humanas positivas dentro del
ambiente laboral son el motor, la
motivación que ancla a la persona a su
trabajo con un sentido de valía personal y
pertenencia a la empresa.
¿Cómo se involucrará de mejor manera un
pequeño ante la encomienda de asistir al primer día
de sus clases? Con la indicación, como es costumbre,
de ¿hacerle saber que ya tiene edad para aprender y
que es obligación de todos los hijos asistir a la escuela
y cumplir con sus responsabilidades? Es como
manejar el argumento de yo soy el “jefe” y te
mantengo para que crezcas y ahora correspondas en
pago con tu esfuerzo, con el “salario” de tus
calificaciones. Cómo cuando el trabajador trabaja
porque es su obligación para mantener a una familia
o mantenerse a sí mismo con la única y exclusiva
finalidad de recibir un sueldo en correspondencia,
pero sin un compromiso adicional a cuestas. O bien
asistir a la escuela con una guía efectiva y humana por
parte del equipo de la familia, en donde todos sus
integrantes, hermanos, tíos, abuelos, padres, etc. le
hacen comprender que a través del acto de conocer
uno tiene la posibilidad de crecer y desarrollarse, no
sólo como estudiante, sino como ser humano ante la
posibilidad de interactuar con otras personas como él,
pero con ideas y experiencias diversas.
Que será una oportunidad en donde tendrá la
posibilidad de liberar todo su ser creativo, y que
entonces adquirir un compromiso (no obligación) con
el acto de aprender le otorga el privilegio de devolver a
la sociedad lo que él a través del tiempo ha obtenido
para poder crecer con salud. De devolverles a la familia
y al conjunto de las personas que viven en su
comunidad (a la sociedad), con sus aprendizajes y
talentos, nuevas formas de comprender la vida y
aprovechar los recursos para tener una vida más plena.
Esto es como hacerle saber y sentir al trabajador, que
su trabajo se valora por lo que aporta a la empresa y
porque sus productos, sean cuales sean estos, están
matizados por su personalidad, entonces su trabajo
vale porque es auténtico y le da carácter a la empresa,
le aporta “personalidad”. El trabajo es una forma de
devolver y retribuirle al conjunto de la sociedad aquello
que ha aportado a nuestro desarrollo y crecimiento
personal. Si el trabajador percibe que aporta a la
empresa, a la sociedad y a su entorno y equipo
inmediato, entonces recibe aquel reconocimiento se
espera, dado que su trabajo es validado por el otro. El
reforzamiento, el reconocimiento del otro siempre es
vital en cualquier cadena de interacción social.
Por eso es que Mark Zuckerberg tiene gran razón cuando dice: “Si trabajas en algo que te
gusta y te apasiona no necesitas tener un plan maestro de cómo hacer las cosas, sucederán”. Si
la empresa y los compañeros de trabajo logran hacer de las horas de permanencia en la
empresa una extensión del ambiente familiar sano de casa, con comunicación, cooperación,
solidaridad, trabajo eficiente y organizado y respeto por las normas, el trabajo no será trabajo,
será oportunidad de desarrollo.
¡GRACIAS! 8

También podría gustarte