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Fertil I Zantes
Fertil I Zantes
Enmiendas
Enmiendas orgánicas[editar]
Son las que se realizan con materiales orgánicos, como el mantillo, la tierra de brezo o de castaño,
el estiercol, etc. Suelen realizarse para mejorar las características físicas del suelo aportando
materia orgánica.
Pueden ser enmiendas básicas, que afectan a las propiedades físicas y químicas del suelo (por
ejemplo, sobre el pH) estableciendo un medio más propicio para el desarrollo de un cultivo o
pueden ser enmiendas orgánicas, que también actúan sobre la vida microbiana del suelo. Las
enmiendas también a menudo contienen cantidades significativas de nutrientes y son a veces
sinónimo de fertilizantes.
Los suelos ácidos se neutralizan con tratamientos alcalinos. Se pueden utilizar varios productos. La
cal es uno de los materiales más eficaces.
Estos elementos pueden ser fertilizantes, pero este no es el objetivo principal de su uso.
ENMIENDAS DEL SUELO/USO DE CALES Y YESO:
En agricultura se conoce por "enmiendas" aquellas substancias que se incorporan a los suelos las
cuales actúan principalmente sobre la textura de éste, corrigiendo problemas de compactación o
exceso de soltura y actuando sobre las reacciones químicas y/o biollógicas, estimulándolas en
diversas formas.
Dentro de las enmiendas minerales, la cal es una de las más importante. Se emplea principalmente
por los siguientes objetivos:
1.- Soltar los terrenos muy compactos, lo que facilita su saneamiento y aireación, además de la
ejecución con mayor facilidad de las diversas labores de cultivo.
2.- Neutralizar parcialmente la acidez del suelo, rebajándola a niveles más compatibles con las
exigencias de la mayor parte de las plantas.
Cabe señalar que la cal interviene en parte como abono con su acción directa en la formación de
tejidos vegetales, así como también interviene en la movilización de diversos elementos nutrientes
del suelo.
Dentro de las enmiendas calcáreas se encuentran el carbonato de calcio, la cal viva, la cal apagada
y el yeso.
El carbonato de calcio, si bien es de acción más lenta que la de los demás compuestos calcáreos,
es el más empleado. Para su incorporación a suelos es preciso e indispensable que se encuentre
finamente molido a objeto de que ejerza una acción eficiente y duradera.
La cal debe emplearse oportunamente, ello siginifica que debe ocuparse al menos 1 mes antes de
las siembras como mínimo y con mayor anticipación si se trata de dosis fuertes. La cal se debe
incorporar con la labor de rotura o con la primera cruza.
Para corregir la acidez, se requiere en térmibos generales, aplicar 3.000 kilos de cal por hectárea a
objeto de reducir la acidez en un grado, cabe mencionar que en la práctica se emplean dosis
menores y se obtienen resultados satisfactorios con dosis de 1.200 a 1.500 kilos por hectárea.
En opinión personal, me permito señalar que la aplicación de cal como enmienda constituye una
operación delicada, siendo recomendable consultar con un especialista en suelos a objeto de fijar
la oportunidad y los detalles de la operación a realizar.
Ambos presentan ventajas y desventajas que es muy importante conocer para poder tomar
decisiones con propiedad y así lograr enriquecer el suelo debidamente. A ello está destinada la
propuesta de hoy, de modo que vamos al grano:
Fertilizantes inorgánicos
Un fertilizante inorgánico tiene algunas ventajas a su favor: por lo general es más barato que el
abono orgánico y actúa más rápidamente. Sin embargo, en algunos casos o determinadas marcas,
daña el suelo por su mayor contenido en sal. Así, lo que en realidad sucede con los fertilizantes
inorgánicos es que no consiguen enmendar el suelo, sino simplemente alimentar la planta. Es algo
así como un ser humano que trata de sobrevivir con suplementos vitamínicos y no con alimentos
naturales.
Fertilizantes orgánicos
Algo que se señala cmúnmente como una desventaja, en realidad en mi opinión no lo es tanto. El
hecho de que los fertilizantes orgánicos sean de acción más lenta es realmente una buena cosa.
Ellos liberan sus nutrientes durante un período de tiempo, lo cual te da una cierta tranquilidad y se
sostiene una buena alimentación. Hay muchos buenos fertilizantes completos orgánicos en el
mercado, entendiendo por “completo” a aquel que contiene los tres nutrientes primarios:
nitrógeno, fósforo y potasio. Esta tripleta se conoce y lee en las etiquetas habitualmente como
NPK y es precisamente en ellas donde puedes informarte a fondo sobre dosis y potencialidades en
cada caso.
Por supuesto, más allá de opciones que puedes comprar, existe a posibilidad de obtener una
nutrición suplementaria de productos como el estiércol y la emulsión de pescado, o por harina de
huesos y cenizas de madera.
Dedicaré un post especial a trabajar sbre este tema y sobre el compost.