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Botsuana,1 cuyo nombre oficial es 

República de Botsuana (en inglés: Republic of Botswana;


en setsuana: Lefatshe la Botswana4), es un país soberano sin salida al mar del sur de
África cuya forma de gobierno es la república presidencialista. Su territorio está dividido en
nueve distritos. La capital del país es la ciudad de Gaborone.5
Geográficamente el país se extiende sobre terreno llano, con un 70 % de su superficie
cubierta por el desierto de Kalahari. Limita con Sudáfrica al sur y sureste, con Namibia al oeste
y al norte, con Zimbabue al noreste y al norte con Zambia en un solo punto. Ocupa el puesto
48 en países por superficie.6
Botsuana fue uno de los países más pobres de África en el momento en que se independizó
del Reino Unido en 1966, cuando exhibía un PIB per cápita de alrededor de los 70 dólares. No
obstante, Botsuana es una nación que ha logrado un incremento importante en el nivel de
ingresos, con una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Según
estimaciones del FMI en 2018, Botsuana presentaba una tasa de crecimiento promedio anual
de 9 por ciento, y posee un PIB (PPA) per cápita de alrededor de 18,843 dólares, siendo uno
de los más altos de África.
Aunque en el historial de Botsuana se destaca un buen gobierno y crecimiento económico
apoyado por una gestión macroeconómica prudente y con equilibrio fiscal, esto contrasta con
los altos niveles de pobreza en el país, la desigualdad y un desempleo persistentemente
elevado, con cifras cercanas al 20 %.
La alta inversión en educación, un 21% del PIB, ha logrado importantes conquistas como la
provisión de educación casi universal y gratuita, así como también mejoras notables en el
sector salud para disminuir mortalidad por enfermedades. Esto ha permitido a Botsuana tener
un desarrollo humano relativamente alto y es considerado uno de los más altos de la África
subsahariana
Los ingresos familiares son mucho más bajos en las zonas rurales que en las urbanas (HIES
2002/03). Aunque la tasa de pobreza rural ha disminuido, sigue siendo significativamente más
alta que en las urbanas. La tasa de infección por VIH/sida se ha reducido, como resultado de
una agresiva intervención del gobierno en la lucha contra la enfermedad, donde los
medicamentos son proporcionados gratuitamente a los ciudadanos. En 2013 se estimaba un
total de 320.000 ciudadanos infectados. 7
El país ha tratado de diversificar su economía en los últimos años. En 2008 dependía en gran
medida de los servicios (45.2 %), la industria (52.9 %), y agricultura (1.9 %) estrechamente
vinculadas con el comercio con Sudáfrica.8
Los batswana, un término usado también para denotar a todos los ciudadanos de Botsuana,
se refiere al principal grupo étnico del país (los "Tswana" en Sudáfrica), el cual entró en el
área de Sudáfrica durante las guerras zulúes de los primeros años del siglo XIX, el
llamado Mfecane. Antes de los contactos con Europa, los batswana vivían como pastores y
granjeros bajo dominio tribal.
En el siglo XIX, se rompieron las hostilidades entre los batswana y los
colonos bóer de Transvaal. Tras apelaciones de ayuda de los batswana, el gobierno británico,
en febrero de 1885, instauró el protectorado de Bechuanalandia. El territorio norte permaneció
bajo administración directa y es la actual Botsuana, mientras que el territorio sureño se hizo
parte de la Colonia del Cabo y es ahora parte de la provincia noroccidental de Sudáfrica; la
mayoría de la gente de habla setswana vive hoy en Sudáfrica.
A pesar de la presión sudafricana, los habitantes del protectorado de Bechuanalandia,
Basutolandia (ahora Lesoto), y Suazilandia en 1907 pidieron y recibieron seguridades
británicas de que no serían incluidos en la propuesta Unión de Sudáfrica. Una expansión de la
autoridad central británica y la evolución del gobierno tribal resultó en el establecimiento
en 1920 de dos consejos de asesoría representando a los africanos y europeos.
Proclamaciones en 1934 regularizaron los poderes y dominio tribal. Un consejo asesor
europeo-africano se formó en 1951, y la constitución de 1961 estableció un consejo legislativo
consultante.
En junio de 1964, Gran Bretaña aceptó las propuestas para un autogobierno democrático en
Botsuana. La sede de gobierno fue trasladada desde Mafikeng, en Sudáfrica, a la
establecida Gaborone en 1965. Desde entonces, Botsuana es el único país de África sin
golpes de estado y además uno de los más estables. La constitución de 1965 condujo a las
primeras elecciones generales y a la independencia en septiembre de 1966. Seretse Khama,
un líder del movimiento independentista y el legítimo reclamador al gobierno tradicional de los
Bamangwato, fue elegido como el primer presidente, re-electo dos veces, y murió en su cargo
en 1980. La presidencia pasó al vicepresidente, Quett Masire, quien fue elegido en 1984 y
reelecto en 1989 y 1994. Masire se retiró del cargo en 1998. La presidencia pasó al
vicepresidente, Festus Mogae, quien fue reelegido en 1999. Mogae ganó un segundo periodo
en las elecciones celebradas el 30 de octubre de 2004 . La presidencia pasó en 2008 a Ian
Khama (hijo del primer presidente), que había estado sirviendo como vicepresidente de
Mogae. Ian Khama fue reelecto en 2014, elecciones en la que su organización política,
el Partido Democrático de Botsuana, ganó 37 de los 57 escaños. En 2018, Khama fue
sucedido por Mokgweetsi Masisi.
Botsuana es una república presidencialista con una democracia representativa dentro de un
sistema multipartidista. El poder ejecutivo es ejercido por el Gobierno. El poder legislativo es
compartido entre el Gobierno y el Parlamento de Botsuana. El poder judicial es independiente
de los otros poderes.
Por otra parte, el presidente es el jefe de Estado y del Gobierno. El Parlamento está
representado por la Asamblea Nacional de Botsuana y la Casa de Jefes de Botsuana,
dominada desde la independencia por el Partido Democrático de Botsuana.
Las Fuerzas de Defensa de Botsuana son las encargados de mantener la paz y la seguridad
dentro del país. Fundadas en 1977, cuentan con más de 8700 elementos activos, y se espera
que se extienda a más de 10 000. En proporción a la población botsuanesa, las fuerzas
armadas son numerosas. Al ser un país sin salida al mar, las Fuerzas de Defensa de
Botsuana no cuentan con una armada. El presidente es el comandante en jefe.9

Botsuana limita al norte con Zambia (0,15 km),2 al este con Zimbabue (834 km),2 al sur


con Sudáfrica (1969 km)2 y al oeste y al norte con Namibia (1544 km).2 Su superficie es
comparable con la de España. Botsuana no posee salida al mar. El país está dominado en
gran medida por el desierto del Kalahari, que domina el 70% de la superficie total del país, en
especial el norte y el oeste del país. Además, en su territorios se encuentra el delta del
Okavango, el delta interior más grande del mundo.
Su punto más alto son las colinas de Tsodilo, con 1.489 m s. n. m., mientras que su punto más
bajo es la unión de los ríos Limpopo y Shashe, con 513 m s. n. m..
En el momento de su emancipación del Reino Unido, el 30 de septiembre de 1966, era
considerada una de las veinticinco naciones más empobrecidas del planeta. Sin embargo, su
subsuelo rico en minerales —especialmente diamantes— y una gestión prudente por parte del
Gobierno central, permitieron la construcción de una sociedad considerada democrática y
estable.20 Esta bonanza se ve amenazada debido a la sobredependencia de su sector minero,
así como por la enorme epidemia de VIH-SIDA que asola la nación a través de todos los
segmentos de su población.

Desde la independencia, Botsuana ha experimentado el más rápido crecimiento de renta per


cápita en el mundo. El crecimiento económico ha sido de un 9% anual de 1966 a 1999. El país
ha registrado déficits fiscales en 2002 y el 2003, y una deuda exterior insignificante. Tiene la
mejor calificación crediticia de riesgo soberano de África (A) Standard & Poor´s y (Aa3) de
Moody´s y ha acumulado reservas internacionales del orden de 5100 millones de dólares en
2003-2004. La mejora de la economía se ha construido a partir de un acertado uso de las
ganancias procedentes de las minas de diamantes, una política fiscal prudente y una política
exterior cautelosa.

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